En el arranque del proceso de Mario Grana al frente de la dirección
técnica del equipo, el Deportivo Morón volvió a perder y mostrando una
pobre performance a lo largo de todo el juego.
Fue frente a Armenio en Ingeniero Maschwitz en un encuentro cargado de expectativas en torno a la reciente asunción del entrenador del Gallo y su incidencia en el grupo. Sin embargo, a sólo cuatro minutos de iniciadas las acciones Federico Pacheco aprovechó un rebote que quedó picando en el área tras un tiro de esquina y puso 1 a 0 para el local.
La fragilidad anímica por la que atraviesa Morón no resistió esa primera adversidad más allá de todo el tiempo que quedaba por jugar. Sin orden y con actuaciones individuales que estuvieron otra vez muy por debajo del nivel de otrora, el equipo de Grana fue en busca del empate pero nunca llegó a incomodar a Jara.
La soledad de los delanteros -Akerman y Martínez- y los flojos desempeños de Cabrera y Zúñiga, encargados de abastecerlos simplificaron la tarea del fondo de Armenio que sólo se preocupaba ante algún arresto individual de poco peligro.
La segunda mitad, mostró más de lo mismo. El ingreso de Messera para conectar a los del medio con los delanteros nunca terminó de generar dividendos. Para colmo, un error defensivo le permitió al lateral derecho local, Gastón Lolli, convertir el segundo y sentenciar el partido.
Para esa altura, Morón ya era una sombra. La falta de respuestas, llevó a Grana a probar con dos enganches y otro punta (también entraron Ábila y Lezcano) pero la cosa siguió sin funcionar.
El final del juego llegó sin que el Gallo se revelara en ningún momento.
La pobre actualidad futbolística que atraviesa el grupo se ve más
acentuada aún por la flaqueza de espíritu que muestran sus jugadores. Un
trabajo duro para el nuevo cuerpo técnico que tendrá que hacer foco no
sólo en lo táctico, sino también en un ánimo que, hoy por hoy, está por
el piso.
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