miércoles, 30 de abril de 2014

"San Salvador" y el Gallo, capítulo sexto: sin equipo confirmado para recibir al "Gasolero".

Mientras el "Tano" Salvador Antonio Aurelio Pasini, continúa operando "milagros" por el Oeste, el apretado calendario pre-Copa del Mundo no le da tregua al Gallito, que proviene de un maratón de partidos, con el consecuente cansancio a cuestas, aunque disimulado por la alegría de un momento "mágico", con cinco triunfos en fila, en zona de Reducido y a tan sólo siete unidades de la salvación definitiva, para no depender de nadie más y aunque sus rivales directos consechen todos los puntos en juego, de acá y hasta el final del torneo (algo realmente improbable, de acuerdo a rendimientos, campañas y probabilidades casuísticas).

Sin equipo confirmado (debido a la imposibilidad de hacer fútbol, por el poco tiempo disponible y las adversas condiciones climáticas de la víspera), tras la victoria frente a Deportivo Armenio, en Ingeniero Maschwitz -con un acompañamiento inolvidable de los "neutrales" hinchas del Gallo-, Pasini realizará un cambio obligado por lesión, mientras mantiene otras dos dudas, respecto del once que inciara el cotejo en el "Estadio Armenia"; en el caso de éstas últimas, motivadas a partir de un mix de decisiones tácticas, la persistencia de algún golpe, y el consabido agotamiento en varios de los integrantes del plantel, que requerirá de cierto grado de recambio para recuperar "soldados" averiados o que la vienen "bancando entre algodones", producto del trajín de un campeonato duro y el poco tiempo de recuperación entre partido y partido.

De este modo, la modificación segura y obligada se producirá en el mediocampo, con el reingreso desde el inicio de Martín Rodrigo Granero, en sustitución de quien lo reemplazara frente a Colegiales, Atlanta y Armenio, es decir, Hernán Gonzalo Parentini, que finalizara el encuentro en Maschwitz con una fuerte contusión, la cual en algún momento presupuso la existencia de alguna lesión ósea (descartada por lo primeros estudios radiológicos, aunque supeditada a la confirmación mediante una resonancia mágnética).

Por otro lado, las dudas se centran, en el primero de los casos, en la extrema defensa, con el posible ingreso de Luis Hernán Ferreyra, en lugar de Esteban Gabriel Giambuzzi, en la búsqueda de mayores seguridades por la banda derecha de la última línea del Gallo, algo que no ha podido reportar hasta el momento, el ex Comunicaciones. Por su parte, la segunda incógnita que por estas horas desvela a Salvador Pasini, se ubica en la delantera, a partir de la eventual inclusión de Pablo David Vacaría, por Mariano Matías Martínez, quien con su tobillo maltrecho, desde el final del encuentro ante Comunicaciones (con cuatro puntos de sutura incluidos), ha venido soportando noventa minutos a buen nivel, tanto frente a Atlanta como el último domingo, aún no hallándose en las mejores condiciones físicas.

En consecuencia, los once tentativos del Deportivo Morón, que este miércoles irán en búsqueda de la sexta victoria consecutiva, para alejarse aún más de la zona del descenso y, al mismo tiempo, afianzarse en el lote de los clasificados al Reducido (a la fecha se ubica cuarto, a tan sólo tres puntos del segundo, Atlanta), cuando reciba en el Nuevo Francisco Urbano la visita del difícil Témperley (hoy tercero con 55 puntos, uno más que el Gallo), desde las 21.05, con el arbitraje de Pablo Germán Dóvalo y la televisación en vivo de TyC Sports, -en cotejo postergado de la 32º fecha de la "B" Metro-, serán los siguientes: Juan Cruz Leguizamón; Esteban Gabriel Giambuzzi, Ariel Otermín, Emiliano Jonathan Iván Mayola, Matías Exequiel Orihuela; Martín Gastón Sánchez, Martín Rodrigo Granero (cuatro amarillas), Dante Martín Zúñiga, Mariano Omar Barbieri; Damián Emilio Akerman (capitán), Mariano Matías Martínez.

Completan el listado de concentrados (uno de los cuales quedará fuera del banco de los suplentes), luego del último entrenamiento "pasado por agua", con la novedad de la convocatoria de dos juveniles del Gallo, uno de ellos (Federico Chacón), por primera vez desde la llegada de Pasini: Fabián Zalazar, Ariel Omar Berón, Luis Hernán Ferreyra, Rodrigo Basualdo, Marcos Vallejos, Federico Chacón, Gerardo Daniel Martínez y Pablo David Vacaría.

Es de destacar que en este encuentro frente al "Celeste", el goleador histórico del Gallo, Damián Emilio Akerman, se convertirá asimismo, en el jugador con mayor cantidad de presencias con la casaca del Deportivo Morón, superando al paraguayo Enrique Omar "Coco" Cuenca Zaldívar, campeón con Morón en 1990, y con quien desde el pasado fin de semana, iguala la mayor marca con 308 partidos.

Finalmente, se conoció este lunes, la programación correspondiente a la 38º fecha del torneo de la primera "B" Metropolitana, temporada 2013/2014, jornada en la que el Gallito volverá a actuar en el Nuevo Francisco Urbano, recibiendo a Estudiantes de Buenos Aires, el próximo martes 6 de mayo, desde las 21 hs., sin TV en vivo y el arbitraje de Gastón Meineri (quien ostenta un récord "amigable" dirigiendo a Morón, de 17 cotejos, con 9 triunfos, 4 empates y otras tantas derrotas).

Por más "milagros" de "San Salvador" Pasini, el Gallo busca alejarse casi definitivamente de la tabla de los promedios y afianzarse en los puestos de Reducido, para lo cual deberá "dejar de a pie" al "Gasolero" de Ricardo Rezza.

"San Salvador" y el Gallo..., capítulo sexto.

                                   Foto archivo: Leonela Albañir.

lunes, 28 de abril de 2014

Postales de la quinta final ganada...


Dios te salve, Pasini… Morón es contigo.

Precisamente en la misma jornada, que será recordada como “el día de los cuatro Papas”, en que Juan Pablo II y Juan XXIII alcanzaron la santificación, por parte de la Santa Sede, pues mucho más cerca, acá en el Oeste, ya más de uno estará comenzando a recopilar documentos fílmicos, antecedentes y testimonios, que acompañen y certifiquen a futuro, la evidencia irrefutable de nuestro primer santo argentino.

En efecto, para sostener tales santificaciones, hubo de comprobarse previamente, que ambos fallecidos Papas, fueron capaces de realizar comprobables milagros, imposibles de desmentir tanto por la ciencia como por alguna falsa o encontrada creencia.

Para ello, hubieron de resultar fundamentales los relatos de los propios protagonistas o beneficiarios de los milagros, a través de cuyos testimonios pudo acreditarse sin espacio para la mínima duda razonable, la existencia de intervenciones divinas, más allá de cualquier clase de entendimiento mundano o razonamiento humano.

Así las cosas, mucho más cerca de todos nosotros, más precisamente por el Oeste, miles de fieles han comenzado a acopiar relatos de particulares como documentación escrita o audiovisual, que resulten capaces de traspasar los límites de la lógica científica y elemental, para que aquello que no fuese posible explicar desde la ciencia, sea contemplada y contenida por la fe de la creencia.

De otro modo, cómo seríamos capaces de explicar fehacientemente, que un conjunto de almas desangeladas, entregadas anímicamente y sin el más mínimo atisbo de humana rebeldía, a partir de la intervención “divina” de “San Salvador” Pasini, hayan sido capaces de volver a creer en sus fortalezas y de revertir, prácticamente de la noche a la mañana, un cuadro tan complejo para la ciencia como para la creencia, que lo conducía lenta e invariablemente por los caminos oscuros y tortuosos del bíblico pasaje y posterior “descenso”, a los siete avernos del mismísimo Dante.

Asimismo, quién sería capaz de interpretar, sin recurrir a la evidencia trascendente de un auténtico “milagro”, que aquél mismo conglomerado de desangeladas almas humanas, revirtieran un 5 de 30 inapelable y decisivo para con sus aspiraciones de redención alguna, por una racha “milagrosa” de 15 sobre 15, para liberarse de las pesadillas dantescas y comenzar a ilusionarse con un “ascenso” casi divino, desde el advenimiento providencial de “San Salvador” Antonio Aurelio, un inequívoco enviado desde el propio cielo.

Por ello, de los miles de fieles que se acercaron las últimas fechas al “templo” de Hipólito Yrigoyen, donde el bien no triunfaba sobre las fuerzas del mal, nada menos que desde el 8 de diciembre de 2013, muchos hubieron de peregrinar durante varios kilómetros, cargando sobre sus espaldas la cruz compartida de un pasado reciente de sinsabores e ilusiones rotas, y pese a las prohibiciones de leyes paganas restrictivas para con la fe inquebrantable de nuestra sufrida y gloriosa grey (católica apostólica del Gallo), presenciar una vez más y en suelo ajeno, la puesta en marcha de esta auténtica cadena de milagros, puestos al servicio de nuestra única religión, conocida en el cielo y en la tierra como el Deportivo Morón.

Porque el Gallo volvió a ganar, esta vez en Ingeniero Maschwitz  e hilvanó de este maravilloso modo, una seguidilla impensada de cinco triunfos consecutivos, para comenzar a olvidarse casi por completo del “infierno tan temido” de los promedios, y al mismo tiempo, volver a transitar por “el boulevar de los sueños rotos”, del ingreso al Reducido como antesala del anhelado abandono de la “B” Metro.

Porque sin jugar bien, pero sustentado en un eficacia y contundencia admirables, este Morón de “San Salvador” Pasini lo definió en sólo quince minutos y luego se dedicó a esperar, a un rival que le manejó el balón de allí y hasta el final del encuentro, pero que sin embargo rara vez pudo acercarle verdadero peligro, con los puntos altos de Ariel Otermín, (el más parejo y seguro, dentro de una dubitativa defensa), el primer tiempo de un Gastón Sánchez más parecido al de los primeros encuentros, y el complemento de Gerardo Martínez, otro que parece retemplado desde la llegada del “Salvador, el milagroso”.

Y fundamentalmente, la certeza de un recuperado Damián Akerman, que convirtió otra vez de a pares y lleva 12 goles en la campaña (seis en cinco partidos, desde la llegada de “San Salvador”), y 135 con la camiseta que mejor le sienta y que, desde ayer, también lo tiene como el máximo exponente en cantidad de presencias, aún en compañía del “Coco” Enrique Omar Cuenca Zaldívar, a quien podrá superar este próximo miércoles, cuando vuelva a calzarse la “nueve” que le pertenece desde hace ya más de una década, para recibir a Témperley, casualmente una de sus “víctimas” predilectas.

En definitiva y en el marco de la misma jornada, que será recordada como el “día de los cuatro Papas”, fecha en que la Santa Sede procediera a santificar, tanto a Juan Pablo II como a Juan XXIII, ante las evidencias irrefutables de los milagros operados por ambos, entre nosotros, más precisamente por el Oeste, los feligreses del Deportivo Morón comienzan a recopilar testimonios y documentación suficiente, como para solicitar en breve, la santificación de aquél que sería el primer santo argentino (y del Gallo): “San Salvador” Antonio Aurelio Pasini.

¿De qué otra forma, acaso pudiera explicarse, tanto desde la ciencia como desde la propia creencia, este verdadero “milagro” futbolístico?...

Dios te salve, Pasini
Lleno eres de gracia
Morón es contigo…

HAGAN LIO.

sábado, 26 de abril de 2014

Con el único cambio, de Parentini por Granero, el Gallo viaja hasta Maschwitz, para estirar diferencias abajo y afianzarse arriba.

Y "San Salvador" Pasini sigue operando "milagros", desde su reciente llegada a la dirección técnica del Gallo, comenzando también a batir sus primeros récords en la institución, con el buzo de DT, al conseguir el pasado martes, con el agónico y celebrado triunfo ante Atlanta, algo que no se lograba desde hacía nada menos que seis largos años: ganar cuatro partidos consecutivos, marca que se obtuvo por última vez, durante la temporada 2008/2009, con Horacio Bongiovanni como entrenador.

Con doce puntos sobre doce posibles, y un "once" que comienza a jugar mejor y a justificar las victorias, este renovado Morón no sólo ha tomado mayor oxígeno, respecto de la tabla de los promedios (se sitúa a nueve unidades de Flandria y a siete, respecto de Defensores de Belgrano, tras los resultados de esta tarde, por cuanto podría aumentar aún más las diferencias, en caso de vencer), sino que se ha metido luego de un larguísimo tiempo, nuevamente en zona de Reducido, generando un "revival" de ilusiones y deseos postergados, tras el fatídico 5 de 30 de finales de la "era Mario Grana"; más allá de la sensatez sobre la necesidad de, primero y antes que nada, salvarse matemáticamente del descenso, para luego sí y de pleno derecho, soñar con el ingreso a un petit torneo que nos devuelva a la "B" Nacional.

Cada vez más conforme con el rendimiento colectivo de sus nuevos dirigidos, aunque con algunas dudas subyacentes sobre ciertos puestos en particular y protagonistas individuales, la intención primigenia del "Tano" Pasini era repetir por segundo partido consecutivo, los mismos once que provienen de derrotar a Comunicaciones en Agronomía, y al "Bohemio" en el Oeste. Sin embargo, las lesiones que aquejan tanto a Mariano Matías Martínez (con su maltrecho tobillo, que requiriera cuatro puntos de sutura, al cabo del encuentro frente al "Cartero"), como a Martín Rodrigo Granero -con una contractura-, determinaron la decisión de realizar un único cambio, para permitir el ingreso de Hernán Gonzalo Parentini, por el "Polaco" de General Levalle. Mientras tanto, en el caso del delantero, el mismo respondió satisfactoriamente, por lo que podrá ser de la partida, aunque se duda si podrá desempeñarse durante los noventa minutos.

En consecuencia, los once del Deportivo Morón que irán en búsqueda de batir más récords, procurando cosechar su quinta victoria en fila, cuando visite a Deportivo Armenio, en Ingeniero Maschwitz, desde las 15.30 de este domingo, sin televisación en vivo y el arbitraje "amigable" de Germán Bermúdez (con historial positivo arbitrando al Gallo, de cuatro triunfos y otros tantos empates, sin derrotas, sobre un total de ocho encuentros), en el marco de la 37º fecha del torneo de la primera "B" Metropolitana, temporada 2013/2014, serán los siguientes: Juan Cruz Leguizamón; Esteban Gabriel Giambuzzi, Ariel Otermín, Emiliano Jonathan Iván Mayola, Matías Exequiel Orihuela; Martín Gastón Sánchez, Hernán Gonzalo Parentini (cuatro amarillas), Dante Martín Zúñiga, Mariano Omar Barbieri; Damián Emilio Akerman (capitán), Mariano Matías Martínez. 

Completan el listado de concentrados en el predio de "Las Clavelinas" (cercano al "Estadio Armenia" y de habitual uso, durante la última etapa del "Gato" Norberto Salvador Daniele), dos de los cuales quedarán marginados del banco de los suplentes, del total de veinte futbolistas convocados: Fabián Zalazar, Ariel Omar Berón, Gonzalo Nicolás Juárez, Luis Hernán Ferreyra, Rodrigo Basualdo, Martín Rodrigo Granero (cuatro amarillas), Gerardo Daniel Martínez, Pablo David Vacaría y Ezequiel Adrián Cérica (en su "primera vez", desde la llegada de Salvador Pasini).

Por más triunfos..., por más "oxígeno"..., por más "Reducido"...

Y que "San Salvador" Pasini prolongue el "milagro".

                                Foto archivo: Osvaldo Abades.

miércoles, 23 de abril de 2014

4 x 4 en videos...


4 x 4..., en imágenes.


Alabado Sea (el “Tano”).

Y “San Salvador” Pasini continúa operando “milagros” por el Oeste. De 5 sobre 30 en 2014, hasta su arribo, pasamos a 12 de 12, con 6 goles a favor (todos en los segundos tiempos) y solamente un tanto en contra, además de no haber recibido rojas en dicho lapso y reducido drásticamente la cantidad de amonestados por cotejo.

Si tras los triunfos iniciales, ante Tristán Suárez en Ezeiza (la jornada de la presentación oficial del nuevo entrenador del Gallo) y algunos días más tarde, frente a Colegiales en el Nuevo Francisco Urbano (cortando una sequía de cinco encuentros sin alegrías en nuestro estadio, desde el domingo 8 de diciembre de 2013, en el 4 a 0 a Flandria), hablábamos mucho de la importancia de sumar de a tres, más allá de rendimientos e incluso de merecimientos; durante el pasado sábado, en la segunda victoria consecutiva como visitante –algo que no ocurría desde la temporada 2010/2011, la última en que ingresáramos fugazmente a un Reducido, bajo la dirección técnica de Oscar “Cachín” Blanco-, el equipo comenzaría a dar señales positivas y de crecimiento, también en el juego, que redundarían en otra alegría fuera de casa, pero con el aliciente de haberla justificado e incluso, por algún gol más de diferencia.

En ese contexto, es que el compromiso frente al “Bohemio”, asomaba como el desafío más complejo al que debía enfrentarse el conjunto de Salvador Antonio Aurelio Pasini, en comparación con los partidos precedentes, sin desmerecer rivales ni menospreciar resultados, equipos todos ellos de opacos presentes y peores futuros, constituyendo en definitiva y sin lugar a dudas, tabla de posiciones mediante, los rivales más flojos del  conglomerado de oponentes que presenta hoy en día la “B” Metro.

Así las cosas y a sabiendas de cotejar con la mejor medida posible desde su llegada, el “Tano” repetiría por vez primera, desde su asunción al frente del primer equipo, los mismos once que provinieran de vencer con justicia a Comunicaciones en Agronomía y que, más allá de las pocas horas de preparación entre cotejo y cotejo, y tal vez cierto grado de sublimación de la verdad futbolística no escrita, sobre que “equipo que gana no se toca”, implicaría, ni más ni menos, que los deseos de continuidad y mejora del mejor conjunto encontrado hasta el momento, en 270 minutos de juego efectivo, más allá del afortunado acompañamiento de los resultados, con prescindencia de los merecimientos.

Y si el destino le tendría preparada alguna prueba más, para comprobar los verdaderos alcances de las renovadas fortalezas individuales y de conjunto, de un equipo que, hasta hace sólo cuatro fechas atrás, parecía resignado al fracaso y acostumbrado a perder, sin importar el rival ni el escenario, y lo que era aún peor, sin manifestación ni voluntad alguna de rebeldía personal o colectiva; nada peor que el tempranero “cachetazo” de Atlanta, sobre el cuarto de hora inicial del encuentro (en el marco de un partido hasta allí parejo y entretenido), para colocar “bajo la lupa” la respuesta futbolística y mental, de un Morón con sobrados antecedentes de extrema fragilidad ante el infortunio, durante el pasado reciente de la “era Mario Grana”.

Con la habitual solidez de Juan Cruz Leguizamón en el arco, extinguido su invicto, aunque sin responsabilidades en el tanto “Bohemio”, la defensa del Gallo volvió a ofrecer sus ya habituales claroscuros, con la siempre sobria y efectiva labor de Ariel Otermín, pasando por las irregularidades de Emiliano Mayola (en especial, por su peligrosa tendencia a quedar “enganchado” en los off sides, para dejar habilitados a los delanteros visitantes), y de un Matías Orihuela con altibajos y algunas dudas, en particular a la hora de progresar en ataque; hasta llegar a la desacertada labor (una vez más) de Esteban Giambuzzi, capaz de generar una situación de desequilibrio en su propia área, al desentenderse de un pelotazo rival que creyera perdido y que, sin embargo, jamás traspasara los límites del campo y siempre continuase en juego.

En el mediocampo, una vez más el doble cinco conformado por Martín Granero y Dante Zúñiga, volvería a mostrarse errático y por momentos hasta perdido en el terreno, en especial durante el primer tiempo y en particular en el caso del “Polaco” de General Levalle, quien hoy se halla muy lejos de aquél fenomenal tiempista, rueda de auxilio y jugador indispensable, figura excluyente durante la primera rueda del actual torneo. Con referencia a su compañero del círculo central, con el correr de los encuentros, resulta cada vez más evidente que le sienta muy bien el shampoo marca “Pasini”, puesto que en los últimos tres cotejos (desde su regreso tras la suspensión), luego de opacos primeros tiempos, donde el hábil neuquino tiende a perderse en la intrascendencia de sus clásicas “calesitas” y el empecinamiento de hacer muchas veces una de más, en los complementos y tras los entretiempos, ha sabido cambiar diametralmente sus pálidas imágenes de inicio, para convertirse, unos metros más adelantado, en el jugador exquisito, vertical y de talento único para habilitar magistralmente a sus delanteros, sacando debido provecho de las condiciones que posee de sobra y que, sin embargo, parece demandar de las charlas en los vestuarios para sacar a relucir sólo en los segundos tiempos.

Claro que, para lograrlo, con esta floja actualidad de Granero, tal vez necesite de Hernán Parentini, de mejor rendimiento que el “Polaco” y que, por sus condiciones de volante más de quite y retrasado en el campo, permite que Dante Zúñiga se libere de la marca y se preocupe por generar fútbol. El mismo fútbol que habita por la banda izquierda, con Mariano Barbieri como abanderado, pero que, en contraposición, brilla por su ausencia sobre el carril derecho, con un Gastón Sánchez, “rápido y furioso”, pero sin pausa, y que pese a sus ganas y prodigalidad, termina resultando improductivo para las necesidades ofensivas del equipo.

Párrafo aparte para Gerardo Martínez, otro que pareciera haber abrevado del “acondicionador” de “San Salvador” Pasini, puesto que desde su ingreso, con el equipo en desventaja, volvería a ponerse al hombro las responsabilidades de manejo del balón y generación de juego, aportando lo mejor del Gallo en esa faceta (como ante Colegiales), con participaciones determinantes en ambos goles y en este caso, ante Atlanta, con el agregado de haber bajado varios “cambios”, para jugar sólo con la cabeza y no tanto con los brazos y codos, en una interesante muestra de reestablecida templanza, que ojalá se mantenga y profundice en el tiempo.

Y en ofensiva, con la gratísima noticia de la recuperación simultánea de ambos delanteros titulares, puesto que Mariano Martínez habría de jugar su mejor partido en mucho (pero mucho) tiempo, mientras que nuestro goleador histórico, aún en deuda con su juego, retornaría en todo su esplendor, con su olfato goleador y en su mejor rol: el de hacer estallar las gargantas de los hinchas de Morón, con goles decisivos (el décimo en la temporada y 134 con la casaca que mejor le sienta) y en partidos trascendentales, como frente al “Bohemio”.

Es que, en definitiva, “San Salvador” Pasini continúa operando “milagros” en el Oeste, con doce de doce desde su llegada, cuando hasta ese momento y en las postrimerías del proceso encabezado por Mario Grana, este equipo que parecía “partido al medio” anímica y futbolísticamente, provenía de una racha nefasta de 5 sobre 30 posibles, más cerca del Averno que del Reducido.

Ahora llegará el turno de Armenio, el próximo domingo, y luego del “Gasolero”, el venidero miércoles. Ni más ni menos que aquél encuentro, en que debía hacer su presentación oficial el nuevo técnico, con apenas un par de entrenamientos y que, en el primer guiño cómplice de la fortuna, la copiosa lluvia lo postergaría para el miércoles entrante. Tal vez la misma lluvia que, evidentemente, hubo de inundar buena parte del campo de juego, para recibir a Atlanta, el único escolta del líder, Nueva Chicago.

¿Que no cayó una sola gota de lluvia, en toda la semana previa?... Es posible…, pero no me vengan con nimiedades, en presencia de otro indicio “milagroso” de “San Salvador” Antonio Aurelio Pasini.

Alabado Sea (el “Tano”).

HAGAN LIO.

                                    Foto: Osvaldo Abades.

lunes, 21 de abril de 2014

Por primera vez, el "Tano" repite equipo, en búsqueda del cuarto al hilo, frente al "Bohemio".

Con impensados 9 de 9, desde la asunción del nuevo técnico, el Gallo observa con renovado optimismo y mucha más tranquilidad, una tabla de los promedios que aún apremia, pero donde ha logrado sacar una luz de ventaja fundamental y, al mismo tiempo, una tabla de posiciones que lo sitúa a sólo una unidad del reducido, desempolvando "despacito y por las piedras", algunas de aquellas ilusiones que, tras la goleada a Flandria del 8 de diciembre de 2013, sepultáramos rápida y dolorosamente a comienzos de año, con la nefasta racha de 5 sobre 30 puntos posibles, hasta el desembarco de "San Salvador" Pasini.

En efecto, tras dos triunfos laboriosos y poco lucidos, el último sábado por la tarde, el once del "Tano" conseguiría su tercer triunfo al hilo, en otras tantas presentaciones, con el agregado de la prolongación de la valla invicta (495 minutos en total, son los que registra Juan Cruz Leguizamón), frente a Comunicaciones en Agronomía, aunque con el aliciente de haber mejorado ostensiblemente su producción individual y colectiva, para quedarse con tres puntos por demás justificados y hasta corto en el resultado, de acuerdo a las ocasiones de gol desperdiciadas, antes y a posteriori del tanto convertido (una vez más) por Mariano Omar Barbieri.

Así las cosas, conforme con el resultado, por supuesto, pero también con el rendimiento ante el "Cartero", Salvador Antonio Aurelio Pasini repetirá equipo por primera vez, desde su llegada al Gallo, cuando este martes desde las 21.05, el Deportivo Morón reciba a Atlanta en el Nuevo Francisco Urbano, con el arbitraje de Ignacio Lupani, televisación en vivo de TyC Sports y el regreso de Ariel Omar Berón, tras su suspensión, quien ocupará un lugar en el banco de los suplentes, en cotejo correspondiente a la 36º fecha del torneo de la primera "B" Metropolitana, temporada 2013/2014.

En consecuencia, los once del Gallito que intentarán prolongar la racha de victorias, frente a un "Bohemio" que, si bien es único escolta, ha perdido buena parte de la batalla por el campeonato a manos de Nueva Chicago, y llega precedido de bajos rendimientos y críticas muy fuertes hacia la dirección técnica de su entrenador, el joven de la "casa", Sebastián "Pipa" Cassano, serán los siguientes:  Juan Cruz Leguizamón; Esteban Gabriel Giambuzzi, Ariel Otermín, Emiliano Jonathan Iván Mayola, Matías Exequiel Orihuela; Martín Gastón Sánchez, Martín Rodrigo Granero (cuatro amarillas), Dante Martín Zúñiga, Mariano Omar Barbieri; Damián Emilio Akerman (capitán), Mariano Matías Martínez. 

Completan el listado de concentrados, uno de los cuales, de acuerdo a la costumbre del nuevo entrenador del Gallo, quedará marginado del banco de los suplentes: Fabián Zalazar, Ariel Omar Berón, Luis Hernán Ferreyra, Hernán Gonzalo Parentini, Rodrigo Basualdo, Víctor David López, Gerardo Daniel Martínez y Pablo David Vacaría.

Finalmente, se conocieron las programaciones de los próximos compromisos de Morón: en primer término y por la fecha 37º del torneo de la primera "B" Metropolitana, temporada 2013/2014, el Deportivo Morón deberá visitar a Deportivo Armenio, en el "Estadio Armenia" de Ingeniero Maschwitz, el próximo DOMINGO 27 de abril, a las 15.30, sin televisación en vivo.

Asimismo, se confirmó la reprogramación del cotejo suspendido frente a Témperley, correspondiente a la 32º fecha de la "B" Metro, encuentro que tendrá lugar el venidero MIERCOLES 30 del corriente, en el Nuevo Francisco Urbano, desde las 21.05, con TV en vivo, a cargo de TyC Sports.



                                Foto archivo: Osvaldo Abades.

viernes, 18 de abril de 2014

Un cambio obligado y otro táctico, para "comunicarse" con una nueva victoria, en "territorio Cartero".

Sin demasiado tiempo para el descanso, y con el mínimo indispensable para intentar obtener un mejor funcionamiento, con el correr de los días y los entrenamientos, Salvador Antonio Aurelio Pasini busca casi con desesperación un cambio en sus dirigidos, que "comience de la cabeza para llegar a los pies" (de acuerdo a sus propias palabras), en procura que los rendimientos individuales y colectivos de su equipo, vayan de la mano de esa cuota de fortuna que viene acompañando al Gallo, desde su arribo como DT, en materia de resultados positivos y guiños afortunados del destino.

A sabiendas de lo mal que se jugara durante el primer tiempo, del agónico triunfo frente a Colegiales, al igual que sucediera días antes, en la alegría también postrera ante Tristán Suárez, el "Tano" Pasini ensayará un par de variantes -una obligada y la restante táctica-, en la búsqueda de los mejores intérpretes para cada ocasión, de conformidad al rival, las necesidades y, fundamentalmente, las propias carencias y magras actualidades y performances.

De este modo y bajo esa consigna, tan realista como descarnada y necesaria, el cuerpo técnico dispondrá de dos cambios -y que por poco resultaran tres, ante la duda hasta último momento sobre Ariel Otermín, contracturado tras el partido del último domingo-, respecto de los titulares que iniciaran el cotejo frente al "Tricolor" de Munro, en el primer triunfo del año en el Nuevo Francisco Urbano (donde no se imponía desde el también domingo 8 de diciembre de 2013, en el 4 a 0 ante Flandria, cuando todo era esperanza y el promedio un angustia casi superada): en el primero de los casos, el regreso desde el arranque, pero en su puesto habitual en inferiores, como lateral por izquierda, de Matías Exequiel Orihuela, ante la suspensión por cinco amarillas de Ariel Omar Berón (originando, a su vez, el corrimiento hacia el centro de la zaga, por primera vez en el Gallo, pero no en su carrera, de Emiliano Jonathan Iván Mayola); y por el otro, la vuelta de Martín Gastón Sánchez, tras cumplir la fecha de suspensión por acumulación de tarjetas amarillas, en reemplazo de un Luis Hernán Ferreyra, cuya actuación frente a Colegiales, no convenciera a Salvador Pasini, razón que originara su reemplazo en el entretiempo de dicho encuentro

En consecuencia, y con la baja adicional y obligada de Gerardo Daniel Martínez, quien frente a los de Munro recibiera la décima amonestación acumulada, en el término de dos meses, desde el cumplimiento de la sanción por las primeras cinco tarjetas amarillas, este Morón de Salvador Antonio Aurelio Pasini, que necesita de mejores rendimientos, pero en especial de buenos resultados, viajará hasta Agronomía para enfrentar a Comunicaciones, en el "Estadio Alfredo Ramos", este sábado desde las 15.30, sin televisación en vivo y el arbitraje de Carlos Horacio Stoklas, en el marco de la 35º fecha del torneo de la primera "B" Metropolitana, temporada 2013/2014.

De esta manera y con una nueva ausencia obligada de Alejandro Esteban "Chiche" Migliardi, intervenido quirúrgicamente con éxito de su "maldita" rodilla, cuya recuperación le demandará no menos de un mes, los once del Gallo que afrontarán el tercer cotejo en la "era Pasini", serán los siguientes: Juan Cruz Leguizamón; Esteban Gabriel Giambuzzi, Ariel Otermín, Emiliano Jonathan Iván Mayola, Matías Exequiel Orihuela; Martín Gastón Sánchez, Martín Rodrigo Granero (cuatro amarillas), Dante Martín Zúñiga, Mariano Omar Barbieri; Damián Emilio Akerman (capitán), Mariano Matías Martínez.

Completan el listado de concentrados, tras el último entrenamiento del viernes Santo, en el Nuevo Francisco Urbano: Fabián Zalazar, Gonzalo Nicolás Juárez, Luis Hernán Ferreyra, Hernán Gonzalo Parentini, Rodrigo Basualdo, Víctor David López, Esteban Alberto González y Pablo David Vacaría; uno de los cuales, quedará marginado de los definitivos "dieciocho".

A seguir sumando, Gallito... Sólo eso importa.

lunes, 14 de abril de 2014

Morón 2 - Colegiales 0: “San Salvador” y el milagro…


"Esto es un mundial, dos meses antes, y que dura mes y medio. Primera etapa, partido a partido…”, afirmaba el flamante director técnico del Gallo, Salvador Antonio Aurelio Pasini, tras su primer entrenamiento con sus nuevos dirigidos, y en su contacto inicial con los medios de prensa partidarios.

En efecto, curtido en el rol de “piloto de tormentas” y a la vez “bombero”, el “Tano” supo antes de conocer los rostros cabizbajos de un alicaído plantel del Deportivo Morón (que venía de una debacle sin final, de 5 puntos sobre 30 posibles, desde el reinicio del torneo en 2014), que la tarea no sería nada sencilla y que debía recuperar cuanto antes la confianza en sus entrenados, al mismo tiempo de recrear la esencia de equipo perdida en algún rincón de la pretemporada en Campana.

Para lo cual y sin tiempo suficiente para los “escarceos” preliminares, el “Tano” Salvador Pasini, "viejo zorro" curtido en mil batallas de la “B” Metro, necesitaba contar con algún guiño inicial de la suerte, para que los primeros resultados acompañaran de inmediato, las urgencias de un equipo a pasos del descenso y con tan sólo diez fechas por delante.

“Si llegamos a últimas instancias, iremos por la ilusión. Primero hay que meter el primero, antes del segundo. Estoy ilusionado…”. Y así habría de dársele inicialmente, hasta con la complicidad impensada del factor climático, que suspensión frente a Témperley mediante, redundaría en tres días más de “gracia” antes del debut, para duplicar la cantidad final de ensayos futbolísticos, y el consecuente beneficio en materia de conclusiones preliminares sobre la actualidad de sus dirigidos, y la valoración cualitativa y cuantitativa del plantel con el que encararía el “mundial” de nuestra permanencia.

"Los jugadores deben crecer, hablé MUCHO con ellos. Tenemos buen plantel, NO equipazo. Hay que lograr EQUIPO. Es la clave. Yo quisiera que el equipo aparezca el sábado. Y sí, soy loco…”. Y el equipo no habría de aparecer el sábado, dada la suspensión ante el “Gasolero”, y a cuenta gotas, durante el segundo tiempo del cotejo frente a Tristán Suárez, escasas 96 horas más tarde. Pero lo más importante, aparecería el primer resultado, con el postrero triunfo en Ezeiza, luego de seis largos años sin alegrías en un terreno otrora amigable, para cortar la nefasta racha matemática de 5 sobre 30 y, fundamentalmente, la sensación interna y externa de un plantel que parecía haberse acostumbrado a convivir plácida y resignadamente con la derrota.

“El que se quede quieto, no juega. Los quiero solidarios. Necesitamos que entiendan el objetivo. Tienen que saber donde están, es una institución RICA en gente…”. Y quizá allí habría de notarse el primer cambio de un equipo, hasta la llegada de Salvador Pasini, apático, sin respuesta y muchas veces hasta displicente dentro de la cancha, o por lo menos, para el afuera, en ocasiones ajeno a la intensidad con que deben jugarse estas instancias, desde la respuesta anímica como motor de los impulsos musculares.

En sus primeros tres puntos, en el “20 de Octubre” de Ezeiza, al cabo de una primera etapa donde el empate en cero resultaba negocio para el Gallo, no sólo desde lo numérico, sino fundamentalmente desde el trámite de un encuentro, absolutamente adverso y sólo sustentado en la gran labor (una vez más) de Juan Cruz Leguizamón, el “Tano” comenzaría a evidenciar las diferencias de contar con uno de esos técnicos de experiencia, capaces de “ganar” un partido en el vestuario, a partir de una correcta lectura de los hechos y la puesta en marcha de decisiones táctica acertadas y oportunas que, sustituciones nominales mediante, modifiquen positivamente el desempeño de sus dirigidos y en definitiva, el trámite y resultado final del cotejo.


“El más comprometido jugará. Quiero que me defiendan en el campo de juego, AFUERA NO. Se ponen la camiseta y jueguen a muerte…”. Y entre tanta declaración pública de ocasión y “políticamente correcta”, vertida hasta el hartazgo en los últimos meses, pero jamás correspondida por las manifestaciones futbolísticas de los propios protagonistas, dentro de los diferentes campos de juego transitados en dicho lapso; evidentemente, el mensaje del entrenador hubo de resultar tan claro como contundente, puesto que frente a Colegiales el Gallo adoleció de la misma anomia futbolera que lo aquejara desde la vuelta de sus vacaciones, pero cuanto menos volvió a presentar las renovadas credenciales de un equipo comprometido con el objetivo y “vivo” en la contienda, en particular, en los segundos ’45 y tras otro buen “shampoo” marca “Pasini”.

En efecto, tras una primera etapa para el olvido, en el marco de un partido decididamente espantoso, Morón resucitaría en el complemento y saldría a imponer condiciones, con el objeto de ganar la segunda batalla de las nueve que le restaban, frente a un rival tan molesto como complicado, que le había cortado los circuitos de juego en el primer tiempo, así como robado la pelota y el escaso protagonismo, dentro de un trámite más que pobre.

Sustentado en la actualidad, condiciones y proyección de un enorme arquero como Juan Cruz Leguizamón, que habría de intervenir poco, pero acertadamente, en especial para desviar con la yema de los dedos de su mano derecha, un remate furibundo desde fuera del área y que, con la “chapa” en cero, podría haber cambiando radicalmente el rumbo del encuentro, en especial, para un equipo que ha demostrado tolerancia cero al imprevisto y la desventaja pasajera.

Con un defensa de cuatro con altibajos, con el punto más alto en Ariel Otermín y el más bajo en el reingresado Esteban Gabriel Giambuzzi, y regulares tareas de Ariel Omar Berón y Emiliano Jonathan Iván Mayola, el “Tricolor” no habría de inquietar demasiado a la última línea del Gallo, pero sí de complicar en más de una ocasión, el efectivo control de los escasos y rústicos puntas del conjunto de Munro, con especial hincapié en el “grandote” Lucas Buono, de constante “infighting” con medio Morón, y recién neutralizado con el cambio de marca, de Ariel Berón (ya amonestado) a su tocayo, el rubio Otermín.

En el medio, con los regresos de Martín Rodrigo Granero y Dante Martín Zúñiga, (ambos retornados tras las fechas de suspensión, por sus respectivas expulsiones precedentes), podía presumirse un mayor control del centro del campo, en comparación con lo visto en ausencia del doble cinco habitual y de mejor rendimiento en el torneo. Sin embargo, la multitud de camisetas “tricolores” que dispondría el esquema táctico de Néstor “Coqui” Ferraresi, haría que la mitad del campo se convirtiese en un auténtico campo de batalla, a lo que debió sumarse, en particular durante la primera etapa, la falta de la proyección por las bandas.

Ya en el complemento y con la salida de un sacrificado, aunque errático e irresoluto Luis Hernán Ferreyra, y el ingreso de Gerardo Daniel Martínez, el Gallo ganaría en control del balón y en juego asociado, puesto que el enganche local habría de juntarse con Dante Zúñiga y Mariano Omar Barbieri, para de a poco y trabajosamente, comenzar a generar algo de fútbol, desde los botines coloridos y virtuosos de los volantes con mejor pie del Deportivo Morón.

En ofensiva, mientras tanto, va quedando claro que el mejor acompañante de Damián Emilio Akerman es “colorado” y se apellida Vacaría, ya que lo de Mariano Matías Martínez resulta cada vez más pobre e improductivo para las necesidades y urgencias actuales del equipo. Asimismo, quizá el refuerzo venido de Comunicaciones, hoy por hoy resulte el socio ideal para el definitivo e imprescindible retorno goleador del máximo artillero histórico, en tanto y en cuanto parece el indicado para realizar el trabajo “sucio” de desgaste con los defensores rivales, a fin de generar los espacios necesarios para que Damián cuente con más y mejores ocasiones y, en definitiva, facture más seguido.

"Soy entusiasta, hago todo 'a full' y eso me lleva a ser frontal. Yo digo lo que siento, son 10 finales MUY difíciles…”. Y este Deportivo Morón de Salvador Pasini, ya se aseguró las primeras dos, con menos de quince días de trabajo, desde su apresurada asunción, tras el demorado alejamiento de Mario Darío Grana, con la derrota en el “Carlos Barraza” de Pilar y el lacerante cántico de “se van para la ‘C’”, en boca de la escasa parcialidad del humilde y sorprendente Fénix, hasta hace poco tiempo atrás, acostumbrada a las desafiliaciones en la única categoría amateur del fútbol argentino.

“Vine a poner el pecho. Me importa sólo la gloria…”. Y hoy la “gloria” implica, primordialmente, salvarse del descenso, para luego y con la tranquilidad de espíritu que matemáticamente aún no tenemos, darle una “muerte” violenta a la calculadora, y tal vez comenzar a ilusionarnos con el ingreso al reducido, y la vuelta de los sueños rotos a comienzos de 2014.

Van dos de diez…, y quedan ocho. A jugar el “mundial” con renovada fe, que “San Salvador” Pasini parece haber comenzado a operar el milagro.

"HAGAN LIO".
 

Retratos de la segunda "final" ganada, de nuestro "mundial" por la permanencia.