lunes, 22 de abril de 2024

"Desmoronados"

Un Morón sin respuestas futbolísticas ni anímicas, "deambuló" sin rumbo por Río Cuarto y volvió a perder, casi sobre el final de otro pobre partido de los dirigidos por Fabián Nardozza, para "hivanar" su segunda derrota consecutiva, con apenas un punto de los ultimos nueve en disputa.

Otra vez, cometiendo errores decisivos para el resultado, en su extrema defensa, con un mediocampo sin ideas y una ofensiva ausente, el Gallo prolongó su pálida imagen de hace una semana atrás, en la caída frente a Colón de Santa Fe, en el Oeste, claro está que esta vez, se vio superado por un equipo muy inferior al "Sabalero", que más allá de la buena racha que atraviesa de momento, demostró ser un conjunto "ordinario" y de escasos recursos, pero aún así, mejor que un Morón para el olvido y de lo más pobre visto en los últimos tiempos.

Con el regreso de Facundo López, al once inicial, en lugar de Rodrigo Arciero y por consiguiente, con el corrimiento de Brian Machuca, una vez más, como lateral diestro, en el primer tiempo y tras algunos minutos de dominio local, Morón supo acomodarse mejor al partido, por lo menos desde lo territorial, pero con un manejo del balón  intrascendente, tanto es así que apenas lograría inquietar al arquero local, con un par de remates de larga distancia, a cargo de Juan Manuel Olivares y en una "trepada" ofensiva de Agustín Gómez, en la única acción sorpresiva, de una visita repetida, previsible y hasta podría decirse que temerosa en sus movimientos, para no cometer algún yerro que le cueste el partido (como finalmente sucedería, pese a tanto recaudo táctico).

Cierto es que, por el lado de Estudiantes de Río Cuarto, la cosa no resultaría muy diferente, puesto que también llegaría hasta el arco de Juan Martín Rojas, con remates desde afuera del área, con un modestia de conjunto similar a la visitante y en ese contexto, redondear un primer tiempo para el "bostezo" general.

Ya en el complemento y de manera inexplicable, Morón retrocedería unos metros en el campo de juego y abandonaría la insinuación de dominio, esbozada sin éxito en buena parte del primer tiempo, para cederle el control del balón y el terreno a un local, con apenas un puñado de ideas, pero con la ambición que el Gallo dejaría "olvidada" en el vestuario, tras el entretiempo.

Y de a poco, Estudiantes de Río Cuarto se iría animando y llevándole peligro al arco de Rojas, a la postre, casi lo único rescatable de otra actuación individual y colectiva preocupante.

Primero con un desborde de Ignacio Abraham, el lateral zurdo local, de un segundo tiempo fundamental para el "León del Imperio", cuyo remate seco y fuerte, resultaría bien rechazado por Rojas y en el rebote, hasta pareció penal de Nicolás Henry en perjuicio de Francisco Romero, otro de los destacados en un complemento, donde las ganas de Estudiantes bastarían para marcar claras diferencias con un Morón ausente sin aviso.

Más tarde, otro remate desde afuera del mismo Abraham, pegaría en el poste derecho del arco de Rojas y en un "blooper" afortunado para el "1" visitante, el rebote daría en su espalda y luego en el travesaño, permitiéndole a Rojas recomponerse y rechazar con el pie, desde el piso, ante la pasividad de sus compañeros de defensa.

Y cuando parecía que el partido se encaminaba a un cero a cero que "castigaba" al local y "calificaba" al visitante, al Gallo se le terminaría la "fortuna" en la noche de Río Cuarto, cuando el lateral diestro y otro de los buenos valores de Estudiantes, Valentín Fenoglio, ensayara un centro desde la derecha, que de manera increíble, encontraría a toda la defensa de Morón, "corrida" hacia su izquierda, tanto es así que Francisco Romero aparecería solo y por sorpresa, por el segundo palo, para poner de cabeza el 1 a 0, a los 40 minutos del segundo tiempo.

Como respuesta, el Gallo apenas contestaría con un buen remate desde lejos de Gastón González, rechazado por encima del travesaño, y por si fuera poco, en el segundo minuto agregado, una "pifia" de Facundo López, en el cierre de una pelota alta y al fondo, le permitiría al ingresado Tomas González, lucirse con una gran definición sobre el cuerpo de un Rojas adelantado, para "clavarla" entre el poste izquierdo y el travesaño y sellar el 2 a 0 de Estudiantes, en Río Cuarto.

Sin tiempo para más, ni ideas o siquiera rebeldía para intentar algo distinto, el pitazo final encontraría a los jugadores del Gallo con la "cabeza gacha", símbolo inequívoco de un Morón impotente en lo individual y confundido en lo colectivo.

"Desmoronados".


@elgallogustavo.



       📸: Deportivo Morón.


domingo, 14 de abril de 2024

Hizo "agua"...

En una jornada para un rápido olvido, Morón nunca pudo “hacer pie” frente a uno de los máximos candidatos al ascenso, y no sólo por la incesante lluvia y el consecuente barro de una noche impiadosa de tormenta, sino por la jerarquía individual y colectiva que impondría durante los 90’, un Colón de Santa Fe que resolvería el pleito, en apenas un tiempo, para luego administrar ventaja y juego, por momentos, casi a voluntad.

Con el regreso de Rodrigo Arciero a la banda derecha de la defensa, en reemplazo del suspendido Facundo López, expulsado hace una semana en Isidro Casanova, el equipo de Fabián Nardozza jamás encontró el rumbo de un desafío complicado desde el a priori, pero que se iría haciendo aún más “cuesta arriba”, con el correr de los minutos, en un campo de juego imposible por las condiciones climáticas y un rival también, paulatinamente imposible, pero por las condiciones de sus nombres propios.

Así las cosas, mientras el barro y la lluvia conspiraban contra la posibilidad que los de “mejor pie” del local, pudiesen hacerse del balón para intentar progresar desde el juego asociado, obligando a Morón a cambiar su “libreto”, por un estilo más directo, de menos traslado y más pelotazos, la mayor parte del tiempo sin destino cierto, el “Sabalero”, desde la categoría de Sebastián Prediger para hacerse dueño del mediocampo, bien secundado por Alexis Sabella y Federico Joudan, comenzaría a encontrar los mejores sectores para “lastimar” al Gallo, en especial, por la franja derecha de su ataque, a espaldas de Nicolás Henry y el cierre forzado de Agustín Gómez.

Y precisamente en ese “hueco”, tras un par de intentos previos (con una gran atajada de Juan Martín Rojas), Colón hallaría la primera ventaja, a los 20’ de juego, en una acción muy similar al gol del empate de Almirante Brown, la fecha pasada: Henry que rechaza de cabeza y queda adelantado, lo que posibilita la habilitación de Jourdan por derecha, con destino a un solitario Braian Guille (intratable e incontenible durante toda la destemplada noche del Oeste), que aprovecharía el “señuelo” que el propio Jourdan ensayaría con su diagonal hacia el centro, para atraer la atención de los centrales del Gallo y permitir que Guille llegase casi debajo del arco, sólo perseguido por Juan Manuel Olivares, desde atrás y con temor de cruzarlo y cometerle penal, para que el “falso 9” de Colón (a la postre, el mejor del partido y de una visita con varios puntos altos), para definir entre las piernas de Rojas, en su intento de “achique”.

Si el desarrollo del encuentro ya le resultaba esquivo a Morón en el 0 a 0, con los problemas de siempre en el fondo, sin poder dominar la pelota en el medio y con envíos frontales sin destino en ofensiva, en ventaja la visita iría ganando en confianza y asentándose mejor que Morón en su propio campo de juego, por cuanto no seria de extrañar que llegara al 2 a 0, a los 43’ del primer tiempo, luego de un desborde por izquierda, el posterior centro que no podría ser rechazado en el área del Gallo, “pifia” mediante, para que Ignacio Lagos aprovechara tantas ventajas juntas, para llevarse la pelota y someter por segunda vez a Rojas, con un remate potente y alto, contra el poste de mano diestra del arquero de Morón.

Mientras tanto, la única que generaría el local en aquella primera etapa, sería un cabezazo de Gonzalo Berterame (bien contenido por Manuel Vicentini),  ingresando al área, como siempre en diagonal, tras un centro desde la izquierda de Nicolás Henry.

Ya en el complemento, bajo una “cortina” de agua y un terreno decididamente intransitable, Colón manejaría terreno y balón, por momentos casi a voluntad, con chances claras para aumentar la cuenta, un par de ellas resueltas “in extremis” por Juan Martín Rojas.

Recién en el último cuarto de hora, cuando las reservas físicas visitantes parecieron comenzar a escasear, Morón pudo llevar algo de peligro a un muy cómodo Vicentini, más a fuerza de voluntad que de lucidez ofensiva.

Entre la impiadosa lluvia, el barro y la impotencia local, el partido se extinguiría con el triunfo 2 a 0 del “Sabalero”, que bien pudo ser incluso más amplio, por la jerarquía individual y colectiva de un Colón, que resultó demasiado para las limitaciones de Morón, que ante uno de los grandes candidatos “hizo agua” y no dio la medida.

Ahora, a visitar Río Cuarto.

 

@elgallogustavo.




domingo, 7 de abril de 2024

Era "Fragata" hundida y Morón le perdonó la vida

Morón hizo (casi) todo para volverae de Casanova con los tres puntos, pero debió conformarse con un empate a uno, refrendable en la previa, pero con gusto a poco, por cómo se dio el trámite del partido.

Y es que el Gallo fue más que Almirante, en el global de los 90', fue protagonista y superó en el juego al local, que no tuvo otra opción que jugar de contragolpe, aún frente a su gente, y cuando Morón se quedó con un jugador de menos, a falta de quince minutos para el cierre del encuentro, aún así el equipo de Nardozza no se vio desbordado por un modesto Brown, pudiendo incluso llevarse el partido, en los pies de Gonzalo Berterame, el mejor de la cancha y autor de la apertura del marcador, en el epílogo de la primera parte.

Con los retornos desde el minuto cero, tanto de Ezequiel Rescaldani como de Santiago Sala, en reemplazo de Matías Romero y Jonathan Cañete, respecto del once de inicio frente a Atlanta, desde el pitazo inicial de Yamil Possi, Morón se plantó en terreno rival y poco le importó el escenario adverso, ya que asumió el protagonismo casi exclusivo del encuentro, con el buen andar de sus medios, tanto de Gastón González como de Juan Manuel Olivares, sumados a un Julián Vitale cada vez más asentado como único volante central y el gran momento de Berterame, que volvería a anotarse en el marcador, por segundo cotejo consecutivo, importante en el retroceso defensivo y preponderante en cada diagonal en el áerea contraria.

Sin pasar zozobras en defensa, aunque sin inquietar tampoco en el arco de enfrente, el Gallo parecía encaminarse a un cero a cero parcial, con buenas sensaciones, pese al domino territorial y de balón no traducido en situaciones de riesgo, hasta que a los 45 de la etapa inicial, González cediera a Nicolás Henry por izquierda y del centro largo y profundo al segundo palo, emergiera Gonzalo Berterame para empujarla de "pecho" al gol y a pesar de la escasez de ocasiones de gol, "premiar" el protagonismo y el andar más sólido del Deportivo Morón en Isidro Casanova.

Y habría tiempo para más, en el agregado, con una patada de expulsión de Facundo Miño, el primer marcador central local, en perjuicio de Rescaldani, que Yamil Possi no se animó a sancionar con la severidad que requería el golpe artero, "maquillando" la sanción con una amarllla, que terminaría por perjudicar a Morón, máxime teniendo en cuenta la diferencia de "vara" aplicada en el complemento, con la roja a Facundo López.

Así como Morón "pegó" al final del primer tiempo, en una de las escasas acciones bien hilvanada por Almirante en todo el partido, casi desde el vestuario el local hallaría un empate impensado, a partir de una gran pelota "filtrada" por Santiago Gauna, entre un adelantado Henry y un Agustín Gómez que no llegaría al cierre, para que el resiliente Brian Fernández, mano a mano con Juan Martín Rojas, la impulse con clase a la red, para convertir su primer gol desde septiembre de 2023, jugando para el Morelia de México y desde 2022 en nuestro medio... Justo frente a nosotros, a los seis minutos del segundo tiempo y en otra falla compartida y costosa de la defensa visitante.

Daba la sensación que, de no haber permitido ese desliz evitable de poner a Brian Fernández, con todos sus problemas personales, pero también con su enorme jerarquía a cuestas, de cara a Rojas, casi en la primera acción sería del complemento, Almirante podría haber intentado toda la tarde sin ideas. Era cuestión de no equivocarse en defensa y Morón una vez se equivocó y permitió que el mejor de Almirante lo aprovechase.

Con el empate en uno y el apoyo de su gente, "La Fragata" se envalentonó y tomó los hilos del encuentro, buscando un triunfo que cortara con 14 años sin festejos ante el Gallito, protagonismo que profundizaría con torpeza y sin argumentos futbolísticos, en los últimos quince de juego, cuando Yamil Possi se volviera a equivocar feo en perjuicio de Morón, con la expulsión por doble amonestación de Facundo López, cuando la primera amarilla ni siquiera había sido infracción.

Sin embargo y pese al jugador de menos, el equipo de Fabián Nardozza no perdería la línea y bien pudo ganarlo en una contra, que encontró una vez más a Gonzalo Berterame frente a Ramiro Martínez, arquero local, pero esta vez se impondria en el duelo personal, el "Mono" y capitán del elenco de Isidro Casanova.

Empató Morón ante Almirante y sumó en un escenario siempre difícil, aunque dado el desarrollo de los 90 y pico, el punto resultara con sabor a poco.

En la goleada ante Atlanta y el 1 a 1 en Casanova, Morón mostró otro semblante individual y colectivo, que ahora deberá ratificarlo nada menos que ante Colón, uno de los líderes y máximos candidatos al ascenso.

Era "Fragata" hundida y Morón le perdonó la vida.


@elgallogustavo.


       📸: Eduardo Fabián Acuña.


lunes, 1 de abril de 2024

Hasta siempre, "Polaco"...

En la mañana de este lunes 1° de abril, se conoció la triste noticia de la desaparición física del "Polaco", Alejandro Estanislao Semenewicz, uno de los mayores emblemas y mejores defensores en la historia futbolística del Deportivo Morón.

A los 74 años, mientras trabajaba siempre ligado al fútbol (en este caso, en la captación de jóvenes talentos en Independiente), la muerte sorprendió tempranamente a aquél que consiguiera el ascenso a Primera con el Gallo, con tan sólo 19 años, en 1968 (había debutado un año antes), para luego de convertirse en ídolo de Morón, en el 70' emigrar a Independiente de Avellaneda, consiguiendo nada menos que cuatro copas Libertadores consecutivas (del 72' al 75') y tres Interamericanas.

También fue uno de nuestros "embajadores" futboleros que llegó a la Selección Nacional, debutando con la "celeste y blanca" en el día de su cumpleaños, el 1° de junio de 1972, frente a Chile en Santiago.

Más tarde, el fútbol llevaría a Alejandro Semenewicz a Colombia, más precisamente a Atlético Nacional, para luego regresar a nuestro país y desempeñarse en Cipolletti de Río Negro,  Platense y cerrar el círculo, nuevamente en el Deportivo Morón, donde se retiraría en 1982, tras 120 partidos con la casaca del Gallito (en dos ciclos, 1967/1969 y 1981/82), con un gol y muchísima gloria.

Hasta siempre, "Polaco".


@elgallogustavo.



Domingo de Pascuas, "resurrección" del Gallo

Y en pleno domingo de Pascuas, la "resurrección" fue del Gallo, que goleó con autoridad 3 a 0, nada menos que a su histórica "bestia negra", Atlanta y recuperó la confianza y la sonrisa, luego de semanas difíciles para el plantel y el cuerpo técnico.

Morón "pegó" en los momentos justos, al inicio de cada tiempo y luego administró la diferencia con inteligencia, quedándose con tres puntos vitales, no sólo para la tabla de posiciones, que lo reubica en zona de clasificación al torneo Reducido, sino y fundamentalmente, para reivindicarse ante su público y cambiar la pálida imagen de los últimos dos partidos.

Y es que el Gallito encontró la primera diferencia en el "amanecer" del partido, luego de un tiro de esquina desde la izquierda, rechazado a medias por el "resbalón" de un defensor "Bohemio", para que el balón le quedara a Gonzalo Berterame (a la postre, la figura del encuentro), cuya excursión rumbo al área fuera detenida con una torpe infracción por Ivo Costantino, el "gigante" delantero centro visitante, que alguna vez se "rumoreara" como refuerzo del equipo de Nardozza.

Luego de un par de minutos de reclamos infundados, por parte del banco de Atlanta, la categoría de Gaston González marcaría la diferencia en el "cara a cara" con Bruno Galván, para poner la pelota alta y en el centro del arco, lejos del alcance del "1" ex Morón, para que la noche empiece a "amigarse" con el irregular andar del Gallo, a los 5 minutos de iniciado el juego.

Tras la temprana apertura del marcador, Morón volvería a cometer el mismo error que ante San Telmo, cediéndole a la visita terreno y balón, sufriendo con algunos envíos áreos al área de Juan Martín Rojas, en especial desde el sector izquierdo, con un Federico Bisansz indescifrable para los defensores locales.

Sin embargo y más allá de algunas zozobras en la "cancha de arriba", la defensa del Gallito no pasaría grandes apuros, con Brian Machuca como lateral diestro (en lugar de Rodrigo Arciero), un gran partido de Facundo López como primer marcador central (en el podio de los mejores de la noche), con Agustín Gómez y Nicolás Henry (otro de buen rendimiento, hasta que sus recurrentes problemas físicos le dijeran "basta") por el andarivel zurdo.

En el mediocampo, Julián Vitale, en su mejor partido desde su arribo, reemplazaría a Pablo Ferreira como volante central, con Berterame a la derecha y Juan Manuel Olivares y Gastón González, ambos de buen partido, alternándose entre externos por izquierda o internos un poquito más adelantados.

Destacable lo de Olivares que, con un desgarro frente a Deportivo Madryn, hace escasos quince días, apuraría los tiempos naturales de su recuperación para cumplir con su técnico y amigo, y devolverle la confianza dentro de la cancha, con gambeta, despliegue y panorama para marcar la diferencia.

En ofensiva, aún sin Ezequiel Rescaldani, Matías Romero volvería a calzarse la "9", con Jonathan Cañete partiendo unos metros más atrás, generando con los medios de buen pie, algunos encuentros interesantes, a uno o dos toques, algo que no se veía en el equipo desde las jornadas iniciales del torneo.

Salvo un cabezazo de pique al piso de Bisanz, ingresando por el segundo palo, Morón se iría al descanso en ventaja y sin sofocones importantes, ganando en confianza en lo individual y colectivo, con el correr de los minutos en aquella etapa inicial, pese al repetido mal estado del terreno del Nuevo Francisco Urbano, que no colabora para nada, con el juego asociado que plantea Fabián Nardozza y su cuerpo técnico.

Ya en el complemento y cuando recién ambos equipos se estaban "acomodando", un "rodeo" de Gonzalo Berterame para dejar fuera de acción a su marcador, haciendo "equilibrio" sobre la línea de banda derecha, habilitaría a Machuca en ofensiva, para prolongar dentro del área a Santiago Sala (una vez más, de muy buen ingreso, en el entrenamiento y por Cañete) y de cuyo centro bajo y "envenenado", Matías Romero la empujara al gol por el segundo palo, para el 2 a 0 de Morón a los 4' de reiniciado el pleito.

En Morón, el 2 a 0 al inicio de la segunda mitad, refundaría en una invalorable cuota de tranquilidad para seguir manejando los tiempos del partido, mientras que en Atlanta operaría el lógico efecto adverso, desdibujando paulatina y definitivamente, a un "Bohemio" sin ideas y desconocido para lo que estamos acostumbrados a "padecer" en cada enfrentamiento, a lo largo de la historia.

De hecho, las jugadas más peligrosas de Atlanta, nacerían de malos rechazos locales, como el cabezazo de Agustín Gómez que obligaría a Rojas a sacarla del ángulo o la "pifia" de Pablo Cáceres que se iría rozando la base del poste derecho.

Como contrapartida, el ingresado Agustín Curruhinca dilapidaría una contra inmejorable, escapando en velocidad y en solitario, rumbo al mano a mano con Galván, pero entendemos que un mal pique, en el control final, le simplificaría las cosas al hoy "1" visitante, para llegar antes y abortar lo que indefectiblemente era gol de Morón.

Hasta que en el segundo minuto agregado, otro contragolpe con superioridad numérica, permitiría que Santiago Sala enfrente a Bruno Galván y con varias opciones de pase por derecha, decidiera jugarse la individual, clavando un golazo contra el parante más lejano del arco visitante, para delirio dentro y fuera de la cancha, consumado el 3 a 0.

En domingo de Pascuas, la "resurrección" fue del Gallo.".

"La casa está en orden". Y ahora llega Almirante.


@elgallogustavo.



      📸: Deportivo Morón.


domingo, 24 de marzo de 2024

Sin respuestas, ahora también de visitante

Morón jugaba un pobre partido en Zárate, carente de ideas y fútbol, que parecía encaminado inexorablemente, a otro empate en cero, en una continuidad de la pálida imagen de la fecha pasada en el Oeste, ante el frágil Deportivo Madryn, hasta que en el cuarto de hora final, un Defensores Unidos "agazapado" de contra, sacaría provecho de los insolubles problemas del Gallo en el retroceso, para ganar la "cuerda" por izquierda (previsiblemente sin lateral natural, por el recurrente cambio de Facundo López por Rodrigo Arciero) y definir la réplica por el lado opuesto, tras el rechazo inicial de Juan Martín Rojas ante el remate de Rodrigo Juárez, usufructuado sin oposición por Franco Caballero.

Iban 29' del complemento y Morón empezaba a complicarse la tarde solo y de manera definitiva, ante un rival tan módico como el propio equipo de Fabián Nardozza, comenzando a quedarse el CADU con tres puntos insospechados y hasta injustos, no por mérito de la visita, sino por el demérito de ambos, en un partido que, en términos de "justicia", debieron haberlo perdido los dos, si es que eso existiera en el fútbol.

Con las ausencias obligadas por lesión, tanto de Juan Manuel Olivares y Ezequiel Rescaldani, reemplazados por Agustín Curruhinca y Matías Romero, respectivamente, sumados a la variante táctica de Jonathan Cañete en lugar de Pablo Cáceres, Morón manejaría el balón por varios pasajes del encuentro, con una tenencia tan repetida como improductiva, sin lucidez para generar el espacio, tocando por abajo, ni capacidad y puntería para ganar de arriba, en alguno de tantos centros.

Como contrapartida, Defensores Unidos se sentiría cómodo cediéndole la iniciativa a la visita y esperando replegado para salir de contra, algo que recién lograría con acierto en el último cuarto de hora de partido, con los ingresos de ambos goleadores, Franco Caballero y Rodrigo Juárez, éste ultimo con una gran definición, a falta de dos minutos para el tiempo cumplido, cuando ya Morón estaba "partido" en el medio, sin Pablo Ferreira en la contención (sustituido por Patricio Núñez), algo también recurrente, cada vez que el Gallo está en desventaja.

A excepción de una volea inmejorable de Cañete, dentro del área, bien controlada por Fabricio Henricot, el "1" local, un cabezazo desviado y desde buena posición de Santiago Sala (ambas recién en el complemento), más un tiro libre sobre el parante izquierdo de Gastón González, ya con el resultado 0-2, Morón no pudo ni supo preocupar a la última línea del CADU, mientras que el local, casi sin proponérselo (y por las ventajas que otorgara la visita en el retroceso defensivo),  logró encontrar los caminos al gol, en el último cuarto de hora, a partir de los cambios propuestos por Santiago Davio, su entrenador.

En definitiva, final con nueva derrota para Morón, que esta vez no tuvo dos "facetas", como sucediera en los partidos anteriores, repitiendo también de visitante su pobre actualidad en condición de local.

Y encima se viene Atlanta, en la próxima jornada, con todo su historial en contra.

Aunque, más que la historia, lo que más preocupa de este Morón, es su flojísimo presente y la falta de respuestas, tanto dentro como fuera de la cancha.


@elgallogustavo.



      📸: Deportivo Morón.


lunes, 18 de marzo de 2024

La "media inglesa", al revés...

Morón volvió a demostrar, una vez más, que tiene una fisionomía de visitante y otra muy diferente de local, para igualar en cero con un pobre Deportivo Madryn, uno de los equipos más flojos de la Zona "B', de la Primera Nacional.

Pese a merecer el triunfo, por iniciativa y empuje, al cabo de 90' "soporíferos", para un rápido y "piadoso" olvido, el Gallo no pudo ni supo pasar de la igualdad a cero, ante un rival candidato al descenso, que estrenando DT (el "Tano", Leandro Gracián), supo abroquelarse con acierto en defensa, desnudando las repetidas falencias del equipo de Nardozza, para imponer condiciones y hacerse fuerte en el Nuevo Francisco Urbano.

Con Facundo López, en lugar del suspendido Brian Machuca y el retorno de Pablo Ferreira, por un lesionado Julián Vitale, tras la "novela" protagonizada por el joven volante central de Morón, el "cerrojo" defensivo de Deportivo Madryn, resultaría indescifrable para un Morón, otra vez sin ideas ni variantes ofensivas para quebrar el cero.

Y es que Morón, salvo en contados momentos, en los que logró acorralar a su rival contra su arco, apenas si pudo generar tres o cuatro situaciones claras de gol, demasiado poco para un equipo que venía de ofrecer otra imagen, en su victoria en Rafaela.

En un primer tiempo con buenas intenciones, pero escasísimos recursos, un Gallo sin las sociedades futbolísticas que necesita para desequilibrar a su adversario, debió recurrir al recurso no habitual del centro para la cabeza de Ezequiel Rescaldani, siempre bien resuelto por una doble línea de cuatro visitante, atenta y expeditiva a la hora del rechazo defensivo.

La temprana ausencia por lesión de Juan Manuel Olivares, de buen partido ante Rafaela, profundizaría los problemas de Morón para generar fútbol, que no sufriría en defensa (por la decisión táctica de su rival de "aguantar" el punto) y al mismo tiempo, evidenciaría la anemia ofensiva de un equipo repetido y previsible, irreconocible respecto del once que se trajera tres puntos merecidos y hasta "épicos" (por el empate transitorio y el arbitraje) de su incursión por el "Monumental" rafaelino.

Con demasiado poco para destacar, de un primer tiempo flojísimo, en el complemento la visita sorprendería con un par de cambios, que lo situarian unos metros mas arriba y con otras ambiciones, "espejismo" que duraría apenas cinco minutos y un par de aproximaciones (ni siquiera, llegadas), hasta que el local se reacomodara en el "raleado" campo de juego, retomando la dinámica aburrida de un Morón impotente y un Deportivo Madryn más que amarrete.

Si apenas un cabezazo de Agustín Gómez al travesaño y un remate de Facundo López rechazado por el arquero, devenidos del buen ingreso de Patricio Núñez, despertarían del "letargo" al público en el Oeste, más lo que podría obligar y generar Agustín Curruhinca, alternando buenas y no tanto.

Para preocupar, las lesiones de Olivares y Nicolás Henry, ya "entre algodones" desde la fecha pasada y la desafortunada jugada en la que Rescaldani, terminaría con una rodilla "averiada", por un rival que se desplomaría encima suyo. 

Ni hablar de la acción que pudo cambiar el curso del resultado, pese a lo pobre de lo demostrado por Morón, con un penal no cobrado en perjuicio de Santiago Sala, tan evidente como las dudas que generaban en la previa, la designación de un árbitro malo y permeable a los "mandados" de AFA, como Julio Barraza, alguien que de no mediar su amistad personal con Beligoy y "Chiqui" Tapia, debería hace rato haber dejado el referato, por el bien del corrompido fútbol argentino.

Y no pasó mucho más, en 90' y pico para un rápido olvido.

Morón cosechó su primer empate en el torneo, en un paupérrimo partido frente al último de su zona.

Eso es lo malo repetido.

Lo bueno?... La próxima fecha vuelve a jugar de visitante.

La vieja "media inglesa", pero al revés.


@elgallogustavo.