Por fin... Volvió a ganar Morón.
Debieron pasar 57 días para que el Gallo volviese a sonreír y a sumar de a tres, desde el sábado 13 de julio, por la fecha 23, en la victoria 1 a 0 ante Chaco For Ever, en el Nuevo Francisco Urbano, con el gol de Mauro Schönfeld (29’ ST).
O cuatro meses y once días, desde la última vez que dio vuelta un resultado y convirtió dos goles en un mismo partido, desde el 28 de abril, por la fecha 13, también en el Oeste, tantos de Gastón González de penal (10’ ST) y Patricio Núñez (29’ ST), ante Aldosivi, casualmente el próximo rival del equipo de un César Monasterio, que además consiguió su primera victoria como entrenador del equipo.
Por fin volvió a ganar Morón, pese a comenzar perdiendo desde los "vestuarios", con el gol de Luis Abraham a los 3 minutos de iniciado el juego, luego de un tiro de esquina desde la derecha, el centro que rebota en el punto del penal, sin que nadie la toque y desde afuera del área, con total liberad, sin cobertura de la "segunda pelota",, el lateral zurdo de Estudiantes de Río Cuarto "clavara" un "zapatazo" a media altura y al palo más lejano, de un Juan Martín Rojas que nada podría hacer, para evitar el 1 a 0 de la visita, en su primera aproximación "seria".
Con este panorama prematuro de por medio, la posibilidad de sumar, no sólo un triunfo necesario, sino tan sólo un punto, parecía menos que una quimera, para un equipo que sólo una vez había revertido un resultado y que venía de convertir apenas cuatro goles en los últimos siete juegos sin triunfos, con tres derrotas en fila.
Sin embargo, más allá de una buena atajada del propio Rojas, ante un remate a distancia de William Machado, un par de minutos más tarde de la apertura del marcador, Morón comenzaría a evidenciar esa positiva respuesta anímica que esbozaria una semana antes, en la caída en el final ante Colón en Santa Fe, que le permitiría acercarse a un empate que mereció, en los cinco minutos agregados.
Con el juvenil Thiago Lauro como "abanderado", la figura excluyente de la tarde-noche en el Oeste, bien acompañado por un Lautaro Disanto activo y "picante" cerca del área rival, más el orden ya acostumbrado de Julián Vitale (un auténtico "técnico" dentro de la cancha) y un recuperado Santiago Sala, con todas sus limitaciones a cuestas y sin sobrarle nada, el Gallo demostraría rebeldía para modificar su suerte y personalidad para ir al frente, con fútbol o sin él, generando un par de aproximaciones al arco visitante, siempre en los pies o la cabeza de Lautaro Disanto.
Hasta que a los 31 minutos del primer tiempo y luego de un lateral largo desde la derecha, a cargo de Rodrigo Arciero (de mejor "semblante" en los últimos dos cotejos), la pelota "picaría" en el centro del área, sin que nadie la tocase, hasta que Vitale lograra apenas "peinarla" hacia atrás, donde llegaría sólo Lautaro Disanto, para impulsarla al fondo del arco, para un enorme grito de gol y desahogo dentro y fuera de la cancha.
Con el envión anímico del merecido empate, el Gallo aprovecharía su momento, como muy pocas veces en el presente torneo, valiéndose de una sucesión de errores visitantes, para que el mejor de la noche, Thiago Lauro, se emocionase y nos hiciera emocionar a todos, con su primer gol como profesional, a los 43 minutos de la etapa inicial.
Estudiantes de Río IV que intenta salir jugando por su lateral izquierdo y ante la buena cobertura de Morón, emprende el camino de regreso hasta su arquero, Juan Strumia, que dentro de su área grande y simulando preparar un remate largo, le marca el pase corto por el centro, a su compañero, Marcio Gómez, que mal perfilado y presionado por Matías Castro (sin chances de gol, pero una vez más, de encomiable voluntad para ir a todas y "fajarse" con los defensores rivales), perdería contacto con el balón, para que Thiago Lauro la dominara fuera del área e ingresando a ella, el joven de 19 años, con inferiores en Cambaceres y su primer contrato profesional firmado en el Gallo, definiera con serenidad y categoría junto al poste zurdo de Striuma, para las lágrimas contagiosas del pibe y el 2 a 1 de Morón, antes del cierre de los 45' iniciales.
El complemento casi que estuvo de más, con un Morón que prefirió resguardar la diferencia, esperando a su rival en campo propio y un Estudiantes de Río IV, sin ideas ni variantes, que jamás supo complicar a la defensa del Gallito, generando entre ambos un segundo tiempo sin situaciones de gol, entre la necesidad local de atesorar el demorado triunfo y la impotencia visitante.
Debieron pasar demasiadas semanas y hasta meses, para volver a gritar no uno, sino dos goles, para revertir un resultado adverso y sumar de a tres, luego de ocho fechas "eternas".
Ojalá sea un nuevo comienzo, para ganar en confianza y puntos extras, necesarios para alejarse definitivamente del fondo de la tabla y comenzar a pensar en la próxima temporada.
Ganó Morón y vaya si es noticia.
@elgallogustavo.
📸: Deportivo Morón.
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