Después de dos meses y ocho días sin fútbol, el Deportivo Morón retomaba la actividad oficial recibiendo nada menos que a su clásico rival, Nueva Chicago, en el Nuevo Francisco Urbano, en la continuidad del Torneo de Primera Nacional, luego del receso de verano.
Ante un marco de público imponente, con "fiesta" en las tres cabeceras locales, era tiempo también del debut de la nueva dupla técnica del Gallo, conformada por Sebastián Sibelli y Sergio Ricardo "Chino" Lara, tras el alejamiento de Arnaldo "Cacho" Sialle, días más tarde del 1-3 frente a Estudiantes de Río Cuarto, en el mismo escenario, el 1° de diciembre de 2019, que privara al Deportivo Morón de participar en la actual edición de la "Copa Argentina", ausencia repetida por segundo año consecutivo.
Mientras muchos aún se estaban acomodando y el partido no había "arrancado", a los '3 de juego, una acción tan temeraria como insólita terminaría por alterar, casi desde vestuarios, el desarrollo posterior del encuentro: luego de la primera aproximación visitante, y cuando la pelota ya había sido impulsada hacia mitad de cancha, en el área chica del Gallo, Valentín Viola, primero en el piso, habría de pararse y en apariencia, de decirle algo a Facundo Gómez, uno de los dos refuerzos de Morón para este semestre, quien quedaría cara a cara con el "9" de la visita, aplicándole un cabezazo infantil e irresponsable, en línea recta al árbitro asistente.
Pablo Dóvalo, de pésimo arbitraje, tal cual nos tiene acostumbrados, consultaría con el línea y expulsaría con razón a quien estaba haciendo su presentación con la camiseta de Morón, al mismo tiempo de sancionar el penal correspondiente para Nueva Chicago, por la infracción inadmisible de Gómez. Un par de minutos más tarde, Julio Salvá revalidaría aquellos inolvidables momentos de "Copa Argentina 2017", donde por ejemplo, el Gallo eliminara en los penales a Unión de Santa Fe, arrojándose sobre su poste izquierdo, para contener el remate débil y centralizado de Valentín Viola.
Festejado como un gol a favor, al equipo de Sibelli y Lara le costaría recuperarse del cimbronazo de la expulsión temprana, cediéndole a la visita la posesión del balón, esperándolo casi en terreno propio, procurando reorganizarse en la última línea, con el ingreso de Matías Cortave por Ezequiel D'Angelo, resignando de este modo tenencia y generación de fútbol, en beneficio de un poco más de orden defensivo.
Sin embargo, en esos minutos posteriores el Gallo la pasaría mal, ante un Chicago demasiado cómodo con el balón e instalado en terreno local, erigiendo nuevamente en figura a Julio Salvá, que primero sacaría por arriba del travesaño, un remate de Arnaldo González que tenía destino de red y más tarde, otro envío de media distancia, en este caso de Favio Brizuela, que tras impactar en el travesaño, Salvá "manotearía" el rebote, para evitar que Valentín Viola, de arremetida, se rehabilite del penal malogrado.
Con el correr de los minutos, el Morón "partido" entre líneas, con Damián Akerman y Kevin Gissi solos arriba, pero sin abastecimiento en el medio, con la línea de volantes intentando colaborar con la defensa, de a poco comenzaría a calmarse y a "hacer pie" en el Oeste, por primera vez en la tarde, desnudando las falencias defensivas de Chicago, primero con una buena acción individual de Fabricio Alvarenga (en el podio de los mejores del Gallito, detrás de Salvá y apenas por encima de Gissi y su sacrificio) que terminaría casi de casualidad en las manos de Alan Minaglia, el "1" del "Torito", más tarde en una trepada por derecha de Cristian Broggi, con un potente remate desviado, y finalmente con un cabezazo de Lucas Pérez Godoy, apenas "ancho" sobre el poste más lejano de un Minaglia, que sólo podía atinar a mirar la trayectoria del balón.
Al cabo de un primer tiempo con incidentes entre los jugadores, en un partido que habría de "picarse" por la impericia de Dóvalo, el Gallo se iría a los vestuarios con una mejor imagen, habiendo superado la expulsión tempranera de Gómez, para apostar a la contra y generar buenas opciones en el arco de enfrente.
En el complemento, el equipo de Rodolfo De Paoli volvería a instalarse en terreno local, con pelota dominada, y el Gallo apostando a una contra letal, que tomara por sorpresa a una visita demasiado cómoda en la tenencia del balón, y ya con Nicolás Ramírez en reemplazo de Damián Akerman, de esa monotonía en el manejo de la pelota, derivarían algunos excesos de confianza, que permitirían que Morón terminase con mejores chances de gol que Nueva Chicago, pese a manejar muchísimo menos la pelota.
Como en aquella recuperación en mitad del campo, entre Broggi, Lillo y Gissi (de encomiable labor, retrocediendo para colaborar con sus medios y luego salir "disparado" para juntarse con Pérez Godoy y Alvarenga en ofensiva), que derivaría en una gran corrida por izquierda de Lucas Pérez Godoy, quien al pisar el área buscara por el medio a Kevin Gissi, que arrojándose hacia adelante, a poco estuviese de "puntear" la pelota al gol.
En un partido que lo tuvo casi todo, salvo el gol, a los '20 de la segunda parte, Valentín Viola habría de procurar bajar el balón en el área chica de Morón, en una acción temeraria que terminaría "chocando" con Julio Salvá, dejando el botín a la altura de la pierna izquierda del "1" del Gallo, determinando su justificada expulsión, en una tarde "negra" del punta visitante: marró el penal que él mismo generó y vio la roja.
Tras '65 minutos de juego, con un hombre de menos, el equipo de Sibelli y Lara quedaba diez contra diez, con '25 por delante, razón por la cual decidirían ingreso del Guillermo Villalba, el otro debutante, delantero proveniente de Sportivo Las Parejas, de interesante presentación, en especial en una acción, en la que luego de superar a su marcador, aguantara con calidad un tiempo más, la pelota en el área, en espera de la llegada de sus compañeros, que terminaría con un remate de Pérez Godoy apenas desviado.
Como contrapartida, entre Alejandro Melo y Facundo Castillón, se molestarían para "comerse" el gol debajo del arco, y en respuesta, Kevin Gissi exhausto, remataría fuerte pero del lado de afuera de la red, luego de otra recuperación en mitad de cancha, descarga y corrida hasta el área contraria.
Ya en el final del partido, se repartirían las últimas ocasiones, por la vía del tiro libre, primero a través del "Pitu" González, apenas desviado sobre el palo izquierdo de Salvá y en tiempo de descuento, la oportunidad en los pies de Nicolás Ramírez, alta sobre el parante derecho visitante, infracción previa a un incansable Kevin Gissi.
El pitazo final de un paupérrimo Pablo Dóvalo, que sólo acertaría en las expulsiones y el penal, pero en este último caso, por mérito de su juez asistente, daría fin a un clásico "caliente", no bien jugado pero vibrante, con varias ocasiones de gol por ambos lados, y la promisoria impresión inicial de un Morón, "versión" Sibelli-Lara, que sabría reponerse de quedarse con un hombre de menos, durante 65 minutos, en una auténtica muestra de carácter, máxime en un debut ante su rival de siempre.
Ahora, a profundizar lo bueno frente a Guillermo Brown, el próximo domingo 16 del corriente, a las 17, en el "Raúl Conti" de Puerto Madryn.
Buen "punto" de partida.
Foto: gentileza, Alejandra Busto para "El Orgullo Mayor".
Me imagino que El debutante con expulsion y penal en contra,cuando vuelva de la suspension ira a entrenar con la 4a. No recuerdo un caso igual y menos con la experiencia de este Sr.Se jugo exactamente igual que hace 3 meses, solo con mas ganas. No veo la posibilidad de hacer un gol con nada de futbol y los delanteros (solo correr) sin recibir una redondita.Ojala me equivoque pero con solo voluntad no le ganamos a un equipo que tenga algo mas que Chicago.
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