Este viernes, en la habitual emisión radial de los colegas de "La 94 Sport", el invitado en los estudios de "FM En Tránsito" fue Mario Darío Grana, el director técnico de la primera división del Deportivo Morón. En dicho programa, Grana apuntó directamente al presente blog, tildando a nuestro medio y a sus integrantes de "mala leche", de acuerdo a sus propias y desafortunadas palabras.
El objeto de estas líneas, no es salir al cruce de los antojadizos y ridículos dichos del entrenador del Gallo, puesto que, la carrera periodística de 20 años y más del doble en la vida, nos han aleccionado en lo personal, que sólo debe aclararse aquello que conlleva por lo menos un dejo de veracidad, ya que, de lo contrario, estaríamos "haciéndonos cargo" erróneamente y dándole entidad, a las barbaridades e inequidades ajenas.
En este caso, sólo deploraremos públicamente las descalificaciones manifestadas de igual manera por Mario Darío Grana (porque eso sí, corresponde, al haber sido puesta en tela de juicio, nuestra buena fe y moral personal e editorial), quien de ninguna manera implicará una mácula en el enorme respeto, cariño y admiración que nos ha generado como jugador, durante su exitoso paso profesional por el club que amamos, erigiéndose por mérito propio en uno de los principales ídolos modernos del Deportivo Morón.
Asimismo, agradeciéndole desde ya, la consideración de leernos con habitualidad y fruición, según se infiere de sus desafortunadas apreciaciones, lamentamos profundamente su evidente ausencia de autocrítica y muestra de intolerancia, ante nuestra crítica, que siempre desde el respeto y hasta con el cuidado extra para con el ídolo, hemos realizado cada vez que lo creímos conveniente, conforme a nuestro leal saber y entender, en la consecución de la labor profesional; de la misma forma que, cada vez que correspondió elogiarlo, se lo ha hecho y generosamente.
Por lo visto, Mario Grana sólo ha leído nuestras críticas, sin reparar en las formas ni los argumentos, y jamás en los elogios o, debemos pensar que los adulones, serviles y obsecuentes que quizá (mal) lo rodeen, tal vez le hayan pasado mal la "data", o no hayan sido capaces de poner en práctica una lectura comprensiva de nuestros comentarios.
Es en este punto, que invitamos al director técnico de la institución, otrora gran ídolo como futbolista, a releer todas y cada una de nuestras opiniones, tanto en la victoria como en la derrota, para corrobar si efectivamente somos merecedores de semejante insulto gratuito, o será que nos habrá malinterpretado o deberá de ahora en adelante, leer de primera mano y no dejarse llevar por el "canto de sirenas" de posibles chismosos y adulones, que en su obsecuencia y servilismo, lejos estarán de propiciarle un bien personal y en su rol profesional.
Por último, con relación a la entrevista a Matías Orihuela, podríamos ofrecerle a Mario Grana un sinfín de explicaciones sobre tipos periodísticos (como el "copete", que lleva una tipografía diferente a la nota o entrevista en sí, sin connotaciones aviesas o subterráneas de ninguna índole, más allá de aquellas que la propia susceptiblidad pretenda y quiera atribuirle), entendemos que lo preguntado al joven valor del Deportivo Morón intenta interpretar las dudas y preguntas del público seguidor de Morón, y en algún caso puntual, a más de un medio y colega partidario.
Y no más que ello, porque de lo contrario, si a partir de este momento, los periodistas profesionales deberemos solicitar permiso para criticar, opinar o lisa y llanamente, perdir autorización para ejercer nuestra labor y, al mismo tiempo, recibir clases magistrales de técnica y estilo periodísticos a los entrenadores de fútbol, quien quiera que fuese..., estaremos seguramente transitando del camino de la intolerancia al del ridículo fatal y sin retorno.
Por lo demás, de nuestra parte, seguiremos informando y opinando (porque de eso se trata la función periodística), con la seriedad, responsabilidad y profesionalidad de siempre, sin que las desafortunadas e injustas manifestaciones públicas del técnico del Deportivo Morón, inhiban en algo nuestro concepto de respeto, admiración y cariño como ídolo del club, ni mucho menos, alterarán o interferirán a la hora de su consideración y calificación como máximo responsable de los destinos tácticos de nuestra pasión compartida.
Esto es, ni más, ni menos..., lo que hemos hecho hasta ahora. Con lealtad (aún en el posible error), moral editorial y sin ninguna "mala leche".
Atte: Gustavo Adrián Requelme, editor responsable de "El Blog del Gallito" y de "Club Deportivo Morón, el Gallito" (página de Facebook), en representación de todo nuestro equipo.
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