El Deportivo Morón llegaba a Campana, para enfrentar a otro de los líderes
y auténtica revelación del torneo de la B Metro, temporada 2012/2013, precedido
de dos victorias y un empate, pero fundamentalmente de un nivel de juego tan
superlativo y aplomado como sorpresivo, no por los nombres que presenta en el
equipo, que los tiene y de mucha calidad y experiencia para la categoría, sino
por la llamativa rapidez y ensamble en lo colectivo, teniendo en cuenta la
conformación de un plantel prácticamente nuevo (con ocho de once recién llegados
en el elenco base), y que aún así hasta la jornada cuatro habían deslumbrado por
un rendimiento sólido, ambicioso, contundente y por momentos hasta lujoso.
Enfrente lo aguardaba un "Violeta" de Campana, con la base del equipo que
consiguiera con autoridad y merecidamente el ascenso de la "C" a la "B" Metro, y
que había sabido prolongar ese muy buen andar en la categoría superior,
venciendo en dos e igualando el restante cotejo, con dos triunfos importantes de
visita, ante Platense en el debut y Tristán Suárez en la jornada pasada, en
ambos casos demostrando buen juego individual y de conjunto, no exento de
personalidad, revirtiendo en ambos casos desventajas parciales, para terminar
ganando y justificando con holgura, a través de sendas chapas finales de 3 a
1.
Con estos antecedentes y ya metidos en el partido de esta tarde, a los
pocos segundos nos convenceríamos que estábamos en presencia del choque más
chivo de los registrados hasta el momento.
Con una presión asfixiante en la mitad del campo y una salida muy veloz en
ofensiva, con privilegio en la utilización de ambas bandas, Villa Dálmine (cuyo
trabajador cuerpo técnico, encabezado por Walter Otta y secundado por Félix
Benito, evidentemente tenía muy estudiado al Gallo del Gato Daniele), comenzó de
la mejor forma en cotejo y al mismo tiempo, ganando la "madre de todas las
batallas": le robó la pelota al Gallito y desarticuló el rendidor doble cinco de
Granero y Zuñiga, distanciándolos entre ellos y preocupándolos en la cobertura
de los flancos, para evitar la recuperación del balón desde la génesis del
circuito creativo de la visita.
Disociado y ocupado por separado en la cobertura, el referido doble cinco,
y con Martín Cabrera maniatado en la marca del sector derecho e imposibilitado
de hacer pesar su claridad en ofensiva, el "Pipi" Lezcano jamás habría de hacer
pie en terreno local y como consecuencia lógica y directa, los peligrosos
delanteros del Gallo quedarían aislados a su suerte, en inferioridad
numérica.
Sin embargo y a pesar de tan inteligente planteo táctico, Dálmine no habría
de inquietar demasiado a un tranquilo Migliardi, hasta allí más preocupado por
el posible "picotazo" de unos de los tantos teros que compartían su área chica,
que de los habilidosos puntas locales, más productivos en insinuaciones que en
concreciones de jugadas de verdaderos desequilibrio y real peligro.
Y si la tarde en esa primera parte apuntaba para fortuna de Morón, una
defensa local que ya había evidenciado problemas en la contención de los centros
cruzados al área, en su primera llegada punzante el visitante conseguiría la
primera diferencia, cuando tras un pelotazo de Ariel Otermín, un Nicolás Gásperi
que había arribado al partido con lo justo físicamente, no logra despejar el
balón y resulta avasallado en la corrida lateral por ese "Toro" apodado
"Wanchope" Abila, que terminaría ganando la posición para el envio de un centro
rasante al área menor, conectado de arremetida por el goleador histórico, para
convertir su quinto gol en cuatro partidos y alcanzar su grito 101 con la
camiseta del Gallo. Y a contramano de la justicia, por lo visto en la cancha,
este Gallito contundente hasta se podría haber retirado a vestuarios con un dos
a cero, a partir de un cabezazo de Otermín que se iría apenas desviado.
Ya en el segundo período cambiaría totalmente el trámite del partido,
puesto que en sólo diez minutos del complemento, la efectividad en ataque que no
tuvo Villa Dálmine durante la etapa inicial, ostentando el monopolio absoluto de
la pelota, paradójicamente lo conseguiría en esos primeros instantes del segundo
tiempo, en los que Morón insinuó comenzar a manejar el balón en mitad del campo,
para intentar administrar y proteger con el balón esa ventaja inmerecida.
Entonces sería en ese nuevo contexto, que este "Violeta" que se siente más
cómodo de contra, encontraría el empate en la primera llegada seria del
complemento, cuando a partir de un doble cabezazo en el área, aprovechando la
relajación de una última línea del Galllo que pareció entrar dormida, para que
en '2 del segundo tiempo el local alcanzara la igualdad, a través de Ezequiel
González, lateral derecho del "Viola".
A pesar de la sorpresa, el Deportivo Morón intentó recomponerse nuevamente
con la pelota, pero un local que se conoce de memoria lo esperaría agazapado
para en '10 del complemento asestarle la segunda estocada: Renzo Pérez (un
volante diestro de interesante despliegue y
condiciones) que desborda por derecha, la pelota que le cae en el centro
del área a un Martín Granero que intenta darse vuelta para rechazar hacia
adelante y en el giro se topa con Gastón Sánchez en plena carrera hacia el
arco, de cuyo choque el árbitro Paletta advierte falta y sanciona un discutible
penal, que el ex Boca, Esteban González cambiaría por gol.
Morón que nunca había hecho pie en Campana intentó alguna reacción, para lo
cual Daniele haría ingresar a Lionel Coudannes por Armando Lezcano y a Víctor
Meza en lugar de Alejandro Espinoza, pero antes de poder generar alguna acción
cercana al empate, otra corrida fulminante del local sellaría la suerte final
del encuentro: Damián Salvatierra que le gana en la carrera a los centrales, se
toma un tiempo ante el achique de Migliardi, para definir con clase al segundo
palo, haciendo estéril el esfuerzo de Otermín para intentar rechazar de cabeza y
casi sobre la misma línea de gol.
De allí y hasta el pitazo final de un Paletta que sacó once amarillas (para
el Gallo, Akerman, Espinoza, Granero, Zúñiga, Cabrera y Migliardi), en un
partido que no resultaría violento ni mucho menos, salvo por el "patadón" que le
propinara Cristian González a Gastón Sánchez, sobre los '35 del segundo tiempo y
que determinara una lógica roja directa que seguramente lo mantendrá marginado
del equipo por un par de fechas.
En definitiva, una más que justificada derrota del Gallo en su visita a
Campana (luego de 19 años), ante un rival que juega realmente bien, que lo
estudió previamente y que lo maniató y asfixió los '90 donde más le duele: la
mitad de campo.
Para el Gallo, una actuación fallida ante un rival que, como en la
pretemporada y por idéntico resultado lo superó inobjetablemente, dejando en
evidencia errores para corregir de cara al partido con Defensores de Belgrano, y
fundamentalmente, subrayando una realidad disimulada por el gran arranque de las
primeras tres fechas: que a pesar de contar con notables valores en lo
individual y colectivo, que sin dudas los conducirán a pelear seriamente por uno
de los dos ascensos en juego, no deja de constituír un equipo en formación y por
ende (y por fortuna, altamente perfectible).
Porque en última instancia y como solía decirnos nuestro extinto
abuelo..., "la serenata es larga".-
SÍNTESIS:
·
Villa Dálmine (3)
Agustín Gómez;
Juan Ferreira, Daniel Cerruti, Ezequiel Fernández y Federico Gásperi; Gastón
Sánchez (89’, Héctor Arrigó), Horacio Falcón y Renzo Pérez; Raúl Pérez (79’,
Yair Rodríguez); Damián Salvatierra (83’, Maximiliano Badell) y Esteban
González. DT: Walter Otta.
Suplentes: Emmanuel
Coesta, Juan Celaya, Santiago Prim y Mariano Gorosito.
·
Deportivo Morón (1)
Alejandro
Migliardi (capitán); Gonzalo Juárez, Cristian González y Ariel Otermín; Claudio
Martín Cabrera, Dante Zúñiga, Martín Granero y Alejandro Espinoza (73’, Víctor
Meza); Armando Lezcano (53’, Lionel Coudannes); Damián Akerman y Ramón Darío Ábila.
DT: Salvador Daniele.
Suplentes: Diego
Ezquerra, Andrés Núñez, Osvaldo Vila, Mariano Martínez y Gustavo Britos.
. Goles: (25’) Damián Akerman (DM) de pecho, (47’) Ezequiel
Fernández (VD) de cabeza, (55’) Esteban González (VD) de penal y (68’) Damián
Salvatierra (VD)
. Amonestados: (25’) Esteban
González, (26’) Agustín Gómez, (30’) Cerruti, (45’ + 2’) Horacio Falcón y (52’)
Gastón Sánchez (VD); (23’) Akerman, (34’) Espinoza, (38’) Granero, (55’) Zúñiga,
(63’) Cabrera y (87’) Migliardi (DM).
.
Expulsados: (80’) Cristian González (DM) por
infracción violenta
.
Incidencias: Se jugó sin público visitante
.
Arbitro: Héctor Alberto Paletta (mal)
.
Asistentes: Juan José Spinatto y Javier Castro
. Las
figuras: Raúl Pérez y Renzo Pérez (VD)
.
Recaudación: No fue suministrada
.
Concurrencia: Aprox. 7.000 personas (sólo hubo
simpatizantes del local)
.
Estadio: Villa Dálmine
.
Campo de juego: Bueno
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