miércoles, 30 de diciembre de 2015

Nota a Federico Domínguez: "Los dirigentes no atienden el teléfono".

En la mañana del jueves 24 de diciembre, es decir, en plena víspera de Navidad, un estado de Facebook, perteneciente a Lisandro Daniel Mendoza, arquero suplente del Gallo, durante el pasado semestre, estremecía por la contundencia de sus palabras y por la impotencia y cansancio que traslucían clara y descarnadamente, al hacer público que a pocas horas del festejo familiar de la última Nochebuena, "la dirigencia de Deportivo Morón no fue capaz de darnos siquiera cinco pesos, para poder comprar un pan dulce".

Situaciones como la precitada, se han venido sucediendo con prácticamente la totalidad del plantel profesional del Gallo, quienes debieron soportar durante un largo y tortuoso año económico, la imposibilidad de haber cobrado, aunque sea por una sola vez, en los últimos doce meses, todo un sueldo completo a término y en efectivo, "contante y sonante".

En el medio, las repetidas y desgastantes promesas de pago, jamás cumplidas por el ahora presidente en uso de licencia, Diego Spina, fueron naturalmente socavando la necesaria relación de confianza mutua y recíproca, entre dirigencia y plantel y cuerpo técnico salientes, hasta hacer verdadera eclosión en los últimos meses, donde una deuda de cuatro millones con los jugadores, devenida de cinco meses de atraso en sus sueldos, ha colocado a muchos de los futbolistas al borde de situaciones personales de inverosímil indignidad, mientras los dirigentes les dan la espalda y "juegan" con los tiempos legales, condicionando la calidad de vida y el futuro profesional inmediato, en una "política de silencio" atroz y falta de respuestas inaudita, que genera vergüenza propia (porque, aunque no seamos directiva, se trata de nuestro propio club) y fundamentalmente, una tristeza tan infinita, como infinito es el caos económico en el que está sumido hoy el Gallo, afrontando su peor hora, en no menos de dos décadas.

Por eso, y porque a veces las palabras conllevan marcada la contundencia de la verdad, como un "cross de derecha a la mandíbula", al decir de Roberto Arlt, nada mejor que conocer la situación de los futbolistas profesionales de Morón, en su actual "laberinto" de inquietud y hartazgo, en primera persona, gracias a la generosidad y sinceridad para el diálogo, de Federico Domínguez, una de las figuras indiscutidas del último certamen, que se perdiera las finales del Reducido por una pubialgia y que, en definitiva, habla como juega: pensante, talentoso, acertado en los pases y preciso en sus definiciones.

"Siempre dicen que 'la plata va y viene' (prologa Federico Domínguez, ante la pregunta casi por compromiso y con respuesta presumible, sobre cómo hubo de pasar la Navidad, lisa y llanamente, sin plata...), en mi caso particular vivo lejos de mi familia (en Villa María, Córdoba) y no veo la hora que llegue fin de año para ir a visitarlos. Los momentos más lindos son pasar las fiestas en familia, que de hecho lo pude hacer. Pero hablando de lo económico, como ya todos saben, no fue lo esperado, porque se han prometido muchas cosas que nunca llegaron. Pero más allá de eso, fue bueno estar en casa, con mi familia, aunque ya volvimos a Buenos Aires para saber cómo sigue todo esto. Aunque sigue todo igual, sin noticias, como hace un mes atrás".

A reglón seguido, y ante la inquietud no menos obvia, de su situación particular, Federico confesó que: "hoy hablé con mi representante y a él le habían comunicado, hace un par de semanas, que el técnico (Walter Otta, quien aún no asumió formalmente, ni firmó su contrato, por el vínculo contractual todavía vigente con Blas Giunta, hasta el 31 de diciembre) quería que siguiera, y los dirigentes también habían dicho que querían que siguiera, aunque iba a haber una reducción en el presupuesto, y de ahí en adelante no se pudo comunicar más, porque los dirigentes de Morón no atendían el teléfono".

"Personalmente llamé a uno por uno..., llamé al presidente, al vicepresidente, a todos... Les mandaba mensajes y nadie me atendía. No sólo por mi situación, sinó porque necesitaba plata y los llamé a todos y nadie me atendió. El único que me contestó fue José Luis Chammah (vocal titular 1° y jefe de prensa), que me dijo que me quedara tranquilo, que iba a haber novedades..., pero nunca más me escribió, ni nada. Las 'novedades' eran noticias malas, el 'bicicleteo', porque todo lo que prometían no llegaba".

Lo que, tal vez por un sentido de elemental respeto y hasta "código" futbolero (en verdad, un "camino de una sola vía" en este Morón actual, atravesado por el desdén dirigencial), Federico Domínguez no refiere, es que algún dirigente habría de apagar el teléfono y desatender las llamadas, inmediatamente después de ofrecer una renovación de contrato, supeditada a una reducción importante en su sueldo, pretensión que su representante desestimaría de manera lógica, máxime en presencia de una deuda cuantiosa que no parecía constituir parte del temario más urgente: "hoy sigue todo igual, hablé con mi representante y me dijo que los dirigentes no atienden para arreglar mi situación... Así que la realidad es ésta... Yo me entero que están arreglando jugadores, de a poco, y a nosotros no nos atienden el teléfono. Por ahí lo que más molesta, por lo menos en mi caso, no es que no te paguen, que también es grave, sino la actitud de no dar la cara, que me parece una actitud poco sensata".

"Sinceramente, le decía a la gente más cercana, que mi intención era quedarme en el club, porque además tengo una bronca interna grande y estoy muy triste, porque jugué todo el año y me perdí los partidos más importantes - y a mí eso me dolió mucho, porque ser titular en un equipo y no poder jugar una final, duele-, hoy me ponía a pensar y, la verdad, que así no quiero seguir, porque no podés estar tranquilo nunca... Tenés que pagar cosas y nunca tenés dinero, no podés hacer nada y llega fin de mes y estás siempre con una incertidumbre tan grande, que te genera malestar..., porque es la realidad, ya que uno se predispone mal para las cosas".

"Aunque mis ganas están, pero nadie te atiende el teléfono y uno no sabe lo que va a pasar. En lo personal me cansé de llamar, me comuniqué con mi representante y ya estamos a 29 de diciembre y en horas se vence mi contrato".

"Estoy viviendo en un departamento que me dio el club y también quiero llamar, por si lo tengo que dejar. No tengo plata para irme a vivir a otro lado, porque esa es la realidad, y estoy medio 'en bolas', por así decirlo. Y eso me genera mucha intranquilidad, porque no tengo club tampoco y estoy a punto de quedar libre. Pero esa es la realidad..., la triste realidad".

"Me hubiera gustado que las cosas hubiesen sido de otra manera... Que no nos paguen, porque sabemos que son muchos los clubes que tienen problemas para pagar, pero que por lo menos se hubiese ido de frente, con la verdad... Quizá la situación hubiera sido distinta y uno la hubiese encarado de otra manera".

"Uno está esperando que en Morón te digan cómo va a ser la situación, si te van a querer, si te van a renovar, si no te van a renovar, y por respeto a eso, que uno espera del club donde la gran mayoría jugamos durante el último año o año y medio, es que uno no busca en otro lado, y por ahí te quedás sin nada".

"Creo que la mayoría de mis compañeros, si bien algunos ya tengan club, la mayoría no sabe que va a pasar, y eso es lo que preocupa, más que nada. Se podrían haber organizado de otra manera, diciéndonos a aquellos que jugamos un año o un año y medio en el club, más allá de los rendimientos futbolísticos, cómo seguíamos y no haber llegado a esta situación. Pero ya está..., ésta es la realidad".

"Lo prometido era pagar toda la deuda, aunque uno se imaginaba que iba a ser difícil que se pagara todo..., pero hubiese esperado que se pagara, por lo menos algo, antes de Navidad, para cubrir los gastos..., pero ni siquiera eso".

"Lo último que me pagaron fue julio. Son cinco meses de deuda. Pero lo que más duele es la actitud de los dirigentes, el no dar la cara, el no ir de frente y el no atendernos los teléfonos".

"Hablé con tres o cuatro de mis compañeros, y sinceramente no tienen un peso".

Más claro... Imposible.

La sinceridad y el relato descarnado, en primera persona, y con toda la carga lógica de incertidumbre e inquietud a cuestas, de alguien que se maneja dentro y fuera de la cancha, de idéntica manera: de frente, con la verdad y con respeto..., aunque ese mismo respeto, lamentablemente, sea hoy "un camino de una sola vía", en el (des)trato con los directivos.

Federico Domínguez, el zurdo cordobés de Villa María, otra de las víctimas de la informalidad agraviante y los desatinos reiterados de una dirigencia que, en materia futbolística, han convertido al Deportivo Morón en un club laboralmente poco serio e institucionalmente a la deriva, que entristece en presente y angustia a futuro.

Y que nadie se ofenda...

O que se ofendan..., pero atiendan los llamados y paguen lo que deben.


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.



                          Foto: gentileza, Osvaldo Abades (h).

martes, 22 de diciembre de 2015

"De atrás hacia adelante", llegó el lateral izquierdo.

Con la firme intención de armar el equipo, de "atrás hacia adelante", Walter Otta tiene a su cuarto refuerzo, a partir del arribo de un conocido del DT y uno de sus pedidos más encarecidos en conversación con los dirigentes: nos referimos a Nicolás Guillermo Minici, lateral o volante zurdo, que también puede desempeñarse como zaguero, con pasado en Huracán y último paso por Acassuso.

Nacido el 23 de agosto de 1984 (31 años), en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Nicolás Minici debutó profesionalmente en 2003, en el por entonces Ferrocarril Urquiza (hoy, UAI Urquiza), en la Primera "D", para desempeñarse poco tiempo más tarde, durante la temporada 2004/2005 en Fénix, por aquellos años también en la categoría más pequeña del fútbol argentino.

En Fénix permanece hasta 2006, año en que se muda por primera vez a Acassuso, por entonces en la Primera "C", ascendiendo con el "Quemero" a la "B" Metropolitana, en la temporada 2007/2008.

En la 2008/2009 se incorpora a Deportivo Español, y en 2010 viste la camiseta "Milrayitas" de Los Andes, en la "B" Metro. Entre ambos registra su única experiencia en Primera División, con el "Globo" de Parque de los Patricios.

Para la temporada 2010/2011 desembarca en Deportivo Merlo, entonces en la "B" Nacional, donde jugaría 23 partidos (15 como titular, con 1308 minutos en cancha, y otros 14 partidos ocupando un lugar entre los suplentes, aunque sin ingresar), con dos goles convertidos y cinco amarillas, sin expulsiones.

En 2011/2012 viaja a Jujuy para sumarse al "Lobo", Gimnasia y Esgrima de aquella provincia, también en la "B" Nacional, disputando 24 encuentros, todos como titular, con 2160 minutos efectivos en cancha, además de anotar dos tantos y ser sancionado con tres amonestaciones y una expulsión por roja directa.

En la temporada siguiente, la 2012/2013, constituye refuerzo de Huracán, por entonces en el "Nacional", jugando 17 partidos (15 desde el arranque), con 1314 minutos efectivos de juego, otros siete partidos en los que ocuparía un lugar en el banco, sin finalmente ingresar, además de recibir cinco amarillas, sin expulsiones ni goles anotados en la campaña.

Para la temporada 2013/2014 regresa a Acassuso, en su segundo ciclo, en la Primera "B", disputando 37 cotejos, todos como titular, con 3311 minutos en cancha, cinco goles, ocho amarillas y una roja directa.

En el segundo semestre de 2014 registra un breve paso por Guaraní Antonio Franco, de Posadas, Misiones, en la "B" Nacional, donde sólo logra jugar seis encuentros, todos como titular, sin goles ni expulsiones y una sola amarilla.

Durante la pasada temporada 2015 habría de sumar su tercer período en "Susso", disputando 34 partidos (30 como titular), con 2836 minutos efectivos de juego, tres tantos anotados (el último, el 25 de agosto, en el empate uno a uno con Almagro, de local), y cinco amonestaciones, sin expulsiones.

En definitiva, Nicolás Guillermo Minici, de 31 años, lateral o volante zurdo, acumula un total de 283 partidos oficiales, con 20 goles convertidos como profesional.

Tras la ida de Ariel Otermín, desde hace algunos días, refuerzo de Atlanta, desde ahora el lateral izquierdo del Gallo tiene nuevo "dueño".

"De atrás hacia adelante"..., parece la consigna.


Gustavo Adrián Requelme,
@elgallogustavo.

El "tercero", llevará la "4".

Decíamos, tras la llegada de los primeros dos refuerzos, ambos arqueros, que este Morón 2016 de Walter Otta, pareciera estar armándose lentamente de "atrás hacia adelante", y el arribo de la tercera incorporación, parece confirmar nuestra teoría: en las últimas horas se sumó al plantel del Gallo, Juan Gabriel Ferreira, lateral diestro, con pasado en Talleres de Remedios de Escalada y que fuera dirigido por Walter Otta en Villa Dálmine.

Nacido el 10 de noviembre de 1988 (26 años), en la provincia de San Luis, el "pelado" Ferreira debutó profesionalmente en Talleres de Remedios de Escalada, durante la temporada 2008/2009 de la Primera "B" Metropolitana.

Con el "Tallarín" de Escalada, Ferreira sufriría el descenso a la Primera "C", en 2009, permaneciendo hasta el 2012, año en que emigraría a Villa Dálmine, para ser dirigido precisamente por el nuevo técnico del Gallo, Walter Nicolás Otta.

De regreso en la "B" Metro, con el "Violeta" de Campana, Juan Gabriel Ferreira, durante la temporada 2012/2013, disputa un total de 31 encuentros, todos como titular, con 2667 minutos efectivos en cancha, sin convertir goles, pero con siete amarillas, tres rojas directas y una expulsión más por doble amonestación.

En la temporada 2013/2014, Ferreira juega 28 partidos con el "Violeta" (27 de ellos como titular, con 2410 minutos en cancha), sin marcar tantos, con diez amonestaciones y dos expulsiones, una por roja directa y la restante por doble amarilla.

Para el torneo de Transición 2014, ya con Sergio Rondina en la dirección técnica de Dálmine y Walter Otta en Acassuso, Juan Gabriel Ferreira consigue el ascenso a la "B" Nacional, tras eliminar en la final del Reducido, al Tristán Suárez de Ricardo Caruso Lombardi, y en la fase regular, el nuevo lateral derecho de Morón disputó un total de 13 cotejos (12 desde el arranque, con 1055 minutos), sin goles, cinco tarjetas amarillas y ninguna expulsión.

Finalmente, en la reciente temporada 2015 de la "B" Nacional, Ferreira jugaría once partidos, nueve de ellos como titular, con 809 minutos en cancha, cinco amonestaciones y una sola expulsión por doble amarilla, sin goles.

En definitiva, Juan Gabriel Ferreira, lateral derecho puntano, de 26 años, y tercer refuerzo del Morón 2016, disputó un total de 191 partidos en primera, con siete tantos convertidos como profesional.

El "tercero" de Walter Otta, que seguramente llevará la "4".


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.

Los dos primeros, "van al arco"... "Dos arqueros dos", para el Gallo.

Pendiente aún de oficialización, la asunción del nuevo DT del Gallo, Walter Nicolás Otta ya tiene sus primeros dos refuerzos, que casualmente, ambos "van al arco": se trata de los arqueros, Milton Alvarez, capitán y referente del Colegiales que conservara la categoría, luego de una campaña notable (que por un punto, además, no lo depositara en el pasado Reducido), y de Nicolás Angellotti, con pasado en Platense y de último paso en Acassuso (un "Quemero", de referencia ineludible para varias de las posibles incorporaciones del próximo torneo).

En el primero de los casos, Milton Alvarez, de 26 años, inició su carrera futbolística en Colegiales, en 2008, donde conseguiría con el "Tricolor" de Munro su único ascenso hasta la fecha, de la Primera "C" a la "B" Metropolitana, en la misma temporada de su debut profesional, es decir, la 2007/2008.

Más tarde, en 2011, se muda a Huracán de Tres Arroyos, por entonces en el Torneo Argentino "A", donde permaneciera hasta 2013, previo descenso al Torneo Argentino "B", con la entidad tresarroyense que viera nacer a Rodrigo Palacio y viviera un ascenso a Primera tan vertiginoso, como la debacle posterior de la que aún no logra recuperarse.

Luego, para el inicio de la temporada 2013/2014, regresa al ámbito metropolitano, para calzarse el buzo de arquero de Sportivo Italiano, convocado por el entonces técnico del "Accia", Mario Rizzi.

Para regresar en 2015 a Colegiales, su "casa" futbolística, y erigirse en capitán y una de las figuras determinantes del sorprendente "Tricolor" que, prácticamente descendido antes de comenzar el último torneo de la "B", no sólo que conservaría la categoría, en la última fecha, sino que además quedaría a sólo una unidad de acceder al reciente Reducido.

En definitiva, Milton Alvarez, arquero de 26 años, quien en la pasada campaña recibiera 46 goles en 42 partidos (27 de local y 19 de visitante), registra un total de 103 partidos como profesional.

Por su parte, el otro golero que acaba de incorporarse al Deportivo Morón de Walter Otta, es Nicolás Roberto Angellotti, de 25 años, nacido el 1° de abril de 1990, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Con debut profesional en Platense, en 2010, en un encuentro frente al, por entonces, denominado Social Español, Nicolás Angellotti registra inferiores en Independiente Rivadavia y Godoy Cruz de Mendoza, emigrando del "Calamar" en enero de 2014, luego de disputar catorce encuentros con la camiseta del "Marrón".

Hallándose "parado" durante el primer semestre de 2014, Nicolás Angellotti es convocado por Otta, en junio de ese mismo año, para reforzar a Acassuso, donde permanecería hasta la temporada 2015, disputando sólo cinco partidos, siendo el "1" alternativo de Julio Salvá.

Con la asunción concretada, aunque aún no oficializada de Walter Otta, en el banco del Gallo, comenzaron a llegar las incorporaciones, de un equipo que, al parecer, comienza a reforzarse "de atrás hacia adelante".

Por lo menos, los dos primeros..., "van al arco".


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.

No queda "Otta"... Un DT de "ajuste" en tiempos de crisis.

Tras el alejamiento de Blas Armando Giunta, la dirigencia del Gallo eligió al reemplazante que mejor se ajusta a este Morón en "tiempos de crisis": en efecto, y si bien aún no firmó su contrato ni fue oficializado formalmente (en rigor legal, no puede serlo, hasta tanto no se llegue a un acuerdo para la rescisión del vínculo contractual con Giunta, vigente hasta el 31 de diciembre del corriente), de todas maneras, Walter Nicolás Otta hace varios días que se convirtió en el nuevo director técnico del Deportivo Morón, de cara al próximo inicio del torneo de "transición" 2016, que otorgará un solo ascenso a la "B" Nacional y un único descenso a la primera "C", a partir de fines de enero del venidero año.

Nacido el 12 de diciembre de 1973 (42 años), en Río Tercero, provincia de Córdoba, Walter Otta se inició como jugador en Villa Dálmine, en 1992, club con el que obtendría su único título como futbolista, en la temporada '95/'96, con el ascenso del "Violeta" de Campana a la primera "B" Metropolitana.

Luego, siempre como futbolista, registraría un amplio derrotero de catorce clubes más, en nueve países de todo el mundo, más allá de las fronteras "albicelestes", que incluyen los siguientes destinos americanos y europeos: Deportes Puerto Montt, de Chile, en la temporada '96/'97; Deportes Temuco, también en suelo trasandino, durante la campaña '97/'98; el Walsall inglés, en la '98/'99; el Xerez de España en 1999; el Marathón hondureño en 2000; el Blomming boliviano, en el primer semestre de 2001; el Nacional de Portugal, en el segundo semestre de 2001; el C. F. Uniao portugués en 2002; el Manta de Ecuador, en la primera mitad de 2003; el Atlético Universidad de Perú, durante la segunda mitad de 2003; el Calgary Mustangs de Canadá en 2004; el Fortuna Düsseldorf en la 2004/2005; de vuelta en Villa Dálmine, en la temporada 2005/2006; Sportivo Barracas en 2007 y finalmente, Fénix, en la 2008/2009, donde abandonaría la actividad profesional.

En definitiva, como futbolista, este delantero goleador, disputaría un total de 302 partidos oficiales (208 fuera de la Argentina y 94 en nuestro país), con 98 goles convertidos, 78 de ellos en el extranjero y los restantes 20 en Argentina.

Ya como técnico, debutaría en la función en 2010, donde más que en Villa Dálmine (sin lugar a dudas, su "casa" futbolística), donde permanecería hasta 2013, consiguiendo su único ascenso como entrenador, con el "Viola" de Campana, durante el torneo de la primera "C" de 2012.

En la 2014/2015 emigraría a Acassuso, donde "patentaría" un estilo de entrenador "trabajador", aún con escasos recursos y módicos presupuestos, convirtiendo al "Quemero" en un conjunto sólido y complicado de enfrentar, al que Morón jamás podría derrotar (de hecho, tanto en Dálmine como en "Susso", Walter Otta nunca habría de perder con el Gallo, sin importar quién se hallase en el banco del Deportivo Morón).

En su última y más reciente experiencia como entrenador, durante los últimos meses de este año, Otta intentaría salvar de un descenso inevitable a Unión de Mar del Plata, en la "B" Nacional, objetivo que no lograría alcanzar, tras no sumar de a tres en algo menos de una decena de partidos.

Como sea, y a pesar de aún no haberse realizado su presentación formal "en sociedad", Walter Nicolás Otta se ha convertido desde hace días en el nuevo director técnico del Gallo, en un Morón "modelo 2016", más bien "gasolero", acorde a tiempos de crisis económica y recortes presupuestarios.

No queda "Otta"...


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.



sábado, 19 de diciembre de 2015

La actualidad económica del club: "números" que dan miedo.

La reciente renuncia a su cargo de tesorero del club, de Claudio Bertolé, visibiliza con descarnada evidencia, la profunda crisis económico-financiera en la que se halla inmerso el Deportivo Morón, con la "caja" en cero, cuentas en "bordó" y consecuencias a futuro que comienzan a asustar, por los antecedentes traumáticos en el pasado reciente, de inhibiciones recurrentes, quiebras, concursos de acreedores y una economía doméstica mediatizada por las decisiones judiciales de una síndico.

En efecto, y más allá de los 48 cheques rechazados y sin fondos, por un valor cercano al millón y medio de pesos, que precipitara el alejamiento de Bertolé, subyace una economía subterránea y plagada de incertidumbres, con deudas de todo tipo y en todos los matices de colores (del "blanco" al "gris oscuro"), que plantean un sombrío final de "gestión Spina", con una transición de acá y hasta mayo del año venidero, cuando finalmente se realice el próximo acto eleccionario (a pesar de la repetida promesa oficial, aún con el Estatuto social anterior, y sin embargo vigente, en ausencia de la convocatoria a Asamblea Ordinaria, para aprobar los dos últimos balances contables), y que seguramente dejarán una herencia costosísima para la venidera administración, además de un presupuesto futbolístico, cuerpo técnico y plantel profesional, por el próximo año y medio, decidido por la actual dirigencia, a pesar de abandonar la comisión, sólo tres meses más tarde de la toma de tales decisiones y del inicio efectivo del torneo en ciernes (todo un despropósito en sí mismo, sin justificación racional alguna y por dónde se lo mire y analice, desde el más elemental sentido común).

Asimismo, y dentro de una comisión directiva donde varios de sus miembros, hoy se mantienen en sus cargos, no por convalidación silenciosa de los desatinos ya permanentes del presidente, sino y por el contrario, para "controlar" desde adentro que el "mal" a futuro sea el menor posible, mientras se plantean la necesidad de "resistir" una "auditoría informal intra muros", hasta tanto Diego Spina cumpla efectivamente con su "decálogo" de promesas incumplidas y, en términos concretos, "se haga cargo" de todo lo que juramentó abonar, antes de su adiós definitivo y nada nostálgico de la institución, por estas horas las deudas "blancas" que asoman a la luz dan realmente "vértigo" contable, mientras desde la presidencia se profundiza la recurrencia a un voluntarismo y "pensamiento mágico" peligrosos, consistentes en soluciones económicas de emergencia, devenidas primero de "Coto" y luego de "Bautec", pero a la fecha de nadie en lo "efectivo", tal vez aún en la negación inconsciente de un poder y predicamento relativo que políticamente ya no posee, y que cuando lo tuvo, se encargó de dilapidarlo en tres años de "plata dulce" y decisiones "amargas".

En este marco, el repaso somero de algunas de las principales deudas "conocidas" del Deportivo Morón, muestran a las claras la pérdida definitiva del rumbo financiero de la institución y el empecinamiento de una gestión presidencial, de un sesgo personalista extremo y permanente, y por lo tanto incapaz de "abrir el juego", a otras expresiones políticas internas, con pretensiones de participar en las próximas elecciones, en procura de "resistir" hasta el final, lo más "airoso posible", aunque en ese intento continúe "llevándose puesto" al Deportivo Morón e hipotecando su futuro inmediato y no tanto, sin registrar que muchas veces, en la gestión de cualquier gobierno, la decisión a tiempo de admitir problemas y pedir consecuente ayuda, lejos de constituir un acto de debilidad, implica una muestra de grandeza en la función y un aporte institucional inestimable a lo que vendrá.

Sin más prolegómenos:

* 3 millones y medio de sueldos atrasados con el actual plantel profesional, que en poco tiempo más y diciembre mediante, pasarán a convertirse en alrededor de 5 millones de pesos (de hecho, la última promesa presidencial de pago de la deuda total, pautada en principio para el lunes pasado, y luego para este último viernes, de manera más que previsible, se volvería a "bicicletear" para la semana que viene).

* 600 mil pesos de haberes adeudados con el cuerpo técnico saliente, y que de igual manera que ocurriría con el plantel, en los próximos doce días, alcanzará una cifra cercana al millón de pesos de deuda ($ 800 mil) con Blas Giunta y sus colaboradores.

* 700 mil pesos de mora con la empresa de seguridad que se encarga de controlar el Nuevo Francisco Urbano y el "Predio Raúl Florentino Di Carlo" de Pontevedra (costo que, hasta el 9 de diciembre, era abonado con partidas presupuestarias municipales, de la gestión comunal saliente), lo que originará y de manera más que lógica, que la empresa en cuestión se retire de ambos destinos, antes de fin de año, dejando a la institución en virtual estado de indefensión.

De hecho, en este punto, en los últimos días se produjeron hechos de sustantiva gravedad, con el natatorio sólo "inaugurado" para la foto oficial y preelectoral, cuando en un mismo fin de semana, la pileta semiolímpica del estadio, fuera primero "usurpada" por obreros de la empresa constructora (la misma que debió finalizar la segunda etapa de la obra en junio de este año o, en su defecto, resarcir al club con una multa de dos mil dólares por cada nuevo día de atraso en la entrega de la misma, y que aún adeuda además la tercera etapa del proyecto, a sólo un año que finalice el contrato de fideicomiso que le diera marco legal), y un día por tarde, por particulares que "sortearon" con evidente facilidad el alambrado colocado por la constructora, en lugar del paredón correspondiente, de acuerdo a lo pautado originalmente y a las lógicas de seguridad y privacidad más elementales.

Demás está decir, el perjuicio terrible que podría haberle generado al club, cualquier tipo de accidente en el natatorio, con consecuencias mortales o de incapacidades permanentes entre los "usurpadores", siendo la institución "solidariamente responsable" en cualquiera de este tipo de siniestros (y en este punto, quienes "peinan algunas canas", rememorarán el accidente mortal en la piscina olímpica de la vieja sede de Colón, el juicio posterior y la pérdida de aquél hermoso patrimonio societario por parte del club).

En el caso del predio y a consecuencia de la toma de terrenos lindantes con el mismo, la pileta de Pontevedra no abrirá sus puertas este verano, en una decisión que consideramos acertada, dado la ausencia de personal de seguridad las 24 horas, por la deuda referida con la empresa de seguridad.

* No menos de 700 mil pesos en deudas contraídas con particulares, ya sea para levantar el pedido inminente de remate sobre el predio ó con ex jugadores y referentes del plantel, que documentada o no, a nombre del club o de su presidente, en algún momento, la futura gestión deberá seguramente hacerse cargo.

* Seis meses de atraso en el sueldo del cuerpo médico, y la mitad en el caso de los kinesiólogos que llegaron al club, nunca cobraron y no acumularon más de tres meses de mora, porque decidieron abandonar la institución (complicando la recuperación de lesiones graves de Damián Toledo y Javier Pérez, quienes debieron rehabilitarse por su cuenta y cargo, como tantos otros, en los últimos tiempos, tal el caso de Federico Domínguez que tuvo que tratarse su pubialgia, también de manera personal y de su bolsillo).

* Tres meses de deuda con los técnicos y profesores de la inferiores, quienes sin embargo jamás abandonaron sus funciones y han hecho un trabajo elogiable, sencillamente por amor al Deportivo Morón.

* Compromisos asumidos y jamás aclarados con el empresario de la noche, Daniel Bellini, desde hace años encarcelado por el asesinato de su pareja, quien cambiara cheques por efectivo, para el pago de planteles anteriores, y cuya acreencia con el club, no debidamente documentada, a favor de Morón o también del presidente, asimismo algún día habrá de ser reclamada a las futuras autoridades, por un monto total que, seguramente será muy importante, si tomamos en consideración la urgencia pasada en generar un cerramiento en el bajo Capelli (concebido y aprobado a espaldas de los socios), para ser "concesionado" en favor de 'Tigre Producciones", propiedad de la familia Bellini, a precios irrisorios y de innegable inconveniencia para el Deportivo Morón, en materia de seguros y responsabilidad civil y penal.

En definitiva y para no agobiarlo más, amigo lector, una deuda total que, por todo concepto, si hoy se sitúa cercana a los siete millones de pesos, con los compromisos del futuro plantel y la "sequía" habitual del pago de cuotas, en diciembre y enero (porque, dicho sea de paso, de un padrón de 24 mil socios que acredita el club, hoy abonan regularmente su cuota menos de la mitad, dejando en caja alrededor de 450 mil pesos mensuales, sobre los dos millones por mes de gastos, que conlleva el mantenimiento de las instalaciones del club y el pago de sus obligaciones habituales), en el próximo febrero la misma habrá de ubicarse en no menos de 9 millones y para abril o mayo, fecha de elección y asunción de las próximas autoridades, se proyectará más allá de los 10 millones de pesos..., salvo un auténtico "milagro navideño".

"Números" que, realmente... Dan miedo.


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Renunció Claudio Bertolé, tesorero del club..., y no es lo único.

La grave y profunda crisis económico-financiera que atraviesa el Deportivo Morón, acaba de cobrarse su primera "víctima" puertas adentro de la comisión directiva (que siempre procuró mostrarse con "espíritu de bloque", a pesar de sus diferencias inocultables y sus diferentes grados de decisión): en las últimas horas presentó su renuncia Claudio Bertolé, tesorero de la institución, dimisión que fuese aceptada por sus pares de directiva, en reunión convocada de urgencia, este miércoles por la noche, luego de no menos de tres meses sin "verse las caras" de manera formal.

Del lado de la dirigencia, las razones de la dimisión de Bertolé, obedecen básicamente a cuestiones metodológicas irreconciliables, dado que el tesorero pretendería informes casi diarios de la realidad económica del club, algo impracticable para la mecánica de "hechos consumados" (y muchas veces inconsultos) del presidente Diego Spina, acostumbrado a una política similar de "manos libres", dentro del esquema de trabajo del saliente ejecutivo comunal.

Sin embargo, cerca del ahora ex encargado de las maltratadas finanzas del Deportivo Morón, los fundamentos de la renuncia indeclinable de la víspera, se centran en motivaciones bastante más "prosaicas" que metodológicas: en efecto, y más allá de un desgaste y cansancio acumulados, propios de una función complicada de cumplir en tiempos de crisis, máxime despojado de un poder real de decisión, y resumido en la práctica, a la mera rúbrica y conformidad de documentos e instrumentos financieros, Bertolé habría dicho "basta" en su sensible rol directivo, ante la acumulación de cheques rechazados y sin fondos (los cuales llevan su firma, claro), que en la actualidad se sitúan cerca de los cincuenta, por un valor total de 1.442.000 pesos.

Ante este cuadro de situación y viéndose complicada su propia situación personal y relacion laboral particular, fuera del club, al ingresar al Veraz, al igual que el mismo Club Deportivo Morón, Claudio Bertolé, un "sobreviviente" de la anterior gestión de Jorge Ruiz, habría decidido dar un paso al costado, en la seguridad de una situación que, lejos de regularizarse en lo inmediato, tiende a agravarse en el futuro más próximo (de hecho, más de la mitad de aquellos cheques rechazados corresponden a este año, y una veintena de los mismos fueron girados dentro del último trimestre).

Tras la reunión de comisión directiva, convocada de "apuro" en la noche del miércoles 16 del corriente, la CD del Gallo decidiría reemplazar al tesorero renunciante, con el protesorero de la institución, Ariel Casares, cuyo consentimiento quedaría momentáneamente "en suspenso", dada la ausencia del principal referente del vóley de Morón, al cónclave de referencia.

Más allá de la renuncia del tesorero, lo que por estas horas constituye un hecho consumado, avalado por el amplio consenso de la mayoría de los miembros de la directiva, es el arribo de Walter Nicolás Otta como próximo entrenador de la primera de fútbol, cuya oficialización, previa firma del respectivo contrato, tendrá lugar este viernes, a pesar que tanto unos como otros (Otta desembarcará con Félix Benito como ayudante, un entrenador de arqueros y un preparador físico), desde hace algunos días se hallan abocados a la conformación del plantel 2016, con varios futbolistas ya sondeados, muchos de ellos conocidos del nuevo DT, fundamentalmente de su paso por Acassuso, entre el 2014 y el primer semestre de este año.

Claro que, dentro de la política de reducción y ajuste presupuestario que se avecina para el venidero torneo, subyace como telón de fondo inmediato y urgente, la obligación de cancelación total de la deuda con el plantel profesional actual, cuyo plazo de efectivización concluirá también este viernes, de acuerdo a la última y más reciente promesa (una más, y van...) efectuada por el presidente, el lunes de esta misma semana.

Sin embargo, y salvo que "Papá Noel" adelante su visita y deposite en la vacante tesorería del club, unos cuatro millones de pesos en efectivo o valores con respaldo suficiente, Diego Spina una vez más deberá hacer uso de su retórica política, para intentar justificar un nuevo incumplimiento, puesto que esta vez y como si ya no fuese suficiente, ni siquiera podrá ofertarles a los jugadores, cheques de la institución, en ausencia de una de la firmas autotizadas para rubricarlos: casualmente, el dimitente Claudio Bertolé.

Finalmente, y para cerrar un "cuadro de situación" institucional por demás delicado, y bien alejado de los apacibles y acostumbrados deseos de "Feliz Navidad" y "Próspero Año Nuevo" (en particular, éste último), una buena manera de generar ingresos inmediatos para "capear el temporal", podría surgir de la concesión de la nueva pileta semiolímpica del Nuevo Francisco Urbano, lástima que la empresa constructora continúa demorando los plazos de entrega efectiva de la segunda etapa de la obra, mientras "patea" para más adelante la fecha, hoy estimada entre el 20 y el 30 de diciembre..., aunque, ¿quién puede ya creerle a "Bautec" y sus incumplimientos reiterados, con un nivel de credibilidad semejante al de Spina entre los jugadores?.

Y "Felices Fiestas".

Porque aquello de: "La Casa está en orden", sinceramente..., se los "debemos" para la próxima.


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.


martes, 15 de diciembre de 2015

El alejamiento de Giunta y un futuro incierto.

Consumado el alejamiento de Blas Armando Giunta, tras declinar el último fin de semana, la "oferta de renovación" de la directiva, consistente en una reducción de su sueldo en un treinta por ciento, Walter Nicolás Otta asoma en el horizonte de Morón, como la opción más "ajustada" (en sentido literal), al Gallo "gasolero", "modelo 2016", que intentará reducir costos de fútbol profesional, apelando para ello a un DT más "económico" y acostumbrado a manejar presupuestos módicos y a arreglarse con apellidos desconocidos, tales sus experiencias precedentes en Villa Dálmine y Acassuso, fundamentalmente.

Con dos Reducidos consecutivos y un buen "colchón" de puntos obtenidos en temporada y media, Blas Giunta repetirá la experiencia vivida en su paso anterior por el club, en el sentido de "heredar" planteles anteriores y no permanecer lo suficiente para conformar "su" propio equipo.

Claro que, de haber continuado, a pesar de la quita sustancial en su sueldo, Giunta debería haber afrontado el compromiso de encarar una nueva temporada casi sin refuerzos, debido a una economía quebrantada por donde se la mire y que, en materia de presupuesto de fútbol profesional, aún arrastra las consecuencias de las pésimas decisiones adoptadas por sus responsables en el pasado reciente, además de la permisividad evidenciada ante los desatinos de técnicos anteriores, que en el caso de Salvador Pasini, derivaran en la contratación de diecinueve incorporaciones, de los cuales muy pocos resultaran auténticos "refuerzos" y sí, muchos de ellos, "caprichos" en épocas de "plata dulce" con "membrete" del municipio, en su gestión saliente.

Del lado de la dirigencia, por estas horas, las explicaciones para justificar el alejamiento "inducido" de Blas Armando Giunta, rondarán argumentos insuficientes desde los méritos futbolísticos, aunque seguramente válidos desde lo estrictamente económico: dentro de un presupuesto de gastos futboleros, que intenta reducir los actuales 650 mil a poco más de medio millón de pesos mensuales, resulta imposible para la actualidad crítica del club, mantener un cuerpo técnico que implica una erogación cercana a la mitad de dicho número, más allá que lo valga y haya confirmado en los resultados.

Del mismo modo y mientras más tiempo se dilate la resolución "efectiva" de la deuda con el plantel, cuyos sueldos atrasados y pendientes de pago rondan ya los cuatro meses en mora, menos posibilidades habrá de intentar retener a aquellos jugadores que se hayan destacado en la pasada temporada, muchos de los cuales han comenzado a negociar, de manera más que lógica, con otras instituciones (y a pesar de la pretensión manifiesta de varios de ellos, de arreglar condiciones y renovar su vínculo con el club), la imagen deshilachada de un presidente que hiciera de las promesas incumplidas, a lo largo de todo un año, casi un "culto" al voluntarismo desmedido, lindante con un "realismo mágico" nada "literario", hoy conspiran para la credibilidad de un grupo desgastado y agotado de declaraciones de "buenas intenciones", mientras los días se agolpan, los meses pasan y la plata sigue sin aparecer.

Tal vez, quienes decidan quedarse, con la confirmación del próximo cuerpo técnico, deberán resignarse a percibir sus haberes adeudados en "cómodas" cuotas, y hasta quizá también con una rebaja en sus sueldos (en el caso de aquellos que hoy se hallan al tope de la escala salarial), a fin de ponerse a tono con los pocos y módicos refuerzos que pueda "abrochar" esta dirigencia, dentro de un próximo campeonato que no sólo asoma de "transición" en su formato de juego (seis meses de duración, con un solo ascenso y un único descenso), sino y fundamentalmente, en los números de emergencia de una economía de "guerra".

Veremos si, en los próximos días, "Papá Noel" nos "regala" un ingreso extraordinario que pueda cancelar los cuatro millones de deuda con plantel y cuerpo técnico saliente, así como la necesaria cuota de sentido común y de acierto para la toma de decisiones más correcta en el armado del próximo semestre, sin por ello continuar hipotecando nuestro futuro, por estas horas, cada minuto más incierto.


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.


martes, 8 de diciembre de 2015

La fiesta del verdadero Pueblo de Morón. (VIDEOS).


"No me arrepiento de este amor"... Y, "que la cuenten como quieran".

Y los "milagros", en sí mismos, raramente existen..., o por lo menos, lo más seguro es que hay que "ayudarlos" para que efectivamente sucedan.

Morón no pudo pasar del empate (1-1) en la final de vuelta, y Almagro se alzó inobjetablemente con un segundo ascenso impensado, allá en Villa Raffo y a principios de año, pero lo concreto es que, al cabo del partido "extra large" de '180, el "Tricolor" resultó bastante más que el Gallo de Blas Giunta, diferencia claramente establecida en un lapidario 1-5 global.

Claro que, para Morón también resultó una sorpresa el haber accedido a esta definición del torneo Reducido, luego de una campaña despareja y con demasiados altibajos de rendimiento y que, sin embargo, alcanzaría para obtener un invicto de once fechas (algo que no se conseguía, desde hace no menos de 20 años), imponerse en cotejos clásicos (ambas veces a Almirante y ante Platense en el Nuevo Francisco Urbano), cosa no habitual desde el 2010 y el 4-0 a Nueva Chicago en el viejo estadio, y fundamentalmente, devolvernos la ilusión perdida de un sueño postergado de ascenso, del cual nos "despertaríamos" demasiado pronto en la final, es cierto..., aunque ello no le reste mérito alguno a lo conseguido, nada menos que una década más tarde del último acceso a una instancia decisiva.

Porque, futbolísticamente hablando, la final habría de cerrarse en Villa Raffo, con un impensado aunque justificado 4 a 0 de Almagro, que reduciría las chances del Gallo, a menos de la mínima expresión para la vuelta, tornando la levantada en "hazaña épica" y forzando una actuación tan brillante y contundente del equipo, como pocas veces (o jamás) hubo de registrarse durante el torneo, teniendo en cuenta los escasos dos antecedentes recientes de triunfos por cuatro goles, y ninguno de ellos por esa diferencia exacta de tantos (4-3 a Almirante y 4-2 frente a Riestra, ambos en el Oeste y en la primera rueda, cuando el equipo asomaba como más "contundente", de lo que finalmente terminaría siendo).

Quizá y sólo quizá, de haber variado alguna decisión táctica, durante el concluyente cotejo de ida en el "Tres de Febrero", "clausurando" el primer "chico" en el 0-2, a los 35 segundos de aquél complemento, en lugar de intentar ir en procura del descuento, tal vez la historia siguiente podría haber sido diferente..., aunque a esta altura de las circunstancias, tal hipotético análisis resulta menos que extemporáneo, y como bien suele afirmarse en el fútbol, todo es más sencillo, cuando se lo observa cómodamente sentado, desde arriba y sin presiones de protagonista, y se lo "critica" con el "diario del lunes" bajo el brazo.

Como sea, lo cosechado por este plantel y cuerpo técnico es digno de nuestro aplauso y reconocimiento, porque con sus evidentes limitaciones a cuestas y las irregularidades futboleras ya manifiestas, lograron muchísimo más de lo esperado, aún por el más optimista de los hinchas del Gallo, además de sobreponerse a todo un año de "traumáticas" carencias institucionales repetidas hasta el hartazgo, que sólo comienzan con un atraso promedio, durante toda la temporada, de entre tres y medio y cuatro meses de haberes adeudados, sino que se continúan en la reiteración de inconvenientes semanales, más propios de una entidad de naturaleza amateur, como la ausencia de asistencia kinésica y médica diaria para atender las necesidades de rehabilitación y dolencias de los lesionados, o el "peregrinaje" por distintos destinos de entrenamiento, incluyendo la imposibilidad de entrenar lo necesario en el estadio, producto de los sucesivos trabajos de reacondicionamiento, que recién ahora comienzan a dar sus primeros "frutos", hasta desembocar en una relación desgastante con el presidente de la institución, quien hiciera de las "promesas" de pago incumplidas, casi un "culto" innecesario, haciendo que entre los jugadores, hoy su palabra tenga menos credibilidad que la de Mónica López y Boroccó Jr. juntos.

Al mismo tiempo, este plantel limitado en sus capacidades y potencialidades reales, pero sin dudas que homogéneo, unido y más que fuerte desde lo anímico y moral, debió además resignar, precisamente en el Reducido, por cruel mueca de un destino siempre esquivo, a uno de sus principales baluartes durante el año y, tal vez, el único futbolista capaz de generar el poco fútbol que siempre demostró este plantel y que, en estas finales frente a un mejor Almagro, se notase demasiado: nos referimos a Federico Domínguez, cuya pubialgia atendida de manera personal, en ausencia de kinesiólogos dentro del club, terminaría agravándose por responsabilidad del director técnico, quien no creyendo inicialmente la lesión del cordobés de Villa María, y hasta comparándolo con Damián Akerman por "borrarse" en las finales, en opinión del propio Giunta (por aquella ausencia también por lesión, de nuestro goleador histórico, y su inasistencia en el Reducido anterior, frente a Tristán Suárez en Ezeiza), y previa recriminación desafortunadamente pública, ante el resto del plantel y allegados, hubo finalmente de confirmar la veracidad de la dolencia de Domínguez, cuando el mismo se resintiera producto del apresuramiento en exigirlo durante uno de los últimos entrenamientos.

De cualquier forma, y pese a una nueva decepción ante otra oportunidad de ascenso desperdiciada, seguramente con el paso de los días y los ánimos colectivos un poco más atenuados, tomaremos real dimensión que el "milagro" no se emparentaba con acceder a una "remontada" no imposible, pero sí claramente improbable y "heroica", de un 0-4 en la ida, sino que la verdadera "proeza" habría de registrarse previamente y ser, sin duda alguna, el haber accedido y perdido ante un rival decididamente superior en los '180, a una instancia final inimaginable y fuera de cualquier pronóstico, y por lo tanto, de inobjetable mérito grupal (y en algunos casos, también individual), a pesar de limitaciones propias y desatinos ajenos.

Lástima que, al final del camino, no pudiésemos ser capaces de reconocer el esfuerzo y el intento hasta el final, de los verdaderos protagonistas de esta historia, por culpa de los mismos imbéciles de siempre, es decir, esos cincuenta delincuentes de costumbre, disfrazados de hinchas, pero que nada tienen que ver con Morón, al ser capaces de generar los tristes disturbios del final y, en definitiva, echar a perder la espléndida fiesta del verdadero Pueblo del Gallo, quien a pesar de reconocer de antemano la extrema dificultad de la contienda, daría el "presente" como de costumbre, con el calor y el color que lo caracteriza, colmando el Nuevo Francisco Urbano a pesar del 0-4 parcial y alentando de manera generosa y conmovedora, hasta el preciso momento en que los violentos se apoderaran del "protagonismo" para desbaratar la fiesta de la mayoría (más allá del resultado) y colocar a nuestra "casa" (la del auténtico hincha, aquél que la preserva y jamás la dañaría) al borde de una sanción disciplinaria que puede resultar costosísima.

Ojalá, alguna vez, se sancione penalmente a los sujetos responsables, y no al objeto inanimado receptor de la locura irracional de estos inadaptados, porque a la vuelta de estas historias recurrentes de suspensiones y clausuras de estadios, que en lo particular, ya las hemos vivido y parecido demasiadas veces en nuestra historia, por un puñado de mercenarios sin casaca, suelen "pagarla" el socio e hincha común que abonan su cuota social o entrada y, en definitiva, los clubes que ven tambalear aún más su frágiles economías, sin ingresos como local, durante un largo tiempo. Aunque, qué podemos esperar de un fútbol incapaz de elegir a su presidente de manera transparente, y donde 38 más 38 suma 75, además de apañar en conjunto con buena parte de la clase política, a los mismos imbéciles que nos niegan la posibilidad de ver a nuestro equipo, mientras ellos continúan haciendo "negocios", con la "vista gorda" de los mismos que deberían sancionarlos y erradicarlos de los espectáculos deportivos.

En definitiva, y aunque perdamos mil finales más... "No me arrepiento de este amor, aunque me cueste el corazón"...

... "Amar es un 'milagro', y yo te amé, como nunca jamás lo imaginé"...

... Y, "que la cuenten como quieran".


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.



lunes, 7 de diciembre de 2015

"No me arrepiento de este amor..., aunque me cueste el corazón"...









El glorioso Pueblo de Morón, siempre está... Y "que la cuenten como quieran"...


Por la "heroica" y el "milagro"... Vamos Gallo, CARAJO!!.

Morón enfrenta su último compromiso de la temporada, este lunes desde las 17.05, cuando reciba a Almagro, en el Nuevo Francisco Urbano, con el arbitraje de Nicolás Lamolina y la televisación en vivo de TyC Sports y de "Pacífico TV Morón" (a través de su canal de YouTube), con la obligación no sólo de ganar, sino de concretar en la red una diferencia mínima de cuatro goles (para forzar una definición desde el punto del penal), luego del impensado 0-4 de la final de ida del Reducido de la Primera "B", disputado en Villa Raffo, hace poco más de una semana.

De esta manera y bajo esta obligación, para convertir una jornada de lunes feriado "puente", en una tarde histórica de un posible ascenso con ribetes épicos, dado el abultado resultado a revertir en el Oeste, Blas Armando Giunta ensayará cambio de esquema táctico, en procura de un once francamente lanzado al ataque, desde el minuto cero, pasando para ello de su tradicional 4-4-2 a un más ambicioso 3-4-3, asumiendo los riesgos necesarios que conlleva la necesidad imperiosa de vencer 5 a 0 para regresar a la "B" Nacional y pasar a la historia grande del club.

Desde lo nominal, dos serán las modificaciones que ensayará Giunta para recibir al "Tricolor", una de ellas táctica y la restante obligada, en atención al ingreso de Cristian Damián Lillo, para reemplazar a Mauro Emiliano Montenegro, desgarrado en la ida con Almagro, así como la sustitución de Nicolás Miguel Gásperi (para concretar en los hechos, la referida línea de tres en el fondo), y permitir el regreso de Diego Alfonso Barrios Suárez, en ofensiva, "entre algodones" y esperado hasta último momento, tras el esguince grave de tobillo que sufriera en las instancias iniciales del actual torneo Reducido.

Así las cosas, los titulares del Deportivo Morón que irán por el "milagro", frente a Almagro, en el Nuevo Francisco Urbano, este lunes feriado, desde las 17.05, serán: Carlos David Morel; Cristian Jesús Broggi, Ariel Otermin, Jonathan Emiliano Iván Mayola (capitán); Cristian Román Yassogna, Damián Ezequiel Toledo, Cristian Damián Lillo, Adrián Maximiliano Peralta; Víctor Leonel Altobelli, Diego Alfonso Barrios Suárez, Junior Leandro Mendieta.

Completarían el banco de los suplentes, en el partido más trascendente de los últimos tiempos y el cotejo de cierre de la temporada 2015: Lisandro Daniel Mendoza, Nicolás Miguel Gásperi, Carlos Alberto Ramos, Lucas Sebastián Nanía, Matías Pardo, Imanol Varela y Santiago De Ossa Tobón.

Por la "heroica" y el "milagro", en una jornada que podrá resultar épica en la historia del Gallo.

Sin más que perder, sólo queda por ganar, y eso seguramente jugará a nuestro favor.

Vamos Morón, CARAJO!!.


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.



                         Foto: gentileza, Osvaldo Abades (h).

domingo, 29 de noviembre de 2015

"No me pidan que cabecee"...

Concluida la primera final del Reducido de la "B", en el "Tres de Febrero" de Villa Raffo, frente a un Almagro que no deja de sorprender, que resultó mucho más que Deportivo Morón durante los '90, que aprovechó cada distracción y cada facilidad que le otorgara el Gallo (de regreso a su peor versión, en el momento menos pensado), y que en definitiva tuvo todo el fútbol que le faltó a Morón y justificó en el desarrollo y el resultado la lacerante y lapidaria diferencia de un contundente y merecido 4 a 0, que futbolísticamente nos exime de mayores análisis..., en esta oportunidad, y si los amigos lectores lo aceptan, comprenden y consienten, seremos más breves que nunca, en un comentario que seguramente poco ha de aportar, que la pena recurrente nos impide explayarnos demasiado y que damos por descontado que a poco menos que a nadie realmente interesará leer.

Por ello, y en los márgenes de las consideraciones estrictamente futbolísticas, las que creemos que, por estas horas de pesar poco importan, más allá de las ya aludidas, sobre los méritos irrefutables del triunfador y las enormes diferencias entre uno y otro finalista, que quedaran claramente plasmadas en la impensada goleada de un "Tricolor" que, salvo un "milagro" deportivo, parece haber sentenciado tempranamente la suerte de la final y con ella, la de un ascenso otra vez esquivo, resulta cada vez más evidente que Dios o la "buena estrella", hace rato que se han olvidado de nosotros, para ingnorarnos por completo en este tipo de instancias.

Y conste que, cuando hablamos de "nosotros", lo hacemos con ajustada referencia sólo a los socios e hinchas, porque dirigencialmente hemos "colaborado" inestimablemente con infinidad de errores y horrores repetidos, durante el último cuarto de siglo, para hacernos "merecedores" de este continuo y permanente desaire del "destino", como para que inequívocamente, bajo cualquier circunstancia y a través de los años, la "fortuna" resulte siempre ajena, esquiva y elusiva.

Quizás, y sólo quizás, recién cuando finalmente logremos enderezar el rumbo definitivo de nuestro averiado "navío" directivo, casi siempre al "garete", tal vez Dios, "la buena estrella", el "destino" o la "fortuna" nos vuelvan a tomar en cuenta, a la hora de los "premios" (porque en materia de "castigos", creemos haber tenido suficientes), en el momento preciso en que los logros futbolísticos vayan de la mano y resulten consecuencia necesaria y directa, de proyectos de trabajo serios, profesionales, responsables, sapientes y prolongados en el tiempo y no, como ahora, de azarosos y circunstanciales aciertos espamódicos y de momento.

Porque, en definitiva, los éxitos deportivos duraderos y permanentes, tanto como los logros institucionales trascendentes, devienen invariablemente de clubes serios, previsibles y ordenados... Sin "magia" posible, más que "casualidades" temporarias o "plenos" afortunados, de muy corto aliento y más efímero efecto.

En este punto, y prescindentes de la suerte final de un ascenso que, si bien aún mediante '90 de juego, parece racional e irremediablemente inclinado hacia el lado del "culo", en nuestro constante y frustrante juego de la "taba" con el universo deportivo, resulta más que justo e imprescindible el agradecimiento y reconocimiento sincero a este grupo de jugadores, por habernos permitido acceder a estas instancias decisivas (luego de casi una década) y regalarnos aunque sea por un momento, el "renacimiento" de una esperanza y el "resurgimiento" de una ilusión extraviadas en la memoria y que, a decir verdad, parecían irremediablente "dormidas" en nuestro inconsciente individual y colectivo, luego de tanto, y tanto, pero tanto tiempo mediante..., máxime en el contexto cuasi amateur de una institución virtualmente a la deriva, que "duele" por todos lados y "desarma y sangra" en manejos improvisados, negligentes y que, por momentos, generan "verguenza" propia.

Tal vez los "milagros" futbolísticos existan y Dios, "la buena estrella", el "destino" o la "fortuna", se apiaden de todos nosotros y nos reivindiquen en una semana, para retemplar el alma de hincha, de tanta y tanta herida mal avenida y reiterada con cruel ensañamiento, en un auténtico acto de justicia "divina" o de simple "carambola" del destino universal, en tanto desagravio largamente merecido para este "doliente" y lastimado corazón de Gallo, en permanente estado de indefensión grave y en "carne viva", y que sin embargo y a pesar de todo, permanecerá siempre irredento, noble y gallardo, inflando mucho más el pecho (aún con lágrimas en los ojos) en la caída, con la dignidad y el sentimiento únicos, que sólo nosotros, los socios e hinchas, resultamos capaces de comprender, compartir y saber de qué se trata..., en la sangre, en los huesos, en la piel y en el alma.

Aunque, aun así, llegado ese hipotético y "milagroso" caso de "restitución" divina, lo único que habremos de modificar en el presente comentario, será seguramente el estado de ánimo al momento de escribirlo, al trocar esta nueva pena en "balsámica" alegría.

Ya que, por lo demás, las verdaderas razones de 25 años de amarguras repetidas y desiluciones acumuladas, resultarán invariablemente las mismas, más allá de la "carambola" fortuita o el "guiño" cómplice de un áspero destino que, ojalá..., por una p... vez nos haga cambiar de opinión y pensar que, finalmente, Dios "existe" para el Deportivo Morón.

... A pesar de nosotros mismos (como errática institución).

Hoy no estoy para nadie... "No me pidan que cabecee".



Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Morón - Almagro, "episodio uno"... Tres de cuatro.

Dicen que, desde el martes último, en el Bajo Belgrano..., ven un gallo y lloran...

Más allá de los comentarios y los rezongos públicos de algunos protagonistas, Morón se trajo en la semana, del "Juan Pasquale", un triunfazo épico para clasificar a las finales del Reducido, donde deberá enfrentar a doble partido, con definición en el Nuevo Francisco Urbano, a Almagro, aquél de los 12 partidos sin victorias, a comienzos de campeonato y que, una vez clasificado al G8 de la "B" Metro, se "cargara" sorpresivamente a Atlanta, en Villa Crespo y más tarde a su clásico de barrio, Estudiantes de Buenos Aires, en una semi que habría de concluirse en el Tribunal de Disciplina de AFA, dados los incidentes protagonizados por la popular del "Pincha".

Mientras en el Oeste la ansiedad es un fenómeno colectivo y la ilusión de ascenso una imploración compartida, este sábado a partir de las 17.35, el sorprendente grupo de "gladiadores" de Blas Armando Giunta comenzarán a jugarse su suerte, en la primera de las finales por el segundo pasaje a la "B" Nacional (el primero, recordemos, quedó en manos de Brown de Adrogué), cuando visiten al propio "Tricolor" de Villa Raffo, en el "Estadio Tres de Febrero", con el arbitraje de Alejandro Castro (otro árbitro del "Nacional", al igual que Héctor Paletta, quien dirigiera de manera irreprochable ante Defensores de Belgrano), y la televisación en vivo de TyC Sports, así como de "Pacífico TV Morón", a través de su canal de YouTube.

Para dicho trascendental encuentro, el primero de los dos "peldaños" que separan al Gallo de una vuelta olímpica soñada y demorada un cuarto de siglo, el cuerpo técnico de Morón repetirá equipo y banco de suplentes, respecto del 2-1 al "Dragón", en semifinales, mientras agotan las horas que median hasta que comience a rodar la pelota, alojados en el "Howard Johnson" de Luján (desde el jueves en la tarde-noche), virtual "refugio" de concentración y al mismo tiempo cábala, para los "Camboyanos" de Blas Giunta, desde el inicio del actual Reducido de la Primera "B".

En consecuencia, los once del Deportivo Morón que intentarán traerse un buen resultado de José Ingenieros, para afrontar con algo más de tranquilidad la revancha en el Nuevo Francisco Urbano, el próximo sábado 5 de diciembre, a las 17.35: Carlos David Morel; Cristian Jesús Broggi, Nicolás Miguel Gásperi (cuatro amarillas), Jonathan Emiliano Iván Mayola (capitán), Ariel Otermín; Cristian Román Yassogna, Damián Ezequiel Toledo, Mauro Emiliano Montenegro, Adrián Maximiliano Peralta (cuatro amonestaciones); Víctor Leonel Altobelli (cuatro amarillas), Junior Leandro Mendieta.

Completan el listado de concentrados, uno de los cuales deberá observar esta primera final desde afuera: Lisandro Daniel Mendoza, Carlos Alberto Ramos, Maximiliano Ezequiel Jerez, Cristian Damián Lillo, Lucas Sebastián Nanía, Matías Pardo, Imanol Varela y Santiago De Ossa Tobón.

Si dicen que en el Bajo Belgrano, desde el último martes..., ven un gallo y lloran... Que a partir de este sábado y el próximo, en Villa Raffo, el mismo gallito resulte sinónimo de fiesta inolvidable en todo el Oeste.

Tres de cuatro... Y que de este "sueño" nada ni nadie nos "despierte".

Sólo falta un "suspiro"... El último, el definitivo, dividido en dos "capítulos".

Morón - Almagro, "episodio uno".


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.



                          Foto: gentileza, Osvaldo Abades (h).

miércoles, 25 de noviembre de 2015

A '180 del sueño que nos desvela... Dos de cuatro.

Para ser descarnadamente sinceros, con nosotros mismos y con Uds., amigos lectores, en momentos como éste, resulta realmente complicado dividir la emoción y el sentimiento puro, del análisis periodístico, como para intentar mantener la mínima compostura profesional, a la misma hora que el corazón de hincha desborda y nos lleva por caminos de ilusión y festejo.

Porque si bien, es imprescindible mantener la mesura, puesto que aún no se ha logrado nada, como en el caso de todos Uds., amigos lectores, hoy tenemos más ganas de "revolear" los papeles y salir a gritar a voz en cuello, que de analizar las razones futbolísticas de un triunfazo, que nos deja a las puertas de un ascenso demorado durante más de 25 años, y de una vuelta olímpica "soñada" despierta, tantas (pero tantas) veces, como días acumulan los almanaques desde 1990 a esta parte.

Y es que, como también suele ocurrir en materia de "destino" y, por qué no, hasta de designios divinos insondables e inexplicables, tal vez la temporada menos pensada, con el plantel más humilde y en medio de la situación institucional más desfavorable, los "planetas" hayan de alinearse de una vez por todas, para que podamos liberar tanta amargura y frustración repetidas y contenida, y accedamos finalmente a esa gran alegría que tanto (pero tanto) nos merecemos.

Morón volvió a regalarnos otra actuación para el "encuadre" en la retina de hincha, no tanto por sus argumentos futbolísticos (que también los tuvo), sino por otra muestra concluyente de fortaleza, actitud y personalidad de equipo admirable, capaz de hacerse fuerte en las difíciles, y en el contexto más desfavorable, y que, lejos de desconcentrarlos o desanimarlos, los ha unido y robustecido en lo individual y colectivo, por imperio de una dignidad, una hombría de bien y un solidaridad de conjunto, que pareciera hacerlos "invencibles" dentro y fuera de la cancha.

Ya que en otra demostración de carácter, y ante el Defensores poco lucido, pero efectivo de Rodolfo Della Pica, que liderara la última temporada de la "B" Metro, durante buena parte de su desarrollo y hasta las fechas de clausura de su calendario, el Gallo pudo doblegar con justicia por dos a uno, a un equipo complicadísimo en lo táctico, para acceder por mérito propio a la finalísima del Reducido por el segundo ascenso a la "B" Nacional 2016 y, al mismo tiempo, desde lo estrictamente estadístico, abortarle un invicto de ocho encuentros consecutivos y de nada menos que 38 partidos en su "fortaleza" particular del "Juan Pasquale", reducto donde no conocía la derrota desde marzo de 2014, frente a Barracas Central, incluyendo en dicho lapso, su derrotero completo y fugaz por la primera "C", luego de su descenso en la misma temporada.

Sin dejar de mencionar que, asimismo, habría de convertirse también en el único equipo capaz de anotarle dos goles en la actual campaña, al "monolítico" conjunto del Bajo, en su pequeña "fortaleza", donde Albano Anconetani, el "inoxidable" golero del "Dragón", finalizaría las 42 jornadas del campeonato pasado, ostentando junto a su sólida defensa, la "chapa" de equipo menos goleado de la temporada 2015.

Tal vez, Blas Armando Giunta haya sido capaz de transmitirle a sus dirigidos, aquella mística inolvidable de los '80, cuando el actual técnico del Gallo vestía la "5" de San Lorenzo de Almagro, y hoy este grupo de notables batalladores con la camiseta de Morón, se hayan erigido en la reencarnación y versión moderna y del fútbol de ascenso, de los "Camboyanos" azulgranas, famosos por suplir a base de un enorme corazón y amor propio, sus limitaciones y las falencias reiteradas de una economía "sanlorencista" en tiempos de grave crisis.

Por las razones que fueran, y en la templada noche de martes del Bajo Belgrano, el Gallo habría de demostrar bien temprano en el encuentro, al igual que una semana antes, ante Barracas de visitante, que no estaba dispuesto a oficiar de simple "partenaire" de "Defe", y que ni siquiera pretendía exponer su ilusión del pasaje a la final, mediante la "lotería" de una posible definición por penales.

Bajo esa idea, y a los '7 de comenzado el encuentro, la primera de las tantas y tan productivas corridas de Leonel Altobelli (que afortunadamente para la "causa" del Gallo, volvió a ser el mismo de sus mejores jornadas, precisamente en estas instancias decisivas), Luciano Goux, una abonado al juego brusco con mala intención, habría de aplicarle un codazo descalificar al propio delantero de Morón, lo que originaría la roja directa del central local, a instancias del juez asistente, en una sanción más que correcta de Héctor Paletta, a pesar de las airados e infundados reclamos de todo Defensores de Belgrano, que a nada de comenzado ya comenzaba a condicionarse solo.

Con la ventaja númerica, los de Giunta empezarían a sentirse más protagonistas del partido, tanto que a los '23 del primer tiempo y luego de un tiro libre desde la derecha, ejecutado por Cristian Yassogna, y rechazado por la defensa local, el rebote recaería en Ariel Otermín, en tres cuartos, que vistiéndose de Juan Román Riquelme, por un puñado de segundos, ensayara un pase "en cortada" sorpresivo y punzante dentro del área grande para Emiliano Mayola, quien a su vez se despacharía con un centro largo y preciso hacia el flanco opuesto, para que finalmente Cristian Yassogna definiera con una formidable volea de derecha y le "rompiese" el arco a Anconetani.

Como el "depredador" que huele sangre en su presa y va por más, pocos minutos más tarde, sobre los '35 de esa primera etapa, Mauro Montenegro habría de poner nuevamente a correr "mano a mano" a Leonel Altobelli, quien ingresando al área grande sería derribado claramente con falta, por Miguel Barbieri, para que otra vez Paletta, a instancias de su línea, sancionase el penal para el Gallo, convertido sin titubeos por el mismo Altobelli, luego de varios minutos de demora, por un Defensores desesperado y fuera de sí, que comenzaría a endilgarle a árbitro y juez asistente, las razones de una derrota cimentada en virtudes ajenas y deméritos propios, pero sin injerencia alguna de la terna arbitral, de muy buen desempeño.

Claro que, cuando se trata de Morón, sabemos perfectamente que, si no se sufre, no vale... Y tan sólo un minuto más tarde del segundo gol del Gallo, que parecía ya lapidario, y en la única falla defensiva de la visita en todo el partido, Damián Toledo perdería de vista en la marca a Miguel Barbieri y, ante el quedo en la salida de Carlos Morel, cabecearía solito y solo al descuento, luego de un preciso centro de Fernando Enrique.

Ya en el complemento, y a pesar de no poder sacar demasiado provecho del hombre de más, por la ausencia de control y dominio de balón en el medio (en ese aspecto, hubo de notarse la ausencia repetida de Federico Domínguez), el Gallo no habría de soportar sofocones de consideración en su defensa, gracias a una actuación descomunal de los cuatro del fondo, pero en especial de Nicolás Gásperi y Emiliano Mayola, quienes habrían de lidiar en cada centro y cada intento de pelota parada, con la "fuerza aérea" de "Defe", capitaneada por Lucas Buono, el mismo Barbieri y más tarde, también Gonzalo Gil.

Sin demasiada profunfidad para la contra, salvo por un mano a mano de Yassogna (la figura de Morón y de la cancha), bien contenido por Anconetani, aunque desde ángulo muy sesgado, las pocas expectativas locales habrían de diluirse allá por los '39 del segundo tiempo, cuando Fernando Enrique cruzara a destiempo y desde atrás al incansable Montenegro, para dejar a su equipo con nueve y permitirle al Gallo un cierre de partido más apacible, ahora sí con el manejo de la pelota, a partir del buen ingreso de Lucas Nanía.

Con el pitazo final del árbitro se desataría el festejo merecido de los once "gladiadores" del Gallito, mientras la locura invadía a los futbolistas locales, quienes incluido el expulsado Goux, intentarían agredir al árbitro del encuentro, cosa que en definitiva hubo lamentablemente de concretarse, en otro acto de barbarie de los tantos a los que nos ha acostumbrado nuestro fútbol, agravado en ese caso, por tratarse de alguno de los propios protagonistas, quienes sin dudas deberían dar el ejemplo contrario.

En definitiva, con mucha personalidad, corazón e inteligencia, el Deportivo Morón se metió de pleno derecho en la final del Reducido, en la cual podrá definir de local ante Almagro, en el Nuevo Francisco Urbano y ante su gente.

Amigos lectores, sabrán comprender..., pues hicimos cuanto pudimos. En ese delicado límite entre el análisis profesional y el sentimiento de hincha..., hoy sin dudas nos dejamos llevar por este último.

A 180 minutos del sueño que nos desvela desde hace casi 26 años.

Dos de cuatro... Y que se venga Almagro.


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.



                         Foto: gentileza, Osvaldo Abades (h).

lunes, 23 de noviembre de 2015

A extinguir el "fuego" del "Dragón"... Dos de cuatro.

Tras la justificada y convincente actuación con triunfo, frente a Barracas Central, en Olavarría y Luna, por los cuartos de final del Reducido, resulta imposible para todo el "Mundo Morón", comenzar a ilusionarse con un ascenso, hoy distante a sólo tres partidos, contabilizando el cotejo único de semifinal y los dos encuentros decisivos por una hipotética (y muy anhelada) final.

Por lo pronto, y con el envión anímico de un 2-0 merecido en el resultado y el desarrollo, ante el "Camionero", ahora el equipo de Blas Armando Giunta deberá superar otro desafío importante, cuando este martes, desde las 21.05, visite a Defensores de Belgrano en el "Juan Pasquale", con el arbitraje de Héctor Paletta (árbitro de la "B" Nacional, ante las quejas de varios clubes por los "pitos" de la categoría) y la televisación en vivo, tanto de TyC Sports como de "Pacífico TV Morón" (a través de su canal de YouTube), en '90 de una cerrada y complicada semifinal, con definición desde el punto del penal, en caso de igualdad en el tiempo reglamentario.

Con respecto al equipo que visitará al "Dragón", por un lugar en la gran ginal del Reducido, ante el vencedor del clásico de Tres de Febrero, entre Estudiantes de Buenos Aires y Almagro, en el "Estadio Ciudad de Caseros", a las 17.05, también con TV en directo de TyC, el Gallo no presentará modificaciones, en comparación con el once de inicio en el "Claudio 'Chiqui' Tapia. Esto es: Carlos David Morel; Cristian Jesús Broggi, Nicolás Miguel Gásperi (cuatro amarillas), Jonathan Emiliano Iván Mayola (capitán), Ariel Otermín; Cristian Román Yassogna, Damián Ezequiel Toledo, Mauro Emiliano Montenegro, Adrián Maximiliano Peralta (cuatro amonestaciones); Junior Leandro Mendieta, Víctor Leonel Altobelli (cuatro amarillas).

Completan el listado de concentrados, por segunda semana consecutiva, en el "Howard Johnson" de Luján: Lisandro Daniel Mendoza, Carlos Alberto Ramos, Maximiliano Ezequiel Jerez, Cristian Damián Lillo, Lucas Sebastián Nanía, Matías Pardo, Imanol Varela y Santiago De Ossa Tobón, uno de los cuales quedará marginado del banco de los suplentes.

A extinguir el "fuego" del "Dragón", con los "espolones" del Gallo.

Y por el "boleto" a la final, de un ascenso que desvela a todo el Oeste, desde hace un cuarto de siglo.

Dos de cuatro.


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.



                          Foto: gentileza, Osvaldo Abades (h).

jueves, 19 de noviembre de 2015

Uno de cuatro... Que pase el que sigue.

Evidentemente, este Barracas Central (sea con la dirección técnica de Norberto Salvador "Gato" Daniele o últimamente, con su sucesor, Marcelo Barrera), de interesantes individualidades, juego atildado y buen manejo del balón, le sienta realmente bien a este Deportivo Morón, que no sólo lo derrotara las tres veces que lo enfrentara en 2015 (dos veces de visitante y la restante de local), sino que además lo superara claramente en todas las oportunidades, jugando de los partidos más sólidos que registrara durante la presente temporada.

Porque este Morón de post-temporada, inmerso en múltiples problemas económicos, sacó a relucir una vez más, aquellas virtudes de conjunto que lo llevaran a hilvanar una serie inédita (por lo menos, en la última década) de once encuentros invicto, haciéndose fuerte en un reducto difícil, de dimensiones reducidas, y ante un rival que terminara mejor la fase regular del torneo de la Primera "B", tanto que fuera capaz de arrebatarle al propio Deportivo Morón, el quinto puesto en la tabla final, en la última fecha y con ella, asegurarse una localía inicial en el Reducido que, a la luz de los hechos, de poco le serviría frente a una visita sólida, solidaria y contundente en los momentos justos.

Y porque este Morón de final de ciclo 2015, muchas veces criticado y hasta minimizado en sus capacidades futbolísticas, por los vaivenes de rendimiento propios de un campeonato extenuante de 42 jornadas, supo dar una nueva muestra de carácter (como tantas otras veces durante el pasado torneo), y trocar la amargura y bronca extra-futbolera, ante tanto incumplimiento salarial, manoseo y falsas promesas presidenciales, en fortaleza y comunión de conjunto dentro de la cancha, para regalarse una alegría merecida e inmensa hacia dentro del propio grupo y sus seres queridos, demostrando una vez más y en una instancia decisiva, la dignidad, nobleza y profesionalidad que caracterizara a este plantel y cuerpo técnico, respetuosos como pocos en el pasado reciente, de la "pesada" camiseta que defienden y de las numerosas "almas" que sueñan junto a ellos, con un ascenso demorado un cuarto de siglo.

Del partido en sí, y antes del primer minuto de juego, el equipo de Blas Armando Giunta dejaría rápidamente en claro, con un puñado de toques y la primera llegada de peligro, a través de Cristian Yassogna, que este Morón de los contratiempos económicos y la orfandad dirigencial, llegaba hasta Olavarría y Luna para calzarse la "pilcha" de protagonistas y despejar de "cuajo", cualquier fantasía posible en la previa, sobre alguna derrota "honrosa", de visitante, con tal de "cumplir" formalmente y "apurar" la despedida definitiva de la temporada y un último año "traumático" en la institución.

Con un parejo rendimiento colectivo, pero con algunos puntos sobresalientes, como el partido enorme de Mauro Montenegro (partícipe de los recuperos, en ambas jugadas de gol del Gallo), de su compañero del "doble cinco" Damián Toledo, así como de toda la última línea defensiva, en especial de un Nicolás Gásperi impasable y que le tocaría "bailar con la más fea" (la marca de Víctor Piriz Alvez y Abel Soriano, anulando por completo a ambos, en "sociedad" con el siempre sobrio "capitán" Mayola), así como de Cristian Broggi, responsable de clausurar las hábiles y punzantes intenciones de Leandro Puig y Alfredo Abalos, sin olvidarnos de la saludable recuperación de Leonel Altobelli (quien se "amigara" con su juego y el arco de enfrente) y la progresiva vuelta a su nivel de Junior Mendieta, autor de un formidable gol de cabeza (el segundo con la camiseta de Morón), luego de un interesante encuentro ofensivo, con el propio Altobelli.

En efecto, sobre los '33 de la etapa inicial y cuando el Gallo había ejercido la supremacía territorial y dispuesto de las chances de gol más claras, un quite de Mauro Montenegro (una de tantas y tan buenas intervenciones individuales, de la figura visitante y del partido) en "tres cuartos", habría de prolongarse en Cristian Broggi quien, acertado en la marca y lúcido en el primer pase ofensivo, habilitaría en profundidad para la corrida por derecha de Leonel Altobelli, que tras ganar en velocidad y potencia ensayaría un centro milimétrico, para propiciar la merecida apertura del marcador, merced a un "testazo" violento y direccionado, del menos pensado en el juego aéreo: el chajariense Mendieta.

Durante los minutos posteriores a la primera diferencia y el final del período, el equipo de Giunta estaría mucho más cerca de ampliar la justa ventaja inicial, que el "Camionero" de acercarse al empate, a pesar del buen partido del "inoxidable" Lucas Mareque, eje del juego atildado y del control del esférico en el medio, "marca registrada" de un muy interesante Barracas, reducido a su mínima expresión por mérito táctico del Gallito.

Ya en el complemento, el partido se haría interesante y de ida y vuelta, con aproximaciones cada vez más profundas sobre el arco de Carlos Morel y contras punzantes y en superioridad númerica, aunque no siempre bien resueltas por los delanteros del Deportivo Morón.

De los '25 en adelante, las urgencias del "Camionero", combinadas con un excesivo retroceso de los de Giunta, inclinarían la cancha sobre los últimos metros de la visita, que sin embargo contaría con esa cuota mínima de suerte necesaria, ante un formidable remate desde afuera, de Alfredo Abalos, que con Morel "fuera de combate", reventaría su palo izquierdo para perderse por el fondo de la cancha, a los '33 del segundo tiempo.

Cinco minutos más tarde y cuando los corazones de los hinchas del Gallo, de a poco salían de una súbita fibrilación, Leonel Altobelli habría de jugársela solo, ante una defensa adelantada y desesperada, para una vez dentro del área, enganchar hacia su mejor perfil y ser derribado (con falta?). Penal sancionado por Pablo Dóvalo y ejecución exitosa del propio Altobelli, con un remate fuerte, seco y alto, bien lejos de la resistencia de Elías Gómez, para el lapidario dos a cero, a los '40 del complemento.

Sin tiempo para más, con la clasificación a semis "en el bolsillo" y el pitazo final de Dóvalo, el Gallo además se aseguraba su participación en la "Copa Argentina 2016", de formato más reducido y con sólo cinco plazas para la "B" Metro, desde los 32avos. de final, a partir de los cuatro semifinalistas del actual Reducido y el último campeón de la categoría, Brown de Adrogué.

Evidentemente, este Barracas Central de la temporada 2015, le sienta muy bien a este Deportivo Morón que, una vez más y como tantas veces a lo largo del extenuante campeonato de la "B", se "hiciera cargo" de su prueba de carácter, algo que debiera (y mereciera) ser imitado y acompañado en idéntica medida, desde la dirigencia.

Uno de cuatro... Que pase el que sigue (Defensores de Belgrano, en el "Juan Pasquale", el martes a las 21.05, televisado).


N. de R.: Este jueves 19 de noviembre, luego del entrenamiento matutino, en el estadio, el plantel percibió de parte del presidente, el equivalente aproximado a un mes de sueldos atrasados (600 mil pesos), con lo cual, a la fecha, la deuda se sitúa en cuatro meses, promedio (julio, agosto, septiembre y octubre).


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.


                         Foto: gentileza, Osvaldo Abades (h).

martes, 17 de noviembre de 2015

Crucemos los dedos...

Tras la agónica derrota en la última fecha del campeonato, que propiciara el ascenso de Brown de Adrogué, a la "B" Nacional, el Gallo enfrenta el tramo decisivo de la post-temporada, que cuatro partidos mediante, podría depositarlo en la categoría inmediata superior, casi dieciseis años más tarde.

Habiendo resignado la posibilidad de la única ventaja deportiva posible durante el Reducido, como lo constituye la localía, el equipo de Blas Armando Giunta comenzará a desandar su recorrido de regreso al "Nacional" (Dios así lo quiera y los protagonistas lo permitan), cuando este miércoles a las 17, visite a Barracas Central en el "Claudio 'Chiqui' Tapia" de Olavarría y Luna, con el arbitraje de Pablo Dóvalo y la televisación en vivo de "Pacífico TV Morón", a través de su canal exclusivo de YouTube.

Con tres regresos, respecto del once de inicio ante el campeón de la categoría, Brown de Adrogué, el Gallo registrará las necesarias vueltas de Cristian Broggi en defensa, como de Damián Toledo en el medio, y de Junior Leandro Mendieta en ofensiva, quienes reingresarán en reemplazo de Carlos Ramos, Cristian Lillo y Diego Barrios Suárez, respectivamente.

De esta manera, los once del Deportivo Morón que intentarán clasificar a semifinales del torneo Reducido de la Primera "B", para lo cual deberán vencer al "Camionero" en los '90 o bien, en caso de empate al cabo del tiempo reglamentario, por la vía de los remates desde el punto del penal: Carlos David Morel; Cristian Jesús Broggi, Nicolás Miguel Gásperi, Jonathan Emiliano Iván Mayola (capitán), Ariel Otermín; Cristian Román Yassogna, Damián Ezequiel Toledo, Mauro Emiliano Montenegro, Adrián Maximiliano Peralta (cuatro amarillas); Junior Leandro Mendieta, Víctor Leonel Altobelli (cuatro amonestaciones).

Completan el listado de concentrados (sí, leyó bien..., "concentrados", luego de un largo tiempo), para lo cual hubieron de viajar al "Howard Johnson" de Luján, este martes por la mañana y luego del último entrenamiento (breve, por las inclemencias climáticas), quedaran alojados allí, a la espera del cotejo de cuartos de final, frente a Barracas Central: Lisandro Daniel Mendoza, Carlos Alberto Ramos, Rodrigo Nahuel Lemos Argañaraz, Leonardo Martín Celín, Federico Domínguez, Matías Pardo, Santiago De Ossa Tobón y Diego Alfonso Barrios Suárez (uno de los cuales quedará marginado del banco de los suplentes).

A cuatro partidos del sueño más recurrente de los hinchas del Gallo, durante el último cuarto de siglo, en Olavarría y Luna, este plantel y cuerpo técnico tendrán la posibilidad de comenzar a escribir sus nombres, en letra de molde, dentro de la rica y gloriosa historia del Deportivo Morón.

Eso sí, plantel y cuerpo técnico deberán afrontar esta instancia decisiva para los socios e hinchas y la institución en general, por ellos mismos y sus familias, y por respeto a su profesión y a la camiseta que representan, a pesar de haber asistido a un nuevo acto de mendacidad del presidente, quien ni siquiera ha sido capaz de honrar su palabra empeñada y saldar la deuda de casi cinco meses (junio, julio, agosto, septiembre y desde el 20 del corriente, también octubre), de acuerdo a lo prometido en la previa del cotejo frente al "Camionero" (sólo se les acercaron 100 mil pesos, a repartir, el lunes último, de una deuda superior a los tres millones de pesos).

Tan cerca y, a la vez, tan lejos, no podemos ser otra cosa más que optimistas, por necesidad vital y en defensa propia.

Crucemos los dedos...


N. de R.: Al cierre de la presente y luego de la cena, el presidente se llegó hasta Luján, no con dinero, sino con documentos (cheques) con destino al plantel que se hallaba concentrado y aguardando noticias durante toda la jornada, aunque en una cifra muy inferior a la comprometida, lo cual fuera rechazado por el conjunto de los profesionales del Gallo.


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.



                          Foto: gentileza, Osvaldo Abades (h).

domingo, 15 de noviembre de 2015

Y quién te dice, Gallito...

Y en la última "bola" del encuentro, tras un envío aéreo desde la izquierda (el recurso predilecto de la visita, para poner en aprietos a una insegura última línea del Gallo), Juan Manuel García habría de ingresar libre de marcas, por el segundo palo, para "romperle" el arco a Carlos Morel y concretar el gol del campeonato de Brown de Adrogué, en el cuarto minuto de descuento de un empate en uno, que a esa altura parecía inamovible.

Sin demasiado tiempo reglamentario para más, el pitazo final de Lucas Di Bastiano desataría el festejo emocionado, aunque medido del "Tricolor", que se encontraba con el segundo ascenso a la "B" Nacional, en algo más de tres años, consumada la igualdad en cero entre Defensores de Belgrano y Estudiantes de Caseros.

Por el lado del Gallo, las noticias procedentes desde Olavarría y Luna, entre un "Camionero" y Riestra que se "mataron a goles" (con un resultado de 5 a 4, nada menos, en favor del primero), lo obligaban a ganar su encuentro, en los '30 minutos de cierre del campeonato, para conseguir el quinto lugar en las posiciones finales y, con él, asegurar la localía en el cotejo de cuartos del Reducido, frente al propio Barracas, cosa que finalmente ocurrirá el próximo miércoles, aunque a la inversa (luego de terminar sextos), en el "Claudio 'Chiqui' Tapia".

De entre esas imágenes del final, nuevamente "convidados de piedra" en festejo ajeno, aunque esta vez en propia "casa" (por vez primera en nuestra historia, tanto en el "viejo" como en el Nuevo Francisco Urbano), debemos extraer sin dudas, el gesto de hidalguía deportiva de nosotros mismos, al reconocer con el aplauso sostenido y sincero, los merecimientos del nuevo campeón de la categoría, pero también al mejor equipo de la temporada y, en particular, al técnico más respetado, humilde y de perfil extra bajo de la "B" Metro, como Pablo Vicó, ejemplo de trabajo fecundo y silencioso, sin estridencias ni declaraciones grandilocuentes, pero de inocultable eficacia en materia de resultados, en proyectos futbolísticos serios y a largo plazo.

Desusado y gratificante aplauso espontáneo y compartido, que fuera retribuido con inteligencia y moderación, desde el campeón, abreviando los festejos dentro del campo de juego, para extenderlos y desatarlos en la privacidad del vestuario visitante, sin dejar de mencionar el buen gesto de eximir con buen tino, al público del Gallo, del "trago amargo" de asistir a una vuelta olímpica extraña y a todas luces evitable.

En el caso del Deportivo Morón, debemos coincidir en que el quinto puesto, con ventaja de localía incluida, seguramente no habría de resignarse en este encuentro (de los "perdibles", en la previa, aún en el Oeste, dada la categoría relativa del rival y la urgencia de sus aspiraciones de ascenso en la fecha), sino más bien y por ejemplo, en la igualdad también en descuento, frente a Comunicaciones, o en el empate ante Flandria, ambos registrados en el Nuevo Francisco Urbano y con supremacía numérica, hallándose en ventaja parcial.

Del partido en sí, por estas horas poco menos que una anécdota, podría resumirse en que, un Morón nuevamente vulnerable e inseguro en defensa, habría de hallarse en temprana desventaja, casi desde el mismo vestuario (por el gol de Guillermo Pfund, a los '4 del primer tiempo), del cual resultaría capaz de reponerse, merecimientos mediante, con el tanto de Adrián Maximiliano Peralta (figura destacada del Gallo, un escalón por encima de Emiliano Mayola, Mauro Montenegro y Carlos Ramos), sobre los '16 de la etapa de inicio, para luego de un buen final de medio tiempo, replegarse demasiado en el complemento, permitiendo que la necesidades de campeonato del "Tricolor" le dominaran el escenario de las acciones y las intenciones, hasta llegar al cuarto minuto adicionado y el desnivel definitivo y festejado en Adrogué y el "Lorenzo Arandilla".

A partir de este momento, y más allá de todos los contratiempos institucionales de la hora, este grupo de jugadores, sumados al cuerpo técnico, tendrán la chance de ingresar en la historia grande del Gallo, jugándose su suerte y el balance final de una prolongada y complicada temporada, dentro y fuera de la cancha, cuando este miércoles, en Olavarría y Luna, den formal inicio a un derrotero futbolístico en el Reducido, ante Barracas Central (al que vencieran dos veces en el torneo, de local y visitante), y que a pesar de sus inocultables déficits y limitaciones, tanto individuales como colevtivas, sin embargo puede depositarlos (y por extensión, a todos nosotros), en una algarabía parecida a la observada este sábado, desde afuera, con algo de nostalgia repetida y mucho de "sana" envidia.

Once contra once, en noventa minutos, y en el marco de un campeonato tan discreto e irregular como el que ayer tocara a su fin, sin dudas que todo es posible.

Entre la esperanza y la realidad, ahí vamos..., optimistas por necesidad vital y en defensa propia.

Sólo resta que la dirigencia cumpla sus promesas del "estribo".

Y quién te dice, Gallito...


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.



                         Foto: gentileza, Osvaldo Abades (h).