lunes, 24 de febrero de 2025

Paso en falso

Morón no "hizo pie" en Mendoza y una vez más, se volvió con las manos vacías, de una provincia hermosa para visitar, pero esquiva para jugar al fútbol.

Con el único antecedente de aquél triunfo en 2018, también con Walter Otta como técnico, frente a Independiente Rivadavia, con gol de Nicolás Ramírez, el Gallo no había podido ganar en todos los cotejos precedentes, en la provincia del buen sol y mejor vino, incluido el duelo semifinal por "Copa Argentina", edición 2017, frente a River Plate y en el "Malvinas Argentinas", casualmente con Julio Salvá en el arco del Gallito.

En los pleitos personales con Gimnasia y Esgrima, Morón jamás había podido derrotar al "Lobo" mendocino, con cuatro empates y tres derrotas, que ahora suman cuatro, tras el 0-1 del último domingo.

Repitiendo el once de inicio, que derrotara a Central Norte de Salta, en el Nuevo Francisco Urbano, pero con la vuelta de Jonathan Berón en el banco de los suplentes, tras cumplir la fecha de suspensión, por su expulsión en la primera fecha, frente a Almirante en Isidro Casanova, Morón "regaló" un tiempo, puesto que estuvo prácticamente "ausente" durante los primeros 45 minutos del cotejo ante Gimnasia y Esgrima, algo que aprovecharía el local para sacar la ventaja inicial, que a la postre la daría los tres puntos en juego, con demasiado poco.

En una primera mitad donde Morón se mostraría inconexo y errático, con el correr de los minutos, el "Lobo" mendocino sacaría provecho de la "ausencia sin aviso" de su rival, para manejar el trámite del partido y en base a centros cruzados, complicar a una defensa visitante que no se mostraría firme, sin presencia ni quite en el medio y escasa profundidad en ofensiva, a excepción de Yair González, el único "punzante" y presente en la calurosa noche de Mendoza.

Tras la casi convalidación de un "gol", que hubiese resultado escandaloso, luego de un tiro libre desde lejos, que se le "escurre" por debajo del cuerpo a Salvá y con reflejos, logra detener la pelota antes que siquiera se sitúe sobre la línea de gol, el juez asistente, que ya había omitido un off side evidente de un delantero local, correría rumbo al centro del campo para convalidar el gol que nunca fue, ni por confusión, hasta que el árbitro del partido, ante los reclamos enloquecidos de los jugadores y el banco Morón, se tomara su tiempo y decidiera no confirmarlo, en una acción que confirmara las sospechas siempre subyacentes en ese escenario, puesto que si no lo anuló en primera instancia, es porque no lo vio y se apoyó en su lamentable juez asistente, y de haber sido así, no habría razones para anularlo, unos minutos más tarde, a instancias vaya a saber de quién. O lo habría visto y "si pasaba, pasaba"?... En fin!...

Lo cierto es que, tan sólo un rato más tarde, a los 25' de la etapa inicial, un centro casi desde mitad de cancha, desde el sector derecho del ataque local, permitiría que Facundo Lencioni, de lo mejor exhibido por el local, se filtrara entre los centrales de Morón (en una acción muy similar al gol del empate de Almirante Brown, en el debut), para que de primera y con una gran definición, dejara sin chances a Salvá, impulsando el balón al fondo de la red, sobre el poste derecho, para el 1 a 0, hasta allí merecido de Gimnasia y Esgrima de Mendoza.

Con la diferencia en el "bolsillo", el "Lobo" cedería el trámite del partido y permitiría que Morón asuma el protagonismo, con un par de acciones de peligro, siempre en los pies de Yair González, la primera en una llegada a fondo, sobre la banda izquierda, definida con imprecisión frente al arquero y en la más clara del partido, "recortando" hacia el centro y luego de sacarse de encima a dos rivales, meter un zurdazo letal que tenía destino de red y merecía ser gol, por la excelente acción individual, pero el palo diestro del arco local, le negaría el empate a un Morón que por entonces, sólo por empuje e individuales como Yair González, no hubiese estado tan mal irse al descanso con el uno a uno, pese a un sofocón, en el agregado del primer tiempo, una vez más, con otro centro y un cabezazo de Diego Mondino, apenas sobre el travesaño.

Ya en el complemento, con Jonathan Berón en cancha, en lugar de un apático Fabricio Sanguinetti, el Gallo se mostraría más "picante" en ofensiva, aunque en esta oportunidad, Ivo Costantino no tendría un buen partido, bien absorbido por la marca de los centrales mendocinos.

En un trámite anodino, cortado y sin emociones, a la medida de la escasa diferencia local, Morón no sufriría en su área, pero tampoco generaría demasiado en la ultimos metros del local, hasta que los ingresos de Facundo Báez, Renzo Reynaga y Emiliano Franco le dieran otro "oxígeno" a la visita y en el cuarto de hora final encontrase las opciones más claras del complemento, como en aquél tiro de esquina desde la izquierda, que primera encontrase la cabeza de Franco y una notable reacción de Lautaro Petruchi, arquero de Gimnasia y en el rebote, una media vuelta del mismo Emiliano Franco, que se iría apenas ancha sobre el poste izquierdo.

El "pitazo" final de Álvaro Carranza, siempre de "dudoso" arbitraje, resultaría un premio a la efectividad del "Lobo" mendocino, que dentro de un trámite pobre y anodino, supo usufructuar su tiempo (el primero) y convertir una de las tres o cuatro ocasiones que generara al cabo de los 90', a la inversa de Morón, que a igual cantidad de ocasiones de gol, no pudo concretar ninguna, en los pocos lapsos en que pudo imponer su juego al de su rival.

Mendoza, hermoso destino argentino para veranear, pero no para jugar al fútbol profesional.

El Gallo, nuevamente no "hizo pie" en la "tierra del sol y el buen vino" y una vez más, se volvió al Oeste con la manos vacías.

A aprender de los errores y las enseñanzas de la derrota, para recibir a los Jujeños, la próxima semana.

En Mendoza, Morón no pudo con la "historia". Aunque tampoco colaboró su flojo desempeño.

Un paso en falso.


@elgallogustavo.



       📸: Deportivo Morón.




lunes, 17 de febrero de 2025

"Bienvenidos al tren"...

En el regreso oficial de Walter Otta, al Nuevo Francisco Urbano, nuevamente a cargo del banco del Gallo, Morón consiguió una justificada, laboriosa y convincente victoria, la primera del campeonato, frente a un duro Central Norte de Salta, por la segunda fecha del "extra large" torneo de la Primera Nacional.

Ratificando los alentadores indicadores de la jornada inicial, en el empate a uno, con "sabor a poco", frente a Almirante Brown en Isidro Casanova, el Morón de Otta justificó el triunfo en la etapa complementaria, luego de un "trabajoso" y parejo primer tiempo (a la inversa de lo ocurrido hace una semana, en el "Fragata Presidente Sarmiento", donde la mejor versión del Gallo se viese en la etapa inicial), confirmando la idea de juego que el cuerpo técnico pretende de este equipo, pero además, agregándole un "componente" necesario e inexistente en la pobre temporada 2024: el desequilibrio individual, sumado al buen manejo del balón y las interesantes "sociedades" colectivas, que permitieran a Morón, casi en el epílogo de la primera mitad, conseguir "destrabar" y empezar a ganar un partido parejo y disputado, frente a un duro Central Norte de Salta, merced a la jerarquía individual de sus protagonistas.

Con los ingresos de Franco Lorenzón, el autor del gol el Casanova, por el lesionado Matías Cortave, del retornado Santiago Kubiszyn por Matías Ballini (también con alguna "nana" muscular, propia de estos primeros partidos) y el uruguayo Fabricio Sanguinetti en lugar del suspendido Jonathan Berón (expulsado ante Almirante), Morón no vio resentirse su fisonomía de equipo, dominando el balón y prevaleciendo en las acciones, ante un aguerrido y batallador Central Norte, un "Cuervo" salteño con Emmanuel Giménez como "estandarte" en su mediocampo, tan vigente como aquél campeón 2017 con la casaca del Gallito.

Dentro de una primera etapa sin emociones, ni sobresaltos para Julio Salvá, Morón hilvanaría las mejores opciones, sin demasiada profundidad, hasta que a los 39' de la etapa de inicio, Fabricio Sanguinetti desbordara por la banda izquierda y con un buen centro, a media altura y al segundo palo, permitiese la llegada goleadora de Yair González, a quien el Nuevo Francisco Urbano parece sentarle bien y en especial, en el arco que da espaldas a la parcialidad local, para empujarla al gol y poner arriba a Morón, cuando el trámite del partido se había tornado tan parejo como complejo.

Ya en el complemento, con la tranquilidad de la diferencia parcial, Morón cedió por momentos la tenencia del balón, para que la necesidad de la visita le abriera espacios al contragolpe letal, con Mariano Bíttolo, capitán y cada partido más preponderante para el conjunto, bien acompañado por "los González", el mencionado Yair y Gastón, la presencia siempre inquietante de un Costantino que obliga y desgasta a sus rivales, más el "picante" y la velocidad de Sanguinetti.

Como contrapartida, Central Norte recién a los 35' del complemento arrimaría algo de peligro, a una sólida defensa local, con laterales seguros en la marca y dispuestos siempre a sumarse en ataque por sorpresa (con un mejor partido de Juan Manuel Cabrera, por derecha, a la inversa de lo sucedido en Casanova, con un mejor rendimiento de Joaquín Livera por la banda opuesta) y dos zagueros sin fisuras, efectivos tanto de arriba como de abajo, con un rendidor Lorenzón y un buen partido de Nahuel Zárate, más la tranquilidad que genera Julio Salvá en el arco, de escaso trabajo en la calurosa tarde del Oeste.

Con el paso de los minutos, y pese a que la visita podía manejar la pelota, pero no generar peligro, el resultado "corto" imponía el "refresco" de protagonistas desde el banco de los suplentes, para reemplazar a jugadores progresivamente extenuados como Bíttolo, Yair y Gastón González, Costantino y Sanguinetti, aciertos tácticos del cuerpo técnico, visto los rendimientos determinantes para el resultado final del encuentro, de Thiago Lauro, Emiliano Franco, los debutantes Renzo Reynaga y Facundo Báez, más el regreso de Franco Disanto, todos recambios oportunos y decisivos.

Salvo un remate desde afuera de Santiago Rinaudo, el "7" de la visita, Central Norte no conseguiría transformar sus ganas en acciones de riesgo frente al arco de Salvá, mientras cada contragolpe comenzaba a desmoronar las últimas defensas salteñas, como en aquella jugada individual de Reynaga, que tras eliminar con un "caño" a su marcador, rematase con violencia al palo diestro de Alan Gonzalez, el arquero del "Cuervo", evitando con una gran atajada, lo que hubiese significado un auténtico golazo, para una gran presentación del ex Estudiantes de Río Cuarto.

Cuando el partido parecía extinguirse con la ventaja mínima para el Gallo, el pibe de Argentinos Juniors, Facundo Báez, armaría un auténtico "jugadón", desde la banda izquierda del ataque, con un hermoso regate y "recorte" hacia el centro, "bicicleta" incluida, para buscar el espacio y rematar al arco, de cuyo rebote Emiliano Franco, en posición de centrodelantero, habría de capturarlo para impulsar el balón y definir el pleito, en el primer minuto de tiempo agregado, por un correcto arbitraje de Lucas Cavallero (en su "primera vez" con el Gallito).

Y hasta hubo tiempo para alguna contra más, hasta que el pitazo final sentenció la suerte de unos y otros, desatando la algarabía de la multitud de Morón, "rompiéndose" la palmas de las manos en los aplausos, en dirección al campo de juego, pero con la mirada y el corazón puestos en el banco de los suplentes.

Ganó Morón, su primer partido en el torneo, en el regreso oficial de Walter Otta al Nuevo Francisco Urbano, una vez más, como técnico del Gallo.

Y la ilusión, cada semana, se confirma y consolida un poquito más.

Hay cuerpo técnico, hay equipo y sobra hinchada. 

"Bienvenidos al tren", de una esperanza, llamada Deportivo Morón.


@elgallogustavo.



       📸: Eduardo Fabián Acuña.


lunes, 10 de febrero de 2025

"Punto" de partida

Auspicioso y prometedor debut del Gallo en la temporada 2025, tras la enorme decepción de la campaña pasada.

En el esperado regreso oficial de Walter Nicolás Otta y su cuerpo técnico, luego de casi siete años de melancólica y añorada ausencia en el banco de los suplentes, Morón se llevó un punto con "sabor a poco" de su "clásica" visita a Isidro Casanova, en una primera fecha "heavy", para poner a prueba un equipo "nuevo" casi por completo.

En efecto, del once inicial, sólo Gastón González "sobrevivió" al "apocalipsis" futbolero de un magro 2024 y sin embargo, el Gallo mostró un funcionamiento que ilusiona, con las previsiones lógicas de un debut absoluto, en especial durante la primera etapa, donde marcara la diferencia mínima en el resultado, que desde lo colectivo e individual en muchos de sus nuevos protagonistas, implicaría una ventaja más amplia, frente a un Almirante de Fabián Nardozza, "reducido" a la mínima expresión por la visita y frente a su gente.

Con el retorno de Julio Salvá, en el arco, una línea de fondo totalmente remozada, con Juan Manuel Cabrera como lateral diestro, la vuelta de Matías Cortave y Nahuel Zárate en la zaga, más Joaquín Livera por izquierda; el referido Gastón González sobre la banda diestra, Matías Ballini en el círculo central y Mariano Bíttolo en rol de interno zurdo, sumados a Yair González un poco más adelantado e Ivo Costantino por el centro y Jonathan Berón "obligando" por izquierda, en la ofensiva de Morón, el equipo de Otta rápidamente se impondría en el trámite por mejor manejo de la pelota y juego asociado, mientras el local apostaba a sus individualidades de regreso, como el "Gurí" Diego García en la creación y los centros y el "Pomelo" Santiago Vera en la definición, precisamente la "dupla" que "rescataría" el punto para "La Fragata", en el segundo tiempo.

A los 19 minutos de la etapa inicial, una lesión muscular dejaría prematuramente al Gallo, sin un experimentado en la zaga, como Matías Cortave, ingresando Franco Lorenzón en su reemplazo, un joven marcador central diestro a préstamo de San Lorenzo, que supo tenerlo Walter Otta en Estudiantes de Caseros y en la pasada temporada se destacara en Deportivo Merlo, en la Primera "B" Metropolitana.

Sin demasiadas acciones de riesgo frente a los arcos, Morón tenía mejor manejo del balón y de a poco, comenzaría a "desnudar" las flaquezas defensivas de Almirante, con dos delanteros de características diferentes, pero que obligaban por igual a la defensa local, con buenas presentaciones de Costantino y Berón, bien asistidos por la "sociedad de los González" (Gastón y Yair por derecha) y los buenos encuentros de Livera y Bíttolo por izquierda, este último siempre dando indicaciones y ordenando a sus compañeros dentro del campo de juego.

A los 25' de la etapa inicial, de un tiro de esquina de Livera (el nuevo "dueño" de las "pelotas paradas") desde la izquierda, sobre el segundo palo, Franco Lorenzón se anticiparía con la punta del botín, a su marcador, para silenciar a todo Casanova, con una ventaja que el Gallo merecía, no tanto por lo generado frente al arco contrario, pero sí por lo gestado en todas sus línea, muy superior a un Almirante confundido e impotente.

Incluso, el mismo Joaquín Livera pudo ampliar la diferencia, diez minutos más tarde, con un buen remate desde afuera, que obligara a una mejor reacción del "Mono" Ramiro Martínez, el buen arquero "Mirasol", en dos tiempos.

Ya en el complemento, con otro de los "repetidos" de 2024, Thiago Lauro en reemplazo de Ballini, de correcto partido, Morón apostó a retroceder unos metros y permitir que la necesidad del local le permitiese "liquidarlo" de contra, pero la realidad es que nunca pudo hilvanar un contragolpe capaz de resolver el pleito y mientras mermaban sus reservas físicas y futbolísticas, se "agrandaba" un Almirante que llegaría al empate por imperio de las ganas y no de un mejor juego asociado, más allá del encuentro inconveniente de aquellos dos que no deben "congeniar", porque de la contrario el rival "paga" siempre las consecuencias: centro desde la derecha del "Gurí" García y "Pomelo" Vera que aprovecha la "espalda" de Nahuel Zárate (algo a tener en cuenta y corregir), para poner el 1 a 1, a los 17' del complemento, en casi la única acción colectiva y de riesgo del local, en todo el partido.

De los ingresos posteriores, el uruguayo Fabricio Sanguinetti aportaría "picante" y velocidad a una ofensiva de Morón, ya sin "combustible" (también debutaría Emiliano Franco y regresaría Santiago Kubiszyn) con Costantino (de buen partido) agotado y sin Berón (otro punto alto) en cancha, expulsado por un roce innecesario con Natan Acosta (también con roja, pero en su caso directa), algo que también deberá revisar el joven valor venido de Vélez (y al que Otta también conoce de Caseros), porque va a todas y obliga, pero en ese roce al que no le escapa, por "guapo" y también hábil, se puede "comer" una expulsión evitable, por doble amonestación, como la sancionada por Juan Pafundi, árbitro del cotejo, de muy buena labor.

Empate final a uno, que puede resultar "justo", por una primera etapa favorable a Morón y el complemento a Brown, pero sin embargo, en el "desagregado" fino de cada etapa, lo del Gallo fue mucho mejor que lo de su rival, hasta que se fuera quedando sin "piernas" en el segundo tiempo, para poder sostener ese ritmo y de esa manera, permitir que el local equilibre las acciones con voluntad, arribando a un punto que dejaría más contentos a los "dueños de casa", que a los visitantes.

En el caso del equipo de Walter Otta, lo que resulta auspicioso y prometedor fue su funcionamiento colectivo y varios de sus rendimientos individuales, en un debut absoluto, frente a un rival clásico y en un reducto "chivo".

Punto de partida. Ilusiones renovadas. Parece haber con qué.


@elgallogustavo.



        📸: Eduardo Fabián Acuña.