El Gallo no levanta la “cresta”.
Suma siete puntos sobre dieciocho posibles, hace tres
partidos que no gana, los últimos dos de visitante, sin convertir goles y volvió
a caer en su visita a Barracas Central, evidenciando los mismos problemas que
arrastra desde el comienzo del torneo de la Primera Nacional y que hasta la
fecha, y a la luz de los resultados, parecen insolubles: la falta de
contundencia en el arco rival y los errores o desatenciones en el propio, que
termina pagando muy caro, costándole puntos y derrotas.
Porque al equipo de Rodolfo De Paoli, en la tarde del
sábado, con demasiado poco le alcanzó para vencer a un Morón que sufre los
partidos en su propia área, y una vez en desventaja, asoma cada fecha más
impotente para alcanzar siquiera el empate.
Y es que en rigor de verdad, a Barracas le alcanzó con una
sola llegada clara en '90 y pico de juego, para quedarse con los tres puntos
ante un equipo de Lucas Bovaglio, que no jugó bien, pero creó sus oportunidades,
esporádicas y en módico número, como para merecer mejor suerte, pero al igual
que sucediera en cotejos anteriores, una pelota intrascendente que no pudo
rechazar con acierto y la falta de eficacia para concretar las (contadas) propias,
marcaron la diferencia final en la “chapa” de un partido tan opaco como rápidamente
olvidable.
Repitiendo el once de inicio, en el empate con “sabor a
derrota”, de la jornada precedente, ante Instituto en el Oeste, el Gallo
intentó como siempre imponer condiciones de entrada, con la saludable y
repetida intención de ser protagonista, pero que con el paso de los minutos y
ante la imposibilidad de trasladar esas intenciones en el resultado, comienzan
a desdibujarse y tornarse previsibles, máxime ante un equipo como Barracas, que
sin brillo pero consciente de sus limitaciones, hace de la “lucha” en el medio
la base de su estrategia, para buscar con recursos simples y concretos, a
Germán Estigarribia, su “carta de gol” en el arco contrario.
Y así ocurriría a los '27 del primer tiempo, cuando nada
había hecho el local para sacar una diferencia, frente a un Morón que había
sido apenas mejor en intenciones, pero intrascendente, cuando Matías Acuña
envió un centro de tantos, casi por “compromiso”, ante el cierre tardío de
Leonel Bontempo, y en el intento por rechazar de cabeza, Cristian Paz no haría
otra cosa que “peinarla” al segundo palo, donde un “solitario” Estigarribia aprovecharía
las “licencias” para cabecear con comodidad al palo más lejano de Matías
Mansilla, con un “frentazo” bombeado y preciso por encima del “1” del Gallo.
En esta oportunidad, Matías Mansilla, que venía envuelto en
críticas por sus errores costosos ante Gimnasia de Jujuy e Instituto, no tuvo
responsabilidad en el gol del triunfo de Barracas, como sí lo tuvo una defensa visitante
que no supo anticipar el centro desde la izquierda y mucho menos despejar con
acierto la pelota área, ni tampoco controlar a Germán Estigarribia, para por lo
menos incomodar al delantero en su cabezazo.
Del otro lado, con la desventaja consumada, Morón volvería a
intentar con sanas intenciones, pero escasas ideas y mucho menos contundencia, repitiéndose
como en partidos anteriores, en recursos, “caminos” y sistemas ya probados y
“comprobados” en su ineficacia, por lo menos con estos “interlocutores” y en un
medio local como la Primera Nacional, donde las “recetas” más exitosas suelen
ser las más simples y pragmáticas.
Tal vez, el cuerpo técnico del Gallo deberá rever algunos
nombres, pero especialmente el sistema táctico de origen, para adecuarlo no
sólo al “material” con el que se cuenta, sino también para adaptarlo y
adaptarse a un medio local, en el cual las “recetas” futboleras resultan más
“prosaicas” y sencillas de lo que parecen.
A veces, “cambiar” no es “traicionarse”, sino ser inteligente
y elaborar el “concepto” como algo “dinámico” y no tanto como un “dogma” rígido,
para en definitiva, evitar que la “idea” se transforme en “ley” y el “sistema
de creencias” (futbolísticas) en “contumacia” pura o la repetición obstinada y
sistemática en el error.
Se está a tiempo de “adaptarse” y levantar la “cresta”.
@elgallogustavo.
📸: Deportivo Morón.
Tuvimos chances de gol en el primer tiempo, quizás hubiera sido otro el partido de haber convertido. Hay que afinar la puntería. Vamos Gallo!
ResponderEliminarInsisto. No es plantel para esta divisiòn. El o los que lo eligieron no tienen idea de futbol o priorizaron el ahorro en la parte econòmica. Tècnico hìbrido,defensa permeable,delantera que no puede jugar en esta divisiòn,hay 3 o 4 siendo dadivoso que estàn a tono. Los demàs son de mitad de tabla de la B Metro. Ahì penamos 27 años y si seguimos asì cuando influyan los promedios vamos a volver. Da verguenza con una cancha de 1ª Divisiòn,una hinchada que es la que màs concurre a los estadios (cuando se podìa) como visitante y como local,tengamos uno de los peores equipos que he visto en muchisimos años. Los socios,(vitalicios màs que nadie),de todo tipo estàn en una situaciòn econòmica precaria (pandemia,sueldos bajos,etc.)si dejan de pagar sus cuotas por lo dicho anteriormente agregado a una campaña mala la instituciòn va a pasar muy malos momentos. PEORES QUE LOS DE AHORA. Despierten y pongan ademàs de esfuerzo,INTELIGENCIA Y CAPACIDAD . Asì el futuro es NEGRO.
ResponderEliminarLamentable presente del gallo. De este plantel ya no hay retorno, los dirigentes y el consejo de fútbol que eligió los jugadores son los responsables. No tienen vergüenza, armar un equipo mediocre. Están destruyendo todo lo que se logró en estos años.no tienen idea muchachos dirigentes, vayanse rápido por el bien del gallo y su gente.
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