domingo, 27 de julio de 2025

Y un día tocó perder. A no bajar la "cresta".

En una ráfaga de apenas tres minutos, entre los '20 y los '23 del primer tiempo, Chacarita se adelantó 2 a 0, casi sin proponérselo y en sus primeras (y casi únicas) dos llegadas a fondo en todo el encuentro, para desestabilizar a un Morón que no jugaba bien, pero aún así había arribado con mayor peligro al arco visitante, sin efectividad y repitiendo errores de partidos pasados, como por ejemplo, su "mal de expulsiones", muchas de ellas inexplicables, más allá del apuro, la presión del resultado adverso y las pulsaciones desbocadas.

Claro que el resultado habría de destrabarse con un gol que debió ser anulado, por la insoslayable posición adelantada de Misael Jaime, el autor del primer desnivel para "Chaca", cuando una vez más y al igual que frente a Agropecuario, en el mismo Nuevo Francisco Urbano, en la anterior fecha de local, el árbitro y sus asistentes convalidan en la cancha lo inadmisible, pero piden disculpas más tarde, como si la aceptación del error garrafal, determinante para la suerte final del pleito, fuese a compensar de alguna manera el daño infligido con total impunidad y desparpajo, en un acto de pseudo arrepentimiento tardío, fingido y sobreactuado, que comienza a sonar a "tomada de pelo" repetida y establecida como hipócrita estrategia de excusa, desde las oscuras usinas del poder todopoderoso arbitral de AFA.

Hasta allí el legítimo rezongo por las erráticas decisiones externas (si es que pretendemos seguir creyendo en la buena voluntad de la gente), ajenas por completo a la voluntad de cambio de los protagonistas principales dentro de la cancha, que desestabilizan, ponen nervioso y agudizan errores no forzados, hasta que esos mismos factores comienzan a ser responsabilidad de los propios, a partir de actitudes que terminan por empeorar situaciones adversas, como otra expulsión incomprensible, en esta ocasión a cargo de Santiago Kubiszyn, por un "planchazo" innecesario en mitad de cancha, para dejar a Morón con uno menos y 2 a 0 abajo, a los '35 del primer tiempo (roja directa).

En el medio de ambos hechos, el desnivel ilegítimo de Chacarita y la expulsión, el "Funebrero" sacaría veloz y efectivo rédito de un equipo de Walter Otta que se iría virtualmente de partido, a partir del primer gol en posición adelantada, tanto es así que sólo tres minutos después, Mariano Bíttolo (el mejor del Gallo en el campeonato, "entre algodones" desde el partido frente a Colón), perdería una pelota en tres cuartos rival y con un Morón descompensado por completo, una pelota bien manejada de izquierda a derecha, por el propio Jaime, autor del primer tanto y figura de la tarde-noche, habilitaría a su lateral diestro, Juan Cruz González, para que ingresando absolutamente solo, por detrás de una defensa "corrida" hacia el lado del asistidor, definiera como un delantero ante el intento de cobertura de Julio Salvá.

Si Chacarita había sido superior desde el fuerte habitual de Morón, la posesión del balón, casi desde el comienzo del partido, obviamente con la tranquilidad del 2 a 0 a su favor y el jugador de más, comenzaría a manejar los tiempos y a intentar seguir "lastimando" de contra, aunque el equipo de Walter Otta, en cantidad y calidad de llegadas, haya sido superior a su oponente, con no menos de cinco chances claras de gol, sólo en aquella "accidentada" primera mitad, con chances netas en los pies de Iván Vaquero (de regreso al equipo, pero que una vez más saldría con molestias, en el complemento), Ivo Costantino (tras otro desborde de Vaquero), Yair González (al travesaño) y Jonathan Berón (titular, con Fabricio Sanguinetti y Ramiro Fergonzi al banco) con remates francos, pero apenas desviados, ingresando por derecha y un centro pasado de Bíttolo, desde la izquierda, que ni Costantino, ni Lazza pudieran empujarla al gol.

Ya en el segundo tiempo, otro pase magistral de Bíttolo dejaría a Emiliano Franco de cara al descuento, ingresado en diagonal y por sorpresa, pero su remate mordido, ante la salida del arquero, se perdería rozando el poste zurdo del arco de Chacarita.

Contrariando a la lógica y con uno menos, Morón manejaría la pelota más que once contra once, supliendo la ausencia con un enorme sacrificio y despliegue de todo el equipo, sufriendo apenas una solo vez, la contra rival, con un remate también en el amanecer de la etapa final, que se iría pegado al poste izquierdo y más lejano de Salvá.

El ingreso de Juan Manuel Olivares, una vez más, le daría mayor fluidez a la ofensiva del Gallo, que generaría un par de oportunidades más frente al arco visitante, todas mal definidas por un Morón ineficaz en el área rival.

En definitiva, en una ráfaga de tres minutos, con un gol en posición adelantada y un error no forzado en el comienzo del segundo tanto, Chacarita sacaría una diferencia de dos impensada, antes de la primera media hora de juego, que apenas minutos más tarde, una nueva expulsión en Morón le permitía manejar con tranquilidad un trámite hasta allí parejo, con mejor trato de balón de la visita, pero nada que justificara dicha diferencia en el resultado.

Derrota que duele, sin dudas, por el rival y porque el Gallo volvió a cometer errores propios que parecían subsanados, como la reiteración de tarjetas rojas evitables, y también por "salirse de eje" ante el primer impacto negativo, por más que se trate de otra vergonzosa injusticia arbitral (en este caso, perpetrada por Nicolás Lamolina y Walter Ferreyra, asistente uno).

Sin embargo, Morón sigue en carrera y con un partido menos, cayendo por primera vez de local, en lo que va del torneo y tras un invicto de nada menos que trece partidos.

Y un día tocó perder. A no bajar la "cresta".


@elgallogustavo.


       📸: Eduardo Fabián Acuña.



domingo, 20 de julio de 2025

Un Gallo resiliente se quedó con un triunfazo en la Isla

Morón se recuperó de un muy mal comienzo, coincidente con algunos pasajes de cotejos anteriores, por ejemplo, frente a Agropecuario y de la tempranera y merecida diferencia inicial en favor de San Telmo, para revertir desarrollo y resultado, en otra prueba de carácter importante ofrecida por este equipo, para quedarse con tres puntos vitales y fundamentales (luego de tres empates consecutivos) en la siempre complicada Isla Maciel.

Con tres variantes obligadas, dos por suspensión y la restante por lesión, el Gallo presentó a Franco Vázquez, por primera vez desde el inicio, en lugar de Emilio Lazza, expulsado en la jornada pasada. Además del ingreso de Ivo Costantino por Yair González, que llegara a la quinta amarilla ante Agropecuario, el último fin de semana, sumado al retorno de Joaquín Livera, como lateral zurdo, en reemplazo del "averiado" Iván Vaquero.

Estos cambios, en especial los dos obligados en la defensa, resintieron el habitual andamiaje de una última línea caracterizada por su solidez, algo que la presión alta del "Candombero" de César Monasterio habría de sacar rápido provecho, para adueñarse de las primeras acciones de riesgo.

Y en ese contexto no sorprendería que San Telmo se adelantara en el resultado, casi en el "amanecer" del partido, con un pelotazo largo que superara a Franco Lorenzón, inseguro por primera vez en más de 20 cotejos, y el mal cierre de un Livera de flojo desempeño, intentando cubrir el "hueco" de un juvenil Franco Vázquez, a quien se nota que (lógicamente) aún le falta adaptarse a sus compañeros y al sistema defensivo del elenco de Walter Otta.

Así las cosas y con un remate sobre el cuerpo de Leandro Finochietto, adelantado en procura de "atorar" con el "achique" dentro del área grande, Jerónimo Porto Lapegüe, el "movedizo" punta local, definiría con precisión para el 1 a 0 de "Telmo", apenas transcurridos ocho minutos de comenzado el pleito.

En los instantes siguientes, Morón no lograría hacer pie en el "Osvaldo Baletto" y bien pudo sufrir la ampliación del marcador adverso, en un par de contragolpes peligrosos del local, con demasiada permisividad de la defensa del Gallo, en especial por el sector izquierdo, una de esas acciones que finalmente terminaría en gol (del "10", Agustín Maidana, de lo mejor de "Telmo"), "fina" pero bien anulada por posición adelantada.

Con el correr de los minutos, luego de '15 en los cuales el equipo de Otta la pasaría muy mal, como pocas veces en el actual torneo, de a poco el Gallito se iría asentando en defensa y "amigándose" con el balón en el mediocampo, para comenzar a acercar algo de riesgo al arco local, ante un San Telmo no ta firme y cómodo con el trámite del partido, "desnudando" además vulnerabilidades en la última línea "Candombera".

Con Santiago Kubiszyn como referencia de juego y Juan Manuel Cabrera como "abanderado" de la recuperación, en una buena acción colectiva, a falta de cinco minutos para el final de la primera etapa, Emiliano Franco habilitaría de gran forma al propio Kubiszyn dentro del área, siendo embestido desde atrás por un defensor, para que Javier Delbarba, árbitro del encuentro, sancionara con acierto el penal para Morón.

Un minuto después, Ivo Costantino, con un remate potente y junto al poste derecho del arquero Joaquín Enrico, le daría a Morón la posibilidad de clavar el empate a uno e irse al entretiempo, con un resultado que le "hacía precio" a los méritos escasos y tardíos de Morón, en aquél muy pobre primer tiempo.

Ya en el complemento, el "shampoo" marca Walter Otta, evidentemente hizo efecto, porque la actitud del equipo fue totalmente distinta, desde el reinicio de juego, retomando sus habituales virtudes de manejo de pelota, acumulación de pases con paciencia y presión alta, lo que comenzaría a modificar por completo la tónica del partido y a colmar de dudas e inseguridades a la defensa del "Candombero".

Con un protagonismo in crescente, Morón apretaría a San Telmo contra su arco, generándole acciones quizá no tan claras (un mano a mano de Fabricio Sanguinetti, lejos del arco rival y de su mejor nivel, y un desvío de primera de Juan Manuel Olivares), pero redefiniendo hasta el pitazo final, los roles de dominador y dominado de la primera etapa.

Ahora sí, sin padecer el desarrollo en su propia área, con mayor solvencia y solidez individual y de conjunto, el Gallo obtendría su premio a la insistencia y la búsqueda permanente, en el segundo tiempo, consolidada a partir del ingreso de Juan Manuel Olivares, hasta que a los 38 minutos del complemento y a través del mejor de la cancha (una vez más), el equipo de Otta daría vuelta el resultado y se pondría 2 a 1, con un cabezazo inapelable de Juan Manuel Cabrera, tras un tiro de esquina desde la derecha, del mismo Olivares.

De allí y hasta el final, San Telmo intentaría pero no generaría riesgo, mientras que Morón bien pudo ampliar su ventaja, por ejemplo, con una media vuelta de Ivo Costantino (de enorme sacrificio y buen partido, en el "podio" de los destacados) con destino de "red", de no mediar la buena reacción del "1" de la Isla Maciel, para sacarla al córner con la punta de sus uñas.

El pitazo final de Javier Delbarba, que alternara buenas y malas, pero cuyas sanciones más determinantes, como el penal en favor de Morón y el gol anulado a "Telmo", resultaran acertadas, un Gallo resiliente se quedaría con tres puntos necesarios y fundamentales, en otra prueba de carácter de este equipo, que supo reponerse de un comienzo de partido pobre en el desarrollo y en desventaja en el resultado, para terminar imponiéndose merecidamente en ambos aspectos del juego.

Ahora, a esperar a Chacarita. Para ratificar todo lo bueno, seguir "prendido" bien cerca de la punta (con un partido menos) y alimentar una ilusión que mantiene en vilo a todo el Oeste.

Resiliencia, carácter y triunfazo.


@elgallogustavo.



      
       📸: Deportivo Morón.



domingo, 13 de julio de 2025

De punto (en punto)

Morón no había jugado bien, había equivocado una vez más los caminos y había carecido de lucidez en la gestación y de profundidad en la definición, pero no merecía perder frente al equipo más mezquino y mañoso de la categoría, como Agropecuario, que se dedicó a hacer tiempo y había encontrado la diferencia a favor, a los '38 del complemento, en su segundo remate al arco en todo el partido, en un off side escandaloso sólo omitido por una terna arbitral vergonzosa.

Hasta que de un tiro de esquina desde la derecha del ataque del Gallo, Yair González capturara un rebote en el área y con un derechazo furibundo, descargando la bronca y la impotencia que generan esos encuentros, en los que los "amigos del poder de AFA" te hacen saber cómo funcionan las cosas, el balón impactara en el poste izquierdo del arco visitante, para el 1 a 1 del Gallo frente a Agropecuario, que le daba un poco más de justicia a un partido de escasa luces, pero indudables intenciones sólo del lado de Morón, a falta de dos minutos para arribar al tiempo reglamentario.

Y es que el equipo de Walter Otta fue más que su rival durante todo el desarrollo, porque fue el único que se propuso como objetivo quedarse con los tres puntos, mientras que la visita sólo apostó y apeló a una variedad inagotable de ardides y malas prácticas futboleras, con tal dejar pasar el tiempo, con la complacencia inocultable de un árbitro, como Juan Pablo Lousteau, que permitió que Agropecuario se sirviera de las peores artimañas para llevarse el punto que vino a buscar desde el arranque y a cualquier precio, y que por minutos no se alzara con el premio mayor, a los '38 del segundo tiempo, luego de un tiro libre desde la izquierda y el remate goleador de Alejandro Gagliardi, claramente en off side, salvo para el árbitro y su asistente.

Con algunos cambios en el once inicial, con el regreso de Leandro Finochietto al arco, en lugar de Julio Salvá, la vuelta "entre algodones" de Iván Vaquero como lateral izquierdo, en lugar de Joaquín Livera (quien lo hiciera de entrada en Jujuy) y el ingreso como titular de Ramiro Fergonzi, por Ivo Costantino, al banco de los suplentes, Morón no hallaría casi nunca los mejores caminos para vulnerar el cerco defensivo de su rival, más allá de un tiro libre de Fabricio Sanguinetti y un cabezazo del mismo, ambos al inicio de cada tiempo, más un remate desde lejos de Emilio Lazza y un ingreso en solitario de Juan Manuel Cabrera, bien anticipado por Germán Salort, el "1" visitante, así y todo mucho más que la mezquindad táctica de Agropecuario, que recién remataría al arco por primera vez, superada la media hora del segundo tiempo.

Pero el partido habría de complicarse un poco más, con la expulsión (correcta) de Lazza, a los 30 minutos del complemento, por doble amonestación, lo cual habría de incentivar a la visita a abandonar su libreto de equipo amarrete y mañero, para animarse a pisar el área de enfrente y casi en la primera acción medianamente seria y de peligro, encontrarse en ventaja, a falta de siete minutos para llegar a los '90, con un gol convalidado de manera inaudita, por un fuera de juego tan evidente como escandaloso.

Por suerte, Morón pudo hallar su premio mínimo, antes del cierre del pleito y hasta pudo ganarlo de arremetida y con uno menos, en los pies de Vaquero, en tiempo cumplido.

El Gallo estiró su racha invicta a doce juegos y se mantiene en una posición expectante, con un partido menos (debe el cotejo de la fecha 20, con Gimnasia de Mendoza, en el Oeste), pese a su bajón de rendimiento, individual y colectivo, y los imponderables de arbitrajes desastrosos que se equivocan siempre para el mismo lado.

De punto (en punto).


@elgallogustavo.



      📸: captura de pantalla, DirecTV Sports.


lunes, 7 de julio de 2025

Suma y sigue (prendido)

Dos semanas más tarde, luego de la postergación de su cotejo frente al "Lobo" mendocino, en el Oeste, el Gallo volvió al Norte para visitar al líder, Gimnasia de Jujuy, trayéndose consigo un empate a cero, importante por el rival y el contexto (siempre adverso, máxime ante el actual "caballo del comisario" de AFA), para mantenerse en un expectante sexto puesto, a seis unidades de su encumbrado rival (con un partido menos) y de paso, prolongar la racha positiva de once cotejos sin derrotas.

En un encuentro luchado, friccionado y casi sin emociones frente a los arcos, el equipo de Walter Otta dejó una imagen totalmente diferente, a la evidenciada hace quince días, también en el empate a cero, frente a Central Norte en Salta, siendo por momentos superior a su rival, pese a no jugar su mejor fútbol, pero sin sufrir el desarrollo en su extrema defensa, algo que había dejado un dejo de preocupación, tras el choque con el "Cuervo" salteño, con Julio Salvá como figura excluyente de dicho duelo.

En esta ocasión y frente al líder de la Zona "B", el "Lobo" jujeño, el de mayor cosecha de puntos, tomando en cuenta ambos grupos, Morón se plantó de igual a igual y jamás sufrió el trámite del partido, con una defensa cada fecha más sólida, pese a los cambios obligados y circunstanciales por lesión, tal la modificación obligada de Joaquín Livera como lateral por izquierda, en lugar de Iván Vaquero, uno de los puntos más altos en las últimas presentaciones.

En el medio, con Santiago Kubiszyn y Emiliano Franco, en reemplazo de los "averiados" Pablo Ferreira y Gastón González (determinante en cotejos precedentes, por ejemplo, frente a Almirante Brown en el Nuevo Francisco Urbano), el Gallo se las arregló para suplir la ausencia de un "cinco" tradicional, para no perder la marca en el círculo central y apeló a lo mejor de Mariano Bíttolo, mientras tuvo resto físico, para disimular la ausencia de Gastón González y sus "pinceladas" de calidad, cuando el partido se complica y requiere de la conjunción de sus mejores intérpretes.

Lástima que en ofensiva, al igual que sucediera en Salta, ni Ivo Costantino y Fabricio Sanguinetti, de entrada y más tarde, Ramiro Fergonzi y Jonathan Berón (más el errático partido de Yair González) pudieran acercar algo más de peligro al arco de Milton Alvarez, más allá de aquél tiro libre del referido Berón, a los '28 del complemento, que bien pudo ser el gol del triunfo en Jujuy, pero la base del poste derecho del arco local, jugaría a favor de un Milton, en la que poco y nada tenía por hacer.

Del lado del local, más allá de un centro "envenenado" al segundo palo, en el que se molestaran dos compañeros, el conjunto de Matías Módolo tampoco inquietó a un seguro Salvá y una defensa inexpugnable, con dos centrales impasables, como Emilio Lazza y una vez más, la figura destacada de Franco Lorenzón y por encima de todos ellos, otro partidazo de Juan Manuel Cabrera, el mejor de todos, propios y ajenos, en la tarde de San Salvador de Jujuy.

Con el pitazo final de Ariel Penel, de regular arbitraje, disimulando un par de infracciones para amonestación de los locales y algunas faltas no medidas con la misma "vara", propias de un especialista del "muñequeo" localista, el Gallo no sólo se llevaría un punto importante frente al puntero y en su "casa", siendo superior en algunos pasajes del encuentro (en especial, durante el inicio del segundo tiempo), sino que confirmaría una vez más, una dato de la realidad, nada menor: Morón está para pelearle a cualquiera, sin importar el rival ni la localía, en absoluta igualdad de condiciones.

Ahora, a reencontrarse con el Oeste, para procurar volver a sumar de a tres, frente a Agropecuario, en zona de Reducido y de andar irregular en el torneo, de aparente consideración en baja para el entorno de AFA, coincidente con la quiebra de sus utilidades fuera del campo (de juego).

Es el Morón de Otta, que suma y sigue (prendido).


@elgallogustavo.



       📸: Gimnasia y Esgrima de Jujuy.


lunes, 23 de junio de 2025

Punto que suma

Cuando un equipo está en esas tardes (o noches) en que no le sale nada, ni en lo individual, ni en lo colectivo, lo mejor que puede pasarle es no perder el partido.

Y eso precisamente fue lo que le sucedió a Morón en Salta, donde no pudo repetir los destacados rendimientos de las últimas jornadas, frente a un Central Norte que lo complicó en varios pasajes del encuentro y le generó chances de gol muy claras, convirtiendo a Julio Salvá en la figura excluyente en el "Padre Martearena", mientras que el Gallo casi no pudo probar al arco, incómodo con su juego y el planteo de su rival.

Y si embargo no perdió, trayéndose de regreso al Oeste, un punto valioso ante el "Cuervo" salteño, para estirar la racha a diez partidos sin perder y seguir en un expectante tercer puesto en su zona, a sólo tres unidades del único líder, Gimnasia y Esgrima de Jujuy, a quien deberá visitar en un par de jornadas.

Repitiendo el once de inicio frente a Almirante Brown, al equipo de Walter Otta le costó desde el arranque hacerse de la pelota, su arma más poderosa para dominar y comenzar a generar desequilibrios en los rivales, y cuando finalmente la conseguía, equivocaba los caminos, abusando del recurso de la pelota aérea y los pelotazos a distancia, en lugar de jugar por abajo y juntar pases, su mayor virtud en todos los cotejos precedentes.

Para colmo, al Gallo le faltó precisión con el balón en su poder, cediéndolo con facilidad y recurrencia al local, que con poco empezaría a generar sofocones en una última línea visitante segura, en el 90 por ciento de las acciones y en ese 10 % restante, contó con una gran tarde de Salvá, cada vez que lo llamaron a intervenir para cuidar el cero en el arco propio.

Así las cosas, en el amanecer del partido, lo tendría el "9" del "Cuervo", Franco Tisera, luego de un envío desde la derecha, el sector preferido por el equipo de Pablo Fornasari para atacar, obligando a Iván Vaquero a preocuparse más por la marca, que a desprenderse en ataque como en duelos anteriores.

Más tarde, de otro centro desde el mismo sector, una pelota "envenenada" al segundo palo, encontraría el toque con destino de red, de Matías Moravec, el "7", y éste a su vez, hallaría el pie salvador de Salvá, para mandar el balón al tiro de esquina.

Y habría más, porque el mismo Salvá, con un manotazo providencial, le ahogaría el grito de gol a Luciano Ferreyra, el "11" y de lo mejor del dueño de casa (junto con el lateral diestro, Santiago Rinaudo) y casi en el epílogo de la primera parte, luego de un tiro de esquina desde la izquierda de la ofensiva de Central Norte, entre forcejeos y agarrones de ambos lados en el área chica, la pelota le quedaría en soledad y a centímetros de la línea de gol, al "8", Tiago Banega, que increíble y afortunadamente la mandaría muy por encima del travesaño.

En el mismo lapso, Morón no podría acercar peligro al arco local, salvo por un par de remates desde afuera de Gastón González, en un Morón que además, perdería muy pronto en el encuentro, a Emiliano Franco, que debería retirarse lesionado con apenas un cuarto de hora de juego disputado, ingresando en su lugar Santiago Kubiszyn, acostumbrado a desempeñarse más por el carril derecho (recordemos, con Pablo Ferreira ausente, reponiéndose de un desgarro y Matías Ballini también out, con dificultades más complejas en una de sus rodillas).

Ya en el segundo tiempo, el "shampoo" marca Walter Otta, del entretiempo, daría sus frutos en los primeros minutos de la etapa de cierre, puesto que Morón se adelantaría unos metros e intentaría ser el equipo de presión alta que todos conocemos y ponderamos, con Vaquero más arriba, acompañando a Juan Manuel Cabrera, mucho más ofensivo que en partidos anteriores, aunque dicha disposición no terminaría redituando en situaciones de riesgo frente al arco local, en un Morón inconexo e impreciso con la pelota en los pies de sus habituales mejores intérpretes.

En esta etapa final, el partido se caería, ya que el Gallo, sin llegar a jugar bien, por lo menos ajustaría las marcas y Salvá no debería intervenir tanto como en los primeros 45', más allá de algunos remates a distancia.

Con el debut de Elías Contreras, como extremo diestro y la segunda participación, llegando también desde el banco, de Ramiro Fergonzi en ofensiva, Morón no cambiaría el pálido semblante en la tarde salteña, aunque tampoco sufriría grandes asedios en su defensa, que siempre respondería con acierto.

El pitazo final de Bryan Ferreyra, debutante árbitro del encuentro con el Gallo, mostraría rostros de conformismo en el visitante, ante un punto que suma y mucho, más teniendo en cuenta cómo se había dado el desarrollo del mismo, en especial durante el primer tiempo.

Porque cuando se tienen esas malas tardes (o noches), en las que no parece salir nada, lo mejor que puede pasarnos es no perder el partido y traernos algún punto a casa.

Eso también forma parte del proceso de madurez de conjunto, de un equipo con aspiraciones importantes.

Descanso largo (por el aplazamiento de la fecha 20, frente a Gimnasia de Mendoza, en el Oeste, por el compromiso de "Copa Argentina" del "Lobo" mendocino) y a pensar en volver al Norte, para visitar al líder, Gimnasia de Jujuy, en otra prueba de carácter.

Punto que suma.


@elgallogustavo.



           📸: Deportivo Morón.




sábado, 21 de junio de 2025

Llegó Franco Vázquez, joven central zurdo

Con la rescisión obligada de Nahuel Zárate, por razones extrafutbolísticas (a la que se sumaran la partida de Renzo Reynaga y días atrás, el préstamo de Santiago Sala a Güemes de Santiago del Estero), el Gallo necesitaba un central zurdo, que compita con Emilio Lazza.

En el proceso, el Gallo tenía acordada la llegada del joven Jeremías James, a préstamo de San Lorenzo y procedente de Alvarado de Mar del Plata. Sin embargo, la inhibición que pesa sobre la entidad de Boedo, finalmente impidió el arribo del central "Azulgrana".

De esta manera y contrareloj, sobre el filo del cierre del libro de pases, de este jueves 19 de junio a las 20, la dirigencia de Morón pudo al fin incorporar al zaguero zurdo que buscaba el cuerpo técnico.

Se trata de un juvenil, otro más proveniente del "Semillero del Mundo", es decir, la cantera inagotable de Argentinos Juniors, de donde llegaron a principios de temporada, Leandro Finochietto, Juan Manuel Cabrera, Yair González y Facundo Báez.

Nos referimos a Franco Agustín Vázquez, defensor central zurdo de 20 años, nacido el 2 de enero de 2005 y que integró, el 1° de marzo de 2024, la primera convocatoria del ciclo de Diego Placente al mando de la selección nacional sub 20, previa al último sudamericano de la categoría, disputado entre enero y febrero del año en curso, en Venezuela.

Con la sub 20, disputó un amistoso ante Bolivia, en Santa Cruz de la Sierra, el 16 de noviembre de 2024, con goleada de la Albiceleste 4 a 0, tomando parte como central por izquierda titular los 90 minutos.

Producto "genuino" de las formativas de La Paternal, Franco Vázquez, que también supo ser parte del sub 20 de Paraguay, dada su doble nacionalidad, ha llegado a debutar profesionalmente con la casaca del "Bicho", el 28 de mayo de 2024, por la Copa Sudamericana, en el triunfo de Argentinos por la mínima frente a Nacional de Montevideo.

Titular en su puesto, en la Reserva de Argentinos Juniors, Franco Vázquez disputó 12 partidos, durante el último torneo Apertura de la Copa Proyección, de la Liga Profesional de Fútbol, con cuatro amonestaciones y un total de 1.035 minutos efectivos en cancha, disputando los 90' en todos los encuentros, salvo en el empate a dos frente a Tigre, en el que interviniera 45 minutos.

A lo largo de su recorrido por la Reserva del "Bicho", Franco Vázquez suma 39 cotejos (desde mediados de 2023 a mayo del corriente año), con once tarjetas amarillas, sin expulsiones y 3.391 minutos de juego.

El 14 de junio de 2024, Franco Agustín Vázquez firmó su primer contrato profesional con la entrada de La Paternal, bajo el esquema de productividad hasta el 31 de diciembre de 2024.

Llegó Franco Agustín Vázquez, central zurdo de 20 años y 1.83 de estatura, otro más de la "cantera" del "Semillero del Mundo", que arriba a préstamo de Argentinos Juniors hasta diciembre de 2026. 

 

@elgallogustavo.



         📸: Argentinos Juniors.


domingo, 15 de junio de 2025

Con la ilusión como estandarte: Feliz DÍA del PADRE!

En otra gran demostración de fútbol, Morón fue ampliamente superior a Almirante Brown y "apenas" lo derrotó 2 a 0, en un resultado final que no refleja las enormes diferencias individuales y colectivas evidenciadas entre uno y otro.

Con este nuevo triunfo, el tercero consecutivo, para ampliar la racha actual a nueve sin derrotas, con siete victorias y dos empates, el equipo de Walter Otta comenzó la segunda rueda del torneo de la Primera Nacional, confirmando su gran momento, que lo ubica en el segundo lugar de la tabla zonal, con 33 unidades, a sólo tres puntos del único líder, Gimnasia y Esgrima de Jujuy.

Y por si fuera poco, el Gallo finalizó este raid de tres partidos en fila de local, con puntaje perfecto, venciendo merecidamente a un rival directo y muy "chivo", como Chaco For Ever, a otro de opaco presente, pero siempre candidato y con individuales de jerarquía, tal el caso de Colón de Santa Fe y como "frutilla del postre", el triunfo en el clásico, frente a Almirante Brown, a quien superó con holgura, con una "chapa" final de 2 a 0 que le "hizo precio" al conjunto de Isidro Casanova.

Repitiendo el once de inicio, del último sábado ante el "Sabalero" y fiel a su sana costumbre, el Gallo salió a apretar bien arriba a su rival de siempre y a imponer condiciones desde el pitazo inicial de Pablo Giménez, tanto es así que a los seis minutos de iniciado el pleito, la multitud del Gallo, presente en una noche más que desapacible, explotaría con el primer grito de gol en el Nuevo Francisco Urbano.

Luego de un buen encuentro por izquierda, la franja donde Morón hilvana sus mejores acciones, con Iván Vaquero (cada partido más sólido en su puesto), Mariano Bíttolo ("entre algodones", pero con una jerarquía, inteligencia y prodigalidad que disimulan cualquier molestia física), Fabricio Sanguinetti, Yair González y su homónimo, Gastón González (una vez más, como frente a Colón, de descomunal partido, jugando, corriendo y manejando pelota y tiempos), de un cruce entre Yair González e Ivo Costantino, el primero se iría con decisión rumbo al área de Almirante y ante la salida del arquero, la colocaría con precisión milimétrica por arriba, junto al poste izquierdo.

Con la temprana diferencia a su favor, el Gallo se asentarla aún más y profundizaría su presión y supremacía sobre una visita desbordada por todos lados, tanto es así que Morón bien pudo sacar diferencia de dos, antes de los 15' del primer tiempo, tras un rebote largo del "Mono" Ramiro Martínez, el "1" de la visita, que capitalizaría Gastón González, con una suerte de "cucharita", pero con potencia, para tratar de evitar la maraña y el desparramo de pies adversarios en la línea de gol, pero la pelota con destino irremediable de 2 a 0, iría a estrellarse injustamente contra el travesaño de Casanova.

De allí y hasta el final de la primera etapa, Morón se tomaría un "descanso" lógico, luego de tanta presión, lapso durante el cual, Brown intentaría generar algo de peligro, lo que recién conseguiría a los 39' del primer tiempo, con un remate "venenoso" de Gonzalo Flores, bien conjugado y rechazado al tiro de esquina por Julio Salvá, en el primer palo.

Mientras tanto, Morón daba la sensación de sentenciar el resultado cuando lo quisiera y afinara la última puntada, algo que no lograría en los primeros 45', dilapidando varias contras de peligro, por malas decisiones en los metros finales del área rival 

En el complemento, el equipo de Walter Otta volvería a "apretar" a su clásico rival contra su arco y bien pudo marcar el segundo, antes de los 10' de la segunda etapa, pero un rechazo sobre la línea, cuando todo el estadio gritaba la segunda conquista, seguiría manteniendo a Almirante en partido, por lo menos, desde lo numérico.

Lejísimo en el desarrollo, pero demasiado cerca en el resultado, Almirante nuevamente procuraría acercar peligro al arco de Salvá, algo que podría concretar en una ocasión, con el intento de remate de Enzo Cardozo (el lateral diestro, de lo mejor de la visita), ingresando al área grande, desviado con una "barrida" providencial de Vaquero, en una cobertura encomiable y fenomenal.

Sólido en defensa, con volumen de juego en el medio y los puntas solidarios y participativos, Morón no sufrió nunca, más allá del resultado injustamente corto, hasta que a los 37' del segundo tiempo y luego de una muy buena jugada colectiva, sobre el lateral izquierdo de la defensa visitante, el ingresado Facundo Báez asistiría a Gastón González, para que defina con la calidad y la claridad de siempre, y poner cifras definitivas en el resultado y un poco más ajustadas en los méritos de uno y otro equipo.

Ya con un hombre de menos, antes del segundo tanto del Gallito, Almirante terminaría con nueve, por una acción rarísima de Matías Belloso, que pareció agredir verbalmente a Franco Lorenzón, estando éste en el piso, recuperándose de un choque de cabezas y ante la roja decidida y directa de Pablo Giménez, increpar al árbitro, de tal manera que, por un momento, pareció con intenciones de tomarlo del cuello, para finalizar su "bizarra" expulsión, con una corrida enajenada rumbo al vestuario visitante, que en primera instancia pareció enfilada a tomársela con alguien de afuera del campo de juego.

En definitiva, una clara imagen de la confusión y la impotencia de una visita, desbordada por un Morón que lo demolió en los 90'.

Final del partido y del raid de partidos de local, con la marca ideal de otras tantas víctorias, para convertir al Gallo en un puño apretado y ese racimo de jugadores, cantando y festejando de cara a su gente, con la ilusión como estandarte.

3 de 3.

Y feliz día del PADRE!.



@elgallogustavo.



         📸: Eduardo Fabián Acuña.



miércoles, 11 de junio de 2025

Elías Contreras, el segundo del "invierno"

En las últimas horas, el Gallo concretó a su segundo refuerzo, que se suma a Ramiro Fergonzi, de cara al inicio de la segunda mitad del torneo de la Primera Nacional: se trata del mediocampista o extremo derecho, Elías Fabián Luis Contreras, que proviene de Sportivo Luqueño de Paraguay y a quien Walter Otta conoce de un paso reciente por Estudiantes de Buenos Aires.

Nacido el 7 de marzo de 1997 (28 años), en la provincia de Santa Fe, Elías Contreras hizo inferiores en Independiente de Avellaneda, llegando a jugar en la Reserva y firmando contrato profesional en julio de 2018, aunque sin debutar en la primera del "Rojo".

Un año después, el 2 de julio de 2019, Contreras es cedido a préstamo a Brown de Adrogué, en la Primera Nacional, debutando profesionalmente con la camiseta del "Tricolor", el 17 de agosto del mismo año, en el empate 1 a 1 frente a Atlético de Rafaela, ingresando a falta de doce minutos para el final del partido, en la primera de sus 18 apariciones.

De regreso a Independiente, tras su cesión en Adrogué, el 7 de octubre de 2020, Elías Contreras es nuevamente dado a préstamo, en este caso a Temperley, interviniendo en 38 partidos (cuatro por Copa Argentina) y convirtiendo dos goles en el "Gasolero".

Tras su retorno a Avellaneda, en diciembre de 2021, el 25 de enero de 2022, Contreras es cedido nuevamente a Brown de Adrogué, disputando 27 partidos (uno por Copa Argentina) y anotando un gol, en su segundo ciclo en el "Tricolor".

El 23 de enero de 2022 se incorpora ya como agente libre a Estudiantes de Buenos Aires, con Walter Otta como técnico, jugando 47 encuentros y convirtiendo cuatro goles, durante su estadía en Caseros.

En el medio, el 23 de junio de 2023 es cedido por Estudiantes de Buenos Aires a Güemes de Santiago del Estero, donde registra 16 presencias, sin goles, con el "Gaucho" santiagueño.

Tras su repesca a los seis meses y jugar todo 2024 con el "Pincha" de Caseros y tras la finalización de su contrato, el 3 de enero de 2025 se suma a Sportivo Luqueño, de la primera división del fútbol paraguayo, tomando parte en apenas dos encuentros, sumados a otras dos presencias en el banco de los suplentes, sin ingresar, totalizando 68 minutos efectivos en cancha, sin goles ni tarjetas.

Su último encuentro fue el 2 de junio del corriente, por la fecha 22 del Apertura paraguayo, en el empate 0 a 0 de local, frente a Ameliano.

En definitiva, Elías Fabián Luis Contreras, mediocampista o extremo diestro de 28 años y desde la fecha segundo refuerzo del Gallo, en la actual "ventana" de invierno, a préstamo hasta diciembre de 2026, registra un total de 143 partidos oficiales, 141 en nuestro país y dos en Paraguay, con siete goles convertidos como profesional, todos en nuestro medio.

Elías Contreras, el segundo del "invierno".


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domingo, 8 de junio de 2025

La ilusión que me condena

Morón consiguió un triunfazo frente a Colón de Santa Fe, en el postergado de la fecha 15 y finalizó la primera rueda con 30 puntos, en un expectante tercer puesto, a sólo tres unidades del líder zonal, Gimnasia de Jujuy, con un "sprint" final de ocho fechas sin derrotas, sustentado no sólo en los buenos resultados, sino en un rendimiento individual y colectivo que invita a la ilusión.

Con el único cambio obligado de Gastón González, en reemplazo del lesionado Pablo Ferreira, respecto del once de inicio que derrotara con esfuerzo y sacrificio, a un duro Chaco For Ever, hace una semana, en el mismo Nuevo Francisco Urbano, el equipo de Walter Otta jugó un gran primer tiempo, con un desgaste físico admirable, pudo sacar la diferencia con una definición exquisita de Fabricio Sanguinetti, tras una asistencia magnífica de Gastón González, uno de los más destacados, que jugó, ordenó y defendió (y hasta casi hace un golazo desde mitad de cancha), reivindicándose con apenas un partido de continuidad, de demasiadas críticas en los últimos tiempos, muchas de las cuales mal avenidas y desmedidas, para un jugador siempre importante, pero que en este torneo debió ser suplente, por el buen nivel del lesionado Ferreira.

En un primer tiempo parejo, ante un Colón de mala campaña, pero con el peso específico de sus nombres propios en cancha (tal el caso del "Puma", Emmanuel Gigliotti), y su historia reciente de campeón en la Liga Profesional y siempre con planteles ricos en individuales y en presupuesto, dada su obligación de rápido regreso a la máxima categoría de nuestro medio, el Gallo le opuso un "cara a cara" inteligente, presionándolo alto, para no dejar que sus medios progresen en el campo contrario con libertad, para obligarlo al error y con el paso de los minutos, a la desesperación de un "Sabalero" que necesita imperiosamente hilvanar una racha de triunfos, para acercarse siquiera a puestos de Reducido.

En un partido entretenido y de gran desgaste físico, "picante" y sin escatimar la "pierna fuerte", el Gallo supo controlar a su rival, más allá de una aproximación apenas iniciado el juego, de un centro desde la derecha, que por el sector opuesto del área, Tomás Gallay, el "11" santafecino, la elevaría por encima del travesaño.

Como contrapartida, el desequilibrio habitual del uruguayo Fabricio Sanguinetti, por el andarivel izquierdo, derivaría en un centro para que Emiliano Franco la empujara prácticamente al gol, pero una pierna salvadora la rechazaría providencialmente al tiro de esquina.

Entre dos equipos que evidenciaban propuestas ofensivas similares, procurando desnivelar desde las bandas, Sanguinetti resultaría el más "picante" del local, mientras que Federico Jourdan, instalado sobre la derecha del ataque visitante, haría que Iván Vaquero tuviese que "bailar con las más fea", respondiendo con eficacia en la marca de un elusivo y habilidoso número "8" de la visita.

En esa contexto de paridad referida, siempre Morón apareció como el más lúcido y peligroso con el balón en los pies, basado en su idea de juego colectiva, mientras que lo de Colón se circunscribía más a la voluntad que al juego asociado, potenciado por la aparición despareja de sus valores individuales, como Ignacio Lago, de dorsal "10" en el "Negro" santafecino.

Por eso, sobre la media hora del primer tiempo, Ivo Costantino recuperaría una pelota en el mediocampo (el sacrificio que aporta el "9" del Gallo es admirable), para que Gastón González, casi de primera y desde el círculo central, ensayara una asistencia magnífica con destino a la diagonal implacable de Fabricio Sanguinetti, entre el "2" y el "4" de Colón, para que el "7 bravo" de Morón "limpié" en velocidad, tal su costumbre, a ambos, en apenas unos metros y ante la salida del arquero, el "inoxidable" Marcos Díaz, la tocase de zurda y con clase rumbo al palo izquierdo, para el golazo de Morón y el delirio de todo el Oeste 

De allí y hasta el final de la etapa, habría más aproximaciones que llegadas con peligro en las áreas, "bancando" el Gallo sin demasiadas zozobras, una ventaja mínima que resultaba ajustada pero justa.

En el complemento y más allá de otra asistencia de gol, de Gastón González a Sanguínetti, esta vez definida de manera errática, apenas nomás iniciados los segundos 45', con el correr de los minutos, entre la necesidad del visitante y el desgaste físico, prodigado por el local, en especial en la primera etapa, que paulatinamente se iba haciendo cada vez más evidente, Colón manejó la acciones y se instaló en campo contrario, mientras que el equipo de Walter Otta apostó a una contra letal que liquidara el pleito definitivamente a su favor.

En la acción más clara de todo el encuentro, para la visita, Julio Salvá sacaría un remate "a quemarropa" del ingresado Lucas Bernardi, convirtiéndolo por esta enorme atajada y por otras (además de su manejo de los tiempos, cuando en los minutos finales Colón se venía con todo), en una de las figuras excluyentes del cotejo, casi como un acto de reivindicación para un Salvá que generó algunas resistencias, en su regreso al arco, tras su lesión, potenciadas por las buenas actuaciones de su reemplazo, Leandro Finochietto, pero como en el caso de Gastón González, más de una vez encarnizadas e injustas.

Con algo de sufrimiento en los instantes de cierre del partido (ya sin la figura fundamental de Mariano Bíttolo, lesionado y el debut del refuerzo, Ramiro Fergonzi), más por lo potencial, que podía generar un Colón que apostó, con escasas ideas, a los envíos aéreos, la defensa de Morón resistió siempre con eficacia y concentración (con un gran partido de Juan Manuel Cabrera, otro en el "podio"), dejando en infinidad de veces, en posición adelantada, a los puntas visitantes.

El pitazo final de Bruno Amiconi, de buen desempeño, resultó un bálsamo para los corazones del Gallito, que festejaron el segundo triunfo consecutivo, en esta seguidilla de partidos de local, que el próximo sábado finalizará recibiendo nada menos que a Almirante Brown, por la primera jornada de la segunda rueda.

Morón se quedó con tres puntos importantísimos, ante uno de esos rivales que, más allá de su buena o mala actualidad, marcan para qué está un equipo, de cara a la mitad final del torneo.

6 de 9.

Y que venga Brown.


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miércoles, 4 de junio de 2025

Ramiro Fergonzi, para reforzar la ofensiva del Gallo

Finalizada la primera rueda del torneo de la Primera Nacional y de este modo, abierto el libro de pases de invierno, el Gallo iría en búsqueda de un zaguero por izquierda (tras la confirmación de la condena judicial a Nahuel Zárate, que lógicamente ya no forma parte del plantel) y de un delantero, concretando en las últimas horas, la llegada de un apellido conocido en la categoría, para la faz ofensiva: hablamos de Ramiro Ezequiel Fergonzi, de último paso en el Persik Kediri, de la exótica Shopee Liga 1, primera división del fútbol de Indonesia.

Nacido el 14 de mayo de 1989 (36 años), en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Ramiro Fergonzi tuvo su debut profesional en 2008, en Colegiales, por entonces en la Primera "C" (obteniendo el campeonato y el ascenso con el "Tricolor" de Munro) y disputando tres partidos, sin convertir goles, siendo cedido a préstamo, a Unión San Felipe de Chile, en diciembre de 2010, con seis presencias y 133 minutos efectivos de juego, sin goles convertidos. 

A su regreso en Munro, con el "Tricolor" en la "B" Metropolitana, en junio de 2011 y hasta junio de 2014, Fergonzi intervendría en 75 cotejos, con 23 goles, lo que generaría el interés de Deportivo Español, por entonces también en la "Metro", disputando 54 encuentros con el "Gallego", de julio de 2014 a diciembre de 2015, con ocho tantos.

En 2016, Ramiro Fergonzi emigra a Almirante Brown, en la "B" Metropolitana, tomando parte en 18 partidos, con cuatro goles convertidos con la camiseta del "Mirasol".

El 11 de agosto de 2016 se "muda" a Flandria, por entonces en la Primera Nacional, disputando 44 cotejos y convirtiendo seis tantos en el "Canario".

Más tarde, el 8 de agosto de 2017 emigra a Santiago del Estero, para vestir la casaca de Atlético Mitre, en el Nacional, interviniendo en 22 encuentros, sumando 1896 minutos efectivos de juego, además de anotar cuatro goles, ser amonestado en cuatro ocasiones y expulsado en otras dos, una por doble amarilla y la restante por roja directa.

El 14 de junio de 2014 ficha para el Patriotas Boyacá, de la segunda división del fútbol colombiano, tomando parte en 17 cotejos, con dos goles convertidos en la campaña y 870 minutos en cancha.

En 2019, Ramiro Ezequiel Fergonzi se suma al Bhayangkara, de la segunda división del fútbol de Indonesia, tomando parte en 15 partidos, con 1245 minutos efectivos, cuatro tantos convertidos y una expulsión por doble amonestación.

Ese mismo año, Fergonzi recala en la segunda categoría del fútbol mexicano, más precisamente en el Atlético Zacatepec, donde disputa diez cotejos, con 531 minutos de juego, además de anotar un gol y resultar amonestado en una ocasión, sin tarjetas rojas.

En enero de 2020 regresa al país, como refuerzo de Chacarita Juniors, hasta junio de 2021, totalizando 22 encuentros con el "Funebrero", con cuatro goles convertidos, dos tarjetas amarillas y 654 minutos en cancha.

En junio de 2021, vuelve a emigrar, en este caso rumbo al fútbol peruano, para desempeñarse en Alianza Atlético Sullana, de la primera división, interviniendo en 14 partidos, con 814 minutos efectivos en cancha, dos tantos y una amonestación.

El 6 de enero de 2022 se "muda" al exótico fútbol de Indonesia, fichando para el Persipura Jayapura, de la primera división, jugando 14 encuentros, con 1167 minutos de juego, además de convertir tres tantos y resultar amonestado en una oportunidad.

El 7 de junio del mismo año emigra al Persita Tangerang, también en la máxima categoría de Indonesia, donde en dos temporadas, interviene en 68 partidos, convirtiendo 23 goles, con once tarjetas amarillas y un total de 5594 minutos efectivos en cancha.

Finalmente, el 9 de julio de 2024, Ramiro Fergonzi emigra al Persik Kediri, de la primera división de Indonesia, disputando 29 cotejos, con nueve goles y una asistencia, además de resultar amonestado en una ocasión y ser expulsado en otra, por roja directa, totalizando 2502 minutos de juego. 

Su último partido oficial fue el pasado viernes 23 de mayo, en la derrota del Persik, 2 a 1 de local frente al Borneo FC, convirtiendo el tanto de su equipo y jugando los 90 minutos.

En definitiva, Ramiro Ezequiel Fergonzi, delantero centro diestro, que también puede desempeñarse como extremo por ambos flancos, de 36 años y procedente del fútbol de Indonesia y desde la fecha, refuerzo del Gallo a préstamo hasta diciembre de 2026, totaliza 436 partidos oficiales, 311 en nuestro país y 125 en el exterior, con 67 goles convertidos como profesional, 38 en nuestro medio y 29 fuera del país.

Ramiro Fergonzi, para reforzar la ofensiva del Gallo.


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domingo, 1 de junio de 2025

Morón "For Ever"

Tras el empate con "sabor a poco" en Santiago del Estero, el Gallo iniciaba el raid de tres partidos consecutivos de local, frente a un duro rival, directo en la lucha por el Reducido, como Chaco For Ever, consiguiendo una laboriosa victoria 2 a 1, luego de un buen primer tiempo y un complemento en que fue superado por su rival, pero sin embargo supo reponerse del empate transitorio para quedarse con los tres puntos.

Con la única modificación del regreso de Juan Manuel Cabrera, por el lateral derecho, en lugar de Gerónimo Ulibarri, de buen partido frente a Mitre, el equipo de Walter Otta se vio sorprendido en los minutos iniciales, por un conjunto chaqueño que supo incomodarlo en el mediocampo, para impedirle el manejo del balón acostumbrado, a partir del cual el Gallo genera lo mejor y más peligroso de su juego.

Sin llegadas claras en los arcos, con el correr de los minutos, Morón pudo revertir esa supremacía rival de inicio, recostando a Yair González por izquierda, cuyos encuentros con Mariano Bíttolo y Fabricio Sanguinetti comenzarían a inclinar la balanza de los merecimientos en favor del local.

Así las cosas, el Gallito avisaría con una gran maniobra individual por el carril zurdo, del uruguayo Sanguinetti, cuyo centro iría "teledirigido" a la cabeza de Ivo Costantino, que imponiéndose a su marcador en el salto, metería un frentazo que parecía con destino irreversible de red, pero el envío se iría apenas ancho sobre el poste zurdo del arquero visitante.

Un par de minutos más tarde de aquella acción, a los 23 minutos del primer tiempo, un tiro de esquina desde la izquierda, a cargo de Yair González, sería "peinado" al arco por Sanguinetti, en el primer palo, y ante el rechazo hacia adelante de Gastón Canuto, el golero de la visita, Emilio Lazza, en posición de "9" y con la potencia de un centrodelantero, vencería la resistencia del arco chaqueño, con un "zapatazo" inatajable, al mismo primer palo, para el merecido 1 a 0 del Gallito.

En los minutos subsiguientes a la apertura del marcador, Morón profundizaría su dominio y estaría cerca del segundo, en un par de ocasiones muy claras, como en aquella entrada por derecha de Emiliano Franco, cuyo remate rasante se iría pegado al caño izquierdo del arquero del "Negro" chaqueño.

Sin embargo, en los instantes finales de la primera mitad, Chaco For Ever respondería con peligro, también en un puñado de ocasiones, con un Matías Romero, "picante" y "endiablado", el mismo que la temporada pasada vistiera la casaca da Morón, con un rendimiento paupérrimo.

Ya en el complemento, la necesidad de alcanzar el empate llevaría a la visita a jugar unos metros más adelante, mientras Morón defendería demasiado cerca de su arco, en una tarde en la que la defensa del Gallo no ofrecería la seguridad y garantías de otras jornadas.

Con más decisión que fútbol, pero a partir del desequilibrio de Franco Perinciolo, su número "11", de gran partido, secundado por el "10", Santiago Valenzuela, de a poco Chaco For Ever iría arrinconando a Morón contra Julio Salvá, tanto que a los ocho minutos de la etapa final, nada menos que Matías Romero, que ya se había insinuado con peligrosidad en un par de oportunidades, esta vez no perdonaría el cierre a destiempo de Lazza, para colocarla de derecha, bien ceñida al poste izquierdo de Salvá, con una gran definición, igual de ajustada pero con mayor puntería que aquél penal en Mataderos, que estrellara en el mismo poste zurdo, con el dorsal "9" del Gallo, en la pasada campaña.

Luego del empate, Morón acusaría recibo del cimbronazo y la pasaría mal, ante una visita retemplada en su ánimo con el uno a uno, hasta que a los 20' del segundo tiempo, y quizá en el peor momento colectivo del Gallo, Yair González recibiera el balón de Mariano Bíttolo (el más destacado de Morón) y armara la jugada a la cual nos tiene acostumbrados, con el recorte de izquierda al centro y el remate letal, que iría a "dormir" al fondo de la red visitante, pese al esfuerzo infructuoso de Canuto, para el 2 a 1 y el desahogo de todo el Oeste.

De allí y hasta el final, con un desarrollo "roto" en el mediocampo, Morón apostaría a una contra para liquidar el pleito (y las tuvo, pero no podría aprovecharlas, entre la falta de puntería propia y las buenas intervenciones del "1" visitante), mientras que For Ever iría con decisión en procura del empate, obligando a Salvá a "revolcarse" en un par de ocasiones, en una tarde, como quedara dicho, en que la defensa del Gallo no ofreciera la solidez de cotejos anteriores.

Con el pitazo final de Lucas Comesaña, de correcto arbitraje, Morón se alzaría con un triunfo importante y trabajado, frente a un rival directo, duro y complicado.

Ahora, al término de la primera mitad del torneo y en un receso sin descanso, el Gallito buscará su segundo triunfo en fila en el Nuevo Francisco Urbano, cuando el próximo sábado reciba a Colón de Santa Fe, en el encuentro postergado de la 15° fecha.

Morón "For Ever" y...

... 3 de 9.


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       📸: Deportivo Morón.


lunes, 26 de mayo de 2025

Empate con "sabor a poco"

Luego del descanso obligado, por el temporal que impidiera disputar el cotejo frente a Colón de Santa Fe, en el Nuevo Francisco Urbano, el Gallo volvió a ser visitante, de Mitre en Santiago del Estero, trayéndose un punto con "sabor a poco", dadas las chances que tuvo Morón para abrir el marcador, incluyendo un penal malogrado por Ivo Costantino, en el cierre de la primera etapa.

Jugando por momentos bien y en otros no tanto, pero siendo superior a su rival, en un escenario siempre esquivo para el Gallito, el equipo de Walter Otta tuvo sus oportunidades y mereció mejor suerte, pero una vez más falló en la definición, lo que le impidiera volverse al Oeste con tres puntos del interior, una de las grandes asignaturas pendientes del Deportivo Morón, a lo largo de su historia en la Primera Nacional.

Con tres cambios respecto de su último partido, en el empate a uno con Temperley en Turdera, esto es, los ingresos de Gerónimo Ulibarri (tras larga ausencia y de buen partido) y Emiliano Franco, por los suspendidos Juan Manuel Cabrera y Santiago Kubiszyn, y de Emilio Lazza en reemplazo de Nahuel Zárate, quien rescindió su vínculo con la institución, tras rechazar la Corte Suprema, el recurso de queja interpuesto por su defensa y con ello, quedar en firme la condena a cinco años de prisión, por un siniestro de tránsito en el que perdieran la vida dos personas, Morón debería reconfigurar su defensa, que salía casi de memoria y venía rindiendo con creces y además, demostrar que la situación de Zárate, conocida desde la firma de su contrato, no impactaría en un grupo cuya consolidación se venía manifestando dentro del campo de juego.

Desde el comienzo del pleito, en Santiago del Estero, Morón procuraría manejar el balón y asumir el protagonismo desde el minuto cero, aunque sin generar peligro en el arco de Mitre, mientras que el local, obligado a jugar de contra, contaría con una chance muy clara, a los 10' de juego, a partir de una buena incursión por derecha de su número "10", Santiago Rosales, y que ante la salida de Julio Salvá, habilitaría por el centro al "7", Axel Batista, cuyo remate de primera impactaría en la base del poste zurdo, para luego perderse fuera del campo del juego.

Tras este primer sofocón del Gallo en su defensa, una de las escasas jugadas bien hilvanadas por la ofensiva de Mitre, Morón ajustaría las marcas, sin resignar por ello el protagonismo, monopolizando la pelota, pero fallando en el pase final, ese que le permitiese colocar a uno de sus delanteros de cara al arquero local.

Cuando la primera mitad se extinguía casi sin emociones por ambos lados, de un tiro de esquina desde la derecha, a cargo de Yair González, sobre el sector opuesto, Facundo Wiechniak, primer marcador central santiagueño, tomaría a Ivo Costantino en el área, hasta hacerlo caer, ante la vista de Fabrizio Llobet, árbitro del partido, que sorprendería con la sanción del penal, dada su tradicional característica de arbitraje "localista", máxime en las provincia y en plazas "políticamente" complicadas como Santiago del Estero.

Así las cosas, en tiempo cumplido del primer tiempo, Morón tenía la chance de ponerse en ventaja y darle mayor merecimiento a un empate a cero, "amarrete" para el mejor desempeño del Gallo, pero el remate rasante y anunciado del propio Costantino, sobre el poste izquierdo del arquero, no haría otra cosa que destacar la figura del joven arquero local, Luciano Jachfe, que evitaría la apertura del marcador, adivinando las intenciones del "9" visitante y privando a la visita de irse al descanso con una ventaja justificada.

Ya en el complemento, Morón no permitiría la reacción anímica de su rival y lejos de "quedarse", presionaría aún más por el desnivel a su favor, contando con otra chance muy clara, esta vez en los pies de Yair González, con una buena acción individual, ingresando desde la izquierda y recortando hacia el centro, para sacar un derechazo apenas ancho, junto al "caño" derecho del "1" de Mitre.

Con el correr de los minutos, el local emparejaría las acciones, con más ganas que fútbol y le robaría a la visita el rol de protagonista, aunque sin generar riesgo alguno al arco de Salvá, más allá de una acción que terminaría en gol, pero finalmente anulada por una clara posición adelantada de Lucas Ríos, el "9" de Mitre, autor del cabezazo que terminaría dentro del arco, invalidada de manera correcta por Fabrizio Llobet.

En el arco de enfrente y ya plantado de contra, el Gallito contaría con otra opción inmejorable para abrir el marcador, con una gran jugada por derecha de Pablo Ferreira (el más destacado de Morón y del partido), cuyo centro al área, dejado pasar por Costantino, caería en los pies de Iván Vaquero, ingresando solo por el sector opuesto, que con el arco desguarnecido y con todo a su favor para gritar la apertura del marcador, su remate de zurda con destino de red, encontraría la pierna salvadora de Facundo Wiechniak, en la línea de gol, para salvar a Mitre una vez más.

De allí y hasta el pitazo final del árbitro, el partido se "rompería", con la pretensión en ambos de llevarse el triunfo, ya sin medios y con escaso resto físico para torcer el rumbo de un empate sin abrir el marcador.

En la previa y en el caso de Morón, llevarse un punto de Santiago no resultaba para nada un "mal negocio", aunque dadas las chances malogradas, entre ellas, el penal a favor, en el epílogo del primer tiempo, terminó por resultar con "sabor a poco", puesto que el equipo de Otta mereció y debió traerse la victoria, pero una vez más la falta de contundencia lo privó de un mejor resultado.

Ahora, llega una seguidilla de tres cotejos de local (Chaco For Ever, el suspendido frente a Colón y la primera fecha de la segunda rueda, ante Almirante Brown), para "hacerse fuerte" en el Nuevo Francisco Urbano, afianzarse en puestos de Reducido y por qué no, acercarse a la punta de la Zona "B".

Pero, "paso a paso".

1 de 3.


@elgallogustavo.




      📸: Mitre (SdE).



lunes, 12 de mayo de 2025

Punto que suma, afianza y confirma

El Gallo "sacó pecho" en Turdera y sacó adelante un partido complicado frente a Temperley, para llevarse un punto valioso del Sur del Gran Buenos Aires, a pesar de jugar con un jugador de menos todo el segundo tiempo.

En efecto, frente a un rival con individuales de jerarquía y en un escenario reducido y siempre esquivo (tanto es así, que Morón no gana allí desde 2010), el equipo de Walter Otta en otra muestra de carácter, supo sobreponerse a un arbitraje lamentable de Felipe Viola y de su asistente número uno, Ariel Scime, que ente ambos convalidaron un gol viciado de nulidad, a cargo de Fernando Brandán, a los 40 de la etapa inicial, luego de una pelota "peinada" por el "Animal" Luis López, que Brandan, no menos de un metro por delante de la línea del último defensor visitante, aprovecharía el grosero error del dúo arbitral para definir con calidad, con efecto al segundo palo de Julio Salvá, para adelantar al "Gasolero" en el marcador, en un partido parejo y de supremacía repartida, hasta ese momento.

Por si fuera poco, a los 48' de la misma primera mitad, Santiago Kubiszyn, que estaba teniendo un buen desempeño, llegó a destiempo a disputar una pelota con Adrián Aguirre, el volante central y capitán local, provocando un contacto que el experimentado futbolista "Celeste" exageraría sin pudor, determinando la expulsión por roja directa al "8" de Morón, mitad por nerviosismo propio (agudizado por saberse perjudicado en la jugada del gol de Temperley) y mitad por las artimañas de un Arregui que se pasó todo el partido hablándole al árbitro y tratando de "sacar" a los rivales, en especial a los más jóvenes, como Yair González, Pablo Ferreira y el propio Kubiszyn.

Como quedara dicho, con el regreso de Julio Salvá al arco, tras recuperarse de un desgarro, en lugar de Leandro Finochietto, que respondiera de gran manera en todos los partidos en que le tocó reemplazarlo y el retorno de Franco Lorenzón a la zaga, tras purgar la fecha de suspensión, por su expulsión en Caseros, en sustitución de Emilio Lazza, Morón comenzó mejor el duelo en Turdera, quitándole la pelota a Temperley y siendo "vertical" en ofensiva, generando algunas situaciones de riesgo, frente al arco defendido por Ezequiel Mastrolía, el mismo que el 6 de junio de 2017, atajara para Platense, en la consagración del Morón campeón de Walter Otta en la Primera "B" Metropolitana, con el inolvidable triunfo por 2 a 1 en un Nuevo Francisco Urbano "explotado" de público.

Con el correr de los minutos y más por empuje que por buen juego, el local habría de emparejar el trámite del partido, aunque sin generar peligro en el arco defendido por Salvá.

Hasta que a los 40' del primer tiempo, el gol en claro off side cambiaría el curso de las cosas y ni hablar, con la roja a Kubiszyn, en el tercer y último minuto agregado al tiempo reglamentario.

Ya en el complemento, antes de los diez minutos de la segunda etapa, Otta mandaría al campo de juego, en inmejorables condiciones del "Alfredo Beranger", a Emiliano Franco en lugar de Yair González, Gastón González por Mariano Bíttolo y a Facundo Báez en lugar de Fabricio Sanguinetti, sin tanta gravitación, en un escenario de dimensiones más reducidas, para poder explotar su velocidad por las bandas.

Precisamente, el juvenil Facundo Báez resultaría fundamental para que Morón lograse el empate, que incluso hasta pudo ser triunfo, puesto que sería un factor determinante para desequilibrar a la defensa de Temperley, tanto sea en función ofensiva, como unos metros más retrasado, en rol de "lanzador" para las corridas o los "pivoteos" de Ivo Costantino, una vez más, de buen partido y ganando todas las pelotas en la "cancha de arriba", además del gol y un remate "a quemarropa", bien resuelto por Mastrolía.

En uno de esos intentos, de un tiro de esquina desde la derecha del ataque visitante, Franco Lorenzón peinaría el balón, en medio de un entrevero de jugadores en el área, más propio de un maul de rugby que de una acción futbolera, para que la pelota le quedara a Juan Manuel Cabrera, apareado y sujeto de todos lados por su marcador en el área chica, pero que aún así sería capaz de tocarla apenas de zurda, en un remate que parecía perderse junto al poste izquierdo del arquero, hasta que apareciera el "9", Ivo Costantino, sólo entre tantos agarrones a la vista del árbitro, para corregir la trayectoria del balón y empujarla al merecido y festejado gol del empate del Gallito, a los 28 minutos del segundo tiempo.

Y como dijimos, hasta pudo ganarlo, con una pelota bien ganada y defendida en el medio por Facundo Báez, que habilitaría de gran forma a Gastón González, en una contra letal y con la defensa local mal parada, pero Gastón González se apuntaría y no definiría bien ante el "achique" de Mastrolía, para quedarse con una pelota fundamental, cuando además, por izquierda, llegaba solo y sin marcas, Costantino para empujarla una vez más al fondo de la red.

Y también lo tuvo el mismo Báez, en otro contragolpe punzante y bien hilvanado, pero en este caso, sin posibilidad de pase claro, optaría por definir desde afuera y de emboquillada, pero el balón se iría apenas ancho por sobre el travesaño.

Temperley, por su parte, también tendría un par de ocasiones claras, la primera en una entrada franca de Brandan, por el centro del área y su remate de "cachetada" se iría al lado del poste diestro de Salvá (cuando el partido todavía lo ganaba el local) y una salvada providencial de Nahuel Zárate, en el área chica, tras un centro "envenenado" desde la izquierda, a cargo del ingresado Gabriel Esparza.

Con el pitazo final de Felipe Viola y las quejas de ambos lados, pero en especial de Morón, que además de Kubiszyn, minutos después del gol en off side local, Félix Benito también resultaría expulsado, el Gallo se quedaría con un "puntazo", pese a la bronca lógica del momento, por el rival, el escenario y fundamentalmente, por cómo se dio el partido, con la desventaja en posición adelantada y el tener que afrontar todo el segundo tiempo, abajo en el resultado y con un jugador menos.

Otra prueba de carácter para un equipo que se va consolidando partido tras partido y que demuestra entereza para sobrellevar momentos desfavorables y situaciones de injusticia futbolera.

Ahora, es tiempo de recibir a Colón de Santa Fe, en el Oeste, que no llega en su mejor momento, ni mucho menos, pero que pese a ello, no deja de ser una buena medida, con individuales de gran jerarquía.

Punto que suma, afianza y confirma.


@elgallogustavo.



       📸: Deportivo Morón.


domingo, 4 de mayo de 2025

Ganó, gustó, goleó e lusiona

Morón apabulló a Defensores Unidos de Zárate, en el Nuevo Francisco Urbano, con un 4 a 0 que incluso le quedó "corto" en el resultado, para hilvanar su cuarto triunfo consecutivo y encaramarse en los primeros puestos de su zona, con otra actuación sobresaliente que invita a soñar en grande.

Con dos modificaciones en el once de inicio, respecto del equipo que saltara al "Ciudad de Caseros", hace una semana, con la ausencia obligada de Franco Lorenzón (expulsado ante Estudiantes), reemplazado por Emilio Lazza y el retorno de Yair González (quien viera la roja en Mataderos), en lugar de Lautaro Disanto, el equipo de Walter Otta pudo sacar una rápida ventaja para acomodar el partido a sus necesidades y no darle margen alguno al CADU de Felipe de La Riva, de sorprender al Gallo con alguna contra, en el amanecer del juego.

En efecto, con apenas seis minutos en el reloj, Fabricio Sanguinetti armó un jugadón por la derecha, recibiendo el pase en profundidad, controlando el balón y emprendiendo una carrera para sacarle dos metros de ventaja a Facundo Laumann, el primer zaguero central visitante, incursionando con pelota dominada dentro del área y ante la salida del arquero, tocarla con categoría junto al palo diestro, para darle la primera ventaja al Gallo, cuando poco y nada había pasado en el desarrollo del cotejo.

Por si fuera poco, para un Defensores Unidos con escasos recursos, la temprana expulsión de su lateral zurdo, Facundo Rassol, por doble amarilla, terminaría de "sepultar" las escasas chances de equilibrar el juego y el resultado, de un CADU que apenas lograría llevar algo de riesgo al arco de un muy tranquilo Leandro Finochietto, casi en el cierre del primer tiempo.

Con la tranquilidad de la diferencia a su favor, Morón comenzaría, primero, a justificar la ventaja y con el correr de los minutos, directamente a jugar a voluntad, haciendo correr el balón a la ancho del campo de juego, sumando pases y tomando el control absoluto del desarrollo, que por muchos momentos resultara abrumador para un Defensores Unidos impotente y espectador de lujo de un Gallo que le iría propinando un "baile" pocas veces visto.

En ese contexto, era de esperar que, cuando se lo propusiera y afinara la puntería, un equipo de Walter Otta que jugaba a voluntad, lograría ampliar el resultado, algo que finalmente se produciría a los 32' del primer tiempo, a partir de otra excelente triangulación entre Iván Vaquero, Sanguinetti y Mariano Bíttolo, una vez más de gran partido, para que el capitán de Morón, haciendo equilibrio sobre el ángulo del córner izquierdo y con la marca encima, habilitara a Emiliano Franco, fuera del área, para que sacara un remate de derecha que, previo rebote en Agustín Osinaga, el segundo zaguero central de la visita, descolocara al arquero, para el 2 a 0 del Gallo, en una noche que ya asomaba de festejo para el público moronense.

El mismo Franco, otro de buen partido, que había ingresado minutos antes en lugar del lesionado Pablo Ferreira, pudo ampliar el marcador antes del cierre de la primera etapa, cuando rematase dentro del área, con el arco desguarnecido, pero Facundo Laumann evitara el gol sobre la línea, y en el rebote, Alejando Sánchez, arquero del "Celeste" de Zárate, le "ahogara" el tercer grito a Juan Manuel Cabrera, una vez más en el podio de los más destacados, dentro de un rendimiento individual superlativo y sin puntos bajos.

Ya en el complemento, Morón se tomaría un "respiro" en su intensidad, en los minutos iniciales, algo que aprovecharía Defensores Unidos para intentar hacerse de la pelota e incluso ir en búsqueda del descuento, que lo retornase al partido, pero a los 10' de la etapa final, otra buena jugada individual del uruguayo Sanguinetti, desbordando sobre la banda izquierda, le permitiría a Ivo Costantino, ingresando por el palo opuesto, empujar la pelota al tercer tanto del Gallo, para clausurar cualquier atisbo de recuperación en la visita, con muchísimo partido por delante.

Y cuatro minutos más tarde, a los 14' del segundo tiempo, luego de una gran acción colectiva, con infinidad de pases y paciencia para encontrar al compañero desmarcado, un excelente pase de Emiliano Franco dejaría solo a Mariano Bíttolo, de cara al arco, ingresando por el vértice izquierdo del área grande, para sacar un remate esquinado y preciso, contra el poste zurdo del arquero, para que el capitán del Gallo festeje su primer tanto con esta camiseta y el Oeste delire con un 4 a 0 más ajustado a las enormes diferencias entre uno y otro equipo dentro del campo de juego.

De allí y hasta el final, aún regulando el esfuerzo y con varios cambios, Morón pudo ampliar aún más el resultado, con un par de remates de Yair González y más tarde, a través de un par de situaciones claras en los pies del ingresado Renzo Reynaga, la segunda, impedida por una gran reacción del "1" visitante.

Con el pitazo final de un correcto Wenceslao Meneses, árbitro debutante absoluto en la categoría, el equipo de Walter Otta confirmaría todo lo bueno evidenciado en su raid fuera de casa, con sus resonantes triunfos en Mataderos y Caseros, para redondear otra actuación sobresaliente, apabullando a Defensores Unidos y consiguiendo lo que muchas veces, parece fácil en la previa y complicado en el terreno: marcar las claras diferencias entre uno y otro contendiente, con contundencia y sin dejar duda alguna, a partir de un juego de alto vuelo.

Ahora será tiempo de visitar a otro "Celeste", para procurar romper otra racha adversa de varias años sin triunfos, frente a Temperley en el "Alfredo Beranger", a quien no se le gana desde 2010.

Con la moral a pleno y la ilusión como estandarte.


@elgallogustavo.



       📸: Eduardo Fabián Acuña.


domingo, 27 de abril de 2025

En la "batalla de Caseros", el Gallo hizo historia

Y en otra prueba de carácter, el Morón de Walter Otta hilvanó su tercer triunfo en fila, con una gran victoria frente a un rival siempre difícil, como Estudiantes de Buenos Aires, en un reducto históricamente complicado, como lo es el "Ciudad de Caseros", donde no se imponía desde hacía 17 años, más precisamente desde el 10 de octubre de 2008, en el triunfo también por la mínima, con gol de (quién otro podría ser?), el eterno Damián Emilio Akerman.

En un partido donde no pudo repetir la brillante exhibición del primer tiempo frente a Nueva Chicago, de hace una semana, en el "República de Mataderos", por la diferencia de jerarquía entre rivales, pero fundamentalmente porque Estudiantes de Buenos Aires le "robó" la pelota al Gallo y Morón debió resignar tenencia, pero no protagonismo y ganas de quedarse con los tres puntos, el Gallo supo cerrarse bien en su campo y aprovechar el contragolpe para "lastimar" a su rival, tal como ocurriría en la gran acción que definiría el rumbo final de un encuentro parejo y disputado, como cada vez que se encuentran Morón y el "Pincha" de Caseros.

Con la única modificación obligada de Lautaro Disanto en lugar del suspendido Yair González, expulsado en Mataderos, el Gallo se plantó mejor en los minutos iniciales del cotejo, procurando repetir la presión alta que tan buenos dividendos le diera ante el "Torito", pero en este caso, se encontraría con un Estudiantes bien trabajado por el "Lobo" Andrés Montenegro y sin fisuras en la salida de su última línea.

Con el paso de los minutos, el "Pincha" comenzaría a manejar el balón en el medio y a ganar la "batalla" de los rebotes y las "segundas pelotas" en el mediocampo, con una labor despareja de los medios visitantes: a otro muy buen partido de Pablo Ferreira, en franco crecimiento y retorno a su mejor nivel, como contrapartida, un Santiago Kubiszyn sacrificado, pero nuevamente errático e impreciso en algunos pases, pese a mejorar sustancialmente en el segundo tiempo de un encuentro "caliente", cuando había que poner la pelota bajo la "suela" y defender el resultado a favor, desde la tenencia y si es posible, mejor en campo ajeno.

En un primer tiempo casi sin situaciones frente a los arcos, los más peligroso del local sería su centrodelantero, Darío Rostagno, de interesantes movimientos y difícil de marcar, por contextura física y dotes técnicas, tanto es así que además de provocar la amonestación de casi toda la defensa del Gallo (en esa primera etapa, ya habían quedado condicionados Franco Lorenzón y Nahuel Zárate, a quienes se sumaría el capitán, Mariano Bíttolo) y generar la acción individual más peligrosa de los 45' iniciales, con una media vuelta y una remate al arco, bien contenido por Leandro Finochietto, una vez más, sólido cada vez que los llamaran a intervenir.

Por el lado de Morón, apenas un desborde de Fabricio Sanguinetti por izquierda, que Ivo Costantino estuviese a centímetros de conectar, en el área chica, puede contabilizarse como la jugada visitante de mayor riesgo, dentro de un desarrollo más peleado que jugado.

Ya en el complemento, Estudiantes sorprendería con otra acción peligrosa, en el amanecer de la etapa final y pese a mantener el control de las acciones, a partir del monopolio de la pelota, no preocuparía demasiado a la segura defensa del Gallo, más allá de algún centro cruzado, que generara de las pocas dudas evidenciadas por la última línea visitante, con un parejo nivel de sus laterales y zagueros (Juan Manuel Cabrera sacó todo, de arriba y de abajo), pero con el destacado de Nahuel Zárate, precisamente un ex "Pincha" de Caseros.

Hasta que a los 17 minutos del segundo tiempo, de un ataque local bien controlado, en la "medialuna" del área de Morón, Mariano Bíttolo sacaría un pase fenomenal, propio de un jugador de su jerarquía, para que la categoría de otro, como Fabricio Damián Sanguinetti, hiciera el resto, con una corrida implacable para dejar atrás a su marca y ante la salida apresurada de Matías Budiño, la "picara" por encima del arquero, con enorme clase desde afuera del área, para enviarla de "emboquillada" y con precisión "quirúrgica" rumbo al golazo de Morón, una auténtica "obra de arte" en dos toques magistrales.

Con la diferencia a su favor, Morón permitió que la desesperación de Estudiantes manejara el balón, acercando alguna acción de peligro, más en lo potencial que en lo real, mientras  que el Gallo tuvo dos muy claras, con diferencia de un par de minutos, primero con un desborde de Costantino por izquierda, que un defensor local, apenas alcanzara a "puntear" el centro, cuando el uruguayo Sanguinetti se aprestaba a gritar el segundo gol y luego, con una buena jugada de la misma banda zurda hacia adentro, a partir de otro bien partido de Iván Vaquero, que finalizaría con un remate apenas desviado de Kubiszyn.

A los 25' de la etapa complementaria, primero el "Pincha" se quedaría con diez, por un "patadón" de Santiago Briñole, el "cinco" de Caseros en perjuicio de Pablo Ferreira y después, a los 34' del segundo tiempo, una vez más el Gallo terminaría con uno menos, en esta ocasión por la expulsión por doble amonestación de Franco Lorenzón, que debió sujetar con sus brazos al "9" local, intratable cada vez que recibió de espaldas y pretendió darse vuelta rumbo al arco de Morón.

Más allá de alguna pelota parada, el equipo de Walter Otta no sufriría el final del partido, con el pitazo final de Ariel Penel, de correcto arbitraje, para que los tres puntos viajaran a Morón, luego de 17 años sin alegrías en el "Ciudad de Caseros".

Al cabo de un "raid" futbolero harto complicado, por lo menos en la previa, con dos cotejos de visitante, nada menos que en Mataderos y Caseros, el Gallo consolidó la evolución demostrada en la goleada precedente ante Talleres de Remedios de Escalada, para sumar tres triunfo al hilo, acomodarse en zona de Reducido y lo más importante, aún con tanto torneo por delante: demostrar y demostrarse que, jugando un partido brillante y otro regular, cuenta con el rendimiento colectivo y la calidad individual para pelear e ilusionarse.

En la "batalla de Caseros", el Gallo hizo historia.


@elgallogustavo.



      📸: Deportivo Morón.