Luego de la inesperada derrota en Tandil, de una semana atrás, el Gallo recibía a Almagro, en el Nuevo Francisco Urbano, con la premisa de ganar o ganar, a fin de conservar chances matemáticas de clasificar al torneo Reducido por el segundo ascenso, hasta la jornada de cierre del certamen, que implicará nada menos que la visita a Santiago del Estero, para visitar a Güemes, entre el calor de la tarde santiagueña, las urgencias y los nervios de un duelo entre rivales directos y los arbitrajes vergonzosos, máxime en "territorio" de Pablo Toviggino, "mano derecha" del presidente de AFA (que en cualquier momento, puede terminar con un "muñón", en lugar de "mano diestra", por el "juego propio" que viene evidenciando el presidente de la Liga Santiagueña y tesorero del Comité Ejecutivo, en una "Casa Madre" del fútbol argentino, donde las "lealtades" resultan tan confiables como los "hombres de negro" de Federico Beligoy).
Y Morón cumplió con su parte, porque elaboró una trabajada y laboriosa victoria frente al siempre complicado, "Tricolor" de Villa Raffo, con un comienzo mejor de la visita, en los primeros minutos de juego, una mejoría notoria del Gallo, a partir del primer cuarto de hora, que "arrinconaría" a su rival contra el arco defendido por Horacio Ramírez, que le negaría una golazo de "chilena" a Gastón González, y algunos minutos más tarde, la "perla negra" de cada encuentro, con otro penal inaudito no sancionado en favor del equipo de Bovaglio, ante una mano indisimulada de un defensor, lejos de su cuerpo y con el único fin de evitar el derrotero del balón rumbo a la red (luego del lateral largo de Bontempo y el cabezazo de Abascia en el área grande), frente a la mirada atenta y en inmejorable posición de Yael Falcón Pérez, que prefirió como muchos de sus colegas, a lo largo de 33 fechas, acatar sin rubores la "bajada de línea" del poder de AFA, que transformara al presente campeonato de la Primera Nacional, en el más bochornoso y vergonzante de nuestra historia.
Por eso tampoco sorprendería la apertura del marcador, a los 33 minutos de la etapa inicial, en momentos en que Morón era mucho más que su rival y no se hallaba en ventaja sencillamente por un acierto fenomenal del "1" visitante y los "errores dolosos" repetidos de un arbitraje local, reducido a la "servidumbre" del presidente de AFA y su séquito de obsecuentes "cortesanos", cuando de un lateral/centro al área, desde la banda zurda, a cargo de Leonel Bontempo (de enorme partido y en el "podio" de los más destacados de la tarde-noche, desdoblándose en defensa y ataque, cuando el equipo se quedara con diez hombres), el balón fuera "peinado" por Mateo Levato (otro de los puntos altos, "punzante" en ofensiva, bancándose un segundo tiempo de "llanero solitario" y "generoso" para bajar a cubrir en inferioridad numérica), para que Tobías Zárate recibiera el pase y lo prolongara hacia Brian Orosco, que ingresando en diagonal, del centro a la izquierda, definiera con clase y precisión, con un remate bajo al segundo palo de un Ramírez que nada pudo hacer.
En los minutos subsiguientes a la apertura del marcador, bajo el incesante aliento de su gente, Morón contaría con alguna oportunidad más para ampliar el marcador, pero además controlaría los tiempos, el balón y el terreno, ante un equipo de Walter Perazzo que no lograría hacer pie, ni mucho menos poner en peligro una tranquila diferencia parcial de Morón, salvo por aquella "excursión" inicial de Braian Cuello, ganándole la espalda a Cristian Broggi y rematando cruzado apenas desviado, sobre el poste más lejano de Bruno Galván, a los '6 de iniciada la contienda.
Sin embargo, algunos desajustes en el retroceso de un "equipo" corto, que procuraría presionar constantemente a su rival, encenderían las "alarmas" de un Morón que transcurría con solvencia el primer tiempo, hasta que en el primer minuto agregado, una vez cumplidos los '45 iniciales, de un rechazo largo desde la defensiva visitante, Walter Rueda, el "10" de la visita, aprovecharía un "quedo" inexplicable en terreno local, para ganar la "espalda", en este caso por la derecha y a Lucas Abascia, que debería recurrir a la infracción como último recurso, a centímetros de cometerle penal y para evitar que quedara "cara a cara" con Galván. Conclusión: Abascia resultaría correctamente expulsado por el árbitro y si bien el tiro libre posterior, al borde del área, no traería consecuencias para el arco del Gallo, el quedarse con un hombre de menos modificaría el rumbo y la tónica general del segundo tiempo, con un local condicionado por la expulsión y obligado a cederle la pelota y la iniciativa a su rival.
Con el ingreso previsible de Cristian Paz, para rearmar la línea de cuatro defensiva, en lugar de Tobías Zárate, Morón procuraría en los primeros minutos del complemento, continuar "apretando" en terreno visitante, y pese a generarle nuevas zozobras a la defensa de Almagro, con el correr de los minutos debió retroceder unos metros, para esperar a su rival en campo propio, algo que el "Tricolor" aprovecharía para monopolizar el trámite de la etapa, aunque sin generarle situaciones de riesgo a Galván, excepto en un par de ocasiones, con centros desde los laterales, siempre bien resueltos por la última línea del Gallo, con Franco Verón de notable y eficaz tarea, "emblema" de la "resistencia" de Morón, a los embates sin ideas, aunque potencialmente peligrosos de los visitantes.
Con poca gente en ofensiva, para acompañar a Mateo Levato, crecería el aporte de Leonel Bontempo (autor de una gran jugada por izquierda, para ganarle la posición por oficio y decisión al lateral derecho y sacar un centro que, de no mediar un despeje providencial, esperaba por la cabeza goleadora de Levato), el sacrifico de Alan Schönfeld por derecha, para correr, "aguantar" y generar alguna jugada de riesgo, y fundamentalmente, del mejor de la cancha, Gastón González, quien además del criterio y el talento al que nos tiene gratamente acostumbrados, también le agregaría un sacrificio generoso, para tener la pelota "arriba", abastecer al punta y los volantes que llegaran, pero en especial, generar "pausas" e infracciones que resultaran auténticos "oasis", para el "descanso" de un Morón con diez hombres durante todo un tiempo y pocas "piernas", en medio de un trámite, por momentos "frenético", de ida y vuelta constante.
Del otro lado, Cristian Lillo, de regreso como titular, luego de su ausencia a último momento en Tandil, por una dolencia en la espalda, se convertiría en un defensor más, para ayudar en la "resistencia" de un Morón que sostuvo con "corazón", diez contra once, lo que supo ganar con fútbol, once contra once, y pese a los "latrocinios" reiterados de nuestro incalificable referato.
En los instante finales, Cristian Broggi tuvo el segundo, tras un tiro de esquina desde la derecha de González, pero Horacio Ramírez, arrojándose sobre su palo derecho, quiso poner a prueba la tolerancia cardíaca de los hinchas de Morón, en el estadio y frente al televisor.
A todo o nada, con el "Corazón de Gallo" en la mano. Hasta el final.
@elgallogustavo.
📸 : Fabián Acuña.
Bien Moron. Con personalidad a pesar de un nuevo arbitraje vergonzoso donde otra vez jugamos contra 12 jugadores, el rival y el de negro. Lamemtablemente nos toca definir contra Toviggino y la corrupcion de afa encabezada por el chorro mayor Tapia. Hoy San Juan se deja ganar con Barracas, ya esta pactado y nuestras posibilidades de clasificar en santiago seran prácticamente nulas.Dirigentes del futbol no tengan miedo, hablen y digan lo que esta pasando. Aguante gallito.
ResponderEliminarUfff Morón, cuantos puntos regalados infantilmente. Tendríamos que estar punteros y muy cómodos. En fin, la esperanza es lo último que se pierde. Vamos a Santiago del Estero por los tres puntos. Dale Gallo 🐓.
ResponderEliminarFutbolísticamente en Santiago van a ser 11 contra 11 .Tendríamos que jugar de visitante como lo hicimos de local,única posibilidad de ganar.El árbitro es el punto fundamental ya lo sabemos.Ahora añoramos los puntos perdidos insólitamente ante adversarios débiles.Gran campaña.Ahora TODO O NADA.
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