domingo, 24 de marzo de 2024

Sin respuestas, ahora también de visitante

Morón jugaba un pobre partido en Zárate, carente de ideas y fútbol, que parecía encaminado inexorablemente, a otro empate en cero, en una continuidad de la pálida imagen de la fecha pasada en el Oeste, ante el frágil Deportivo Madryn, hasta que en el cuarto de hora final, un Defensores Unidos "agazapado" de contra, sacaría provecho de los insolubles problemas del Gallo en el retroceso, para ganar la "cuerda" por izquierda (previsiblemente sin lateral natural, por el recurrente cambio de Facundo López por Rodrigo Arciero) y definir la réplica por el lado opuesto, tras el rechazo inicial de Juan Martín Rojas ante el remate de Rodrigo Juárez, usufructuado sin oposición por Franco Caballero.

Iban 29' del complemento y Morón empezaba a complicarse la tarde solo y de manera definitiva, ante un rival tan módico como el propio equipo de Fabián Nardozza, comenzando a quedarse el CADU con tres puntos insospechados y hasta injustos, no por mérito de la visita, sino por el demérito de ambos, en un partido que, en términos de "justicia", debieron haberlo perdido los dos, si es que eso existiera en el fútbol.

Con las ausencias obligadas por lesión, tanto de Juan Manuel Olivares y Ezequiel Rescaldani, reemplazados por Agustín Curruhinca y Matías Romero, respectivamente, sumados a la variante táctica de Jonathan Cañete en lugar de Pablo Cáceres, Morón manejaría el balón por varios pasajes del encuentro, con una tenencia tan repetida como improductiva, sin lucidez para generar el espacio, tocando por abajo, ni capacidad y puntería para ganar de arriba, en alguno de tantos centros.

Como contrapartida, Defensores Unidos se sentiría cómodo cediéndole la iniciativa a la visita y esperando replegado para salir de contra, algo que recién lograría con acierto en el último cuarto de hora de partido, con los ingresos de ambos goleadores, Franco Caballero y Rodrigo Juárez, éste ultimo con una gran definición, a falta de dos minutos para el tiempo cumplido, cuando ya Morón estaba "partido" en el medio, sin Pablo Ferreira en la contención (sustituido por Patricio Núñez), algo también recurrente, cada vez que el Gallo está en desventaja.

A excepción de una volea inmejorable de Cañete, dentro del área, bien controlada por Fabricio Henricot, el "1" local, un cabezazo desviado y desde buena posición de Santiago Sala (ambas recién en el complemento), más un tiro libre sobre el parante izquierdo de Gastón González, ya con el resultado 0-2, Morón no pudo ni supo preocupar a la última línea del CADU, mientras que el local, casi sin proponérselo (y por las ventajas que otorgara la visita en el retroceso defensivo),  logró encontrar los caminos al gol, en el último cuarto de hora, a partir de los cambios propuestos por Santiago Davio, su entrenador.

En definitiva, final con nueva derrota para Morón, que esta vez no tuvo dos "facetas", como sucediera en los partidos anteriores, repitiendo también de visitante su pobre actualidad en condición de local.

Y encima se viene Atlanta, en la próxima jornada, con todo su historial en contra.

Aunque, más que la historia, lo que más preocupa de este Morón, es su flojísimo presente y la falta de respuestas, tanto dentro como fuera de la cancha.


@elgallogustavo.



      📸: Deportivo Morón.


lunes, 18 de marzo de 2024

La "media inglesa", al revés...

Morón volvió a demostrar, una vez más, que tiene una fisionomía de visitante y otra muy diferente de local, para igualar en cero con un pobre Deportivo Madryn, uno de los equipos más flojos de la Zona "B', de la Primera Nacional.

Pese a merecer el triunfo, por iniciativa y empuje, al cabo de 90' "soporíferos", para un rápido y "piadoso" olvido, el Gallo no pudo ni supo pasar de la igualdad a cero, ante un rival candidato al descenso, que estrenando DT (el "Tano", Leandro Gracián), supo abroquelarse con acierto en defensa, desnudando las repetidas falencias del equipo de Nardozza, para imponer condiciones y hacerse fuerte en el Nuevo Francisco Urbano.

Con Facundo López, en lugar del suspendido Brian Machuca y el retorno de Pablo Ferreira, por un lesionado Julián Vitale, tras la "novela" protagonizada por el joven volante central de Morón, el "cerrojo" defensivo de Deportivo Madryn, resultaría indescifrable para un Morón, otra vez sin ideas ni variantes ofensivas para quebrar el cero.

Y es que Morón, salvo en contados momentos, en los que logró acorralar a su rival contra su arco, apenas si pudo generar tres o cuatro situaciones claras de gol, demasiado poco para un equipo que venía de ofrecer otra imagen, en su victoria en Rafaela.

En un primer tiempo con buenas intenciones, pero escasísimos recursos, un Gallo sin las sociedades futbolísticas que necesita para desequilibrar a su adversario, debió recurrir al recurso no habitual del centro para la cabeza de Ezequiel Rescaldani, siempre bien resuelto por una doble línea de cuatro visitante, atenta y expeditiva a la hora del rechazo defensivo.

La temprana ausencia por lesión de Juan Manuel Olivares, de buen partido ante Rafaela, profundizaría los problemas de Morón para generar fútbol, que no sufriría en defensa (por la decisión táctica de su rival de "aguantar" el punto) y al mismo tiempo, evidenciaría la anemia ofensiva de un equipo repetido y previsible, irreconocible respecto del once que se trajera tres puntos merecidos y hasta "épicos" (por el empate transitorio y el arbitraje) de su incursión por el "Monumental" rafaelino.

Con demasiado poco para destacar, de un primer tiempo flojísimo, en el complemento la visita sorprendería con un par de cambios, que lo situarian unos metros mas arriba y con otras ambiciones, "espejismo" que duraría apenas cinco minutos y un par de aproximaciones (ni siquiera, llegadas), hasta que el local se reacomodara en el "raleado" campo de juego, retomando la dinámica aburrida de un Morón impotente y un Deportivo Madryn más que amarrete.

Si apenas un cabezazo de Agustín Gómez al travesaño y un remate de Facundo López rechazado por el arquero, devenidos del buen ingreso de Patricio Núñez, despertarían del "letargo" al público en el Oeste, más lo que podría obligar y generar Agustín Curruhinca, alternando buenas y no tanto.

Para preocupar, las lesiones de Olivares y Nicolás Henry, ya "entre algodones" desde la fecha pasada y la desafortunada jugada en la que Rescaldani, terminaría con una rodilla "averiada", por un rival que se desplomaría encima suyo. 

Ni hablar de la acción que pudo cambiar el curso del resultado, pese a lo pobre de lo demostrado por Morón, con un penal no cobrado en perjuicio de Santiago Sala, tan evidente como las dudas que generaban en la previa, la designación de un árbitro malo y permeable a los "mandados" de AFA, como Julio Barraza, alguien que de no mediar su amistad personal con Beligoy y "Chiqui" Tapia, debería hace rato haber dejado el referato, por el bien del corrompido fútbol argentino.

Y no pasó mucho más, en 90' y pico para un rápido olvido.

Morón cosechó su primer empate en el torneo, en un paupérrimo partido frente al último de su zona.

Eso es lo malo repetido.

Lo bueno?... La próxima fecha vuelve a jugar de visitante.

La vieja "media inglesa", pero al revés.


@elgallogustavo.




sábado, 9 de marzo de 2024

Mejor de visitante, que de local

Morón ganaba merecidamente uno a cero y no pasaba sofocones, en su visita siempre complicada a Rafaela, hasta que a los 13 minutos del complemento, una infracción inexistente de Brian Machuca, derivaría en su errónea expulsión por doble amonestación, condicionando el resto del partido a un equipo de Fabián Nardozza, que tenía todo controlado, ante un rival sin ideas ni sorpresa para buscar el empate.

Pero esa acción, "pecado" de un Álvaro Carranza, árbitro del encuentro, de aceptable desempeño hasta ese momento, en su debut absoluto dirigiendo la Primera Nacional, implicaría un punto de inflexión en el desarrollo del juego, con un Rafaela que recién entonces podría "arrinconar" contra su arco, con más ganas que fútbol, a un Gallo que justificaba la diferencia y de no mediar un par de intervenciones magistrales de Mayco Bergia, arquero local, se hubiese ido al entretiempo incluso con una ventaja mayor en el resultado parcial.

Luego de la derrota con San Telmo, otra vez, en el Nuevo Francisco Urbano y la semana "enrarecida" por la "novela" de Pablo Ferreira, que se ausentara de la concentración previa al cotejo con el "Candombero", por una deuda económica, Fabián Nardozza repetiría el once de inicio ante la "Crema", en un partido que parecía implicar a priori, bastante más que tres puntos necesarios y de visitante.

En los primeros minutos, con mucha marca y pocas acciones de peligro, Morón se plantaría mejor en el campo de juego, con la "manija" de un Juan Manuel Olivares, activo y preciso, como respondiendo a las críticas justificadas tras su muy flojo partido precedente, sumándose a un Gastón González que parece sentarle muy bien ese terreno de juego y a la postre, la figura del encuentro, para entre ambos comenzar a cimentar la superioridad de un Morón, que además contaría con una versión apenas mejorada de Julián Vitale y una partido sacrificado y determinante de Gonzalo Berterame, autor del gol del triunfo y en el segundo escalón de un podio, completado pe Juan Martín Rojas, otra vez decisivo en atajadas vitales para mantener a la visita en ventaja, en especial en el segundo tiempo.

A los 20' de iniciado el pleito y cuando el local se reducía a centros para la cabeza de Lucas Albertengo o Nazareno Funez, Morón comenzaba a hilvanar sus mejores circuitos futbolísticos, avisando con un gran remate desde afuera de Olivares, que el arquero local alcanzara a rechazar sobre el travesaño.

Y a los 23' del primer tiempo, luego de un tiro de esquina desde la izquierda de Gastón González, la pelota al área resultaría rechazada de cabeza y recuperada en la puerta de la misma por Berterame, para que una vez más el "Melli" desequilibre y envíe un de rastrón y con mucho "veneno" al segundo palo, para que Agustín Gómez se redima de sus últimas malas performances y como un delantero, se anticipe a un ex Morón, Francisco Oliver, para empujar el balón al gol y poner uno a cero al Gallo con absoluta justicia.

De allí y hasta el final de la etapa inicial, Rafaela intentaría con empuje, pero sin generarle peligro al arco de Rojas y como contrapartida, Gastón González estaría a nada de anotar dos goles de antología, el primero tomándola de sobrepique, fuera del área, cuyo remate con destino de red apenas podría ser "arañado" por Bergia, y de esa manera desviar su trayectoria para que impacte contra el travesaño y casi en el epílogo, desde su propio campo, colocarla por encima del arquero, apenas ancha.

Ya en el complemento, con Facundo López en lugar de Rodrigo Arciero (amonestado y al borde de la roja, siempre a destiempo y provocando faltas), Rafaela intentaría forzar el desarrollo a su favor, pero un Morón bien plantado y con mejores argumentos futbolísticos, lo reducirían a la mínima expresión, haciendo que la visita imponga su juego y no sufra las urgencias de su rival.

Sin embargo, a los 13' de la etapa final, un debutante Álvaro Carranza, que saldría mucho más riguroso tras el entretiempo (en especial, respecto de las sanciones a la visita), sancionarla una infracción inexistente en favor de Rafaela y con ella, de manera insólita le sacaría la segunda amarilla a Brian Machuca, de correcto partido, al igual que sus compañeros de la defensa, dejando a Morón con un jugador menos y modificando drásticamente el desarrollo del partido.

Con Emilio Lazza y Mariano Bracamonte, en lugar de Olivares y Nicolás Henry (con visibles molestias físicas) y unos minutos más tarde, los ingresos de Santiago Sala y Agustín Curruhinca por Pablo Cáceres y un extenuado Gastón González, Morón dejaría que Rafaela lo presione contra su arco, a base de centros y escasas ideas, esperando el momento justo para liquidarlo de contra, hasta que a los 35', un descuido defensivo le permitiría invertir los roles y poner a Funez de punta por afuera, para ganar la "cuerda" por la derecha y tras su centro bajo, y el rechazo a medias de Rojas, el rebote le quedase servido a Lucas Albertengo para empujar la pelota al empate.

Y cuando parecía que la "noche" se le venía a Morón, de manera injusta, porque hasta el empate tenía sabor a poco, cuando once contra once no había pasado zozobra alguna, una contra letal del Gallo, que sorprendió muy mal parado a Rafaela, terminaría con Santiago Sala de cara al arco y con la posibilidad de ensayar su zurdazo, habilitaría con inteligencia a Gonzalo Berterame, por el centro, para que el incansable siete "bravo" del Gallito, cara a cara con el golero local, lo venciera con un remate bajo, potente e inapelable, para volver a poner justicia en el marcador.

Más allá de los siete (!!) minutos agregados y una atajada magistral de Juan Martín Rojas, evitando un nuevo empate en tiempo cumplido, por un remate "a quemarropa" en el área, del segundo marcador central, Rodrigo Colombo, Morón se quedaría con tres puntos tan necesarios como merecidos, que de no mediar el yerro determinante del árbitro, en la errónea expulsión de Machuca, seguramente lo hubiese conseguido de igual forma, pero sin tanto sufrimiento.

Mejor de visitante, que de local, el Gallo deberá hallar la regularidad que le permita aprender a convivir con la presión en el Nuevo Francisco Urbano, para evitar los vaivenes que lo hacen pasar, del cielo al infierno, en cuestión de apenas una semana.

Y también, evitar la "novelas" internas que enrarecen el clima, máxime en ausencia de palabras oficiales, estableciendo condiciones claras con todos los actores, incluso con el main sponsor que paga cuando quiere y hoy representa tres cuartos del presupuesto mensual.

Regularidad y "patos en fila".



@elgallogustavo.




       📸: Deportivo Morón.



lunes, 4 de marzo de 2024

"Flor de Candombe". Otra vez...

Morón volvió a decepcionar a su gente y desperdició la oportunidad de confirmar la recuperación frente a Chaco For Ever, volviendo a mostrarse como un equipo "largo", inconexo entre líneas, sin contención en el medio y con graves y costosos errores defensivos.

Y es que el Gallo jugó apenas 15 minutos, lapso durante el cual sacó la diferencia inicial con el cabezazo goleador de Ezequiel Rescaldani, a los 5' de iniciado el partido, tras un centro en tres cuartos de Gastón González, quien apenas un par de minutos antes, generó un penal bien sancionado y malogrado contra el travesaño, por el propio González, para luego dejar crecer de manera inexplicable a San Telmo, que una vez más, al igual que en noviembre del año pasado, se sentiría cómodo para manejar el trámite y dar vuelta el resultado, de manera merecida, antes del final del primer tiempo.

Con poco, apenas una "pizca" de orden y de idea colectiva de juego, un modesto "Candombero" comenzaría a "arrinconar" a Morón contra su arco, aprovechando las facilidades de un mediocampo local, con un  muy flojo debut de Julián Vitale como volante central (por la ausencia obligada, a último momento, de Pablo Ferreira), sin compañía de los medios de creación en el retroceso, que además volverían a evidenciar una imprecisión compartida e irremediable, con un pobre partido de quien más se espera, como Juan Manuel Olivares, la innegable voluntad de un Gastón González que no hace la diferencia (tal vez y sólo tal vez, por desgastarse más en rol de contención que en función de creación) y un Gonzalo Berterame que tampoco escatima el esfuerzo, pero con demasiado "barullo" para aportar claridad y que además muchas veces se desentiende de cubrir el carril derecho, tal como ocurriera en el empate visitante.

Por si fuera poco, dentro de un Morón, otra vez sin "brújula" ni fútbol, la defensa volvió a ofrecer su peor versión, con innumerables problemas por los laterales, en especial con un Rodrigo Arciero que da muchas ventajas, una zaga central lenta e insegura y un Juan Martín Rojas que venía de un buen partido en Resistencia, pero ante "Telmo" ofreciera una floja respuesta en los goles (mejorando, eso sí, con un par de salvadas, mano a mano, en el complemento, cuando el Gallo ya estaba "regalado" en defensa).

Y la ofensiva no resulta tampoco la excepción, con Ezequiel Rescaldani, otra vez lejos del área, arrancando demasiado desde atrás, en especial con el equipo en ventaja (cubriendo a veces los vacíos de sus mediocampistas o quizá para poder hacerse del balón), respaldado eso si en sus goles, pero escasamente acompañado por Pablo Cáceres, que con movimientos interesantes, no termina de afirmarse en primera y al parecer, más cómodo por afuera que como referencia de área (el tema es, quién ocupa el punto del penal, si los dos puntas se sienten mejor como externos?), como en aquella jugada del primer tiempo, que tras "apurar" en la salida al arquero visitante y provocar el error, cuando ganó el rebote su remate iría al cuerpo del "1", salvándolo del "blooper" y del 0-2 a la visita.

En ese contexto y con un gol mal anulado a San Telmo, el empate del equipo del Alfredo Grelak resultaba merecido y parecía estar al caer, hasta los 37 de la etapa inicial, en que una buena habilitación por izquierda, al "callejón" solitario, descubierto por Berterame y Arciero, Rodrigo Ayala, el lateral zurdo visitante, llegaría hasta el área sin oposición, para sacar un remate bajo y cruzado al segundo palo, de gran factura, aunque con la sensación que Rojas podría haber hecho algo más.

Si lo de Morón había sido apenas una ráfaga hasta el 1 a 0 y después empezaría a desdibujarse por completo, el empate profundizarla sus dudas y confusiones, tanto es así que casi en el epílogo de la primera etapa, sobre los 44', otro ingreso por la derecha de la defensa local, con escasa cobertura y peor contención, terminaría con una remate bien contenido por Rojas, en primera instancia, su rápida reacción para evitar que alguien empuje el rebote debajo del arco, pero con un rechazo corto que quedaría en poder de José Barreto, el "11" visitante, para colocar la pelota lejos del alcance del arquero, junto al poste izquierdo.

Y es que San Telmo le daría vuelta el partido a Morón, antes del final del primer tiempo, con los atributos mínimos que le faltaron al equipo de Fabián Nardozza para mantener la ventaja tempranera y parcial a su favor: orden, inteligencia, algo de fútbol y en especial, determinación y carácter para conseguir el objetivo.

Tanto es así, que los jugadores de "Telmo" parecían tener otra velocidad y repentización, ganando todos los rebotes y las segundas pelotas, mientras que por el lado de Morón jamás afloraría la rebeldía  para revertir la situación, aún sin ideas, pero con convicción, abusando de los centros sin destino cierto en el complemento y facilitando, de esta manera, la tarea defensiva de una última línea y arquero visitantes, que en apenas 15 minutos, el local había "desnudado" sus falencias y limitaciones, generándole un penal y un gol en 6' de juego, además de aquel "blooper" ya referido del arquero "Candombero", bien "apurado" pero mal definido por Cáceres.

A diferencia de lo sucedido en Chaco, los cambios propuestos desde el banco tampoco aportarían las soluciones buscadas, con flojos ingresos de Patricio Núñez (nuevamente errático con la pelota y tomando malas decisiones, algunas que generaron contras de peligro) y Santiago Sala, con voluntad, pero sin claridad, sumados al escaso aporte de Matías Romero, un Agustín Curruhinca sin el desequilibrio de los partidos anteriores (tampoco lo buscaron demasiado) y lo único para destacar, el debut en primera del juvenil Elías Galli.

Y también los "no cambios", como la decisión de no mandar a la cancha a Mariano Bracamonte, tras su gran ingreso, con gol incluido, hace apenas una semana en Resistencia, máxime teniendo en cuenta el pálido rendimiento de los titulares que se desempeñaron por el sector derecho.

Es que Morón, con el paso de los minutos y la cercanía del final, acumuló hombres de ofensiva, pero sin claridad ni criterio, tanto es así que no lograría generar una sola chance clara de gol en el segundo tiempo, además de encimarse y "chocarse" sus puntas, como en una acción entre Núñez y Sala, por la derecha, que terminarían cruzándose y obstaculizándose entre ambos, de manera involuntaria, en una de las tantas acciones ofensivas que intentaría el local para llegar al empate, de manera repetida y previsible.

En definitiva, un Morón nervioso, como el propio Nardozza, expulsado en el cierre del encuentro, se complicaría solo un partido con ventaja y buenas sensaciones, permitiendo que su rival se agrandara y lo dominara hasta darle vuelta el resultado en 45'.

Igual que en noviembre del año pasado, para quedar afuera del Reducido, frente al mismo adversario y con idéntica "chapa" final de 2 a 1 (y hasta la similitud del gol de Rescaldani para poner en ventaja a Morón), para el merecido festejo de un San Telmo que bien pudo ganar por algún gol más y que su último triunfo de visitante, había sido precisamente en el propio Nuevo Francisco Urbano, en aquella tarde para el olvido.

Pero volvió a suceder. Para dejar a Morón con "flor de Candombe".

Otra vez.


@elgallogustavo.