domingo, 25 de mayo de 2014

Fin de la "pesadilla"... Y nada más.

Ya definitivamente tranquilos (tras semanas de mucha angustia e injusto sufrimiento), con la permanencia de la categoría consumada... ESTE PLANTEL HA SIDO UN VERDADERA VERGUENZA PARA LA HISTORIA DE NUESTRA INSTITUCION Y LE HAN FALTADO EL RESPETO -de manera recurrente- a la confianza y las expectativas de la FIEL Y GLORIOSA GENTE DEL GALLO (claro está, con la excepciones conocidas por todos, como nuestros emblemas y referentes, los chicos del club y algún que otro de los "refuerzos", de los contados que estuvieran a la altura de las circunstancias y los desafíos de defender esta camiseta, que NO es para cualquiera y "pesa" más que unas cuantas).
 

Del partido en sí mismo, resulta preferible no abundar en detalles que intuimos redundantes, tras una paupérrima temporada en que hemos recurrido a auténticos “ríos de tinta”, en los intentos (no siempre felices y eficaces) de esclarecer errores conceptuales y de procedimiento que, al principio, ya sea al influjo de las bondades de un “relato” hasta allí consistente o por tratarse de la inmunidad pública que muchas veces otorga la idolatría, nos valieran innumerables agravios gratuitos y descalificaciones dolorosas e innecesarias.

Lo real, es que este domingo 25 de mayo, en Jáuregui, hubo de escribirse una de las páginas más tristes y oprobiosas en la rica y maltratada historia del Gallo, donde un equipo desangelado y cobarde sólo fuera capaz de ser coherente con la patética imagen devuelta desvergonzadamente, durante no menos de una treintena de fechas del torneo que felizmente (para nuestra salud y nuestra alma) tocara a su piadoso fin: esto es, haberse manifestado (porque lo que demostraron, difícilmente pueda ser considerado “jugar”) con el mismo grado de insultante liviandad e indignidad, de principio a final.

Y que, por favor, no afloren a esta hora, las excusas inadmisibles sobre deudas salariales para con los protagonistas, ya que si bien todo trabajador merece y le asiste el legítimo el derecho de cobrar en tiempo y forma sus emolumentos (más allá de consideraciones personales sobre rendimientos y actitudes dentro del campo de juego), también resulta no menos cierto que la dignidad nada tiene que ver con el dinero, ya que de lo contrario, estaría hablando muy, pero muy mal, de los valores humanos y preceptos laborales de aquellos profesionales que han tenido el privilegio de vestir nuestra casaca y, sin embargo, jamás se dieran cuenta de dónde se hallaban.


Del mismo modo, resultaría dable y saludable esperar que tampoco se recurriese en este momento, a la “chicana” retórica o bien al atajo mental, de pretender una vez más “tapar el sol con el dedo índice”, en el intento por justificar semejante bochorno mal avenido e indisimulable, mediante el ardid de inocultable imbecilidad manifiesta, al afirmar que “cuanto menos se cumplió el OBJETIVO”. Puesto que una cosa es “cumplimentar un objetivo” trazado a principios de temporada y al que se accede por legítimo mérito deportivo”, y otra muy distinta el “zafar con los pantalones en la mano”, “pinchando” la pelota durante los últimos minutos del encuentro decisivo, contra el banderín del córner rival, sin ambición alguna ni mucho menos dignidad; en la patética y penosa espera del silbato final de Ignacio Lupani -árbitro del cotejo-, quien habría de “hacer” por la salvación definitiva del Gallo, bastante más que varios de los propios protagonistas que, en teoría, debieron defender nuestra divisa durante demasiadas jornadas de sufrimiento e infamia, a contramano de lo prometido en la previa y de lo invertido en un plantel, que debimos haber pagado por lo que “realmente valía” y en lo sucesivo, proceder a vender por lo que “nos hicieron creer que constituía su valor relativo” (con el fin de evitar suavizar las pérdidas de, sin lugar a dudas, el mayor “buzón”/engaño de los últimos años, en la relación costo-resultado).

En este punto, será tarea de la actual dirigencia y su continuidad en varios de los próximos directivos, elaborar presupuestos más sensatos y ajustados a la realidad del club, la categoría y hasta nuestra sociedad, procurando optimizar cada centavo invertido en futuros contratos profesionales, para equilibrar los cuentas internas y abonar de acuerdo a las posibilidades, más que a las necesidades. Al mismo tiempo de evitar la repetición de inadmisibles renovaciones como las registradas a principios de temporada, sumadas luego (con las nefastas consecuencias del caso, que nos llevaran a este punto de crisis futbolística tan abisal como evitable), a la incorporación de pseudo valores justipreciados en sólo un par de partidos –precisamente frente a nosotros, en otras campañas- o arribados por recomendaciones poco felices y pergaminos tan sepias como foto de daguerrotipo, para conformar un plantel desbalanceado en lo deportivo e hipertrofiado en lo económico, sólo sostenido desde lo dialéctico por la soberbia y la falta de autocrítica de aquellos que los seleccionaran y aprobaran sin conocerlos (detrás de un escritorio del Nuevo Francisco Urbano), como responsables directos y primigenios de este repetido y rotundo FRACASO.


Claro que, previamente y para ello, deberían abandonar la práctica activa del “no hacerse cargo” y subsidiariamente, de la compulsión a diferir de manera retroactiva, los “horrores” actuales, justificándolos, responsabilizándolos y disculpándolos a partir de los “horrores” pasados. Por citar sólo un ejemplo,  “recitado” casi como “caballito de batalla” argumental, durante las últimas semanas, los 35 míseros puntos de la temporada 2011/2012 (con tres veces menos del presupuesto actual y jugadores acordes a esos montos, casi de primera “C”), sin lugar a dudas que resultaron responsabilidad de la "gestión Ruiz", que casi nos llevara a la ruina en muchos aspectos, no sólo en el futbolístico. Sin embargo, las 47 y 56 unidades de las dos últimas campañas subsiguientes, constituyen la responsabilidad exclusiva e inequívoca de la actual gestión de Diego Spina.

Por lo tanto, tengamos cuidado que, muchas veces, el “tren de la buena fortuna” suele pasar una sola vez, y no sea cosa que por necedad y falta de autocrítica, nos volvamos a equivocar por tercera vez consecutiva y la debacle ya sea inevitable. En este aspecto y de cara a la próxima temporada, en los promedios, arrancamos distantes 29 puntos de Colegiales (virtualmente descendido), pero once por encima de Dálmine, con lo cual el "colchón" de puntos para la venidera campaña, convengamos que no viene tan "mullido" como muchos podrían suponer. Entonces y hablando en buen romance, sería altamente recomendable dejar definitivamente de hacer “macanas” en la toma de decisiones y en el manejo del fútbol profesional, ya que esta venidera temporada, seguramente será la última oportunidad que nos dispensará un (hasta hoy) piadoso destino... Salvo que, en lugar de mejorar y subsanar los errores, optemos por profundizar la política oficial de la culpabilidad diferida con retroactividad, y en el futuro inmediato, vayamos aún más atrás en procura de disculpar nuestros yerros, y en definitiva, responsabilicemos por los mismos, directamente a los Pagano, Urbano, Ferrante, Machado Ramos y Capurro.

En consecuencia, hagamos votos para que la dirigencia del Deportivo Morón, demuestre la suficiente sensatez, madurez y grandeza como para aprender de los "horrores" cometidos esta temporada, a fin de evitar la repetición del "calvario" soportado hasta el último minuto del descuento, de un partido jugado frente a la 4º división de un equipo ya descendido..., y que, como dirían muchas de nuestras sabias abuelas: "zapatero a tus zapatos"..., y que en la venidera campaña 2014/2015, el "Tano" Salvador Pasini pueda pensar y formar SU equipo, para que todos lo demás, se dediquen única y exclusivamente a cerrar las negociaciones económicas y rubricar los respectivos lazos contractuales.

FINAL DE LA PESADILLA... NADA PARA FESTEJAR Y MUCHISIMO PARA REFLEXIONAR Y SOLUCIONAR EN LO INMEDIATO.

A recuperar las horas mal dormidas, las comidas mal digeridas, el humor y la sonrisa habituales, así como la tranquilidad en nuestros trabajos, estudios y vidas personales y familiares. A respirar hondo, recuperar el aire y tomar un copa, sólo para aventar definitivamente los fantasmas, de la peor y más tortuosa temporada desde que tenemos uso de razón y el corazón de Gallos.

Y AGUANTE MORON, CARAJO!!... 


HAGAN LIO (ya pueden dejar de rezar...).

viernes, 23 de mayo de 2014

Por el punto de la salvación definitiva... Y que "el sol del 25" asome para el Gallo.

Se terminó el tiempo de las palabras, los análisis previos, los comentarios a priori y las especulaciones, ya que este domingo patrio, desde las 15.30, el Gallo se juega su última carta regular de permanencia en la categoría, cuando visite al ya descendido Flandria, en el "Estadio Carlos V" de Jáuregui, con el arbitraje de Ignacio Lupani y sin televisación en vivo, en el marco de la 42º y última fecha del torneo de la primera "B" Metropolitana, temporada 2013/2014.

Con la única premisa de cosechar el anhelado y postergado punto, que automáticamente lo liberará del karma recurrente del descenso, Morón enfrentará a un "Canario" golpeado anímicamente, con la mente y el corazón puestos en su propio y decisivo encuentro, pero también con el oído posado en lo que ocurra simultáneamente en Campana, donde el local, Villa Dálmine recibirá quizá al peor equipo del torneo, Colegiales, en procura asimismo del punto que también lo mantenga en la "B" Metro y que, con el empate o el triunfo del Gallo en Jáuregui, condene a Defensores de Belgrano, quien tras vencer a Morón y alcanzarlo en los promedios, tendrá que sufrir dicha definición desde afuera, al quedar libre en la última jornada.

En el impensable caso que Morón no consiga la unidad que precisa este domingo, entonces deberá abogar (como el "Dragón", a la distancia), por un triunfo del "Tricolor" de Munro que condene al "Violeta" de Campana, puesto que, en caso que esto tampoco sucediese, el Gallito estará obligado a recurrir como última instancia de salvación, a un cotejo de desempate con el propio Defensores de Belgrano, partido que podría disputarse (en caso de resultar necesario) el próximo miércoles 28 o jueves 29 del corriente, en cancha neutral -presumiblemente en el "Estadio Tres de Febrero", de Almagro-, en horario vespertino y en apariencia sin público de ambas parcialidades, detalles que deberán ser acordados el mismo domingo en AFA, entre los delegados de ambos clubes y los representantes de la Mesa de la divisional, horas más tarde de la finalización de la última y definitiva fecha.

Con relación al Reducido, y aunque resulte paradójico, el Deportivo Morón aún mantiene una remota aunque no imposible probabilidad de ingresar al mismo, en el quinto y último lugar (a la fecha en manos de Defensores, pero que quedaría vacante, en caso de descender el "Dragón"), para lo cual deberá aguardar varios resultados ajenos, obviamente, partiendo de la necesidad primigenia ya no de un punto salvador, sino de un triunfo en terreno "Canario". Entre las alternativas posibles, el equipo del "Tano" Salvador Antonio Aurelio Pasini, está obligado a esperar que tanto Barracas como Fénix -ambos con 57 puntos y +5 de diferencia de gol-, no triunfen en sus respectivos cotejos ante Atlanta (que presentará un elenco alternativo, al hallarse ya clasificado para el Reducido, junto a Témperley y Platense) y Deportivo Merlo, respectivamente. Al mismo tiempo, deberá estar atento al resultado de Los Andes y la UAI Urquiza -ya salvado del descenso-, necesitando de un empate en dicho partido o si se tratara de un triunfo del "Milrayitas", que el mismo no sea por más goles que el registrado en la hipotética victoria del Gallo en Jáuregui (puesto que ambos, Morón y Los Andes, suman 55 unidades y hasta comparten idéntica diferencia del gol, en ambos casos de +5).

En relación al equipo que afrontará el partido más trascendental en los últimos treinta años de historia de nuestra institución, tres serán las modificaciones respecto del once que iniciara el cotejo con derrota final ante el "Dragón", el último sábado en el Nuevo Francisco Urbano: ya que descartados Juan Cruz Leguizamón y Esteban Gabriel Giambuzzi -ambos expulsados ante Defensores de Belgrano y suspendidos por una y tres jornadas, respectivamente-, se producirán los regresos de Alejandro Esteban "Chiche" Migliardi, tras operarse de su rodilla y afrontar con éxito el proceso de rehabilitación (y que no ataja desde la derrota 0-2 frente a Fénix, en el "Carlos Barraza", por la fecha 31º, coincidente con el último encuentro de Mario Darío Grana como entrenador del equipo), y de Luis Hernán Ferreyra, para desempeñarse como lateral diestro. Asimismo y en el tercer y último cambio, se registrará el ingreso de Martín Gastón Sánchez, en lugar del desgarrado Hernán Gonzalo Parentini, para que el "Polaco" explote su velocidad sobre la banda derecha, corriéndose Mariano Omar Barbieri hacia el carril opuesto.

En definitiva, los once de Pasini que irán en búsqueda de ese único y esquivo punto, que desde hace largo tiempo mantiene tan angustiados a los socios e hinchas del Gallo, serán los siguientes: Alejandro Esteban Migliardi (cuatro amarillas); Luis Hernán Ferreyra, Ariel Omar Berón, Emiliano Jonathan Iván Mayola (cuatro amarillas), Matías Exequiel Orihuela; Martín Gastón Sánchez, Martín Rodrigo Granero (cuatro amarillas), Dante Martín Zúñiga, Mariano Omar Barbieri; Damián Emilio Akerman, Pablo David Vacaría.

Conpletarán el último listado de concentrados de la temporada, que previamente entrenarán este sábado en el Nuevo Francisco Urbano, desde las 10.30, horario en que se halla pautado un "banderazo" en los playones del estadio, para intentar insuflar algo de espíritu y de ánimo a varios protagonistas que, por lo menos hasta aquí, han demostrado adolecer de la entereza suficiente como para afrontar esta clase de auténticas "finales": Fabián Víctor Zalazar, Gonzalo Nicolás Juárez, Marcos Vallejos, Rodrigo Basualdo, Leonardo Celín, Esteban Alberto González, Gerardo Daniel Martínez y Alejandro Nicolás Slimmens (primera y única convocatoria desde la llegada de Salvador Pasini).

Por el punto de la salvación definitiva, ni más ni menos...

¡¡A TODO O NADA, MORON!!..., HACELO POR TU GLORIOSA Y MUY SUFRIDA GENTE.

 Y que "el sol del 25" asome para el Gallo.

RECEN POR MI ('95 minutos más...).

                              Foto archivo: Leonela Albañir.

domingo, 18 de mayo de 2014

De principio a fin, la secuencia de otra tarde de desazón...



La salida del equipo y la fiesta en la tribuna, cuando todo era esperanza...


Cuánto daño y pesar mal avenidos, Gallito querido...


Entre la incapacidad manifiesta de un ex ídolo como jugador, devenido inconveniente y desacertadamente en director técnico "pasante", quien jamás reuniera los antecedentes mínimos indispensables para asumir tal cargo, en el momento más crítico, decisivo y delicado en lo futbolístico, de las últimas tres décadas ...

Sólo sostenido en sus caprichos por un presidente "enfermo" de personalismo extremo y mediatizado en sus decisiones, por los "amiguismos" y los compromisos políticos partidarios, a contramano de los legítimos reclamos de los socios y los auténticos y trascendentes intereses institucionales...

Sumado al aporte inestimable de los obsecuentes de siempre, "idiotas útiles", genuflexos varios  y serviles por conveniencia o definición, verdaderos "hinchas" de sus aspiraciones personales, de las dádivas y canonjías políticas y de la difamación sistémica como método de amedrentamiento y control de la crítica ajena, en verticalista observancia a la “bajada de línea” oficial de la intolerancia en tanto política…

Entre uno y otros habrían de conformar el plantel más vergonzante de los últimos años, con demasiados protagonistas sin sangre, ni alma, ni vergüenza deportiva, ni “hambre” de gloria, ni mucho menos respeto por la gente, y que jamás estuvieran a la altura de las circunstancias y los desafíos, “arrastrándose como babosas” o haciéndose expulsar para evitar el próximo y definitivo encuentro…

Mientras el presidente le falta el respeto públicamente a uno de nuestros grandes y últimos ídolos y ejemplos contemporáneos, como Alejandro “Chiche” Migliardi, “jubilándolo” por anticipado y sin previo aviso, en medio de un manoseo incalificable, gratuito y desagradecido, al anunciar torpe e inconsultamente su intención de nombrarlo para el futuro cargo de manager; semanas después de someterse a los 42 años, con toda la hidalguía y buena voluntad del mundo, a una intervención quirúrgica para volver a su plenitud física y, por ende, rehabilitación mediante, al arco que le corresponde por derecho adquirido e innumerables tardes y noches de fantásticas faenas e inolvidables hazañas bajo los tres palos del club que tanto ama…  

Así las cosas, nuestro actual destino de recurrente pesar e injusto sufrimiento estaría marcado de antemano, como cruel sino de la inoperancia, la incompetencia, la soberbia, la imbecilidad y la ignorancia de todos los actores con responsabilidad en este indigno y triste..., muy triste presente.

Ya no quedan más palabras… Ya sobran las explicaciones y los adjetivos repetidos hasta el hartazgo, por lo menos desde este mismo espacio, ajeno a la política nefasta del adoctrinamiento de “rebaño”, la traición consciente y consentida y el silencio cómplice o la autocensura, por vías de las pautas publicitarias comunales e incluso valores mucho más prosaicos y hasta deleznables.

Ya el daño irreparable está hecho y sólo resta implorar que las consecuencias deportivas no resulten aún más graves, si se tratase de un descenso a una divisional semi-profesional y sin ninguna clase de relieve futbolístico ni atractivo comercial o televisivo, salvo que precisamente a ello remitiese aquél remanido y retórico “proyecto”, tantas veces repetido a la hora de justificar públicamente las sinrazones de lo injustificable y de lo absurdo al servicio de la debacle, puesto que semejante estructura edilicia y sus consecuentes gastos, sólo podrían ser afrontados a partir de la profundización de un innegable modelo de “municipalización” del nuevo estadio, hoy tan evidente como otrora inexistente, en la “letra chica” del proceso de traslado y desguace del viejo y entrañable Francisco Urbano.

Ya todo es dolor y herida mal habida… Ya todo es tristeza, desilusión, desengaño y una intolerable sensación de vergüenza ajena, de despojo, de arrebato, e insultante pisoteo de nuestro patrimonio y bien más preciado.

Cuánta mentira disfrazada de progreso, cuánto falso profeta disimulado de Mesías y cuánto Judas sentado a nuestra mesa y que nos ha vendido por un par de monedas de oro, negándonos hasta tres veces antes que cante el Gallo y, sin embargo, todo ello podría constituir tan sólo el comienzo, de una crucifixión y un calvario dolorosamente compartidos...

¡¡Cuánto daño y pesar mal avenidos, Gallito querido!!.

RECEN POR MI (hoy, mañana y SIEMPRE).

 

viernes, 16 de mayo de 2014

"El Cielo o Devoto": por los tres puntos de la salvación, y condenar al descenso al "Dragón", como en el '90.

Y si bien siempre supimos, desde el mismo inicio del presente torneo de la "B" Metro, que la actual temporada 2013/2014 podía llegar a constituirse en la más complicada en la historia del Gallo, por lo menos en las últimas tres décadas, muy pocos o nadie podría haber avizorado un presente tan dramático como angustiante, con un equipo aún en serio riesgo de descenso a sólo dos fechas del epílogo, y para colmo, debiendo enfrentar a sus rivales directos, aún más comprometidos con los promedios que el propio Morón, en verdaderas finales para el infarto, sin espacio para el error, las flaquezas de ánimo o los excesos de confianza.

Con el telón de fondo de un cúmulo de razones que podrían explicar los por qué de este presente tan tortuoso como innecesario y evitable, para el ya maltratado corazón del socio e hincha del Deportivo Morón, desde las erróneas decisiones a la hora de la conformación de un plantel que, -de los más costosos de la categoría e incluso que varios más de la "B" Nacional- salvo honrosas excepciones conocidas por todos, jamás estuvo a la altura de los desafíos en 40 fechas y por su fuera poco, adoleció del necesario balance en su constitución original y primigenia (más allá de los cuestionamientos a la calidad y aptitud de varios de los refuerzos y la oportunidad de otras tantas renovaciones, que tuvieron mucho de capricho personal y muy poco de argumentos futbolísticos válidos, sólidos y demostrables en los hechos), al punto de hallarnos ante un equipo sin el necesario recambio de jerarquía en muchas de sus líneas y hasta de ausencia absoluta de titulares previsibles en algunos puestos, como por ejemplo, la banda derecha de la defensa.

Sin embargo, y ante la inminencia del cotejo más decisivo en la reciente historia del Gallo, seguramente desde la fatídica tarde de Florencio Varela a esta parte (y con todo, en aquella triste jornada, por lo menos lo que estaba en juego era un ascenso...), consideraciones referentes a culpas y responsabilidades deberán quedar para más adelante, una vez y Dios mediante, consumada la continuidad de Morón en una categoría en la milita desde hace catoce años y que anhela abandonar desde idéntica cantidad de años, a sabiendas de lo pequeña e injusta que le resulta, de conformidad a su grandeza institucional y a su arraigo popular sin igual (dentro y fuera de la "B" Metro) y que, sin embargo, hoy lo enfrenta amargamente a su hora más difícil, en la incertidumbre de afrontar una partida, sí..., pero con destino a una primera "C" que lo viera por última vez en 1980 (y en ese entonces, aquella vieja divisional "C", constituía la tercera categoría del fútbol argentino, y no la cuarta como en la actualidad, en ausencia de la "B" Nacional, creada a partir de 1986).

De regreso al primer equipo, y con relación a los titulares que retornaran con las manos vacías de Villa Lynch, tras la derrota sin atenuantes y con mucha pena frente al modesto UAI Urquiza, un "Tano" Pasini que ya no sabe qué variante inventar como para "despertar" a un plantel que -en demasiados de sus integrantes-, pareciera desconocer lo que se halla en juego, apostará por tres modificaciones, dos obligadas por sendas lesiones y la restante de índole táctica. En efecto, en defensa, se producirá la vuelta de Ariel Omar Berón, en reemplazo de un desgarrado Ariel Otermín, quien constituye sin lugar a dudas la ausencia más significativa, dado el parejo rendimiento durante todo el torneo del oriundo de Mar del Plata, máxime en la previa de dos cotejos fundamentales para nuestra suerte en la "B" Metro, frente a Defensores este sábado, y luego ante Flandria en Jáuregui, en la jornada de cierre de la fase regular del torneo.

Asimismo, la restante baja por desgarro será la de Mariano Matías Martínez, de una importante primera rueda y un segundo semestre signado por las lesiones, desde la misma pretemporada, cuyo lugar será ocupado por el “Colorado”, Pablo David Vacaría, de opaco paso en su vuelta, como el único refuerzo del último receso veraniego (que ingresará en lugar de Ezequiel Adrián Cérica, si tomásemos como referencia el elenco de inicio ante el “Furgón”, que luego sí, ya en el segundo tiempo del pasado sábado en Villa Lynch, resultaría reemplazado por el precitado Mariano Martínez).

Finalmente, la tercera modificación será táctica y se registrará en el centro del campo, dada la flojísima labor de Víctor David  López ante la UAI Urquiza, en un ensayo fallido del cuerpo técnico del Gallo. En este caso, el reemplazante del ex “Albo” será Hernán Gonzalo Parentini, ya reestablecido de la dolencia que lo marginara de los últimos encuentros, en procura de mayor presencia en un mediocampo que frente al “Furgón”, brillara por su ausencia y su exacerbada lentitud y falta de timming en la marca y los rebotes.

En consecuencia, los once del Gallo que intentarán volver al triunfo ante el "Dragón", mañana desde las 15.30, sin televisación en vivo y el arbitraje de Ramiro López, con el objetivo de asegurarse la permanencia en la categoría y, al mismo tiempo, condenar al descenso al elenco del Bajo Núnez, como sucediese allá por el 14 de abril de 1990, en el “viejo” Francisco Urbano (en la ya demasiado lejana pero inolvidable tarde del último campeonato con ascenso a la “B” Nacional), serán los siguientes: Juan Cruz Leguizamón; Esteban Gabriel Giambuzzi (cuatro amarillas), Ariel Omar Berón, Emiliano Jonathan Iván Mayola (cuatro amarillas), Matías Exequiel Orihuela; Mariano Omar Barbieri, Martín Rodrigo Granero (cuatro amarillas), Hernán Gonzalo Parentini (cuatro amarillas), Dante Martín Zúñiga; Damián Emilio Akerman (capitán), Pablo David Vacaría .

Completan el listado de concentrados, tras el último entrenamiento de este viernes a media mañana (uno de los cuales quedará afuera del banco de los suplentes, de acuerdo a la costumbre de Salvador Antonio Aurelio Pasini): Fabián Víctor Zalazar, Gonzalo Nicolás Juárez, Luis Hernán Ferreyra, Marcos Vallejos, Martín Gastón Sánchez, Gerardo Daniel Martínez, Esteban Alberto González y Ezequiel Adrián Cérica.

Así las cosas, mientras se termina el tiempo de las palabras y comienza el de los intérpretes en el campo de juego, aprovechamos para resumir en unas cuantas líneas finales, la vorágine de sentimientos y miedos que atacan nuestro corazón y nuestra alma por estas horas, de las más amargas y aciagas como orgullosos y sufridos hinchas de esta pasión incomparable, que no merece vivir este presente, tan ajeno a su historia, su prestigio y su indudable destino de gloria. 

Que Dios se acuerde de nuestras súplicas y convierta nuestro aliento, este sábado por la tarde, en la carta de triunfo tan ansiada como necesaria, para dejar definitivamente en el olvido este calvario mal avenido, que debimos soportar en carne propia durante demasiado tiempo, por la soberbia, la impericia e inoperancia de unos pocos. Y que jamás vuelva a repetirse…

SOLO UNA REFLEXION, A PROPOSITO DEL SABADO:

Es verdad que: UNO tiene que hacer..., lo que UNO debe hacer. Hay que ganarle el sábado, a Defensores, para DEJAR A UN LADO ESTA VERDADERA PESADILLA. Y como buena FINAL, debe jugarse como tal: ...CON LOS PIES, LA CABEZA Y EL CORAZON. SIN AHORRARSE UNA GOTA DE SUDOR, DEJAR LA PIEL Y EL ALMA EN CADA PELOTA, SIN RESERVAS MENTALES NI FISICAS, HASTA EL PITAZO DEFINITIVO.

Para ello, demuestren estar a la altura del desafío y no defrauden más..., jugadores... DE UDS. DEPENDE DENTRO DE LA CANCHA. EL AFUERA, ESTARA COMO SIEMPRE ASEGURADO. Por eso, haganlo por el orgullo, la vergüenza deportiva, sus familiares y amigos, y por Uds. mismos, individualmente y como grupo.

Y también, por qué no subrayarlo, en agradecimiento a una institución que les brindara todo y más, y que quizá varios de Uds., jamás vuelvan a vivirlo en otro club, en el futuro.

Pero especial y fundamentalmente, haganlo por respeto y reconocimiento a un PUEBLO DEL GALLO QUE LOS BANCO EN TODAS Y QUE YA HA SUFRIDO DEMASIADO.

Repetimos: solamente de Uds. depende, jugadores. Dentro de la cancha, haciendo lo que les gusta y ante un apoyo como jamás podrán volver a sentir, seguramente por el resto de sus carreras deportivas.

Mientras tanto, PARA NOSOTROS, EL SABADO, SERA LA FINAL DEL MUNDO Y UDS. LOS MEJORES ENTRE LOS MEJORES DEL UNIVERSO FUTBOL. SEPAN APROVECHAR Y CAPITALIZAR ESTA ENORME VENTAJA A FAVOR, CON AMOR PROPIO, ENTREGA, SACRIFICIO Y UN TOTAL COMPROMISO. PERO POR SOBRE TODAS LAS COSAS..., Y POR FAVOR..., NOS NOS DEFRAUDEN MAS.

 Los que hacemos "Club Deportivo Morón, el Gallito" (en Facebook), www.elblogdelgallito.blogspot.com y @CDMORON, Pasión Por Morón" (en Twitter)..., y creemos que en humilde representación de varios (y sufrientes) Amigallos más.

domingo, 11 de mayo de 2014

“Caminando la cancha” (de aquí y hasta el final del torneo).


“Caminando la cancha” se hará imposible ganar cualquiera de estos “mano a mano” con sabor a finales del mundo, de los cuales ya perdimos el primero frente a la UAI Urquiza, cuando de haber conseguido sólo un empate y de acuerdo a los resultados de nuestros rivales directos, por estas horas ya estaríamos salvados matemáticamente.

“Caminando la cancha” volveremos a depender de los méritos y las alegrías ajenas, como en su momento, de las atajadas de Matías Colocca y Villa San Carlos, para poder adquirir la tranquilidad de espíritu suficientes, como para poder soñar con el Reducido o, aunque sea, con una renovación casi completa de principios de junio en adelante, para “barajar y dar de nuevo” en la venidera temporada 2014/2015, que merced al “mamarracho” de la reestructuración del fútbol argentino y sus reclasificatorios caprichosos y aprobados “de los pelos”, otorgará cuatro ascensos a la “B” Nacional o futuro “Torneo Nacional”.

“Caminando la cancha” habremos de padecer en silencio, pegados a la radio con transmisiones ajenas o repasando a cada momento, en nuestros lugares habituales de trabajo o de estudio, los principales portales de ascenso o la páginas favoritas de las redes sociales, para seguir el minuto a minuto, el venidero martes, el derrotero de resultados protagonizados por Defensores de Belgrano y Flandria; en la esperanza no exenta de angustia, que sus rivales de turno hagan por nosotros lo que hemos sido incapaces de alcanzar por méritos propios, dilapidando en tres fechas las acreencias acumuladas en las primeras cinco jornadas de Pasini, sin las cuales hoy estaríamos irremediablemente condenados.

“Caminando la cancha” sólo podremos alegrarnos con victorias extrañas y hasta gritar a voz en cuello goles ajenos, con tal que nos permitan encarar las últimas dos fechas de este tortuoso torneo, con la mansedumbre anhelada por el mantenimiento matemático de la categoría, en la certeza e íntima felicidad que, al mismo tiempo, habremos de presenciar los últimos minutos en cancha, de algunos auténticos “pingüinos” disfrazados de futbolistas, quienes desvistieron la camiseta del Gallo durante una temporada, en el marco de una canonjía costosa desde lo monetario, la salud emocional de los hinchas y el prestigio deportivo rifado.

“Caminando la cancha” volveremos a ser convidados de piedra a la hora de los festejos y las vueltas olímpicas de final de fiesta, además de “puntos” en esta tómbola maldita de decisiones erróneas tomadas a principios de temporada, y luego sostenidas desde la soberbia repetida e insultante de los actores con responsabilidad directa en el dislate, a la hora señalada de la justificación absurda de la contumacia y la imbecilidad, en la toma de decisiones que se sufren simple y se pagan doble y caro.

“Caminando la cancha” deberemos resignarnos a admitir que las armas las carguen y martillen nuestros rivales directos, en el contexto de una suerte de “ruleta rusa” nefasta y conocida hasta el hartazgo, donde de los desatinos puertas adentro nos salvan los enemigos fronteras afuera, y luego, por si no tuviésemos suficiente calvario, estaremos obligados a volver a asistir con renovados asombro y pavura, al relato condescendiente y maquiavélico de los objetivos cumplidos y las hipócritas “palmadas en la espalda” a los hacedores de la debacle.

“Caminando la cancha” volveremos a caer en la cuenta que “San Salvador” Pasini es un cura milagrero y un santo beato, en proceso de canonización en vida, todo al mismo tiempo y por idéntico módico precio, sin el cual hubiésemos perdido la categoría hace varias fechas, entre la indolencia negligente de algunos, la falta de compromiso intolerable de otros tantos y la cobardía futbolística presente en más de uno; con protagonistas que parecieran ajenos o insensibles a los desafíos de la hora, o bien, jamás estuvieron a la altura de los acontecimientos y las demandas de este club tan grande, lo mismo que quienes tuvieron la oportunidad de optar por otras alternativas y finalmente, los terminaron escogiendo, para (mal) representarnos dentro de un campo de juego.

“Caminando la cancha” sin alma y desangelados, habrán de procurarse nuevos destinos en sus carreras profesionales, agotando las horas de su confortable estadía en la institución que sólo nosotros amamos, mientras el corazón del hincha se desgarra y sangra, sin que pareciera importarle a nadie; mientras los procesos comiciales dominan la escena y las promesas electorales vaticinan éxitos y futuros de grandeza, a contramano de este presente deportivo de vergonzante tristeza y angustia hasta en “tiempo recuperado”.

“Caminando la cancha”, en lo inmediato, nos aguardan aún dos “mano a mano”, con dudosa capacidad anímica como para enfrentarlos con posibilidades de éxito, a sabiendas que más allá de los esfuerzos denodados de “San Salvador” Pasini, los “pingüinos” no entienden de compromiso ni de amor propio, como sus mentores no comprenden de autocrítica ni de sentido común al momento de las contrataciones.

“Caminando la cancha”, en definitiva, sólo podremos aspirar a enfrentar ya descendidos, tanto a Defensores de Belgrano como a Flandria, para no tener que soportar dos nuevos “partos” complicados, en los próximos y decisivos quince días; por la salud de nuestras arterias y en la certeza que, más allá de su intervención providencial y “divina”, “San Salvador” de los “milagros”, santo beato en proceso de canonización en vida…, tampoco es “Dios, todo poderoso”.

“Caminando la cancha”… De aquí y hasta el final del torneo.

“Dios te salve, Pasini”…, y líbranos de los “pingüinos”.

RECEN POR MI (si las elecciones se los permiten).

                                       Foto archivo: Osvaldo Abades.

viernes, 9 de mayo de 2014

Con dos cambios, por otro milagro de "San Salvador". Y líbranos de este mal...

Sin tiempo para el descanso, pero sí para la preocupación, el plantel del Gallo agota las horas que mediaron entre el pobre empate sin goles frente a Estudiantes de Buenos Aires, y el primero de los "mano a mano" por la salvación definitiva del descenso, que lo enfrentará a la UAI Urquiza, en el "Monumental de Villa Lynch", este sábado desde las 13.05, con el arbitraje de Yamil Possi y la televisación en vivo de TyC Sports, en el marco de la 39º fecha de la primera "B" Metropolitana, temporada 2013/2014.

Con el telón de fondo de las suspicacias de siempre, todo un clásico en nuestro "ventajero" fútbol vernáculo, tan proclive a las "picardías" y a sucumbir convicciones ante el poder del dinero, en las últimas horas este clima de sospecha permanente hubo de potenciarse, ante la noticia de las becas donadas por la Universidad Abierta Interamerica (UAI, "main sponsor" del "Furgón" de Villa Lynch), con destino a la Asociación Argentina de Arbitros, lo que originara el reclamo airado de Defensores de Belgrano y el silencio oficial del Deportivo Morón y de Flandria.

Fantasmas al margen, lo que más preocupa por el Oeste es la paupérrima imagen ofrecida por el equipo, tanto en la derrota ante Témperley, como el último martes, en el abúlico empate frente al "Pincha" de Caseros, que no le permitiese desde lo númerico, encarar con mayor tranquilidad el encuentro ante el "Celeste" de Lynch, aunque sí mantener las mismas ventajas que existieran en la previa de la pasada fecha 38º de la "B" Metro, con relación a la propia UAI Urquiza que quedara libre, como del "Dragón" y del "Canario" que también igualaran sus respectivos compromisos.

Respecto del once que comenzara el cotejo con Estudiantes (BA), el "Tano" Salvador Pasini  introducirá dos variantes tácticas: en el medio, Víctor David López ingresará en lugar de Martín Gastón Sánchez, para desempeñarse como volante por izquierda, sustitución que originará el corrimiento de Mariano Omar Barbieri hacia la banda opuesta, donde se desempeñara un buen tiempo durante la "era Mario Grana". Al mismo tiempo, en la segunda modificación introducida por Pasini, Ezequiel Adrián "Pastelito" Cérica acompañará en ofensiva a Damián Emilio Akerman, en reemplazo de Mariano Matías Martínez, quien ocupará un lugar en el banco de los suplentes (no así, Pablo David Vacaría). En ambos casos, tanto para López, como en el caso de Cérica, será la primera vez que ingresen desde el arranque, desde la asunción de Salvador Pasini como entrenador del Gallo.

En consecuencia, los titulares del Deportivo Morón que procurarán sumar ante el "Furgón", con el resultado puesto del cotejo entre Estudiantes de Buenos Aires y Defensores de Belgrano, y a la espera de lo que suceda más tarde con Deportivo Armenio-Flandria, serán los siguientes: Juan Cruz Leguizamón; Esteban Gabriel Giambuzzi, Ariel Otermín, Emiliano Jonathan Iván Mayola, Matías Exequiel Orihuela; Mariano Omar Barbieri, Martín Rodrigo Granero (cuatro amarillas), Dante Martín Zúñiga, Víctor David López; Damián Emilio Akerman (capitán), Ezequiel Adrián Cérica .

Completan el listado de concentrados, tras el último entrenamiento de este viernes al mediodía: Fabián Víctor Zalazar, Gonzalo Nicolás Juárez, Rodrigo Basualdo, Marcos Vallejos, Martín Gastón Sánchez, Mariano Messera, Gerardo Daniel Martínez y Mariano Matías Martínez.

"Dios te salve, Pasini...
El Gallo es contigo."

Por otro milagro, "San Salvador"..., y líbranos de este mal (definitivamente).


                         Foto archivo: Leonela Albañir.

8JN CDM.

Juan Domingo Perón, en una de sus tantas célebres frases, que más tarde fueran compiladas en verdaderos manuales de construcción y conducción políticas, advertía que “el poder se prefigura”.

Esto significa, en términos mundanos, que quienes dirigen los destinos de terceros, por su rol o posición de privilegio, y determinan, deciden o articulan las políticas, entre dos o tres actores sociales, reunidos entre cuatro paredes, invariablemente terminarán por gobernar para unos pocos, en detrimento de unos cuantos.

Así las cosas y en vísperas de un nuevo proceso eleccionario en el Deportivo Morón, con fecha prevista para el venidero domingo 8 de junio del corriente, resulta interesante subrayar algunos puntos, con relación a la conformación de la lista oficialista, que procurará la reelección del actual presidente de la institución, Diego Spina; a la sazón, la única alternativa puesta a consideración de los socios habilitados para sufragar, en la jornada referida, en ausencia (hasta el momento y una vez vencido el plazo máximo para la oficialización de listas de candidatos) de otras propuestas de cambio u oposición a la continuidad del mandato aún vigente.

En primer término, no debe pasarse por alto que, para el auténtico fortalecimiento de la democracia interna de nuestro club, jamás resultará benéfico ni auspicioso la falta de alternativas electorales a la lista oficialista, dado que, en este contexto, lo que debiera constituir un acto eleccionario para la renovación de autoridades, habría de convertirse en un mero plebiscito de la gestión preexistente, anclado seguramente en una legalidad incontrastable, aunque con una legitimidad relativa, dada la imposibilidad de contraponerla en las urnas, con otras propuestas diferentes.

Al mismo tiempo, y con relación a la conformación de la única lista, de cara a la elección del próximo 8JN, debemos concluir que una vez más y en coincidencia con el sesgo que caracterizara a la gestión de Diego Spina, en los últimos dos años, las “formas” han resultado prescindentes y anecdóticas, por imperio de los intereses, las necesidades y las urgencias personales y sectoriales.

En efecto, a caballo de una imprescindible renovación dirigencial, avalada por una amplísima mayoría de la masa societaria y con un consenso abrumador dentro del “Mundo Morón”, a nuestro criterio, el oficialismo una vez más ha pecado de provocar los cambios “de prepo”, y sin el debido proceso de “selección natural”, para arbitraria e inconsultamente, borrar de un “plumazo” a los dirigentes históricos del Gallo; equidistantes de valoraciones personales, otrora fundamentales desde el propio “spinismo”, para la construcción de una lista de unidad, hasta hace sólo dos años, en tanto condición sine qua non para el desembarco y salvataje institucional, por parte de los enviados del ejecutivo comunal.

Para que quede claro, puesto que nunca falta el “desorientado” que malinterpreta nuestras palabras, desde este espacio no se pretende defensa alguna de una camada de dirigentes que hace rato debiera haber dado un paso al costado, en observancia al factor generacional y los años en la función dentro del club, con diferentes grados de desgaste y hasta desprestigio (en algunos casos particulares) entre los socios y simpatizantes, a raíz de la repetición durante años, de los mismos errores en materia deportiva, que devinieran en más de dos décadas de fracasos futbolísticos; lo cual no habilita ni convalida, sin embargo, en ningún caso y de modo alguno, el “ninguneo”, el destrato y la flagrante falta de respeto a la que resultaran expuestos.

Por lo general, en las instituciones serias de nuestro medio, donde las clases dirigenciales han sabido situarse a la altura de los acontecimientos y urgencias del momento, a fin de garantizar la armonía interna y en definitiva, el destino de grandeza del club que dicen amar y cuentan con el honor de representar, esta clase de necesaria renovación directiva hubo de generarse de manera natural, progresiva y no traumática, validando los aciertos de los antecesores y corrigiendo los vicios y metodologías erráticas; en la búsqueda de una sinergia oportuna y virtuosa entre la experiencia en retroceso y el empuje de las nuevas generaciones y tendencias modernas y superadoras.

Claro que, para acceder a ese estadío de madurez esperable en cualquier clase dirigente, es menester previamente, contar con un alto grado de grandeza de los salientes, y un modo de conducción abierta a los consensos entre quienes los sucedan en el tiempo; algo que en nuestro caso brilla por su ausencia, tras la evidencia irrefutable de dos décadas sin alternancia ni pasos al costado, y una actualidad signada por la falta de autocrítica, los personalismos extremos y una metodología de conducción autocrática y ensimismada.

Un caso testigo de las consecuencias nefastas que originan estos cambios bruscos, “de prepo” y sin transición alguna en el seno de las cúpulas dirigenciales, sin dudas que lo constituye el Club Atlético Independiente, que tras años de frustraciones y de desmanejos financieros, impulsara el triunfo electoral de la “Agrupación Independiente Místico”, a través de Javier Cantero; una “cara nueva”, proba y sin máculas en el “Mundo Rojo”, aunque carente de experiencia alguna en la gestión directiva, y en definitiva, emergente coyuntural de una mayoritaria y genuina expresión de hastío y descontento societario, una vez concluida no sin escándalo, la vergonzosa presidencia de Comparada, de inocultables vínculos con “Bebote” Alvarez y la barra brava, socios y al mismo tiempo empleados de su comisión directiva.

Repasada su azarosa génesis, demás resulta ahondar en su apogeo y posterior debacle, que hoy ha defenestrado la otrora figura incólume de Cantero, y hasta ha posicionado al propio “Bebote”, como candidateable a la presidencia de un Independiente sin rumbo institucional, hundido económicamente y en lo deportivo, en el momento más vergonzante de su rica historia.

Por todo ello, en este instante, recordamos otra frase, que quizá clarifique algunos de los puntos que hemos querido subrayar, con vistas a nuestro 8JN: “el camino del infierno se halla empedrado de buenas intenciones”.

Proverbio más bíblico y menos político, lo que intenta es advertir sobre los peligros de exponer a una clase dirigente emergente, de comprobada idoneidad, sobrados méritos y mejor futuro, así como de reconocida probidad y amor incondicional por el Gallo, a quedar rehenes de una construcción de poder que poco tiene que ver con la institución, su gente y su historia; y tal vez mucho, con intereses sectoriales y ambiciones personalísimas, en la consecución de objetivos de otra índole, absolutamente ajenos a nuestro maravilloso club y sus destinos de indubitable grandeza.

En definitiva, ojalá algún día, este proceso de "renovación de prepo" e inconsulto, como todo en la actual gestión de Diego Spina, se complemente con una segunda e indispensable etapa, donde sólo perduren los mejores y, fundamentalmente, los de verdadero e inequívoco ADN del Deportivo Morón.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Retratos de un pálido (y brumoso) empate.


En trabajo de parto…

Del mismo modo que, hace casi una semana, nos referíamos al fútbol como la “dinámica de lo impensado”, dentro del cúmulo histórico de definiciones que recibiera, a la largo de los años, el deporte más hermoso del mundo, una vez concluida la presentación con derrota del Gallo, frente a Témperley, paradójicamente en el mejor partido desde la llegada de Salvador Pasini… tras la igualdad en cero con Estudiantes de Buenos Aires, también en el Nuevo Francisco Urbano, el Deportivo Morón habría de llevarse un punto, a priori con sabor a poco, pero dado el desarrollo del mismo, dentro de la presentación más pálida el equipo, en la era de “San Salvador”, esa misma dinámica del imprevisto, con forma de esférico balón, habría de dictaminar sin margen de error, que Morón la sacó definitivamente barata e incluso se hizo acreedor a un punto importante.

En efecto, en la previa y conocidos los resultados con empate, tanto de Defensores de Belgrano como Flandria (sumados a la fecha libre de la UAI Urquiza), presagiaban una fecha a pedir del Gallo, puesto que de ganarle al “Pincha” de Caseros, aumentaría la diferencia con ambos en la tabla de los promedios, con un margen tranquilizador y hasta casi indescontable, de cara a los próximos compromisos de nuestros rivales directos, que incluyen enfrentamientos “mano a mano” entre todos los involucrados, incluido el Deportivo Morón, de aquí y hasta el cierre del campeonato, en una final de juego tan apasionante como imprevisible.

De entrada nomás, y con el único cambio del reingreso de Esteban Giambuzzi, en lugar de Luis Ferreyra, por un lateral derecho que desvela al técnico del Gallo, en flagrante ausencia de intérpretes idóneos y confiables, Morón comenzaría el encuentro con las mismas dudas que exhibiría frente al “Gasolero” y que, a la postre, lo conducirían invariablemente a su primera derrota desde el arribo del “Tano” Pasini.

Con un Juan Cruz Leguizamón nuevamente dubitativo e inseguro en el arco del Gallito, aunque sin la gravitación trascendental de sus errores o inseguridades, en la chapa final del partido, como por desgracia ocurriese ante el “Celeste”, en los minutos iniciales del encuentro, la visita hallaría grietas por dónde lastimar a Morón en su última línea, al contar con dos ocasiones de gol muy claras, mezcla de méritos propios y deméritos ajenos.

Con la colaboración inestimable de una defensa una vez más vulnerable, en particular por el carril derecho (verdadero talón de Aquiles de este equipo), entre Cristian Yassogna y Sergio Sosa se las arreglarían para preocupar a una permeable última línea del Gallo, con el punto más alto en Ariel Otermín, abanderado de la resistencia y referente indiscutido de la regularidad al servicio del “cero” en el propio arco, así como de un Matías Orihuela muy recuperado, jugando quizá el mejor partido en esta segunda parte del torneo, con mayor solidez en la marca y la conocida velocidad y criterio a la hora de sumarse en ofensiva.

Sin embargo, en este Morón de rendimientos discontinuos y actualidades disímiles, ni Emiliano Mayola, ni mucho menos Esteban Giambuzzi habrían de acompañar los buenos momentos de sus referidos compañeros. En el primero de los casos, resulta cada vez más evidente que la mejor versión del ex Flandria, tuvo lugar durante el ciclo de Mario Grana, al desempeñarse en línea de tres, como stopper por izquierda, mermando notablemente su performance con cuatro en el fondo, sin la contención necesaria de Otermín a sus espaldas, cada vez que le toca anticipar lejos del área, donde hoy se lo nota inseguro y a destiempo. Distinto es el caso del Giambuzzi que, con el debido respeto, su mejor momento lo debió haber vivido en la misma posición, aunque jugando para el “Cartero”.

Luego de aquellos primeros minutos de zozobra, donde una visita “incentivada” por los deseos de vencer a Morón en su propia casa y comprometerlo con el descenso, el once de un Pasini que no gana para disfonías e hipertensiones varias, comenzaría a equilibrar el trámite del encuentro, sin brillantez pero con muchísimo esfuerzo, para intentar destejer la madeja de volantes que dispondría Fabián Anselmo, técnico del rival, con el objeto de obstaculizar las habituales usinas de generación de fútbol en el local, así como entorpecer las también usuales escaldas por las bandas, de sus “ligeritos” mediocampistas externos.

Así las cosas, con un Dante Zúñiga maniatado y errático, generoso en prodigalidad aunque nuevamente lejos de sus mejores épocas, el mayor acierto táctico de Estudiantes consistiría en propiciar que el manejo del balón en el Deportivo Morón pasara por los pies de Martín Granero, quien si bien redondearía su mejor partido desde su lesión de pretemporada, resulta bien sabido que su fuerte es el quite y la cobertura defensiva, pero jamás la administración del juego y el primer pase ofensivo.

Aún así, con todos los posibles caminos cerrados y sin demasiadas ideas a la vista, el Gallo se las arreglaría para acercar algo de peligro, durante aquella primera etapa, a partir de las escapadas de Gastón Sánchez por derecha y de Mariano Barbieri por la banda opuesta. En el caso del “Polaco”, volvería a demostrar su fenomenal velocidad, aunque muchas veces carente del mejor final en los metros finales. Por el contrario, el “petiso” Barbieri se erigiría en una de las figuras del encuentro (junto a Orihuela y Otermín, por el lado de Morón), siendo el hacedor y mentor de los mejores pasajes ofensivos del Gallito, sin descuidar su habitual generosidad a la hora de la cobertura defensiva, donde el desfasaje defensivo requiera de su solidaridad y compromiso con el equipo (en este punto, queremos creer que los dirigentes del Gallo, entre tanta ocupación preeleccionaria, habrán sondeado ya las pretensiones económicas de sus pares de Flandria, dueño del pase del oriundo de Chivilcoy, para hacerse de la ficha definitiva del jugador, una vez finalizado el presente torneo de la “B” Metro).

Con un Damián Akerman muy activo en ofensiva, aunque sin el acompañamiento necesario en los últimos metros de la cancha, a partir de un Mariano Martínez solidario de manera habitual para los encuentros en tres cuartos, pero demasiado lejos del ámbito donde su calidad hace más diferencia, las ocasiones más claras del Gallito provendrían de pelotas paradas, tras sendos cabezazos de Ariel Otermín y el propio Akerman, a la salida de dos córners cerrados, ejecutados por Barbieri y Dante Zúñiga.

Ya en el complemento, la visita volvería a hacerse fuerte en el medio y a dominar las acciones de un encuentro, tan parejo como ordinario y mal jugado. Sin embargo y merced nuevamente a las dudas de Leguizamón y las ventajas otorgadas en defensa, el “Pincha” a poco estuvo de dar el mayor disgusto en el Oeste, cuando una entrada de Diego Torres por izquierda, derivaría en un centro apenas desviado por las uñas del arquero del Gallo, para evitar que llegara a la posición de Cristian Yassogna, quien ya se relamía con la apertura del marcador y el jugoso premio especial, puesto a repartir en caso de ganar en la brumosa noche del martes.

Por si no fuera suficiente para el agitado ritmo cardíaco de los hinchas de Morón, sólo unos minutos más tarde, entre las manos de Leguizamón y el azar a su favor, impedirían que los de Caseros marcasen en el resultado, una ventaja cada vez más notoria en el desarrollo del encuentro, ante la entrada franca de Luciano Nieto, cuyo remate con destino de red, finalmente se estrellaría en el ángulo comprendido por el travesaño y el caño derecho del arco de Morón.

Al igual que frente a Témperley, si el primer tiempo del Gallito había resultado flojo, en el complemento la actuación del equipo de Pasini resultaría aún peor, destino que ni siquiera el ingreso de Gerardo Martínez podría torcer, sin preponderancia ni desequilibrio alguno en el desagregado de sus minutos en cancha.

Sin situaciones francas de gol, ante un Martín Ríos que sobrellevaría un segundo tiempo demasiado tranquilo, Gastón Meineri marcaría el final del partido, con sabor a poco desde el a priori, pero con cierto dejo de conformismo, ante los sofocones sufridos en la etapa complementaria y lo mal que se jugara en esos ’45 del epílogo.

Párrafo aparte para la vergonzosa tarea del árbitro del cotejo, que entre otras muchas atrocidades reglamentarias, pasaría por alto un claro penal a favor del Gallo, en el primer tiempo, ante una mano grosera del ex Atlas y Morón, Sebastián Lamacchia. En contraste, la grata presentación en sociedad de Marcos Vallejos, un juvenil volante central que, sustituyendo a Dante Zúñiga y desempeñándose por el carril derecho, habría de demostrar con un par de “pincelazos”, que estamos en presencia de un jugador interesante y para tener en cuenta, con mayor rodaje y minutos de juego.

En definitiva, y como expresáramos al comienzo, en esta “dinámica de lo impensado” que es el fútbol, el Morón de Salvador Pasini, en el peor partido desde su advenimiento, rescataría un empate ante el “Pincha”, para mantener diferencias en la tabla de los promedios, en la antesala de los enfrentamientos “mano a mano” entre los protagonistas principales y directamente involucrados que, en el caso el Gallo, comenzarán este próximo sábado, desde las 13, cuando deba visitar el “Monumental de Villa Lynch”, para enfrentar al modesto aunque complicado, UAI Urquiza.

A controlarse la presión y a tomar la “coramina”… Restan aún cuatro puntos y todavía estamos en trabajo de parto.

“San Salvador” Pasini…, líbranos ya de este dolor.

HAGAN LIO.