sábado, 25 de junio de 2022

El "Lobo" lastimó en el final

Luego del empate de la jornada anterior, el Deportivo Morón debía "poner en valor" el punto laborioso conseguido en Isidro Casanova, con una victoria en "casa", frente a un rival complicado y en "alza", como Gimnasia y Esgrima de Jujuy, que llegaba al Oeste con un triunfo contundente ante Temperley en el Norte del país y una racha de tres triunfos en fila en el torneo Nacional, que suman cuatro, si agregamos el último duelo de los jujeños por "Copa Argentina", que los clasificara a octavos de final.

Y el Gallo estuvo a escasos minutos de conseguir esos necesarios tres puntos, puesto que el empate de la visita, se produciría a los 42' del complemento, aunque también es cierto, que el "Lobo" norteño había acumulado méritos suficientes para llevarse por lo menos un punto, en un partido cuyo trámite manejó en gran parte de los 90', ante un Morón que debió resignar la habitual tenencia del balón, frente a un rival atildado y con argumentos futbolísticos para estar bastante más arriba de lo que está, en la tabla de posiciones de la Primera Nacional.

En efecto, luego de unos 10 minutos iniciales, en los que Morón "ahogaría" a su rival con una presión bien alta, generando dudas y errores en la salida desde el fondo de Gimnasia y Esgrima de Jujuy, a partir del primer cuarto de hora y merced al buen "pie" de Francisco Maidana en el medio y de Matías Palavecino y Leandro González en ofensiva, la visita comenzaría a monopolizar la pelota, obligando al repliegue local, cada vez más cerca de su área, y generándole la primera jugada de peligro, con un remate apenas desviado de González, dentro del área, a los 6' de iniciado el juego y un cabezazo de Guillermo Cosaro al poste zurdo de Juan Martín Rojas, antes de la media hora.

Como contrapartida, el equipo de la "dupla" de "Chiche" Migliardi y Joaquín Iturrería, con la vuelta de Gastón González en lugar de Alan Schönfeld y el ingreso desde el inicio de Leonardo Ramos por Mateo Levato, opondría la peligrosidad potencial de sus dos nuevos puntas (el referido Ramos y Tobías Zárate) y el criterio para manejar la pelota de Santiago Coronel, con Gonzalo Salega como extremo por izquierda.

En una de sus primera incursiones ofensivas, Leo Ramos mostraría las "credenciales" de su jerarquía, definiendo con calidad por sobre el cuerpo del "eterno" Cristian Lucchetti, tras un balón bien peleado y mejor asistido por Santiago Ubeda, pero el gol resultaría invalidado por un off side de centímetros.

Con otro buen partido de Ubeda, pero al mismo tiempo, demasiado solo para contener a los volantes centrales rivales (se extraña la ausencia de Cristian Lillo, para poder repartir con el mendocino, los roles de "raspe" y de primer pase ofensivo), a Morón le costaría muchísimo hacerse de la pelota en ese primer tiempo y estaría obligado a esperar "agazapado" para la contra, no por decisión táctica, sino por imperio del mejor juego y tenencia de su rival.

Sin embargo, casi en el epílogo de la primera mitad, un buen desborde y centro al "corazón" del área jujeña, a cargo de Salega por izquierda, encontraría la cabeza goleadora de Leonardo Ramos, para poner en ventaja al Gallo, a los 41' y de alguna manera, "alivianar" con el resultado a favor, lo "cuesta arriba" de un desarrollo poco y nada favorable.

En el complemento, los jujeños acrecentaron su dominio de pelota y terreno, con el buen juego de sus medios internos y la paciencia para manejar el balón de un lado a otro, hasta hallar el espacio, con un Morón decididamente replegado en su porción de campo de juego.

Y en esa búsqueda visitante, yendo cada vez con más gente, el Gallo encontraría facilidades para "lastimar" de contrataque, pudiendo definir la "contienda", en un par de situaciones muy favorables de gol, como un remate de Levato (ingresado por un extenuado Ramos), rechazado por el "Laucha" Lucchetti, otro derechazo de Coronel, apenas ancho sobre el palo derecho y la más clara de todas, con un cabezazo de Gonzalo Salega, al lado del poste diestro, de un arco desguarnecido, luego de una "patriada" de Alan Schönfeld por derecha, ingresado minutos antes por Zárate.

Para esa altura, con un partido "roto" en el medio, entre la necesidad de ir por el empate en la visita y las oportunidades para "liquidar" el "pleito" del local, en la defensa volvería a destacarse Lucas Abascia, el más sólido de los cuatro del fondo (junto a un Cristian Broggi muy recuperado), que sin embargo no alcanzaría para evitar que en la misma área del gol de Morón y casi en la misma posición, Matías Palavecino definiera con demasiada facilidad, casi en el mismo minuto del "grito" local, un tiempo entero antes.

Pese al "baldazo de agua fría", del empate a uno jujeño, a falta de tres minutos para el tiempo reglamentario (con la innecesaria actitud del talentoso "11" visitante, de sacarse la camiseta y "mostrársela" al público local, al parecer, una reprochable "moda" en nuestro fútbol), Morón reaccionaría al "golpe", si hasta contaría con dos chances de ganarlo en el descuento, a través de un cabezazo de Mateo Levato (al "techo" del arco) y luego un remate imperfecto de Alan Schönfeld, ingresando al área por el medio, a pura "polenta".

Eso sí, del lado opuesto, al palo en el primer tiempo de Cosaro, la visita sumaría dos "caños" más, en el arco de Juan Martín Rojas, uno por un remate desde afuera de Juan Pablo Córdoba al travesaño, y el restante por un tiro libre de Leandro González, que pedía "red" y superado el esfuerzo del "1" local, por fortuna, fue a impactar contra la base del poste derecho de Morón.

El pitazo final de Juan Pafundi, de regular arbitraje (el "2" norteño, Carlos Rey Salinas, jugó de "regalo" con lo que "pegó"), determinó el reparto de puntos, entre el Gallo y el "Lobo" jujeño, que por la "cercanía" con el triunfo, podría tener un regusto amargo. 

Pero si tomamos en cuenta el dominio ejercido por la visita, de pelota y terreno, durante la mayor parte del partido, el punto se revalúa, pese a ser en "casa" y con las urgencias de este Morón por sumar de a tres.

Ahora, a pensar en otra "ave", el "Canario" de y en Jauregui, procurando un mayor equilibrio en el mediocampo, para no exponer tanto a la última línea, máxime ahora que parece haberse hallado un "9", con la jerarquía suficiente, para ponerte en ventaja sin merecerlo y hasta hacerte ganar el partido, de no mediar una distracción defensiva y la ausencia de contención en el medio (pese al buen desempeño de Ubeda, aunque demasiado solo en el círculo central, de lo más destacado, junto a Abascia, Broggi y Ramos).

A seguir sumando, mientras se mejora.


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domingo, 19 de junio de 2022

"Prueba de carácter" en Casanova

Contra todos y a pesar de todo, el Gallo se trajo un punto laborioso y merecido de su visita "clásica" a Isidro Casanova, sobreponiéndose a la ventaja tempranera del local, pero también a los repetidos fallos vergonzantes de un referato argentino, que en su lamentable rol de "brazo armado" de una impune "jefatura" de AFA, de manera descarada y sin "rubores", procura beneficiar cada fin de semana, a los "amigos del poder de la calle Viamonte", en desmedro de aquellos "convidados de piedra", que se resignan a ser perjudicados una y mil veces, antes que alzar la voz ante "Chiqui" Tapia y sus adláteres de "feria", tal el caso del ex "convicto" presidente de Almirante Brown, palmario ejemplo de la degradación dirigencial de nuestro medio.

En efecto, con las sospechas a priori de un arbitraje parcial, en favor del "dueño de casa", confirmadas con el correr de los minutos de juego y en especial, a partir del empate del Gallo, fuera de "guión" para los "correveidiles" del Colegio de Árbitros, como Rodrigo Rivero y del Comité Ejecutivo de AFA, en una auténtica "prueba de carácter", el Morón de "Chiche" Migliardi y Joaquín Iturrería, cada fecha más maduro como grupo y equipo, evitó "tenderse en una cama", armada en la semana desde la designación de la impresentable terna arbitral.

Desde lo futbolístico, con Cristian Broggi como lateral diestro, en lugar de Alan Schönfeld, vuelto a su posición habitual en el mediocampo, más el regreso de Mateo Levato, tras la suspensión por cinco amarillas, en lugar de Javier Bayk, Morón sorprendería a la "Fragata", en el minuto 3 de juego, con un desborde individual de Gonzalo Salega por izquierda, quien teniendo receptores para la descarga en el medio, optaría por probar al arco desde ángulo sesgado, perdiéndose el balón, pegado al primer palo de Ramiro Martínez, arquero del "Mirasol".

Con el paso de las primeras acciones, la ofensiva de Almirante Brown hallaría ventajas en ambos laterales visitantes, permitiendo la sorpresa de un ex Morón, como Leandro Guzmán por derecha y del "incontenible" Milton Céliz, por el sector opuesto, acompañados por Ignacio Colombini y Florian Monzón (el hijo del "Moncho", a préstamo de Vélez), cuyo adelantamiento "perforaría" el andamiaje defensivo de Morón.

Precisamente, a los 11' del primer tiempo, un desborde de Monzón por izquierda, derivaría en una habilitación a la "carrera" de Guzmán, para que el "Chaco", ingresando solo por el sector derecho, impulsara el balón al fondo del arco, con un remate rasante y esquinado, para la apertura del marcador del "Mirasol", que el ex Morón no habría de gritarlo.

Hasta la primera media hora de juego, y con el "cimbronazo" del tanto en contra, al Gallo le costaría "entrar en partido", en un primer tiempo flojo del equipo, con muchas dudas en su zona defensiva, problemas en la contención en el medio, y sin fútbol ni "picante" para preocupar a su rival en sus últimos metros.

Pese a un mal primero tiempo y los descoples manifiestos, aún así la visita estuvo cerca del empate, más por imperio de la mezquindad del local, de retrasarse en su campo tras la ventaja parcial, que por méritos de un Morón inconexo y por momentos "tibio" para afrontar un clásico y de visitante.

Ya en el complemento, el local intentaría "liquidar" el partido de contra, cometiendo el error garrafal de cederle al visitante, terreno y balón, precisamente lo que mejor le sienta a este Morón, que "sufre" los partidos sin la pelota y los empareja cuando logra hacerse cargo del protagonismo.

A los 10' del segundo tiempo, los cambios de Leonardo Ramos y Javier Bayk, en lugar de Mateo Levato y Alan Schönfeld, le cambiarían la fisonomía ofensiva a la visita, a partir de la "gambeta" vertical y el cambio de ritmo de Bayk, como de la presencia intimidante de Ramos en el área, para preocupar y "ocupar" a los defensores locales, "liberando" a otros compañeros en ataque.

Tras un aviso de Tobías Zárate, con un remate a distancia, apenas ancho, a los 30' del complemento, y a partir de un centro preciso de Leonel Bontempo desde la izquierda, la cabeza de Cristian Broggi desviaría la pelota al gol, sobre el poste zurdo de "1" local, para darle al Gallo un empate, que merecía desde hacía varios minutos y tenía mucho más que ver con el trámite del partido.

Y a partir de allí, el disimulo de Rodrigo Rivero, que se había resumido hasta entonces, a cobrar infraciones en ataque, en cada centro sobre el área de Almirante, el empate de Morón, a falta de 15' para cumplirse el tiempo reglamentario, "liberaría" de restricciones al árbitro del encuentro, quien haría todo lo que estuviese a su alcance para evitar que el "Mirasol", sume 12 partidos sin conocer la victoria.

Tanto es así, que Rivero se haría el "distraído" ante una patada escandalosa de Milton Céliz, sobre el estómago de Cristian Broggi, que evidentemente llegó a verla, por la amarilla que le impondría al "11" de la "Fragata", cuando debió haber sido expulsado e "imputado" por intento de "homicidio".

Como contrapartida, casi en tiempo cumplido y antes de los siete minutos agregados, una disputa de balón normal entre Javier Bayk e Ian Rasso, unos de los sustitutos del "Morrón" Jorge Benítez para sostener la ventaja parcial de Almirante, terminaría en una acción "infantil" y evitable del refuerzo del Gallito, que remataría el balón sobre la espalda del "13" local, dándole la excusa reglamentaria a Rodrigo Rivero para expulsarlo (no sin razón), mientras tanto Milton Céliz seguía en cancha, como si nada hubiese pasado.

En los minutos finales del encuentro, el cansancio de la visita, con uno menos, lo llevaría a cometer demasiadas infracciones cerca del aérea de Morón, permitiendo que Brown "lo llenara de centros", aunque con una buena respuesta de los centrales del Gallo y de un seguro y consolidado, Juan Martín Rojas.

El pitazo final del árbitro del partido, de "cabeza gacha" por no poder cumplir con las órdenes de sus "patrones", determinaría un "reparto" justificado de puntos en el clásico, que de haber mediado un arbitraje imparcial y con un expulsado por lado, hasta podría haber inclinado la "balanza" para el lado de Morón, protagonista en todo el segundo tiempo.

Contra todos y a pesar de todo, Morón sumó en Casanova y ahora espera por el "Lobo" jujeño, el próximo sábado en el Oeste.

Mientras tanto, en la "cueva" de la calle Viamonte, siguen "matando al fútbol", con arbitrajes escandalosos que mediatizan los resultados, en beneficio de los "amigos" y en detrimento de los perjudicados, que optan por un silencio inaudito y en definitiva, complaciente y cómplice.


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lunes, 13 de junio de 2022

Triunfo necesario

Con algunas "caras nuevas" y la ausencia de otras habituales hasta hace un par de fechas, Morón ganó un partido necesario ante Villa Dálmine, en el Nuevo Francisco Urbano, no sólo para quebrar una racha indeseada de seis cotejos sin triunfos, sino para comenzar a ganar en confianza y propiciar una mejora en el rendimiento de conjunto, bajo el "paraguas" tranquilizador de un resultado positivo.

En efecto, con dos de los refuerzos en cancha, desde el inicio, tales los casos de Tobías Zárate (por Mateo Levato, suspendido por llegar al límite de amarillas), en su segundo ciclo en el club y de Javier Bayk, en función de enlace y "lanzador", recostado sobre la banda derecha, sumados a las apariciones del juvenil Leandro Cabrera en reemplazo de Gastón González (lesionado en el cotejo frente a Belgrano) y de Santiago Coronel y Gonzalo Salega, en lugar de Rodrigo Sayavedra y Alan Salvador (o Santiago Sala, si tomamos en consideración el "once" titular ante el "Pirata"), el primero en Brown de Adrogué y Salvador a préstamo en UAI Urquiza, el Gallo de Migliardi e Iturrería continuaron con la mejoría esbozada en Córdoba, desde lo individual y también lo colectivo.

Con la novedad táctica de Alan Schönfeld en función de lateral diestro (en sustitución de un lesionado Damián Adín), en un puesto que el "Perro" ya conoce en su trayectoria por el andarivel derecho, y tras algún susto inicial de la visita, bajo la premisa de la pelota al pie y la tenencia segura y paciente, de a poco Morón fue asumiendo el protagonismo, a partir del equilibrio de Santiago Ubeda en el medio (cada vez más sólido) y el desequilibrio de Bayk por derecha y en especial, de Gonzalo Salega por izquierda, en el mejor partido del ex Los Andes desde su llegada, de modo que Tobías Zárate quedaría en dos ocasiones de "cara" al gol, en una de anticipo ofensivo, anulada por posición adelantada y en otra con una definición imperfecta, pero demostrando que el "heredero" volvió "picante" como en su reciente paso por el club.

Como contrapartida, la habitual solidez defensiva, se vería alterada por algunos descoples, en particular por el sector diestro, permitiendo que Dálmine se aproxime con peligro, primero ante un remate desde afuera de Laureano Tello (con una buena respuesta de Juan Martín Rojas) y más tarde, en una acción increíble de un ex Morón, Ezequiel D'Angelo, que sólo en el área chica, y a metros del arco, desviaría el centro desde la derecha, muy por encima del travesaño.

Al término de un primer tiempo regular, donde ambos equipos demostraron por qué se hallan "deambulando" del medio hacia abajo de la tabla, el Gallo había merecido un poco más, desde la búsqueda y la ambición, aunque pocas veces había encontrado los mejores "caminos" al gol, salvo en los encuentros entre Salega y Zárate, de lo mejor en los 45' iniciales, más algunas "pinceladas" de una interesante presentación de Bayk y el criterio de Santiago Coronel para manejar la pelota.

En el complemento, con otro de los nuevos en cancha, como Leonardo Ramos (en reemplazo de Cabrera, con "aprobado" en su debut como titular), Morón intentaría ser más vertical y "punzante", buscando usufructuar la "polenta" de sus dos puntas, adelantando unos metros a Schönfeld, lo que potenciaría el rendimiento de Lucas Abascia, capitán en la tarde del Oeste y el más destacado en el Nuevo Francisco Urbano, un "peldaño" por encima de Salega, Ubeda y Coronel, dentro de un nivel de conjunto mucho más homogéneo y parejo que en el pasado reciente.

Unos minutos más tarde, en procura de mayor generación de juego y profundidad, con la tendencia del partido definitiva, entre un local protagonista y una visita "agazapada" para la contra, haría su presentación otro de los "nuevos", Matías Córdoba, por un Javier Bayk con señales de cansancio.

Hasta que a los 15' del segundo tiempo, de un tiro libre desde la izquierda de la ofensiva del Gallo, a la altura del área de Villa Dálmine, Santiago Coronel ensayaría un zurdazo "envenenado", que sumado al intento fallido de Lucas Abascia por desviar la pelota de cabeza, sobre el primer palo, confundiría a Alan Sosa, arquero del "Violeta", para que la pelota vaya directa al fondo del arco, sobre el poste zurdo del "inmóvil" golero visitante.

Con la tranquilidad de la ventaja a favor, cuatro minutos más tarde, una imprudencia de Brian Camisassa, el volante central de Dálmine, colaboraría con el manejo del partido local, al dejar a la visita con diez, luego de una entrada muy fuerte, en perjuicio de Alan Schönfeld, sobre el lateral derecho, estado ya amonestado de una jugada similar, también en el segundo tiempo.

Así las cosas, con el resultado a favor y un jugador de más, Morón administraría con acierto terreno y balón, para jugar bien lejos de su área, aunque sin profundidad en la ajena, salvo por un gran remate desde afuera de Leonardo Ramos, que con destino de "golazo", entre el vértice izquierdo y el poste zurdo le negarían el segundo, incluso en el rebote, que de casualidad no terminaría dentro del arco, luego de pegar en la cabeza del arquero, en la base del palo y recién allí poder ser contenida por el "1" visitante, que jamás supo dónde estaba la pelota (hasta que le llegó a las manos).

Con Pablo Ferreira, Damián Akerman y Cristian Broggi en el terreno de juego, en lugar de Coronel, Zárate y Salega, el Gallo no sufriría el final del encuentro y el "pitazo" final de un regular Luis Lobo Medina, árbitro del cotejo (muy permisivo con el juego brusco de la visita), desataría el grito de desahogo, tanto dentro como fuera de la cancha.

Morón volvió a sumar a tres, luego de seis partidos y espera con mayor confianza y tranquilidad, el duelo siempre especial del próximo sábado, desde las 19:10, frente a Almirante Brown, de visitante absoluto.

Mejor en lo colectivo y con rendimientos individuales mejorados, más presentaciones auspiciosas de los "nuevos", el Gallo ganó con justicia, aunque sin sobrarle nada y fija la vista en el futuro con mayor optimismo.

Por lo pronto, se viene una "prueba de carácter", en Isidro Casanova.


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viernes, 10 de junio de 2022

Leonardo Ramos, un "Tanque" para el Gallo

Sobre el cierre del libro de pases, el Deportivo Morón "abrochó" un nuevo refuerzo, el cuarto sobre cuatro posibles en esta "ventana" de invierno, sin dudas el de mayor nombre y trayectoria de los arribados en el presente "mercado": se trata de Leonardo Javier Ramos, delantero centro de vasta experiencia y que el jueves rescindió el contrato que lo vinculaba a Unión de Santa Fe, en la Liga Profesional, hasta diciembre del presente año.

En efecto, este viernes ya entrenó con sus nuevos compañeros y firmó su contrato con el Gallo, hasta diciembre de 2023, Leonardo Ramos, el tercer punta en llegar a un Morón escaso de "gritos" de gol, sumándose a Javier Bayk, que puede desempeñarse como enganche, media punta o como extremo por ambos flancos, Tobías Zárate que retornó al club luego de su paso por Chile y Matías Córdoba, delantero que llegó a préstamo de Talleres de Córdoba, sin cargo ni opción, hasta diciembre de 2022. Es decir, sobre cuatro cupos posibles, tres puntas "y medio", para un Morón con diez goles en dieciocho partidos.

Nacido el 21 de agosto de 1989  (32 años) en Marcos Paz, provincia de  Buenos Aires, Leonardo Javier Ramos hizo inferiores en Nueva Chicago, hasta debutar en la primera del "Torito" en 2009, permaneciendo vinculado al elenco de Mataderos hasta 2011, aunque con dos cesiones a préstamo, en el medio, primero a El Porvenir en 2010 y a General Lamadrid, durante el segundo semestre de 2011.

En el racconto de su paso inicial por Nueva Chicago, Leonardo Ramos intervendría en 15 cotejos, anotando un solo gol, a Los Andes en el "República de Mataderos", para el triunfo por 1 a 0 del local frente al "Mil Rayitas". Por su parte, en Gerli, disputaría otros 12 partidos con la casaca de "El Porve", sin convertir tantos, mientras que en Villa Devoto, tomaría parte en 15 encuentros, con un solo tanto, con la camiseta del "Carcelero".

Con el pase en su poder, en 2012, el "Tanque" Rojas prueba suerte en Huracán Las Heras, aunque sin la continuidad buscada, permanece seis meses en el conjunto mendocino, por entonces en el Federal "B", disputando diez partidos, sin convertir goles.

El 18 de junio de 2012 regresa al fútbol metropolitano, para desempeñarse en Deportivo Armenio, donde comienza finalmente a demostrar sus condiciones de goleador, al intervenir en 37 cotejos, 21 de ellos como titular, con 1979 minutos efectivos en cancha, convirtiendo nada menos que 12 goles en la temporada 2012/2013 de la Primera "B" Metropolitana, además de resultar amonestado en cuatro oportunidades.

En la campaña siguiente, la 2013/2014, siempre en el elenco de Ingeniero Maschwitz, disputa 30 encuentros, 25 desde el inicio, con 2205 minutos de juego, 15 goles y seis tarjetas amarillas. 

El 30 de junio de 2014, sus gran nivel en Deportivo Armenio, lo lleva a emigrar con destino trasandino, más precisamente al San Marcos de Arica, de la primera división del fútbol chileno, donde toma parte en 29 encuentros, 18 como titular, con 1698 minutos en cancha, diez tantos convertidos y cuatro amonestaciones. 

El 10 de agosto de 2015, sus goles en Chile lo llevan aún más lejos, con destino al Platanias FC de la Súper Liga griega, interviniendo en 21 cotejos, 12 desde el arranque, con 1215 minutos de juego, además de marcar cuatro goles y recibir la tarjeta amarilla en siete ocasiones.

El 7 de julio de 2016, Leonardo Ramos retorna al país, para vestir la camiseta de Atlanta, en la Primera "B" Metro, disputando 34 partidos, 31 desde el inicio, con 2693 minutos en cancha, 13 tantos convertidos y siete amonestaciones.

Poco más de un año más tarde, el 17 de julio de 2017, Leo Ramos vuelve a emigrar, en esta oportunidad rumbo a Asia, para desempeñarse en el Ranofa Yamaguchi de la segunda división del fútbol nipón, disputando 17 partidos, 13 de ellos como titular, 1090 minutos efectivos de juego, siete goles convertidos y tres tarjetas amarillas.

El 31 de diciembre de 2017 finaliza de manera anticipada su vínculo en el fútbol japonés y se "muda" a Cafetaleros de Chiapas, en la Liga de Expansión de México (la segunda división del fútbol "azteca"), interviniendo en 21 encuentros, 17 desde el arranque, con 1513 minutos de juego, 14 goles convertidos y cuatro amonestaciones, adjudicándose el Torneo Clausura 2018 y más tarde el campeonato y ascenso a la máxima categoría con Cafetaleros.

El 31 de agosto de 2018 "ficha" para el Lobos de la BUAP, de la ciudad de Puebla, en la primera división del fútbol mexicano, disputando 23 encuentros, 22 como titular, con 1973 minutos de juego, 16 tantos anotados y seis tarjetas amarillas. Poco menos de un año después, el 8 de junio de 2019, Leonardo Ramos se incorpora al Club León, siempre en la Liga MX, disputando 20 cotejos, 10 como titular, además de convertir seis goles y ser amonestado en tres oportunidades.

El 30 de junio de 2020, Leonardo Javier Ramos abandona León y se "suma" a la "plantilla" del Pachuca, uno de los animadores de la Liga MX, tomando parte en ocho partidos, tres como titular, con 262 minutos de juego, sin goles y una tarjeta amarilla.  

Seis meses más tarde, el 31 de diciembre de 2020 emigra rumbo al Bolívar, de La Paz, uno de los clubes más importantes del fútbol boliviano, donde disputa 22 cotejos, 20 desde el inicio, con 1526 minutos efectivos en cancha, además de anotar nada menos que 15 goles y ser amonestado en seis ocasiones.

El pasado 13 de enero de 2022, y luego de estar seis años y medio fuera del país, Leonardo Ramos retorna a la Argentina, para desempeñarse en Unión de Santa Fe, en la Liga Profesional, interviniendo en nueve cotejos con la casaca del "Tatengue", ocho por la "Copa de la Liga" y el restando por "Copa Argentina", de los cuales arrancaría como titular en cinco oportunidades, resultaría amonestado en una ocasión y convertiría un solo gol, precisamente por "Copa Argentina", el 23 de marzo de este año, en un partido en el que Unión igualaría 1 a 1 con Sportivo Las Parejas de Santa Fe, para clasificar a la próxima instancia recién en la definición por remates desde el punto del penal. En dicho cotejo, Ramos adelantaría en el marcador a Unión, a los 6 minutos del segundo tiempo.

Asimismo, en 2021 y con el Bolívar, Leonardo Ramos registra seis partidos por certámenes continentales, cuatro por Copa Libertadores, con tres tantos convertidos y los dos restantes por Copa Sudamericana, sin goles.

En definitiva, Leonardo Javier Ramos (1.86 metros, 84 kgs), delantero centro de 32 años, que procede de Unión de Santa Fe y desde la fecha, nuevo refuerzo del Deportivo Morón, hasta diciembre de 2023, registra un total de 329 partidos (162 en nuestro país, 161 en el exterior y seis por copas continentales), con 118 goles oficiales, 75 en el extranjero, 43 en clubes de nuestro medio y tres por Copa Libertadores.

Leonardo Javier Ramos, un "Tanque" para el alicaído ataque del Gallo.


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        📸 Infografía: Deportivo Morón.


miércoles, 8 de junio de 2022

Matías Córdoba, para reforzar la ofensiva

En la búsqueda de variantes ofensivas, en este mercado de pases, en procura de hallar una solución a la alarmante falta de gol del Deportivo Morón en la presente temporada, y caída la llegada de Tomás Blanco desde Quilmes (tenía acordado su préstamo, pero la partida de Leandro "Chino" Benítez como entrenador del "Cervecero" y su reemplazo por Gastón Coyette, el mismo que pretendió "cortar" a Damián Akerman en su corta "estadía" como técnico del Gallo, revirtieron la decisión original de la dirigencia quilmeña), en la jornada fue presentado un joven punta, procedente a préstamo de Talleres de Córdoba; se trata de Matías Rodrigo Córdoba, delantero diestro de 23 años.

Nacido el 16 de abril de 1999, en San Pedro Jujuy, Matías Córdoba registra inferiores en Gimnasia y Tiro de Salta, hasta que en julio de 2017 se "muda" a las formativas del "Lobo" jujeño.

El 29 de julio de 2018 debutó oficialmente con la camiseta de Gimnasia y Esgrima de Jujuy, en la derrota 1 a 0 frente a Almagro, por los 32avos de "Copa Argentina".

En la temporada 2018/2019 de la Primera Nacional; Matías Córdoba registra 22 partidos, 20 de ellos como titular, con 1683 minutos efectivos en cancha, además de convertir cinco goles y ser amonestado en tres ocasiones.

En la campaña 2019/2020, siempre en el "Lobo" jujeño, Matías Córdoba interviene en 13 cotejos, 12 desde el inicio, con dos tantos convertidos y otras tantas tarjetas amarillas.

En noviembre de 2019 sufre una grave lesión, en los ligamentos cruzados de su rodilla derecha, en la previa de un "choque" de los jujeños frente a Sarmiento de Junín.

Por si fuera poco, la pandemia y la cuarentena complicaron los tiempos de recuperación de Matías Córdoba, teniendo en cuenta que no es lo mismo la rehabilitación por su cuenta, en la "soledad" de su hogar, que en un club con los profesionales médicos y kinésicos de manera presencial.

Sin embargo, dicha lesión no enviaría su promoción a la Liga Profesional, primero a préstamo y más tarde adquiriendo los derechos económicos y federativos, siendo presentado por Talleres de Córdoba, el 8 de septiembre de 2020, donde una vez de "alta" médica, integra el banco de los suplentes en once oportunidades, sin minutos en cancha. 

En la pasada "Copa de la Liga", con la casaca de Talleres, Matías Córdoba sólo registra un partido en el que formó parte de los suplentes, sin la chance de sumar minutos de juego.

En definitiva, Matías Rodrigo Córdoba, delantero centro de 23 años, oriundo de Jujuy y procedente de Talleres de Córdoba, arriba al Gallo a préstamo, totalizando 37 partidos como profesional, 35 de ellos como titular, con siete goles oficiales, todos ellos en Gimnasia y Esgrima de Jujuy, entre 2018 y 2020.


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            📸: Deportivo Morón.


lunes, 6 de junio de 2022

Morón sostuvo el "cero" y Belgrano el "uno a cero"

Con un planteo inteligente, Morón opuso férrea resistencia a un líder absoluto de la categoría, como Belgrano de Córdoba, de nombres rutilantes pero andar para nada lujoso, más bien, pragmático y efectivo, tal como lo requiere una "B" Nacional pareja y de torneos desgastantes, hasta que a los 11' del complemento, y tras una serie de rebotes, la pelota le quedara a Ibrahim Hesar, que con un potente derechazo pondría en ventaja al local (aprovechando un "resbalón" previo de Juan Martín Rojas, uno de los destacados en el Gallo), y allí se "terminaría" la contienda, por más que faltase más de media hora por jugar, puesto que obligado a buscar el resultado, la visita volvió a mostrar la carencia de ideas y ausencia de profundidad "endémicas" que lo aquejan y persiguen desde el inicio de la temporada.

Y es que Morón "aguantó" hasta donde pudo, con sus "armas" y a sabiendas de sus dificultades, y a partir de esas "herramientas", logró complicar durante 56 minutos a un puntero incapaz de preocupar seriamente a la defensa visitante (con Cristian Paz, otra vez en gran nivel), y cuando pudo lograrlo, se toparía con un cada vez más sólido Juan Martín Rojas en el arco, protagonistas de dos o tres atajadas para el destaque, a puro reflejo y repentización.

Pero como suele pasarle a este equipo, austero de fútbol y carente de contundencia en el arco rival,  la desventaja parcial en su propia valla, equivale casi a una "sentencia" de derrota anticipada, dado que este Morón no sólo adolece de puntería para aspirar a revertir un resultado adverso, sino que el "problema" de origina mucho antes, en una zona de "gestación" sin sorpresa  ni cambio de ritmo, recursos imprescindibles para poder llegar al área contraria con alguna chance de ventaja.

Y si bien Mateo Levato anda indudablemente errático para el gol, resulta una lectura facilista y equivocada responsabilizarlo en exclusiva de la carencia de efectividad, solamente por vestir el "dorsal" número 9, puesto que la ausencia alarmante de contundencia es una dificultad compartida y de conjunto, en especial, claro está, del medio en adelante, donde el equipo se repite hasta transformarse en previsible, sin la capacidad de llegar "tocando" por el medio, pero tampoco de sorprender y desbordar por las bandas, y las pocas veces que logra hacerlo, los centros no tiene precisión ni destino cierto.

De hecho, Levato, que dicho sea de paso, llegó a la quinta tarjeta amarilla y se perderá el cotejo frente a Dálmine, contó con dos ocasiones para inquietar en algo, la apacible noche cordobesa de Nahuel Losada, el  "1" de Belgrano, en ambas lejos del arco y con ángulo sesgado, en las que intentó definir de "emboquillada", cuando en alguna de ellas, quizá podría habérsela jugado en la individual, aunque con pocas chances de éxito, sin compañeros a la vista para la descarga o una "pared" que lo dejara "cara a cara" con el arquero.

Aunque también es cierto, que repasando esas esporádicas opciones de ataque, las mismas fueron generadas por el propio Mateo Levato, ganándole la espalda a los marcadores o yendo a los "espacios", esto es, consecuencia del esfuerzo y la inteligencia de un delantero que sabe moverse por el "frente de ataque", pero que en definitiva, a la hora de la verdad en el área contraria, está más solo que "Kung Fu" en todas las películas de la saga.

Por si fuera poco, la desgracia de la jugada que retiraría del campo a Gastón González, antes del cierre de la primera etapa (con un profundo corte en el empeine del pie diestro, que le demandara una sutura de seis puntos), dejaría a Morón sin su único protagonista capaz de "inventar" algo distinto, como en aquella jugada del "amanecer" del partido, a los 4' de juego, en una acción iniciada por el mismo capitán del equipo, "atacando" con decisión el área contraria (precisamente, lo que le falta a varios de sus compañeros) y en la descarga, el remate forzado se iría desviado por sobre el travesaño, en la situación más clara de la visita en los 90'.

Con la nota destacada del debut oficial de Ramiro Pelaytay, delantero de 20 años, que se subió al micro a último momento, por un Damián Akerman con una molestia en su rodilla izquierda, y algunos minutos más de experiencia, para dos "prospectos" interesantes, como Pablo Ferreira y Leandro Cabrera, luego del 1 a 0 de Belgrano, el partido quedaría a pedir del "Celeste", por la evidente incapacidad de Morón de generarle peligro, y aún así, el local no volvería a inquietar a Rojas, preocupándose por reforzar el medio para cuidar la mínima ventaja.

El pitazo final de Lucas Comesaña, siempre con la tendencia recurrente de favorecer a los locales en los fallos, como el tiempo que demoraría en permitir el reingreso de Damián Adín, luego de sufrir una infracción que no demandaría ni la intervención del médico, precisamente un par de minutos antes del gol de Belgrano, en esas sutiles maniobras de algunos (demasiados) árbitros, para "colaborar" con los rivales, cuando se les complica vulnerar a la defensa del Gallo.

En definitiva, Morón sostuvo la paridad en el resultado y también en el desarrollo del encuentro, hasta que un "zapatazo" pusiera en ventaja a Belgrano, para que a partir de allí se terminara por anticipado la contienda como tal, entre uno que "no pudo" y el otro que "no quiso" y prefirió conservar la mínima diferencia que le aseguraba los tres puntos.

Ojalá los refuerzos "oxigenen" una ofensiva que necesita con urgencia de un "cambio de aire", para evitar mayores "sofocones" en la mitad de torneo que resta por jugarse.

Mientras tanto, a pensar en "Violeta", porque el "Celeste" es inalcanzable.

Morón sostuvo el "cero" y Belgrano el "uno a cero".


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           📸: Deportivo Morón.



viernes, 3 de junio de 2022

Un joven "viejo conocido" que "pegó la vuelta"

En la búsqueda del poder ofensivo en falta, evidenciado por el equipo en el primer semestre del año, la dirigencia y secretaría técnica del Gallo recurrieron a los "servicios" de un joven "viejo conocido" del Deportivo Morón: en efecto, en la fecha, se oficializó el regreso de Tobías Joel Zárate, el hijo del "Roly", el menor de la "dinastía" goleadora Zárate, y de gran paso por la institución en el torneo pasado, donde convirtiera nueve tantos en 33 partidos, erigiéndose en el goleador (junto a Gastón González) de aquel plantel que llegó a pelear el Reducido por el segundo ascenso a la Liga Profesional, cayendo recién e injustamente en los penales frente a Quilmes.

Nacido el 7 de julio de 2000 (21 años), en Haedo, Tobías Zárate llegó a Morón en marzo de 2021, a préstamo sin cargo y sin opción de Vélez Sarsfield, finalizando su cesión al término del torneo pasado, en diciembre del mismo año. 

Tras su muy buena temporada en el Gallito, que generara el interés previo de equipos de primera de nuevo medio, como Talleres de Córdoba, en enero del presente año, Tobías Zárate emigró a Chile, para desempeñarse en Coquimbo Unido, recientemente ascendido a la primera división del país trasandino.

Sin embargo, no tendría en el fútbol chileno la continuidad esperada, disputando apenas cinco partidos, uno sólo de ellos como titular, con apenas 121 minutos efectivos en cancha y sin convertir goles.

Con préstamo vigente hasta diciembre del año en curso y ante el interés de Morón, Tobías Zárate prefirió "pegar la vuelta", en procura de la continuidad perdida y para reencontrarse con ese buen nivel que demostrara con la camiseta de Morón.

Al término de su primera práctica con el plantel y la firma del contrato (hasta el 31 de diciembre de 2023), Tobías Zárate se convierte en el segundo refuerzo de este mercado de transferencias de invierno (vigente hasta el jueves 9 de junio, a las 20), para una ofensiva del Gallo que este próximo lunes, podría tener alguna "novedad" más, procedente de Quilmes: Tomás Blanco, otro joven punta, de 23 años, quien llegaría a préstamo sin cargo ni opción, hasta diciembre de 2023.

Un joven "viejo conocido" que "pegó la vuelta".


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           📸 Infografía: Deportivo Morón.


miércoles, 1 de junio de 2022

El primero del "invierno": Javier Bayk

Oficialmente abierta la "ventana" de invierno de transferencias y pases, en el fútbol argentino, que en el caso de la Primera Nacional, permite la incorporación de un máximo de cuatro refuerzos, durante un par de semanas, la pobre actualidad del Gallo imponía la búsqueda de algunas "caras nuevas", pese a las dificultades económicas, más teniendo en cuenta el alejamiento de Luis "Animal" López, que rescindió con Morón para volver a su "cuna futbolera", Temperley, del mismo modo que Rodrigo Sayavedra no será tenido en cuenta y deberá buscarse club, al tiempo que Alan Salvador será cedido a préstamo, todos ellos, sumados al retiro prematuro (con sólo 27 años) de la actividad, anunciado por Franco Verón, días atrás.

En ese contexto, y con la "dupla" de Alejandro "Chiche" Migliardi y Joaquín Iturrería, oficializados como entrenadores definitivos, cuanto menos, hasta final del presente torneo, y no por un "interinato", como sucediera tras la cesantía de Alejandro Orfila, el Deportivo Morón presentó en "sociedad" a su primer refuerzo para el segundo semestre y hasta el 31 de diciembre de 2023: se trata del interno zurdo o enganche, Javier Mauricio Bayk, quien procede de San Luis de Quillota, de la Primera "B" del fútbol chileno.

Nacido el 2 de febrero de 1994 (28 años) en San Miguel de Tucumán, Javier Bayk inició su carrera futbolística en el Club Sportivo Bella Vista, en Tucumán, allá por 2015, por entonces en el Torneo Argentino "B", hoy Regional Amateur, interviniendo en siete partidos con la casaca del club fundado en 1925, por obreros del ingenio azucarero de Bella Vista.

En 2016 se incorpora el Fk Bokelj Kotor, de la Primera Liga de Montenegro, donde disputa 23 encuentros, 13 de ellos como titular, para el conjunto de la península balcánica, con 1259 minutos efectivos en cancha, sin goles y dos amonestaciones.

El 30 de junio de 2017 se "muda" al Fk Iskra Danílovgrad, también de la máxima categoría del fútbol montenegrino, interviniendo en sólo seis cotejos, tres desde el inicio, con 324 minutos de juego, sin anotar tantos y recibiendo dos amonestaciones. Con poco "rodaje", el 22 de enero de 2018 firma para el Fk Rudar Pljevlja, siempre de la Primera Liga europea de Montenegro, donde disputa seis partidos, sólo uno como titular, con 243 minutos efectivos en cancha, sin goles ni tarjetas.

De regreso al país, el 30 de junio de 2018, Javier Bayk vuelve a su "tierra natal", para desempeñarse en San Jorge de Tucumán, por el Torneo Federal "A", interviniendo en 13 cotejos, 10 desde el arranque, con 873 minutos de juego, además de convertir cinco goles y ser amonestado en una ocasión.

Tras una buena temporada, el 13 de enero de 2019 vuelve a emigrar, esta vez mucho más cerca, con destino al fútbol trasandino, más precisamente al Deportes La Serena, en la segunda división chilena, jugando 23 encuentros, ocho de ellos como titular, con 954 minutos en cancha, un gol convertido y cuatro amarillas. 

El 18 de febrero de 2020, en la previa de la conmoción mundial por la pandemia de covid-19, Javier Mauricio Bayk sigue en Chile, pero en este caso "ficha" para Deportes Santa Cruz, también de la Primera "B" trasandina, donde llega a disputar 12 partidos, tres como titular, con 513 minutos efectivos en cancha, sin goles ni tarjetas.

El 2 de febrero de 2021 regresa a la Argentina, para desempeñarse en Atlético Güemes de Santiago del Estero, en la Primera Nacional, tomando parte en 15 cotejos, 10 de ellos desde el inicio, además de convertir tres tantos, sin amarillas ni expulsiones.

Finalmente, el 6 de enero de 2022 regresa el fútbol chileno, más precisamente al San Luis de Quillota, en la Primera "B" de Chile, disputando 10 encuentros, cinco como titular, con 558 minutos de juego, además de anotar un gol y ser amonestado en cuatro oportunidades.

El último gol de Javier Bayk se remonta al 16 de marzo de este año, en la derrota de San Luis, en Quillota, 2 a 1 frente a Santiago Morning, anotando el descuento local, a falta de tres minutos para el tiempo reglamentario.

En definitiva, Javier Mauricio Bayk, volante zurdo, que puede desempeñarse como interno (tanto por izquierda como por derecha), enganche o media punta, totaliza 108 partidos como profesional, con diez goles oficiales a la fecha.

Llegó el primero: Javier Bayk, de 28 años, en procura del volumen de juego que "brilló" por su ausencia en la primera mitad del actual torneo de la Primera Nacional.


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         📸 Infografía: Deportivo Morón.