Morón no puede sumar de visitante.
Desde aquellos merecidos y promisorios triunfos post suspensión por la pandemia, frente a Brown en Adrogué y Defensores en el Bajo Núñez (fechas 10 y 14, respectivamente), el equipo de Lucas Bovaglio jamás pudo volver a "hacer pie" fuera de "casa", tanto es así, que el Gallo cayó las últimas tres veces que salió del Oeste y en lo que va de la temporada, acumula 9 de 24 puntos posibles en condición de visitante, con tres victorias y ocho derrotas, sin empates.
Y es que Morón no puede sumar de visitante, ni siquiera hallándose en ventaja (como sucediera en Alta Córdoba), una diferencia sustancial en partidos tan cerrados y parejos, donde por lo general, el equipo que se adelanta en el marcador, suele conservar esa "luz" mínima para quedarse con los tres puntos.
Y es que a Morón le cuesta tanto sumar de visitante, que aún cuando la situación se torna propicia, como al término del primer tiempo, en el "Juan Domingo Perón", pocas veces logra manejar los "tiempos" o "jugar" con los "nervios" rivales, a partir de la tenencia del balón, imponiéndose o resignando puntos, de acuerdo a la "puntería" de sus oponentes o la tarea sobresaliente de su arquero y su última línea, en el "aguante" de una diferencia mínima.
Y es que Morón no ha sabido "defenderse con la pelota", una vez en ventaja, dependiendo la suerte del resultado final, de la "resistencia" acertada o con "baches" de atención, de un equipo de Lucas Bovaglio que tiende a "refugiarse" demasiado cerca de Bruno Galván, sin resignar la "contra" (es cierto), pero "haciendo equilibrio" por la delgada línea del error propio o el acierto rival, en el "desfiladero" futbolístico entre el triunfo "sufrido" o la caída presumible, por acumulación de méritos o la simple insistencia ajena.
Y esto es precisamente, lo que sucediera en Alta Córdoba, en la tarde del lunes, en la derrota 2 a 1 frente a un Instituto, de muchos empates y tan escaso de victorias como de derrotas, a pesar de ir en ventaja, por un golazo de tiro libre de Tobías Zárate, y que luego de un primer tiempo en el que terminara justificando la ventaja, con alguna chance más para ampliar la diferencia, en el complemento le cediera terreno y pelota a una "Gloria", que de tanto ir y merodear los "arrabales" de la defensa del Gallito, pudo encontrar dos jugadas a favor, entre virtudes propias y yerros ajenos, para dar vuelta el resultado y sumar de a tres, en un partido que, hasta la primera mitad parecía de Morón y tras la igualdad, se insinuaba como un empate "clavado", con "gusto" a poco para el local, más por insistencia que por claridad o lucidez en su juego.
Con la ausencia obligada de Braian Molina, expulsado frente a los jujeños, pero además desgarrado en la semana (reemplazado por Franco Verón), sumado a los cambios tácticos de Norberto Palmieri y Brian Orosco, en lugar de Matías Ledesma y Santiago Sala, el Gallo se presentaría en Alta Córdoba intentando ser prolijo desde el fondo y ganar el duelo en el mediocampo, para progresar desde las bandas, con otro buen partido de Alan Schönfeld por derecha, y la presentación de Orosco por la franja izquierda, para "agredir" con la peligrosidad de Zárate y la proyección de Cristian Broggi, ambos también de interesante partido.
Superada la primera media hora de juego y cuando poco y nada había sucedido frente a los arcos, más allá de la saludable intención del buen trato del balón, presente en ambos equipos, aunque sin profundidad, de un tiro libre desde el vértice diestro del ataque visitante, por una infracción en perjuicio de Schönfeld (muy golpeado en la tarde cordobesa), Tobías Zárate se haría cargo de su ejecución, previo beso a la pelota, para meter un zurdazo preciso y precioso junto al poste zurdo de César Carranza, para adelantar al Gallo uno a cero, con un auténtico GOLAZO del más chico de la "dinastía" Zárate.
Luego de la apertura del marcador, entre los '32 y el final de la primera etapa, se vería la mejor versión de Morón, con solidez en el fondo, en especial, a partir de un muy buen desempeño de Cristian Paz, el "aplomo" del "doble cinco", conformado por Cristian Lillo y Palmieri, el desequilibrio de Schönfeld y de Orosco, "picante" en el uno a uno, más el "empuje" de Broggi y Leonel Bontempo (autor de un par de "caños" para los ediciones televisivas de fin de año), tanto es así que el propio capitán del Gallo, a punto estuvo del 2 a 0, en una de las mejores acciones de "contra" de la tarde en Alta Córdoba.
Por desgracia, el complemento no depararía aquellas buenas sensaciones del cierre de los primeros '45, con un Morón que se iría replegando cada vez más contra su arco, con el pasar de los minutos, frente a un Instituto sin demasiadas "luces", pero con la necesidad y la persistencia como "banderas", además de todo un tiempo completo para "presionar" sobre los últimos metros visitantes.
Cuando poco había sucedido, más allá de intenciones, y al igual que sucediera con Morón en el primer tiempo, a los '23 del segundo, una gran reacción de Bruno Galván impediría el empate local, aunque un minuto después, del tiro de esquina consecuencia de la "salvada" de Galván, Leonardo Ferreyra, el lateral derecho de Instituto ganaría en el anticipo, para de cabeza, esta vez sí, dejar sin chances el esfuerzo del "1" visitante.
Y allí el partido cambiaría radicalmente de rumbo, porque "La Gloria", agrandada por el empate parcial, redoblaría la "apuesta" en búsqueda del triunfo, ante un Morón que jamás conseguiría "defenderse con la pelota", aunque generara un par de contragolpes, que bien pudieron torcer la "chapa" final del resultado.
Sin Cristian Paz en cancha, por un problema ocular, ante un "dedo en el ojo" de un rival, a falta de dos minutos para el cierre, como una rueda atrás, en el Oeste, Instituto hallaría "premio" en un centro desde la izquierda de su ofensiva, con "peinada" en primera instancia y casi una "asistencia" en forma de amague, en segundo término, para dejarla pasar y que la pelota le llegara "mansa", a un "solitario" Matías Godoy, por el segundo palo y definir con remate rasante y pegado a un palo, un partido que pudo ser triunfo, que debió ser empate y terminó en una nueva derrota de visitante.
Lo pudo igualar Mateo Levato, a quien habrían de anticiparlo de cabeza, cuando parecía que la "peinaba" en el descuento y el Gallo se podía llevar algo de Córdoba.
No fue así. Morón pagó caro su repliegue excesivo en el complemento y sumó una nueva frustración fuera de "casa", pese a mantenerse en puestos de clasificación al Reducido.
Ahora llega Barracas, el próximo domingo, en el Nuevo Francisco Urbano, nuevo líder zonal y con todo lo que implica enfrentar al "Guapo", dentro y fuera de la cancha.
Con pena (por la derrota, en ventaja) y sin "Gloria".
@elgallogustavo.
📸: Deportivo Morón.
Para Morón no hay término medio.Blanco o negro nunca gris.Igual sigamos adelante. Vamos Gallo!!!!
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