En su presentación, en la temporada 2022 de la Primera Nacional, el Deportivo Morón no pasó del empate en cero ante Tristán Suárez, en el Nuevo Francisco Urbano, en un partido que lo tuvo como protagonista, en los primeros '30, y que a partir de allí, la visita supo emparejarlo y por momentos manejar el trámite de un encuentro (en especial, cuando comenzaron a faltar "piernas" en los jugadores del Gallo), que contó con escasas emociones, en particular frente a los arcos.
Con seis de los ocho refuerzos como titulares (Damián Adín como lateral diestro, Lucas Angelini como marcador de punta zurdo, Santiago Ubeda en la "medialuna", Santiago Coronel como enganche y tanto Gonzalo Salega, como Fernando Bersano, en función de extremos por ambas bandas), más el ingreso posterior del "Animal" Luis López, en los primeros minutos del "reencuentro" con su público, el equipo ahora dirigido por Alejandro Orfila, intentó adueñarse del protagonismo de las acciones, con el auspicioso debut del juvenil Coronel, como principal generador de fútbol, junto a Gastón González (en doble "rol", colaborando en la contención, junto al único "cinco", Santiago Ubeda), y habría de lograrlo, hasta la primera media hora de juego, con la idea de proyectar permanentemente a los laterales, en especial por izquierda, donde el "sorprendente" Lucas Angelini habría de jugar un muy buen partido, con capacidad para marcar, pero también para "aventurarse" con criterio en ofensiva, dando los primeros "signos" de una "sociedad" interesante junto a Fernando Bersano.
Sin demasiada profundidad, como resultaría la tónica general del partido, por ambos lados, a poco de iniciarse las acciones, de un tiro libre de Coronel (al parecer, el "dueño" de las "pelotas paradas") y tras un toque a la "pasada" de Gastón González, un "taco" en defensa, de un jugador de la visita, pondría en aprietos al arquero del "Lechero".
Como contrapartida, Brian Oyola resultaría el "revulsivo" del Tristán Suárez, procurando habilitar a la peligrosidad siempre latente de Nicolás Messiniti (Morón ya lo sufrió al ex Independiente, con la camiseta de Temperley), de José Barreto o las llegadas por sorpresa de Maximiliano Brambillo. En la primera de ellas, Oyola remataría defectuoso, a las manos de Bruno Galván, y en la más peligrosa de la noche, para el elenco de Ezeiza, el "1" de Morón habría de "lucirse", enviando al tiro de esquina, un remate desde afuera, de Barreto, que tenía irremediable destino de red.
En el epílogo de la etapa inicial, una nueva "escalada" ofensiva de Angelini, terminaría con un "hermoso" zurdazo "tres dedos", del ex Argentino de Merlo, que daría en la base del poste izquierdo del arco defendido por Cristian Correa, que superado en su "estirada", tuvo al "caño" como "cómplice", para evitar lo que hubiese sido un golazo, y por aquellos minutos, no tan ajeno al desarrollo general del encuentro.
Ya en el complemento, con Cristian Lillo en lugar de Ubeda (el único amonestado de la noche, por el lado del Gallo), los primeros quince del segundo tiempo, fueron claramente favorables a la visita, que podría haber complicado a los de Orfila, de no mediar nuevamente la intervención del "araña" Galván, esta vez ante un remate sesgado de Nicolás Messiniti, desde la derecha de la ofensiva visitante.
De allí en adelante, ni uno ni otro lograrían controlar las acciones, ni muchos menos llegar con peligro al arco contrario, más allá de alguna aproximación de "pelota parada" o algún centro bien controlado por dos defensas sólidas y casi sin fisuras.
Los ingresos de Alan Salvador y Alan Schönfeld, por Gonzalo Salega (de movimientos interesantes, en el primer tiempo) y Fernando Bersano (también de auspicioso debut), y más tarde la presentación de Luis "El Animal" López y la vuelta de Matías Ledesma, en reemplazo de Mateo Levato y Santiago Coronel, el punto más alto en el "desagregado" de la noche del Oeste, no terminarían de "refrescar" una ofensiva de Morón que careció de profundidad, más allá de algunos buenos encuentros en el primer tiempo, y de la destacable tarea de Levato, aunque siempre de espaldas al arco contrario.
El pitazo final de Diego Ceballos, de irreprochable arbitraje, confirmaría un cero a cero, acorde a dos equipos en formación, que tuvieron sus mejores virtudes en defensa y dejaron en el "debe" el desequilibrio y la profundidad en ataque.
Con interesantes rendimientos particulares, en especial de los "nuevos", el equipo del "Chano" Orfila" dejó buenas "sensaciones" individuales, al mismo tiempo de bastantes cosas para corregir desde lo colectivo, algo más que lógico, para el primer partido de campeonato.
Debut y "punto", con el "crédito" abierto.
@elgallogustavo.
📸: Deportivo Morón.
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