lunes, 22 de abril de 2024

"Desmoronados"

Un Morón sin respuestas futbolísticas ni anímicas, "deambuló" sin rumbo por Río Cuarto y volvió a perder, casi sobre el final de otro pobre partido de los dirigidos por Fabián Nardozza, para "hivanar" su segunda derrota consecutiva, con apenas un punto de los ultimos nueve en disputa.

Otra vez, cometiendo errores decisivos para el resultado, en su extrema defensa, con un mediocampo sin ideas y una ofensiva ausente, el Gallo prolongó su pálida imagen de hace una semana atrás, en la caída frente a Colón de Santa Fe, en el Oeste, claro está que esta vez, se vio superado por un equipo muy inferior al "Sabalero", que más allá de la buena racha que atraviesa de momento, demostró ser un conjunto "ordinario" y de escasos recursos, pero aún así, mejor que un Morón para el olvido y de lo más pobre visto en los últimos tiempos.

Con el regreso de Facundo López, al once inicial, en lugar de Rodrigo Arciero y por consiguiente, con el corrimiento de Brian Machuca, una vez más, como lateral diestro, en el primer tiempo y tras algunos minutos de dominio local, Morón supo acomodarse mejor al partido, por lo menos desde lo territorial, pero con un manejo del balón  intrascendente, tanto es así que apenas lograría inquietar al arquero local, con un par de remates de larga distancia, a cargo de Juan Manuel Olivares y en una "trepada" ofensiva de Agustín Gómez, en la única acción sorpresiva, de una visita repetida, previsible y hasta podría decirse que temerosa en sus movimientos, para no cometer algún yerro que le cueste el partido (como finalmente sucedería, pese a tanto recaudo táctico).

Cierto es que, por el lado de Estudiantes de Río Cuarto, la cosa no resultaría muy diferente, puesto que también llegaría hasta el arco de Juan Martín Rojas, con remates desde afuera del área, con un modestia de conjunto similar a la visitante y en ese contexto, redondear un primer tiempo para el "bostezo" general.

Ya en el complemento y de manera inexplicable, Morón retrocedería unos metros en el campo de juego y abandonaría la insinuación de dominio, esbozada sin éxito en buena parte del primer tiempo, para cederle el control del balón y el terreno a un local, con apenas un puñado de ideas, pero con la ambición que el Gallo dejaría "olvidada" en el vestuario, tras el entretiempo.

Y de a poco, Estudiantes de Río Cuarto se iría animando y llevándole peligro al arco de Rojas, a la postre, casi lo único rescatable de otra actuación individual y colectiva preocupante.

Primero con un desborde de Ignacio Abraham, el lateral zurdo local, de un segundo tiempo fundamental para el "León del Imperio", cuyo remate seco y fuerte, resultaría bien rechazado por Rojas y en el rebote, hasta pareció penal de Nicolás Henry en perjuicio de Francisco Romero, otro de los destacados en un complemento, donde las ganas de Estudiantes bastarían para marcar claras diferencias con un Morón ausente sin aviso.

Más tarde, otro remate desde afuera del mismo Abraham, pegaría en el poste derecho del arco de Rojas y en un "blooper" afortunado para el "1" visitante, el rebote daría en su espalda y luego en el travesaño, permitiéndole a Rojas recomponerse y rechazar con el pie, desde el piso, ante la pasividad de sus compañeros de defensa.

Y cuando parecía que el partido se encaminaba a un cero a cero que "castigaba" al local y "calificaba" al visitante, al Gallo se le terminaría la "fortuna" en la noche de Río Cuarto, cuando el lateral diestro y otro de los buenos valores de Estudiantes, Valentín Fenoglio, ensayara un centro desde la derecha, que de manera increíble, encontraría a toda la defensa de Morón, "corrida" hacia su izquierda, tanto es así que Francisco Romero aparecería solo y por sorpresa, por el segundo palo, para poner de cabeza el 1 a 0, a los 40 minutos del segundo tiempo.

Como respuesta, el Gallo apenas contestaría con un buen remate desde lejos de Gastón González, rechazado por encima del travesaño, y por si fuera poco, en el segundo minuto agregado, una "pifia" de Facundo López, en el cierre de una pelota alta y al fondo, le permitiría al ingresado Tomas González, lucirse con una gran definición sobre el cuerpo de un Rojas adelantado, para "clavarla" entre el poste izquierdo y el travesaño y sellar el 2 a 0 de Estudiantes, en Río Cuarto.

Sin tiempo para más, ni ideas o siquiera rebeldía para intentar algo distinto, el pitazo final encontraría a los jugadores del Gallo con la "cabeza gacha", símbolo inequívoco de un Morón impotente en lo individual y confundido en lo colectivo.

"Desmoronados".


@elgallogustavo.



       📸: Deportivo Morón.


domingo, 14 de abril de 2024

Hizo "agua"...

En una jornada para un rápido olvido, Morón nunca pudo “hacer pie” frente a uno de los máximos candidatos al ascenso, y no sólo por la incesante lluvia y el consecuente barro de una noche impiadosa de tormenta, sino por la jerarquía individual y colectiva que impondría durante los 90’, un Colón de Santa Fe que resolvería el pleito, en apenas un tiempo, para luego administrar ventaja y juego, por momentos, casi a voluntad.

Con el regreso de Rodrigo Arciero a la banda derecha de la defensa, en reemplazo del suspendido Facundo López, expulsado hace una semana en Isidro Casanova, el equipo de Fabián Nardozza jamás encontró el rumbo de un desafío complicado desde el a priori, pero que se iría haciendo aún más “cuesta arriba”, con el correr de los minutos, en un campo de juego imposible por las condiciones climáticas y un rival también, paulatinamente imposible, pero por las condiciones de sus nombres propios.

Así las cosas, mientras el barro y la lluvia conspiraban contra la posibilidad que los de “mejor pie” del local, pudiesen hacerse del balón para intentar progresar desde el juego asociado, obligando a Morón a cambiar su “libreto”, por un estilo más directo, de menos traslado y más pelotazos, la mayor parte del tiempo sin destino cierto, el “Sabalero”, desde la categoría de Sebastián Prediger para hacerse dueño del mediocampo, bien secundado por Alexis Sabella y Federico Joudan, comenzaría a encontrar los mejores sectores para “lastimar” al Gallo, en especial, por la franja derecha de su ataque, a espaldas de Nicolás Henry y el cierre forzado de Agustín Gómez.

Y precisamente en ese “hueco”, tras un par de intentos previos (con una gran atajada de Juan Martín Rojas), Colón hallaría la primera ventaja, a los 20’ de juego, en una acción muy similar al gol del empate de Almirante Brown, la fecha pasada: Henry que rechaza de cabeza y queda adelantado, lo que posibilita la habilitación de Jourdan por derecha, con destino a un solitario Braian Guille (intratable e incontenible durante toda la destemplada noche del Oeste), que aprovecharía el “señuelo” que el propio Jourdan ensayaría con su diagonal hacia el centro, para atraer la atención de los centrales del Gallo y permitir que Guille llegase casi debajo del arco, sólo perseguido por Juan Manuel Olivares, desde atrás y con temor de cruzarlo y cometerle penal, para que el “falso 9” de Colón (a la postre, el mejor del partido y de una visita con varios puntos altos), para definir entre las piernas de Rojas, en su intento de “achique”.

Si el desarrollo del encuentro ya le resultaba esquivo a Morón en el 0 a 0, con los problemas de siempre en el fondo, sin poder dominar la pelota en el medio y con envíos frontales sin destino en ofensiva, en ventaja la visita iría ganando en confianza y asentándose mejor que Morón en su propio campo de juego, por cuanto no seria de extrañar que llegara al 2 a 0, a los 43’ del primer tiempo, luego de un desborde por izquierda, el posterior centro que no podría ser rechazado en el área del Gallo, “pifia” mediante, para que Ignacio Lagos aprovechara tantas ventajas juntas, para llevarse la pelota y someter por segunda vez a Rojas, con un remate potente y alto, contra el poste de mano diestra del arquero de Morón.

Mientras tanto, la única que generaría el local en aquella primera etapa, sería un cabezazo de Gonzalo Berterame (bien contenido por Manuel Vicentini),  ingresando al área, como siempre en diagonal, tras un centro desde la izquierda de Nicolás Henry.

Ya en el complemento, bajo una “cortina” de agua y un terreno decididamente intransitable, Colón manejaría terreno y balón, por momentos casi a voluntad, con chances claras para aumentar la cuenta, un par de ellas resueltas “in extremis” por Juan Martín Rojas.

Recién en el último cuarto de hora, cuando las reservas físicas visitantes parecieron comenzar a escasear, Morón pudo llevar algo de peligro a un muy cómodo Vicentini, más a fuerza de voluntad que de lucidez ofensiva.

Entre la impiadosa lluvia, el barro y la impotencia local, el partido se extinguiría con el triunfo 2 a 0 del “Sabalero”, que bien pudo ser incluso más amplio, por la jerarquía individual y colectiva de un Colón, que resultó demasiado para las limitaciones de Morón, que ante uno de los grandes candidatos “hizo agua” y no dio la medida.

Ahora, a visitar Río Cuarto.

 

@elgallogustavo.




domingo, 7 de abril de 2024

Era "Fragata" hundida y Morón le perdonó la vida

Morón hizo (casi) todo para volverae de Casanova con los tres puntos, pero debió conformarse con un empate a uno, refrendable en la previa, pero con gusto a poco, por cómo se dio el trámite del partido.

Y es que el Gallo fue más que Almirante, en el global de los 90', fue protagonista y superó en el juego al local, que no tuvo otra opción que jugar de contragolpe, aún frente a su gente, y cuando Morón se quedó con un jugador de menos, a falta de quince minutos para el cierre del encuentro, aún así el equipo de Nardozza no se vio desbordado por un modesto Brown, pudiendo incluso llevarse el partido, en los pies de Gonzalo Berterame, el mejor de la cancha y autor de la apertura del marcador, en el epílogo de la primera parte.

Con los retornos desde el minuto cero, tanto de Ezequiel Rescaldani como de Santiago Sala, en reemplazo de Matías Romero y Jonathan Cañete, respecto del once de inicio frente a Atlanta, desde el pitazo inicial de Yamil Possi, Morón se plantó en terreno rival y poco le importó el escenario adverso, ya que asumió el protagonismo casi exclusivo del encuentro, con el buen andar de sus medios, tanto de Gastón González como de Juan Manuel Olivares, sumados a un Julián Vitale cada vez más asentado como único volante central y el gran momento de Berterame, que volvería a anotarse en el marcador, por segundo cotejo consecutivo, importante en el retroceso defensivo y preponderante en cada diagonal en el áerea contraria.

Sin pasar zozobras en defensa, aunque sin inquietar tampoco en el arco de enfrente, el Gallo parecía encaminarse a un cero a cero parcial, con buenas sensaciones, pese al domino territorial y de balón no traducido en situaciones de riesgo, hasta que a los 45 de la etapa inicial, González cediera a Nicolás Henry por izquierda y del centro largo y profundo al segundo palo, emergiera Gonzalo Berterame para empujarla de "pecho" al gol y a pesar de la escasez de ocasiones de gol, "premiar" el protagonismo y el andar más sólido del Deportivo Morón en Isidro Casanova.

Y habría tiempo para más, en el agregado, con una patada de expulsión de Facundo Miño, el primer marcador central local, en perjuicio de Rescaldani, que Yamil Possi no se animó a sancionar con la severidad que requería el golpe artero, "maquillando" la sanción con una amarllla, que terminaría por perjudicar a Morón, máxime teniendo en cuenta la diferencia de "vara" aplicada en el complemento, con la roja a Facundo López.

Así como Morón "pegó" al final del primer tiempo, en una de las escasas acciones bien hilvanada por Almirante en todo el partido, casi desde el vestuario el local hallaría un empate impensado, a partir de una gran pelota "filtrada" por Santiago Gauna, entre un adelantado Henry y un Agustín Gómez que no llegaría al cierre, para que el resiliente Brian Fernández, mano a mano con Juan Martín Rojas, la impulse con clase a la red, para convertir su primer gol desde septiembre de 2023, jugando para el Morelia de México y desde 2022 en nuestro medio... Justo frente a nosotros, a los seis minutos del segundo tiempo y en otra falla compartida y costosa de la defensa visitante.

Daba la sensación que, de no haber permitido ese desliz evitable de poner a Brian Fernández, con todos sus problemas personales, pero también con su enorme jerarquía a cuestas, de cara a Rojas, casi en la primera acción sería del complemento, Almirante podría haber intentado toda la tarde sin ideas. Era cuestión de no equivocarse en defensa y Morón una vez se equivocó y permitió que el mejor de Almirante lo aprovechase.

Con el empate en uno y el apoyo de su gente, "La Fragata" se envalentonó y tomó los hilos del encuentro, buscando un triunfo que cortara con 14 años sin festejos ante el Gallito, protagonismo que profundizaría con torpeza y sin argumentos futbolísticos, en los últimos quince de juego, cuando Yamil Possi se volviera a equivocar feo en perjuicio de Morón, con la expulsión por doble amonestación de Facundo López, cuando la primera amarilla ni siquiera había sido infracción.

Sin embargo y pese al jugador de menos, el equipo de Fabián Nardozza no perdería la línea y bien pudo ganarlo en una contra, que encontró una vez más a Gonzalo Berterame frente a Ramiro Martínez, arquero local, pero esta vez se impondria en el duelo personal, el "Mono" y capitán del elenco de Isidro Casanova.

Empató Morón ante Almirante y sumó en un escenario siempre difícil, aunque dado el desarrollo de los 90 y pico, el punto resultara con sabor a poco.

En la goleada ante Atlanta y el 1 a 1 en Casanova, Morón mostró otro semblante individual y colectivo, que ahora deberá ratificarlo nada menos que ante Colón, uno de los líderes y máximos candidatos al ascenso.

Era "Fragata" hundida y Morón le perdonó la vida.


@elgallogustavo.


       📸: Eduardo Fabián Acuña.


lunes, 1 de abril de 2024

Hasta siempre, "Polaco"...

En la mañana de este lunes 1° de abril, se conoció la triste noticia de la desaparición física del "Polaco", Alejandro Estanislao Semenewicz, uno de los mayores emblemas y mejores defensores en la historia futbolística del Deportivo Morón.

A los 74 años, mientras trabajaba siempre ligado al fútbol (en este caso, en la captación de jóvenes talentos en Independiente), la muerte sorprendió tempranamente a aquél que consiguiera el ascenso a Primera con el Gallo, con tan sólo 19 años, en 1968 (había debutado un año antes), para luego de convertirse en ídolo de Morón, en el 70' emigrar a Independiente de Avellaneda, consiguiendo nada menos que cuatro copas Libertadores consecutivas (del 72' al 75') y tres Interamericanas.

También fue uno de nuestros "embajadores" futboleros que llegó a la Selección Nacional, debutando con la "celeste y blanca" en el día de su cumpleaños, el 1° de junio de 1972, frente a Chile en Santiago.

Más tarde, el fútbol llevaría a Alejandro Semenewicz a Colombia, más precisamente a Atlético Nacional, para luego regresar a nuestro país y desempeñarse en Cipolletti de Río Negro,  Platense y cerrar el círculo, nuevamente en el Deportivo Morón, donde se retiraría en 1982, tras 120 partidos con la casaca del Gallito (en dos ciclos, 1967/1969 y 1981/82), con un gol y muchísima gloria.

Hasta siempre, "Polaco".


@elgallogustavo.



Domingo de Pascuas, "resurrección" del Gallo

Y en pleno domingo de Pascuas, la "resurrección" fue del Gallo, que goleó con autoridad 3 a 0, nada menos que a su histórica "bestia negra", Atlanta y recuperó la confianza y la sonrisa, luego de semanas difíciles para el plantel y el cuerpo técnico.

Morón "pegó" en los momentos justos, al inicio de cada tiempo y luego administró la diferencia con inteligencia, quedándose con tres puntos vitales, no sólo para la tabla de posiciones, que lo reubica en zona de clasificación al torneo Reducido, sino y fundamentalmente, para reivindicarse ante su público y cambiar la pálida imagen de los últimos dos partidos.

Y es que el Gallito encontró la primera diferencia en el "amanecer" del partido, luego de un tiro de esquina desde la izquierda, rechazado a medias por el "resbalón" de un defensor "Bohemio", para que el balón le quedara a Gonzalo Berterame (a la postre, la figura del encuentro), cuya excursión rumbo al área fuera detenida con una torpe infracción por Ivo Costantino, el "gigante" delantero centro visitante, que alguna vez se "rumoreara" como refuerzo del equipo de Nardozza.

Luego de un par de minutos de reclamos infundados, por parte del banco de Atlanta, la categoría de Gaston González marcaría la diferencia en el "cara a cara" con Bruno Galván, para poner la pelota alta y en el centro del arco, lejos del alcance del "1" ex Morón, para que la noche empiece a "amigarse" con el irregular andar del Gallo, a los 5 minutos de iniciado el juego.

Tras la temprana apertura del marcador, Morón volvería a cometer el mismo error que ante San Telmo, cediéndole a la visita terreno y balón, sufriendo con algunos envíos áreos al área de Juan Martín Rojas, en especial desde el sector izquierdo, con un Federico Bisansz indescifrable para los defensores locales.

Sin embargo y más allá de algunas zozobras en la "cancha de arriba", la defensa del Gallito no pasaría grandes apuros, con Brian Machuca como lateral diestro (en lugar de Rodrigo Arciero), un gran partido de Facundo López como primer marcador central (en el podio de los mejores de la noche), con Agustín Gómez y Nicolás Henry (otro de buen rendimiento, hasta que sus recurrentes problemas físicos le dijeran "basta") por el andarivel zurdo.

En el mediocampo, Julián Vitale, en su mejor partido desde su arribo, reemplazaría a Pablo Ferreira como volante central, con Berterame a la derecha y Juan Manuel Olivares y Gastón González, ambos de buen partido, alternándose entre externos por izquierda o internos un poquito más adelantados.

Destacable lo de Olivares que, con un desgarro frente a Deportivo Madryn, hace escasos quince días, apuraría los tiempos naturales de su recuperación para cumplir con su técnico y amigo, y devolverle la confianza dentro de la cancha, con gambeta, despliegue y panorama para marcar la diferencia.

En ofensiva, aún sin Ezequiel Rescaldani, Matías Romero volvería a calzarse la "9", con Jonathan Cañete partiendo unos metros más atrás, generando con los medios de buen pie, algunos encuentros interesantes, a uno o dos toques, algo que no se veía en el equipo desde las jornadas iniciales del torneo.

Salvo un cabezazo de pique al piso de Bisanz, ingresando por el segundo palo, Morón se iría al descanso en ventaja y sin sofocones importantes, ganando en confianza en lo individual y colectivo, con el correr de los minutos en aquella etapa inicial, pese al repetido mal estado del terreno del Nuevo Francisco Urbano, que no colabora para nada, con el juego asociado que plantea Fabián Nardozza y su cuerpo técnico.

Ya en el complemento y cuando recién ambos equipos se estaban "acomodando", un "rodeo" de Gonzalo Berterame para dejar fuera de acción a su marcador, haciendo "equilibrio" sobre la línea de banda derecha, habilitaría a Machuca en ofensiva, para prolongar dentro del área a Santiago Sala (una vez más, de muy buen ingreso, en el entrenamiento y por Cañete) y de cuyo centro bajo y "envenenado", Matías Romero la empujara al gol por el segundo palo, para el 2 a 0 de Morón a los 4' de reiniciado el pleito.

En Morón, el 2 a 0 al inicio de la segunda mitad, refundaría en una invalorable cuota de tranquilidad para seguir manejando los tiempos del partido, mientras que en Atlanta operaría el lógico efecto adverso, desdibujando paulatina y definitivamente, a un "Bohemio" sin ideas y desconocido para lo que estamos acostumbrados a "padecer" en cada enfrentamiento, a lo largo de la historia.

De hecho, las jugadas más peligrosas de Atlanta, nacerían de malos rechazos locales, como el cabezazo de Agustín Gómez que obligaría a Rojas a sacarla del ángulo o la "pifia" de Pablo Cáceres que se iría rozando la base del poste derecho.

Como contrapartida, el ingresado Agustín Curruhinca dilapidaría una contra inmejorable, escapando en velocidad y en solitario, rumbo al mano a mano con Galván, pero entendemos que un mal pique, en el control final, le simplificaría las cosas al hoy "1" visitante, para llegar antes y abortar lo que indefectiblemente era gol de Morón.

Hasta que en el segundo minuto agregado, otro contragolpe con superioridad numérica, permitiría que Santiago Sala enfrente a Bruno Galván y con varias opciones de pase por derecha, decidiera jugarse la individual, clavando un golazo contra el parante más lejano del arco visitante, para delirio dentro y fuera de la cancha, consumado el 3 a 0.

En domingo de Pascuas, la "resurrección" fue del Gallo.".

"La casa está en orden". Y ahora llega Almirante.


@elgallogustavo.



      📸: Deportivo Morón.


domingo, 24 de marzo de 2024

Sin respuestas, ahora también de visitante

Morón jugaba un pobre partido en Zárate, carente de ideas y fútbol, que parecía encaminado inexorablemente, a otro empate en cero, en una continuidad de la pálida imagen de la fecha pasada en el Oeste, ante el frágil Deportivo Madryn, hasta que en el cuarto de hora final, un Defensores Unidos "agazapado" de contra, sacaría provecho de los insolubles problemas del Gallo en el retroceso, para ganar la "cuerda" por izquierda (previsiblemente sin lateral natural, por el recurrente cambio de Facundo López por Rodrigo Arciero) y definir la réplica por el lado opuesto, tras el rechazo inicial de Juan Martín Rojas ante el remate de Rodrigo Juárez, usufructuado sin oposición por Franco Caballero.

Iban 29' del complemento y Morón empezaba a complicarse la tarde solo y de manera definitiva, ante un rival tan módico como el propio equipo de Fabián Nardozza, comenzando a quedarse el CADU con tres puntos insospechados y hasta injustos, no por mérito de la visita, sino por el demérito de ambos, en un partido que, en términos de "justicia", debieron haberlo perdido los dos, si es que eso existiera en el fútbol.

Con las ausencias obligadas por lesión, tanto de Juan Manuel Olivares y Ezequiel Rescaldani, reemplazados por Agustín Curruhinca y Matías Romero, respectivamente, sumados a la variante táctica de Jonathan Cañete en lugar de Pablo Cáceres, Morón manejaría el balón por varios pasajes del encuentro, con una tenencia tan repetida como improductiva, sin lucidez para generar el espacio, tocando por abajo, ni capacidad y puntería para ganar de arriba, en alguno de tantos centros.

Como contrapartida, Defensores Unidos se sentiría cómodo cediéndole la iniciativa a la visita y esperando replegado para salir de contra, algo que recién lograría con acierto en el último cuarto de hora de partido, con los ingresos de ambos goleadores, Franco Caballero y Rodrigo Juárez, éste ultimo con una gran definición, a falta de dos minutos para el tiempo cumplido, cuando ya Morón estaba "partido" en el medio, sin Pablo Ferreira en la contención (sustituido por Patricio Núñez), algo también recurrente, cada vez que el Gallo está en desventaja.

A excepción de una volea inmejorable de Cañete, dentro del área, bien controlada por Fabricio Henricot, el "1" local, un cabezazo desviado y desde buena posición de Santiago Sala (ambas recién en el complemento), más un tiro libre sobre el parante izquierdo de Gastón González, ya con el resultado 0-2, Morón no pudo ni supo preocupar a la última línea del CADU, mientras que el local, casi sin proponérselo (y por las ventajas que otorgara la visita en el retroceso defensivo),  logró encontrar los caminos al gol, en el último cuarto de hora, a partir de los cambios propuestos por Santiago Davio, su entrenador.

En definitiva, final con nueva derrota para Morón, que esta vez no tuvo dos "facetas", como sucediera en los partidos anteriores, repitiendo también de visitante su pobre actualidad en condición de local.

Y encima se viene Atlanta, en la próxima jornada, con todo su historial en contra.

Aunque, más que la historia, lo que más preocupa de este Morón, es su flojísimo presente y la falta de respuestas, tanto dentro como fuera de la cancha.


@elgallogustavo.



      📸: Deportivo Morón.


lunes, 18 de marzo de 2024

La "media inglesa", al revés...

Morón volvió a demostrar, una vez más, que tiene una fisionomía de visitante y otra muy diferente de local, para igualar en cero con un pobre Deportivo Madryn, uno de los equipos más flojos de la Zona "B', de la Primera Nacional.

Pese a merecer el triunfo, por iniciativa y empuje, al cabo de 90' "soporíferos", para un rápido y "piadoso" olvido, el Gallo no pudo ni supo pasar de la igualdad a cero, ante un rival candidato al descenso, que estrenando DT (el "Tano", Leandro Gracián), supo abroquelarse con acierto en defensa, desnudando las repetidas falencias del equipo de Nardozza, para imponer condiciones y hacerse fuerte en el Nuevo Francisco Urbano.

Con Facundo López, en lugar del suspendido Brian Machuca y el retorno de Pablo Ferreira, por un lesionado Julián Vitale, tras la "novela" protagonizada por el joven volante central de Morón, el "cerrojo" defensivo de Deportivo Madryn, resultaría indescifrable para un Morón, otra vez sin ideas ni variantes ofensivas para quebrar el cero.

Y es que Morón, salvo en contados momentos, en los que logró acorralar a su rival contra su arco, apenas si pudo generar tres o cuatro situaciones claras de gol, demasiado poco para un equipo que venía de ofrecer otra imagen, en su victoria en Rafaela.

En un primer tiempo con buenas intenciones, pero escasísimos recursos, un Gallo sin las sociedades futbolísticas que necesita para desequilibrar a su adversario, debió recurrir al recurso no habitual del centro para la cabeza de Ezequiel Rescaldani, siempre bien resuelto por una doble línea de cuatro visitante, atenta y expeditiva a la hora del rechazo defensivo.

La temprana ausencia por lesión de Juan Manuel Olivares, de buen partido ante Rafaela, profundizaría los problemas de Morón para generar fútbol, que no sufriría en defensa (por la decisión táctica de su rival de "aguantar" el punto) y al mismo tiempo, evidenciaría la anemia ofensiva de un equipo repetido y previsible, irreconocible respecto del once que se trajera tres puntos merecidos y hasta "épicos" (por el empate transitorio y el arbitraje) de su incursión por el "Monumental" rafaelino.

Con demasiado poco para destacar, de un primer tiempo flojísimo, en el complemento la visita sorprendería con un par de cambios, que lo situarian unos metros mas arriba y con otras ambiciones, "espejismo" que duraría apenas cinco minutos y un par de aproximaciones (ni siquiera, llegadas), hasta que el local se reacomodara en el "raleado" campo de juego, retomando la dinámica aburrida de un Morón impotente y un Deportivo Madryn más que amarrete.

Si apenas un cabezazo de Agustín Gómez al travesaño y un remate de Facundo López rechazado por el arquero, devenidos del buen ingreso de Patricio Núñez, despertarían del "letargo" al público en el Oeste, más lo que podría obligar y generar Agustín Curruhinca, alternando buenas y no tanto.

Para preocupar, las lesiones de Olivares y Nicolás Henry, ya "entre algodones" desde la fecha pasada y la desafortunada jugada en la que Rescaldani, terminaría con una rodilla "averiada", por un rival que se desplomaría encima suyo. 

Ni hablar de la acción que pudo cambiar el curso del resultado, pese a lo pobre de lo demostrado por Morón, con un penal no cobrado en perjuicio de Santiago Sala, tan evidente como las dudas que generaban en la previa, la designación de un árbitro malo y permeable a los "mandados" de AFA, como Julio Barraza, alguien que de no mediar su amistad personal con Beligoy y "Chiqui" Tapia, debería hace rato haber dejado el referato, por el bien del corrompido fútbol argentino.

Y no pasó mucho más, en 90' y pico para un rápido olvido.

Morón cosechó su primer empate en el torneo, en un paupérrimo partido frente al último de su zona.

Eso es lo malo repetido.

Lo bueno?... La próxima fecha vuelve a jugar de visitante.

La vieja "media inglesa", pero al revés.


@elgallogustavo.




sábado, 9 de marzo de 2024

Mejor de visitante, que de local

Morón ganaba merecidamente uno a cero y no pasaba sofocones, en su visita siempre complicada a Rafaela, hasta que a los 13 minutos del complemento, una infracción inexistente de Brian Machuca, derivaría en su errónea expulsión por doble amonestación, condicionando el resto del partido a un equipo de Fabián Nardozza, que tenía todo controlado, ante un rival sin ideas ni sorpresa para buscar el empate.

Pero esa acción, "pecado" de un Álvaro Carranza, árbitro del encuentro, de aceptable desempeño hasta ese momento, en su debut absoluto dirigiendo la Primera Nacional, implicaría un punto de inflexión en el desarrollo del juego, con un Rafaela que recién entonces podría "arrinconar" contra su arco, con más ganas que fútbol, a un Gallo que justificaba la diferencia y de no mediar un par de intervenciones magistrales de Mayco Bergia, arquero local, se hubiese ido al entretiempo incluso con una ventaja mayor en el resultado parcial.

Luego de la derrota con San Telmo, otra vez, en el Nuevo Francisco Urbano y la semana "enrarecida" por la "novela" de Pablo Ferreira, que se ausentara de la concentración previa al cotejo con el "Candombero", por una deuda económica, Fabián Nardozza repetiría el once de inicio ante la "Crema", en un partido que parecía implicar a priori, bastante más que tres puntos necesarios y de visitante.

En los primeros minutos, con mucha marca y pocas acciones de peligro, Morón se plantaría mejor en el campo de juego, con la "manija" de un Juan Manuel Olivares, activo y preciso, como respondiendo a las críticas justificadas tras su muy flojo partido precedente, sumándose a un Gastón González que parece sentarle muy bien ese terreno de juego y a la postre, la figura del encuentro, para entre ambos comenzar a cimentar la superioridad de un Morón, que además contaría con una versión apenas mejorada de Julián Vitale y una partido sacrificado y determinante de Gonzalo Berterame, autor del gol del triunfo y en el segundo escalón de un podio, completado pe Juan Martín Rojas, otra vez decisivo en atajadas vitales para mantener a la visita en ventaja, en especial en el segundo tiempo.

A los 20' de iniciado el pleito y cuando el local se reducía a centros para la cabeza de Lucas Albertengo o Nazareno Funez, Morón comenzaba a hilvanar sus mejores circuitos futbolísticos, avisando con un gran remate desde afuera de Olivares, que el arquero local alcanzara a rechazar sobre el travesaño.

Y a los 23' del primer tiempo, luego de un tiro de esquina desde la izquierda de Gastón González, la pelota al área resultaría rechazada de cabeza y recuperada en la puerta de la misma por Berterame, para que una vez más el "Melli" desequilibre y envíe un de rastrón y con mucho "veneno" al segundo palo, para que Agustín Gómez se redima de sus últimas malas performances y como un delantero, se anticipe a un ex Morón, Francisco Oliver, para empujar el balón al gol y poner uno a cero al Gallo con absoluta justicia.

De allí y hasta el final de la etapa inicial, Rafaela intentaría con empuje, pero sin generarle peligro al arco de Rojas y como contrapartida, Gastón González estaría a nada de anotar dos goles de antología, el primero tomándola de sobrepique, fuera del área, cuyo remate con destino de red apenas podría ser "arañado" por Bergia, y de esa manera desviar su trayectoria para que impacte contra el travesaño y casi en el epílogo, desde su propio campo, colocarla por encima del arquero, apenas ancha.

Ya en el complemento, con Facundo López en lugar de Rodrigo Arciero (amonestado y al borde de la roja, siempre a destiempo y provocando faltas), Rafaela intentaría forzar el desarrollo a su favor, pero un Morón bien plantado y con mejores argumentos futbolísticos, lo reducirían a la mínima expresión, haciendo que la visita imponga su juego y no sufra las urgencias de su rival.

Sin embargo, a los 13' de la etapa final, un debutante Álvaro Carranza, que saldría mucho más riguroso tras el entretiempo (en especial, respecto de las sanciones a la visita), sancionarla una infracción inexistente en favor de Rafaela y con ella, de manera insólita le sacaría la segunda amarilla a Brian Machuca, de correcto partido, al igual que sus compañeros de la defensa, dejando a Morón con un jugador menos y modificando drásticamente el desarrollo del partido.

Con Emilio Lazza y Mariano Bracamonte, en lugar de Olivares y Nicolás Henry (con visibles molestias físicas) y unos minutos más tarde, los ingresos de Santiago Sala y Agustín Curruhinca por Pablo Cáceres y un extenuado Gastón González, Morón dejaría que Rafaela lo presione contra su arco, a base de centros y escasas ideas, esperando el momento justo para liquidarlo de contra, hasta que a los 35', un descuido defensivo le permitiría invertir los roles y poner a Funez de punta por afuera, para ganar la "cuerda" por la derecha y tras su centro bajo, y el rechazo a medias de Rojas, el rebote le quedase servido a Lucas Albertengo para empujar la pelota al empate.

Y cuando parecía que la "noche" se le venía a Morón, de manera injusta, porque hasta el empate tenía sabor a poco, cuando once contra once no había pasado zozobra alguna, una contra letal del Gallo, que sorprendió muy mal parado a Rafaela, terminaría con Santiago Sala de cara al arco y con la posibilidad de ensayar su zurdazo, habilitaría con inteligencia a Gonzalo Berterame, por el centro, para que el incansable siete "bravo" del Gallito, cara a cara con el golero local, lo venciera con un remate bajo, potente e inapelable, para volver a poner justicia en el marcador.

Más allá de los siete (!!) minutos agregados y una atajada magistral de Juan Martín Rojas, evitando un nuevo empate en tiempo cumplido, por un remate "a quemarropa" en el área, del segundo marcador central, Rodrigo Colombo, Morón se quedaría con tres puntos tan necesarios como merecidos, que de no mediar el yerro determinante del árbitro, en la errónea expulsión de Machuca, seguramente lo hubiese conseguido de igual forma, pero sin tanto sufrimiento.

Mejor de visitante, que de local, el Gallo deberá hallar la regularidad que le permita aprender a convivir con la presión en el Nuevo Francisco Urbano, para evitar los vaivenes que lo hacen pasar, del cielo al infierno, en cuestión de apenas una semana.

Y también, evitar la "novelas" internas que enrarecen el clima, máxime en ausencia de palabras oficiales, estableciendo condiciones claras con todos los actores, incluso con el main sponsor que paga cuando quiere y hoy representa tres cuartos del presupuesto mensual.

Regularidad y "patos en fila".



@elgallogustavo.




       📸: Deportivo Morón.



lunes, 4 de marzo de 2024

"Flor de Candombe". Otra vez...

Morón volvió a decepcionar a su gente y desperdició la oportunidad de confirmar la recuperación frente a Chaco For Ever, volviendo a mostrarse como un equipo "largo", inconexo entre líneas, sin contención en el medio y con graves y costosos errores defensivos.

Y es que el Gallo jugó apenas 15 minutos, lapso durante el cual sacó la diferencia inicial con el cabezazo goleador de Ezequiel Rescaldani, a los 5' de iniciado el partido, tras un centro en tres cuartos de Gastón González, quien apenas un par de minutos antes, generó un penal bien sancionado y malogrado contra el travesaño, por el propio González, para luego dejar crecer de manera inexplicable a San Telmo, que una vez más, al igual que en noviembre del año pasado, se sentiría cómodo para manejar el trámite y dar vuelta el resultado, de manera merecida, antes del final del primer tiempo.

Con poco, apenas una "pizca" de orden y de idea colectiva de juego, un modesto "Candombero" comenzaría a "arrinconar" a Morón contra su arco, aprovechando las facilidades de un mediocampo local, con un  muy flojo debut de Julián Vitale como volante central (por la ausencia obligada, a último momento, de Pablo Ferreira), sin compañía de los medios de creación en el retroceso, que además volverían a evidenciar una imprecisión compartida e irremediable, con un pobre partido de quien más se espera, como Juan Manuel Olivares, la innegable voluntad de un Gastón González que no hace la diferencia (tal vez y sólo tal vez, por desgastarse más en rol de contención que en función de creación) y un Gonzalo Berterame que tampoco escatima el esfuerzo, pero con demasiado "barullo" para aportar claridad y que además muchas veces se desentiende de cubrir el carril derecho, tal como ocurriera en el empate visitante.

Por si fuera poco, dentro de un Morón, otra vez sin "brújula" ni fútbol, la defensa volvió a ofrecer su peor versión, con innumerables problemas por los laterales, en especial con un Rodrigo Arciero que da muchas ventajas, una zaga central lenta e insegura y un Juan Martín Rojas que venía de un buen partido en Resistencia, pero ante "Telmo" ofreciera una floja respuesta en los goles (mejorando, eso sí, con un par de salvadas, mano a mano, en el complemento, cuando el Gallo ya estaba "regalado" en defensa).

Y la ofensiva no resulta tampoco la excepción, con Ezequiel Rescaldani, otra vez lejos del área, arrancando demasiado desde atrás, en especial con el equipo en ventaja (cubriendo a veces los vacíos de sus mediocampistas o quizá para poder hacerse del balón), respaldado eso si en sus goles, pero escasamente acompañado por Pablo Cáceres, que con movimientos interesantes, no termina de afirmarse en primera y al parecer, más cómodo por afuera que como referencia de área (el tema es, quién ocupa el punto del penal, si los dos puntas se sienten mejor como externos?), como en aquella jugada del primer tiempo, que tras "apurar" en la salida al arquero visitante y provocar el error, cuando ganó el rebote su remate iría al cuerpo del "1", salvándolo del "blooper" y del 0-2 a la visita.

En ese contexto y con un gol mal anulado a San Telmo, el empate del equipo del Alfredo Grelak resultaba merecido y parecía estar al caer, hasta los 37 de la etapa inicial, en que una buena habilitación por izquierda, al "callejón" solitario, descubierto por Berterame y Arciero, Rodrigo Ayala, el lateral zurdo visitante, llegaría hasta el área sin oposición, para sacar un remate bajo y cruzado al segundo palo, de gran factura, aunque con la sensación que Rojas podría haber hecho algo más.

Si lo de Morón había sido apenas una ráfaga hasta el 1 a 0 y después empezaría a desdibujarse por completo, el empate profundizarla sus dudas y confusiones, tanto es así que casi en el epílogo de la primera etapa, sobre los 44', otro ingreso por la derecha de la defensa local, con escasa cobertura y peor contención, terminaría con una remate bien contenido por Rojas, en primera instancia, su rápida reacción para evitar que alguien empuje el rebote debajo del arco, pero con un rechazo corto que quedaría en poder de José Barreto, el "11" visitante, para colocar la pelota lejos del alcance del arquero, junto al poste izquierdo.

Y es que San Telmo le daría vuelta el partido a Morón, antes del final del primer tiempo, con los atributos mínimos que le faltaron al equipo de Fabián Nardozza para mantener la ventaja tempranera y parcial a su favor: orden, inteligencia, algo de fútbol y en especial, determinación y carácter para conseguir el objetivo.

Tanto es así, que los jugadores de "Telmo" parecían tener otra velocidad y repentización, ganando todos los rebotes y las segundas pelotas, mientras que por el lado de Morón jamás afloraría la rebeldía  para revertir la situación, aún sin ideas, pero con convicción, abusando de los centros sin destino cierto en el complemento y facilitando, de esta manera, la tarea defensiva de una última línea y arquero visitantes, que en apenas 15 minutos, el local había "desnudado" sus falencias y limitaciones, generándole un penal y un gol en 6' de juego, además de aquel "blooper" ya referido del arquero "Candombero", bien "apurado" pero mal definido por Cáceres.

A diferencia de lo sucedido en Chaco, los cambios propuestos desde el banco tampoco aportarían las soluciones buscadas, con flojos ingresos de Patricio Núñez (nuevamente errático con la pelota y tomando malas decisiones, algunas que generaron contras de peligro) y Santiago Sala, con voluntad, pero sin claridad, sumados al escaso aporte de Matías Romero, un Agustín Curruhinca sin el desequilibrio de los partidos anteriores (tampoco lo buscaron demasiado) y lo único para destacar, el debut en primera del juvenil Elías Galli.

Y también los "no cambios", como la decisión de no mandar a la cancha a Mariano Bracamonte, tras su gran ingreso, con gol incluido, hace apenas una semana en Resistencia, máxime teniendo en cuenta el pálido rendimiento de los titulares que se desempeñaron por el sector derecho.

Es que Morón, con el paso de los minutos y la cercanía del final, acumuló hombres de ofensiva, pero sin claridad ni criterio, tanto es así que no lograría generar una sola chance clara de gol en el segundo tiempo, además de encimarse y "chocarse" sus puntas, como en una acción entre Núñez y Sala, por la derecha, que terminarían cruzándose y obstaculizándose entre ambos, de manera involuntaria, en una de las tantas acciones ofensivas que intentaría el local para llegar al empate, de manera repetida y previsible.

En definitiva, un Morón nervioso, como el propio Nardozza, expulsado en el cierre del encuentro, se complicaría solo un partido con ventaja y buenas sensaciones, permitiendo que su rival se agrandara y lo dominara hasta darle vuelta el resultado en 45'.

Igual que en noviembre del año pasado, para quedar afuera del Reducido, frente al mismo adversario y con idéntica "chapa" final de 2 a 1 (y hasta la similitud del gol de Rescaldani para poner en ventaja a Morón), para el merecido festejo de un San Telmo que bien pudo ganar por algún gol más y que su último triunfo de visitante, había sido precisamente en el propio Nuevo Francisco Urbano, en aquella tarde para el olvido.

Pero volvió a suceder. Para dejar a Morón con "flor de Candombe".

Otra vez.


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lunes, 26 de febrero de 2024

El Gallo cantó en Resistencia

Luego del "golpazo" con Defensores de Belgrano, Morón debía recuperarse rápidamente y así lo hizo, repitiendo la resiliencia demostrada en las últimas temporadas, derrotando 2 a 0 y sin atenuantes, de principio a fin, a Chaco For Ever, para rubricar en la historia, además, el primer triunfo del Gallo en Resistencia.

Con la vuelta de Brian Machuca por Emilio Lazza y Gonzalo Berterame en lugar de Patricio Núñez, respecto de la fallida actuación ante el "Dragón", el equipo de Fabián Nardozza salió a ser protagonista desde el pitazo inicial de Fabricio Llobet, fiel a su costumbre, y en poco minutos de juego consiguió imponer condiciones y manejar las acciones, merced a un gran partido de Pablo Ferreira, esta vez mucho más acompañado por sus compañeros del mediocampo, con un gran despliegue y desdoble de Gastón González, Berterame y hasta Juan Manuel Olivares, todos de un enorme sacrificio, a pesar de los 33° grados de térmica, en la tarde-noche chaqueña.

Con el Gallo manejando la pelota, aunque sin profundidad y cerrado bien en defensa, tanto es así que al local sólo le quedaría la opción del remate desde afuera, precisamente por esa vía, Jonathan Dellarosa, el centrodelantero de For Ever, probaría de zurda, generando la primera gran atajada de Juan Martín Rojas, que no tuvo un trabajo a destajo en la noche de Resistencia, pero resultaría clave, con un par de intervenciones, en momentos determinantes del encuentro.

A los 30' de la etapa inicial, Morón tendría su primera doble chance nítida de gol, primero con un desborde desde la derecha de Gonzalo Berterame y el cabezazo a la carrera, de pique al piso, de Rescaldani, que tenía destino de red, de no mediar un "atajadón" de Gastón Canuto, el "1" local y en el rebote, el propio Berterame en inmejorable posición, de frente al arco, la elevaría por encima del travesaño.

Cuando el primer tiempo parecía extinguirse con un empate a cero, con sabor a poco para los merecimientos visitantes, de un rechazo largo de Agustín Gómez y el toque de Pablo Cáceres para abrir por derecha, Ezequiel Rescaldani, se aproximaría al arco y en lugar de buscar su remate, la cambiaría de lado para el ingreso de Gonzalo Berterame, que perfilándose para su diestra, sacaría un "latigazo" fuerte, bajo e inapelable, junto al poste zurdo, para el merecido 1 a 0 de Morón, a los 43' del primer tiempo.

Ya en el complemento, con Facundo López por derecha, en la defensa, reemplazando en el entretiempo a Rodrigo Arciero, en el local, Diego Osella probaría por la banda opuesta, con el desequilibrio de Marcos Giménez, para la cabeza del "grandote" Matías Quiroga y apenas un par de minutos después, una buena combinación entre el ingresado Giménez y el lateral derecho del "Negro", Agustín Bellone, terminaría con el primero de cara a Rojas, que enviaría por arriba del travesaño un remate fortísimo que tenía destino de inmerecido empate.

Más allá de ese sofocón inicial del segundo tiempo, Morón volvería a controlar las acciones del partido, más tarde con los ingresos de Matías Romero (un ex For Ever) por un lesionado Rescaldani y minutos después, con Mariano Bracamonte, Agustín Curruhinca y Santiago Sala, en lugar de Gastón González, Gonzalo Berterame y Pablo Cáceres, cambios a la postre fundamentales para cerrar el resultado del partido.

Por si fuera poco, para el local, su volante central, Maximiliano Romero, que venía "caminando por la cornisa", desde hacía algunos minutos, le puso una "murra" fenomenal desde atrás, a Curruhinca (que otra vez entró muy bien) y lógicamente se ganó la segunda amarilla y consecuentemente la expulsión de Fabricio Llobet, de correcto arbitraje, a los 32' de la etapa final.

Tres minutos más tarde, una gran combinación por derecha entre el mencionado Curruhinca y Mariano Bracamonte, terminaría con el ex UAI Urquiza, rematando seco y cruzado, al palo más lejano del arquero, para el 2 a 0 del Gallo, desde los pies de alguien que sin demasiadas chances en el pasado, supo ir a préstamo (al igual que Sala, otro de buen ingreso) para ganar minutos en una categoría inferior, para crecer como futbolista y volver mejor, con humildad y perseverancia.

De allí y hasta el final, Rojas no pasaría zozobras, con una buena tarea de la defensa en general y del propio "Yacaré" y Brian Machuca en particular, con un auténtico partidazo de Pablo Ferreira, la figura de la noche, esta vez no tan solo como una semana atrás.

Ganó muy bien, Morón en Chaco y se recuperó rápidamente del "golpazo" con Defensores.

Solvente en el juego, minimizando errores y resiliente, que no es poco.

Ahora, a devolver el "Candombe", de la última fecha de la temporada 2023.

El Gallo cantó en Resistencia.


@elgallogustavo.



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domingo, 18 de febrero de 2024

Triste (muy)

Tristeza.

Entre tantos adjetivos que se vienen a la mente, tras un 0-4 de local, el que predomina y se instala en el ánimo, con mayor fuerza, es el de: tristeza.

Y es que Morón fue una “lágrima”, a lo largo de los 90’, sin fútbol (que, aunque parezca contradictorio, resultaría lo menos grave), pero también sin actitud ni rebeldía, ni vergüenza deportiva para emparejar las diferencias con su contrincante, que tampoco se trata del Real Madrid, sino de un módico aunque bien trabajado Defensores de Belgrano, y que además disputó cada pelota como si fuese la última y el partido se jugase en el “Juan Pasquale”.

Con los cambios iniciales de Emilio Lazza en lugar de un lesionado (¿) Brian Machuca en defensa, de Patricio Núñez por Gonzalo Berterame en el medio y de Pablo Cáceres en reemplazo de Santiago Sala (con los refuerzos, Jonathan Cañete y Matías Romero en el banco), Morón no encontró jamás el rumbo del partido, tanto es así que hasta la apertura del marcador, a los 37’ de la primera etapa, la visita nos “hacía precio”, con un remate en el travesaño y otro despejado por Juan Martín Rojas, además de un claro penal no cobrado por Emanuel Ejarque, de Agustín Gómez a Ezequiel Aguirre y hasta un gol anulado por un off side más que dudoso.

Con una defensa dubitativa e insegura, mucho peor que lo evidenciado por momentos frente a Almagro, un mediocampo frágil en la contención, con un solitario y desbordado volante central (Pablo Ferreira) y algunos medios de buen pie, pero que si no se hacen de la pelota, el equipo no sólo se resiente en la creación, sino también en el retroceso, el Gallo le facilitó las cosas muchísimo a su rival, que además le impuso una intensidad y convicción de la que careció el elenco de Fabián Nardozza.

Apenas una escapada de Cáceres, que definiría al cuerpo de Ignacio Pietrobuono, resultaría lo mejor de un Morón “largo” e inconexo entre líneas, apenas con el aporte impreciso de Gastón González, y la ausencia sin aviso de Juan Manuel Olivares, sumado a la magra presentación desde el inicio del “Pato” Núñez, en la derecha, sin desborde en ataque ni oficio en la marca.

Un empujón no sancionado en perjuicio de González, en el círculo central, derivaría en el desequilibrio por derecha de Aguirre y el centro preciso para la cabeza de David Sayago, en el punto del penal, que beneficiado por un Agustín Gómez que en lugar de atender la trayectoria de la pelota, se daría vuelta para ver la ubicación del delantero, perdiendo por completo la ubicación de una y otro, para que el “9” tuviese tiempo de colocarla bien lejos de Rojas, para el 1 a 0 de “Defe”.

Por si fuera poco, a los 44’ de la primera etapa, entre Rodrigo Arciero y Gómez no podrían evitar una pared en el ingreso al área, fallando en todos los intentos de quite, tanto es así que, pese a caerse unos segundos antes, Patricio Moyano tendría la chance de dar el pase desde el piso, levantarse e ir a buscar la descarga de Aguirre, para quedar solo y mano a mano con Rojas, venciéndolo con un remate bajo y cruzado al palo izquierdo, para el 2 a 0, que era justo.

A la vuelta del entretiempo, Nardozza intentaría “quemar las naves”, partiendo al equipo más de lo que ya estaba, haciendo ingresar a Agustín Curruhinca por Núñez y a Sala en lugar de Ferreira.

Lástima que el intento no tuviese siquiera tiempo de ser puesto en práctica, puesto que en un par de minutos del complemento, los “horrores” defensivos, sumados a la ausencia de medios, harían que el “Dragón” se pusiera 4 a 0 en un suspiro.

Primero a los 5’, luego de un cambio de frente de Ezequiel Aguirre, que hallaría solo a Patricio Moyano por el sector opuesto y su centro, rechazado hacia dentro del arco por Lazza y el rebote en Rojas, le quedaría “servida” a David Sayago para “puntear” el tercer gol de la visita y el segundo de la cuenta personal del ex Independiente de Avellaneda.

Y sólo tres minutos más tarde, a los 8 del complemento, una “peinada” que deja al “Topo” Aguirre (una de las figuras de la cancha, junto a Moyano y Sayago, todos en la visita, lógico) mano a mano con Agustín Gómez, por derecha, para que el capitán de Defensores se anticipe y con la punta del botín la impulse junto al palo, con una reacción escasa de Juan Martín Rojas… para el 0-4 con 37 minutos por delante.

De allí y hasta el final (con Jonathan Cañete y Martín Romero en lugar de Olivares y Cáceres), Morón tendría un par de tiros libres en los pies de Ezequiel Rescaldani y Gastón González, gracias al “atrevimiento” y verticalidad de Curruhinca, más una muy clara de Santiago Sala, casi en el epílogo, que Pietrobuono evitaría con una gran atajada.

Muy, pero muy poco para un equipo que fue una “sombra” dentro del campo de juego, cayendo con Defensores de Belgrano tras diez años y generando la derrota más abultada en el Nuevo Francisco Urbano: nunca, desde su inauguración en 2013, Morón había sufrido una derrota por cuatro goles de diferencia, en su nueva “casa”.

Tristeza.

Y no sólo por lo que ocurrió (o mejor dicho, no ocurrió dentro del campo de juego), sino por situaciones del afuera, que siempre, de una u otra manera terminan repercutiendo en el “ambiente”, como el repetido atraso en los sueldos, medio aguinaldo y vacaciones de los empleados (que además están sin obra social y perdieron el acceso a ayudas oficiales, como el salario familiar), además de medidas tan insólitas como arbitrarias e ilegales, tal como exigir que los periodistas de medios partidarios que ocupan cabina, tengan que asociarse a partir de marzo, para poder cumplir con su función profesional y su labor de informar.

Triste. Muy.

 

@elgallogustavo.



      📸: Deportivo Morón.


domingo, 11 de febrero de 2024

Derrota y "deja vu"

Tras el categórico 3 a 0 en el debut, Morón tenía la chance de revalidar sus buenas sensaciones de la fecha inaugural, visitando a Almagro en el “Tres de Febrero”.

Sin embargo, en una suerte de “deja vu” de la temporada pasada, el Gallo pagó caro errores defensivos no evidenciados una semana atrás, cayendo 2 a 1 con el “Tricolor” de Villa Raffo, en un partido que bien pudo y mereció empatar, pero la solvencia del veterano Nereo Champagne, resultaría fundamental para que el local festeje su primer triunfo en el campeonato.

Repitiendo el once inicial frente a Brown de Adrogué, en los primeros minutos el equipo de Fabián Nardozza intentaría imponer condiciones, a partir de sus “sociedades” en el medio, con Gastón González y Juan Manuel Olivares como “abanderados”, frente a lo cual Almagro opondría la superioridad numérica de su “doble cinco” de marca, con la actuación sobresaliente de la figura de la cancha: el “inoxidable” volante central, Luis Jerez Silva.

En un primer tiempo parejo y disputado, el local hallaría algunos “huecos” por la banda izquierda de su ataque, a espaldas de un Gonzalo Berterame que sorprendería “recortando” hacia el centro, para dejar el andarivel diestro en los pies de Gastón González, a la postre el mejor de la visita y autor de un golazo para el empate transitorio.

Como contrapartida, un Morón demasiado “largo” entre líneas, aún así desnudaría debilidades defensivas de su rival, como sucediera promediando la etapa inicial, en la más clara del partido hasta ese momento, a partir de un desborde y buen centro desde la derecha de González y el cabezazo solo, en el punto del penal, de Santiago Sala a las manos de Nereo Champagne.

Así las cosas y cuando Morón parecía ir inclinando poco a poco el desarrollo a su favor, Franco Vedoya ganaría el andarivel zurdo, para habilitar por el centro la diagonal del “10”, Juan Sebastián Mendoza, que apareado en la carrera por Agustín Gómez y ante la “barrida” imprudente del capitán del Gallo, en plena área y cuando el volante local se alejaba cada vez más del arco de Rojas, simularía un contacto inexistente, “comprado” por Felipe Viola, el ignoto árbitro del encuentro.

Un par de minutos más tarde, a los 35 de la primera mitad, el mismo Mendoza se haría cargo del penal, colocando la pelota sobre el palo diestro, de un Juan Martín Rojas que se jugaría sobre su izquierda, para adelantar en el marcador a Almagro, en el mejor momento de Morón en aquél primer tiempo.

Camino al entretiempo, quedaría la polémica por la no expulsión del autor del gol, que estando amonestado, debió haber recibido la segunda amarilla y en consecuencia la expulsión, tras su festejo trepándose al alambrado de la tribuna local.

Al regreso de las duchas, en otra tarde “infernal” de calor, Nardozza metería mano en el equipo y haría ingresar a Matías Romero en lugar de Sala y Patricio Núñez por Berterame, siendo está última modificación fundamental para cambiarle la fisonomía al equipo, ya que el “Pato” se asociaría a González y Olivares, para que la visita comenzara a inclinar la cancha en procura del empate.

Algo que conseguiría a los 13 del complemento, ya con sobrados merecimientos acumulados, luego de una buena jugada de Núñez, la habilitación y el desborde por izquierda de Nicolás Henry, su centro que resultaría rechazado sobre la derecha, fuera del área, para que Gastón González la parase de pecho y con un derechazo magnífico la “colgara” del ángulo superior izquierdo del arco de Nereo Champagne, para el 1 a 1 de la visita.

Pero… (y es que con Morón, siempre parece haber un “pero”), cuando parecía que el partido estaba “a pedir” de Gallo, cinco minutos más tarde, a los 18 de la etapa final, Nahuel Basualdo, el lateral derecho de Almagro, se vestiría de Javier Zanetti o de Nahuel Molina, en los cuartos de Qatar, frente a Holanda, para recoger la pelota en el medio, ganarle en la corrida a Olivares y aprovechando un “cajón del medio” sin oposición a la vista, encarar con pelota dominada rumbo al área, eludir con caño incluido la salida intempestiva y lejana de Brian Machuca, y mano a mano con Rojas, ubicarla con clase junto al caño zurdo, para coronar una auténtico golazo para el 2 a 1 de Almagro.

Con la necesidad de ir a buscar otra vez el empate, Nardozza mandaría a la cancha a Agustín Curruhinca (otra vez, encarador y de buen rendimiento), sacrificando a Pablo Ferreira en el medio, y sobre los 27 de la etapa complementaria, David Puca le metería un “patadón” tremendo a Gastón González, para recibir la roja directa y permitirle a Morón ilusionarse con llevarse un punto.

Y podría haberlo logrado, de no mediar un par de intervenciones fundamentales de Champagne o la escasa fortuna (por centímetros) en remates desde afuera del área, puesto que el “1” local se lo negaría a Rodrigo Arciero y Curruhinca, y las voleas y remates de González y Núñez se irían sacándole “astillas” a los postes locales.

Con Mauro Schönfeld y el debut de Jonathan Cañete, de interesantes movimientos, por Brian Machuca y Nicolás Henry, en los minutos finales, dejarían a Almagro la posibilidad de sentenciar el resultado en un par de contras, con un Morón jugado en ataque, las más claras en los pies del ingresado Juan Cruz Giacobe, una mal definida y la otra bien contenida por Juan Martín Rojas.

Sin tiempo para más, Morón se iría del “Tres de Febrero “ con las manos vacías, cuando bien pudo y mereció traerse al menos al punto, pero errores defensivos puntuales, a diferencia del buen rendimiento de su última línea en el debut, lo privaron de sumar en su primer duelo de visitante.

Ahora, a ajustar “clavijas”, pensando en la recuperación ante Defensores de Belgrano, en el Oeste, dentro de una semana.

Derrota y “deja vu”.

 

@elgallogustavo.


      📸: Deportivo Morón.



domingo, 4 de febrero de 2024

"Trico...ta" en el debut

Y después de tanto tiempo, Morón justificó la espera, con un debut "soñado", como hace muchos años el Gallo no registraba en una fecha inaugural, en condición de local.

Y no sólo por el 3 a 0 final, a un siempre "chivo" e incómodo Brown de Adrogué, sino por una actuación sólida, convincente y contundente, tanto en lo individual como en lo colectivo, que más allá de la tempranera ventaja inicial, hicieran que el partido sea casi un monólogo del equipo de Fabián Nardozza.

Con Juan Martín Rojas en el marco, Rodrigo Arciero, Brian Machuca, el capitán Agustín Gómez y Nicolás Henry en defensa, Pablo Ferreira (de gran partido, confirmando una vez más su enorme proyección) unos metros por delante de una línea de medios conformada por Gonzalo Berterame por derecha, Gastón González en el centro y Juan Manuel Olivares por izquierda (aunque cambiando posiciones con el regresado "Melli") y Santiago Sala y Ezequiel Rescaldani en ofensiva, Morón intentó imponer condiciones desde el inicio, a partir de la presión alta y la vocación por el arco de enfrente.

Así las cosas, apenas iniciadas las acciones, un remate al arco de Olivares (intacto en su categoría), rebotaría en la defensa y tras el intento fallido de rechazo, con "pifia" incluida de Mauro Luque, el lateral diestro visitante, la pelota le quedaría servida a su "colega", Rodrigo Arciero, que definiría como delantero, para el 1 a 0 de Morón, que comenzaba el torneo con el "pie derecho" (del "4" del Gallito).

Tras la ventaja del Deportivo Morón en el "amanecer" del encuentro, lejos de replegarse y propiciar que la necesidad del visitante manejase los tiempos del partido, en una tarde insoportable de calor, pese a ello y como siempre, a estadio lleno, el "Tricolor" de Adrogué jamás hallaría los caminos para complicar a una segura defensa local, más aún, siendo el Gallo quien comenzaría a acumular situaciones de gol para aumentar el resultado, en los pies de Berterame, de González, de Olivares y de Santiago Sala.

El conjunto de Pablo Vicó, sólo podría asumir el protagonismo de las acciones, en el último tercio del primer tiempo, más por acción del calor y el lógico cansancio local, que por méritos futbolísticos propios, generando apenas un par de centros, bien conjurados por Rojas o los defensores o, en un par de ocasiones, mal definidos por los delanteros visitantes.

Ya en el complemento, Morón volvería a tomar las "riendas" del cotejo, provocando en un puñado de minutos, más zozobra que la visita en su mejor cierre de la primera etapa, hasta que a los doce del segundo tiempo y tras una infracción a Olivares en el borde del área grande, un Rescaldani "vestido de Messi", colocaría la pelota como con la mano, lejos de la mirada del arquero, para marcar un golazo de tiro libre y empezar a sentenciar en el resultado, un triunfo justificado mucho tiempo antes en el desarrollo.

El 2 a 0 terminaría por desarticular las escasas intenciones de la visita y era cuestión de "ajustar la mira" para que el partido comience a dibujar una goleada.

Los ingresos de Matías Romero, Agustín Curruhinca (de promisorio debut, encantador y desequilibrante), Emilio Lazza y Patricio Núñez terminarían por evidenciar una supremacía futbolística de Morón, por momentos abrumadora, tanto es así que en tiempo adicionado, de otra infracción en perjuicio del "Mago" Olivares, su centro y rechazo imperfecto inicial, derivaría en el capitán, Agustín Gómez, que de derecha y al palo más lejano del arquero, definiría también con la tranquilidad de un delantero, para el 3 a 0 final de Morón sobre Brown de Adrogué.

La espera valió la pena.

"Trico...ta" en el debut e ilusión más que en marcha.


@elgallogustavo.



       📸: Eduardo Fabián Acuña.

lunes, 29 de enero de 2024

Más allá del fútbol...

En los últimos tiempos, mientras el foco de atención de los hinchas y los medios se centró  en la altas y bajas del plantel profesional, las fechas de la vuelta del fútbol (sorteo del fixture y programación de la fecha inaugural) y hasta en los renovados modelos de camisetas, confeccionadas por la nueva marca que “viste” al Deportivo Morón, un puñado de laburantes, que dejan día a día el corazón al servicio de la institución que aman, soportan inadvertida y estoicamente una situación tan injusta como agobiante.

Es que los empleados administrativos, de mantenimiento y deportivos del club, a escasos días de comenzar febrero, apenas percibieron el 50 por ciento de sus haberes correspondientes a diciembre de 2023, en diálogo permanente con  los dirigentes, pero con promesas de pago que se difieren de semana en semana.

Demás está decir que, si a cualquiera de nosotros nos resulta cada vez más complejo llegar a fin de mes, habiendo cobrado el sueldo completo, en tiempo y forma, intentar sobrevivir con la mitad del mismo es irreal e inimaginable, sumado a la tristeza de unas fiestas de diciembre y vacaciones sin un peso.

Además, esta situación salarial acuciante, viene acompañada de problemas adicionales, como la ausencia de aportes de octubre a diciembre, que determinara que los empleados no pudiesen cobrar el salario familiar, un ingreso vital para aquellos laburantes con hijos, algo que lamentablemente puede volver a repetirse en febrero.

Por si fuera poco y como consecuencia de una deuda, los empleados del club tienen suspendida su obra social, con el perjuicio que ello implica para la atención de la salud, no sólo de los titulares, sino de sus familiares a cargo, con situaciones puntuales que revisten una urgencia quirúrgica, que no puede esperar a que se normalicen los aportes con la obra social sindical.

Nadie duda de la voluntad y la preocupación de los dirigentes para solucionar lo antes posible el problema salarial de los empleados, pero “la única verdad es la realidad” y ella indica que a poco de ingresar en febrero, los mismos cobraron solamente la mitad de sus haberes de diciembre y las promesas de pago se renuevan de semana en semana.

Ojalá esta angustiante situación se solucione esta misma semana y, de ahora en adelante y de una vez por todas, tengan prioridad de cobro los empleados administrativos, de mantenimiento y deportivos del club, los cuales siempre tendrán menos “espalda” que los futbolistas para afrontar un atraso en los haberes, “pirámide invertida” que no es de ahora y se repite desde hace muchos años, con las sucesivas comisiones directivas.

Pasa que, en definitiva, es sabido que los trabajadores aman a la institución y jamás serían capaces de hacer un paro, algo que además nunca saldría reflejado en (casi) ningún medio.

 

@elgallogustavo.




sábado, 6 de enero de 2024

De la Ribera a Morón

Con escasas alternativas por el lateral izquierdo de la defensa, solamente con Nicolás Henry y el incorporado Emilio Lazza, que puede desempeñarse tanto como marcador de punta como central, en la fecha, el Gallo oficializó a su duodécimo refuerzo, precisamente para la banda zurda de su última línea: llegó Iván Manuel Vaquero, joven promesa proveniente de la Reserva de Boca Juniors.

Nacido el 14 de marzo de 2003, Iván Vaquero, lateral o marcador central zurdo de 20 años, se inició en las formativas del Deportivo Laferrere, hasta los 15 años, cuando se presentó a una prueba en Boca Juniors y quedó en la institución de la Ribera.

El 24 de julio de 2022, Iván Vaquero hizo su debut en la Reserva Xeneize, frente a Estudiantes de La Plata, por el Torneo Proyección 2021/2022, jugando los 90’ como marcador de punta izquierdo y asistiendo a su compañero, Luca Langoni para el triunfo 1 a 0.

En ese primer torneo con la Sub 20 de Boca, Vaquero disputó ocho partidos, siete como titular, con 662 minutos en cancha.

Por el Proyección 2022/2023, Vaquero intervino en otros diez cotejos con la Reserva de Boca, cinco de ellos desde el inicio, sumando 709 minutos efectivos de juego y una amonestación.

Con la Sub 20 de Boca Juniors, en la pasada temporada, Iván Vaquero se consagraría campeón de la Copa Libertadores de la categoría, interviniendo en un encuentro, en el triunfo 1 a 0 frente a Peñarol, el 13 de julio, jugando como titular los 90’ y siento amonestado.

También formó parte del plantel que luego obtuvo la Copa Intercontinental Sub 20, ante el AZ Alkmaar de Holanda, siendo suplente en la final del pasado 9 de septiembre.

En definitiva y desde la fecha, Iván Manuel Vaquero, lateral o marcador central izquierdo de 20 años, procedente de la Reserva de Boca Juniors es el duodécimo refuerzo del Deportivo Morón, hasta diciembre de 2025.

De la Ribera a Morón.

 

@elgallogustavo.



          📸: Deportivo Morón.