En más de una ocasión, jugar con la ventaja deportiva del empate a favor, suele convertirse en un "arma de doble filo".
A lo largo de la historia y podríamos decir que cada vez que Morón clasificaba a la siguiente ronda, con sólo el empate, el resultado supo ser adverso, jugándole en contra esa aparente "facilidad" del "doble resultado" a favor.
En esta oportunidad, frente al siempre complicado San Martín de Tucumán, más allá de no haber tenido una campaña a la altura de la demanda de ascenso permanente, que implica el peso de su camiseta, el equipo de Walter Otta no pudo repetir lo que mejor hizo durante todo el torneo, en su etapa regular, esto es, proponer a partir de la tenencia del balón y buscar el arco de enfrente.
En efecto, frente al "Santo" tucumano, el Gallo tuvo quince minutos en los cuales logró "apretar" al rival contra su arco, jugando el partido bien lejos del suyo, aunque sin generarle peligro a Darío Sand, arquero de la visita, más allá de un tiro libre de Joaquín Livera, con buena dirección pero anunciado, despejado con lo puños al tiro de esquina, en la acción posterior a la jugada en la que San Martín de Tucumán se quedara con uno menos.
Y es que Morón tampoco supo aprovechar esa ventaja, la del hombre de más, a los 32' del primer tiempo, cuando Federico Murillo, el lateral diestro tucumano, impidiera con un "agarrón" que Fabricio Sanguinetti se encaminara derecho al gol, tras un mal cierre de dos defensores y un cabezazo defectuoso hacia atrás, del propio Murillo, en una pelota nacida en una "peinada" larga de Ivo Costantino y que terminara con una clara infracción de último recurso y con ella, la correcta roja directa de Pablo Giménez, más allá de los reclamos desmedidos e infundados de un "sacado" Mariano Campodónico, técnico visitante, también expulsado por el árbitro del encuentro.
En esa primera etapa, Morón no lograría "defenderse" con la pelota y en el mediocampo, extrañaría "horrores" a Pablo Ferreira (reemplazado por Matías Ballini), baja de última hora, por un cuadro de apendicitis aguda, que en lugar de tenerlo con el dorsal "5" del Gallo, a la hora del partido, lo tuviera en el Hospital de Morón, recuperándose de una intervención quirúrgica, exitosa pero impensada.
Un primer tiempo con mucho nervio y demasiados errores, pero que aún así, las escasas opciones serían del visitante, como aquél centro desde la izquierda, que el "9", Martín Pinto no llegara a empujar, ingresando sólo desde el centro y casi sobre el final de la etapa, el remate desde lejos de Ulises Vera, el "8" tucumano, que entre un campo de juego mojado por la lluvia y el pique inoportuno, antes que Julio Salvá intentara retener el remate, lo complicaría, con un rebote largo hacia adelante, que el mismo "1" del Gallo recomprondría, jugándose a los pies del referido Pino, cuando el centrodelantero venía directo a poner en ventaja al "Santo".
Ya en el complemento, ni San Martín podría volver a llevar peligro al arco de Salvá, pese a su necesidad de ganar el partido para clasificar, ni tampoco Morón podría sacar provecho de los espacios que dejaría su rival, por el jugador de menos, casi sin generar opciones de gol, por ambos lados, en toda la etapa final, más allá de un centro de Ivo Costantino desde la izquierda, que Fabricio Sanguinetti no podría impulsar al gol, arrojándose con su pierna izquierda, cuando el remate pasado quizá ameritaba intentarlo con la de "palo".
Entre pases mal dados, un nerviosismo en ascenso y un juego tan deslucido como la noche, entre el viento fuerte y la llovizna persistente, Morón no sufrió sofocones en su área, porque San Martín jamás le llegó con algo de riesgo, del mismo modo que el equipo de Walter Otta tampoco preocupó a la última línea visitante, desaprovechando las pocas contras que pudo hilvanar, entre pases propios y espacios libres ajenos.
Con el pitazo final de Pablo Giménez, de buen arbitraje, el Gallo se quedaría con el "boleto" a cuartos de final, en los que la ventaja deportiva se invertirá y en esta ocasión será de su rival, nada menos que Atlanta (auténtica "bestia negra" histórica para Morón), que avanzará a semifinales con dos empates, en partido y revancha, definiendo en Villa Crespo.
La primera cita ya está definida y será el próximo domingo 19 del corriente, a las 17, nuevamente en el Nuevo Francisco Urbano y quince días después, por las elecciones generales del 26 de octubre, en terreno "Bohemio".
Hay veces que la ventaja deportiva juega en contra y es preferible estar obligado a buscar el triunfo.
Ya instalados en cuartos, frente a Atlanta, primero en el Oeste y por la épica.
#VamosGallo.
@elgallogustavo.
📸: Deportivo Morón.