lunes, 25 de febrero de 2019

Un gran triunfo, amplio en el trámite, exiguo en el resultado

El "choque" de domingo entre Morón y Quilmes, en el Oeste, sin dudas que constituía una auténtica "final" para ambos, teniendo en cuenta la paridad en puntos y, en especial, en la lucha por sumar para conservar la categoría, tratándose de dos rivales directos en la incómoda tabla de los promedios.

Así las cosas, y tras casi 20 años del último enfrentamiento entre Gallos y "Cerveceros", con el Deportivo Morón en condición de local, Quilmes visitaba por primera vez el Nuevo Francisco Urbano, luego del "reencuentro" de la temporada pasada, en el "Centenario", con la polémica victoria local por 2 a 1, y los dos penales más que dudosos, sancionados por Héctor Paletta, en una noche quilmeña plagada de suspicacias, en el inicio de una "levantada" que le permitiría a la "Cerveza" asegurar la permanencia y evitar hilvanar dos descensos consecutivos (puesto que provenía de perder su lugar en la Superliga, en la campaña 2016/2017).

Con el regreso de Junior Mendieta, luego de cumplir en Mendoza, la fecha de suspensión por acumulación de tarjetas amarillas, la ausencia obligada de Fabricio Alvarenga, expulsado ante Independiente Rivadavia y sancionado con nada menos que tres jornadas, el equipo de la dupla Méndez-Pico, exhibía asimismo el debut absoluto en primera, del juvenil Mariano Bracamonte, por el lateral derecho, en lugar de un Maximiliano Paredes, de bajos rendimientos, y sin lugar siquiera en el banco de los suplentes, para el trascendental cotejo frente a Quilmes.

Asimismo, la ausencia reiterada de Nicolás Ramírez, aún aquejado de una "rebelde" contractura en su gemelo derecho, permitía la confirmación de Gastón González en medio, en esta ocasión, más recostado sobre la banda diestra y de Luciano Lapetina en el "callejón" opuesto, luego del gran partido del rosarino en el "Bautista Gargantini".

Y precisamente, todos los mencionados, resultarían de los puntos más altos de un Morón parejo en rendimientos, con un sólido andar de conjunto y destacadas actuaciones individuales, en especial en la primera etapa, que redondearían la mejor exhibición futbolística del ciclo Méndez-Pico y del Deportivo Morón en general, en mucho tiempo, quizá desde aquellos lejanos partidos de la "era Otta", en la Primera "B" Metropolitana, en el marco de aquella inolvidable campaña del sólido y lujoso campeón de 2017.

En efecto, y al igual que ocurriera en Mendoza, Luciano Lapetina confirmaría su "agradable sorpresa" ante "La Lepra" mendocina, jugando un enorme partido, desbordando constantemente por la banda izquierda, llegando al fondo y tirando centros, además de colaborar permanentemente en la contención y recuperación del balón, cuando la visita pretendía hacerse del mismo, en los pocos momentos en que Morón se lo permitiera, en particular durante el primer tiempo, cuando sólo un equipo se manifestara en la agradable tarde del Nuevo Francisco Urbano, en base al control del mediocampo y una presión asfixiante en la salida de la visita, así como la solidaridad para "doblar" en la marca, a cada camiseta azul que intentara progresar en el campo.

Unos metros más adelante, más suelto en posición de ataque y apuntalando la ofensiva del Gallo, Junior Mendieta volvería a subirse al "podio" de los destacados, en su regreso tras la suspensión, constituyendo junto al mencionado Lapetina, las opciones más claras de desequilibrio de la defensa visitante. Del mismo modo, un Gastón González corrido hacia la derecha, reiteraría y potenciaría la buena producción mendocina, jugando su mejor partido desde que arribara al Deportivo Morón, manejando los "hilos" del equipo y generando el fútbol que tanto extrañaba el Gallo (en especial, ante la ausencia de "Nico" Ramírez), sin prescindir jamás de la cuota de sacrificio necesaria, para desdoblarse en la contención y colaborar con otro encomiable partido del "doble cinco".

Con un promisorio debut de Mariano Bracamonte, nada menos que en un cotejo trascendente, clausurando su sector y hasta animándose a incursionar en ataque, con criterio y velocidad, el Deportivo Morón sorprendería a Quilmes desde el mismo inicio, quitándole la tenencia del balón, en base a fútbol asociado y a un par de toques, generándole el primer mano a mano de la tarde, antes de los tres minutos de juego, cuando Marcos Ledesma el ahogara el "grito" a Mendieta, un buen arquero visitante, responsable en gran medida, de la exigua diferencia en el marcador y a la postre, de mantener a Quilmes en partido, hasta el pitazo definitivo de Sebastián Ranciglio.

En una primera mitad casi perfecta del Gallo, donde literalmente "borraría" del terreno de juego a su rival y le generaría no menos de cuatro o cinco opciones clarísimas de gol, la justicia en el marcador arribaría recién a los '19 de la etapa, cuando Matías Nizzo (otro de gran partido), en posición de "nueve", definiera como tal, con una gran media vuelta y una mejor definición, ante una notable habilitación por izquierda de Junior Mendieta, para hacer delirar al Oeste, con un gol tan merecido como necesario.

A partir de allí, y con la tranquilidad del resultado a favor, se vería lo mejor del Deportivo Morón en mucho tiempo, controlando pelota y terreno casi a voluntad, sin pasar grandes sobresaltos en defensa, con otra muy buena tarea de la zaga central, al igual que en Mendoza, a partir de la labor destacada de Valentín Perales, el acompañamiento y prodigalidad de "Nico" Martínez (cerca del cierre, ¡trabó una pelota con la cabeza!), y el eficaz rendimiento del capitán, Emiliano Mayola, para controlar a una de las mayores preocupaciones de la tarde: el "grandote", Federico Anselmo.

En un primer tiempo que, de haber finalizado 3 a 0 en favor del Gallito, hubiese estado más que ajustado al desarrollo del juego y a las siderales diferencias futbolísticas, entre Morón y Quilmes (tal vez, como pocas veces visto en el pasado entre ambos), la falta de contundencia en el arco rival, volvería a privar al local, de una diferencia que le otorgara mayor tranquilidad para afrontar los segundos '45.

Ya en el complemento, en los minutos iniciales, el Gallo volvería a dilapidar una serie de ocasiones inmejorables para ampliar el marcador, pero la falta de "tiza" de Facundo Pumpido (de irreprochable prodigalidad para "pelear" cada pelota y correr los '90, pero fallando en su función principal: el gol), y hasta un "manotazo" providencial de Marcos Ledesma, para evitar sobre la línea, un tanto "hecho" de Cristian Lillo, la necesidad de Quilmes comenzaría a emparejar las acciones, apostando a una auténtica "lluvia" de centro sobre el área del Gallo, desde el botín del "10", Juan Imbert y en procura de la cabeza de Anselmo o la peligrosidad siempre latente de un jugador de jerarquía de primera, como el "diminuto gigante", Franco Niell.

Y es allí donde emergería la última figura de la tarde, aquella que aparece cada vez que el equipo lo requiere, para sostener el cero en su arco o la diferencia mínima, como en este caso: un Bruno Galván enorme, para el cual los adjetivos empiezan a resultar escasos, habría de aparecer en toda su dimensión, para ahogarle a la visita un par de goles casi "hechos", uno con la repentización que lo caracteriza, sacando un "manotazo" salvador sobre su poste derecho, otro con el pie, en dos ocasiones, ante la entrada de Anselmo y en cada centro que Quilmes ensayara en el área de Morón, para "atenazar" entre sus manos, un triunfo tan imprescindible, como justo e innecesariamente sufrido en el final del partido.

Si hasta habría espacio para un tanto anulado a la visita, por posición adelantada del longílineo y peligroso, Federico Anselmo, pero que Sebastián Ranciglio, de regular arbitraje, aunque en este caso con buen criterio y a instancias de su juez asistente, anularía el cabezazo goleador del "9" visitante, por un off side evidente, pese al reclamo airado del autor del gol y sus compañeros, en especial con el línea.

Con Franco Racca por Mariano Bracamonte (acalambrado en su pierna derecha), como lateral diestro, Nisim Vergara en lugar de Junior Mendieta y Diego Cháves en reemplazo de Facundo Pumpido (de vuelta, de manera oficial, tras cinco meses de ausencia por lesión, y hasta con la chance de anotarse en el marcador, con un "puntazo" en el área, que se iría apenas por encima del travesaño), Morón terminaría sufriendo más de lo debido, en un partido en el que fue amplio dominador del desarrollo y que de haber podido capitalizar alguna de las seis o siete opciones clarísimas de gol con que contara, hubiese terminado el pleito mucho antes, sin zozobras y por una diferencia más acorde en la "chapa" definitiva del partido.

En definitiva, en un gran partido, sin dudas la mejor producción en largo tiempo, el Deportivo Morón se quedaría con tres puntos necesarios y merecidos, en un trámite que debió cerrar con holgura, pero que su propia ineficacia frente al arco rival, lo complicara hasta el último suspiro.



@elgallogustavo.



sábado, 23 de febrero de 2019

A "bajarle la espuma" al "Cervecero"

Luego del empate en uno, del último fin de semana, frente a Independiente Rivadavia en Mendoza, el Deportivo Morón regresa al Nuevo Francisco Urbano, para afrontar un compromiso "clásico" por rivalidad e historia, y trascendental por actualidad, frente a un Quilmes que comparte con el Gallo, la prioridad de asegurar la permanencia en la categoría, para recién después comenzar a soñar con puestos de Reducido.

En efecto, este domingo 24 del corriente, a partir de las 17, el equipo de Alejandro Julián Méndez y Walter Reinaldo Pico se "topará" con un "Cervecero" igualado en puntos con el Gallito (ambos coinciden en 16 unidades, Morón en 15 cotejos jugados y Quilmes en 16) y con una unidad de diferencia en favor del Deportivo Morón, en la tabla de los promedios, en un encuentro que será arbitrado por Sebastián Ranciglio, secundado por Damián Espinoza y Alejandro Schnller como asistentes uno y dos, respectivamente, sumados a Carlos Boxler como cuarto árbitro, en el marco de un cotejo televisado por DirecTV, correspondiente a la 17° fecha del Torneo de la Primera "B" Nacional, temporada 2018/2019.

Con la baja obligada de Fabricio Alvarenga, expulsado en el "Gargantini" y sancionado con tres fechas de suspensión, a instancias del informe elaborado por Pablo Giménez, árbitro del partido ante la "La Lepra" mendocina, el lugar de uno de los refuerzos del Gallo para este segundo semestre, será ocupado por Junior Leandro Mendieta, quien regresa de su suspensión por cinco amarillas, sanción que cumplimentara precisamente ante Independiente Rivadavia.

Asimismo, con la vuelta entre los convocados de Franco Racca, ausente en Mendoza por un desgarro de grado uno en el isquiotibial de pierna izquierda, Méndez y Pico deberán decidirse entre el oriundo de Leones, Córdoba, o si persisten con el rionegrino Valentín Perales, de buen desempeño en la "tierra del sol y el buen vino".

Nuevamente sin Nicolás Ramírez entre los "18", aún en recuperación de la fuerte contractura en su gemelo derecho, que lo marginara también del empate en uno en Mendoza, Gastón González volverá a ser titular ante el "Cervecero", del mismo modo que Luciano Lapetina, por el sector izquierdo del mediocampo del Gallo, un rosarino, ex reserva de Godoy Cruz Antonio Tomba, que constituyera una grata sorpresa, redondeando un gran partido ante Independiente Rivadavia, en una posición que no es la suya (habitualmente se desempeña como lateral zurdo) y con muy pocos minutos en primera, desde su arribo al club, en tiempos de Walter Otta como entrenador.

Finalmente, con la ausencia de Maximiliano Paredes, por razones tácticas, quien ni siquiera ocupará un lugar en el banco de los suplentes, su puesto muy posiblemente sea ocupado por el juvenil Mariano Bracamonte, que de confirmarse, significará el debut absoluto en primera, de un promisorio valor de inferiores, con importantes antecedentes en juveniles y más recientemente, en la Tercera dirigida por Alejandro "Chiche" Migliardi y Sebastián Sibelli.

Así las cosas, con dudas en el "once" y urgencias en materia de resultados, el Deportivo Morón recibirá por primera vez a Quilmes, en el Nuevo Francisco Urbano, habiendo sido local del "Cervecero", por última vez, en el "viejo" Francisco Urbano, de Brown y La Roche, el sábado 27 de noviembre de 1999, con empate final sin goles.

Por un triunfo que nos aleje en los promedios, el Gallo busca "bajarle la espuma" al "Cervecero".



@elgallogustavo.



domingo, 17 de febrero de 2019

De a uno, también se suma

Un Morón disminuido y "remendado", llegaba hasta Mendoza, para enfrentar a un encumbrado Independiente Rivadavia, que venía de derrotar con autoridad a Chacarita, en San Martín, precisamente el último rival del Gallo, hace quince días, en su primer partido oficial del año y antes de la fecha libre del pasado fin de semana.

En efecto, sin piezas claves para el andamiaje táctico de la dupla Méndez-Pico, el Deportivo Morón arribaba al "Bautista Gargantini", con las ausencias obligadas de Franco Racca en defensa, por el desgarro de grado uno sufrido ante el "Funebrero", así como la bajas adicionales de Nicolás Ramirez, fundamental para la generación de juego y aquejado de una fuerte contractura y de Junior Mendieta, quien ante "Chaca" recibiera la quinta tarjeta amarilla acumulada.

Asimismo, con Valentín Perales, sustituto natural de Racca, también "entre algodones" y siendo duda hasta horas antes del encuentro, el panorama para el Gallito, en la previa, decididamente no era el más alentador, ante un rival exigente y en una cancha de buenos recuerdos recientes (el triunfo 1 a 0 de la temporada pasada, con el tanto de Ramirez), pero donde "La Lepra" mendocina se había hecho "fuerte", puesto que apenas había empatado un encuentro (con Arsenal) y perdido uno sólo, el  pasado 3 de febrero, por la fecha 14, ante Mitre de Santiago del Estero.

Así las cosas, con Perales en lugar de Franco Racca, quien probablemente esté de vuelta con Quilmes, el ingreso de Gastón González, un "viejo conocido" de "La Lepra" y el "Gargantini", en lugar de "Nico" Ramirez y finalmente, la sorpresa táctica de Luciano Lapetina, por la banda izquierda, sustituyendo a Mendieta, y a la postre, en el "podio" de los mejores, la tarde mendocina continuaría complicándose para Morón, antes de los '5 de juego, puesto que en el segundo intento ofensivo de Independiente Rivadavia, Franco Negri, ingresando demasiado solo por el "callejón central", ensayaría una "zapatazo" inatajable para Bruno Galván, poniendo rápidamente en ventaja al local, casi desde el "vestuario".

Luego de algunos minutos, en que Morón "acusara recibo" del tempranero "golpe", y el local pudiese ampliar incluso la diferencia, ante un Gallo confundido y desordenado en el campo, el Gallito iría retomando la "vertical", a partir de la buena producción del doble cinco, algo que se mantendría a la largo de todo el cotejo, con un gran partido de Cristian Lillo (de lo mejor del actual torneo) y también de Matías Nizzo, cada vez más "ensamblados" entre sí y ejes del orden táctico de sus compañeros.

Tras un par de buenos intentos de Fabricio Alvarenga por derecha, otra vez de buen primer tiempo y en especial, de Luciano Lapetina por la banda opuesta, ganando por velocidad y llegando hasta el fondo, Morón hallaría un auténtico golazo para emparejar la "cuenta", nada menos que a través de Gastón González, quien haciendo valer la nunca escrita, aunque siempre vigente "ley del ex", sorprendería apenas adelantado a Cristian Aracena, arquero local, para "colarla" desde afuera y de "emboquillada", para el empate de una visita que comenzaba a "enderezar" el rumbo, de un partido que había "amanecido" más que esquivo.

En los últimos '20 de la primera etapa, el Gallo se adueñaría del desarrollo y contaría con algunas chances más para desnivelar a su favor el parcial, pero la falta de "derecha" en un ingreso de Lapetina por el centro del área, y alguna mala definición de Facundo Pumpido, lo privarían de llevarse la ventaja al entretiempo, pero no de dejar una mejor imagen en la tarde mendocina.

Ya en el complemento, y cuando el local había manifestado la lógica pretensión de "apurar" el trámite, pero sin generar jugadas de riesgo, como sí lo había conseguido en el primer tiempo, una salida apurada y descuidada del capitán, Emiliano Mayola, arrastraría un pie adversario dentro del área y con él, la justa sanción del penal en favor de "La Lepra", a los '6 de la segunda etapa, permitiendo el lucimiento, una vez más, de Bruno Galván, quien se quedaría con el remate del recién ingresado, Cristian Lucero, adivinando la intención del delantero, para aferrar con fuerza el balón,  con sus manos y contra su pecho, arrojándose apenas sobre su palo diestro.

Con el envión anímico del penal atajado, erigiendo nuevamente en figura a Galván, Morón se animaría a más y se verían los mejores pasajes del equipo, junto con aquellos del primer tiempo, posteriores al empate de González, manejando los "hilos" en el medio, con Lillo y Nizzo como "estandartes", y prolongando la búsqueda por las puntas, con Alvarenga y un gran partido del rosarino Lapetina, teniendo nuevamente en el ex Godoy Cruz y en Pumpido, las mejores de la etapa, en el primero de los casos, ante una mala salida de Aracena, que Lapetina con falta de oficio de delantero (llevó la "9" en el domingo mendocino) no lograría impulsar al gol, por detrás del arquero y minutos más tarde, en la más clara, Facundo Pumpido, con la "pólvora mojada", la enviaría afuera, con el arco libre, luego que el "1" local se reivindicara, "manoteando" una llegada franca de Alvarenga, que tenía destino de red, por su segundo palo.

Como contrapartida, Bruno Galván volvería a "calzarse" la "pilcha" de héroe, desviando con su pie, al córner. una peligrosa llegada de Federico Castro y, minutos después, esta vez contara con la complicidad del travesaño, para evitar que Nicolás Dematei, con un tiro libre formidable por su potencia y precisión, dejara "temblando" el arco de Morón, producto del impacto del zurdazo" del lateral izquierdo de Independiente Rivadavia.

Por entonces, en un partido atractivo y de ida y vuelta, donde ambos equipos ofrecían ventajas en defensa, pero evidenciaban idénticas ambiciones de llevarse los tres puntos, Alejandro Méndez y Walter Pico mandarían al campo de juego a Damián Akerman (por Lapetina), para darle mayor compañía a Pumpido en la búsqueda decidida del triunfo, lástima que una entrada innecesariamente fuerte de Alvarenga, lo dejara al Gallo con diez, a los '32 del segundo tiempo, y la visita tuviese que cambiar de planes, para asegurar el empate parcial.

Con el debut de Gonzalo Baglivo por Facundo Pumpido y a poco del cierre, la vuelta de Agustín Lavezzi en lugar de Gastón González, aplaudido por el público local, los minutos finales del encuentro fueron de "resistencia" para Morón, ya sin opciones ante el arco contrario, pero tampoco sufriendo demasiado en el propio, con una tarea destacada de Nicolás Martínez, entre los cuatro del fondo.

El pitazo final de Pablo Giménez, de correcto arbitraje, dividiría puntos y merecimientos, reportándole a Morón un punto importante, máxime por los contratiempos en la previa y el gol tempranero del local, del cual podría recuperarse, igualar el encuentro, pasar a dominar las acciones y hasta contar con buenas chances de quedarse con los tres puntos, pero la falta de contundencia reiterada, lo volvería a privar de un triunfo que hubiera sido posible, de haber "facturado" alguna de las opciones que tuvo, en especial, en el cuarto de hora inicial del segundo tiempo.

Ahora, a potenciar el punto frente a Quilmes, el próximo domingo 24 del corriente, a las 17, en el Nuevo Francisco Urbano, procurando repetir la buena imagen de Mendoza, aunque procurándole alguna solución a la falta de efectividad que lo limita en el arco rival.

Porque, de a uno, también se suma.


@elgallogustavo.



viernes, 15 de febrero de 2019

A "tomarse todo el vino" en Mendoza

Tras la jornada libre del último fin de semana, el Deportivo Morón volverá a la actividad, este domingo 17 del corriente, desde las 18:30, con una visita más que exigente y de riesgo, puesto que deberá enfrentar a un encumbrado Independiente Rivadavia de Mendoza, en el "Bautista Gargantini", con el arbitraje de Pablo Giménez, secundado por Leandro Núñez y Gisela Bosso, como asistentes uno y dos, respectivamente, además del concurso de Sebastián Habib, en rol de cuarto árbitro, en cotejo correspondiente a la 16° fecha del Torneo de la Primera "B" Nacional, temporada 2018/2019.

Con el antecedente más reciente, de la igualdad en cero frente a Chacarita, en el Nuevo Francisco Urbano, del pasado sábado 2 de febrero, el equipo de la dupla conformada por Alejandro Julián Méndez y Walter Reinaldo Pico, intentará mejorar la imagen futbolística ofrecida ante el "Funebrero", en su único partido oficial de 2019, para intentar dar el "batacazo" en "tierras cuyanas", como ocurriese en la campaña anterior, con un triunfo resonante de Morón por uno a cero, merced a un golazo de Nicolás Ramírez, uno de los grandes ausentes en la tarde-noche de este domingo.

En efecto, el Gallo presentará un par de cambios obligados, dadas las bajas confirmadas de Franco Racca, con un desgarro de grado uno en el isquiotibial de pierna izquierda, reemplazado por Valentín Perales a los '16 del segundo tiempo, del cotejo con "Chaca" y que se presume estará disponible para otro encuentro fundamental en el "horizonte" cercano, cuando Morón reciba a Quilmes, en el Oeste, por la jornada 17°, el próximo domingo 24 de febrero, a partir de las 17.

Otros que quedaron marginados del viaje a Mendoza, "periplo" que el plantel emprenderá el sábado 16, a las 19.30, desde el aeropuerto de El Palomar, en la línea aérea de "bajo costo" que habitualmente traslada al equipo en sus destinos en el interior del país (aunque la vuelta, deberán emprenderla en micro, puesto que no dan los tiempos para alcanzar el último vuelo de regreso), serán el referido "Nico" Ramírez. aquejado de una fuerte contractura en el gemelo de pierna derecha, y Junior Mendieta, quien ante el "Funebrero" recibiera la quinta tarjeta amarilla acumulada y fuera suspendido por una fecha.

Por si fuera poco, el reemplazante natural de Franco Racca, esto es, Valentín Perales, también se halla en duda, por una contractura en el isquiotibial derecho, consecuencia indeseada del amistoso frente a San Lorenzo, en la "Ciudad Deportiva", del último viernes por la mañana, por lo que será probado ante de partir hacia Mendoza, y en caso de no responder satisfactoriamente, su lugar entre los "18" será ocupado por el juvenil lateral diestro, Mariano Bracamonte.

A este panorama, debemos agregarle la lesión de Juan Gabriel Celaya, quien bien podría ofrecer una alternativa a las bajas de Racca y, eventualmente, también de Perales, pero la ruptura parcial del tendón peroneo largo del pie derecho, ocurrida en ocasión del amistoso con el "Ciclón", lo mantendrá alejado de las canchas por un lapso no menor a los cuarenta días.

De esta forma, el once de inicio del Gallo ante "La Lepra" mendocina, encierra hoy más incógnitas que certezas, pese a lo cual podría inferirse el ingreso de Gastón González (gran conocedor del rival y del "Gargantini") en lugar de Ramírez, así como la opción de Perales u otro juvenil como Manuel Guiñazú, en el caso que el "rionegrino" no responda y se quede en Buenos Aires, para dirimir entre Luciano Lapetina o Gastón Baglivo el sustituto para Junior Leandro Mendieta.

Lo único "confirmado", es que Diego Cháves volverá al banco de los suplentes, tras casi cinco meses, superada su lesión meniscal, en oportunidad de la derrota frente a Platense en Vicente López, por la tercera jornada del actual torneo, el pasado martes 18 de septiembre de 2018, del mismo modo que Gonzalo Baglivo, uno de los refuerzos para esta segunda parte de la temporada, junto a Fabricio Alvarenga, será parte de los "viajeros", para ocupar un lugar entre los sustitutos o bien debutar oficialmente con la casaca del Gallo.

Así las cosas, con contratiempos físicos, el Deportivo Morón intentará recuperar la sonrisa en Mendoza, una provincia que le trae gratos recuerdos, tanto por el torneo regular como en "Copa Argentina".

Por el "batacazo"..., y "a tomarse todo el vino".


@elgallogustavo.


miércoles, 13 de febrero de 2019

Jorge Laviuzza, en "Corazón de Gallo", echando "luz" sobre la tercera etapa de obra y las tierras en la Base

Este miércoles al mediodía, durante una nueva emisión de "Corazón de Gallo", el programa conducido por Jorge Marinelli, Maxi Benozzi y Gustavo Requelme, que se emite desde hace poco más de un año, todos los miércoles de 12 a 13, por Radio Pacífico (FM 97.9 Mhz), estuvo de invitado en el estudio, el concejal por el Frente Renovador de Morón, Jorge Laviuzza, quien habría de referirse a la controversia suscitada, a partir de la paralización de las obras correspondientes a la tercera etapa en el Nuevo Francisco Urbano, así como la realidad de los firmado en 2010, en contraposición a las recientes intenciones de modificar parte o todo el acuerdo original, y que en el caso del Deportivo Morón, recibiera el no rotundo de sus socios, convocados en Asamblea General Extraordinaria, el pasado 28 de diciembre del año último.

Concreto, preciso y contundente, estas fueron algunas de las declaraciones formuladas por el concejal Jorge Laviuzza, ante los micrófonos de "Corazón de Gallo", que resultarían esclarecedoras, respecto de un tema caracterizado por un oscurantismo incómodo e innecesario.

"El cumplimiento de todas las etapas de construcción del nuevo estadio, le otorga un valor agregado a un club de la importancia del Deportivo Morón, sin dudas el más grande de la zona Oeste y del Ascenso. Implica también un desarrollo de la ciudad, del pueblo de Morón y de nuestra cultura. Desde esa mirada es trascendente el rol legislativo o del mismo municipio, para fortalecer la vida social de la institución".

"Yo no era concejal, al momento que se sancionara la ordenanza que permitió el traslado del estadio, en 2010, pero por supuesto que me hago cargo de todo lo actuado desde entonces, porque entiendo que se construye desde lo ya hecho, no desde la nada. En ese sentido, el nuevo emplazamiento del estadio debía edificarse en tres etapas, iniciando con la construcción del estadio, luego de la pileta, el gimnasio y finalizando con el microestadio, a grandes rasgos. También hay una cuarta etapa, que son los locales comerciales que le corresponden en el "viejo" Urbano, al lado de 'Coto'".

"Es importante ver el convenio suscripto en aquél entonces, para saber exactamente lo que le correspondía al Deportivo Morón originalmente, porque, por ejemplo, al club le correspondía una remisera, pero ese emprendimiento ya sería inviable, porque hoy existe una parada de taxis. Al mismo tiempo, a Deportivo Morón le correspondía el 5 por ciento de derechos de construcción sobre todo lo que se instale ahí y otro porcentual sobre las tasas de servicios generales que abonen los negocios que se radiquen en el viejo emplazamiento del estadio".

"Aparentemente existe un malentendido, que si no se construye en el "viejo" Urbano, no se le puede finalizar la construcción al Deportivo Morón, por ejemplo, con el microestadio, y eso no es así, en absoluto". 

"El convenio original plantea que hay un grupo inversor, compuesto por Bautec, la empresa constructora, por 'Coto', por Aventín y por otra firma, creo que de origen mexicano, si no recuerdo mal. Luego el grupo inversor se junta con el Deportivo Morón para el traslado de su estadio, primero "llave en mano" y finalmente en tres etapas. El municipio es garante de ese acuerdo de partes, porque es un acuerdo privado y se dan inicio a las obras. Más tarde el municipio comienza a intervenir en el asunto, a mi gusto más de lo debido, como por ejemplo, cuando APreViDe requirió alguna reforma en la estructura del estadio, en los pasillos, que insumía un gasto extra de 6 millones de pesos, y que resultaría subsidiado por la comuna, con la idea de recuperar dicho dinero con el cobro de la tasa por derechos de construcción, es decir, transfiriendo a favor del municipio, aquello que le correspondía cobrar al club, hasta cubrir ese monto, pero al no edificarse más que el hipermercado, a la fecha no se pudo devolver ese subsidio".

"Hoy el grupo inversor es otro, Bautec compró todas las acciones de las otras partes involucradas y se dio cuenta que el proyecto original que se votó en el Concejo Deliberante, que contenía edificios, locales, ya no le sirve, porque es indudable que 'Coto' construyó bastantes metros cuadrados más, de los que tenía originalmente asignados. Tanto es así, que por esta razón el hipermercado no tuvo la habilitación comercial definitiva, cuestión que también es grave, porque la legislación provincial prohíbe taxativamente el funcionamiento de superficies comerciales mayores a mil metros, sin habilitación comercial definitiva, y por lo menos, hasta hace un año, 'Coto' carecía de ella y lo que hacía era renovar las habilitaciones provisorias".

"Entonces es ahí que el grupo inversor, bajo su nueva conformación, con Bautec como único actor, plantea un nueva idea (una vez presentado como proyecto, deberá ser debatido y aprobado por el Concejo Deliberante), una nueva morfología al emprendimiento en el "viejo" Urbano, para hacerlo viable según sus necesidades y a raíz de los mayores metros tomados por 'Coto'. Pero el Deportivo Morón es totalmente ajeno a esta cuestión, y no es razón legal para no continuar con las obras en el nuevo estadio".

"Esta nueva idea del grupo inversor, no es excusa para que Bautec incumpla con el convenio original con el Deportivo Morón. El convenio que firmaron entre partes y del que el municipio es garante, es el acuerdo original, si después los grupos privados cambian, se pelean, etc., es una cuestión de ellos, no es problema del Deportivo Morón".

"Hoy el club es rehén de modificaciones internas que se han dado en el grupo inversor, de ventajas que se han sacado entre ellos y también de la situación económica, porque no es lo mismo los costos operativos de construcción con un dólar a menos de cuatro pesos, en 2010, que a 39 pesos en la actualidad. Pero de cualquier modo, el club no es responsable de ninguna de estas situaciones y es el gran perjudicado".

"No sabemos cuando se dará esta discusión en el Concejo Deliberante, sobre la nueva idea del grupo inversor respecto del anterior emplazamiento del estadio. De cualquier forma, nuestra idea es finalizar primero con lo que está estipulado por convenio y culminar legal y administrativamente con lo que está hecho, para luego discutir sobre nuevas condiciones o formatos de proyecto".

"Sea como fuere o pase lo que pasare, las condiciones originales se tienen que respetar y acá hay un convenio de partes firmado. Lo que se tratará más adelante, en el Concejo Deliberante, es cómo desarrollar nuevamente la zona del "viejo" Urbano, pero no hace falta discutir ni tratar ningún nuevo proyecto respecto del Deportivo Morón, porque en el caso del club, el convenio de partes ya existe desde el 2010, está firmado y debe respetarse".

"No entiendo por qué el municipio tiene la intención de abandonar su rol como garante del proyecto".

"El tema de las tierras en la ex Base Aérea no tiene absolutamente nada que ver con el convenio de traslado del estadio y no existe proyecto alguno en el Concejo, que relacione un tema con el otro o avale esto. Y no se, incluso, si tendría que haberlo, porque también sería un acuerdo entre el Deportivo Morón y la ex Base Aérea, que son tierras de uso federal". 

"Nada más, intervendríamos nosotros, si en esas tierras que le darían al club se van a hacer construcciones, porque ahí deberíamos cambiar el uso de suelo, darle indicadores de construcción. Como esas tierras son de uso específico para territorio aeronáutico, en el caso de nuevas construcciones, el Concejo deberá darle el cambio en los indicadores urbanos, pero nada más. Y eso recién se haría una vez que se firmara el comodato y el club presentara el proyecto sobre lo que pretende hacer en esas tierras cedidas".



@elgallogustavo.



martes, 12 de febrero de 2019

Daniel Bellini y su relación con el Deportivo Morón (en primera persona)

El lunes 11 de febrero por la noche, durante la habitual emisión de uno de los programas partidarios televisivos más emblemáticos, dedicados al acontecer del Deportivo Morón ("La Hora de Morón", conducido por Marcelo Giovannini y Hernán Valdez), se presentaría como invitado el empresario de la noche e histórico dueño de "Pinar de Rocha", entre muchos otros boliches bailables de la zona, Daniel Bellini, quien a lo largo de '50 minutos de programa, explicaría su relación actual con el Deportivo Morón, dentro del cual posee la concesión de la confitería que se halla debajo de la platea oficial y del restaurante contiguo a la nueva sede social, sobre la Avenida Hipólito Yrigoyen, además de repasar su llegada al club, en tiempos de Diego Spina como presidente y sus intenciones a futuro, tanto desde lo comercial como en materia de la vida institucional y política interna del Gallo.

"El apoyo a Morón se dio a partir de la necesidad económica del club, en la época de Diego Spina", comenzaría reseñando el controvertido empresario, apodado por los medios como el "Rey de la Noche", enmarcando su arribo a la institución, a partir de su relación personal con el ex secretario de gobierno comunal, durante la gestión de "Nuevo Encuentro" y actual concejal por el mismo espacio político, además de un controvertido paso por la anterior intervención en el Hospital Posadas, en el rol de director de relaciones institucionales.

"Todo lo que puse económicamente en el club (se habló de una importante cifra, nunca confirmada oficialmente, por las diferentes comisiones directivas del Gallito, de entre dos y cuatro millones de pesos) está cedido al Deportivo Morón y no hay nada que devolverme".

Respecto de las "Rooster Fest", sendos eventos bailables que Bellini organizara en los playones del Nuevo Francisco Urbano, el 24 y 31 de diciembre del año pasado, "este tipo de eventos se hacían originalmente en los clubes. En el caso de las reuniones bailables de Navidad y Año Nuevo hubo más de dos mil personas y esto le generó al Deportivo Morón un ingreso de 700 mil pesos, que libre de gastos, redundaría en una ganancia de no menos de 600 mil pesos para la tesorería de la institución".

"Esto mismo se pudo haber hecho, hace más de cuatro años (en referencia al proyecto de cerramiento del bajo platea Lorenzo Capelli, que durante la presidencia de Spina se impulsara, aún con la resistencia de sectores internos de la entonces directiva, y que la oposición cerrada de los socios y la movilización de los mismos, frenara las obras en curso y evitara la instalación de una "bailanta"), ganando mil metros cuadrados con un cerramiento para las actividades deportivas y sociales, pero las cuestiones internas del club lo terminaron impidiendo".

"Para mí resultaría el orgullo máximo ser presidente del Deportivo Morón", sentenció Daniel Bellini, respecto de sus intenciones de "jugar" en la política interna de club, "aunque nunca me lo planteé, razón por la cual jamás supe si estaría en condiciones de serlo, desde lo legal" (en este aspecto, el estatuto social de la institución, el mismo de su fundación, en 1947, que fuera modificado y aprobado hace algunos años, aunque jamás puesto en vigencia en su versión más moderna, no se lo impediría, a pesar de tratarse de un convicto con sentencia firme).

"Estaré apoyando a cualquiera que esté ocupando el próximo rol de presidente (allá por abril o mayo de 2020), ya que empecé mi relación con el club, en la gestión de Diego Spina y la continué y profundicé en la actual presidencia de Alberto Meyer".

Daniel Bellini, de 69 años, sorprendería a los socios del Deportivo Morón, haciendo uso de la palabra, el pasado viernes 30 de noviembre de 2018, durante las celebraciones en el club, por el "Día del Hincha del Deportivo Morón": "Mi alocución en el Día del Hincha fue espontánea y por invitación del presidente Alberto Meyer".

"Defenderé mi inocencia hasta la muerte", señaló Bellini, respecto de su condena a 15 años de prisión, acusado y hallado culpable por el asesinato de su ex pareja, la joven Morena Pearson, por entonces de 23 años y madre de su única hija mujer, Priscila, quien resultara ultimada de un balazo en la cabeza, el 21 de marzo de 2008 y pese a alegar que se tratara de un suicidio, fuese confinado tiempo después, con condena en firme el 6 de octubre de 2015), "y lo hago por Priscila, mi hija, para demostrarle al mundo que no fui el autor de la muerte de su mamá. Soy inocente, pese a haber estado detenido diez años y ocho meses".

"Me importa lo que diga la gente. No me resulta grato estar en la lista de femicidas" (con la legislación posterior y vigente, le hubiese correspondido perpetua y no hubiese podido gozar del beneficio de la prisión domiciliaria, otorgada en 2013, por padecer de Parkinson). "Pero seguiré luchando por demostrar mi inocencia, por mi hija de doce años".

"Creo en la justicia y confío en su buena fe, pero se puede equivocar. Se que tuve una condena mediática anticipada, pero también entiendo el manejo de los medios de comunicación, por el trato para la publicidad de mis eventos".

Promediando la entrevista, hubo tiempo para referirse a la última Asamblea Extraordinaria de Socios, registrada el pasado 28 de diciembre de 2018, donde unánimemente los socios le dijeron NO a la intención de la comisión directiva, del estado municipal y de Bautec, la empresa constructora, a cargo de las obras, tanto en el nuevo estadio como en el viejo emplazamiento, en Brown y La Roche (donde hace ya unos años funciona un conocido hipermercado, de origen nacional), respecto de la controversia con la demora en la finalización de las obras en el predio del Nuevo Francisco Urbano (aún se halla en mora la tercera etapa) y la alternativa que la comuna abandone su rol de garante, dentro del fideicomiso que le diera sustento y marco legal al traslado del estadio: "En la última asamblea la falta de Alberto (Meyer), por razones físicas, fue fundamental para poder explicar el proyecto en cuestión. El municipio no es un buen garante, porque no tiene la capacidad de hacer la tercera etapa de obra".

"Si se judicializa, no se termina nunca más, sería el peor escenario, pero en la asamblea no se pudo explicar esto. Si hubiese estado (Alberto) Meyer, se podría haber explicado y el socio hubiese entendido y seguramente apoyado". "La municipalidad es un mal garante, porque no tiene responsabilidades concretas. Prefiero que el garante sea Bautec, que es una empresa seria y tiene que realizar lo que falta de la obra del estadio".

"Voy a insistir para que se realice el cerramiento (en el bajo platea Capelli) para reuniones sociales en el club. Ese cerramiento le generaría un aumento de la masa societaria al Deportivo Morón".

"Hay una diferencia enorme entre quienes me conocen personalmente y quienes lo hace mediáticamente, es decir, al personaje que crearon e impusieron los medios de comunicación".

"En la medida que me den espacio y posibilidades de colaborar, voy a estar ayudando al próximo presidente del club, como lo hice con Diego Spina y fundamentalmente, a partir de la apertura que me propiciara el presidente Alberto Meyer".

"Todavía sigo poniendo (dinero en el club)".

"El desafío de la vida es mantener el equilibrio, la armonía interior, y ese es el leit motiv que me inspira".



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sábado, 9 de febrero de 2019

Doble ensayo con San Lorenzo

En la mañana de este viernes y aprovechando que el Deportivo Morón quedará libre en la próxima fecha del Torneo de la "B" Nacional, el equipo dirigido por Alejandro Méndez y Walter Pico visitó a San Lorenzo, para disputar dos cotejos amistosos en la Ciudad Deportiva del "Ciclón".
Al cabo de dos test de '60 cada uno (en dos tiempos de '30), Morón cosechó una derrota 3 a 0 y un empate 1 a 1, con el tanto de Damián Akerman para la visita.
A primer turno, donde la "dupla" dispusiera un once, que podría ser el que enfrente a Independiente Rivadavia de Mendoza, en el "Bautista Gargantini" (con los cambios de Valentín Perales por Franco Racca, desgarrado y de Gastón González en lugar del suspendido, Junior Mendieta), el domingo 17 del corriente, desde las 18:30, Morón alistó a: Bruno Galván; Maximiliano Paredes, Valentín Perales (Juan Celaya), Emiliano Mayola, Nicolás Martínez; Fabricio Alvarenga, Matías Nizzo, Cristian Lillo; Gastón González, Nicolás Ramírez (Iván Alvarez); Facundo Pumpido.
San Lorenzo, por su parte, formó con: Torrico; Peruzzi, Ferrari, Senesi, Rojas; Belluschi, Poblete, Botta; Torres, Blandi y Fértoli.
En este primer partido, fue triunfo de los locales por 3 a 0, con goles de Marcos Senesi, en el primer tiempo de '30 y de Nicolás Blandi y Héctor Fértoli, en el complemento.
A continuación, el Gallo se presentó con: Julio Salvá; Mariano Bracamonte, Diego Puig, Manuel Guiñazú Tamagno, Luciano Lapetina; Agustín Lavezzi (Mauro Frías), Gonzalo Baglivo, Nisim Vergara (Federico Prada), Junior Mendieta; Damián Akerman, Diego Cháves (Mauricio Alonso).
San Lorenzo: Monetti; Víctor Salazar, Coloccini, Gonzalo, Damián Pérez; Román Martínez, Loaiza, Castellani (ST, Herrera); Juan Camilo Salazar (ST, Ariel Rojas), Reniero y Rentería.
En este caso, el Deportivo Morón se puso rápidamente en ventaja, a los '7 de la primera mitad, por intermedio de Damián Akerman, pero a pesar de contar con chances para ampliar la diferencia, no pudo concretarlas y San Lorenzo igualó a los '5 del segundo parcial, por intermedio de Andrés Rentería, sentenciando el 1 a 1 final en estos segundos '60 de juego.
Es de destacar el regreso a la actividad, del uruguayo Mauricio Alonso, tras seis meses de inactividad, luego de la grave lesión ligamentaria que sufriera en la anterior pretemporada, en ocasión de un cotejo amistoso frente a River Plate.


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                    Foto: gentileza, Prensa Oficial Club Atlético San Lorenzo de Almagro.

sábado, 2 de febrero de 2019

Sin "definición", en el reinicio

Y tras 52 días de "abstinencia" de fútbol oficial, desde el pasado 10 de diciembre de 2018, en la polémica derrota por la mínima en Santiago del Estero, ante Mitre, el Deportivo Morón comenzó a desandar el camino del segundo semestre del torneo de la "B" Nacional, igualando sin abrir el marcador ante un clásico rival, como Chacarita Juniors, ante un imponente marco de público, en el Nuevo Francisco Urbano y el mismo árbitro de aquella noche vergonzosa en Santiago, Bruno Bocca, que volvería a demostrar una "vara" diferente de apreciación y sanción, a la hora de "pitar" las "divididas" y mostrar las amarillas, tanto es así que el Gallo finalizaría con cuatro amonestados y la visita con ninguno.

Dentro de un trámite parejo y discreto, con los errores típicos de un primer encuentro por los puntos, luego del receso y pretemporada de verano, el equipo de la "dupla" dejaría pasar una buena oportunidad de agregar un triunfo más en el historial ante el "Funebrero" y, fundamentalmente, de sumar tres nuevos puntos a la tabla de posiciones, ante un elenco de San Martín con mayoría de jóvenes valores, algunos de ellos de promisorio futuro, tal el caso de Juan Vera, "mechados" con experimentados, como Emanuel Trípodi, Germán Re, Federico Vismara y Diego Rivero.

Por el lado del Gallo, ya sin Matías Pardo en el once titular, a préstamo en el Sol de América paraguayo y la "cara nueva" de Fabricio Alvarenga, volante externo diestro, cedido por Vélez y con paso reciente en el Coritiba brasileño, intentaría desde el mismo arranque del partido, imponer las condiciones que evidenciaría desde el arribo de Alejandro Méndez y Walter Pico, con una "presión alta" asfixiante y la utilización de la bandas como principal recurso de progreso ofensivo.

De este modo y por aquellos primeros minutos de juego, el Gallo asomaría superior a la visita, "ahogando" a su rival en la salida y teniendo a su debutante, Fabricio Alvarenga, como el más destacado durante los '15 iniciales, mostrándose encarador, rápido y desequilibrante, para desbordar por el lateral derecho y meter el centro preciso en la búsqueda de Facundo Pumpido, como referencia de área, y en segunda jugada, de algún volante que pudiese capturar el rebote.

Sin embargo, tras aquellos primeros minutos de dominio e ilusión, el buen juego de Chacarita en mitad del campo, a través de Juan Alvarez Morinigo y Joaquín Ibañez, le permitiría a la visita emparejar las acciones y hasta acercar algún "susto" al arco de Bruno Galván, a partir de la buena tarea de Juan Cruz González, su lateral derecho, con permanente vocación de ataque.

Así las cosas, dentro de un trámite equilibrado y disputado, Morón tendría un par de ocasiones claras, como un remate de Cristian Lillo, luego de un tiro de esquina desde la izquierda, que rebotara en el cuerpo de su compañero, Facundo Pumpido y un cabezazo del propio "9" del Gallo, tras otro córner desde el mismo sector, ejecutado por Nicolás Ramírez, que se iría desviado sobre el travesaño, pero que evidenciaría la supremacía del Gallito en el juego aéreo.

A pesar de ello, Chacarita también arrimaría su cuota de peligro, con el recurso referido de las "trepadas" de Juan Cruz González, una de las cuales finalizaría en gol, aunque bien anulado por posición adelantada de Elías Alderete, y otro anticipo ofensivo del propio "9" visitante, que se iría apenas ancho sobre el poste zurdo de Galván, cuando el "1" de Morón ya no tenía nada que hacer.

Ya en el complemento, y como sucediera en el "amanecer" del partido, los primeros diez minutos de Morón resultarían de lo mejor del encuentro, con dos opciones claras de desnivel, antes del tercer minuto del segundo tiempo, ambas en los pies de Pumpido, una de ellas rechazada de gran manera por Emanuel Trípodi, cuando el balón tenía indisimulable destino de red.

Superados esos minutos iniciales de la segunda mitad, nuevamente la visita volvería a emparejar el trámite, entablando una dura "batalla" en el círculo central, con el "Burrito" Rivero y Federico Vismara, como antagonistas de la "pelea de fondo", con Matías Nizzo y Cristian Lillo.

Al igual que ocurriera en el primer tiempo, Chacarita le opondría una mayor cuota de fútbol en el mediocampo, ante un Morón más vertical y con mayor vocación ofensiva, pero para desgracia del Gallo, la imprecisión que comenzaría a dominar las acciones del local, conspiraría para arrimar algo más de peligro, sumada a la ineficacia vuelta a demostrar frente al arco de "Chaca", "estigma" que acompañara al equipo en el semestre anterior y lo privara de sumar algunos puntos más, que mereciera en la cancha, pero no pudiera cristalizarlos en las redes rivales.

Promediando el complemento, el "Funebrero" generaría dos opciones muy claras de gol, una a cargo de Juan González, tras una buena acción individual de Alvarez Morinigo (gran salvada de Galván con el pie), y otra que terminaría dentro del arco de Morón, pero Bruno Bocca volviera a invalidar, a instancias de su juez asistente, presumiblemente por una mano de Federico Vismara, a la hora de bajar la pelota, en una jugada tan "fina" como difícil de confirmar desde afuera.

Como contrapartida, Cristian Lillo capturaría un rebote, en segunda jugada posterior a un tiro de esquina, pero su remate con destino de gol también resultaría anulada por Bocca, en este caso, por un off side evidente, no como aquél que le cobrara a Junior Mendieta, en tiempo cumplido, allá por diciembre, en la calurosa noche de Santiago del Estero, para despojar al equipo de un empate tan legítimo en la acción, como merecido con creces en el desarrollo de los '90.

En los minutos finales, con Valentín Perales por Franco Racca, lesionado (presumiblemente con un desgarro), Iván Alvarez en lugar del debutante (con "aprobado") Fabricio Alvarenga y a falta de diez para el cierre, de Damián Akerman por un Pumpido que luchó y se prodigó, pero las que tuvo, no pudo "facturar", el Gallo intentaría ganarlo con el "envión del estribo" y hasta podría haberlo hecho en el primer minuto adicionado, cuando el desvío con la punta del botín derecho, de Akerman, se iría apenas ancho por el poste izquierdo de Trípodi, luego de una buen desborde de Junior Mendieta, de buen partido, tanto en ofensiva como en faz de colaboración en el medio, pero que habrá de perderse el próximo encuentro del Deportivo Morón, en la fecha 16, ante Independiente Rivadavia en Mendoza, luego de la jornada libre del próximo fin de semana.

Con el pitazo final de Bruno Bocca, nuevamente de mal arbitraje y dejando renovadas dudas respecto de su imparcialidad en innumerables fallos, el Gallo y el "Funebrero" sumarían un empate más a su historial, donde predominan las igualdades, al término de un partido de trámite parejo y con oportunidades de gol repartidas, en el global de los '90, pero con un "resabio" amargo para los dirigidos por Méndez y Pico, no sólo por el empate en condición de local, sino porque "por puntos", mereció mejor suerte, más allá de su escasa cuota de fútbol y su desmedida imprecisión, ante un rival de juego atildado pero endebleces manifiestas, al que no pudiera vulnerar, pese a contar con chances, por su repetida ineficacia frente al arco.

A pensar en la "excursión" mendocina, con dos semanas de trabajo por delante, para ajustar detalles de precisión y de definición, las dos "asignaturas pendientes" de Morón en su empate 0 a 0 frente a Chacarita, en el Oeste.


@elgallogustavo.



viernes, 1 de febrero de 2019

De regreso al "ruedo", para "enterrar" al "Funebrero"

52 días mediante, pretemporada de verano incluida, vuelve el Torneo de la Primera "B" Nacional, en su segundo semestre de la temporada 2018/2019, con la disputa de la fecha 14, una de las jornadas más esperadas por los hinchas de Morón, al momento del sorteo del fixture, ya que constituye el "reencuentro" futbolístico, luego de cinco años, con uno de esos antagonistas clásicos por la rivalidad existente, a pesar de lo exiguo de la cantidad de partidos en el historial (menos de 20 enfrentamientos oficiales, con una pequeña diferencia favorable al Gallito, de 6 a 5, con 8 empates): Chacarita Juniors.

En efecto, este sábado 2 de febrero, desde las 17, el Deportivo Morón de la dupla conformada por Alejandro Julián Méndez y Walter Reinaldo Pico afrontará un duro compromiso, en el reinicio del campeonato, cuando reciba al "Funebrero" de San Martín, en el Nuevo Francisco Urbano, con el siempre incierto arbitraje de Bruno Bocca (en su segundo partido consecutivo arbitrando al Gallo, y tercero en la actual campaña, tras el vergonzoso empate anulado a Junior Mendieta, ante Mitre en Santiago del Estero, en la noche del pasado lunes 10 de diciembre), y sin televisación de aire, como quedara dicho, en el marco de la 14° fecha del Torneo de la Primera "B" Nacional.

Luego de una exigente pretemporada física en el Partido de la Costa y una serie de partidos amistosos para "ponerse a punto" futbolísticamente, incluso con algún oponente de carácter internacional. como el Emelec ecuatoriano que intervendrá en la presente edición de la Copa Libertadores, el equipo de la "dupla" llega de la mejor manera al cotejo ante Chacarita, con algunos de sus "soldados" lesionados disponibles o entrenando a la par de sus compañeros, en búsqueda de alcanzar el ritmo futbolero necesario.

Así las cosas, Facundo Pumpido podría ser de la partida, en el "choque" del sábado a las 17, con el "Funebrero", puesto que se halla repuesto de su dolencia y jugó varios minutos en los últimos cotejos amistosos, ante Emelec y Defensa y Justicia, en ambos, integrando el equipo titular, y en el primero de los casos, incluso anotándose en el marcador, en el triunfo 2 a 1 ante el "Bombillo" de Ecuador.

Por el contrario, en los casos de Mauricio Alonso y Diego Cháves, si bien ambos ya se hallan entrenando a la par de sus compañeros y, en especial en el caso del segundo, haya sorprendido con la rapidez de su recuperación, con minutos en el segundo test con el "Halcón" y dos goles en su regreso a una cancha, tras cuatro meses, ambos deberán esperar quince días más para integrar nuevamente el listado de convocados, a fin de aprovechar la fecha libre que proseguirá al encuentro del sábado, y llegar con dos semanas más de entrenamientos, seguramente al cotejo de la 16° jornada, cuando el Gallito visite a Independiente Rivadavia de Mendoza, en el "Bautista Gargantini".

En consecuencia, con la alternativa cierta del debut de uno de los refuerzos para esta segunda mitad del certamen, como el ex volante diestro de Vélez, Fabricio Alvarenga, de último paso por el Coritiba brasileño y la espera por la otra incorporación, el también volante derecho, pero central, Gonzalo Baglivo, de inferiores en Lanús (hasta Reserva) y los últimos dos años en la primera división del fútbol peruano, quien si bien se halla reglamentariamente habilitado para jugar, al llegar su pase internacional, aún necesita de un mayor acondicionamiento físico y futbolístico, al arribar al club en los últimos días y sin pretemporada.

En el reinicio del torneo, el Gallo espera al "Funebrero".

Nada mejor que volver al "ruedo" oficial y "enterrar" a un "viejo conocido". 



@elgallogustavo.