sábado, 11 de mayo de 2019

"Miente, miente... que algo quedará"

El paradigma original y más conocido, asegura que del "ridículo no se vuelve"..., en lo personal, creemos que del cinismo y la mentira descarada, es desde donde no existe retorno posible, en presencia de tanta ridiculez ajena, indemne e impune, desde tiempos inmemoriales.

Aplicados al Deportivo Morón, la "secuencia" explicada con atildada premeditación, en el juego imbécil de la "verdad" mañosa y antojadiza, intentaría hacernos creer en las últimas horas, que los empleados del club cobran en "euros" y se van de vacaciones a Ibiza, mientras la realidad indica que aún aguardan que les cancelen la totalidad de marzo y sobre el sueldo de abril...,  bien, gracias.

En efecto, y pese a la deplorable y lastimosa "defensa" de un miembro de la actual comisión directiva, en un tradicional programa partidario, cuyas palabras generarían entre verguenza ajena e indignación propia, confrontamos aunque duela, la verdad incontrastable de los los hechos fácticos:

En la presente semana, más precisamente el miércoles, uno de los concesionarios del club acercaría a la institución, una cifra aproximada a los 150 mil pesos, los cuales estaban originalmente destinados al pago del cuarenta por ciento promedio de marzo, que por entonces se adeudaba al personal de administración y maestranza.

Sin embargo, y como solía pasar con la "discrecionalidad meyeriana", ahora sin Alberto Meyer formalmente en funciones (pero siempre omnipresente, como el sol que ilumina a veces al Nuevo Francisco Urbano), de ese dinero, finalmente sólo menos de la mitad iría a cubrir la deuda con los trabajadores, mientras que el resto terminaría en manos de un futbolista del plantel profesional, que no seguirá en la próxima temporada (que habría de irse con 90 mil razones en el "bolsillo", para ser más exactos).

En consecuencia, a los empleados de la institución, se les daría a cuenta un total de 3 mil pesos per cápita, salvo un par de excepciones, que conseguirían dos mil pesos más, debido a consideraciones de antiguedad o razones personales de excepcional necesidad, dentro del marco generalizado de extrema urgencia.

Y con ello cubrirían un veinte por ciento más del sueldo de mes de marzo, pagadero en infinidad de "cómodas" cuotas, incluida la miserable propuesta del martes último, consistente en dos mil pesos a repartir entre 27 empleados, esto es, a razón de 80 pesos por persona.

En este contexto, y a falta del veinte por ciento de los haberes de marzo, a cobrar este sábado, según la nueva promesa de pago, nunca fiable, de acuerdo a los antecedentes recientes, en una instancia de mayo, en que ya los trabajadores del club deberían haber cobrado el sueldo íntegro correspondiente a abril, de una sola vez, se contrapone con las mentiras descaradas hechas públicas, en el intento de justificar que para sueldos de 61 mil pesos, la "olla" no debería estar tan vacía.

A ese miembro de comisión directiva, que sin ruborizarse intentara instalar semejante mentira falaz, le recordamos que sólo un empleado, o dos, o tal vez tres, por imperio de la antiguedad legítima y bien ganada (entre 27), pueden cobrar dicha suma, mientras el resto promedia poco más de 30 mil pesos, en cualquiera de ambos casos, imposible de mantener durante mes y medio sin cobrar o con un pago en cuotas de mil, dos o tres mil pesos.

Entretanto, este viernes se les abonó 5 mil pesos a los "profes" de inferiores, a fin de evitar alguna medida de fuerza por la deuda acumulada en sueldos aún mucho menores, por tratarse de personal contratado, sin relación de dependencia con la institución.

"Miente, miente que algo quedará", sentenciaba Joseph Goebbels, tristemente célebre ministro de Propaganda del "Tercer Reich", entre 1933 y 1945.

Alguien que pudo imponer su "verdad falaz" durante algún tiempo, hasta que los escenarios políticos cambiaran, por fortuna, y jamás pudiese emprender el regreso desde la mentira descarada, el cinismo y la caradurez al servicio de justificar los injustificable.

Salvando las distancias, claro está.

Pero la cosas como son, cuando "la única verdad es la realidad"..., la que "habita" en las ollas de los empleados del club, puertas adentro de sus hogares, bien lejos de las inauditas "versiones" oficiales.


@elgallogustavo.



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