domingo, 8 de mayo de 2022

Morón, el peor "rival" de Morón

Tras la derrota por la mínima, en su visita a Gimnasia en Mendoza (la quinta caída en el certamen de la Primera Nacional y la primera con Gastón Coyette como entrenador), y habiéndose jugado más del 25 por ciento del torneo, esto es, 14 "capítulos" sobre 36 (descontando la jornada libre), queda claro que, más allá de errores particulares y dificultades reiteradas de funcionamiento colectivo, en definitiva y sin pretender ingresar en el "farragoso"" terreno de la psicología de conjunto (que claramente no constituye nuestro "fuerte"), en el recorrido del presente campeonato, el peor "rival" con el que se ha enfrentado el Deportivo Morón, ha sido siempre el propio Morón, "ciclotimia" que no ha podido resolver ni mucho menos superar, por lo menos a la fecha.

En efecto, ante el "Lobo" mendocino, el Gallo regresaría al Oeste con las "manos vacías", una vez más, debido a yerros propios que a méritos de su rival, que también nuevamente, con demasiado "poco", terminaría alzándose con tres puntos, que representan un "premio" excesivo para la escasa "lucidez" local, pero sin lugar a dudas, un "castigo" duro, pero "justo", para un Morón que, como en la tarde mendocina, tiende a "facilitarle" demasiado las cosas a muchos de sus rivales de turno.

Así las cosas, en el marco de un desarrollo mediocre, aunque "entretenido" por la voluntad de uno y otro y en especial, "flaco" de ideas futbolísticas por ambos lados, Morón terminaría perdiendo un punto que debió ganarse en el campo de juego, a partir de otro error grosero de Bruno Galván, ante una pelota que no tenía mayor peligro ni dificultad, para adelantar inesperadamente en el marcador al local, cuando no había pasado absolutamente nada, para justificar la diferencia en favor de uno u otro, y a partir de allí, facilitarle la tarea a un Gimnasia de Mendoza carente de "luces" para aprovechar el "regalo" y definir el encuentro en el primer tiempo, permitiendo a su vez, que Morón permaneciese "en partido", pese a sus dificultades ya conocidas para generar fútbol y, en definitiva, para hallar claridad y contundencia en los metros finales rivales, como para poder aspirar a empatar (ni siquiera hablamos de dar vuelta el resultado).

Con el mismo once de inicio, que una semana atrás, en el debut de Gastón Coyette como técnico, superara con autoridad y contundencia a San Telmo, en el Oeste, hasta el minuto 21 de la primera etapa, en que el trámite del partido se tornaba equilibrado y sin emociones, llegaría la jugada "bisagra" de la tarde, cuando un centro alto y sin mayores intenciones ofensivas de Ulises Ortegoza, el más desatacado del local y del encuentro, determinara el error grosero de Galván (similar al "sufrido" en Chaco, un par de fechas atrás), que ante el intento de "embestida" de un rival, no concretado (porque el delantero local no llegaría a "tocar" ni entorpecer la acción del "1" del Gallo), le quitara la vista al balón o calculase mal, para en definitiva, no reaccionar a retener o rechazar el balón, que habría de "colarse" por encima de su "humanidad", para el uno a cero insospechado e injustificado de Gimnasia y Esgrima de Mendoza.

A partir de ese momento, el partido se "quebraría", acrecentando el nerviosismo de un Morón, que a excepción de la victoria en Tandil, ante Santamarina, nunca pudo remontar un resultado parcial adverso, con las complicaciones que ha demostrado, al cabo de catorce jornadas de campeonato, para sobreponerse a los "golpes" recibidos, en especial, a los "autoinfligidos", que han sido la mayoría en la presente campaña (no de manera intencional, claro está).

En el complemento, el Gallo demostraría otra actitud y luego de unos primeros minutos, en los que el local generara una o dos opciones claras, los dirigidos por Coyette irían con escasas ideas, pero con orden y decisión en busca del empate, y allí volvería a aparecer el mayor déficit que lo acompaña en este 2022: la falta repetida de claridad, para poner "cara a cara" a un punta con el arquero rival y cuando ello pudiese suceder, la ausencia reiterada de contundencia y precisión para aprovechar las ocasiones de gol frente al arco rival.

Y en definitiva, entre errores demasiado "costosos" en el propio arco y la ineficacia "endémica" para generar zozobra en el ajeno, Morón una vez más, como en una "secuela" previsible de un "filme de terror de bajo presupuesto", volvería a ser responsable de una "profecía autocumplida", en el que se complica solo y a la vez facilita la labor contraria, una, y otra y otra vez.

Ahora, con Patronato por "Copa Argentina" y All Boys, de buen rendimiento en el torneo regular, en el horizonte más próximos, las dudas más acuciantes pasan por saber, si en lo inmediato y lo más pronto  posible, Morón podrá "lidiar" consigo mismo, para poder empezar a "lidiar" con el "afuera" de sus rivales de turno.

Pero lo nuestro es (apenas) lo futbolístico. Para la faz psicológica, el plantel cuenta con una profesional de reconocida calidad y trayectoria que, junto a Coyette, sin dudas que les espera una laboriosa y nada sencilla tarea.

Morón, el peor "rival" de Morón.


@elgallogustavo.



         📸: Deportivo Morón.


3 comentarios:

  1. Es un plantel mediocre.Peor que el del año pasado.Pibes jovenes de divisiones B,C y no se si algun D.No se sabia con Orfila a que jugaba. Ojala Coyete sin grandes luces tampoco le puede dar identidad

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  2. No merecimos perder
    Pero nuestros delanteros tienen los pies redondos y la cabeza cuadrada.Ojala Coyete por lo menos haga un equipo corto y combativo.Ojo miren para abajo y se empieza a ver el precipicio

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  3. Tampoco creamos muchas situaciones de gol. Nos cuesta no tener creación y un 9 letal. Se extrañan a Zarate y Orozco. Galvan ya merece descanso, son muchas fallas seguidas (en Chaco paso lo mismo), hay que darle una oportunidad a Rojas y en Junio traer un delantero goleador y un creativo con gol.

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