Martes 13, noche de tristeza y decepción. El martes 13 sin
dudas, se hizo presente en la fría noche del Nuevo Urbano, y fue el invitado
especial del encuentro frente a Acasusso, ya que el rendimiento del equipo fue
de "terror", haciendo claros honores al día de ayer.
El cotejo frente a "Ssuso", no era un partido
más. Había mucho en juego. No sólo cambiar la pálida imagen que el equipo
mostró frente a Los Andes en la primera fecha del campeonato, sino también,
inaugurar con un triunfo el Nuevo Francisco
Urbano, en su primer partido oficial. La necesidad de sumar los primeros 3 puntos, era (y es)
imperiosa para Deportivo Morón. El rival de turno no era nada fácil. El equipo
de Fabián Nardozza (ex Gallo), quería ser el "cuco" en la noche del martes, y arruinar la fiesta en la nueva casa del "Gallo", como lo hizo
aquél 26 de mayo último, día en el cual despedimos a nuestro querido y entrañable
"Viejo Urbano".
El partido comenzó con un Morón que trató de llevarse por
delante a Acassuso. De hecho, apenas comenzó el encuentro, una salida rápida
del equipo, posibilitó la primera llegada de gol a cargo de Damián Akerman,
acción que fue bien resuelta por el arquero rival, Gustavo Ruhl. Ante este auspicioso
comienzo, podía pensarse que la "pesadilla" vivida en Lomas de Zamora,
se esfumaría rápidamente. Lamentablemente no fue así, ya que este dominio y
supremacía, pronto se convertiría en un espejismo.
En efecto, Acassuso se despertó demasiado pronto, y supo reaccionar a tiempo.
Tal es así que a los 15 minutos del primer tiempo, una mano infantil de
Villavicencio, originó un claro penal para el conjunto visitante. A esa altura
del partido, el equipo era puro nervios, mostrándose impreciso y dubitativo
cada vez que tenía la pelota. Por suerte en el arco teníamos a nuestro superhéroe de la noche, Alejandro "Chiche" Migliardi, quien lograría
contener el penal de Sergio Salomone.
Morón dominado por los nervios, hacía agua en el campo de
juego. De hecho no generó ni una ocasión de gol a lo largo de todo el primer
tiempo (y del partido, salvo una dudosa mano en el área rival que Pablo Dóvalo,
no sancionó penal), después de aquel remate de Akerman, apenas comenzado el
encuentro. En contrapartida, "Ssuso", sin mucho, se hacía dueño de la pelota y del
terreno.
El rendimiento individual y colectivo del equipo dejaba
mucho que desear. A pesar que se mostró algo más de actitud, con respecto al
primer partido del campeonato, las actuaciones individuales del conjunto
dirigido por Mario Grana, no eran de lo mejor. Un impreciso y errático Esteban
González (otra vez de floja actuación al igual que la mayoría de sus
compañeros), no podía abrir la cancha, y por ende generar juego. Tampoco fue
preciso a la hora de pasar la pelota y mucho menos de patear decentemente un
tiro libre o córner.
La defensa del "Gallo", (otra vez luciendo sus
debilidades), no daba ninguna garantía cuando el rival se decidía a atacar.
Villavicencio (que luego se iría reemplazado por Luis
Ferreyra, a consecuencia de una molestia muscular), volvía a fallar en la marca, al igual que sus compañeros: Otermín (por
momentos perdido en el campo de juego y mucho más a la hora de defender),
Mayola y Giambuzzi (ambos de flojo desempeño).
El mediocampo a cargo de Martín Cabrera (intrascendente como
siempre) y el "Vikingo" Granero (uno de los mejores ante tanta mediocridad), por
momentos, no podía parar el débil ataque de la visita. De más está decir que Morón no existió prácticamente en
materia ofensiva, ya que tanto Akerman como Martínez, estaban aislados y
huérfanos de pases precisos que le permitan llevar peligro al arco defendido
por Ruhl.
Incluso Morón, al igual que en el partido frente a Los Andes,
tendría la chance de aprovechar su supremacía numérica, debido a la expulsión
de Lucas Mazzulli (bien expulsado), en el conjunto visitante. Uno imaginaba que a
partir de este hecho, Morón saldría a comerse la cancha y cambiar la pálida
imagen que venía mostrando hasta ese entonces. Nuevamente nos volveríamos a
equivocar.
Al equipo dirigido por Grana, no se le "cayó una
idea" a la hora de generar juego, y mucho menos de lastimar al equipo
“Quemero’’. Es más, Acassuso fue superior con un jugador menos, en
gran parte del encuentro. En el conjunto local, Barbieri con mucho esfuerzo, trataba
de generar algo de peligro por medio de centros que eran bien absorbidos por la
defensa rival, como por su arquero. Mientras tanto, los cambios tampoco aportaron nada, ya que Ferreyra, Messera
y Rodríguez, se mostraron intrascendentes como el resto del equipo.
Morón era un conjunto de nervios. Trataba de avanzar en el
campo de juego como podía, sin ideas, sin precisión. La gente se mostraba
impaciente con el conjunto del Oeste. Los minutos pasaban y el equipo se agudizaba en su imprecisión. Tal es así, que a los 27 minutos de la etapa
complementaria, la figura de la noche, "Chiche" Migliardi, se pondría
nuevamente el traje de superhéroe, conteniendo un nuevo penal (falta absurda de
Otermín) al jugador "Quemero", Rodrigo Alonso. A esta altura, a falta de
emociones propias, "el único héroe en este lío", se vestía de gala,
para salvar los horrores de sus compañeros y tratar de mantener el cero en su
arco, y empezar el primer partido oficial en el Nuevo Francisco Urbano, sin una
derrota.
Créanos que no hay animosidad contra ningún jugador ni el
cuerpo técnico. Morón es un enfermo que necesita de muchos cuidados. Es un paciente
en estado delicado y con pronóstico reservado. La cura para esta enfermedad, no
está solamente en el apoyo de la gente, sino fundamentalmente en el mismo
equipo y en la capacidad que pueda mostrar Mario Grana, para salir de esta
situación. Somos conscientes de que Morón, es un “enfermo’’ que necesita
rápidamente la cura para esta enfermedad llamada "descenso". Suena
feo y hasta trágico, pero créanos, que si no se actúa de manera inmediata y con
inteligencia, no habrá tiempo para salvar este "cuadro". A pesar que se llevan
disputadas solamente 2 fechas del campeonato, no hay que dormirse ni mucho menos confiarse.
Anoche Morón vivió su propio Martes 13 y tuvo su "noche
de terror". El equipo se fue envuelto en una lluvia de silbidos. Recurriendo
a la famosa frase que alude a tal día, "Martes 13, no te cases, ni te
embarques", Morón se embarcó hacia el camino del nerviosismo y
mediocridad. Rogamos, deseamos y anhelamos, que este barco en el cual se subió
Morón, pronto encuentre su camino, y no termine por naufragar, en los mares del
temido y oscuro descenso....Sólo es cuestión de tomar la brújula, agarrar
fuerte el timón y cambiar el rumbo...Todavía hay chances...ojalá que no sigamos
desperdiciándolas.
Por: Marcos Ruiz Carrizo.
Síntesis:
Deportivo Morón:
ALEJANDRO MIGLIARDI (10)
Esteban Giambuzzi (4)
Matías Villavicencio (3) (Luis Ferreyra (4))
Ariel Otermín (3)
Emiliano Mayola (4)
Martín Cabrera (3) (Mariano Messera (4))
Martín Granero (6)
Mariano Barbieri (5)
Esteban González (3) (Leandro Rodríguez (3))
Mariano Martinez (4)
Damián Akerman (5)
DT. Mario Grana.
Acassuso:
G. Ruhl
F. Santana
R. Alonso
E. Pedreida
N. Minici
M. Planté (R. Nicola)
L. Mazzulli
A. Friedrich
R. Chao
F. Pumpido (A. Avalos)
S. Salomone (D. Gómez)
DT. Fabián Nardozza.
Goles: No hubo. (Migliardi atajó dos penales:15 min PT y 27 min ST)
Expulsado: L. Mazzulli (Acassuso)
Arbitro: Pablo Germán Dóvalo (pésimo).
Estadio: Nuevo Francisco Urbano.
Foto: Osvaldo Abades (h).
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