sábado, 30 de abril de 2016

Sabor a nada.

Morón empató en el final ante Estudiantes y desperdició una oportunidad para pelear el título. Sin fútbol ni ideas, rescató un empate en la última jugada.  La semana próxima recibiremos a San Telmo en un duelo que resultará decisivo.

En la gélida tarde de viernes, Morón tenía la chance de decir presente en la lucha por el torneo. Lejos en la tabla, con la gente alejada de las tribunas (por la costumbre de días y horarios ridículos) y ante un rival pobre, todo parecía listo para ratificar lo hecho ante Fénix la semana pasada. El inicio del encuentro lo vio protagonista, con Díaz como eje creativo y Giménez como el motor del medio. A los 5’, Toledo remató y Pucheta desvió al tiro de esquina en gran manera.

La posesión y posición eran de Morón. Como viene sucediendo Martínez estaba más atrasado y Díaz sobre la banda izquierda. Su rival, quien estoico aguantaba (y aguantó) en defensa, encontró a los 20’ un premio excesivo: un centro desde la izquierda encontró a Pellegrino sólo, tras HORROR defensivo, para definir sin problemas ante Alvarez. Desde ese momento el mundo se le vino abajo a Morón. Se refugió en pelotazos, propuso un fútbol sin sorpresa y jamás abasteció a Rossi.

El ingreso del juvenil Pardo resultó trascendental en un equipo previsible. Ubicado en la banda derecha fue quien generó una rebeldía y un dejo de entusiasmo en medio de la desazón. La tonta expulsión de Maraschi en el visitante no modificó en absoluto la tónica del juego. El local tan sólo llegó al arco rival a partir de dos cabezazos de Mayola y Jerez. Cuando el partido moría, una mano en el área lo resucitó. Penal. Expulsión. Gol de Giménez. Final del partido. Sabor a nada.

Morón nuevamente no dijo presente en una cita importante. La “limosna” que representó el empate ante Estudiantes sembró demasiadas dudas. ¿Sirve jugar siempre con “dos enganches”?, ¿Por qué a Morón le llegan poco y le convierten fácil?, ¿Se terminaron las oportunidades?. Más que responder a estas preguntas, mejor preferimos atenernos a la ilusión. Sí, la misma de siempre. La ilusión que nos condena hace largo rato.



Matías Andrés Colinas.



                                  Foto: exclusiva, Osvaldo Abades (h).

viernes, 29 de abril de 2016

Que no se "pinche" la ilusión.

El triunfo frente a Fénix, del último sábado, significó un bálsamo futbolístico, para un equipo que había extraviado su rumbo, y que supo reencontrarse primero con los tres puntos, y luego con una mejora en su rendimiento, nada menos que ante el escolta del único líder del torneo, el sorprendente Colegiales de Juan Carlos Kopriva.

En ese marco, y en procura de prolongar y profundizar la mejoría futbolera evidenciada con el "Cuervo", este viernes desde las 15.35, el Deportivo Morón recibirá a Estudiantes de Buenos Aires, en el Nuevo Francisco Urbano, con el arbitraje de Sebastián Bresba y la televisación de DirecTV, así como de "Pacífico TV Morón" y "La 94 Sport", a través de sus respectivos canales de YouTube.

Con el único cambio de Cristian Yassogna, nuevamente desde el inicio, en lugar de Cristian Lillo (lesionado), respecto del once de partida ante Fénix, en cancha de Barracas, los titulares del Gallo que esperarán al "Pincha" de Caseros, serán: Milton David Alvarez; Maximiliano Ezequiel Jerez, Cristian Jesús Broggi, Emmanuel Francés, Jonatan Emiliano Iván Mayola (capitán); Cristian Román Yassogna, Damián Ezequiel Toledo, Emmanuel Giménez; Gerardo Daniel Martínez, Rodrigo Ezequiel Díaz; Javier Nicolás Rossi.

Completan el listado de convocados por Walter Nicolás Otta, quienes conformarán el banco de los suplentes: Nicolás Roberto Angellotti, Nicolás Miguel Gásperi, Juan Gabriel Ferreira, Rodrigo Fernando Basualdo, Agustín Onofrio, Matías Gabriel Pardo y Federico Ezequiel Turienzo.

Para continuar el "proceso de mejora continua", el Gallo busca no perder pisada y, para ello, necesita de un triunfo ante Estudiantes de Caseros, que no le "pinche" sus últimas ilusiones de pelear hasta el epílogo.



Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.



                         Foto: Osvaldo Abades (h).

sábado, 23 de abril de 2016

De "entre las cenizas", y justo ante Fénix.

En los últimos tiempos, sin dudas que el Morón de Walter Otta había extraviado momentáneamente el rumbo, por obra y (des)gracia de una irregularidad que no sólo lo llevara a hilvanar una serie de malos resultados, que lo alejaran asimismo de los puestos de vanguardia, sino que además y fundamentalmente, esa misma ciclotimia futbolera habría de divorciarlo de los principales atributos esgrimidos hasta el momento: la presión alta de sus delanteros, el juego atildado y con volumen de sus medios y la solidez de su línea defensiva.

Por ello, y luego de una sucesión de pasos en falso, sin sumar de a tres, pero también sin contundencia en los últimos metros, ni eficacia en el toque y contención de sus volantes y, por sobre todas las cosas, con una vulnerabilidad llamativa en su propia área, el Gallo de Walter Otta necesitaba "resurgir" de entre sus "cenizas", para recuperar algo de terreno perdido en el campeonato y mucha de su identidad colectiva sobre el terreno de juego.

Precisa y justamente, habría de comenzar a recuperar la "memoria" futbolística, nada menos que ante Fénix, por esas coincidencias raras que a veces reserva el destino, y a partir de un triunfo trascendente y merecido ante el escolta del torneo, dar muestras del comienzo de un "proceso de mejora continua" que, esperemos no se agote en estos '90 y se profundice y consolide en los próximos compromisos.

Con muchos cambios (algunos obligados y otros tácticos), respecto del último once en cancha, aquél de la derrota sin atenuantes en Agronomía, y suspensión del choque ante Deportivo Español mediante, Morón asomaría con cuatro en el fondo (con Jerez por derecha, Broggi y Francés en la zaga, más Mayola sobre izquierda), tres de contención en el medio (con Giménez, Toledo y Lillo), y una línea más adelantada de "enganches" con Gerardo Martínez y Rodrigo Díaz, para abastecer al único punta definido, es decir, el "Bicho" Rossi.

Sin embargo, el comienzo del partido le resultaría complejo y esquivo al conjunto de Otta, propio de aquellos equipos que han perdido algo de confianza y autoestima de conjunto, tanto es así que le insumiría no menos de '20 para asumir su rol de protagonista tan distintivo, y generarle desequilibrios a un Fénix que tampoco había hecho demasiado, por falencia técnicas y decisiones tácticas, puesto que aún local, en cancha de Barracas, Fénix jamás habría de abandonar sus dos líneas de cuatro, con Andrés Vombergar por delante, quien también asumiría funciones de contención, a la hora de la pérdida del balón y el retroceso defensivo.

Con el correr de los minutos y a medida que el Gallo asumía el protagonismo del desarrollo, de la forma que más le gusta y mejor le sale, esto es, con el dominio del balón, la visita comenzaría a merodear el área del "Cuervo", obteniendo a los '36 de la primera etapa, ese "guiño" del destino tan ausente durante los últimos encuentros: la ventaja en el marcador, luego de un buen centro de Cristian Lillo, desde la izquierda, el mal control de Mariano Mittelman (arquero local) y la correcta capitalización del rebote, por parte del mejor valor de Morón..., Emmanuel Giménez.

Con el resultado parcial a su favor, luego de tanto tiempo, el Deportivo Morón ganaría en confianza y en ese "proceso de mejora continua", referido al comienzo, hasta podría haber ampliado el marcador, antes del cierre de la etapa.

El complemento resultaría diferente, entre las obligaciones lógicas de Fénix y un retroceso casi inconsciente del Gallo, quien a pesar de ello y los antecedentes más recientes, no habría de sufrir jamás el encuentro, sosteniendo bien la ventaja en el fondo, en base a la seguridad de Milton Alvarez y una última línea pareja en el rendimiento, ordenada y sin fisuras, más la solidaridad táctica y el sacrificio del resto.

En definitiva, y por una de esas coincidencia raras que suele deparar el fútbol, Morón habría de "resurgir" en el momento justo, en un partido "chivo" y ante un rival de punta..., nada menos que Fénix..., precisamente.

De "entre las cenizas", a prolongar la mejoría ante el "Pincha".



Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.



                        Foto: exclusiva, Osvaldo Abades (h).

A "resurgir" frente a Fénix.

Tras la suspensión del encuentro ante Deportivo Español, pautado para el último martes y postergado a causa de las adversas condiciones climáticas, el Morón de Walter Otta contó con algunos días más para ajustar piezas, en procura de retomar el camino perdido en las fechas precedentes.

Para ello, y de cara al exigente desafío de visitar al escolta, Fénix, en el "Estadio Claudio 'Chiqui' Tapia" de Barracas Central, este sábado desde las 15.30, con el arbitraje de Américo Monsalvo y la televisación de "Pacífico TV Morón", el cuerpo técnico del Gallo planea cinco cambios, respecto del once inicial que cayera en Agronomía, el pasado sábado 9 de abril, frente a Comunicaciones. A saber: ingresarían Maximiliano Jerez, Cristian Broggi, Emmanuel Francés, Damián Toledo y Gerardo Martínez (quien regresa de su suspensión, por la expulsión ante Flandria), en lugar de Juan Ferreira, Nicolás Gásperi, Nicolás Minici (con dos jornadas de "parate" por delante, por la "roja" frente al "Cartero"), Cristian Yassogna y Junior Mendieta.

En definitiva, los probables titulares del Gallito, que intentarán bajar al "Cuervo", en cancha del "Camionero", serán: Milton David Alvarez; Maximiliano Ezequiel Jerez, Cristian Jesús Broggi, Emmanuel Francés, Jonatan Emiliano Iván Mayola (capitán); Emmanuel Giménez, Damián Ezequiel Toledo, Cristian Damián Lillo; Gerardo Daniel Martínez, Rodrigo Ezequiel Díaz; Javier Nicolás Rossi.

Completarían el banco de suplentes, de un equipo sin confirmar, pero que cuyos convocados habrán de juntarse en el estadio, pasadas las once de la mañana, para emprender todos juntos la difícil excursión a Olavarría y Luna: Nicolás Roberto Angellotti, Juan Gabriel Ferreira, Agustín Onofrio, Matías Gabriel Pardo, Cristian Román Yassogna, Junior Leandro Mendieta y Federico Ezequiel Turienzo.

Frente a Fénix, en Barracas..., que el "resurgimiento" sea del Gallo.


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.



martes, 19 de abril de 2016

Póker de cambios para recibir al "Gallego".

En el cotejo de cierre, de la undécima fecha del "Torneo de Transición 2016" de la Primera "B", este martes a partir de las 15.30, el Deportivo Morón recibirá la visita de Deportivo Español, en el Nuevo Francisco Urbano, con el arbitraje de Julio Barraza y la televisación de "Pacífico TV Morón" y "La 94 Sport", a través de sus respectivos canales de YouTube.

Con la premisa innegociable de ganar o ganar, el equipo de Walter Nicolás Otta registrará cuatro modificaciones, respecto del once de inicio, que proviene de caer en Agronomía, a partir de los ingresos de Cristian Jesús Broggi en lugar de Juan Gabriel Ferreira, Damián Ezequiel Toledo por Nicolás Miguel Gásperi, Maximiliano Ezequiel Jerez en reemplazo de Nicolás Guillermo Minici y el regreso de Gerardo Daniel Martínez, tras su suspensión, en sustitución de Junior Leandro Mendieta.

Salvo el cambio de Jerez, en lugar de Minici, obligado a raíz de las dos fechas de suspensión que recibiera el lateral izquierdo de Morón, debido a su expulsión frente a Comunicaciones, las tres variantes restantes obedecen a motivaciones tácticas, tanto es así que dos de ellos ocuparán un lugar en el banco de los suplentes (Ferreira y Mendieta), mientras que Gásperi ni siquiera resultó convocado para el encuentro ante el "Gallego".

La particularidad de algunas de estas variantes, radican en las posiciones que ocuparán en el terreno del Nuevo Francisco Urbano, tanto Maxi Jerez como Damián Toledo, el primero en un inédito rol de volante externo por derecha y el segundo, como eventual líbero de la línea de tres que ensayará Otta, con Broggi y Mayola como stoppers por ambas puntas. Asimismo, otra de la novedades tácticas que registrará el Gallo, tendrá que ver con el adelantamiento en ofensiva de Cristian Román Yassogna, para acompañar a Javier Nicolás Rossi, con Gerardo y Rodrigo Ezequiel Díaz como "doble enganche".

En definitiva, los titulares del Gallito que recibirán a Español, este martes desde las 15.30, serán: Milton David Alvarez; Cristian Jesús Broggi, Damián Ezequiel Toledo, Jonatan Emiliano Iván Mayola (capitán); Maximiliano Ezequiel Jerez, Emmanuel Giménez, Cristian Damián Lillo; Gerardo Daniel Martínez, Rodrigo Ezequiel Díaz; Cristian Román Yassogna, Javier Nicolás Rossi.

Completan el listado de convocados, quienes acompañarán al cuerpo técnico en el banco de los suplentes: Nicolás Roberto Angellotti, Emmanuel Francés, Juan Gabriel Ferreira, Agustín Onofrio, Matías Gabriel Pardo, Junior Leandro Mendieta y Federico Ezequiel Turienzo.

A sumar de a tres..., sin "chistes de gallegos".



Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.



                         Foto: Osvaldo Abades (h).

lunes, 18 de abril de 2016

"Salud al Voley del Gallo"... En sentido amplio.

Así como en el ámbito del fútbol, suele decirse a menudo que, el "humor" del hincha o la valoración de una gestión directiva, depende de "si la pelotita entra o no en el arco" (en la mayoría de los casos, utilizada como "frase de cabecera", a la hora de las justificaciones y excusas de compromiso), desde el resonante triunfo y campeonato incluido del Voley del Gallo (a quienes saludamos desde estas líneas, por el logro sin precedentes obtenido en las últimas horas), debería incorporarse el concepto antagónico de "si la pelotita pica en el campo contrario, es el resultado de un proyecto serio y bien diseñado".

En efecto, el ascenso y vuelta olímpica de los "Gigantes del Gallo", al acceder a la máxima instancia competitiva del Voley nacional, no hace otra cosa que dejar en cruel evidencia, cual auténtica "mosca blanca con plumas", las siderales diferencias que lo alejan "para bien", de su "pariente" fundacional, el fútbol profesional, en términos de génesis de proyecto, administración de recursos y proyección de metas deportivas a corto y mediano plazo.

Dentro de un club en continua convivencia con la crisis, sin logros deportivos para exhibir (fuera del Voley, claro está) y sin acciones institucionales para subrayar, más allá del pago parcial de $ 3.000 a los empleados del club, a cuenta de un mes de febrero abonado por la mitad, al que se le suma la totalidad de marzo, entre trabajadores cuyos sueldos oscilan los $ 10.000 mensuales, el Voley del Deportivo Morón aflora como el máximo motivo de orgullo "patrimonial", entre la desazón de una nueva ilusión futbolística trunca, la certidumbre de otro plantel que no conocerá lo que es cobrar un mes de haberes a tiempo y en un solo pago, y la incertidumbre de un futuro institucional atado a un año electoral, cargado de "chicanas" y agresiones gratuitas, mientras se especula con un cronograma de tiempos "estirado" hasta lo inconveniente, como quien "bicicletea" el vencimiento de la factura de luz o el resumen de la tarjeta de crédito.

Y es que el Voley del Gallo fue concebido de otra manera, con criterios de razonabilidad y previsibilidad ausentes en el fútbol profesional del Deportivo Morón, en casi tres décadas, tanto es así, que en dicha actividad los presupuestos se han hecho para cumplirse a rajatabla, y no por eso depreciar la calidad y cantidad del logro deportivo resultante, como quedara evidenciado en menos de un lustro de actividad voleybolística en la institución.

En este sentido, dista tanto la concepción estratégica dirigencial en uno y otro, que mientras en el Voley se contrata de acuerdo y con sujeción estricta a dicho presupuesto, y toda vez determinada la fuente de ingresos real necesaria para solventar su erogación mes a mes, en el fútbol profesional, por el contrario, primero se contrata al refuerzo en cuestión, y más tarde se intenta conseguir el sponsor que lo "pague", no siempre con el suficiente tiempo o paciencia en la búsqueda.

Asimismo, y mientras en el Voley de Morón se proyectan costos y metas competitivas a corto y mediano plazo, dándole la suficiente contención y continuidad a los procesos deportivos en marcha, en el fútbol profesional el concepto de "proyecto" no ha existido nunca, respondiendo siempre espamódica y erráticamente a aquella referida frase de "la pelotita en el arco" contrario, para justificar contratos irracionales e impagables, presupuestos altísimos e inicios y finales de "ciclos", sujetos siempre a malas elecciones iniciales y por consiguiente, a peores resultados futbolísticos.

En definitiva, y dentro de un club con pocas razones objetivas (competitivas e institucionales) para ufanarse y alegrarse, por fuera de los discursos de campaña (desembozados o encubiertos), más allá del orgullo que implica siempre, para cada uno de nosotros y ante cualquier circunstancia de la vida, el simple y maravilloso hecho de ser hinchas del Deportivo Morón, el Voley del Gallo constituye esa "mosca blanca emplumada" o ese espejo incómodo que nos devuelve la imagen de aquello que pudimos y debimos ser, y sin embargo jamás fuimos, en términos de gestión y administración institucionales y, por consiguiente, de éxito deportivo, en el marco de un club sin rumbo fijo ni "proyecto" alguno.

Ojalá, algún día, aprendamos de nuestros escasos procesos virtuosos, o de lo contrario, deberemos continuar en el "purgatorio" conocido y previsible, de los errores repetidos y los fracasos "in limine" (o "mal paridos" desde el comienzo).

Salud al Voley del Gallo... En el más amplio sentido del término "salud".


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.



                                Foto: gentileza, Osvaldo Abades (h).

sábado, 9 de abril de 2016

El "Cartero llamó dos veces" y el Gallo se "desmoronó".

El "Cartero llamó dos veces" y el Gallo se "desmoronó"... Como frente a Platense y en una de sus expresiones colectivas más pobres (sinó la más), en lo que va del torneo, Morón cayó sin atenuantes por dos a cero, ante Comunicaciones en el "Alfredo Ramos", con la practicidad de un planteo sencillo y un par de puntos altos, tal el caso de Nicolás Ibañez, un ignoto delantero centro del conjunto de Vivaldo, que habría de abrir el marcador y convertirse en una "tortura" permanente para la muy vulnerable defensa visitante.

Con el único cambio de Junior Mendieta, en lugar del suspendido Gerardo Martínez (expulsado el último martes, en el cero a cero ante Flandria, en el Oeste), el equipo de Walter Otta habría de afrontar su primer partido en el campeonato, sin uno de los "caballitos de batalla" tácticos del cuerpo técnico del Gallo: el "doble enganche", conformado por el mismo Gerardo Martínez y el "Rengo", Rodrigo Ezequiel Díaz.

Y en rigor de verdad, más allá de la discreta actuación individual de Díaz, quien no lograría escapar a la mala tarde colectiva, evidentemente, el "Rengo" habría de "extrañar" a su "compadre" creativo, tanto es así que muy pocas veces el Gallo hubo de manejar la pelota, tal cual lo prescribe su idea general de juego y, como lógica consecuencia, el equipo carecería por completo de peso ofensivo, generándole una sola opción manifiesta de gol, al "reposado" golero del "Cartero", mediante un cabezazo de Javier Rossi, a los '5 del complemento, que pudo ser el empate y sin embargo, volvería a toparse con el palo contrario (al igual que sucediera con el "Canario").

Por si fuera poco, una defensa que hace rato viene dando renovadas muestras de una debilidad manifiesta e increscente, en la tarde de Agronomía, viviría sin dudas su peor expresión individual y de conjunto, con bajísimos rendimientos en los habituales cuatro del fondo, y hasta en su arquero, aunque este último habría de redimirse en el segundo tiempo, evitando en un par de "mano a mano", que el "Cartero" obtuviera un resultado más abultado.

En ese sentido, el primer gol de Comunicaciones resulta un claro ejemplo, a los '14 de iniciado el partido, luego que de un despeje largo, desde el fondo local, el balón le cayera en el área chica a Nicolás Ibáñez, quien aprovecharía la "siesta" de Gásperi y Mayola, así como la indecisión de Alvarez, para "puntear" el balón, con llamativa soledad y facilidad, al fondo del arco visitante.

Con la desventaja a cuestas, sin volumen de juego en el medio, y con graves falencias en el fondo (algunas veces, creemos que potenciadas por la tendencia recurrente a "tirar el achique"), Morón recién arrimaría algo de peligro al arco local, a los '18 de aquél primer tiempo, a través de una buena acción individual del "Bicho" Rossi (a la postre, de lo poco rescatable del equipo), que sin embargo finalizaría con un remate débil y cruzado, fácil para el lucimiento del arquero.

Con el correr de los minutos, el nerviosismo se iría apoderando de un equipo, al que no le salían para nada las cosas, viendo la amarilla, tanto Giménez como Minici, en apenas sesenta segundos, y antes de la media hora de juego. Y es que el Gallo no lograba hacerse de la pelota y, cuando la conseguía, se mostraba lento, predecible y repetido, trasladando demasiado el balón, sin claridad ni precisión, todo lo contrario de su rival que, más tranquilo con la diferencia inicial, apostaba a la practicidad de un juego sencillo y ordenado, a unos o dos toques, hasta apuntar a la cabeza del "9", de tarde inspirada y justo frente a nosotros...

Y en ese clima de nerviosismo e incomodidad ante la certidumbre de una muy mala tarde, antes de un córner a favor del Gallo, en el descuento del primer tiempo, un jugador local habría de acusar una agresión de Nicolás Minici, para que un Martín Gonaldi más cercano a la acción y mejor ubicado, decidiera expulsarlo, para complicar aún más un resultado próximo, en un desarrollo más lejano.

Ya en el complemento, y con la salvedad de un breve lapso de diez minutos, en los que el Gallo habría de salir con otra decisión en busca del empate, mostrando una mejor "cara" con diez, que con once jugadores, de a poco volvería a "desinflarse", de modo de no generar nada de peligro real, más que aquél cabezazo al poste de Rossi, a los '5, tras un buen centro de Cristian Lillo.

A partir de los veinte del segundo y con las ventajas lógicas de una línea de tres en el fondo (Broggi ingresaría por Ferreira, en el entretiempo), Comunicaciones retomaría el control de las acciones y en un puñado de minutos justificaría un segundo gol, que habría de arribar a los '23 del complemento, luego de una gran jugada individual de Federico Barrionuevo, que solo y de izquierda a derecha, hubo de "limpiar" a los centrales para definir con precisión y dejar sin chances a Milton Alvarez.

Con el dos a cero en contra y un jugador de menos, sólo podía apostarse a evitar el tercero (cosa que haría el propio Alvarez, por duplicado) y fundamentalmente, a procurar que no hubiese algún nuevo expulsado.

Al término del encuentro y con una nueva caída consumada, el futuro inmediato del equipo asoma como un enorme interrogante, entre actuaciones que invitan a entusiasmarse y otras, como la de este sábado, que "desmoronan" ilusiones.

Como sea, y salvo un "milagro" futbolístico (a falta de nueve partidos, y dependiendo tanto de la adquisición de un equilibrio propio, como de la combinación de demasiados resultados adversos ajenos), el campeonato parece una utopía recurrente, como desde hace 26 años, a cumplirse el venidero 14 de abril.

"Desmoronados"... Una vez más.



Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.


 
                          Foto: Osvaldo Abades (h).

A "Comu-nicarse" con el triunfo.

Con el sabor amargo demasiado reciente, de un triunfo que mereció largamente y debió haber sido, ante Flandria, y sin embargo no fue (no pasó del empate en cero), el Gallo necesita "comunicarse" rápidamente con los tres puntos, para no despedirse prematuramente del torneo, cuando este sábado visite a Comunicaciones, en el "Estadio Alfredo Ramos", desde las 13.05, con el arbitraje de Martín Gonaldi y la televisación de DirecTV, así como de "Pacífico TV Morón" y "La 94 Sport", a través de sus respectivos canales de YouTube.

Respecto del once inicial ante el "Canario", Walter Nicolás Otta ensayará un cambio obligado, debido a la ausencia de Gerardo Daniel Martínez, expulsado frente a Flandria, quien será reemplazado por Junior Leandro Mendieta, resignando por primera vez en el torneo, el "doble enganche" habitual con Rodrigo "Rengo" Díaz, para modificar también el dibujo táctico usual, con destino a un 4-3-1-2.

En definitiva, los titulares del Gallo que intentarán volver a la victoria, en su visita al "Cartero", serán: Milton David Alvarez; Juan Gabriel Ferreira, Nicolás Miguel Gásperi, Jonatan Emiliano Iván Mayola (capitán), Nicolás Guillermo Minici; Cristian Román Yassogna, Emmanuel Giménez, Cristian Damián Lillo; Rodrigo Ezequiel Díaz; Junior Leandro Mendieta, Javier Nicolás Rossi.

Completarían el banco de los suplentes, en Agronomía: Nicolás Roberto Angellotti, Emmanuel Francés, Cristian Jesús Broggi, Damián Ezequiel Toledo, Agustín Onofrio, Matías Gabriel Pardo y Federico Ezequiel Turienzo.

A "Comu-nicarse" con el triunfo... Urgente.


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.



                           Foto: Osvaldo Abades (h).

miércoles, 6 de abril de 2016

"Cuando la suerte que es grela"...

En el contexto del fútbol, la "suerte" suele constituir una noción difusa y hasta engañosa. En rigor de verdad, el "azar" o la "liga" futbolística, suele ser utilizada como la primera excusa a mano, a la hora la justificar públicamente, las buenas intenciones no debidamente llevadas a cabo.

Sin embargo, en partidos como el del último martes, entre el Deportivo Morón y Flandria, la consabida "suerte" adquiere ribetes de determinante indeseable e imponderable incalificable, ante un desarrollo que debió claramente inclinarse para el lado del Galllito y que, por mera obra del "azar" ausente o adverso, terminó por incidir en un cero a cero absolutamente mentiroso e injusto, para los merecimientos exhibidos por uno y otro.

Porque el equipo de Walter Otta hizo absolutamente todo para ganar el partido, salvo el gol que le hubiese deparado esa alegría en lo efectivo, siendo ampliamente superior a su adversario, en especial, durante el primer tiempo, donde sólo la injerencia inoportuna de los palos y el travesaño, en favor del "Canario", más algunas buenas intervenciones de Leonardo Griffo, arquero de Flandria, y una falla garrafal del arbitraje vergonzoso de Carlos Stoklas, privarían a Morón de un triunfo ampliamente merecido, incluso, por un par de tantos de diferencia.

Con la presión alta acostumbrada, que tan buenos dividendos le redituara ante Talleres de Remedios de Escalada, durante su anterior presentación en el Nuevo Francisco Urbano, un Morón necesitado de triunfo, tras su visita con derrota a Vicente López, bien temprano en el partido, a los seis minutos de iniciado el encuentro, avisaría de sus intenciones y ambiciones ofensivas, primero con un remate furibundo de Cristian Yassogna en el palo, y más tarde, con el travesaño que le negaría la apertura a Javier Rossi.

Dominador absoluto de las acciones, podría decirse que prácticamente a placer o voluntad, el renovado buen juego del Gallo se centraría en otra actuación sobresaliente de ese talento inagotable, llamado Rodrigo Díaz, bien secundado por otro buen partido de Emmanuel Giménez (jugador de otra categoría, no nos cansaremos de decirlo), más el correcto acompañamiento de Cristian Lillo por la banda izquierda (ingresado en reemplazo de Damián Toledo), y el esperado regreso de Nicolás Minici que, además de clausurar su banda, demuestra siempre la sana intención de ir para adelante, con criterio, acierto y decisión ofensiva.

Mientras Morón "apretaba" a su rival contra su área, e intentaba generar el desequilibrio a partir del juego asociado y criterioso, con el "Rengo" Díaz como estandarte, el visitante sólo opondría una resistencia férrea y escalonada, bien cerca de su última línea, tanto es así que su primera llegada hasta los confines de Milton Alvarez, recién habría de producirse a seis minutos para el final del primer tiempo, con un remate de Camacho, desde afuera del área, controlado sin contratiempos por el "uno" del Gallo.

En el complemento, y quizá como consecuencia del desgaste y la búsqueda infructuosa de los primeros '45, al regreso de los vestuarios a Morón le costaría varios minutos poder hacer pie en el terreno, permitiéndole a Flandria salir del asedio constante del primer tiempo, para manejar un poco el balón, aunque sin generarle acciones de riesgo a una mejorada defensa del Gallito.

A partir de los '20 del segundo tiempo, y cuando el conjunto de Otta retomó las "riendas" del encuentro, una jugada determinada terminaría por sentenciar la "suerte" esquiva de un Morón, sin "liga" y de "culo" para la "taba": ante una acción de inobjetable penal, en que Gerardo Martínez fuera "tumbado" a centímetros del arco, y en franca ocasión de gol, un impresentable Carlos Stoklas desestimaría la infracción, al tiempo de potenciar su absurdo error, penando con amonestación, lo que él considerara como simulación, para expulsar a Gerardo Martínez por doble amarilla.

A pesar de ello, y con más amor propio que fútbol y "piernas", un Morón cansado y en inferioridad numérica volvería a procurar una victoria largamente justificada durante todo el cotejo, generando otras tres o cuatro acciones manifiestas de gol, dilapidadas una a una, entre la falta de puntería de los delanteros, las oportunas intervenciones de Griffo y esa cuota de "fortuna", ausente sin aviso en el Nuevo Francisco Urbano.

Con el pitazo final de Stoklas, el Gallo pagaría demasiado caro sus buenas intenciones sin potencia ofensiva y al mismo tiempo, un "Canario" tan avaro como utilitario, habría de volverse con demasiado "premio" para Jáuregui.

De naturaleza difusa, muchas veces, y hasta fuente inagotable de las mayores excusas, otras tantas, esta vez la "suerte", esa "aliada" ausente desde hace 26 años, volvió a darnos la espalda para convertir un triunfo amplio y merecido, en un empate cero a cero y mal avenido.

Esto es Morón..., y ya estamos (mal) acostumbrados a la ausencia de "fortuna".


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.



                         Foto: exclusiva, Osvaldo Abades (h).

lunes, 4 de abril de 2016

A "enmudecer" al "Canario", para no perder más terreno.

Superado el "trago amargo", de la derrota 3 a 1 frente a Platense, el Gallo necesita imperiosamente sumar de a tres, para no perderle pisada al lote de punteros, en este campeonato de la "B" tan raro, con poco equipos grandes en la cima, y "cenicientas" como Colegiales, Fénix y Flandria, disputándose el primer puesto.

Y será precisamente Flandria, el "Canario" de Jáuregui, el próximo desafío que deberá afrontar el equipo de Walter Otta, este martes a las 16, en el Nuevo Francisco Urbano, con el arbitraje de Carlos Stoklas y la televisación de "Pacífico TV Morón" y de "La 94 Sport", a través de sus respectivos canales de YouTube, en el marco de un partido de "alto riesgo", de acuerdo a la consideración de la APreViDe, y en medio de rigurosas medidas de seguridad, más propias de un superclásico, que de cualquier encuentro (entre semana, por la tarde y sólo con socios) de la primera "B".

Sin equipo confirmado (como ya es costumbre), aunque con la posibilidad cierta de tres modificaciones, respecto del once que iniciara el partido en Vicente López, hace más de una semana, con las posibles vueltas de Juan Gabriel Ferreira y Nicolás Minici (este último, "entre algodones", y a quien se lo aguardará hasta último momento), en lugar de Emmanuel Francés y Cristian Broggi, además del cambio táctico de Cristian Lillo por Damián Toledo, los posibles titulares del Gallito que intentará volver al triunfo, ante Flandria, y en su estadio, serían: Milton David Alvarez; Juan Gabriel Ferreira, Nicolás Miguel Gásperi, Jonatan Emiliano Iván Mayola (capitán), Nicolás Guillermo Minici; Cristian Román Yassogna, Emmanuel Giménez, Cristian Damián Lillo, Gerardo Daniel Martínez; Rodrigo Ezequiel Díaz; Javier Nicolás Rossi.

Completarían el banco de los suplentes, para enfrentar a Flandria, por la novena fecha del "Torneo de Transición 2016": Nicolás Roberto Angellotti, Emmanuel Francés, Cristian Jesús Broggi, Rodrigo Fernando Basualdo, Damián Ezequiel Toledo, Matías Gabriel Pardo, Federico Ezequiel Turienzo y Junior Leandro Mendieta.

Sin margen para el error, el Gallo busca imponerse en "duelo de aves", a un "Canario" que llega "embalado".

A dejarlo "mudo", para no perder más terreno.

#NueveDe19.



Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.