domingo, 14 de septiembre de 2025

Morón quiso "Celeste" y le "costó" un traspié

En el fútbol suele decirse, "que los goles que se erran en el arco contrario, se sufren en el propio".

Y eso fue, precisamente, lo que sucedió en la tarde del Oeste, el último sábado frente a Temperley, entre un Morón que tuvo varias chances claras de ponerse en ventaja, en especial durante el complemento, en el que fuera claramente superior al "Gasolero", pero su reiterada falta de definición, en particular de sus delanteros, permitiera mantener en partido al visitante, que fiel al viejo axioma futbolero, en el epílogo del partido, en una contra letal, se quedaría con los tres puntos y un premio excesivo en el Nuevo Francisco Urbano.

En un fútbol que no sabe de merecimientos, el equipo de Walter Otta pagó caro su ineficacia en el arco de Ezequiel Mastrolía, arquero "Celeste", también responsable de un par de atajadas determinantes, asestándole un duro golpe a la ilusión de disputar la final por el primer ascenso, aún posible desde la matemática, pero supeditado a otros resultados, ya sin margen de error, a falta de tres cotejos para el cierre del torneo.

Repitiendo el once que se impusiera, también en en final del encuentro, en un durísimo pleito ante Defensores Unidos, en el siempre complicado reducto de Zárate, en los primeros 15' frente a Temperley, sería la visita quien se asentara mejor en un terreno de juego visiblemente mejorado, quitándole el balón al Gallo y provocando un par de llegadas con peligro al arco de Leandro Finochietto.

Sin embargo, las oportunidades más claras las generaría Morón, con un tiro libre de Santiago Kubiszyn (que recibió la quinta amarilla y se perderá el partido con Colón, en Santa Fe), apenas desviado por encima del travesaño, un buen quite del propio Kubiszyn en el círculo central y la mejor habilitación por derecha a Yair González, que ingresando al área por el flanco derecho, elevaría demasiado su remate al arco y la última, con un cabezazo fortísimo de Franco Lorenzón, a la salida de un tiro de esquina desde el sector diestro, a cargo del mencionado Yair González, pero el balón se perdería apenas alta.

Ya en el complemento, el Gallito aumentaría su presión sobre la visita, con la ambición de trasladar al resultado, su superioridad en el juego, evidenciada desde la media hora de la primera mitad, a partir de otro buen ingreso de Jonathan Berón (en lugar de Kubiszyn), al igual que una semana atrás ante CADU, más "picante" y vertical, como en aquellos partidos iniciales de temporada, en los que asomara como titular, relegando a Fabricio Sanguinetti al banco de los relevos.

En un segundo tiempo todo de Morón, el mismo Berón remataría apenas desviado de "cachetada" y entre el uruguayo Sanguinetti e Ivo Costantino desperdiciarían un par de ocasiones inmejorable para abrir el marcador, la más clara de la tarde, en aquella que naciera de un saque desde el arco de Finochietto, para habilitar de gran forma la corrida por derecha de Yair González, y cuyo centro pasado, con ventaja para los que llegaban al área visitante, primero no pudiese ser impactado por Sanguinetti y en segunda jugada, por el sector opuesto, le quedarse en solitario a Costantino, pero el remate del "9" del Gallo iría directo a la posición de Mastrolía, para su lucimiento, enviándola al tiro de esquina.

Hasta el fatídico minuto 36' del segundo tiempo, con un Morón decididamente jugado en ataque, cuando de un pelota impulsada desde el lateral diestro al área visitante, el rebote le quedaría al lateral derecho del "Celeste", Lorenzo Monti, que habilitaría largo y por el medio a Agustín Toledo, el volante central visitante, y éste con un gran gesto, dándose apenas vuelta y de primera, cedería en ofensiva al ingresado Julián Carrasco, para que el "19", sólo por el sector izquierdo, enviase un centro preciso al "corazón del área" de Finochietto, y la experiencia goleadora de otro relevo, el "inoxidable" Javier Toledo (de 39 y vigentes años), le ganara la posición con "oficio" de "9" a la juventud de Franco Vázquez, para impulsarla al gol de Temperley, con un "puntazo" junto al poste derecho del arco del Gallo.

Tras el "baldazo" de "agua helada", sin correspondencia alguna con el trámite del encuentro, Morón en el agregado, hasta tendría la chance del empate agónico (y largamente merecido), con un cabezazo de Berón, pero el "capricho" de un gol esquivo (por ineficacia propia y méritos de Mastrolía), en este caso también contaría con la "fortuna" en su contra, dado que el balón pegaría en la base del palo izquierdo y se perdería por el fondo de la cancha.

Igual habría tiempo para que Temperley se quedara primero con diez, por una entrada muy fuerte de Lucas Richarte en perjuicio de Elías Contreras y en el segundo minuto agregado por un Pablo Dóvalo, sin injerencia en el resultado del partido, de una "embestida" para roja de Joaquín Livera, sobre el lateral diestro rival, Lorenzo Monti, Dóvalo lo "perdonaría" con una amarilla, pero la corrida inexplicable de Leandro Finochietto hasta la mitad del campo, para reclamarle al árbitro, terminaría con la expulsión directa del arquero del Gallo, por exceso verbal, convirtiéndose en el undécimo expulsado del Gallo en el campeonato y obligando a Franco Lorenzón a ponerse la "pilcha" de arquero improvisado, durante un par de minutos sin asedio visitante, ocupado en conservar en campo propio un triunfo impensado, premio excesivo para Temperley y "castigo" lamentable para la falta de contundencia de Morón en el arco de enfrente.

Final en el Oeste y derrota que duele, sin dudas, pero mientras la matemática acompañe, la ilusión se mantiene intacta.

A levantar la "cresta" y recuperar los tres puntos cedidos en casa, ante un Colón de pésima campaña, en Santa Fe.

Morón quiso "Celeste" y le costó... Un traspié.


@elgallogustavo.



      📸: gentileza, Club Atlético Temperley.


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