domingo, 16 de mayo de 2021

El "desahogo" tan esperado

Morón ganó el partido que debía ganar.

Primero, porque necesitaba imperiosamente sumar de a tres, luego de hilvanar una racha "nefasta" de seis partidos sin ganar, con tres empates y otras tantas caídas, desde la "alegría" de "local", en el "Ciudad de Caseros", frente a Tristán Suárez, por la tercera jornada del actual certamen de la Primera Nacional.

Segundo, porque provenía de cuatro "salidas" del Oeste con derrota, tanto es así, que de cinco cotejos en calidad de visitante, sólo se había impuesto con autoridad en el debut, ante All Boys en Floresta, y luego perdió todos los puntos que disputó lejos de "casa": Ferro en Caballito, Gimnasia y Esgrima en Jujuy, Barracas en Olavarría y Luna y Rafaela en el "Nuevo Monumental".

Tercero, porque pese a las desmentidas oficiales, del resultado de este domingo en Adrogué, dependía la continuidad o no del cuerpo técnico, con un Lucas Bovaglio con fuertes cuestionamientos desde diversos sectores, aún desde aquellos que lo eligieron para el cargo, por lo que sus dirigidos debían "defenderlo" más que nunca dentro de la cancha.

Y cuarto, porque Morón además de imponerse merecidamente en un reducto siempre complicado, como el "Lorenzo Arandilla" de Adrogué, ante un rival ordenado y duro como el Brown de Pablo Vicó, de buen rendimiento en el torneo, el Gallo se sobrepuso a sí mismo, a sus propios miedos, confusiones y dudas, para aprovechar algunas de las chances que tuvo y sacar la ventaja, y más tarde completar la tarea, defendiendo con concentración y acierto la ventaja, a pesar que el rival le jugara de la manera que más le ha "dolido" a la fecha: llenándole el área de centros y "pelotas paradas", en procura de aprovechar la altura de sus puntas o alguna distracción visitante.

Con varios cambios en la formación inicial, quedaba claro que Bovaglio se jugaba su última "carta", razón por la cual apostara a conformar un doble cinco de mayor contención y lucha en el medio, con Norberto Palmieri y Cristian Lillo, dejando con mayores responsabilidades de creación a Gastón González, con el sacrificio y el despliegue que aportaría Alan Schönfeld por derecha, y la "frescura" de Santiago Sala, por primera vez como titular, a la postre la figura de la cancha, que habría de entenderse de muy buena manera con la también juventud de Tobías Zárate, un hijo del "Roly" que comienza a "pagar" con goles, la confianza depositada desde el cuerpo técnico.

Asimismo, más allá de las modificaciones tácticas referidas, que dejaran en el banco de los suplentes a Luciano Guaycochea y Alan Salvador, e incluso fuera de los "20" a Matías Gómez, en la tarde de Adrogué se produjo el debut absoluto en la zaga, de Braian Molina, quien mostrara "credenciales" de calidad y trayectoria (jugó copas continentales con la camiseta del Macará ecuatoriano, último club hasta diciembre de 2020), en reemplazo de Cristian Paz, ausencia obligada por haber arribado a las cinco tarjetas amarillas acumuladas.

En el inicio del "pleito", y como suele pasar con este equipo, Morón intentó hacerse de la pelota y presionar cerca del área "Tricolor", claro que las dimensiones reducidas del terreno de juego del Arandilla, conspiraran para que Morón pudiese ejercer el juego atildado que todos le conocemos, debiendo "arremangarse" y luchar, bastante más de los que gusta y puede jugar (pese a los magros resultados).

Así las cosas, promediando la primera etapa, en la que la visita ejercía el control de las acciones, aunque sin profundidad y era por lo tanto, superior a su rival, que ni siquiera había inquietado a Matías Mansilla, a los '34, una pelota recuperada cerca del área por Palmieri, producto de la presión "alta" referida, derivaría en una habilitación "exquisita" de Santiago Sala, que haciendo gala de su pasado de enganche, colocara un gran balón en "cortada", para aprovechar la "diagonal" en el área de Tobías Zárate, que "genética" mediante, con un toque de sutileza de zurda, la impulsara lejos del alcance del "eterno" Martín "Laucha" Ríos, para el merecido uno a cero del Gallito.

En los minutos subsiguientes, Morón podría haber definido el encuentro, con un impecable cabezazo de "Santi" Sala, tras el tiro de esquina desde la derecha, a cargo de Gastón González, y segundos más tarde, un remate apenas ancho del propio González, desde el borde del área, luego de un muy buen gesto técnico, para ganar el espacio, controlar el balón y hacer pasar de largo al defensor, en su intento desesperado por cubrir el derechazo de "sobrepique", apenas desviado sobre el "caño" derecho de Ríos.

Ya en el descuento, en un primer tiempo en el que Morón controlara a su rival, más allá de algún cabezazo esporádico y bien controlado por Matías Mansilla, en la última jugada de la etapa, Jorge Broggi, árbitro del encuentro, sancionaría un penal insólito, no sabemos bien si por un empujón inexistente o una mano inadvertida. "Justicia divina", un minuto más tarde, Matías Mansilla se redimiría de sus malas actuaciones pasadas, adivinando el palo derecho como destino del balón, para quedarse con el penal ejecutado por el volante central "Tricolor", Pablo Cortizo.

Ya en el complemento, era de "manual" que Brown de Adrogué, saldría a "ahogar" a Morón, llenándole el área chica de centros, a sabiendas de la "generosa" altura de sus puntas, Mateo Acosta (1.90) y Facundo Bruera (1.93), y también, de las ventajas que ofreciera a todos sus rivales precedentes, una defensa de Morón que padeció y mucho las "pelotas paradas" en el actual torneo.

Sin embargo, más allá de un gol anulado a Acosta, tras un tiro de esquina, por una clara posición adelantada, sancionada por el juez asistente, porque Jorge Broggi era evidente que no había visto nada, dada su pésima ubicación en la jugada, o algún remate desde afuera, en segunda jugada, la última línea de Morón jugaría su mejor partido, sin fisuras ni distracciones, neutralizando todos y cada uno de los intentos aéreos del local, con una sólida actuación de Mansilla y el debutante Molina.

De contra, Morón podría haber definido la "historia" también en el segundo tiempo, pero entre el cansancio y la falta de precisión en la "puntada final", lo obligaría a "sufrir" el resultado hasta el final, más por la peligrosidad potencial del rival y los "fantasmas" recientes de Morón, que por los méritos auténticos de un Brown de Adrogué, que intentó son voluntad e intensidad, pero sin ideas ni claridad.

Para destacar, además de la saludable "reaparición" de Santiago Sala, reemplazado luego por Alan Salvador, el despliegue y el sacrificio de Alan Schönfeld, tanto en ataque como en defensa, y otro interesante partido de Tobías Zárate, que más allá de convertir su tercer gol con la camiseta del Gallo, partido tras partido va demostrando que la "genética" es una "ciencia exacta".

El abrazo final de los jugadores en el "Lorenzo Arandilla" y la algarabía del cuerpo técnico, evidenciaron que Morón ganó el partido que debía ganar, imponiéndose merecidamente a un duro rival, en un escenario siempre "chivo", pero fundamentalmente, corrigiendo errores y sobreponiéndose a sí mismo, a sus miedos, confusiones y contradicciones.

Enhorabuena. Ahora a ratificar todo lo bueno, frente a San Martín de San Juan, en una semana exacta, en el Nuevo Francisco Urbano.

El "desahogo" tan esperado.


@elgallogustavo.



📸: Deportivo Morón.

sábado, 8 de mayo de 2021

"Desmoronados"

Morón jugó mal y no pudo superar al último de su zona, Brown de Puerto Madryn, confirmando en ambos casos, el pobre momento futbolístico y en la tabla que atraviesan ambos.

Sin volumen de juego, con intenciones pero carente de ideas y repitiendo las enormes dificultades para aprovechar las ahora escasas situaciones de gol que genera, fecha tras fecha la imagen del equipo de Lucas Bovaglio se desdibuja de manera notable, desde aquél comienzo tan auspicioso con All Boys, en Floresta, que ya parece un "espejismo" dentro de una realidad futbolística que preocupa, "golpea" y decepciona.

Morón no supo cómo ganarle al peor conjunto de la Zona "B", Guillermo Brown de Puerto Madryn, por lo menos, tomando como referencia la ubicación en las posiciones (aún no logró ganar en el presente torneo) y no pasó de un pobre empate en cero, que califica la peor actuación del equipo en el certamen, acumulando seis encuentros sin sumar de a tres y con apenas nueve unidades en igual cantidad de presentaciones.

Desde lo formal, con la vuelta de Matías Mansilla en el arco, en lugar de Juan Martín Rojas, evidenciando mayor seguridad en las pelotas aéreas, que el debutante y juvenil golero correntino, en los dos partidos que le tocara ingresar, pero evidenciando nuevamente enormes dificultades para "jugar con los pies", característica indispensable en el sistema táctico que promueve el cuerpo técnico, y repitiendo errores al jugar adelantado, tanto es así que por poco no se produce otro "blooper", en una pelota que pica mal, es cierto, pero también lo encuentra desmedidamente lejos de los "tres palos", y en los "extremos", con la modificación táctica de Alan Salvador, en lugar de Matías Gómez, que no redituara en el desequilibrio por las bandas, que la idea de juego también plantea, el primer tiempo en el Oeste, frente al representativo del Sur, resultaría de lo peor de Morón en este campeonato, sin juego, ni ideas, ni oportunidades claras de gol.

En el complemento, con Gómez por Salvador, cambio que grafica la confusión táctica, pero también la ausencia de recambio en el terreno de juego, en los minutos iniciales se vio lo mejor del Gallo en los '90, no por una mejora sustancial en la calidad del juego, pero sí por lo menos en las intenciones y la intensidad en la búsqueda del arco contrario, generando algunas ocasiones de gol, en los primeros '20, como una buena media vuelta en el área de Tobías Zárate, un mejor cabezazo de Franco Verón (de lo poco destacado y más regular, junto a algunos momentos de lucidez de Gastón González) apenas desviado por el arquero, o el remate desde afuera de Matías Gómez, otra vez contenido por el "1" visitante.

Del lado de la visita, además del yerro referido de Mansilla, que por poco deja a un punta visitante de cara al gol, un buen contrataque que aprovechara un mal retroceso defensivo, peor definido en el área, y un tiro libre casi en el final, más peligroso por la ubicación que por la deficiente ejecución, marcan a las claras que entre Morón y Brown de Madryn casi no hubieron diferencias, justificando a lo largo de '94 para el "bostezo", un partido tan mediocre, como ordinario, impreciso y deslucido.

El pitazo final de Julio Barraza, que cada vez que dirige, uno vuelve a preguntarse qué resortes de poder en AFA lo sostienen, para seguir en actividad, pese a su paupérrimo nivel (ignoró un penal en perjuicio de Franco Verón, en el complemento), el Gallo y su visita del Sur obtuvieron lo que merecieron dentro de la cancha: un cero grande como todo el Nuevo Francisco Urbano.

En estos tiempos de bronca entendible, donde arrecian las críticas hacia el plantel y el cuerpo técnico, creemos que es tiempo de recordar que, con sus virtudes y limitaciones, los protagonistas directos constituyen la "cara más visible" a la hora de las "culpas", por este presente de decepción, disimulando a los responsables principales y primigenios, es decir, aquellos que desde un escritorio y una notebook, desarmaron el plantel anterior, "vaciaron" casi de líderes al grupo y eligieron refuerzos de escaso "nombre" y mucha "apuesta", en el marco de un pseudo proyecto a tres años, tan utópico para nuestro fútbol en general, y el Deportivo Morón en particular, como sombrío resulta el futuro, se siente quien se siente en el banco de los suplentes.

"Desmoronados".


@elgallogustavo.



                          📸: Deportivo Morón.

jueves, 6 de mayo de 2021

Dentro de la ley, todo. Fuera de la ley, NADA.

Miércoles 5 de mayo de 2021. Interior de una casa en Morón. Teléfono celular que suena, apoyado sobre la mesa de la cocina. Hombre que se acerca presuroso y atiende.

- Hola, buenos días! (saludan desde la llamada entrante).

- Hola, buenos días..., quién habla? (responde el hombre en el interior de su casa).

- Lo estamos llamando de "..............", para ofrecerle toda nuestra gama de servicios, a precios promocionales...

- Gracias, pero no me interesa (interrumpe el hombre).

- Pero mire que, por ser socio del Deportivo Morón, puede acceder a importantes descuentos en cualquiera de nuestros servicios...

- Y uds. cómo saben que soy socio de Morón?.. (interroga el hombre, sorprendido).

- Somos un nuevo sponsor del Deportivo Morón y por lo tanto, como socio, le ofrecemos importantes descuentos en nuestros servicios...

-Quién les dio mi teléfono? (vuelve a interrumpir el hombre, ya molesto).

- Somos una empresa líder en nuestro rubro y como promoción, a los socios del Deportivo Morón, les estamos ofreciendo importantes descuentos en...

- A ver, flaco... Cómo saben que soy socio de Morón y quién les dio mis datos? (interrumpe e increpa en tono imperativo).

- Bueno, si está ocupado lo llamamos en otro momento...

- No!, no estoy ocupado... Bueno, sí, pero ya me hiciste perder el tiempo!... Ahora lo que quiero saber es cómo sabe tu empresa que soy socio de Morón y quién les dio mis datos?... (interroga el hombre,  alterado).

- ... (tono de llamada, se interrumpe la comunicación).

- Me cortó, la p... que lo p...! (rezonga el hombre en voz alta, mientras chequea el número de origen para denunciarlo como "spam").

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Llamadas como la referida, en una recreación con fines explicativos, fueron recibidas por varios socios del Deportivo Morón, en diferentes zonas del Oeste, en las últimas horas, por parte de una firma comercial, que se incorporara recientemente como sponsor al Deportivo Morón, aunque en rigor de verdad, el acuerdo con dichas empresa se cerrara en los últimos tiempos de la gestión anterior, por lo menos en su "letra gruesa".

Sin embargo, en la "letra fina" del contrato, rubricado por la actual directiva del Gallo, o tal vez fuera de convenio, puesto que se trata de una condición reñida con la normativa vigente, parecería que se hubiese facilitado la apertura de la base de datos de los socios de la institución, como parte del acuerdo comercial, puesto que de otro modo resulta imposible que la firma en cuestión, acceda a los nombres y teléfonos de varios socios del Deportivo Morón, como parte de una campaña de venta telefónica de sus servicios, con promociones específicas, dentro del "Club de Beneficios" auspiciado desde la propia dirigencia.

En este punto, resulta importante recordar, para no incurrir en errores u omisiones que atenten o lesionen la intimidad y el debido resguardo de los datos personales, en este caso de quienes componen el padrón de socios del Deportivo Morón, que los datos personales allí compendiados, se hallan protegidos por la Ley 25.326, de "Protección de los Datos Personales", que sancionada el 4 de octubre de 2000 y promulgada el 30 de octubre del mismo año, "tiene por objeto la protección integral de los datos personales asentados en archivos, registros, bancos de datos, u otros medios técnicos de tratamiento de datos, sean éstos públicos, o privados destinados a dar informes, para garantizar el derecho al honor y a la intimidad de las personas, así como también el acceso a la información que sobre las mismas se registre, de conformidad a lo establecido en el artículo 43, párrafo tercero de la Constitución Nacional". (art. 1, "Objeto").

La normativa vigente de referencia, conocida también como "Ley de Habeas Data", que garantiza la confidencialidad de los datos personales, contenidos en bases públicas o privadas, en su artículo 2° ("Definiciones"), especifica claramente que "a los fines de la presente ley se entiende por Datos personales: Información de cualquier tipo referida a personas físicas o de existencia ideal determinadas o determinables".

Más adelante, en su artículo 5° sobre "Consentimiento", la Ley 25.326 de "Protección de Datos Personales", estipula que "El tratamiento de datos personales es ilícito cuando el titular no hubiere prestado su consentimiento libre, expreso e informado, el que deberá constar por escrito, o por otro medio que permita se le equipare, de acuerdo a las circunstancias".

Por último, el art. 11 ("Cesión"), establece que "Los datos personales objeto de tratamiento sólo pueden ser cedidos para el cumplimiento de los fines directamente relacionados con el interés legítimo del cedente y del cesionario y con el previo consentimiento del titular de los datos, al que se le debe informar sobre la finalidad de la cesión e identificar al cesionario o los elementos que permitan hacerlo".

De esta manera, que los datos personales de varios socios del Deportivo Morón hayan llegado a manos de una empresa privada, que "casualmente" constituye un nuevo sponsor del club y dichos datos confidenciales y de uso exclusivo societario, hayan sido utilizados por dicha firma con fines comerciales de venta telefónica, constituye un motivo de real preocupación, puesto que vulneran gravemente la intimidad de los socios involucrados y generan justificada incertidumbre sobre el destino de la totalidad de los datos del padrón de asociados de la institución.

Dentro de la ley, todo. Fuera de la ley, NADA.


@elgallogustavo.




domingo, 2 de mayo de 2021

"Crema" amarga

Morón repitió errores en defensa, en especial en presencia de centros cruzados y volvió a "pagarlos" muy caro, con otra derrota de visitante, la cuarta consecutiva, de cinco encuentros disputados en dicha condición (con un solo triunfo, aquél del debut en Floresta, que nos ilusionara brevemente a todos) y con los "bolsillos vacíos" de Rafaela, tras el 1-3 frente al equipo de Walter Otta, se "hunde" cada fecha más en el fondo de la tabla de la Zona "B" de la Primera Nacional, con apenas ocho unidades en igual cantidad de presentaciones.

Es que el equipo de Lucas Bovaglio volvió a manejar buena parte del trámite de un partido "chato", que "deambuló" entre lo discreto, lo deslucido y hasta malo, con un Morón que utilizó la pelota una vez más de manera prolija, aunque intrascendente, generando los mejores encuentros colectivos al comienzo del complemento, luego del empate de Tobías Zárate (que anotó su segundo gol con la camiseta del Gallo y resultó uno de los pocos destacados en la tarde santafecina), pero una vez más no supo capitalizar en la red contraria y trasladar al resultado final, esos mismos momentos favorables, entre la "suerte" que le es esquiva, como en el cabezazos del propio Zárate, que tenía destino de 2 a 1 y pegó en el travesaño, y un Morón que no "ayuda" a la propia "fortuna", complicándose solo en defensa y derrumbándose anímicamente, ante la primera adversidad de juego.

Porque Rafaela, de buen presente desde hace unas fechas a esta parte, se llevó el partido con tan, pero tan pocos argumentos futbolísticos, que resulta complicado de explicarlo, para aquél que no pudo ver el partido, estableciendo una ventaja definitiva, en la segunda mitad del complemento, luego que la visita dejara pasar su "tren" una vez más, como en cada cotejo precedente, y marcara la diferencia a partir del oficio y la contundencia de Claudio Bieler, autor del segundo y tercer goles, entre los '28 y los '34 del segundo tiempo.

Hasta la apertura del marcador, a los '16 de iniciado el juego, nada había pasado que justificara una ventaja parcial de alguno de los contendientes, salvo por un mal despeje de un defensor local y el remate imperfecto de Tobías Zárate, ocho minutos antes, hasta que de un resbalón de Leonel Bontempo sobre el lateral zurdo, Bieler comenzara desde temprano a marcar su diferencia, cuando en lugar de probar al arco, como lo haría cualquier delantero, le cedió el pase por izquierda a Juan Cruz Esquivel, que inexplicablemente solo ingresaría al área, para cruzarle a Juan Martín Rojas la pelota al gol.

De allí y hasta el final de la primera etapa, "La Crema" no haría absolutamente nada para justificar la primera diferencia, pero tampoco Morón generó demasiado, más allá de un remate desde afuera del área de Luciano Guaycochea (de regreso al primer equipo, por la lesión a último momento de Germán Pacheco), manejando mejor y por más tiempo la pelota que su rival, pero con la tenencia intrascendente en la que suele incurrir el equipo de Bovaglio, más en desventaja.

Ya en el complemento, la visita salió con mayor intensidad a presionar a Rafaela cerca de su área, a sabiendas de los errores en la salida que ya había evidenciado, y rápidamente, sobre los 5 minutos, un tiro libre recto al arco, a cargo de Tobías Zárate, que bajo y bien direccionado, con "pique" previo antes de llegar al arquero, determinaría una floja respuesta de Guillermo Sara, para el uno a uno del Gallito, en una resultado que tenía bastante más que ver con el trámite del partido.

Acicateado por el merecido empate, Morón iría por el segundo, con más empuje que juego, y sin generar demasiadas situaciones claras, aunque sí las suficientes como para dar vuelta el resultado, comenzando por una volea de Guaycochea, esta vez con buena respuesta de Sara y la más importante, aquél cabezazo de Zárate, que con Sara vencido, "estallara" en el travesaño del arco de Rafaela y en el rebote, el zurdazo con destino de red del hijo del "Roly", determinaría el esfuerzo de la defensa por evitar el segundo, tanto que dos jugadores locales terminarían la acción lesionados.

Y una vez más, sin la fluidez del partido anterior ante Independiente Rivadavia de Mendoza, el Gallo otra vez dejaría pasar el "tren" de su mejor momento en todo el encuentro, y como contrapartida, a los '28 del segundo tiempo, ante un tiro de esquina desde la derecha del ataque local, el balón peinado al "corazón" del área y ante la falta de resolución para despejar el peligro, con "olfato goleador", Claudio Bieler volviera a adelantar a Rafaela, con un "puntazo" goleador dentro del área.

Con el 1-2, nuevamente inmerecido, pero "castigo" a no saber capitalizar lo poco propio y facilitar lo escaso ajeno, el equipo volvería a demostrar su preocupante y reiterada endeblez anímica, que trasladada a lo futbolístico, determinaría dejarse llevar "por delante" y en un par de minutos más, permitir que con demasiado poco, Rafaela sacara una ventaja definitiva de tres, con un "zapatazo" furioso, otra vez de Bieler, con todo el "tiempo del mundo" para recibir la pelota, darse vuelta y "sacudir" el derechazo para el tercero.

Y hasta pudieron ser más, de no mediar, esta vez sí, la mala puntería de Claudio Bieler, que alguna tenía que fallar en la tarde de Rafaela. Tan determinante resultó la presencia en cancha del "Taca", que todos, dentro y fuera del "Nuevo Monumental", "respiramos" aliviados cuando Walter Otta decidió reemplazarlo.

El final fue la misma "postal" de los últimos partidos, con la frustración en los rostros visitantes, dentro de la cancha, y la preocupación recurrente en los que lo siguieron (y sufrieron) a la distancia.

Morón acumula cinco sin "alegrías", cayó en su cuarta "salida" consecutiva y suma ocho puntos en otras tantas presentaciones.

Pero lo más inquietante, es que los problemas en ambas áreas no se corrigen y el ánimo del equipo parece convertirse en otro adversario insospechado.

"Crema" amarga.


@elgallogustavo.


                                                           📸: Deportivo Morón.