Y finalmente un agradable día de diciembre, de un 2020 para el olvido, volvió el fútbol de la Primera Nacional, de manera oficial, nada menos que nueve meses más tarde, desde aquella también soleada tarde de marzo del corriente, cuando el Gallo se despedía de un campeonato que luego, el 28 de abril, el Comité Ejecutivo de la AFA se apresuraría en dar por "finalizado", a falta de nueve jornadas para su conclusión, de acuerdo al reglamento de juego.
Y es que pasaron exactamente 260 días, desde aquél triunfo sin atenuantes del Deportivo Morón en San Juan, menos de una semana antes que la pandemia nos llevara obligadamente a la "cuarentena", con seis meses de entrenamientos vía Zoom, la plataforma que vino para quedarse en la coyuntura de crisis sanitaria, y más tarde dos meses de prácticas presenciales, con protocolos para todos los gustos, test de covid de todas las clases y varias fechas de vuelta a la actividad, que resultarían tan erráticas como la decisión de finalizar el torneo regular en todas la categorías de nuestro medio, en un contexto en el cual siempre se correría detrás de una situación claramente excepcional, pero que también dejaría en meridiana evidencia la "pobreza" de sentido común, coherencia e iniciativa política, de una gran mayoría de la dirigencia futbolística argentina, a la cual la "pilcha" le quedaría enorme, transitando continuamente por el "desfiladero" intelectual del bochorno propio y la vergüenza ajena.
Y es que este lunes 30 de noviembre, precisamente a 52 años de la máxima hazaña en materia futbolística y desde algunos años, adicionalmente, el "Día del Hincha de Morón", en conmemoración de aquél hito único en nuestra historia, con el ascenso a la Primera División, el Deportivo Morón, dirigido por la "dupla", Sebastián Sibelli y Sergio "Chino" Lara, retomaría la actividad formal con un duro partido en Río Cuarto, ante Estudiantes, uno de los mejores del malogrado torneo anterior y uno de los que mejor habría de reforzarse para este "Torneo Transición 2020", cuanto menos desde los nombres, demostrando a lo largo de noventa y pico de minutos, que ni la pandemia, ni la cuarentena, ni la incertidumbre repetida, ni la extenuante espera, habrían de hacer mella alguna en un equipo que sabe perfectamente a lo que juega, y que ilusiona desde la claridad conceptual de sus protagonistas, dentro y fuera de la cancha, como por la humildad, la actitud y la solidaridad de un grupo que demuestra "hambre" de gloria y de conseguir logros trascendentes.
Y es que casi nueve meses más tarde, 260 días exactos desde su último encuentro oficial, con el triunfazo en San Juan, el Gallo demostraría hallarse en el "mismo lugar", desde el nivel futbolístico, jugando un gran partido durante todo su desarrollo, ante uno de los mejores rivales de su zona, y tal vez de la categoría, en su "patio trasero", con un cero a cero final demasiado amarrete para un Morón que pudo y debió ganar, de no mediar la mala puntería, la buenas intervenciones de Luis Ardente, arquero local, y cuando no fueron ambos, hasta el poste derecho del arco de Estudiantes de Río Cuarto, para "ahogarle" de manera increíble el gol a Luciano Guaycochea, con un disparo desde afuera del área, que no podría tener otro destino que el fondo de la red.
Y del mismo modo lo tuvo Damián Akerman, en el primer tiempo, con un tiro cruzado desde buena posición, o Kevin Gissi con un remate a la carrera que se iría "besando" el poste derecho, o un centro de Cristian Broggi, que no pudiera alcanzar Kevin y ante la llegada de Damián, la desviaran al tiro de esquina, o un "precioso" envío desde el borde del área de Cristian Lillo, apenas por encima del travesaño de un Ardente que sólo podía atinar a mirar y "rezar", o el referido remate desde afuera de Guaycochea en el palo, ya en el complemento, o en la jugada siguiente, el centro y la espléndida "chilena" de Alan Schonfeld que merecía ser el mejor gol de la semana, pero Ardente evitó con las "uñas" de su guante diestro.
Es que Morón jugó un gran partido, con solidez en el fondo, buena circulación y precisión en los pases en el medio, sector del campo de juego que sólo resultó una zona de paso, y "picante" arriba, a partir de las "pinceladas" de talento del "Mago", Ezequiel D'Angelo.
Para destacar como "figura", todo el equipo, con auspiciosas apariciones de los refuerzos para este torneo, como Alan Schonfeld, de muy buen partido por el sector derecho y el mejor rendimiento de Luciano Guaycochea, desde que está en el club, por el sector opuesto, pasando por un Cristian Lillo que "eclipsó" a la figura local de Néstor Ortigoza, o la solidez del capitán Emiliano Mayola y Matías Cortave (ahora "semi platinado") en la zaga, al igual que Cristian Broggi y "Nico" Martínez por las bandas, o Julio Salvá, las pocas veces que debió intervenir y lo hizo con solvencia, o Damián mientras tuvo "aire", jugando primero para el equipo y luego en faz ofensiva, y los buenos ingresos y debuts absolutos de esos dos interesantísimos "productos" genuinos de la cantera, Santiago Sala y Matías Ledesma, como la presentación con esta camiseta de otras dos de las incorporaciones, como Leonel Bontempo y Alan Salvador.
Y es que Morón fue superior en todos los sectores de la cancha, durante casi la totalidad del encuentro, cortando los "circuitos" de su rival y potenciando los propios, ganando cada rebote y "segunda jugada", con una atención y concentración permanentes, para recuperar la pelota, distribuirla con criterio y buscar en D'Angelo la "pincelada" que dejara a alguno de sus compañeros "cara a cara" con la última línea, de un Estudiantes de Río Cuarto que jamás podría imponer condiciones ni descifrar el "jeroglífico" táctico que le propusiera con inteligencia la dupla técnica del Gallo.
Faltó el gol, y sólo por eso el partido finalizó con reparto de puntos. Pero Morón demostró estar "entero", casi nueve meses más tarde de su última presentación oficial, lo que no hace otra cosa que "alimentar" el sueño trunco allá por marzo.
Ahora viene Platense, en Vicente López, sin dudas otra buena medida para saber dónde estamos parados y una inmejorable oportunidad para confirmar todo lo bueno evidenciado en el "chivo" debut.
Ilusionados, 260 días después, de pleno derecho.
@elgallogustavo.
Foto: Prensa Deportivo Morón.
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