Y Morón sigue de "copas"...
Embriagado de felicidad, de esa misma felicidad que durante tantos y tantos años le fuera absurda e injustamente esquiva, y que este 2017, al parecer dispuesto a redimir todos los males y las heridas futboleras acumuladas en casi tres décadas, tras haber roto el "embrujo" maldito del demorado ascenso a la "B" Nacional, no para de regalar alegrías y emociones hasta las lágrimas, en una "Copa Argentina" tan mágica y soñada, que hasta da temor de ilusionarse en voz alta, por miedo a despertarse y que este sueño maravilloso se termine.
Es que el viejo y querido Gallo de los sinsabores mal avenidos y las desilusiones repetidas casi de manera karmática, hoy se halla entre los cuatro mejores del torneo más federal del fútbol argentino, clasificado a una semifinal de ensueño, ante River Plate, el último campeón de la competencia, luego de haber dejado en el camino a todos equipos de primera división, como Patronato de Paraná (2-0, en el "Florencio Sola" banfileño), San Lorenzo de Almagro (1-0 en el "Ciudad de Lanús"), Unión de Santa Fe (5 a 4 en los penales, tras igualar en cero en los '90, en Alta Córdoba) y este último lunes, a Olimpo de Bahía Blanca, nuevamente en "La Fortaleza" del "Néstor Díaz Pérez" "Granate", para con el gol de cabeza de Javier Rossi, a los '8 del complemento, eliminar con total justicia al "Aurinegro" y clasificarse a una semifinal histórica, contra el "Millonario" de Marcelo Gallardo, sin haber recibido un solo gol en contra en todo el presente certamen.
Y precisamente allí radica la base futbolística de este sueño hecho realidad, gracias a la sapiencia de un cuerpo técnico inteligente y de un grupo de jugadores que han hecho del esfuerzo, la prodigalidad y la generosidad y solidaridad dentro y fuera de la cancha, las banderas que los llevaran al actual presente angelado, donde el éxito no constituye para nada casualidad, sino la consecuencia necesaria de un proyecto serio y con metas claras, trabajado a conciencia durante los últimos dos años, simbiosis (cuerpo técnico + plantel + trabajo) que hoy resulta capaz de potenciar las virtudes propias, minimizando el margen de error y desnudando las falencias ajenas para sacar provecho integral de las mismas.
Bajo esas premisas, el Deportivo Morón volvió a exhibir una solidez defensiva sobresaliente, donde todos defienden cuando el rival tiene la pelota, y se desdoblan y complementan solidariamente en la marca, hasta recuperar el balón, para de allí en adelante y bajo la "suela" de los que más saben con ella, poner en marcha la "fase 2" del "plan Otta", y obtener el mayor rédito posible de cada opción ofensiva a favor.
Así Morón solamente se vería medianamente comprometido, en el breve lapso que mediara entre los '15 y '30 del primer tiempo, donde luego de un buen comienzo del Gallo, ganándole la iniciativa al "Aurinegro", Olimpo le "robaría" la tenencia del balón en el medio y a partir de ella le generaría tres opciones de gol, siendo las más clara un ingreso solo de Emiliano Tellechea, que ante la salida atenta y rápida de Julio Salvá para achicarle los espacios, el "9" del conjunto bahiense no tendría más remedio que enviarla por encima del travesaño.
Superado ese corto interregno, en el cual Olimpo generara lo mejor y único de su producción en todo el encuentro, el Gallo volvería a dominar el centro del campo y a desdoblarse lo suficiente para ganar cada rebote y segunda pelota, accediendo a las cercanías del arco defendido por Adrián Gabbarini, a partir de los tiros libres de Rodrigo Díaz (otra vez figura y el abanderado de los caminos ofensivos de Morón) y de Lautaro Formica, quienes habrían de desnudar la falencia técnica del arquero de Olimpo, que minutos más tarde resultaría determinante para el gol del triunfo.
Ya en el complemento, y cuando el Gallo tenía controlado a un Olimpo cada minuto más impotente para llevar peligro al arco de un tranquilo Salvá (a diferencia del cotejo frente Unión, donde además de los penales, debería trabajar y mucho en los '90), a los '8 de iniciada la etapa final, otro tiro libre desde la izquierda, ejecutado por Emmanuel Giménez, llegaría a media altura, centímetros antes del cuerpo del arquero y Gabbarini, como ya lo había ensayado con acierto en el primer tiempo, utilizaría el recurso de los puños para aventar el peligro de su área (tal vez, procurando adelantarse al pique del derechazo de Giménez), sin lograr otra cosa que elevar el balón casi sobre la línea de meta para que Javier Rossi, de puro "Bicho" y de arremetida, conectara de cabeza y desatara la locura de la formidable multitud del Gallo presente en el "Ciudad de Lanús".
Con la diferencia en el "bolsillo", el equipo de Walter Otta no se desesperaría y le cedería la iniciativa a su confundido adversario, esperándolo agazapado para sacar alguna contra que definiera por completo el pleito. En ese lapso, sería el propio Morón quien estaría más cerca del segundo que Olimpo del empate, a partir de otro intento de Javier Rossi que pareció penal, en el intento por ensayar el remate al arco, y en una corrida de Matías Pardo que, extenuado luego del esfuerzo generoso de acompañar al "Bicho" en ofensiva y en el retroceso, colaborar en tapar la salida de los volantes externos y laterales del debutante Rubén Darío Forrestello, no pudiera ajustar el amague final para quedar cara a cara con Gabbarini.
Más allá de algún centro desesperado en los segundos finales y uno que otro córner, bien contenido por la defensa del Gallo o por Julio César Salvá, el Deportivo Morón maniataría de tal forma al "Aurinegro" que éste resultaría incapaz de generar una sola jugada de gol en el segundo tiempo, aún hallándose en desventaja desde los '8 de la etapa complementaria.
Y es que este Morón de las hazañas, hace fácil lo difícil, siendo el principal responsable de reducir a su mínima expresión al conjunto bahiense, para confluir en un abrazo apretado y emocionado, ante su gente, al grito de "che Gallina, che Gallina...", presagiando una semifinal con River Plate, que en este 2017 y para este cuerpo técnico y grupo de jugadores, nada parece imposible.
No me despierten que quiero seguir soñando... Y que este 2017 dure para siempre.
@elgallogustavo.
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