sábado, 27 de septiembre de 2014

Dos modificaciones para prolongar la racha en Villa Raffo

Foto: gentileza, Leonela Albañir.
Entonado por las dos victorias en fila, pero también por el buen rendimiento colectivo, exhibido desde la llegada de Blas Giunta, el plantel de Gallo agota las horas de concentración en espera del encuentro de este domingo, 15.30 frente a Almagro, en Villa Raffo, en el primero de los próximos y fundamentales nueve puntos que, en poco más de una semana, definirán buena parte del postergado sueño de ascenso del Deportivo Morón.

En efecto, con una primera escala este venidero domingo, desde las 15.30, frente al "Tricolor", en un "Estadio Tres de Febrero" a puertas cerradas (debido a los incidentes del último lunes, que determinaran la suspensión del encuentro entre Almagro y Los Andes, a los '42 del primer tiempo, con triunfo parcial del "Milrayitas" por uno a cero), sin TV en vivo y el arbitraje de José Carreras, luego el Gallo recibirá al único escolta de la Zona "B", Villa San Carlos, el próximo jueves 2 de octubre, desde las 19, en un Nuevo Francisco Urbano nuevamente sólo habilitado para la asistencia de los socios, con la cuota al día (esto es, septiembre abonado), sin televisación en directo y el siempre controvertido Pablo Germán Dóvalo, como árbitro del cotejo.

Más tarde, quizá entre lunes 6 y martes 7 de octubre (se programa el lunes, en AFA), Morón deberá visitar el "Eduardo Gallardón", para jugarse las últimas fichas del ascenso directo, frente al líder, Los Andes, previo a quedar libre en la cuarta fecha de la segunda rueda, razones todas que explican por sí solas la importancia superlativa de los próximos nueve puntos en juego, comenzando este mismo domingo con el "Tricolor" de Villa Raffo.
Así las cosas y de cara al partido con Almagro, Blas Armando Giunta ensayará dos cambios, respecto del once que triunfara frente a Sportivo Italiano, uno de ellos obligado y el restante táctico: en efecto, en la defensa, retornará a la titularidad Nicolás Miguel Gásperi (reestablecido de su desgarro intercostal y que ya jugara algunos minutos, ante el "Accia", en Ciudad Evita"), en lugar del supendido Cristian Leandro González; al tiempo que se registrará el reingreso desde el arranque de Jonathan Páez, (quien saliera lesionado ante la UAI y no lograra reponerse a tiempo, para el último encuentro), en sustitución de un Cristian Damián Lillo muy voluntarioso, pero que no logra consolidarse como el acompañante ideal de Damián Ezequiel Toledo, en el vital doble cinco del mediocampo.

En definitiva, los titulares del Gallito para visitar Villa Raffo, serán los siguientes: Sebastián Darío Peratta; Rodrigo Lemos, Nicolás Miguel Gásperi, Emiliano Jonathan Iván Mayola, Gastón Eduardo Montero; Cristian Román Yassogna, Jonathan Páez, Damián Ezequiel Toledo, Federico Domínguez; Damián Emilio Akerman (capitán), Víctor Leonel Altobeli.
 
Completan la nómina de concentrados, uno de los cuales quedará finalmente desafectado del banco de los suplentes: Agustín Javier Gómez, Matías Leonel Chapa, Jonathan Nahuel Fonseca Giorgi, Cristian Damián Lillo, Emmanuel Pío, Mauro Emiliano Montenegro, Nicolás González y Guillermo Alejandro Suárez (como único delantero entre los relevos, dado el desgarro de Mariano Matías Martínez y hasta del goleador de la Quinta, el juvenil Alan Amarilla, quien podría haber constituido otra alternativa en ofensiva, de no haberse convertido en otra "víctima" reciente de una cada vez más evidente, inadecuada preparación fìsica durante la última pretemporada).


Por último, recordamos que a las bajas obligadas y ya reseñadas, tanto de Cristian González por suspensión, como de Mariano Martínez por lesión, aún deben sumarse cuatrofutbolistas más con "nanas", en diferentes etapas de rehabilitación: Ariel Otermín, desgarrado y para diez días más de recuperación; Carlos Alberto Ramos, también con un desgarro que le demandará quince días más de ausencias de las canchas; Gerardo Daniel Martínez, contracturado y el caso más grave, el de Jorge Ferrero, reestableciéndose de su fractura de peroné y que probablemente se pierda lo que resta del presente Torneo de la "B", "Osvaldo Guerra".

domingo, 21 de septiembre de 2014

Es sólo una cuestión de actitud...‏

Entre Cristian Román Yassogna (seis goles) y Damián Emilio Akerman (cinco tantos), autores del 2-0 ante Italiano, totalizan los once gritos de Morón en el certamen. Foto: gentileza, Eduardo Fabián Acuña.
Orden, concentración, solidaridad, sacrificio, entrega y contundencia..., podrían sintetizarse como las principales virtudes rápidamente identificables, para intentar comprender y justificar las razones de un cambio tan drástico como virtuoso, capaz de revertir un proceso futbolístico que con Pasini parecía irremontable, y hoy con Giunta es un sueño revitalizado, que goza de inmejorable salud y proyección a futuro.

"San Blas", "San Blas"..., solían invocar nuestros abuelos cuando nos veían toser con fruición, tal vez ahogados por alguna extraña y ajena razón. De manera simétrica, Blas Armando Giunta pareciera haber llegado en el momento justo, para aliviar el ahogo de toda una institución y su pueblo futbolero, en momentos en que el sofocamiento de años y años de campeonatos, planteles y temporadas atragantados en las vías respiratorias superiores, amenazaban con desencadenar una cianosis de dimensiones tan graves como colectivas.

De un equipo, que en unos pocos casos corría, aunque sin idea definida ni criterio táctico alguno, pero en la mayoría de los casos, caminaba la cancha, cuando lisa y llanamente no la reptaba como una anguila, hoy nos encontramos con un once que puede transigir la tenencia de la pelota, pero jamás la entrega, a partir de premisas simples y claras, incorporadas con enorme convencimiento y compromiso por los protagonistas, dentro de la cancha y durante los noventa minutos de juego.

Asimismo, de un equipo "extra large" entre sus líneas, durante el reciente proceso encabezado por Salvador Pasini, en éstos últimos dos encuentros y desde la más que reciente asunción de Blas Giunta, hemos podido asistir al vertiginoso cambio por un elenco "small" y compacto entre Peratta y Altobelli, sin grandes transiciones entre medio, y la solidaridad y prodigalidad como banderas, en todos y cada uno de sus intérpretes.

Es que este remozado Morón, by Blas Armando Giunta, espera paciente y acertadamente, con los once "defensores" dentrás de la línea de la pelota, cuando la misma es objeto de posesión del rival, al tiempo de ser capaz de salir rápida y eficazmente en contrataque, en ocasión de su recupero, involucrando muchos "delanteros" en contras que comienzan a manifestarse como letales.

Frente a Sportivo Italiano, en Ciudad Evita, a lo largo de los '90 es muy probable que las estadísticas finales del juego, hayan podido mostrar una supremacía en el porcentaje de tenencia del balón, en favor del local. Sin embargo, dicho dominio resultaría absolutamente estéril e improductivo, en presencia de un equipo, como este sorprendente Morón, seguro de sí mismo, ordenado, solidario y en varios pasajes del cotejo, prácticamente inexpugnable.

Con picos cada vez más altos de rendimiento, como la confirmación de un generoso e implacable goleador como Cristian Román Yassogna (que totaliza seis en la temporada); de un Damián Ezequiel Toledo "amo y señor" del mediocampo y el relevo defensivo; de un Víctor Leonel Altobelli asistidor, desequilibrante e incansable; de un Emiliano Jonathan Iván Mayola prolijo, seguro y rendidor desde la última línea; además de un "Flaco", Sebastián Darío Peratta que va hallando su verdadero nivel y categoría de crack, sin dudas asentado por la tranquilidad de no tener que salir a "tapar los agujeros" de una línea defensiva que ahora sí responde con acierto, más el mayor aplomo y paulatina mejora del resto, han convertido a este Gallo de Giunta, en un equipo simple, duro e inteligente, para aprovechar sus ocasiones y manejar psicológicamente los tiempos de los cotejos, hasta justificar los festejos y convencer con los rendimientos.

Morón volvió a ganar, en su segundo encuentro del segundo ciclo de Blas Armando Giunta como técnico, y todo aquello que parecía sepultado y ganado por la resignación de los hechos, hasta hace sólo diez días, hoy se halla revitalizado por la fuerza de la ilusión renovada, pero también por lo mucho y muy bueno, expuesto en '180 dentro del campo de juego, en tan poco tiempo efectivo de fructífero trabajo compartido.

"San Blas", "San Blas"..., nos decían nuestros abuelos en caso de ahogo..., y ahora Giunta y compañía parecen dispuestos a golpearnos la espalda, fecha a fecha, con tal de aliviar el estado de sofocamiento grave, con pronóstico de "azulada" cianosis, que hasta hace poco tiempo tenía a todo el Oeste con el pulgar presto a pulsar el "send", tras haber previa y preventivamente, marcado la conocida progresión numérica del 9-1-1.

Es sólo una cuestión de actitud... Y bienvenido sea.

Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.

viernes, 19 de septiembre de 2014

A Ciudad Evita, con dos cambios, y el "Accia" en mano para traerse otro triunfo.‏

Foto: Departamento de Prensa y Comunicación del Club Deportivo Morón.
Consumado el regreso de Blas Armando Giunta a la dirección técnica del Gallo y con él, tras dos días desde su asunción formal, el retorno a un triunfo indispensable frente a la UAI Urquiza, donde se advirtiera otra actitud y juego colectivo en un, hasta ese momento, muy desdibujado y decepcionante rendimiento, por estas horas el plantel del Gallito se halla concentrado en un hotel del centro porteño, a la espera del cotejo de este sábado, desde las 20.05, frente a Sportivo Italiano en Ciudad Evita, con el arbitraje de Gastón Meineri, la televisación en vivo de TyC Sports y a puertas cerradas, en el marco de la 11° fecha (última de la primera rueda) del Torneo de Primera "B", "Osvaldo Guerra", en su Zona "B".

En una última semana matizada por las inoportunas y desafortunadas declaraciones públicas del 'Tano" Pasini, sobre la supuesta relación de su cesantía, con ciertos problemas internos con algún referente del plantel (olvidándose que, en definitiva, en este torneo y bajo su gestión, el equipo cosecharía apenas algo más del 38 por ciento de los puntos en juego), con relación a la actualidad del Gallo que, en definitiva, constituye lo único verdaderamente importante en este momento, Blas Giunta ensayará dos cambios respecto del elenco que venciera con justicia al "Furgón" de Villa Lynch, uno de naturaleza táctica y el restante, obligado por lesión.

En efecto, la primera variante se registrará en el arco, mediante la vuelta de Sebastián Darío Peratta (tras la fecha de suspensión, ante su expulsión frente a Acassuso), a pesar del muy buen rendimiento exhibido por su reemplazante ante la UAI, Agustín Javier Gómez. 

Mientras tanto, la segunda y última modificación se producirá en el lateral derecho, donde reingresará Rodrigo Lemos en lugar de Carlos Alberto Ramos, quien se suma a la "enfermería" del club, producto de un desgarro, que lo mantendrá alejado por un lapso no menor a los 21 días.

En consecuencia, los once de Morón que procurarán prolongar la racha con Giunta, frente al "Accia", serán los siguientes: Sebastián Darío Peratta; Rodrigo Lemos, Cristian Leandro González, Emiliano Jonathan Iván Mayola, Gastón Eduardo Montero; Cristian Román Yassogna, Jonathan Páez, Damián Ezequiel Toledo, Federico Domínguez; Damián Emilio Akerman (capitán), Víctor Leonel Altobelli.

Completan el listado de convocados (uno de los cuales quedará marginado del banco de los suplentes): Agustín Javier Gómez; Cristian Broggi; Nicolás Miguel Gásperi; Cristian Damián Lillo; Mauro Emiliano Montenegro; Nicolás González; Guillermo Alejandro Suárez, Mariano Matías Martínez.

martes, 16 de septiembre de 2014

Con Giunta, el Gallo "Yassogna" un futuro venturoso.‏

Foto: gentileza, Osvaldo Abades (h)
Y al cabo de una semana, "rápida y furiosa" en materia de noticias, en las últimas horas del pasado jueves (tras la paupérrima actuación, con derrota incluida, ante Acassuso en Ciudad Evita), la dirigencia del Gallo habría de aprender de los errores recientes, a fin de cesantear a un desgastado -hacia afuera, pero también hacia adentro-, "Tano" Salvador Pasini, y de este modo no repetir las costosas agonías precedentes, sufridas tanto con otro "Salvador", Daniele, como luego con
Mario Darío Grana.

De esta forma y en los albores del viernes, Blas Armando Giunta (un permanente favorito en las preferencias de dirigencia e hinchas, cada vez que, con fulgurante frecuencia, el puesto de entrenador hubo de hallarse vacante), desembarcaba nuevamente en el Gallo, para sorpresa y beneplácito de muchos, tras arribar a un rápido acuerdo y asumir el compromiso y el desafío de enderezar otra vez el rumbo, de este permanente navío al garete que es el Deportivo Morón, en materia de fútbol profesional.

Con tan sólo un par de ensayos formales con sus nuevos dirigidos, Blas Armando Giunta debió "salir al toro" vertiginosamente y con la urgencia manifiesta de ganar para retemplar los atribulados ánimos de protagonistas y simpatizantes, pero fundamentalmente para no perder de manera definitiva, el tren de un torneo corto, esquivo y propenso a castigar con dureza los puntos abandonados en el camino.

Así las cosas y ante el atildado UAI Urquiza, en un Nuevo Francisco Urbano sólo para socios con facilidades diurnas y en día de semana, Giunta debió calzarse sin transición alguna, el buzo de DT tras nueve años y que, en opinión de más de uno, de no habérselo quitado por la necedad de un ex presidente, el destino futbolístico del Gallo en igual lapso, hubiese resultado drástica y diametralmente puesto al oprobio soportado, en casi una década de inoportuno distanciamiento mutuo.

Como sea, desde los primeros minutos del segundo ciclo del "proceso Giunta", pudo advertirse un Morón retemplado en ánimo y confianza, así como más seguro de sus potencialidades y mucho (pero mucho, mucho...) más ambicioso en sus intenciones, más allá de dibujos tácticos y el número final de delanteros en cancha.

Con una receta inicial tan simple como inexplorada hasta el presente, el Gallo buscó adueñarse del trámite y el protagonismo, a partir de la puesta en marcha de un orden táctico que, desde los minutos iniciales del encuentro, habrían de contraponerse con meridiana y descarnada claridad, respecto de la anarquía estratégica que caracterizada al anterior cuerpo técnico.

Tanto es así, que en menos de diez minutos el Gallito habría de generar más aproximaciones y desequilibrios ofensivos, que la sumatoria de lo poco, pobre y malo evidenciado frente a Platense y Acassuso.., juntos.

Con la seguridad en el debut forzoso de Agustín Gómez en el arco (dada la suspensión de Sebastián Peratta), los buenos rendimientos de Cristian González y Emiliano Mayola en la zaga (fundamentalmente en el complemento, tras un comienzo con algunas dudas), el interesante entendimiento de Jonathan Páez con Damián Toledo, "el Patrón del Medio" -sin dudas el sector del campo más deficiente en la "era Pasini"-, sumado al buen rendimiento del tridente ofensivo, con la confirmación del gran momento de Cristian Yassogna (el mejor "compadre" ofensivo de Damián Akerman, desde los tiempos de Diego Barrios Suárez a esta parte), más la recuperación futbolística de Leonel Altobelli, no resultaría extraño que el Gallo trasladase sus ambiciones al marcador, a través del primer "Yassognaso" de la tarde.

Y eso que enfrente se plantaba de igual a igual, un equipo más que interesante y mejor trabajado como la UAI Urquiza, habituado al buen trato del balón, el juego colectivo y a un sólo toque, a partir de intérpretes de muy buen pie como Isaac Suárez, Raúl "Dudy" Pérez y Nicolás Beauchet.

Por eso, en dicha primera etapa, la visita habría de tener un par de chances para abrir el marcador o bien retirarse al entretiempo con empate, destacando la solvencia de Agustín Gómez y el aplomo progresivo de la última línea del Gallo.

En el complemento y con la tranquilidad de la ventaja inicial, el once de Blas Giunta habría de mantener los principios que justificaran la ventaja parcial, para sostener en el orden, la ambición ofensiva y la paciencia, los valores fundacionales para la búsqueda del segundo y definitivo desequilibrio, el cual llegaría antes de los diez minutos del segundo tiempo, a partir de una linda combinación ofensiva y otra contundente definición de la figura del partido: Cristian Román Yassogna.

Ya con el cotejo dos a cero, los intentos en ataque de la visita habrían de tornarse cada vez más testimoniales, permitiéndole al dueño de casa administrar las energías, sin renunciar por ello al protagonismo y la búsqueda de una diferencia más amplia.

Como dato negativo, de una jornada de sonrisa para el hincha del Gallo, debe admitirse que en sólo un aspecto pudo verificarse la continuidad de un proceso en el otro: al igual que en tiempos de Pasini, Murphy continuaría su obra de imponderables físicos ya en horas de Giunta, cobrándose la (mala) suerte de dos nuevas víctimas de las lesiones, tales los casos de Jonathan Páez y de Carlos Ramos (de buen partido).

El pitazo final de Lucas Di Bastiano encontraría a un Morón tan feliz como desahogado, con la satisfacción de haber ganado con justicia y hecho un buen partido, dándose hasta el desusado lujo (máxime en el Oeste y por estos "flacos" tiempos), de haber podido hilvanar más de dos pases acertados y consecutivos, ofreciendo lo más parecido al buen fútbol que se haya visto en el nuevo estadio, desde su inauguración hasta nuestros días.

Con la receta simple y sin embargo jamás vista, en el proceso precedente, del órden táctico como estandarte, Blas Armando Giunta regresaría a calzarse el buzo de técnico de un Gallo, detenido en el tiempo desde hace 25 años, pero que desde hace una década, justamente el mismo tiempo de su ausencia, ni siquiera peleara por nada serio, a excepción de la traumática experiencia con el descenso, de la inolvidable (por lo angustiante) temporada pasada.

Volvió Giunta tras nueve años y el equipo reaccionó "en esste missmo insstante". Quizá resulte prematuro y hasta temerario ilusionarse, pero quién y por qué podría negárnoslo?...

Si en el 2004 haría "magia" con Lezcano y Tejera, hoy el material a disposición es mucho más rico, desde lo nominal, por lo menos, como para apostar a una recuperación que nos devuelva la alegría y las ilusiones perdidas, de tantas frustraciones y amarguras repetidas y mal habenidas.

Sólo hacía falta darle órden a la anarquía y sentido común al empecinamiento, para volver a sumar y a creer que puede ser posible, de una vez por todas, que este vapuleado Gallo "Yassogne" definitivamente con un futuro venturoso.

Por lo pronto, volvió Giunta... Y el equipo, finalmente, parece irse "Armando" (Blas Armando...).

Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Con el regreso de Giunta, para levantar "en esste missmo insstante, nene"...‏

En una semana "rápida y furiosa" en materia de noticias, luego de la paupérrima actuación ante Acassuso y la posterior cesantía de Salvador Pasini, el Gallo se apresta a recibir a la UAI Urquiza, con el retorno de Blas Armando Giunta al banco de los suplentes.

Con mucho por enderezar, comenzando por el aspecto anímico de un plantel conformado para pelear el ascenso directo, y que hoy se halla a once puntos del líder, Los Andes, Blas Giunta sólo pudo contar con un par de entrenamientos para comenzar a conocer a sus nuevos dirigidos y empezar a bajar sus primeros conceptos e ideas tácticas.

De este modo, desde las 15 de este lunes, en un Nuevo Francisco Urbano sólo con la asistencia de socios, seguramente resultará más importante el envión anímico que podrá aportarle al equipo la presencia del nuevo DT, que imaginar grandes cambios en el juego, lo que conlleva mucho más tiempo de trabajo y horas de ensayos tácticos.

Sin embargo, y con la premisa fundamental de GANAR, como la "madre de todas las necesidades", el primer once de Giunta registrará seis modificaciones (tres de ellas obligadas), con relación al último equipo del 'Tano" Pasini, del último jueves en Ciudad Evita. A saber: Agustín Javier Gómez hará su presentación en el arco del Gallo, en reemplazo del expulsado, Sebastián Darío Peratta. 

Asimismo, en la defensa, regresará Carlos Alberto Ramos al lateral derecho, en lugar de Rodrigo Lemos (táctico), mientras que retornará tras su expulsión ante Platense, Emiliano Jonathan Iván Mayola, sustituyendo a un nuevamente lesionado, Ariel Otermín, quien se resintiera de su dolencia y permaneciera en cancha sólo tres minutos frente a Acassuso.

En el medio, Jonathan Páez reemplazará a Cristian Damián Lillo (táctico), al tiempo que regresará a la consideración el cordobés Federico Domínguez, en lugar de un intermitente Gerardo Daniel Martinez.

Finalmente, en faz ofensiva, la última modificación resultará la esperada vuelta de Damián Emilio Akerman, en sustitución del suspendido, Mariano Matías Martínez.

Con un esquema táctico que podría variar de un 4-3-3 a un 3-4-3, de acuerdo a los momentos y las necesidades del desarrollo del encuentro con los de Villa Lynch, el primer once del segundo ciclo de Blas Giunta, estará conformado de la siguiente manera: Agustín Javier Gómez; Carlos Alberto Ramos, Cristian Leandro González, Emiliano Jonathan Ivan Mayola, Gastón Eduardo Montero; Jonathan Páez, Damián Ezequiel Toledo, Federico Domínguez; Cristian Román Yassogna, Damián Emilio Akerman, Víctor Leonel Altobelli.

Por tres puntos imprescindibles y el mejor comienzo de la era Giunta, para comenzar la remontada "en essste missmo inssstante, nene"....

viernes, 12 de septiembre de 2014

Tras nueve años, regresa Blas Armando Giunta al banco del Gallo

Foto: Departamento de Prensa y Comunicación del Club Deportivo Morón.

Blas Armando Giunta es el nuevo director técnico del Deportivo Morón y será presentado oficialmente durante la jornada del sábado,estará ligado al club hasta diciembre de 2015.

Luego de 9 años, regresa por su segundo ciclo en el Gallo, con el que llegara a semifinales del Reducido, en la temporada 2004/05, cuando resultara eliminado por Platense, mediante ventaja deportiva, con el recordado penal malogrado por Enrique "Quique" Secaffien, a poco del final del encuentro, en Vicente López, lo que le hubiese dado la clasificación a Morón.

Asumiendo con un plantel muy limitado (con Lezcano y Tejera en ofensiva), y algunos puntos altos en el propio Secaffien y Pedro Esquivel, al cabo de la citada temporada (tras haber eliminado en cuartos del mismo Reducido, al Atlanta del "Pupi" Salmerón, ante una multitud de hinchas del Gallito, en cancha de Ferro, con festejo de "trencito" y devolución de "gentilezas" incluidos), Giunta no renovaría su vínculo con el Deportivo Morón, por una exigua diferencia de dinero, para recalar en Almirante Brown, donde al término de siete temporadas ininterrumpidas, conseguiría dos ascensos a la "B" Nacional.

Su último paso fue en Primera, más precisamente en Quilmes, donde no obtendría buenos resultados y debería alejarse prontamente de la dirección técnica de un "Cervecero", acuciado por el descenso.

Nobleza obliga, mil gracias al "Tano" Salvador Pasini por haber asumido la responsabilidad complicadísima de salvar a Morón de un descenso casi seguro, en la temporada pasada (cuando más de un entrenador evitara semejante compromiso), lamentando que luego, no haya podido jamás hallar el equipo, a partir del presente plantel que él mismo conformara, de acuerdo a su idea y gusto futbolístico.

Y por último, toda la suerte para el nuevo técnico del Gallo, en el deseo del inicio definitivo de unas "buenas", que hace demasiado tiempo se nos vien
en negando con sistemática crueldad futbolera.

Anarquía en el oeste.





Foto: gentileza, Eduardo Fabián Acuña.
Entre las varias acepciones del término anarquía una de ellas reza: “Desorden, confusión o barullo por ausencia o flaqueza de una autoridad”, y el problema es mayúsculo si el capitán del barco luce perdido. Morón cayó sin atenuantes ante Acasusso y luce sumido en un coma que se agrava fecha a fecha. Salvador Pasini ya no es más DT del club.

Tras el vía crucis de finales de Mayo -en un trance perverso con el descenso-, el inicio prometía ser primaveral: Pasini, salvador, al mando; Akerman como bastión futbolístico, una cúpula dirigencial renovada y el retorno de Peratta para suplantar a Migliardi. Estos nombres propios, sumado al condimento de ascender en seis meses, centraban en Morón las luces de una pasarela acorde a su estirpe de antaño.

Sin embargo su DT, de verborragia galopante, omitió un detalle elemental: el fútbol se juega EN EQUIPO y no con individualidades. Un concepto que hizo leitmotiv cuando su faz salvadora lo elevó y que lo terminó catapultando en este inicio. Tras un final de torneo desgastante, habiendo depurado a casi todo el plantel anterior, decidió traer a 19 jugadores, entre ellos Páez -arribando en la fecha 4- y Emmanuel Pío, quien desde 2012 no juega. La apuesta olía más a utopía que a una realidad tangible.

El resultado era el esperado: once nombres que soplaron al compás del viento. Una delantera perdida, con un libreto pagano; un mediocampo que fue una aduana de paso, una defensa golpeada por lesiones y un arquero sometido a una ruleta rusa constante. En un fútbol local rodeado de urgencias, Pasini entró en el juego de la improvisación. Al cabo de ocho partidos, sólo repitió equipo una vez. Probó tres delanteros, ubicó laterales de centrales. La imagen de ayer con Peratta expulsado como líbero no dejaba atenuantes: otro final de ciclo más en forma de puñal. 

Por decantación la táctica le dio la mano a la práctica y la teoría hizo de las suyas: cantidad no hace calidad. Haber incorporado tanto no era garantía de nada. Morón es un equipo largo que sobrevive con pelotazos, destellos de Akerman y salvadas de Peratta, hoy devenido en bombero. Por momentos daría la sensación de que en Morón hay una dicotomía no resuelta entre presente –frustrante-, pasado –de gloria- y futuro –incierto-. Quizá el día que el pasado sirva de guía, y el presente sea la consecuencia de esas lecciones, el futuro tome forma de arco iris.

‘La única verdad es la realidad’, repetía el general Perón en varios de sus actos. Optimismo, verborragia, motivador. Adjetivos que aplicaron perfecto a Pasini, un SALVADOR en tiempos de crisis. Las aguas bajaron, pero el barco siguió con idéntico rumbo. Hoy Morón debe sus puntos a sus individuales y a la suerte. Ha ganado dos de los últimos trece, y la tabla lo encuentra perdido en el fondo. Su DT ha renunciado y dejó un legado de 19 refuerzos. La historia de siempre, con distintos protagonistas y el mismo final. La anarquía llegó y, ante tanta prueba, el que pagó los platos fue Morón.

 Por: M. A. Colinas (@CDMORON).

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Entre dudas y urgencias, seis cambios para visitar a "Ssuso".‏

Consumada la decepcionante actuación, con derrota incluida, del último lunes frente a Platense, el plantel del Gallo se halla agotando las horas que median hasta las 15.30 de este jueves, cuando tenga la chance de tomarse una rápida revancha, aunque nada menos que visitando al siempre complicado Acassuso, en el estadio de Sportivo Italiano, sin televisación en vivo y el arbitraje poco agradable de Gonzalo López Aldazábal.

Sin equipo confirmado y con relación al once que iniciara el encuentro ante el "Calamar", seis (sí, leyó bien..., SEIS) serían los cambios que dispondría el "Tano" Salvador Pasini, dos de ellos obligados y el resto de índole tácticos, destacándose sin dudas la ausencia del goleador histórico y capitán, Damián Emilio Akerman, aquejado de un dolencia en una de sus rodillas.

Con la referida y más que sensible baja del mejor jugador del Deportivo Morón de todos los tiempos, y en contrapartida, los regresos de Cristian Leandro González y Ariel Otermín, para conformar la zaga titular, el sexteto de modificaciones se desglosa de la siguiente manera: en la defensa, se producirán los regresos del oriental Rodrigo Lemos y los mencionados Cristian González y Otermín, en reemplazo de Carlos Alberto Ramos, Jonathan Páez y Emiliano Jonathan Iván Mayola, respectivamente. El primero de los casos por razones tácticas, mientras que el ingreso de González permitirá el regreso de Damián Ezequiel Toledo a la mitad de la cancha, al tiempo que Otermín, recuperado de un desgarro, volverá en sustitución del suspendido Mayola, expulsado por Martín Gonaldi ante el "Marrón" de Vicente López.

Asimismo, en mitad de cancha se registraría el ingreso desde el comienzo, de Gerardo Daniel Martínez por Nicolás González. En este punto, la utilización del "potencial", radica en que durante la práctica liviana de este miércoles, Pasini también probó en esa posición con Leonardo Celín, en la búsqueda quizá de una zona de volantes más combativa.

Finalmente, en ofensiva las modificaciones implicarán los ingresos, tanto de Víctor Leonel Altobelli, como de Mariano Matías Martínez, con el objeto de suplantar la ausencia por lesión de Akerman, así como buscar alguna alternativa al bajo rendimiento exhibido por Guillermo Alejandro Suárez, el pasado lunes en el Nuevo Francisco Urbano.

En definitiva, los once del Gallo que procurarán mejorar su imagen, sumando de a tres ante el equipo de Walter Otta, serán los siguientes: Sebastián Darío Peratta; Rodrigo Lemos, Cristian Leandro González, Ariel Otermín, Gastón Eduardo Montero; Gerardo Daniel Martínez, Damián Ezequiel Toledo, Cristian Damián Lillo; Cristian Román Yassogna, Víctor Leonel Altobelli, Mariano Matías Martínez; para regresar, al mismo tiempo y como puede apreciarse, al esquema táctico del 4-3-3.

Completan el listado de concentrados, uno de los cuales quedará afuera del banco de los suplentes (con la novedad de la primera convocatoria para Cristian Broggi, juvenil primer zaguero central de la Cuarta división, que habitualmente conforma dupla con Matías Leonel Chapa, en esta ocasión no concentrado): Agustín Javier Gómez; Carlos Alberto Ramos; Cristian Broggi; Jonathan Nahuel Fonseca Giorgi; Leonardo Celín; Jonathan Páez; Nicolás González y Guillermo Alejandro Suárez.

martes, 9 de septiembre de 2014

Deseo y decepción

Foto: gentileza, Eduardo Fabián Acuña
Y Morón ya nos tiene acostumbrados a este tipo de situaciones indeseadas e inconvenientes, donde toda la expectativa previa, generada por diversos motivos ocasionales, termina por extinguirse inexorablemente, con el correr del partido y la escasísima respuesta de los protagonistas, dentro del rectángulo de juego.

En este caso, la gran expectación preliminar estuvo dada, no por el andar lujoso y contundente del equipo, sino más bien por la posibilidad de volver a verlo in situ, en el Nuevo Francisco Urbano, tras una ausencia prolongada de cuatro meses, entre el último receso invernal y la posterior sanción disciplinaria impuesta a nuestro estadio, en virtud de los incidentes de mayo último, cuando el plantel anterior se debatía (o mejor dicho, sólo un puñado de sus integrantes y cuerpo técnico), entre sus enormes limitaciones y la angustia de un descenso que constituyó una "Espada de Damocles", durante toda la pasada temporada.

En efecto, y con la posibilidad del retorno del público del Gallo a su casa (o por lo menos, parte del mismo, ya que las autoridades de la seguridad deportiva jurisdiccional restringieron el ingreso únicamente a los socios, y más tarde la policía se encargaría de vedar aún más la asistencia, entre los propios asociados, ante su inaudita negativa de correr al turno noche, un cotejo que a las 15.30 de un lunes laborable, restringiría los deseos de muchos socios, rehenes por horario de impostergables obligaciones laborales), sumado en lo futbolístico, al regreso también al triunfo en la jornada precedente, cuando el Gallo derrotara a Comunicaciones en Agronomía, dando además alguna manifestación de vida, entre lo poco y malo demostrado hasta el último miércoles.

Sin embargo, este Morón que a los golpes, y a lo largo de los últimos años, nos ha acostumbrado al trueque amargo del deseo por la decepción, habría de demostrar en poco más de '30 minutos, que si hubo una mejora futbolera en el "Alfredo Ramos", la misma parece haber sido la manifestación precipitada de una primavera que, por lo visto este lunes frente a Platense, no parece coincidir con el advenimiento permanente y duradero de una estación que arribara para quedarse.

Por el contrario, de operarse alguna mejora temporaria, en este equipo del "Tano" Pasini, más bien se asemeja a aquellas que sobrevienen en los pacientes críticos, internados en cuidados intensivos, como clásica antesala de un desenlace funesto.

Con la novedad extra de la repetición del mismo once, por primera vez en el presente Torneo de la Primera "B", "Osvaldo Guerra", el Deportivo Morón recibía a un complicado rival, por lo menos desde lo estadístico, aunque circunstancialmente accesible (tal vez como nunca en la historia), en virtud de la crisis futbolística por la que atraviesa el "Calamar", de flojísima campaña en la Zona "B" y un rendimiento tan paupérrimo que determinara en las últimas semanas, tanto el alejamiento de su entrenador, Sebastián "Gallego" Méndez, como la renuncia indeclinable de su presidente, Pedro Vilariño.

No obstante, este Morón que también se especializa en revivir "muertos", le otorgaría a los de Vicente López la alternativa inmejorable de quitarse el respirador artificial, para comenzar a respirar por medios propios, con la receta simple de un equipo limitado y de escasas virtudes, aunque conocedor de sus limitaciones y, fundamentalmente, exhibiendo las ganas y la voluntad encomiables de aquél que lucha por salir del coma.

Por el lado del Gallo, y como ocurriese en otros encuentros de este mismo certamen, la presión inicial ejercida por los dirigidos por Salvador Pasini, sólo duraría unos pocos minutos, a partir de un par de desbordes de Guillermo Suárez por derecha y las buenas intenciones de Nicolás González, por la banda opuesta.

Por desgracia, la movilidad inicial de Suárez y el atrevimiento de González se apagarían demasiado pronto en el partido, al tiempo que el superpoblado mediocampo de la visita se iría apoderando del desarrollo, merced a los correctos rendimientos de Dante Zúñiga y Emiliano Giannunzio.

En este punto, y del mismo modo que sucediera también en la mayoría de los encuentros anteriores, la ausencia de generación y volumen de juego en el medio, determinaría el inexorable aislamiento de los delanteros de punta del Gallito, quienes se veían obligados a bajar demasiado para tomar contacto con el balón, al tiempo de verse sistemáticamente compelidos a chocar una y otra vez contra los sólidos defensores rivales, ante el recurso repetido del pelotazo frontal y dividido, como única herramienta esgrimida de conexión entre las diferentes líneas.

Asimismo, a la alarmante falta de ideas ofensivas, los volantes centrales locales tampoco se ofrecerían como alternativa de emergencia ante la crisis, sin criterio a la hora de manejar la pelota, ni timming para superar al doble cinco del "Calamar". 

Ni siquiera desde la bandas, Morón lograría generar algo de desequilibrio, con dos laterales rápidos, aunque de poco criterio en ataque, y dos zagueros correctos, pero que luego se irían desdibujando con el correr del encuentro, al igual que el resto de sus compañeros.

En este contexto y por si fuera poco, cerca de la media hora y cuando recién comenzaba a evidenciarse la preeminencia de la visita, en su primera incursión seria sobre el área del Gallito, terminaría con un zapatazo inapelable de Walter Ortíz, para que Platense se llevara al entretiempo un triunfo parcial, por el que había hecho realmente poco, aunque con mayores ideas y mejores armas que un nervioso e inconexo Morón.

Porque, si bien es cierto que el Gallo manejó el balón durante gran parte del primer tiempo, como más tarde lo haría también durante el complemento, con las urgencias lógicas de la búsqueda del empate, dicho predominio y protagonismo habría de resultar absoluta y definitivamente estéril, puesto que en '45 no lograría generar UNA SOLA situación concreta de gol.

En el segundo tiempo, el rendimiento individual y colectivo del equipo, lejos de mejorar, habría de empeorar (los ingresos de Gerardo y Mariano Martínez, esta vez no marcarían diferencia alguna), agudizado por el nerviosismo in crescente en varios de sus protagonistas, que hubo de cobrarse a su peor víctima en Emiliano Mayola, quien resultaría expulsado por doble amarilla, como emergente nominal de un conjunto sin ideas, desesperado y absolutamente impotente.

Claro está que, este Morón hasta aquí acostumbrado a jugar sin gente, debió afrontar (y de la peor manera, abajo en el resultado), la prueba de fuego y de carácter de ir en búsqueda de su suerte, ante la presión de un Nuevo Francisco Urbano a menos de la mitad de su capacidad ocupada de costumbre, lo que justificaría varias dudas iniciales, sobre la posibilidad de respuesta de este equipo, a cancha llena, en cotejos tan pobres como el de la víspera, ante Almagro o Barracas Central.

Con tan sólo un par de chances netas en el complemento, como un intento desde afuera de Cristian Yassogna (una vez más, de lo poquito rescatable) y el remate desde la media luna, a cargo de un nervioso e impreciso Cristian Lillo, que obligaría a la única acción lucida del arquero visitante, el inoxidable Claudio Flores, el Gallo resignaría tres puntos vitales ante un rival tan pobre, que jamás habría de inquietarlo de contragolpe, en todo el segundo tiempo.

Y es que Morón nos tiene acostumbrados a este tipo de golpes, en los que el deseo del inicio, se ve muchas veces trocado por la decepción del final.

Lo cierto es que el Gallo perdió y volvió a mostrar su peor imagen, la del desconcierto colectivo, la falta de ideas y la ausencia de premisas claras de juego.

Habrá que revertir mucho y en demasiado poco tiempo, porque en un torneo corto como el presente, el tren de las oportunidades puede pasar una sola vez, si es que al cabo lo hace.

Y la verdad incontrastable es que hoy, estamos lejísimo de poder aspirar seriamente a algo (llamado ascenso).

Entre el deseo y la decepción, así andamos..., de cachetazo en cachetazo.

RECEN POR MI (otra vez...).

Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.




domingo, 7 de septiembre de 2014

Es noticia: Pasini repite equipo frente a Platense.‏

Foto: gentileza, Eduardo Fabián Acuña.
Y tras el desahogo por el esperado regreso al triunfo, frente a Comunicaciones en Agronomía, luego de cuatro fechas sin sumar de a tres, pero fundamentalmente, ante el buen rendimiento colectivo exhibido en el "Alfredo Ramos" (por primera vez en el campeonato), el Gallo se apresta a recibir a Platense, con la premisa de volver a ganar para profundizar y prolongar el buen momento.

Así las cosas, este lunes desde las 15.30, sin televisación en vivo, con el arbitraje de Martín Gonaldi, y el regreso del público del Gallito al Nuevo Francisco Urbano, por lo menos en lo que a socios se refiere (aunque muchos asociados, dado el inaudito horario para un día laborable, volverán a verse imposibilitados de regresar al estadio, más allá del inesperado y anticipado visto bueno de la APreViDe), el Deportivo Morón intentará aprovecharse de la crisis futbolística que atraviesa el "Calamar", hundido en las posiciones de la Zona "B", con DT interino tras el alejamiento del "Gallego" Sebastián Méndez y que, en definitiva, parece no recuperado del golpe anímico que significara la pérdida del ascenso en la temporada pasada, a manos de Témperley, cuando a pocos segundos del final y con el empate, hoy el "Gasolero" podría estar visitando al Gallo y Platense en la "B" Nacional.

Satisfecho con el rendimiento del once inicial que se trajera los tres puntos de "Territorio Cartero", el "Tano" Salvador Pasini mantendrá los mismos once, mientras aguarda por la recuperación de alguno de los tantos lesionados, para poder contar con alguno de ellos, de cara al próximo cotejo frente a Acassuso, del venidero jueves a las 15.30, en cancha de la UAI Urquiza, sin TV y el arbitraje de Gonzalo López Aldazábal (como podría suceder, por ejemplo, con Ariel Otermín, ya prácticamente reestablecido de su desgarro).

En definitiva, los titulares del Gallito que  saldrán al campo de juego del Nuevo Francisco Urbano, este lunes a las 15.30, en el marco de la 8° fecha del Torneo de la Primera "B", "Osvaldo Guerra", serán los siguientes: Sebastián Darío Peratta; Carlos Alberto Ramos, Damián Ezequiel Toledo, Emiliano Jonathan Iván Mayola, Gastón Eduardo Montero; Guillermo Alejandro Suárez, Cristian Damián Lillo, Jonathan Páez, Nicolás González; Cristian Román Yassogna, Damián Emilio Akerman (capitán).

Asimismo, es probable que el técnico del Gallo repita también el banco de los suplentes, hecho aún pendiente de confirmación. El tentativo: Agustín Javier Gómez; Rodrigos Lemos; Matías Chapa; Jonathan Nahuel Fonseca Giorgi; Víctor Miguel Rueda Argüelles; Gerardo Daniel Martínez y Víctor Leonel Altobelli.

martes, 2 de septiembre de 2014

3 x 3 = 9: tres cambios para volver a ganar y prenderse arriba.‏

Transcurridas seis fechas y cinco partidos efectivamente disputados (el Gallo ya quedó libre en la cuarta jornada), no constituye ninguna novedad que el Deportivo Morón aún se halla en deuda con el protagonismo esperado en la cima de tabla zonal y, fundamentalmente, con el juego y los rendimientos, tanto individuales (salvo un puñado de honrosas excepciones) como colectivos.

Con un triunfo, en la jornada del debut frente a Almagro, una caída ante Los Andes y tres empates (Villa San Carlos, Armenio y Barracas Central), el equipo del "Tano" Pasini necesita imperiosamente volver a sumar de a tres, para no perder el tren de una tabla de la Zona "B" que, sin embargo y gracias a su paridad y al discretísimo desempeño de todos los conjuntos integrantes, partido tras partido le otorga renovadas oportunidades a un Morón que no logra aprovecharlas.

En ese sentido y en el marco de un Torneo de Primera "B", "Osvaldo Guerra", que no da tregua ni descanso, tanto a los protagonistas como a los hinchas, el Deportivo Morón contará con una nueva chance de arrimarse de una buena vez a los puestos de vanguardia, cuando visite a Comunicaciones en el "Alfredo Ramos" de Agronomía, este martes desde las 15.30, sin televisación en vivo y el arbitraje de Gastón Meineri.

Con respecto a los once, tres serán las variantes que dispondrá el cuerpo técnico, respecto de los titulares que comenzaran el cotejo del último viernes ante Barracas: el ingreso obligado de Jonathan Páez, en lugar del desgarrado Nicolás Miguel Gásperi; y las modificaciones tácticas del regreso a la titularidad de Nicolás González, a partir del magro desempeño de Mauro Emiliano Montenegro ante el "Camionero", así como habrá de registrarse el debut absoluto con la casaca del Gallo, de Carlos Alberto Ramos, quien sustituirá al uruguayo Rodrigo Lemos en el lateral derecho de la defensa.

En el primero de los casos, es de destacar que se generará el mismo cambio que sobreviniese a sólo cinco minutos de comenzado el pasado encuentro con Barracas, cuando ante la lesión de Gásperi, Pasini dispusiera el ingreso de Páez como volante central, retrasando a Damián Ezequiel Toledo hacia la zaga central, para complementar a Emiliano Jonathan Iván Mayola. 

En un Gallo diezmado desde la pretemporada por las sucesivas lesiones de varios de sus "soldados", el "Tano" tendrá que volver a improvisar con Toledo en la "cueva", ante la "enfermería" que representa la zaga central de Morón, con Ariel Otermín y el referido Gásperi desgarrados, a quienes se les agrega Cristian Leandro González que, tras su retorno al club, luego del encuentro con Armenio sufriese una fuerte contractura, de la cual aún no ha podido restablecerse para, al menos, ocupar un lugar entre los "18".

En definitiva, los titulares del Gallo que este martes, desde las 15.30, saldrán en búsqueda del triunfo en "Territorio Cartero", con el ingreso de Nicolás González por la izquierda y el mantenimiento de Guillermo Alejandro Suárez, como volante o media punta por derecha, serán los siguientes: Sebastián Darío Peratta; Carlos Alberto Ramos, Damián Ezequiel Toledo, Emiliano Jonathan Iván Mayola, Gastón Eduardo Montero; Guillermo Alejandro Suárez, Jonathan Páez, Cristian Damián Lillo, Nicolás González; Cristian Román Yassogna, Damián Emilio Akerman (capitán).

Completan la nómina de concentrados, dos de los cuales quedarán afuera del banco de los suplentes: Agustín Javier Gómez; Rodrigo Lemos; Matías Chapa (primera convocatoria del juvenil zaguero central de la Cuarta); Jonathan Nahuel Fonseca Giorgi; Víctor Miguel Rueda Argüelles -el joven volante central colombiano, que vuelve a la consideración de Salvador Pasini-; Mauro Emiliano Montenegro; Gerardo Daniel Martínez; Víctor Leonel Altobelli y Alan Amarilla (delantero de Quinta, que regresaría al banco de los relevos, ante la lumbalgia que afecta y finalmente margina a Mariano Matías Martínez).