domingo, 18 de junio de 2023

"Soja", para "alimentar" la ilusión del Gallo

Morón mereció ganarlo mucho antes, incluso antes de estar en desventaja, pero supo "lucharlo" (contra su rival y su otro "contrincante", el lamentable estado del campo de juego) y jugarlo con inteligencia, hasta obtener su "premio" a falta de siete minutos para el tiempo cumplido, quedándose con un triunfazo frente al líder de su zona, viniendo desde atrás en el resultado, en una prueba de carácter, quizá la más importante del campeonato, fuera de los clásicos, para "bajar" al líder, Agropecuario, fiel a la sana costumbre histórica del Gallo en su "casa" (tanto en la "vieja", como en la "nueva"), para meterse de lleno en la lucha por el Reducido y seguir alimentando las ilusiones colectivas, a base de fútbol, temperamento y sacrificio individual y de conjunto.

Y es que el Gallo supo sobreponerse a una desventaja parcial "mentirosa", en el cierre de la primera etapa, ante la jerarquía de un Agropecuario peligroso y complicado, muy bien "trabajado" por su cuerpo técnico, y que no por casualidad lidera la pareja zona "A" del torneo de la Primera Nacional, con un segundo tiempo de Morón sobresaliente, donde más allá del jugador de más, arrinconaría al líder zonal contra su área, que bien pudo aguantar la presión hasta el mismo final del encuentro, gracias a una de las principales figuras en la noche del Oeste: Juan Francisco Rago, de los tres mejores arqueros de la categoría.

Con el regreso de Damián Adín, siempre generoso en su despliegue y determinante en ofensiva, tras purgar la fecha de suspensión por amarillas, en reemplazo de Ezequiel Schelotto, el conjunto de Fabián Nardozza comenzó el cotejo entablando un auténtico duelo de ajedrez, ante el muy buen equipo de Gabriel Gómez, alternándose en la posesión del balón y el predominio territorial, en un duelo casi en "espejo", con dos que necesitan de dominar las acciones para poder imponer sus condiciones.

En ese marco, el trámite se tornaría más que interesante, pese a las complejidades que ofrecía el campo de juego para dominar el balón con acierto, con buenas intenciones de los dos lados y aproximaciones con peligro, repartidas en ambos arcos, siempre con un leve predominio del Gallo, que contaría con las mejores opciones de gol, pese a irse al descanso en desventaja.

Así las cosas, el Gallito avisaría, primero con un remate desde afuera, a cargo de Franco García, que resultaría quien más cerca estuviese siempre de la apertura del marcador, en aquella primera mitad, más tarde con un derechazo dentro del área, tras la "peinada" de Ezequiel Rescaldani y que obligado a un control de más (por el estado del campo), la pelota se le iría un poco larga y facilitaría el "achique" al córner de Rago. También, en la más clara del primer tiempo, el punta uruguayo compartiría protagonismo con Santiago Coronel, a los 22 minutos, cuando de un tiro libre "envenenado" y con destino de red, presagio de lo que más tarde nos "regalaría" (una vez más), la diestra prodigiosa del "Topo", el envío desde lejos y direccionado determinaría una gran respuesta de Juan Francisco Rago, y de su rebote, una salvada aún mejor, ante el posterior remate a quemarropa de García, que tenía indubitablemente destino de gol.

Del otro lado, Alejandro Melo, figura determinante en la victoria de Agropecuario en Carlos Casares, en la primera rueda, y con un duelo particular con su rivales, dentro y fuera de la cancha, por su innegable identificación con Nueva Chicago, manejaría los "hilos" de una contra de la visita, siempre punzante y peligrosa, complicando en aquél primer tiempo, a un Nicolás Henry, permanentemente sometido a un "2 /1", por las trepadas ofensivas del lateral diestro, Alejo Montero (otro de los destacados del puntero) y sobre la banda opuesta, algunos problemas a la espalda de Adín, que bien pudieron generar algún dolor de cabeza, de no mediar una buena intervención de Bruno Galvan, titular por segundo partido de manera consecutiva.

A los 37 de la primera mitad, una entrada muy fuerte de Mauricio Asenjo, en perjuicio de Maxi Coronel, dentro del área, determinaría la correcta expulsión del "9" visitante, por doble amonestación (sólo unos minutos antes, se había ganado la primera amarilla, por otra acción peligrosa, en este caso, en mitad del campo y ante Pablo Ferreira). Sin embargo, lejos de redundar en un beneficio para Morón, en el desarrollo posterior del encuentro, apenas cinco minutos más tarde, la jugada repetida que tanto había complicado a la defensa local, en las aproximaciones ofensivas de Agropecuario, terminaría por darle al "Sojero" la primera ventaja, aún con un jugador de menos y en un "premio" excesivo casi en el cierre de la etapa: tiro libre desde la derecha, en tres cuartos, a cargo de Alejandro Melo, el centro cruzado que pica en el centro del área, facilita el cabezazo imperfecto de Rafael Barrios por el segundo palo y en definitiva, se transforma en la mejor asistencia por el lado opuesto, para que solo ante Bruno Galván, Alejo Montero la empuje dentro del arco de Morón.

En el inicio del complemento, el cambio de Agustín Allione por Pablo Ferreira, resultaría un acierto táctico de Fabián Nardozza, retrasando unos metros a Santiago Coronel, más por el centro, que recostado sobre la izquierda, como en el primer tiempo, y con Agustín Allione unos metros más adelantado, de manera de adueñarse del mediocampo, más por juego, que por quite, ante un Agropecuario que siempre prefirió las bandas, en lugar del círculo central.

De esta manera, con el "Topo" Coronel como lanzador, desde su campo, más cerca de la defensa y la extensión creativa en "Peluche" Allione, entre los medios y los puntas, una gran acción individual de éste último generaría una infracción en el borde del área, ideal para la diestra prodigiosa de Santiago Coronel, que a los 3 minutos de reiniciado el juego, pondría un poco más de justicia en el resultado, con un derechazo preciso y precioso, a media altura y sobre el poste derecho de Rago, para finalmente vencer con un auténtico golazo de tiro libre, la resistencia de un arquero visitante que parecía inexpugnable.

En los minutos siguientes, Morón pudo y debió dar vuelta el partido, con algún otro gol, en un par de acciones inmejorables para revertirlo a su favor, antes del primer cuarto de hora, pero entre imprecisiones en el último pase y otra vez, alguna muy buena intervención del "1" del "Sojero" (por ejemplo, ante un remate desde afuera de Gonzalo Berterame, imparable en el segundo tiempo, por la banda derecha), el Gallo no tuvo más remedio que esperar hasta el final del partido, para llevarse la victoria que mereció desde mucho tiempo antes.

Y cuando parecía que Morón "aflojaba" en su búsqueda y la visita se iría con un punto con gusto a demasiado, a los 38' del complemento, Nicolás Henry (que minutos antes se había perdido una ocasión inmejorable, ingresando solo por el segundo palo, pero elevando su remate de cara al arco) ensayaría un centro medido, a la cabeza de Damián Adín, que anticipando a Rafael Barrios, por el centro del área, la pondría bien abajo, sobre el palo izquierdo, imposible de atajar, aún para Juan Francisco Rago, el "bastión" de la resistencia de Carlos Casares.

Pitazo final de Javier Delbarba, de buen arbitraje, y triunfazo del Gallo, que supo dar vuelta un resultado tan adverso como inmerecido, ante uno de los mejores (o tal vez el mejor) rival de su zona (no por casualidad es el único líder, a pesar de la derrota), para meterse de lleno en puestos de Reducido e ilusionarse, "pasito a pasito", con objetivos trascendentes.

Ahora, el Oeste se traslada al Sur, más precisamente a Puerto Madryn, en búsqueda de consolidar su promisorio presente.


@elgallogustavo.



     📸: Deportivo Morón.


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