sábado, 29 de julio de 2023

Coraje y corazón

En un partido accidentado, intenso y cambiante, el Gallo rescató un punto en la última "bola" de la tarde, para quedarse al menos con un empate a dos, frente a Gimnasia y Esgrima de Mendoza, en el Oeste, para darle algo de justicia a su búsqueda "implacable" del complemento, que pese a su falta de claridad, merecía un poco más de suerte, ante una visita que, con un hombre de menos, se dedicó a defender, convertir a su arquero en figura y hacer todo el tiempo posible.

Repitiendo el once titular del último triunfo ante Alvarado, en el "José María Minella" de Mar del Plata, como es habitual, Morón salió a imponer sus condiciones desde el pitazo inicial de Franco Acita, inclinando el juego sobre el terreno del "Pituco", hasta que a los 13 de iniciado el pleito y luego de un par de aproximaciones, Brian Orosco haría un "rodeo" en la banda diestra del ataque local, para sacarse a su marca de encima y con un buen centro al punto del penal, encontraría el cabezazo goleador de Ezequiel Rescaldani (el sexto en la temporada), para ponerla junto al palo diestro y adelantar a los de Nardozza en el resultado.

Claro que también, y por desgracia, Rescaldani hallaría también un choque fortísimo de cabezas con Facundo Nadalín, lateral derecho mendocino, llevándose la peor parte el "9" de Morón, que cambiaría los festejos de gol de sus compañeros, por la preocupación y las muestras de desesperación, para que Rescaldani sea rápidamente atendido por el cuerpo médico.

Con signos inequívocos de mareos, finalmente habría de abandonar el campo de juego en camilla (con cuello ortopédico) y en ambulancia, suspendiéndose momentáneamente el partido, con el uno a cero a favor de Morón, hasta el regreso de la ambulancia, tras llevar al goleador del Gallito al "Hospital Interzonal de Agudos Luis Güemes", de Haedo, para su mejor atención.

En la reanudación, el trámite cambiaría drásticamente, tal vez por la desconcentración lógica que generaría la salud de Rescaldani, en sus compañeros, tanto es así que en una ráfaga de un par de minutos, el "Lobo" mendocino daría vuelta el resultado con dos goles casi "calcados", originados en desbordes desde la derecha de la defensa local, el primero a cargo de Agustín Herrera (con una floja respuesta de Bruno Galván, que no podría retener el remate al primer palo y en el rebote, el balón rebotaría en su espalda y se le metería) y apenas cinco minutos más tarde, otro desequilibrio y envío desde el mismo sector (aprovechando la espalda de Damián Adín y los problemas en la marca de Facundo López), para que en el sector opuesto, Rodrigo Castro la impulse al segundo tanto visitante, que entre los 32" y 37' de la primera mitad daría vuelta la "historia", para sorpresas de propios y extraños.

Con doce minutos agregados, ante la sería lesión de Ezequiel Rescaldani y la demora en la reanudación del juego, sumados también a la luxación de codo izquierdo, sufrida por el "11" visitante, Robertino Seratto, apenas iniciado el pleito, por una acción fortuita, a los 46' de una accidentada etapa inicial, Rodrigo Castro, el autor del segundo tanto mendocino y con diferencia de un puñado de minutos, se haría expulsar de manera infantil, por dos acciones de amarillas insólitas, para dejar a su equipo arriba 2 a 1, pero con un jugador de menos, de cara al segundo tiempo.

Ya en el complemento, con Santiago Sala (que salvaría un gol providencial, en el descuento del primer tiempo, que hubiese significado el 1-3) desde la lesión de Rescaldani y en el entrenamiento, el cambio táctico de Diego Sosa por Santiago Ubeda, Morón comenzaría el asedio sobre el arco de Gimnasia de Mendoza, perdiendo lucidez con el correr de los minutos, en un partido flojo de sus principales intérpretes a la hora de la claridad, pero inclinando literalmente la cancha contra el área de la visita, convirtiendo en figura de la cancha al arquero del "Lobo", Kevin Húmeler, que resolvería con acierto (casi) todas las complicadas y de paso, en complicidad con sus compañeros de defensa y la permisividad de Franco Acita, agotando los minutos con la pérdida de tiempo como método recurrente y apenas sancionado con una amonestación tardía.

Hasta que en el cuarto minutos de descuento, de los cinco agregados por el árbitro, un Diego Sosa "angelado" para el arco, encontraría el merecido empate en el epílogo, de la única manera posible ante un rival refugiado todo el segundo tiempo contra su arco: un golazo desde afuera del área, para anotar el 2 a 2 definitivo y convertir el quinto en su cuenta personal de la temporada, siempre viniendo desde el banco de los suplentes (y nada menos que el tercero al hilo).

En definitiva, con el desahogo del punto "rescatado" en la última "bola" y la preocupación por el estado de salud de Ezequiel Rescaldani, Morón pudo sacar adelante un partido atípico, que se había complicado demasiado, entre imponderables de juego, errores defensivos caros y la falta de claridad en un partido sin demasiadas "luces", individuales y colectivas, pero con una voluntad inquebrantable para buscar por todos lados, hasta el pitazo final.

Tercero en su zona con 42 unidades, el equipo de Fabián Nardozza dio una nueva muestra de carácter y ahora va por Patronato, en otra parada "brava", el próximo domingo, en Entre Ríos.

Y lo más importante: cuando la suerte viene esquiva y el fútbol no fluye, este Morón tiene coraje y corazón para jamás darse por vencido.


@elgallogustavo.



domingo, 23 de julio de 2023

Morón es un puño apretado y sueña

En un campo de juego imposible (anegado en demasiados sectores, por la lluvia caída durante la jornada de sábado) y con un Santiago Coronel en "modo Messi", Morón se trajo un triunfazo de Mar del Plata, al vencer 2 a 0 a Alvarado, un rival que le sienta muy bien y que en especial de visitante, suele volverse "feliz" del José María Minella".

Con un sólido rendimiento de conjunto y con puntos individuales altos, a partir de una actuación sobresaliente del "Topo" Coronel (al que sólo le faltó convertir el golazo "olímpico" que intentó en el complemento, para que directamente hubiese que cerrar el estadio) y la agradable aparición desde el minuto cero, del juvenil Facundo López en la zaga (en reemplazo de Maxi Coronel), que jugó un gran partido, impasable de arriba y de abajo, y sin complicarse en una cancha intransitable e ideal para provocar el "error no forzado" (ante un rechazo corto o un mal cálculo del pique, por los charcos de agua que plagaban el césped marplatense), a Morón le demandaría casi media hora poder hacer pie en el "pantano" traicionero del Minella, que obligó a un desgaste físico extra de los protagonistas y un nivel de concentración superlativo, para evitar "sorpresas" indeseadas, ante un local que pese a lidiar con las mismas limitaciones, conoce de primera mano el "mundialista" de Mardel, aún en sus peores condiciones.

Por eso, en el inicio del partido, Alvarado intentó imponer su "libreto", aprovechando las complicaciones que le generaba el estado del campo, a un Morón que basa su idea en el juego asociado de sus mejores intérpretes, siempre a ras de piso, algo imposible de lograr en un primer tiempo, donde la lluvia, el viento y los charcos harían de cada pelotazo al área o en profundidad, una "carambola" impredecible, siempre bien resuelta por la buena tarea de la defensa y en particular, de un Bruno Galván de gran nivel, cada vez que lo llamaran a intervenir.

Sin embargo, con el correr de los minutos, el Gallo comenzaría a hacer mejor pie en el lodazal marplatense, a partir de un buen partido de Santiago Ubeda, vital para el quite en el círculo central, como también para "dar una mano" a los del fondo, cuando Alvarado pretendía complicar a los de Nardozza, con el buen pie de José Luis Fernández, el despliegue por derecha de Franco Malgueño, la peligrosidad latente de Mauro Albertengo y la presencia en el mediocampo, de Franco Bellocq y Federico Boasso.

Pese a ello, el local no inquietaría a Morón en esos primeros 45', de mayor lucha contra los "elementos", que de fútbol asociado, tanto es así que la mejor oportunidad la tendría la visita, en la  cabeza de Ezequiel Rescaldani (de pique al piso, bien resuelta por Juan Lungarzo, tras centro de Coronel), una vez más, de gran sacrificio para colaborar con sus medios y hasta con los defensores, salvando en un par de ocasiones, de arriba y de abajo también, ante pelotas "llovidas" al punto del penal, que en este tipo de condiciones se convierten en auténticos "pinballs", entre tantas piernas, agua acumulada y el barro del área.

Ya en el complemento, Morón saldría con mayor ambición y seguridad, acostumbrado a las "malas jugadas" de la cancha y aprovechando la merma en la lluvia y el viento, que le permitirían intentar con mayor éxito su búsqueda de sociedades entre Brian Orosco y Santiago Coronel, procurando progresar por las bandas, algo que conseguiría con los primeros cambios propuestos desde el banco, con los ingresos de Santiago Sala y Diego Sosa en lugar de Franco García y Gonzalo Berterame.

A los 29' del segundo tiempo y en el primer error importante de la última línea de Morón, Guido Vadalá (que minutos antes reemplazara al "10" José Luis Fernández), aprovecharía un despeje defectuoso de Agustín Gómez y la habilitación de cabeza de otro ingresado, Lucas Rebecchi, para quedar solo en la corrida, mano a mano con Bruno Galván, pero el remate cruzado de la ex promesa juvenil de Boca, por fortuna se iría apenas desviado sobre el poste más lejano del arquero del Gallito.

Por esas cosas del destino, pero también de la búsqueda, la decisión y la contundencia, apenas un minuto después, un rechazo de la defensa local le caería a Brian Orosco, que ingresando por el medio,  habilitaría de manera fantástica a Santiago Sala, para que el juvenil de Morón, a diferencia de Vadalá, sesenta segundos antes, ingresando por izquierda defina con sutileza y potencia, cruzado contra el caño zurdo de Lungarzo, para que el Gallo se ponga arriba 1 a 0, a los 30' del segundo tiempo, con total y absoluto merecimiento.

Con el trámite del partido "roto", con un Alvarado obligado a buscar el empate y un Morón dispuesto a cerrar el resultado de contra, quedaría tiempo para que Santiago Coronel, la figura excluyente de la destemplada noche, viese adelantado a Lungarzo, en un tiro de esquina y la colocara con "comba" rumbo a un golazo "olímpico" de antología, que sólo impediría la gran reacción del propio arquero de Alvarado, arrojándose dentro de su arco, para evitar lo que hubiese sido el "broche de oro" para una actuación formidable del "11" visitante, que jugó como los "dioses", hizo jugar a sus compañeros y maravilló con su fútbol y jerarquía a propios y extraños. Hizo todo bien. Mejor que siempre. Partido consagratorio. De auténtico crack.

En tiempo cumplido, Alan Robledo, el primer marcador central local, se iría bien expulsado por doble amarilla, luego de una fuerte entrada a Rescaldani, propia de la impotencia de Alvarado y en el tercer minuto adicionado de los cinco, un centro con destino al área de Galván, mal ejecutado por Juan Lungarzo, iniciaría el contragolpe letal de Diego Sosa, desde su "media luna", que ganándole en la carrera a su marcador y teniendo libre a Ezequiel Rescaldani por el centro, optaría por jugársela él mismo, y lo bien que haría, cruzando un remate furibundo, rumbo al segundo palo de Lungarzo, para su cuarto gol en la temporada, el segundo consecutivo y la victoria 2 a 0 de Morón en Mar del Plata.

A un punto del líder zonal, Agropuecuario (por lo menos, hasta que jueguen Almirante y Flandria en Jáuregui) y con una marca impresionante de once triunfos en los últimos catorce partidos, el Gallo no detiene su marcha y el sábado recibe a Gimnasia de Mendoza, en el Nuevo Francisco Urbano.

Morón es un puño apretado y sueña.


@elgallogustavo.



        📸; Prensa Alvarado.


lunes, 17 de julio de 2023

Ganar, la mejor manera de "espantar" rumores...

Luego de una semana plagada de rumores, respecto de supuestos conflictos intra-vestuario, Morón necesitaba con urgencia de una victoria, no sólo para retomar la senda del triunfo y seguir "prendido" en los puestos de vanguardia, sino para demostrar, hacia adentro y hacia afuera, que la ilusión sigue intacta y constituye un objetivo de conjunto, más allá del atraso en los pagos, por culpa del incumplimiento del main sponsor, que promete fórmulas para ponerse a día, pero mientras tanto los meses se acumulan y las obligaciones a pagar no pueden esperar.

En este contexto, sumadas a las rescisiones contractuales de Ramiro Arias, no tenido en cuenta por el cuerpo técnico y de Ezequiel Schelotto, de referencia dentro del vestuario, pero con una oferta para regresar al "Viejo Mundo", donde cimentara toda su carrera y se halla su familia, este domingo por la tarde, ante Flandria, en el Nuevo Francisco Urbano, el Gallo tendría algo más que un cotejo importante por tres puntos necesarios, sino que además representaría una oportunidad indispensable, para diferenciar los justos reclamos por el atraso en los sueldos, de la performance dentro de la cancha, tras el 0-4 de hace una semana, en San Juan.

Con el cambio obligado de Santiago Ubeda, en reemplazo del suspendido Pablo Ferreira (expulsado en el "Hilario Sánchez" sanjuanino), el equipo de Fabián Nardozza saldría a revalidar "credenciales", ante un "Canario" necesitado de sumar puntos, en zona de reválida, pese a contar con nombres de "peso" para la categoría, tal como lo sufriera el mismo Morón, durante el cotejo de ida, en la derrota en Jáuregui.

En un partido entretenido y con una zona media de mera circulación, con escasa contención en ambos lados, Morón se insinuaría punzante en ofensiva, aunque también vulnerable en su última línea, en especial, por el sector izquierdo del ataque visitante, a espaldas de Damián Adín, donde Catriel Sánchez hallaría el "hueco" ideal para complicar a la defensa local, generando una "apilada" individual de arranque, a los tres minutos de iniciado el juego, que Alejandro Gagliardi no lograría impactar con acierto, sobre el palo opuesto.

Como contrapartida, en la primera llegada del Gallo, Damián Adín encararía en diagonal hacia adentro, habilitando a Ezequiel Rescaldani en el área, que marcado por dos rivales, se las arreglaría para "puntearle" el balón a Franco García, que ingresando por el sector derecho, sacaría un derechazo alto y furibundo, para sorprender a un buen arquero como Martín Perafán y adelantar en el marcador al local, a los seis minutos de la etapa inicial.

Con la tempranera ventaja, uno supondría que el Gallo ganaría en tranquilidad, para cederle la iniciativa a las necesidades de su rival, y procurar comenzar a definir el pleito de contra, para lo cual contaría con no menos de cuatro situaciones muy claras de gol, aunque en el mismo lapso del primer tiempo, cada pelota parada o por vía aérea resultaría un auténtico "calvario", para una defensa de Morón con demasiados problemas, en especial por su franja derecha, donde el mencionado Catriel Sánchez resultaría un "tormento" para sus marcadores, tanto en el "mano a mano" como en los envíos a los espacios.

Si bien Morón tuvo el segundo en la cabeza de García, en dos remates de Brian Orosco y la más clara, otra vez en los pies del uruguayo Franco García, repelido de manera brillante por una gran atajada de Perafán, en la última línea propia, Sánchez elevaría su remate, luego de volver a ganar en el "uno a uno", Agustín Gómez (de lo mejor de la defensa) salvaría de cabeza un centro que hubiese complicado a espaldas del "6" del Gallo y casi en el epílogo, un cabezazo de Lucas Seimandi, el "11" de la visita, resultaría rechazado "in extremis" por Maxi Coronel, cuando parecía tener destino rumbo al segundo palo de Bruno Galván.

Ya en el complemento, Pablo Calderón ingresaría en lugar de Maximiliano Coronel (de flojo primer tiempo) y en una etapa final de escasas emociones, en comparación con los primeros 45', el Gallito habría de complicarse solo (una vez más), a partir de la expulsión del recién ingresado Calderón, por una primera amarilla a los 13' de la etapa final y la segunda amonestación, a los 29 minutos, luego de un innecesario e infantil "manotazo" de espaldas, en el rostro de Catriel Sánchez, bien sancionado por un mal árbitro como Juan Pafundi.

Por si fuera poco, apenas tres minutos más tarde de quedarse con diez, de un tiro de esquina desde la derecha, el cabezazo solitario de Marcos Fernández (nada que ver con el "nuestro", el inolvidable de las "muletas") impactaría en el travesaño, casi por encima de la humanidad de Galván y en el rebote, Catriel Sánchez se anticiparía a los defensores y de derecha empataría el encuentro, a los 32' del complemento.

Y cuando parecía que la "noche" empezaba a caer sobre el Oeste (y no precisamente por el horario), a cuatro de arribar al tiempo reglamentario, una nueva "patriada" ofensiva de Adín, terminaría con un tiro libre sobre la izquierda, que del rebote en la barrera, luego del envío de Santiago Coronel, la pelota le quedaría al ingresado Diego Sosa, para que de derecha, casi de "cachetada", la impulsara al fondo de la red, para sorpresa de Perafán y el delirio de todo el Nuevo Francisco Urbano.

Ganó Morón y se ubica tercero en su zona, a tres puntos del nuevo líder, Almirante y a sólo una unidad de su escolta, Agropecuario, que cada vez que sale de Carlos Casares, pierde.

Luego de una semana compleja, entre rescisiones y rumores de todo tipo, el Gallo volvió al triunfo para separar de la mejor manera, dos temas absolutamente distintos: el justo reclamo de los haberes atrasados, de un mejor o peor rendimiento dentro del campo de juego.

Ahora, con la ilusión intacta a "Mardel", para continuar en esta senda "Feliz".


@elgallogustavo.



sábado, 8 de julio de 2023

Noche "negra": los "detalles" en el fútbol

Suele repetirse que, "en el fútbol, los partidos se definen por detalles", en un medio tan parejo, para bien o para mal, como lo son nuestros torneos locales.

Y en San Juan, Morón cumplió con ese axioma moderno, casi a la "perfección", para su mala fortuna dentro de la cancha, porque en un encuentro de trámite equilibrado, donde nada hacía presagiar una goleada, de alguno de los dos lados, terminó con una "chapa" contundente de 4 a 0, en favor del equipo dirigido por un "viejo" conocido y querido de la "casa", como César Monasterio, que supo aprovechar cada "detalle" o ventaja que le ofreciera el conjunto de Fabián Nardozza, en por lo menos, tres de los cuatro goles y por supuesto, en la expulsión infantil de Pablo Ferreira, en el cierre de la primera etapa, que terminó de condicionar a un Gallo errático, en una tarde-noche sanjuanina para el olvido.

Con el mismo once que, hace una semana, superó con esfuerzo a un combativo Defensores Unidos, en el Nuevo Francisco Urbano, hasta la apertura del marcador, minutos antes del primer cuarto de hora, Morón había insinuado mejores intenciones y condiciones futbolísticas, en especial, de tres cuartos de cancha en adelante, con interesantes sociedades entre sus jugadores de mejor pie (Santiago Coronel y Brian Orosco) y el adelantamiento de sus laterales, para generar el desborde por las bandas, tal como nos tiene acostumbrados, aunque sin la profundidad ni contundencia necesarias, en los metros finales, para inquietar al arco rival.

A los 17' de la etapa inicial y luego de una fuerte infracción en perjuicio de Orosco, en el círculo central, no sancionada por un mal árbitro, como Gastón Monsón, los jugadores visitantes repartieron su atención y su "energía", en continuar el ataque en desarrollo, al mismo tiempo de reclamar al árbitro que frene las acciones para que el "10" del Gallo pueda ser atendido (algo que, tranquilamente, podría haber hecho alguno de sus compañeros que intervinieron en las acciones posteriores, sacando la pelota de la cancha). 

En este devenir de "pequeños detalles", Monsón no interrumpió el juego y en la acción posterior, con un Morón mal parado en el retroceso defensivo y más atento al reclamo que a la elaboración ofensiva de San Martín de San Juan, Marcos Arturia aprovechó la indecisión de Agustín Gómez, en salir a cubrir el lateral derecho, con Adín en mitad de cancha o quedarse a marcar en la medialuna del área, duda "fatal" que el "7" local utilizaría para dejar atrás a su marca, con una buena media vuelta e ingresando hasta casi "debajo de arco", definir sobre el poste derecho de Bruno Galván, ante la sucesión de facilidades encadenadas por la defensa visitante.

Con el uno a cero en contra, en la primera llegada importante de su rival, Morón procuró seguir con su "libreto" de juego asociado y atildado, que le diera resultado, hasta el borde del área grande rival, porque seguiría sin poder hilvanar una ocasión manifiesta de gol, más allá de un buen remate desde afuera del "Topo" Coronel, bien resuelto por Mariano Monllor, arquero local, poco y nada puesto a prueba en la tardecita sanjuanina.

Por si fuera poco, apenas diez minutos más tarde, a los 28 del primer tiempo, un rechazo largo sobre el lateral diestro, generaría un desvío no sin problemas, de Maxi Coronel al tiro del esquina y de su ejecución, el cabezazo "solitario" y franco, viniendo desde atrás, de Matías Donato, perdido en la marca, en el inicio de su búsqueda, por Damián Adín, y de cuyo cabezazo sin atenuantes, al poste derecho de Galván, derivaría el 2 a 0 local, en la segunda llegada clara de San Martín, otra vez con "complicidad" de la última línea visitante.

En tiempo cumplido, en la última gran "gentileza", antes de irse al entretiempo, en una jugada sin relevancia, en una acción ya invalidada, Arturia patearía la pelota lejos, con la marca de Pablo Ferreira encima y el "5" del Gallo, de enorme futuro, pero aún con reacciones de "pibe", le aplicó menos que un codazo a su rival, pero suficiente para otorgarle la excusa justa al árbitro del encuentro, para sacarle su segunda amarilla y con ella, el camino adelantado de las duchas.

Con el parcial 0-2 y un jugador de menos, en esa primera etapa sólo quedaría tiempo para la segunda llegada de Morón, en casi todo el partido, con un buen centro desde la izquierda, a cargo de Nicolás Henry y el cabezazo desviado de Ezequiel Rescaldani, sobre el poste zurdo de Monllor.

En el inicio del complemento, Pablo Calderón reemplazaría a Maxi Coronel, con alguna dolencia física y unos minutos más tarde, a Gonzalo Salega para intentar desequilibrar por izquierda, en lugar del mencionado Henry, con la disposición táctica de Santiago Coronel como volante central, algo que le diera buenos resultados a Nardozza, en el segundo tiempo del cotejo con Agropecuario, también con Morón en desventaja.

Sin embargo, un minuto después del ingreso de Salega, con un Morón con línea de tres en el fondo y con diez jugadores en cancha, un mal control de Pablo Calderón propiciaría que el punta local le ganase el balón sin falta y solo rumbo al arco, sin más oposición que Bruno Galván y el retroceso desesperado de Agustín Gómez, terminaría con la cesión por derecha a Matías Donato, que sin marcas la impulsaría al fondo de la red, pese al rebote en la estirada de Galván, para el 3 a 0 de San Martín de San Juan, apenas a los 9' del segundo tiempo, para "liquidar" en la práctica el pleito.

De allí en adelante, con un "Santo" sanjuanino con enormes facilidades para aumentar la cifra, cuando se lo propusiera y "afinara" la puntería, sólo quedaría una jugada polémica, dentro del área local, que bien pudo ser sancionada con penal, por un mal arbitraje, por un evidente empujón desde atrás a Franco García, cuando el uruguayo se disponía a cabecear al arco y a los 13' de la etapa final, en la mejor acción colectiva de San Martín (claro está, con las ventajas de un Morón en inferioridad numérica, en cada contragolpe), una vez más, Marcos Arturia, la figura en la noche de San Juan, colocaría un cabezazo direccionado y violento, que alcanzaría a "manotear" Galván, pero no tanto como para evitar que pegara en el travesaño y se convierta en el 4 a 0 definitivo.

Cayó el Gallo 4 a 0, en su visita a San Juan, en uno de esos partidos que a priori, uno puede sospechar que pueden terminar en derrota, aunque lo que resulta siempre imposible de aventurar, son las facilidades que aportaría la visita para que el local se saque la "mufa", tras el 4 a 0, pero en su contra, de la fecha anterior, ante Güemes en Santiago del Estero.

Dicen que "el fútbol se define por detalles", y en la tarde-noche de San Juan, Morón los hizo todos (en su contra) para que San Martín se quedara con los tres puntos y encima por goleada.

A minimizar esos "detalles" con Flandria, en una semana, para seguir en la pelea por el Reducido.

Y olvidar rápidamente la noche "negra" sanjuanina.


@elgallogustavo.




domingo, 2 de julio de 2023

La "Nardozzeta" no se detiene y Morón es escolta

Morón hilvanó, una vez más, desde la llegada de Fabián Nardozza, su cuarto triunfo consecutivo y derrotó por la mínima, a un durísimo Defensores Unidos de Zárate, para seguir creciendo en la tabla y quedar como escolta de Agropecuario o cuanto menos, tercero a tres puntos del líder zonal (dependiendo de los resultados de Gimnasia y Esgrima de Mendoza y del propio "Sojero"), algo realmente impensable, si tenemos en cuenta que este mismo equipo durante las once jornadas iniciales, permaneció en el fondo de la tabla, con un solo triunfo en igual cantidad de presentaciones, y hoy, luego de otras once fechas, registra un récord impresionante de nueve victorias y apenas dos caídas.

En la noche del Nuevo Francisco Urbano y con el regreso de Pablo Ferreira (tras purgar la suspensión por cinco amarillas), en lugar de Santiago Ubeda), respecto del once de inicio en Puerto Madryn, el Gallo intentó asumir el protagonismo y "apretar" al CADU contra su arco, algo que lograría por momentos, ante una visita ordenada y bien trabajada en todas sus líneas, y que una vez recuperada la pelota, procuraba transiciones cortas y veloces, a partir de contragolpes punzantes y peligrosos, que en más de una ocasión se aprovecharían de retrocesos lentos y desparejos.

Sin embargo, en un primer tiempo entretenido y de "golpe a golpe", Morón contaría con las mejores oportunidades para abrir el marcador, con un cabezazo a las manos del arquero y una media vuelta forzada de Ezequiel Rescaldani y la más clara de los primeros 45', una zurdazo de Brian Orosco, con el arco a su merced, casi en tiempo cumplido, que increíblemente impactaría en el poste izquierdo de la meta de Defensores Unidos, cuando el "10" del Gallo, nuevamente de buen partido, como en Madryn, tenía todo el arco a disposición, para establecer una ventaja parcial justa, más allá de la paridad en el desarrollo general del juego.

Como contrapartida, el elenco de Santiago Davio generaría peligro con el buen partido de su número "11",  Franco Lonardi y las "trepadas" ofensivas de su lateral zurdo, Lautaro Suárez, generando dos ocasiones manifiestas de gol, la primera de Jonathan Suárez, el "10" de la visita, con un remate altísimo, pese a su ingreso sin marcas por la banda derecha de la defensa del Gallito, y las más clara en los pies de un "viejo" conocido, Matías Nizzo, ingresando increíblemente solo, casi frente a Bruno Galván, desviando por fortuna su remate al arco.

En el complemento, de este Morón que empieza a caracterizarse por ser un equipo de "segundos tiempos", la "presión" sobre el arco defendido por Fabricio Henricot, se intensificaría, propiciando un par de aproximaciones en los primeros 15' de la etapa final, hasta que dos minutos más tarde, ya con Gonzalo Salega en el campo, en lugar de un desconocido Gonzalo Berterame, una buena combinación entre Santiago Coronel (una vez más, el mejor de la cancha), el propio "Pony" Salega y Brian Orosco,  terminaría con un centro pasado del "Topo" Coronel, de izquierda a derecha, en dirección la palo más lejano, para que Ezequiel Rescaldani, con la categoría de un "9" de experiencia en primera, en nuestro medio y el exterior, la "calzara" de aire y de zurda, sin posibilidad de reacción para los defensores rivales, y abriendo bien el botín izquierdo, casi con el empeine, la impulsara bien lejos del alcance del arquero, junto al palo derecho, para un golazo y el uno a cero del Gallo, a los 17' del segundo tiempo.

De allí y hasta el final del encuentro, sólo una desatención en la última línea, obligaría a la mejor respuesta de Bruno Galván, en la noche del Oeste, enviando por encima del travesaño una pelota dificilísima, y de contra, aunque sin demasiada claridad, el Gallo bien pudo definir la "historia", pero su falta de precisión en la última "puntada", lo obligaría a sufrir hasta el pitazo final de Sebastián Martínez (de correcto arbitraje), más por el peligro potencial del "eterno" Javier Velázquez en cancha, que por alguna situación concreta generada por el visitante.

Ganó Morón y es escolta de Agropecuario.

La "Nardozzeta" no se detiene y el próximo sábado por la tarde, deberá revalidar sus "credenciales", cuando visite a San Martín en San Juan.

Mientras tanto, el Oeste es una fiesta.


@elgallogustavo.