Vuelta al triunfo, de "overol"

Luego de la derrota en Caballito, que “desnudara” algunos desacoples entre líneas y “desequilibrios” colectivos, el Gallo se presentaba por primera vez de local, en la actual temporada, en el “Estadio Ciudad de Caseros”, en virtud de los trabajos de reacondicionamiento del campo de juego del Nuevo Francisco Urbano, tras la disputa de la “Copa Libertadores” femenina.

Con el mismo once de inicio que en la jornada pasada, y algunas bajas en el banco de los suplentes, dadas las ausencias de Lucas Abascia, en defensa, de Cristian Lillo y Matías Ledesma en el mediocampo y de Damián Akerman y Germán Pacheco en la ofensiva, el equipo de Lucas Bovaglio se enfrentaba al rival más “chivo” en las primeras tres fechas, no por la jerarquía individual de Tristán Suárez, sino por su esquema de juego cerrado y de escasos espacios, propio de la “B” Metro.

Y así se plantearía el encuentro, desde el “silbato” inicial de Yamil Possi, lo que derivaría en un partido “chato”, luchado y sin relieve, con la pelota más en el “cielo” de Caseros” que a ras de suelo, adecuándose el planteo habitual de Lucas Bovaglio, al “desafío” futbolístico propuesto por el conjunto de Aníbal Biggeri, “feo” a los ojos, pero efectivo a las necesidades de uno de los recién ascendidos.

Con muchos menos espacios que en los cotejos anteriores, de igual forma, Morón intentaría hacerse “dueño” de las acciones, con el mediocampo como escenario determinante en la “pelea” táctica y una línea de fondo más compacta y segura, atenta a los previsibles arrestos colectivos de los de Ezeiza y lejos del “dilema” que planteara el último fin de semana, la jerarquía de algunas individualidades del Ferro de Diego Osella.

Tras algunos minutos de mucha disputa en el medio y poca claridad en las acciones, la prevalencia del mejor “pie” en los intérpretes locales, generaría la más clara de un flojo primer tiempo, con el desborde por derecha de Alan Salvador y el cabezazo por el lado opuesto de Luciano Guaycochea, que impactaría de lleno en el palo derecho, en una acción similar al primer gol del torneo, frente a All Boys en Floresta.

Entre la mayor ductilidad de Morón y el empuje de la visita, el partido parecía encaminarse a un cero a cero parcial, hasta que a los '31 de juego, de un tiro de esquina desde la izquierda del ataque del Gallo, Cristian Broggi intentara conectar el envío bajo sobre el primer palo y fuese torpemente derribado en el área, para la sanción de una “rareza” en favor del Gallo: penal inapelable, que un minuto más tarde Gastón González “cambiaría” por el gol del triunfo, con un derechazo fuerte y seco, a media altura, bien pegado al poste diestro de Rodrigo Lugo, para evitar su reacción, pese a adivinar el perfil del remate.

De allí y hasta el epílogo de la etapa, Tristán intentaría arrimar peligro pese a sus limitaciones, mientas que Morón propondría defenderse con la pelota, procurando “afinar” una contra que comenzara a liquidar” el pleito.

Ya en el complemento, Tristán se adelantaría unos metros en el campo, obligando a Morón a retroceder contra su arco, aunque sin inquietar demasiado a un “tranquilo” Mansilla, en esta ocasión mejor respaldado por una versión mejorada de la última línea del Gallo, a comparación del pobre partido de los centrales, en la derrota frente a Ferro.

Más allá de algún envío de “pelota parada” o un remate desde afuera del área, la defensiva local controlaría casi sin sobresaltos al empuje de Tristán, aunque como contrapartida, tampoco generaría riesgo en el arco de enfrente, con escasa lucidez en los metros finales para “cerrar” el duelo.

Con los debuts de Mateo Broglia y Tobías Zárate, más los relevos de Mariano Bracamonte (de muy buen ingreso y lo más peligroso del complemento), Alan Schonfeld y Santiago Sala, en lugar de Gastón González (de lo mejor del encuentro, más allá del gol de la victoria), Guillermo Villalba, Luciano Guaycochea, Alan Salvador y Matías Gómez, el Morón de Bovaglio buscaría asegurar un triunfo por la mínima, tan necesario como “trabajado” y de escasos brillo.

El “pitazo” final de un correcto Yamil Possi, le daría otra “alegría”” a un Gallo que aún persigue su “identidad” definitiva, a mitad de camino entre las virtudes mostradas en Floresta, los errores de Caballito y el “overol” de Caseros.

El domingo de Pascuas, a Jujuy, por tres puntos de “altura”.

 

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"La manta corta" y el "solo" de Brian Fernández

Morón llegaba a Caballito con la intención de confirmar todo lo mucho y bueno del debut, ante All Boys en Floresta, en un escenario tradicionalmente “hostil”, tanto es así que jamás pudo traerse los tres puntos del “Arquitecto Ricardo Etcheverri”, con apenas dos empates en su historia y una única victoria en el “duelo” general, pero de local, en el Francisco Urbano, por 4 a 2 en 1970.

Más allá de las estadísticas y la historia adversa, repitiendo el once que tan buen funcionamiento demostrara en el “Islas Malvinas”, en el convincente 3 a 1 del debut con el “Albo”, el equipo de Lucas Bovaglio salió a imponer sus condiciones en “casa ajena”, con sus argumentos de presión alta, poca distancia entre líneas y la saludable actitud de buscar siempre el arco contrario, a partir de la “pelota al piso” y la búsqueda del desequilibrio por los bandas.

Y lo conseguiría durante '20 de juego, lapso durante el cual se haría protagonista exclusivo del encuentro, generando alguna situación de riesgo en el arco local y “maniatando” a los medios de Ferro, hasta allí incapaces de “hacerse de la pelota”, para generar juego y habilitar a sus peligrosos hombres de punta.

Sin embargo, con el correr de los minutos, y cuando el trámite del partido había comenzado a emparejarse, más por la distensión lógica del Gallo, en mantener la presión “asfixiante” de los instantes iniciales, que por méritos reales de los locales, a falta de funcionamiento colectivo, como en el caso de Morón, Ferro hallaría en el desequilibrio individual, la “llave maestra” para destrabar un partido que se le habían planteado muy “cuesta arriba”.

En efecto, a los '27 del primer tiempo, y en su segunda llegada “seria” al arco de Matías Mansilla (la anterior había sido un par de minutos antes, con un tiro desde afuera, que generaría una respuesta largo del arquero del Gallo y un segundo rechazo, ante el rebote involuntario en Leonel Bontempo contra su propia meta), Brian Fernández, el ex Defensa, Racing y Colón, que tantos problemas extra futbolísticos lo mantuvieran alejado de su mejor nivel, armaría una jugada personal bárbara para dejar en el camino a Cristian Paz y en una segunda jugada, con el arco desguarnecido, obligara a Gastón González a “meter el brazo” para evitar el gol de Federico Fattori, pero no el penal, que un minuto más tarde el mismo Fernández lo traduciría en el 1 a 0 local.

Con la primera ventaja de Ferro, y al igual que ocurriera en ese lapso de '20 en Floresta, luego del descuento de All Boys, Morón no volvería a ser el mismo del inicio del juego, perdiendo las marcas en el mediocampo y con ellas la tenencia del balón, a la par que comenzaban a manifestarse con mayor claridad, los desacoples defensivos que esbozara en el debut, sin mayores consecuencias para el arco de Mansilla y el resultado final, hace una semana atrás.

Por desgracia, Ferro aprovecharía todas las ventajas que habría de ofrecer la última línea del Gallo, “desnudando” además los desajuste en el retroceso defensivo de los volantes, siempre a partir del desequilibrio individual de un Brian Fernández “intratable”, que terminaría por “contagiar” a sus compañeros de “agredir” a la defensa visitante, cada vez más vulnerable y permeable con el transcurso del primer tiempo, en la fresca tarde de Caballito.

Una pena, porque de haber podido “reaccionar” a la ventaja inicial del local, quizá el equipo de Lucas Bovaglio podría haber usufructuado también las facilidades que generaba la defensiva local, en especial por las puntas y en la dubitativa figura de su arquero, que por poco no se anotaría con el “blooper” de la jornada, al “pifiar” un remate sencillo y sin presión desde su área chica, que por fortuna para Ferro se perdiera al lado del arco.

En el complemento y casi sin chances de “acomodarse” en el terreno de juego, una buena escapada de David Gallardo por la banda izquierda de su ataque, derivaría en una infracción innecesaria de Cristian Paz, nuevamente dentro del área, para el segundo penal de la tarde sancionado con acierto por Sebastián Zunino, que a los '2 del segundo tiempo, una gran reacción de Matías Mansilla sobre su palo izquierdo, evitara el segundo “grito” desde los “doce pasos”, a cargo en este caso del capitán local, Gabriel Díaz.

Sin embargo, una pérdida rápida en el medio, una mala contención y una peor reacción de la defensa, por el lado de Franco Verón y Leonel Bontempo, terminaría otra vez con Brian Fernández “cara a cara” con Mansilla, para que una gran definición del “10” local, por encima del arquero de Morón, pusiera a Ferro con ventaja de dos, un minuto más tarde que el propio Matías Mansilla mantuviera al Gallo “en partido”, con el penal contenido.

De allí en adelante, Morón contaría con un par de ocasiones para descontar, algunas por mérito propio, como un buen cabezazo de Cristian Broggi y otras por las mismas ventajas que seguiría demostrando la defensa local, que por segunda vez a punto estaría de un “autogol”.

Pero como contrapartida, cada vez que se “encendía” Brian Fernández, la figura excluyente de la tarde, la defensa de Morón “sufría”, ganando cada “mano a mano” con la última línea del Gallo, pero hallando en Matías Mansilla, el destacado de Morón, la única razón para que el encuentro finalizara tan sólo dos a cero.

El pitazo final de Sebastián Zunino, de correcto arbitraje y sin incidencia alguna en el resultado, acertando en ambos penales (en el primero, hasta podría haber sancionado con algo más que amarilla, a la mano de Gastón González, por evitar de manera manifiesta el gol de Ferro), con Germán Pacheco, Damián Akerman, Santiago Sala y Cristian Lillo en cancha, en lugar de Luciano Guaycochea, Guillermo Villalba, Alan Salvador y el propio González, abriría un “abanico” de dudas, que apenas esbozadas en el debut en Floresta, se manifestarían con crudeza en Caballito, no por el mejor funcionamiento colectivo del conjunto de Diego Osella, sino por el “solo” de Brian Fernández.

Como en la vieja metáfora de la “manta corta”, la presión alta, sin un buen retroceso, dejó al “descubierto” los “pies” de un Morón que aún no “pisa firme".

A mejorar con Tristán Suárez, el próximo lunes 29 a las 21:10, por primera vez de “locales”, en cancha de Estudiantes de Buenos Aires, en Caseros, para darle tiempo a las tareas de reacondicionamiento del “Nuevo Francisco Urbano”, tras la disputa en el estadio de la “Copa Libertadores” femenina.

 

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Ganó, gustó e ilusionó

Y este Deportivo Morón, "versión 2021", que tantas dudas generara respecto de su conformación, sin nombres "rutilantes", salvo el de Germán Pacheco, no tanto por su actualidad, sino por los antecedentes europeos y de "copas continentales", pese a sus jóvenes 29 años, edificaría un debut en la temporada y en la "era Lucas Bovaglio", tan contundente como convincente, a partir de un 3 a 1 merecido y festejado, ante un rival siempre difícil, como All Boys, en un escenario complicado como su reducto del "Islas Malvinas".

Así las cosas, con cinco "caras nuevas" en cancha, de las once incorporaciones realizadas para la presente campaña, el Gallo se presentaría en Floresta, con la confirmación de Matías Mansilla como el arquero titular, una línea de fondo modificada en un cincuenta por ciento, respecto de la campaña precedente, con Cristian Broggi y Leonel Bontempo como laterales y las presentaciones de Cristian Paz y Franco Verón en la zaga. Unos pasos más adelante, con el regreso (en gran nivel) de Gastón González y Norberto Palmieri, y por delante de ellos, dos extremos rápidos y "punzantes" como Alan Salvador por derecha y Matías Gómez por izquierda, abasteciendo a Luciano Guaycochea, más "suelto" como enganche, apenas detrás de Guillermo Villalba, el más adelantado de un equipo que como premisa, siempre tuvo el arco de enfrente.

En un primer tiempo muy bueno, similar al andar atildado y prolijo, con pelota al pie y a ras del piso, que observáramos en el triunfo amistoso frente a Defensores de Belgrano, Morón iría cimentando una superioridad colectiva respecto de su rival, sustentada en la salida "por abajo" desde el fondo, el primer pase ofensivo en los pies de González y el pase preciso de Guaycochea, para el desequilibrio por los costados de Salvador y Gómez, ganadores "por demolición" en sus duelos personales con los laterales "Albos", en la búsqueda de Villalba por el medio o la llegada franca de algún volante.

Bien controlados los puntas locales e imponiendo su juego en el mediocampo, pese a no contar con el monopolio del balón, a los cinco minutos de juego avisaría Alan Salvador, en un "mano a mano" bien resuelto por Ezequiel Mastrolía, tras una gran habilitación de Guaycochea y a los quince sería el turno de Gastón González, con un "envenenado" remate desde afuera, a la postre, el mejor de la cancha, con un rendimiento sobrio, inteligente y sostenido a lo largo de los casi '90 de juego, previo a su reemplazo en los instantes finales.

Por eso, no habría de sorprender que sobre los '33 de la etapa de inicio, Alan Salvador desbordase una vez más a su marcador y su centro "aterrizara" en la cabeza de Luciano Guaycochea, quien ingresando por izquierda, habría de cambiarle el palo a la dirección original del envío, para sentenciar el merecido uno a cero parcial del Gallo.

De allí y hasta los minutos finales de la primera mitad, All Boys no lograría inquietar a una sólida defensa, y de contra, era cuestión que los medios y hombres de punta de la visita, ajustaran la "mira" para ampliar la diferencia.

Ya en el complemento, en una de las primeras acciones de juego, el equipo de Lucas Bovaglio se encontraría con el segundo gol, "fruto" directo del "laboratorio" del cuerpo técnico en la semana: tiro de esquina desde la izquierda, la pelota que es manejada con paciencia en "tres cuartos", hasta hallar el pase "en cortada" para el "Monito" Gómez, que ensayaría un centro al "corazón" del área, "peinada" por Cristian Paz con destino al segundo palo, por donde ingresaría solo Cristian Broggi, el capitán del Gallo en esta etapa, para definir de derecha ante el esfuerzo estéril de Ezequiel Mastrolía. Por entonces, corría tan sólo el minuto tres del segundo tiempo y el 2 a 0 de la visita le sentaba perfecto al desarrollo del encuentro.

Con el resultado y el trámite del partido realmente adverso, José "Pepe" Romero, técnico del "Albo" apelaría a un par de cambios ofensivos, procurando "lastimar" a una última línea del Gallo, que hasta allí había tenido un partido "tranquilo", con casi nula actividad para Matías Mansilla.

Con más empuje que fútbol, All Boys iría "arreando" a Morón contra su arco, hasta que de un desborde por izquierda del ataque local, el ingresado Lucio Compagnucci, de taco y en el área chica anticipara a Mansilla, ante el estatismo de la defensa visitante, en la primera señal de "alerta" para el Gallo.

El descuento de All Boys, a los '23 del segundo tiempo, le daría al resultado una cuota de "suspenso", en especial en los minutos posteriores al mismo, en los que el local se retemplara y motivara con el 1-2 y Morón evidenciara claros signos de confusión y cierto desorden colectivo.

Tras algunos instantes de zozobra, en los cuales el local buscaría el empate, a fuerza de centros, obligando a responder en buena forma a Matías Mansilla, en un par de ocasiones, la visita de a poco retomaría el control "psicológico" de las acciones, aunque con algunas dudas en el fondo, no evidenciadas hasta el gol del "Albo".

En los minutos finales de un intenso y entretenido inicio de campeonato, con Alan Schonfeld por Gómez, Cristian Lillo por Gonzalez, Santiago Sala por Salvador y Germán Pacheco en lugar de Guaycochea, una gran jugada de contra, dejaría a Pacheco, en su debut con la camiseta del Gallo, de cara a Mastrolía, cruzando un preciso remate de zurda, para sentenciar el "pleito" por tres a uno, en el segundo minuto de descuento.

El pitazo final de un correcto Lucas Comesaña, desataría el festejo medido de los jugadores y cuerpo técnico del Gallito, al imponerse con autoridad a All Boys, en el "Islas Malvinas" de Floresta.

En una actuación sólida y convincente, con momentos interesantes individuales y colectivos, el Deportivo Morón inició el camino del presente torneo de la Primera Nacional, con un "aprobado" que genera expectativas de cara al futuro.

Ganó, gustó e ilusionó.

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Tobias Joel, de la "dinastía Zárate", para la ofensiva

Ante la partida de Kevin Gissi, quien no iba a ser tenido en cuenta para la presente temporada y en las últimas horas rescindiera su contrato para sumarse a Estudiantes de Río IV, donde será nuevamente compañero de Ezequiel D’Angelo, el Deportivo Morón sumó su undécima incorporación, en este caso con destino a la ofensiva del equipo de Lucas Bovaglio: se trata de la joven promesa de Vélez Sarsfield, Tobías Joel Zárate, hijo de Rolando Zárate y sobrino de Mauro Zárate, como de nuestro conocido Ariel Silvio Zárate, de gran paso por el Gallo en la temporada 2005/6.

Nacido el 7 de julio de 2000 (20 años), en Haedo, como toda la “familia Zárate”, Tobías (de 1.79 de estatura y 72 Kg.), habría de destacarse en la Reserva del “Fortín” como delantero centro, debutando profesionalmente el 5 de febrero de 2020, en un partido por “Copa Sudamericana” frente a Aucas de Ecuador, con triunfo por uno a cero para los dirigidos, por entonces, por Gabriel Heinze.

Pese a disputar tres partidos por “Liga Profesional”, uno por “Copa Argentina” y dos por “Copa Sudamericana”, todos en 2020, con la llegada de Mauricio Pellegrino a la dirección técnica del conjunto de Liniers, pierde “terreno” en la consideración y el 5 de octubre del año pasado es cedido a préstamo al Famalicão U23 de Portugal, donde apenas logra intervenir en un encuentro, de una liga “revelación” reservada para jóvenes promesas menores de 23 años, dentro de la máxima categoría del fútbol portugués.

De regreso en el país, Tobías Joel Zárate, centrodelantero de 20 años, se convirtió en la fecha en el undécimo refuerzo del Gallo, a préstamo sin cargo y sin opción, hasta el 31 de diciembre de 2021.

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De "La Lepra" al Gallo

En el mediodía del miércoles, se oficializó la llegada del décimo refuerzo: se trata de Mateo Andrés Broglia, defensor central zurdo de 22 años, quien llega a préstamo sin cargo y sin opción de compra, hasta el 31 de diciembre de 2021, proveniente de Newell's Old Boys de Rosario.

Nacido el 9 de marzo de 1999, en Rosario, Mateo Broglia, capitán de la Reserva de "La Lepra", puede desempeñarse como segundo marcador central, así como lateral por izquierda.

De esta manera, Broglia se suma a: Cristian Paz (zaguero derecho), Franco Verón (central zurdo), Lucas Abascia (central diestro), Maximiliano Bonanno (lateral izquierdo), Gastón González (mediocampista derecho), Norberto Palmieri (mediocampista central), Matías Gómez (mediocampista ofensivo zurdo), Germán Pacheco (mediocampista interno diestro) y Santiago Nagüel (mediocampista ofensivo derecho).

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Santiago Nagüel, un refuerzo con pasado de Primera

En las últimas horas, oficializada la rescisión contractual de Ezequiel D’Angelo, la secretaria técnica del Deportivo Morón fue en la búsqueda de otro volante ofensivo, hallándolo en la “vecina orilla”, si bien se trata de un compatriota: nos referimos a Carlos Santiago Nagüel, de último paso en el Deportivo Maldonado uruguayo.

Nacido el 28 de enero de 1993 (28 años), en Capital Federal, Santiago Nagüel (tal como se lo conoce, sin el “Carlos”), es un mediocampista diestro, que surgiera de la inferiores de Argentinos Juniors, con el que consiguiera su único título a la fecha, obteniendo con el “Bicho” de La Paternal, el campeonato de la “B” Nacional en 2014.

Con debut profesional en Argentinos, el 26 de octubre de 2011, en la derrota 3 a 1 frente a Atlético de Rafaela, su primer gol oficial lo convertiría el 11 de diciembre del mismo año, a Olimpo de Bahía Blanca.

En su primera temporada, la 2011/12, Nagüel intervino en 12 cotejos, siete de ellos como titular, para sumar sus primeros 719 minutos de juego, con dos goles convertidos y otras tantas amonestaciones, sin expulsiones.

Para la campaña 2012/13, sus números se incrementan notoriamente, al disputar 27 encuentros con Argentinos en Primera División, 20 de ellos desde el inicio, con 1598 minutos efectivos en cancha, sin goles, con dos amonestaciones.

En la temporada 2013/14, siempre en La Paternal, Santiago Nagüel toma parte en otros 23 partidos, 16 como titular, con 1393 minutos de juego, sin goles y dos tarjetas amarillas.

En 2014, año del corto “periplo” del “Bicho” en la Primera “B” Nacional, solo interviene en siete cotejos, tres de ellos desde el arranque, con 291 minutos en cancha, sin convertir tantos, pero recibiendo dos amonestaciones.

El 9 de febrero de 2015, Santiago Nagüel es transferido a Racing Club de Avellaneda, disputando 10 partidos con la “Academia”, seis cómo titular, con 524 minutos efectivos de juego, sin registrar goles ni tarjetas.

El 19 de enero de 2016 es cedido a Unión de Santa Fe, interviniendo apenas en tres partidos, dos desde el inicio, con 148 minutos en cancha, sin goles ni tarjetas. En el segundo semestre de 2016, más precisamente el 2 de agosto del mismo año, es nuevamente dado a préstamo, en esta oportunidad a Defensa y Justicia, donde apenas juega 13 minutos de un solo encuentro, ingresando desde el banco, siendo amonestado en ese lapso.

De regreso en el “Cilindro” de Avellaneda, el 13 de septiembre de 2018, Santiago Naguel resulta cedido a Brown de Adrogué, en la Primera Nacional, recuperando la continuidad perdida, tomando parte en 17 partidos, tres de ellos como titular, con 506 minutos de juego y un gol con la casaca del “Tricolor”, sin tarjetas.

El 21 de febrero de 2019 finaliza su vínculo contractual con Racing y se “muda” a Uruguay, para desempeñarse en Atenas, en la segunda división uruguaya, disputando 21 cotejos, todos desde el inicio, con 1763 minutos efectivos en cancha y convirtiendo nada menos que nueve goles, con tres amonestaciones, sin expulsiones.

Finalmente, el 10 de febrero de 2020 emigra al Deportivo Maldonado de la primera “oriental”, interviniendo en cinco encuentros, tres desde el arranque, con 200 minutos de juego, sin tantos ni tarjetas.

En resumen, Carlos Santiago Nagüel, mediocampista ofensivo diestro de 28 años, y desde la jornada la novena incorporación del Deportivo Morón, hasta el 31 de diciembre de 2022, totaliza 126 partidos oficiales, 98 en nuestro medio, 26 en Uruguay y los restantes dos por torneos continentales (Copa Sudamericana con Argentinos en 2012 y Liberadores con Racing en 2015), con doce goles como profesional, nueve en el fútbol uruguayo y tres en nuestro país.

Arribó Santiago Nagüel, un refuerzo con pasado de Primera.

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Duras derrotas en San Martín, en el cierre de la pretemporada

Este viernes por la mañana, Deportivo Morón disputó su último encuentro preparatorio, previo a su debut en el "Torneo de Primera Nacional 2021" (con All Boys, en Floresta, el sábado 13 del corriente, a las 19:30, televisado), visitando a Chacarita, en San Martín, con sendas duras derrotas.

A primer turno, se enfrentaron los titulares y en dos tiempos de '40, el "Funebrero" se impuso por 3 a 0, con los goles de Matías Gallegos ('16), Lucas Pérez Godoy ('20) y Matías Sánchez, de penal ('29), todos en el complemento.

En este primer encuentro, las formaciones fueron las siguientes:

Matías Mansilla; Cristian Broggi, Cristian Paz, Lucas Abascia, Leonel Bontempo; Norberto Palmieri, Gastón González; Germán Pacheco, Luciano Guaycochea, Alan Salvador; Guillermo Villalba.

Emanuel Tripodi; Federico Mazur, Iván Centurión, Ramiro Ríos, Enzo Silcan; Luciano Perdomo, Emanuel Ibáñez, Alexis Vega, Luciano Nieto; Juan Ignacio Alvarez, Santiago Giordana.

Luego, a segundo turno, se midieron los suplentes del Gallo y Chacarita, con nueva victoria de los de San Martín, en este caso por un contundente 5 a 1, merced a los tantos convertidos por Rodrigo González, Juan Ignacio Baiardino (x 2), Juárez y Franco Pérez, con el descuento de Santiago Sala, de penal.

En este cotejo de cierre de la jornada, en dos tiempos de '35, los equipos se alinearon de la siguiente manera:

Juan Martín Rojas; Mariano Bracamonte, Eleazar Maciel, Nicolás Del Bue, Maximiliano Bonanno; Alan Schonfeld (Damián Núñez), Cristian Lillo (Matías Ledesma), Agustín Mansilla (Santiago Kubiszyn); Matías Gómez (Enzo Galeano); Santiago Sala, Damián Akerman (Iván Alvarez).

Federico Losas; Aaron Barquett, Diego Menghi, Alan Ledesma, Rodrigo Insúa; Agustín Piñeyro, Lucas Pérez Godoy, Rodrigo González, Gonzalo Groba; Lucas Lezcano, Juan Ignacio Baiardino.

Es de destacar que Kevin Gissi no formó parte de la delegación, ausencia que genera dudas respecto de su continuidad. 

Recordemos que el goleador del equipo en el pasado torneo, en principio no iba a ser tenido en cuenta por la secretaría técnica para esta temporada, pero en las últimas semanas y dada la no llegada de refuerzos en su puesto, había participado de los recientes amistosos y aún "partiendo desde atrás" en la consideración táctica, finalmente iba a ser tenido en cuenta. 

Sin embargo, la indefinición respecto de su situación contractual, podría resultar determinante para un posible alejamiento del "suizo-argentino". 

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               📸: Club Deportivo Morón.