domingo, 11 de agosto de 2024

Ilusiones "reducidas"

Morón le ganaba 1 a 0 a Defensores Unidos de Zárate, de manera merecida, al cabo de un buen primer tiempo, volviendo a gritar un gol, con el penal convertido por Gastón González, hasta que en el complemento recuperara su mala memoria habitual, que le costara tantos puntos en el presente torneo, permitiendo el empate de la visita, en un contragolpe, a partir de una historia repetida: una pérdida de balón en el medio, sumada a un retroceso defensivo defectuoso, para propiciar el 1 a 1 final, antes del primer cuarto de hora del segundo tiempo.

Con el ingreso de Agustín Curruhinca como titular (en su mejor partido desde su arribo, desequilibrante por la banda izquierda y sacrificado en la “vuelta”, para dar una mano en la marca a Nicolás Henry) en lugar de Mariano Bracamonte y de Matías Castro por Matías Romero, desde el pitazo inicial de Jorge Broggi, Morón salió decidido a imponer condiciones, a partir de los buenos rendimientos del referido Curruhinca, de un recuperado (futbolísticamente) Gastón González y un más participativo e incisivo Lautaro Disanto, sumados al de rendimiento más regular desde hace varias fechas: Julián Vitale, pieza indispensable en el círculo central.

Tras un par de buenos intentos a distancia de Disanto, bien conjurados por Fabricio Henricot, el “1” visitante, un buen desborde e ingreso al área de Curruhinca, por izquierda, sería detenido con infracción por Fernando Arebálo, para el penal bien sancionado por Broggi y mejor ejecutado por González, alto y al centro, con el arquero jugado sobre su poste zurdo, para el justificado 1 a 0 de Morón, a los 15 minutos del primer tiempo.

Pese a no demostrar la solidez defensiva de cotejos anteriores, con un cabezazo apenas desviado, en plena área chica y un remate bien contenido con los pies, por Juan Martín Rojas, el Gallo se iría al descanso con una ventaja merecida, que incluso podría haber sido más amplia, de haber tenido mejor puntería, un luego lesionado Gonzalo Berterame, que elevara su remate por sobre el travesaño, ingresando solo por el segundo palo, en una inmejorable chance de gol, tras otro buen desborde y centro de Agustín Curruhinca.

Ya en el complemento, la necesidad obligaría al CADU a adelantarse unos metros en el campo de juego, permitiéndole a Morón apostar a recuperar la pelota e intentar manejarla con criterio, en la búsqueda de los espacios que le permitieran liquidar el pleito.

Por desgracia, una pelota perdida en mitad del campo, por uno de los mejores valores en la tarde del Oeste, como Disanto, un mal retroceso y una defensa estática le permitirían al CADU armar su mejor jugada del partido, con Rodrigo Juárez por izquierda, cuyo centro pasado encontraría a Maximiliano Ortigoza, sin oposición por el lado opuesto para habilitar a Martín Giménez en el área chica, con tiempo y sin marca para impulsar la pelota al gol y su innecesario festejo desafiante, de cara a la tribuna local.

Con el 1 a 1 impensado, a los 12’ de la segunda mitad, Morón acusaría recibo del golpe y paulatinamente, con el correr de los minutos, volvería a convertirse en la peor versión de sí mismo, esa que tantas veces se repitiera a lo largo del campeonato, con voluntad, aunque sin fútbol y absolutamente impotente en ofensiva, sin importar los nombres propios (fue tan pobre lo de Matías Castro de entrada, como lo de Matías Romero o Pablo Cáceres y Mauro Schönfeld viniendo desde el banco).

Sin ideas ni chances claras para ganar el partido, el CADU con demasiado poco se llevaría un punto del Nuevo Francisco Urbano, que no le serviría demasiado a ninguno, pero fundamentalmente a Morón, que lleva ocho fechas sin derrotas, pero con siete empates y una victoria, con cuatro empates 0 a 0 y apenas cuatro goles.

Y, en definitiva, la sensación de una clasificación de chances e ilusiones cada vez más “reducidas”.

 

@elgallogustavo.



       📸: Deportivo Morón.


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