Así como a veces, solemos referirnos a una "desgracia con suerte", en el infortunio del mal funcionamiento del grupo electrógeno, que determinara la suspensión del partido con Rafaela, a los '15 del segundo tiempo, Morón se encontró con un "guiño" impensado de la "suerte", en el contexto de un desarrollo desfavorable para el equipo de Lucas Bovaglio, que en los '60 de juego efectivo, jamás "hiciera pie" en Nuevo Francisco Urbano, con demasiadas imprecisiones y carente de fútbol, ante un rival que con poco, era bastante más que el Gallo y merecía hallarse en ventaja, de no mediar la ineficacia ofensiva propia y las virtudes de Bruno Galván, nuevamente convertido en figura, para mantener al local en "partido", cuanto menos desde el resultado.
En efecto, pese al "corte" abrupto del encuentro, con la "chapa" en cero, a falta de media hora para el tiempo reglamentario, la pobre actuación de Morón resultó una "continuidad" del mal partido disputado en Mendoza, hace poco menos de una semana, donde un Gallo sin volumen de juego, y por consiguiente, sin generación de ocasiones de gol en el área rival, se vería superado con muy poco, por Independiente Rivadavia, una "Lepra" que en la jornada posterior (la misma del malogrado cotejo de Morón ante "La Crema"), habría de caer estrepitosamente por 6 a 0, en su visita a Caballito, ante el irregular Ferro, hoy en puestos de Reducido.
Y es que el equipo de Lucas Bovaglio repitió casi como una "calco", en el lapso que la luz permitiera que se jugara el cotejo con Rafaela, la misma carencia de argumentos que lo llevara a la derrota por 2 a 0 en el "Gargantini", reiterando la dudas en defensa, con línea de cinco en Mendoza y de cuatro en el Oeste, la ausencia de generación de juego en el medio, y consecuentemente, la inexpresividad frente al arco contrario, con Tobías Zárate demasiado "aislado" adelante, aunque mucho más "solo", frente a la incapacidad de generar juego en el medio, y por si fuera poco, la facilidad para perder los rebotes y las "segundas pelotas".
En el retorno del Walter Otta y Félix Benito al reducto que tantas satisfacciones nos regalaran, en algo más de tres años, con ascenso al Nacional incluido y semifinales de "Copa Argentina", en 2017, el inolvidable "año del Gallo, y del otro lado, Lucas Bovaglio, hijo dilecto, capitán de los ascensos a Primera e ídolo de Atlético de Rafaela, al igual que su ayudante de campo, Fernando Clementz, Morón saltaría al campo de juego del Nuevo Francisco Urbano, con un solo cambio táctico, respecto del "once" que iniciara el partido en Mendoza, a partir del ingreso de Braian Molina en lugar de Franco Verón, y la referida modificación táctica del regreso a la "línea de cuatro", en lugar de los cinco defensores exhibidos en la fecha pasada, que solamente se sostuviera durante '45 minutos, ante el primer desnivel de Independiente Rivadavia.
Ya desde el inicio del juego, la visita se acomodaría mejor en el terreno y hasta los '15 de la primera parte, dominaría las acciones a voluntad, merced a una buena presión en la zona de "gestación" del Gallo, nuevamente con bajos rendimientos en aquellos que deben manejar la pelota, como Gastón González, Luciano Guaycochea y Brian Orosco, en un Morón que hace de la "tenencia" su "marca registrada" y que de la única manera que puede progresar e incluso defenderse, es precisamente con la pelota debajo de la "suela" de sus mejores intérpretes.
Y es que Morón repetiría no sólo una pobre actuación de conjunto, sino que volvería a preocupar con rendimientos individuales por debajo de los acostumbrado, en todas sus líneas, con dificultades para marcar en defensa o salir jugando, con problemas en ambos laterales (tanto por el sector de Cristian Broggi, como por el opuesto, de Leonel Bontempo, Rafaela hallaría y sacaría ventaja de ciertas vulnerabilidades) y el bajo nivel de Braian Molina por el centro, se sumarían a la falta de fluidez en los encargados de generar juego, además de perder en los anticipos, sin la "explosión" habitual por las bandas, con un Orosco "a cuenta gotas", Alan Schönfeld intermitente, Luciano Guaycochea sin incidencia, Gastón González impreciso y más preocupado en colaborar con Cristian Lillo, que en el "primer pase" ofensivo, hacia una Tobías Zárate "aislado" y previsible en sus movimientos (por errores propios y ajenos), "presa fácil" de una defensa visitante que, las pocas veces que la pusieran a prueba, diera claras muestras de permeabilidad, además de las inseguridades exhibidas por un arquero joven e inexperto.
Por desgracia, Morón tendría poco y nada la pelota, y las mayoría de las veces que la tuviera, la manejaría sin criterio y con demasiadas imprecisiones, como para sacar alguna ventaja de las dificultades de "La Crema", y como contrapartida, la facilidad para ceder ante la presión visitante y la falta de "timming" para ganar los rebotes, comenzarían a inclinar la cancha para el lado de Bruno Galván, que debería intervenir con acierto en un par de ocasiones, en especial ante Lautaro Parisi (el más peligroso de Rafaela), y Cristian Paz sacar una pelota en la línea (de lo más destacado, junto al "1") para mantener el cero al término del primer tiempo. En contrapartida, un Morón que hace rato viene generando poco en ofensiva, disimulado por la contundencia para "facturar" sus escasas oportunidades, apenas contaría con un remate desde afuera de Orosco y una mala salida del arquero, que no capitalizarían con el arco desguarnecido.
En los '15 minutos de juego efectivo del complemento, lejos de mejorar, la actuación de Morón iría en "picada", mientras que la visita profundizaría sus virtudes, monopolizando el balón y llegando cada vez con más peligro al arco de Galván, ya figura del encuentro y principal responsable del 0 a 0, hasta la suspensión del encuentro.
Más allá de la fecha de reprogramación de los minutos restantes con Rafaela, en el "horizonte" más cercano del Gallo, se avecina la visita a Puerto Madryn, del próximo sábado 18 a las 15:30, para enfrentar a un Guillermo Brown que proviene de superar con autoridad a Güemes, en Santiago del Estero, por un inapelable 3 a 0.
Aunque, más allá de los eventuales rivales y compromisos en el "calendario", lo que verdaderamente preocupa es el "flaco" rendimiento del equipo, que parecen erigir al propio Morón como su principal "adversario" a vencer, en el marco de las nueve fechas que quedan por delante, sin contar los '30 pendientes de este malogrado viernes por la noche.
"Pocas luces", dentro y fuera de la cancha.
@elgallogustavo.
📸: Deportivo Morón.
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