Morón cambió el "chip" e hilvanó su segundo triunfo consecutivo, el primero en el Nuevo Francisco Urbano, puesto que la anterior "alegría" de local, de la tercera fecha, frente a Tristán Suárez, se produjo en el "Ciudad de Caseros", cuando el campo de juego del Gallo estaba abocado a ser una de las sedes de la "Copa Libertadores Femenina".
Luego de la victoria, también por la mínima, ante Brown de Adrogué, en el "Lorenzo Arandilla", previo al último parate de nueve días, consecuencia de la segunda ola de covid-19, la duda pasaba por comprobar si la breve suspensión del fútbol local, habría de afectar la recuperación evidenciada en Adrogué, no sólo en el resultado final, que constituyera una auténtica "bocanada de aire" para Lucas Bovaglio y su cuerpo técnico, sino en el juego, donde el Gallo sin renunciar a su idea de presión alta y de jugar a uno o dos toques, con permanentes desbordes por las bandas, lograra el equilibrio que le faltara en cotejos anteriores, a partir de un mediocampo con mayor "lucha", gracias al "doble cinco" conformado por Norberto Palmieri y Cristian Lillo, sumados al sacrificio del resto, incluso de los delanteros y a una mejoría notable en la última línea, con la seguridad de Braian Molina, tal vez "potenciando" a sus compañeros.
Y esas características, por fortuna, habrían de reiterarse en el partido con San Martín de San Juan, que llegaba al Oeste como el Gallito, con demasiados altibajos en su andar, pese a contar con nombres y apellidos más que interesantes en su formación inicial.
En la tarde de jueves, en el Nuevo Francisco Urbano, el once de Bovaglio presentaba una sola variante, respecto del equipo que volviera al triunfo con el "Tricolor" de Adrogué, debido a la ausencia obligada de Franco Verón, primero por su fractura en el dedo gordo de su pie derecho y después, por haber resultado "reactivo" en los últimos testeos covid, realizados al plantel en la antesala de la undécima fecha, lugar en la zaga cubierto por el regreso de Cristian Paz, quien jugaría su mejor partido desde que está en Morón, en compañía del mencionado Braian Molina.
De entrada, el partido se plantearía con las características evidenciadas en Adrogué, con un Morón más "combativo" y pragmático, sin renunciar a su idea de buen juego, a partir de la tenencia del balón, y cuando no se logra, con el sacrificio de todos para recuperarla lo antes posible, comenzando por presionar cerca del área visitante, procurando provocar el error rival desde la misma salida.
Cuando poco y nada había pasado en el trámite del partido, una buena combinación sobre la derecha, entre Alan Schönfeld y Cristian Broggi, terminaría con el centro al "corazón" del área de "Chucky", para que de "aire", sin dejar que pique, Gastón González la "empalme" de primera, con su botín derecho, para ubicarla bien pegada al poste diestro de Juan Pablo Cozzani, arquero sanjuanino, para adelantar al Gallo en la primera jugada de riesgo, a los 11 minutos de juego.
Con la ventaja parcial en el "bolsillo", pero muchos minutos por delante, Morón no resignaría el protagonismo, ni dejaría llevarse "por delante" ante la necesidad de empate visitante, procurando "defenderse" con la pelota y buscando contras rápidas, para ampliar el marcador, algo que podría haber conseguido, cerca de la media hora, ante la "peinada" apenas ancha de Schönfeld, ingresando solo y por sorpresa, por el primer palo, luego del centro desde la izquierda de Leonel Bontempo (otro de buen partido).
Sin sufrir demasiado en su área, salvo por un remate de Jonás Aguirre, despejado al tiro de esquina por Broggi, el primer tiempo finalizaría con la victoria parcial del equipo de Bovaglio, justificada en su practicidad y contundencia, como en el buen andar del "doble cinco" (con Palmieri como destacado, siempre bien acompañado por Lillo), la "claridad" habitual de Gastón González y en especial, la sobria actuación de la última línea, para "maniatar" a delanteros peligrosos, como Gonzalo Berterame y Ezequiel Rescaldani.
En el complemento, con el ingreso en el entretiempo de Matías Giménez, el equipo de Paulo Ferrari se jugaba a conseguir el empate, con dos "referencias de área" y otros tantos puntas por afuera, lo que sin embargo no redituaría en situaciones de riesgo concretas frente al arco defendido por Matías Mansilla, en parte por la imprecisión en los generadores de juego de la visita (en especial, de Pablo Ruiz, de flojo desempeño), pero fundamentalmente, por la buena respuesta defensiva en el medio, y la destacada tarea de la defensa del Gallo.
Promediando el segundo tiempo, en una réplica que mereció terminar en gol, por la notable jugada individual de Tobías Zárate, el hijo del "Roly" encararía con velocidad rumbo al arco, dejaría en el camino a su defensor, tirando el autopase por un lado, para ir a buscar la descarga por el otro, y ya dentro del área, en inferioridad numérica y "atorado" por la marca, ensayar un centro atrás corto, cuando Alan Schönfeld se "relamía" con el segundo tanto.
Con Matías Gómez en lugar de Santiago Sala y de Guillermo Villaba por el referido Zárate, en los minutos finales Morón cedería el control de la pelota a su rival, que recurriría al centro al área como única herramienta para alcanzar el empate, en procura de la "cabeza" de Rescaldani, aunque siempre provocando alguna buena respuesta de los centrales o los laterales del Gallito, y hasta de Cristian Lillo colaborando con su última línea.
En la última jugada del encuentro, en el quinto minuto de descuento, sobrevendría la polémica de la tarde, cuando ante el último centro de la tarde en el Oeste, Leonel Bontempo cruzara al delantero visitante, cuando se aprontaba a verse "cara a cara" con Matías Mansilla, y en una acción que, en primera instancia pareciera penal, no fuera sancionada por Lucas Comesaña, de pobre labor durante todo el partido, no sólo por esta última acción, que provocara la bronca visitante, sino también por permitir el juego brusco, y no sacar las suficientes tarjetas amarillas, en este caso, con beneficio para San Martín de San Juan, que debió quedarse con algún jugador menos en los '90.
El pitazo final de Comesaña provocaría el "alivio" en los que siguieron el partido por streaming y el festejo dentro de la cancha, mientras los visitantes se iban en búsqueda del árbitro, reprochando la acción del cierre.
Morón volvió a ganar, hilvanó su segundo triunfo por primera vez en el torneo y también se sacó la "mufa" en el Nuevo Francisco Urbano, donde no había caído, pero sí había perdido puntos increíbles, en el final de los cotejos frente a Instituto de Córdoba e Independiente Rivadavia de Mendoza, en ambos casos, habiendo tenido diferencia de dos tantos.
Con cambio de "chip" colectivo, con más "lucha" y practicidad, aunque sin resignar la idea de juego principal, ahora el Gallo buscará continuar la racha en el "Coliseo de Mitre y Puccini", frente a Villa Dálmine, en Campana, en una semana exacta, para acercarse a los puestos de Reducido.
De vuelta al "camino".
@elgallogustavo.
📸: archivo, Prensa Deportivo Morón.
Triunfo luchado, una victoria llama a otra victoria. Sigamos por este camino. Vamos Gallo!!!!
ResponderEliminarTuvo que verse con la soga al cuello el DT para darse cuenta que hay jugadores que no van más ,?? La entrada obligada de Molina le dió solidez defensiva hasta jugo bien Paz que venía siendo un desastre.El doble 5 "raspando" en el medio hace que no puedan entrar x el medio y estén obligados a tirarnos puro centro.Adelante aunque no sean la gran solución los 2 pibes (Sala y Zarate) aportan ,ganas ,gambeta ,velocidad y presionan la salida contraria.El plantel sigue siendo en mismo.Menotti decía: el inodoro en el baño y la mesa en el comedor)Solo con eso cambió la cara. Estoy contento que se haya despertado pero no es para " tirar manteca al techo.".Por casualidad o por lo que sea mejoró notablemente.Me alegro por mí querido Gallo
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