miércoles, 23 de diciembre de 2020

Morón "perdió la memoria", "Agro" no "las mañas"

En un partido "chato", sin brillo ni ideas, con escaso fútbol asociado y mucho menos situaciones de peligro frente a los arcos, Morón se volvió de Carlos Casares con las "manos vacías", apenas por un detalle que lo diferenció de Agropecuario: el gol del local... en evidente off side, que convalidó el árbitro del encuentro, Rodrigo Rivero, a instancias de su asistente número dos, Mariano Ascenzi.

Y es que entre el nuevo líder de la Zona Campeonato "A", Agropecuario, y el ultimo de la misma tabla, el Gallo, no hubo diferencias sustanciales en el juego, que justificaran el triunfo de uno o la derrota de otro, de no mediar la flagrante infracción cometida por Gonzalo Urquijo, a los '15 del complemento y que a la postre la diera los tres puntos al conjunto "Sojero".

Con el regreso de Cristian Lillo en el mediocampo, reestablecido del covid-19, por Matías Ledesma y la innovación táctica de Mariano Bracamonte sobre la banda derecha, en la línea de volantes, en reemplazo de Alan Schonfeld, el "once" de la "dupla" acusaría" recibo del "mazazo" que le propinara Ferro, en el Nuevo Francisco Urbano, el pasado sábado, tanto en el rendimiento colectivo como en la propuesta desde el minuto cero, con muchas más previsiones defensivas y menos protagonismo que en cotejos anteriores, a la par de una merma significativa en las labores individuales, más allá del orden que suele caracterizar al equipo.

En un primer tiempo sin matices, el local asumiría el rol "protagónico", ante la posibilidad de quedar como único líder zonal, con una victoria, monopolizando el balón, aunque sin ideas y repitiéndose en posesiones prolongadas, previsibles y anodinas, salvo cuando aparecía la cuota de calidad proporcionada por Mariano Miño, su talentoso enganche, "filtrando" algún que otro pase a espaldas de los volantes del Gallito, con destino a Gonzalo Urquijo o Brian Blando, sus delanteros.

Del lado de Morón, no sufriría esa primer mitad, más allá de un cabezazo de Urquijo, entre Cristian Broggi y Mariano Bracamonte, bien parado en el fondo, pero con escasa posesión y menos ideas del medio en adelante, como para intentar preocupar a la defensa local.

Sin embargo, en los pies de Mariano Bracamonte, la visita contaría con la chance más clara de los '45 iniciales,  luego de una "trepada" por su lateral y un remate que parecía centro al área, pero que terminaría forzando una gran reacción de Martín Perafán, el arquero local, para evitar la apertura del marcador, sobre su palo izquierdo.

Ya en el complemento, antes de los dos minutos del segundo tiempo, Julio Salvá se subiría al "podio" de los mejores de Morón y del partido, en un encuentro complicado para hallar figuras destacadas, cuando evitara el "grito" local, en dos ocasiones consecutivas, a puro reflejo y repentización.

Luego de aquél "sofocón" del inicio de los segundos '45, Luciano Guaycochea ensayaría una habilitación formidable para dejar a Mariano Bracamonte, sobre el sector opuesto, cara a cara con Martín Perafán, pero su remate se iría apenas desviado por el poste zurdo de un arquero casi "resignado".

Hasta que llegaría el minuto de "quiebre", el que significaría la única diferencia real, entre el líder zonal y el "colista" del grupo "A", cuando a los '15 de la etapa complementaria y tras un centro desde la izquierda, Gonzalo Urquijo "adelantara" a Agropecuario en el  marcador, como "adelantada" era su posición respecto de los defensores del Gallo, de manera casi "obscena", salvo para el árbitro asistente,  Mariano Ascenzi.

Con la ventaja parcial "viciada de nulidad", se invertirían los roles y recién allí, con la necesidad a cuestas, el Gallo asumiría el control de las acciones, a diferencia de lo que ocurriera en los primeros partidos, donde tanto en Río Cuarto como en Vicente López, aún de visitante, Morón impondría condiciones y asumiría el protagonismo desde el minuto cero, más allá de la falta de triunfos finales, en buena medida consecuencia de la "anemia" ofensiva que el Gallo viene padeciendo desde su regreso. 

Con más ganas que fútbol y con empuje a falta de ideas, la visita "apretaría" contra su arco a un rival con diez, por la correcta expulsión de Fernando Juárez, abusando del centro, como una semana antes, en la derrota ante Ferro, pero sin Kevin Gissi en cancha (acalambrado, tal vez por jugar demasiado lejos del área rival y demasiado cerca de su línea de medios) y con "bajitos" en cancha, como Damián Akerman y Alan Salvador.

Casi sobre el final, Salvá volvería a mantener a Morón en partido, "jugándose la ropa" ante la embestida solitario de Alejandro Gagliardi, luego de un pase corto hacia atrás de un agotado Matías Cortave (pese al error, en el segundo escalón del "podio" imaginario, completado por Mariano Bracamonte), y minutos más tarde, en la "última bola de la  noche", de un centro desde la derecha del ingresado Alan Schonfeld, el propio Cortave ganaría por "amor propio" en el área de Agropecuario, cabeceando apenas por encima del travesaño.

Sin tiempo para más, el "pitazo" final de Rodrigo Rivero, de correcta actuación, aunque "salpicado" por el grosero y grave error de su asistente dos, en el gol del triunfo local, Morón volvería a perder en esta instancia del "petit torneo" de Transición, resignando sus chances de pelear por el primer ascenso a la "Liga Profesional" (quedó a siete puntos del puntero, con nueve unidades en juego), para comenzar a pensar en mejorar muchos aspectos y volver a soñar con la ilusión de Primera, en la opción que la "reválida" otorgará luego de la primera final, entre los líderes de los zonas campeonato.

En definitiva, un Morón que "perdió la memoria", cayó en su "excursión" a Carlos Casares, ante un Agropecuario que "no perdió las mañas".


@elgallogustavo.


                                                 Imagen: captura de TyC Sports.

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