lunes, 7 de julio de 2025

Suma y sigue (prendido)

Dos semanas más tarde, luego de la postergación de su cotejo frente al "Lobo" mendocino, en el Oeste, el Gallo volvió al Norte para visitar al líder, Gimnasia de Jujuy, trayéndose consigo un empate a cero, importante por el rival y el contexto (siempre adverso, máxime ante el actual "caballo del comisario" de AFA), para mantenerse en un expectante sexto puesto, a seis unidades de su encumbrado rival (con un partido menos) y de paso, prolongar la racha positiva de once cotejos sin derrotas.

En un encuentro luchado, friccionado y casi sin emociones frente a los arcos, el equipo de Walter Otta dejó una imagen totalmente diferente, a la evidenciada hace quince días, también en el empate a cero, frente a Central Norte en Salta, siendo por momentos superior a su rival, pese a no jugar su mejor fútbol, pero sin sufrir el desarrollo en su extrema defensa, algo que había dejado un dejo de preocupación, tras el choque con el "Cuervo" salteño, con Julio Salvá como figura excluyente de dicho duelo.

En esta ocasión y frente al líder de la Zona "B", el "Lobo" jujeño, el de mayor cosecha de puntos, tomando en cuenta ambos grupos, Morón se plantó de igual a igual y jamás sufrió el trámite del partido, con una defensa cada fecha más sólida, pese a los cambios obligados y circunstanciales por lesión, tal la modificación obligada de Joaquín Livera como lateral por izquierda, en lugar de Iván Vaquero, uno de los puntos más altos en las últimas presentaciones.

En el medio, con Santiago Kubiszyn y Emiliano Franco, en reemplazo de los "averiados" Pablo Ferreira y Gastón González (determinante en cotejos precedentes, por ejemplo, frente a Almirante Brown en el Nuevo Francisco Urbano), el Gallo se las arregló para suplir la ausencia de un "cinco" tradicional, para no perder la marca en el círculo central y apeló a lo mejor de Mariano Bíttolo, mientras tuvo resto físico, para disimular la ausencia de Gastón González y sus "pinceladas" de calidad, cuando el partido se complica y requiere de la conjunción de sus mejores intérpretes.

Lástima que en ofensiva, al igual que sucediera en Salta, ni Ivo Costantino y Fabricio Sanguinetti, de entrada y más tarde, Ramiro Fergonzi y Jonathan Berón (más el errático partido de Yair González) pudieran acercar algo más de peligro al arco de Milton Alvarez, más allá de aquél tiro libre del referido Berón, a los '28 del complemento, que bien pudo ser el gol del triunfo en Jujuy, pero la base del poste derecho del arco local, jugaría a favor de un Milton, en la que poco y nada tenía por hacer.

Del lado del local, más allá de un centro "envenenado" al segundo palo, en el que se molestaran dos compañeros, el conjunto de Matías Módolo tampoco inquietó a un seguro Salvá y una defensa inexpugnable, con dos centrales impasables, como Emilio Lazza y una vez más, la figura destacada de Franco Lorenzón y por encima de todos ellos, otro partidazo de Juan Manuel Cabrera, el mejor de todos, propios y ajenos, en la tarde de San Salvador de Jujuy.

Con el pitazo final de Ariel Penel, de regular arbitraje, disimulando un par de infracciones para amonestación de los locales y algunas faltas no medidas con la misma "vara", propias de un especialista del "muñequeo" localista, el Gallo no sólo se llevaría un punto importante frente al puntero y en su "casa", siendo superior en algunos pasajes del encuentro (en especial, durante el inicio del segundo tiempo), sino que confirmaría una vez más, una dato de la realidad, nada menor: Morón está para pelearle a cualquiera, sin importar el rival ni la localía, en absoluta igualdad de condiciones.

Ahora, a reencontrarse con el Oeste, para procurar volver a sumar de a tres, frente a Agropecuario, en zona de Reducido y de andar irregular en el torneo, de aparente consideración en baja para el entorno de AFA, coincidente con la quiebra de sus utilidades fuera del campo (de juego).

Es el Morón de Otta, que suma y sigue (prendido).


@elgallogustavo.



       📸: Gimnasia y Esgrima de Jujuy.