Morón volvió a perder y suma seis puntos sobre 27 posibles (con un triunfo, tres empates y cinco derrotas), mientras se hunde cada vez más en el fondo de la tabla de posiciones de la Zona "A", del torneo de la Primera Nacional, al cabo de nueve jornadas.
Por si fuera poco, suma doce goles en contra en nueve presentaciones, apenas por debajo de San Telmo que recibió 14 goles (pero suma ocho puntos, con dos victorias y un cotejo menos, porque ya quedó libre) y lo más preocupante, reúne tan sólo cinco goles a favor, al igual que Alvarado, que acumula ocho unidades en igual cantidad de partidos.
Más allá de las estadísticas y los números fríos, el Gallo no mereció perder frente a Patronato, que sacó la diferencia en su segunda llegada y después manejó la ventaja con "oficio", pero también es cierto que Morón no supo empatarlo, mucho menos ganarlo, dilapidando cada una de las ocasiones de gol generadas frente al arco de Julio Salvá, a la postre una de las figuras del encuentro, ni siquiera de penal, ante una infracción inexistente en perjuicio de Gonzalo Salega, y que Leonardo Ramos desperdiciara, con un remate débil y anunciado, a los 25' del complemento.
Cronológicamente hablando, el equipo de Fabián Nardozza, con el único cambio obligado de Pablo Calderón en reemplazo del suspendido Agustín Gómez (que en Mendoza llegara al límite de amonestaciones), comenzaría imponiendo condiciones en el juego, en especial en "tres cuartos", a partir de las sociedades entre Brian Orosco, Santiago Coronel y Gonzalo Berterame, con un buen partido de Pablo Ferreira como único volante central, lapso durante el cual el Gallo controlara a Patronato y le generara no menos de cuatro situaciones claras de gol, todas bien conjuradas por el "1" del "Patrón", nuestro conocido Julio César Salvá, incluyendo un penal no sancionado por un paupérrimo Franco Acita, por una mano que no vio o deliberadamente decidió obviar.
Pero como suele pasarle a este equipo, en su mejor momento del partido, un retroceso defensivo casi amateur, le permitiría a la visita, en su segunda llegada, habilitar a Jorge Valdez Chamorro, para meter un derechazo esquinado, con tiempo y espacio para controlar el balón y elegir el palo, ante una línea de volantes locales superada, una defensa demasiado "hundida" contra su arco y un Josué Ayala que de "arriba" resulta "amo y señor" de su área, pero de abajo, cada vez que lo prueban, es gol rival, como en este caso.
A los 19' del primer tiempo, y con el resultado adverso, más allá de los merecimientos de uno y otro (al fútbol se gana con goles y no por acumulación de puntos, como en el boxeo, dicho sea de paso), de a poco y con el correr de los minutos, el equipo volvería a demostrar su condición de "mandíbula floja", continuando con las simbologías pugilísticas, pero fundamentalmente, iniciaría una camino de no retorno, que es la imposibilidad de manejar el apuro y la desesperación por el empate, para caer primero en el desorden y más tarde en la anarquía táctica dentro de la cancha.
En el agregado de la primera etapa, y luego que un remate desde afuera, de Santiago Coronel, se estrellara en el poste diestro de Salvá, una mano evidente, pero polémica a la hora de sancionarla con penal, del debutante Facundo López, en lugar del lesionado Maxi Coronel (colaboración mediante, de un pique impredecible, propio de una campo de juego cada fecha más impresentable), Franco Acita dudara en cobrar, el remate desde los once metros que, por segunda fecha consecutiva, el palo derecho evitara el segundo gol rival, para mantener a Morón en partido, pese a que Ayala adivinara el "caño", pero lejos estuviese de contener el remate de Damián Arce, otro de los destacados en la visita.
Ya en el complemento, la poca claridad evidenciada por Morón, en el primer tiempo, se iría extinguiendo con el paso del tiempo y la ansiedad que bajara lógicamente desde el afuera, se convertiría en apuro, luego en desesperación y más tarde en anarquía, en un equipo evidentemente incapaz de manejar la frustración ajena y propia.
En lo individual, a diferencia de los sucedido en Mendoza, hace una semanas atrás, lo mejor del Gallo se vería desde los laterales, con un buen partido, tanto de Damián Adín como de Nicolás Henry, más la voluntad inquebrantable del uruguayo, Franco García, de lo mejor del partido, yendo a todas, "fajándose" con la defensa visitante y generado sus propios espacios, para rematar desde afuera con peligro o "pivotear" para la llegada de los volantes.
Y una vez más, el ingreso de Gonzalo Salega (por Berterame), desequilibrante por la banda izquierda, para desbordar a una segura defensa de Patronato, con otro ex Morón, de buen partido, como Cristian González, determinante en el penal (que no fue) malogrado por Leonardo Ramos y en un par de situaciones más, que podrían haber generado mayor peligro, de no mediar una terminación siempre imperfecta, con centros de pelota parada o en movimiento, con centros bajos, débiles y repetidos, sencillos para la cabeza del defensor visitante, estacionado en el primer palo.
La salida de Pablo Ferreira, en lugar de un Diego Sosa que, nueve fechas mediante, no se entiende bien en qué posición se desempeña, terminaría por "romper" el desarrollo del partido, generando un "agujero" en el círculo central, que Walter Otta interpretaría con acierto, agregándole al muy buen partido del "inoxidable" Nicolás Domingo, la asistencia de Fabio Vázquez, para que la visita con oficio y toda la gama de "malas artes", manejara los tiempos, buscando un segundo gol que no concretara, pero evitara que Morón y su necesidad se lo llevara por delante.
Y es que, por más que el Gallo terminó jugando con Orosco (y luego Matías Ledesma), Santiago Coronel, Gonzalo Salega, Diego Sosa, Franco García, Leo Ramos y Ezequiel Recaldani (por Calderón), no pudo generarle zozobra a la sólida defensa de Patronato, en los minutos finales, ya que para que la pelota le llegara a los volantes de creación, para que a su vez, estos habilitaran a sus delanteros, hacía falta previamente alguien que recuperara el balón en el medio, y del lado de Morón, no quedaba nadie para cumplir esa tarea.
Y cuando pudo acercarse con peligro, en el descuento, una vez más afloraría la figura de Salvá, para ahogarle el grito a Recaldani, con un remate potente y contra el palo y, en la jugada siguiente, se quedara con un cabezazo de Ramos que parecía tener destino de red.
Volvió a perder Morón y más allá de los números, y la paupérrima campaña, preocupa la nula asimilación del equipo a la presión lógica del afuera, que lo desestabiliza, lo desespera y lo entrampa en su propia vorágine.
Mucho trabajo para Nardozza y a repensar los objetivos iniciales.
Ni campeonato, ni reducido. A mejorar, para mantener la categoría, sin tener que penar hasta la última fecha.
Y si por el camino, la "taba" cambia la suerte, pues bienvenido sea.
Otra no queda.
Y que los responsables primarios, los "padres de la criatura", se concentren en mejorar la realidad, en lugar de pelearse con los rivales de turno o molestarse por las opiniones libres de los propios. No todos se callan la boca por "salir en la foto".
@elgallogustavo.
📸: Deportivo Morón.
Encima que el equipo no está bien, no hay suerte, no hay confianza, los árbitros que ya es mucho decirles árbitros nos juegan en contra siempre, TAPIA HDP.
ResponderEliminarFabian la defensa no está bien, hay que jugar con 1 solo 10 y mejorar la mitad, y el que se queda afuera que entre en el 2do tiempo. Salega ya pide titular. Igual no merecimos perder, arriba Morón que pasamos la copa y almiranta.
Que mas podemos agregar a lo que estamos viendo. Este consejo de futbol erro en la elección de jugadores que trajeron. Allione era suplente Temperley y no jugaba; Josue Ayala era suplente en Sarmiento, Rescaldani un desaperacido del mapa, Tino Costa y Schellotto mas cerca del retiro que otra cosa y la lista sigue ni hablar de los centrales que trajeron. Una lastima este año tenian billetera y la mal gastaron porque no saben de futbol. Ahora a pelear por no descender, es la pelicula de este año y en Junio tratar de reforzarse con los cupos y rescindir a los jubilables. Ramos el penal era fuerte al medio, lo hacia yo, cruzado al palo derecho del arquero es la tipica del diestro y enfrente tenias a Salva, un especialista. Aguante gallo, vamos Fabian, animate a cambiar jugadores, ya hay varios titulares que deben salir.
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