sábado, 25 de marzo de 2017

¡¡150 veces GRACIAS, DAMIAN EMILIO AKERMAN!!.

Luego de la derrota en el descuento, con Atlanta en Villa Crespo, del último martes, el Deportivo Morón debía dar una prueba de carácter (otra más, en 22 partidos efectivamente disputados), para recuperarse rápidamente y vencer, ante su público, a un duro rival como el Comunicaciones de Alejandro Orfila, encaramado en el cuarto puesto de la tabla de posiciones.

Así las cosas, y lejos de complicarse o evidenciar signos de abatimiento por la pérdida del invicto de 18 jornadas, en el “León Kolbowski”, el equipo de Walter Otta convertiría en sencillo, lo a priori difícil, para superar con inobjetable claridad y hasta por momentos con suficiencia, a un “Cartero” que opondría cierta resistencia hasta la media hora del primer tiempo, hasta que Damián Emilio Akerman, el “súper héroe” inoxidable del Oeste, en la tarde de su cumpleaños 37, volviera al gol ante “Comu”, nada menos que para abrir el camino a una victoria imprescindible, al tiempo de concretar el gol 100 en el Nuevo Francisco Urbano y, fundamentalmente, inscribir su nombre en letras de oro, en otra de tantas páginas memorables aportadas a la historia grande del Gallo, convirtiendo su tanto 150 con la camiseta que mejor le sienta, en los albores de un mediodía de sábado que preanunciaba una tarde de fiesta.

En efecto, hasta ese instante “mágico”, de recuerdo imborrable en las retinas de los afortunados contemporáneos al enorme goleador histórico de la institución, Comunicaciones se había opuesto lo más posible a la ambición permanente de un Morón, que siempre tiene como “norte” el arco de enfrente, bajo la premisa de la pelota al piso y la combinación a uno o dos toques, con un Nicolás Francisco Ramírez que comenzaría a erigirse en la figura indiscutida del encuentro, aún por encima del dueño de todos los récords en el Oeste, apostado sobre la franja izquierda para “lastimar” continuamente a la defensa visitante, a fuerza de gambeta, velocidad, pausa, criterio, habilidad y mucho talento, no exento de sacrificio y solidaridad, a la hora de marcar y colaborar en la recuperación de la pelota.

Por eso, apenas iniciado el segundo tiempo, Nicolás Ramírez, el mejor de la tarde, tendría su premio en la red adversaria, tras conectar de cabeza un centro preciso de Emmanuel Giménez (otro al que le sobra calidad y de gran partido, que sin embargo deberá perderse el próximo cotejo, al recibir la quinta amarilla, de parte de Gonzalo López Aldazábal), para adelantar al Gallo dos a cero y, a fuerza de goles, pero también de dominio y buen juego, ir cerrando de a poco un partido que, apenas ’47 antes, preocupaba y mucho por la actualidad y rendimiento del conjunto de Agronomía.

A partir de allí, el Deportivo Morón profundizaría su predominio sobre la visita, hasta controlar balón y territorio casi a voluntad, máxime con la expulsión de Federico Barrionuevo, el “distinto” del “Cartero”, por doble amonestación, resultando cuestión de tiempo y precisión en los últimos metros, para que el Gallo volviera a vulnerar el arco de Sebastián Giovini, arquero de la visita, esta vez, a través de Matías Pardo (reemplazante de Rodrigo Díaz, lesionado), quien  definiría abajo y esquinado, ingresando por la izquierda, como corolario de una gran contra encabezada por Damián Akerman y continuada en la habilitación y pase gol por Nicolás Ramírez, por si algo le faltaba a su tarde perfecta en el Nuevo Francisco Urbano.

Con el 3-0 lapidario y más de ’25 por delante, el Deportivo Morón dosificaría energías y reguardaría “piernas”, luego de un reinicio de torneo apresurado y con un calendario apretado, en procura de un cuarto tanto que finalmente no llegaría, pero tampoco descuento alguno ni siquiera sufrimiento, en los “dominios” de un seguro Milton Alvarez que, por estos tiempos, constituye sin dudas el mejor arquero de la categoría.

Tras el “tropiezo” en Villa Crespo, el Gallo debía dar una gran muestra de carácter y la otorgó con creces, jugando uno de sus mejores partidos en el campeonato, para hacer sencillo lo difícil y derrotar con claridad y contundencia a un Comunicaciones en alza.

La punta es sólo nuestra. Con fútbol, goles, fiesta y el recuerdo de otra tarde histórica e inolvidable protagonizada por el emblema futbolístico máximo de todos los tiempos.


Simplemente… ¡¡150 veces GRACIAS, DAMIAN EMILIO AKERMAN!!.


@elgallogustavo.



                                         Foto: gentileza, Prensa Deportivo Morón.

miércoles, 22 de marzo de 2017

DERROTA EN LA AGONIA Y VERGÜENZA A LA SALIDA

En el segundo minuto de descuento, y luego de un centro desde la izquierda, enviado por Guillermo Sánchez, un pique antojadizo y afortunado, que elevaría el balón mucho más allá del alcance lógico de Nicolás Minici, le dejaría la pelota servida en el pecho a Diego Dorregaray, para una vez dominado el balón y encarados los últimos metros del área chica del Gallo, doblegar a Milton Alvarez (nuevamente de gran partido, con un par de intervenciones determinantes, para sostener el cero hasta el tiempo agregado), con un remate preciso, rasante y cruzado sobre el palo derecho del “uno” del Gallo.

De esta manera, y con este gol casi imprevisto, en la agonía del partido, el equipo de Fernando Ruiz se alzaría con un triunfo impensado, sólo segundos antes, a poco del cierre de un partido chato y mal jugado por ambos, que parecía encaminarse irremediablemente, a un inexorable y justificado empate en cero, que calificaba de la forma más meridiana, un pobre partido entre el líder del torneo y uno de sus escoltas, por la 22° fecha del torneo de la Primera “B”.

Antes de ese fatídico segundo minuto de descuento, de los tres agregados por Gastón Meineri, árbitro del encuentro, hubo un cotejo que tuvo al mejor Morón por apenas un cuarto de hora, hasta que la lesión de Javier Rossi obligara a Walter Otta a variar el esquema táctico pensado y ensayado en la corta semana, desde el triunfo del pasado viernes, antes Estudiantes de Buenos Aires, en el Nuevo Francisco Urbano, punto de inflexión a partir del cual, al Deportivo Morón le resultaría cada vez más difícil volver a hallar el “norte” del desarrollo, perdiendo la tenencia del balón y con ella, permitiendo el adelantamiento y presión de un Atlanta, limitado al ensayo repetido de “pelotazos”, en procura de su “faro” ofensivo, Leonardo Ramos.

Durante ese lapso, el Gallo evidenciaría rastros de las razones futbolísticas que lo han llevado a liderar el campeonato, con la buena gestión de Nicolás Ramírez apostado sobre la franja izquierda, para intentar desequilibrar con su gambeta en velocidad y habilitar a los dos puntas definidos en la oportunidad por Walter Otta, con Javier “Bicho” Rossi y Damián Emilio Akerman, juntos y desde el inicio.

Sin embargo y como quedara dicho, el imponderable de la lesión de Rossi, determinaría cambios nominales y posicionales que cambiarían el esquema pensado y diseñado por el cuerpo técnico del Gallo, desconcierto que aprovecharía el “Bohemio” para “copar” el mediocampo y comenzar a dominar el balón, aunque sin generar real peligro sobre el arco de Milton Alvarez, y cuando pudo lograrlo, merced a algún desborde del mismo Dorregaray (autor del agónico gol) o de los laterales de Atlanta, emergería la figura repetida de Alvarez para sostener el cero, sumado a otro muy interesante partido de Franco Racca, lamentablemente opacado por su expulsión por doble amarilla, en el tercer minuto de descuento, cuando Morón era todo desconcierto y estupor por el punto que se le habría de escurrir en la última jugada del encuentro.

Así las cosas, el Deportivo Morón regresaría de su excursión por el “León Kolbowski” de Villa Crespo, con una derrota posible en la previa, por la exigencia del rival y la historia “negra” de un Atlanta y un escenario estadísticamente esquivos, resignando ante el “Bohemio” su racha invicta de dieciocho cotejos, aunque no la punta del torneo, que a pesar de la caía resulta patrimonio exclusivo del Gallo, con una unidad por encima de su vencedor del martes por la noche.

Ahora, a cambiar rápidamente el “chip” y a pensar en Comunicaciones, otro de los animadores del certamen, que llega en alza y distante apenas cuatro puntos del Gallito, examen complicado para los dirigidos por Otta, y a la vez, una buena medida para auscultar la incidencia de la derrota con Atlanta y la capacidad de recuperación del único líder del torneo.

“Un tropezón no es caída”, y “a golpes se hacen los hombres”, solían decir nuestros abuelos…, aunque para “golpes”, en la noche de Villa Crespo, hayan estado los recibidos por la delegación dirigencial del Gallo que, artera, cobarde y con el “permiso” inocultable de una inacción policial vergonzosa, resultara agredida por un grupo de quince delincuentes, con la camiseta de Atlanta, que por fortuna no tuvieran un arma de fuego o, de lo contrario, la presente crónica tendría ribetes de tragedia.

Vergonzante “zona liberada”, de un operativo policial paupérrimo y cómplice, cuyo accionar indignante y desaprensivo, permitiera el ataque incalificable a nuestros dirigentes y miembros de prensa oficial que, sólo por fortuna, entre golpes, “cascotazos” (al presidente de la institución, Alberto Meyer, habrían de arrojarle un adoquín, ante la mirada impávida de los uniformados, distantes a sólo diez metros del hecho) y agresiones de todo tipo y calibre, pudieran finalmente retirarse de regreso a casa, con vida y sin lesiones graves o de consideración.

Por eso, cuando escuchamos a funcionarios de organismos de seguridad deportiva, que deambulan en “giras mediáticas”, dando cátedra sobre soluciones “mágicas” que permitan el regreso del público visitante, o dirigentes de entidades de nuestro fútbol, que se “rasgan las vestiduras” públicamente al referirse al “flagelo” de la violencia en el fútbol, deberíamos recordarles que unos, tendrían que inicialmente cumplir su función específica de prevención y control en los espectáculos deportivos, a fin de garantizar la protección de los asistentes a los mismos, y los otros, “comenzar por casa” y cuidar a las delegaciones visitantes, velando por la integridad física de cada uno sus integrantes, de la misma forma que lo hacemos en nuestra institución, ante cada comitiva que nos visita en el Nuevo Francisco Urbano.

Porque, tanto unos como otros, en la noche de Villa Crespo, “brillaron olímpicamente por su ausencia", dejando librados a dirigentes y prensa oficial de Deportivo Morón, a su entera “suerte”, abandonados a que la mera fortuna, como finalmente ocurriera, permitiese que hoy pudieran contarlo, como otra “anécdota” amarga de este fútbol nuestro, enfermo de irracionalidad y violencia, por inacción y desidia de quienes deben protegernos y velar por nosotros y, sin embargo, se dedican a declamar hacia afuera, mientras se hacen los “distraídos” hacia adentro.


Borrón y cuenta nueva. A ganarle a “Comu”, que seguimos punteros… y vivos.


@elgallogustavo.



                                       Foto: gentileza, Prensa Deportivo Morón.

lunes, 20 de marzo de 2017

A Villa Crespo, por una de esas victorias que perfilan sueños

Luego del importante triunfo ante Estudiantes de Buenos Aires, del último viernes por la noche, en el Nuevo Francisco Urbano, este martes 21 de marzo, desde las 21.05, el Deportivo Morón deberá afrontar otra prueba de carácter, ante otro de los serios aspirantes al título, cuando visite al siempre complicado e históricamente esquivo, Atlanta, en el “León Kolbowski” de Villa Crespo, con el arbitraje de Gastón Meineri  (con José Mendoza y Ernesto Brusca, como asistentes uno y dos, respectivamente, y Alejandro Ramírez en carácter de cuarto árbitro) y la televisación en vivo de TyC Sports, en el marco de la vigesimosegunda fecha del torneo de la Primera “B”, temporada 2016/2017.

Líder absoluto y solitario de la categoría, con cuatro puntos de ventaja sobre el propio “Bohemio”, que viene de derrotar por la mínima a Talleres de Remedios de Escalada y de Defensores de Belgrano, que proviene de una derrota 2-1 ante Villa San Carlos, en el “Genacio Sálice”, el equipo de Walter Otta afrontará otro de esos partidos que marcan rumbos y aspiraciones a futuro, ante un durísimo rival, que en caso de traducirse en una victoria trascendente, le permitirá mantener la punta (y hasta profundizar ventajas, de acuerdo al resultado que obtenga el “Dragón” ante la UAI Urquiza) y una racha invicta que ya acumula 18 encuentros sin caídas.

Para visitar al “Bohemio”, el Gallo recuperará a su capitán, Emiliano Mayola, quien ante el “Pincha” cumpliera con la fecha de suspensión, por haber alcanzado el límite de cinco tarjetas amarillas acumuladas, aunque resignará a su jugador “diferente”, como lo es Gerardo Martínez, quien luego de concretar su gol antológico con Estudiantes de Buenos Aires, y ante una infracción en mitad del campo, en tiempo de descuento, alcanzara también su quinta amonestación en fila y se perderá el cotejo ante Atlanta.

Para el primero de los casos, Walter Otta tiene más dudas que certezas, dado el rendimiento parejo y superlativo de toda su línea defensiva, por lo que cual resulta casi imposible aventurar por estas horas, quién efectivamente saldrá del equipo, para dejar su lugar al capitán del equipo. En el caso de Gerardo Daniel Martínez, su reemplazante se dirimirá entre Rodrigo “Rengo” Díaz y Matías “Pichín” Pardo, dos jugadores de características diferentes, pero de idéntico relieve y categoría.

En consecuencia, este martes 21 de marzo, desde las 21.05, en Villa Crespo, el Deportivo Morón tendrá otro desafío importante, para continuar cimentando aspiraciones y persiguiendo objetivos trascendentes, ante un rival “nada Bohemio” y directo en la lucha grande por el ascenso, así como decididamente esquivo desde lo estadístico, como Atlanta.

Aunque, como suele decirse en el ambiente del deporte en general, y del fútbol en particular: “las estadísticas están hechas para romperse”.


A Villa Crespo, por una de esas victorias que perfilan sueños.


@elgallogustavo.



                                        Foto: gentileza, Prensa Deportivo Morón.

sábado, 18 de marzo de 2017

Golazo y punta para “pinchar” a Estudiantes y seguir soñando

En la noche de viernes del Nuevo Francisco Urbano, el Deportivo Morón consiguió un triunfo de esos que alimentan ilusiones y reafirman aspiraciones de grandes objetivos, al derrotar por dos a cero, al siempre complicado e incómodo Estudiantes de Buenos Aires, cuarto en la tabla de posiciones y otro de los serios candidatos al título, para consolidar su liderazgo en soledad, ahora con cuatro puntos de ventaja sobre Defensores de Belgrano (derrotado, a primera hora, por Villa San Carlos, en el “Genacio Sálice”) y estirar su racha invicta a 18 partidos sin reveses, precisamente desde hace exactamente una rueda, cuando el propio “Pincha” de Caseros lo venciera por dos a uno, en el marco de la segunda jornada del actual torneo de la “B”, temporada 2016/2017.

Con un gol psicológicamente preponderante, a los ‘3 del complemento, de un Cristian Lillo en su mejor nivel desde que viste la camiseta del Gallo, tras un gran centro de Nicolás Ramírez, quien minuto a minuto justifica los pedidos de Walter Otta, para su incorporación en el último receso, y un GOLAZO impresionante de ese “genio sin lámpara”, llamado Gerardo Daniel Martínez, quien en su partido 151 “regalando magia pura” con la camiseta de Morón, ensayara en tiempo de descuento, un envío magistral desde la derecha (apenas superada la mitad del campo, desde ángulo sesgado y bien apretado contra la línea lateral), que a centímetros de las manos de Jorge Pucheta (el buen arquero visitante), la pelota comenzara a tomar una “comba” que la alejara lenta y definitivamente de sus guantes, para transformarse en el 2 a 0 definitivo, con otra “obra de arte”, de las que ya nos tiene gratamente acostumbrados Gerardo Martínez.

En el medio de ambos episodios, hubo un encuentro duro y disputado, donde el Deportivo Morón ejerciera el dominio de las mayores ambiciones y el control de las acciones, con la reiterada y sana costumbre de jugar la pelota pegada al piso, a uno o dos toques como máximo, explotando para el desequilibrio ofensivo, la velocidad y habilidad de sus dos “rapiditos” por afuera, como Nicolás Ramírez por izquierda y Leandro Guzmán sobre derecha, ambos en un gran nivel, desequilibrantes e imparables para cualquier defensa.

Sumado a ellos, el talento de Gerardo, la categoría de Emmanuel Giménez, la prodigalidad generosa de Lillo, una defensa sólida y solidaria (con la figura destacada de Franco Racca) y la participación vital de Milton Alvarez, autor de dos atajadas monumentales, que podrían haber modificado el rumbo final del resultado (una de ellas, una triple contención, en el primer tiempo, y la segunda, un mano a mano exponiendo coraje y físico, en tiempo cumplido), convertirían al equipo de Walter Otta en un merecido ganador, jugando al fútbol cuando debió y pudo hacerlo, y poniéndose el “overol” para sostener el encuentro, cuando el desarrollo lo imponía y el rival lo exigiera.


De esta forma, con tres puntos fundamentales en sus alforjas, el Gallo sumaría 38 unidades, para conservar en soledad el liderazgo del torneo, y aguardar con renovada confianza en sus virtudes individuales y colectivas, otro complicado desafío, el próximo martes a las 21.05, cuando sea tiempo de mediarse con Atlanta en Villa Crespo, en otra buena medida para consolidar sueños y refrendar credenciales de aspirante a grandes cosas.


@elgallogustavo.



                                        Foto: gentileza, Prensa Deportivo Morón.

jueves, 16 de marzo de 2017

A “cortarse” en la punta…, sin “Pinchar”.

Luego del regreso al “ruedo” oficial, con igualdad en uno frente a Tristán Suárez, en el “Estadio 20 de Octubre”, en un partido cuyo resultado final, debió haber sido más afortunado con el Deportivo Morón, y sin demasiado espacio para el descanso, este viernes desde las 20.05, el Gallo afrontará otro compromiso de riesgo, en el marco de la 21° fecha del torneo de la Primera “B”, cuando reciba en el Nuevo Francisco Urbano, la visita del siempre complicado Estudiantes de Buenos Aires, otro de los rivales directos en la lucha por el ascenso, cotejo que será arbitrado por Lucas Di Bastiano y transmitido en directo por la señal de cable TyC Sports.

Unico líder con 35 unidades, y un invicto impresionante de 17 encuentros sin reveses, el equipo de Walter Otta se topará, precisamente, con uno de los dos conjuntos que lo derrotaran en la primera rueda, cuando en Caseros, un Morón errático en las primeras dos fechas, cayera por dos a uno, para sumar cero de seis puntos en juego, en los albores de la actual temporada 2016/2017.

Hoy, con una realidad absolutamente distinta, el sólido y atildado puntero de la categoría, buscará sumar de a tres para mantener a distancia a su único escolta, Defensores de Belgrano (con 34 puntos) y al mismo Estudiantes de Buenos Aires que, al igual que Platense, se ubican apenas por debajo en la tabla de posiciones, con 32 unidades, un punto más que Atlanta, otro complicado rival en el horizonte cercano del Gallo, más precisamente el próximo martes 21 del corriente, a las 21.05, cuando deba visitarlo en el “León Kolbowski” de Villa Crespo, con el arbitraje de Gastón Meineri y la TV en vivo de TyC Sports.

Para recibir al “Pincha”, en la noche del Oeste, el once de Otta sufrirá la baja obligada de su capitán, Emiliano Mayola, quien ante el “Lechero” arribara a la quinta tarjeta amarilla acumulada, para lo cual el cuerpo técnico del Gallito deberá definirse entre el ingreso de Cristian Broggi, Valentín Perales y hasta Nicolás Minici, todas alternativas viables, dentro de un plantel rico en opciones y jerarquía de relevos.

Así las cosas, el Deportivo Morón reeditará un enfrentamiento no clásico, pero sí rico en historia y rivalidad, ante uno de esos equipos tradicionales de la categoría, siempre incómodo y complicado de cotejar, con la obligación de mantener la punta en soledad y continuar justificando su “chapa” de candidato, ilusión que desvela al Pueblo del Gallo, desde hace nada menos que 27 largos años.

La invitación está hecha: la cita es este viernes 17 de marzo, desde las 20.05, en un Nuevo Francisco Urbano que seguramente estallará de color y calor, para enmarcar el capítulo 21, de una historia y un equipo que sin dudas nos animan a soñar.


A “cortarse” en la punta…, sin “Pinchar”.


@elgallogustavo.



                                        Foto: gentileza, Prensa Deportivo Morón.

martes, 14 de marzo de 2017

EL GALLO MERECIO MEJOR SUERTE, PERO DEBIO CONFORMARSE CON UN PUNTO

Y un día la espera llegó a su fin.

Luego de la pretemporada “más larga del mundo”, atípica situación propia de un cuento jamás imaginado por Osvaldo Soriano, el Deportivo Morón pudo volver a disputar un partido oficial, tras 66 “eternos” días de entrenamientos y encuentros amistosos de puesta a punto, para reiniciar el torneo de la Primera “B”, que lo tiene como líder del certamen, nada menos que visitando a uno de los dos equipos capaces de derrotarlo en la primera rueda, tal el caso del Tristán Suárez de Daniel Bazán Vera, un “conocido” del Gallo por sus goles padecidos con diferentes camisetas y su pasado e identificación declarada por Almirante Brown, nuestro “vecino” interdistrital y antagonista histórico.

Con la base del plantel que llegara al receso de verano en la punta de la competencia, a excepción de la salida de Nicolás Gásperi, quien rescindiera su vínculo para incorporarse a Brown de Adrogué, en la “B” Nacional y, como contrapartida, el único arribo de Nicolás Francisco Ramírez, volante procedente de Los Andes, y que Walter Otta dirigiera en su paso por Unión de Mar del Plata, el Gallo llegaba al “20 de Octubre” con la premisa de sumar (si fuera posible de a tres), para recuperar el liderazgo en soledad, compartido momentáneamente con Defensores de Belgrano, luego del triunfo por la mínima del “Dragón”, ante Deportivo Español, con el cabezazo de Luciano Goux.

De arranque, el once de Walter Nicolás Otta volvería a evidenciar las razones que lo llevaran a erigirse clara y merecidamente, en el mejor y más regular equipo de la rueda inicial: dominio del balón, búsqueda de los espacios libres de la cancha, utilización de las bandas para el desequilibrio ofensivo, juego atildado a uno o dos toques y presión alta, para recuperar rápidamente la tenencia de la pelota, provocando el error del rival, para desde el minuto inicial tener como “norte” el arco de Nicolás Tauber, arquero “Lechero”, quien desde bien temprano comenzaría a justificar su “sueldo”.

En efecto, en una primera etapa de gran nivel individual y colectivo, con Gerardo Daniel Martínez dirigiendo la “orquesta”, en virtuosa asociación con Emmanuel Giménez por el centro, Leandro Guzmán por el sector derecho y, fundamentalmente, el debutante Nicolás Ramírez por el carril zurdo, el puntero del campeonato comenzaría a justificar con creces la diferencia inicial, que recién habría de concretarse sobre los ’19 de la primera etapa, luego de un desborde y posterior centro del habilidoso ex “Milrayitas”, para que Javier Rossi se llevara toda la marca de los defensores de Tristán Suárez, y permitiera que el “Chaco” Guzmán la empujara al gol, capturando el envío rasante de Ramírez.

No conforme con la diferencia mínima, el Deportivo Morón profundizaría su dominio sobre los locales, generando por momentos un verdadero monólogo del Gallito, con pasajes de juego asociado lúcido y de gran calidad y fluidez, aunque sin la suficiente contundencia en los metros finales del arco de Suárez.

De esta forma, y pese a jugar uno de los mejores primeros tiempos del actual torneo, sino el mejor de todos a la fecha, el dominio por momentos abrumador de pelota y territorio no podría traducirse en un dos o tres a cero, más acorde al desarrollo de la etapa, hasta que en tiempo de descuento y en la primera llegada clara del “Lechero”, un centro desde la derecha hallaría demasiado solo al “once” local, Claudio Galeano, para cerrar la primera parte con un empate en uno tan injusto, como de excesivo castigo a la falta de contundencia ofensiva de la visita.

Ya el complemento otorgaría una panorámica absolutamente disímil al del primer tiempo, con un juego más trabado y reñido en mitad del campo, a partir de un Tristán Suárez situado a jugar unos metros más arriba y un Morón que pareció no recuperarse jamás de aquél empate tan ajeno a la verdadera naturaleza del partido.

Con algunas situaciones en ambos arcos, como un remate desde afuera de Matías Pardo, que generara una gran reacción de Nicolás Tauber y, como contrapartida, un remate en el palo de Lucas Farías, el partido habría de tomar la forma de un empate ajustado a los merecimientos de ambos en la etapa, y que, en definitiva, al Deportivo Morón le permitiría mantener una luz de ventaja sobre Defensores, para conservar el liderazgo del torneo en soledad.

Con un gran primer tiempo y un complemento más parejo y deslucido, Paulo Vigliano, árbitro del encuentro, marcaría el centro del campo y con dicho gesto, el final del partido, en un balance de los ’90 donde Morón mereció mejor suerte y debió conformarse con un empate con sabor a poco.

Ahora le aguardan dos cotejos tan exigentes como trascendentes, para las aspiraciones de punta del Gallo, primero cuando reciba a Estudiantes de Buenos Aires, en el Nuevo Francisco Urbano, el viernes 13 desde las 20 y, tan sólo cuatro días más tarde, deba emprender un viaje de riesgo hasta el “León Kolbowski”, para visitar al siempre complicado y esquivo Atlanta, nada menos que en Villa Crespo, desde las 21.


Y un día volvió el fútbol, y retornó también el líder del campeonato de la Primera “B”, con una actuación más que auspiciosa, para continuar cimentando sus justificadas aspiraciones de hacer historia.


@elgallogustavo.



                                        Foto: gentileza, Prensa Deportivo Morón.


lunes, 13 de marzo de 2017

A jugar por los puntos...

Y un lunes de marzo terminó la espera…
Luego de la “pretemporada más larga del mundo”, consistente en nada menos que 66 días casi efectivos, desde el pasado 6 de enero en adelante, fecha del regreso a los entrenamientos del plantel profesional, al término de la licencia de verano, el Deportivo Morón de Walter Nicolás Otta podrá finalmente jugar su primer partido oficial en 2017, para recuperar el liderazgo del torneo en soledad, tan sólo con un empate, tras el triunfo de la víspera de Defensores de Belgrano, en el Bajo, por la mínima y con el cabezazo de Luciano Goux.
Para ello, el Gallo deberá afrontar una visita de riesgo, para enfrentar a Tristán Suárez, este lunes desde las 17, en el “Estadio 20 de Octubre”, sin TV de “aire” y el arbitraje de Paulo Vigliano, un “Lechero” que constituyera uno de los dos equipos capaces de derrotar al Deportivo Morón, durante las diecinueve jornadas de la primera rueda, del torneo de la Primera “B”, temporada 2016/2017.
Con varias dudas, “agradable” consecuencia de contar con un plantel con recambio de calidad y jerarquía, y todos sus integrantes en un gran nivel y saludable competencia interna, el técnico deberá decidir si se inclina por Juan Ferreira o Cristian Broggi en el lateral derecho, y en la banda opuesta, optar entre Nicolás Martínez y Nicolás Minici.
Asimismo, el gran nivel de toda la línea de volantes, ocasiona que el cuerpo técnico conserve algunas incógnitas en ambos carriles, con las alternativas de Matías Pardo y Leandro Guzmán por el diestro, así como del propio “Pichín” o la única incorporación del receso “eterno”, Nicolás Francisco Ramírez, sobre el lado opuesto, un Ramírez que proviene de Los Andes, y que Otta ya lo conociera de su paso por Unión de Mar del Plata.
En definitiva, con un plantel firme y consolidado, futbolísticamente en buen nivel de competencia, luego de diez amistosos de pretemporada (la mayoría de ellos, disputados con equipos de categorías superiores, como Almagro, All Boys y Argentinos Júniors de la “B” Nacional, y hasta de Primera División, tales los casos de Independiente de Avellaneda y San Lorenzo de Almagro), y casi idéntico al que finalizara como merecido puntero de la primera rueda, a excepción de la referida llegada de Nicolás Ramírez, y la partida de Nicolás Miguel Gásperi, quien emigrara a Brown de Adrogué, para jugar en la “B” Nacional, el Gallito buscará tomarse revancha de uno de los dos conjuntos que lo superaran el semestre pasado (al otro lo verá el próximo viernes, en el Nuevo Francisco Urbano y por la fecha 21, como lo es Estudiantes de Buenos Aires), para retomar el liderazgo del campeonato en soledad y seguir cimentando la ilusión de todo el Oeste.
La espera llegó a su fin y vuelve a rodar la pelota, en lo que pudiera llegar a constituir el semestre más trascendente del Deportivo Morón, en los últimos (casi) 27 años de “sueños rotos”.
@elgallogustavo.
                                    Foto: gentileza, Prensa Deportivo Morón.

jueves, 9 de marzo de 2017

A las "Mujeres del Gallo"...

Son las que nos contagiaron e inculcaron esta pasión, o en su defecto, acompañaron este amor, aún sin saber demasiado de fútbol. 


Son las que festejaron con nosotros, a la hora del triunfo, y las que secaron nuestras  lágrimas y “bancaron” nuestra amargura y malos humores, ante alguno de los tantos “cachetazos” que el fútbol ha sabido propinarnos; aguardándonos con ese mate compañero, compresivo y cariñoso que, más que una simple infusión de yerba, resultaba un auténtico bálsamo y una amorosa caricia para nuestra atribulada alma, en especial durante los últimos 26 (ya casi 27) años de socios e hinchas.

Son las que se entristecieron in situ o desde casa, frente a la tele y con algún relato partidario de fondo, la tarde-noche aciaga de Florencio Varela, cuando nuestros sueños compartidos se hicieron trizas, en cuestión de un par de segundos, aún increíbles y dolorosos a la distancia.

Son las que sufrieron, primero por el resultado del partido y luego por la suerte e integridad física de los suyos y de sus compañeros de sentimiento, en la tarde del “viejo” Francisco Urbano y Deportivo Español, las manos de Loza, los goles anulados y los incidentes posteriores, en el comienzo del final anunciado de nuestro mítico estadio.

Son las que nos acompañaron desde el baby, para intentar hacer realidad nuestro insistente sueño de jugar en la primera del Gallo, comprándonos la “pilcha” con esfuerzo y siguiéndonos a todas la canchas con infinita paciencia, aunque más tarde la suerte, la falta de constancia o la ausencia de verdadero talento, nos hayan disuadido de una quimera tan lejana como hermosa mientras durase.

Son las que colaboraron y continúan haciéndolo en todas las áreas, participando a diario en las diversas actividades y eventos del club, con ese amor y apasionamiento únicos que les proviene de género, y que a nosotros, desde la vereda de enfrente, nos resulta al mismo tiempo, tan incomprensible como admirable.

Son las Angélica Cado de Pagano o Nelly Grosso, capaces de acompañar a los “padres fundadores” de esta pasión, por descabellados que pudiesen resultar sus sueños compartidos, a los ojos de terceros, lavando la ropa a mano de un plantel entero, partido tras partido y en cada entrenamiento, o bien ayudando codo a codo y ladrillo por ladrillo, a levantar el gimnasio cubierto, desvelo de su marido y de sus hijos propios y ajenos.

Son las que, no tan ilustres desde la significancia de sus apellidos, pero con idéntica pasión e importancia para el devenir de nuestra historia común, las podemos ver en el paraavalanchas o agitando con orgullo su bandera en la platea, de nuestro “viejo” Francisco Urbano y ahora en el Nuevo, con igual o más pasión y fidelidad que muchos de ustedes y nosotros juntos, y con bastante más bagaje futbolero que hasta algún (ex) presidente o miembro de comisión directiva, cuyo apellido reservamos pero todos conocemos.

Son las que también desde el anonimato, permitieron y permiten que sus “hombres” dediquen horas de su tiempo personal, familiar, de pareja y hasta comercial y laboral, a este loco y agridulce amor, para que puedan desarrollar sus tareas de gestión dirigencial o colaboración institucional, con la impagable tranquilidad mental y de espíritu, a sabiendas que sus hogares y diferentes frentes internos se hallan siempre bien cubiertos.

Son las que quizá ya no estén a nuestro lado, pero que continúan alentando desde el cielo, cuidándonos también, aún de grandes y a la distancia únicamente física, procurando tal vez torcer algún final apretado con necesidad de victoria, a través de sus “influencias” celestiales.

Son las que por convicción propia o acompañamiento, llegaron primero de la mano de sus padres, más tarde del brazo de sus novios y esposos, para luego llevar a sus hijos en el regazo, y años mediante, tal vez a sus nietos, para completar el ciclo vital de un género tan noble como hermoso, que embellece los estadios y perfuma sus ambientes.

Son, en definitiva, nada más y nada menos que las MUJERES DEL DEPORTIVO MORON.

UNICAS, IRREPETIBLES…, Y DEL GALLO.


@elgallogustavo