lunes, 17 de julio de 2023

Ganar, la mejor manera de "espantar" rumores...

Luego de una semana plagada de rumores, respecto de supuestos conflictos intra-vestuario, Morón necesitaba con urgencia de una victoria, no sólo para retomar la senda del triunfo y seguir "prendido" en los puestos de vanguardia, sino para demostrar, hacia adentro y hacia afuera, que la ilusión sigue intacta y constituye un objetivo de conjunto, más allá del atraso en los pagos, por culpa del incumplimiento del main sponsor, que promete fórmulas para ponerse a día, pero mientras tanto los meses se acumulan y las obligaciones a pagar no pueden esperar.

En este contexto, sumadas a las rescisiones contractuales de Ramiro Arias, no tenido en cuenta por el cuerpo técnico y de Ezequiel Schelotto, de referencia dentro del vestuario, pero con una oferta para regresar al "Viejo Mundo", donde cimentara toda su carrera y se halla su familia, este domingo por la tarde, ante Flandria, en el Nuevo Francisco Urbano, el Gallo tendría algo más que un cotejo importante por tres puntos necesarios, sino que además representaría una oportunidad indispensable, para diferenciar los justos reclamos por el atraso en los sueldos, de la performance dentro de la cancha, tras el 0-4 de hace una semana, en San Juan.

Con el cambio obligado de Santiago Ubeda, en reemplazo del suspendido Pablo Ferreira (expulsado en el "Hilario Sánchez" sanjuanino), el equipo de Fabián Nardozza saldría a revalidar "credenciales", ante un "Canario" necesitado de sumar puntos, en zona de reválida, pese a contar con nombres de "peso" para la categoría, tal como lo sufriera el mismo Morón, durante el cotejo de ida, en la derrota en Jáuregui.

En un partido entretenido y con una zona media de mera circulación, con escasa contención en ambos lados, Morón se insinuaría punzante en ofensiva, aunque también vulnerable en su última línea, en especial, por el sector izquierdo del ataque visitante, a espaldas de Damián Adín, donde Catriel Sánchez hallaría el "hueco" ideal para complicar a la defensa local, generando una "apilada" individual de arranque, a los tres minutos de iniciado el juego, que Alejandro Gagliardi no lograría impactar con acierto, sobre el palo opuesto.

Como contrapartida, en la primera llegada del Gallo, Damián Adín encararía en diagonal hacia adentro, habilitando a Ezequiel Rescaldani en el área, que marcado por dos rivales, se las arreglaría para "puntearle" el balón a Franco García, que ingresando por el sector derecho, sacaría un derechazo alto y furibundo, para sorprender a un buen arquero como Martín Perafán y adelantar en el marcador al local, a los seis minutos de la etapa inicial.

Con la tempranera ventaja, uno supondría que el Gallo ganaría en tranquilidad, para cederle la iniciativa a las necesidades de su rival, y procurar comenzar a definir el pleito de contra, para lo cual contaría con no menos de cuatro situaciones muy claras de gol, aunque en el mismo lapso del primer tiempo, cada pelota parada o por vía aérea resultaría un auténtico "calvario", para una defensa de Morón con demasiados problemas, en especial por su franja derecha, donde el mencionado Catriel Sánchez resultaría un "tormento" para sus marcadores, tanto en el "mano a mano" como en los envíos a los espacios.

Si bien Morón tuvo el segundo en la cabeza de García, en dos remates de Brian Orosco y la más clara, otra vez en los pies del uruguayo Franco García, repelido de manera brillante por una gran atajada de Perafán, en la última línea propia, Sánchez elevaría su remate, luego de volver a ganar en el "uno a uno", Agustín Gómez (de lo mejor de la defensa) salvaría de cabeza un centro que hubiese complicado a espaldas del "6" del Gallo y casi en el epílogo, un cabezazo de Lucas Seimandi, el "11" de la visita, resultaría rechazado "in extremis" por Maxi Coronel, cuando parecía tener destino rumbo al segundo palo de Bruno Galván.

Ya en el complemento, Pablo Calderón ingresaría en lugar de Maximiliano Coronel (de flojo primer tiempo) y en una etapa final de escasas emociones, en comparación con los primeros 45', el Gallito habría de complicarse solo (una vez más), a partir de la expulsión del recién ingresado Calderón, por una primera amarilla a los 13' de la etapa final y la segunda amonestación, a los 29 minutos, luego de un innecesario e infantil "manotazo" de espaldas, en el rostro de Catriel Sánchez, bien sancionado por un mal árbitro como Juan Pafundi.

Por si fuera poco, apenas tres minutos más tarde de quedarse con diez, de un tiro de esquina desde la derecha, el cabezazo solitario de Marcos Fernández (nada que ver con el "nuestro", el inolvidable de las "muletas") impactaría en el travesaño, casi por encima de la humanidad de Galván y en el rebote, Catriel Sánchez se anticiparía a los defensores y de derecha empataría el encuentro, a los 32' del complemento.

Y cuando parecía que la "noche" empezaba a caer sobre el Oeste (y no precisamente por el horario), a cuatro de arribar al tiempo reglamentario, una nueva "patriada" ofensiva de Adín, terminaría con un tiro libre sobre la izquierda, que del rebote en la barrera, luego del envío de Santiago Coronel, la pelota le quedaría al ingresado Diego Sosa, para que de derecha, casi de "cachetada", la impulsara al fondo de la red, para sorpresa de Perafán y el delirio de todo el Nuevo Francisco Urbano.

Ganó Morón y se ubica tercero en su zona, a tres puntos del nuevo líder, Almirante y a sólo una unidad de su escolta, Agropecuario, que cada vez que sale de Carlos Casares, pierde.

Luego de una semana compleja, entre rescisiones y rumores de todo tipo, el Gallo volvió al triunfo para separar de la mejor manera, dos temas absolutamente distintos: el justo reclamo de los haberes atrasados, de un mejor o peor rendimiento dentro del campo de juego.

Ahora, con la ilusión intacta a "Mardel", para continuar en esta senda "Feliz".


@elgallogustavo.



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