lunes, 24 de marzo de 2025

Otro clásico con "sabor a poco"

Al igual que frente a Almirante Brown, en Isidro Casanova, el Gallo tuvo todo para quedarse con el clásico de visitante, en este caso, en San Martín y frente a Chacarita, pero una vez más volvió a pagar un alto costo por errores puntuales, que lo privaron de volver a sumar de a tres, para un equipo que apenas pudo ganar un sólo encuentro en siete presentaciones.

Y es que, luego de quince minutos iniciales en los que el "Funebrero" se impuso en el mediocampo y prevaleció en el juego, sorprendiendo a un Morón que no "hacia pie" y tuviese que soportar un primer cuarto de hora de asedio local, con más empuje que fútbol y sin generar situaciones claras de gol, tanto es así que la única neta, en esa primera porción de clásico favorable a Chacarita, estuvo en los pies de Rivero, el "9" local que no pudo darle con fuerza y el balón quedó mansamente en manos de Julio Salvá.

Con el regreso de Juan Manuel Cabrera en el lateral derecho, luego de purgar la fecha de suspensión, por su expulsión ante Agropecuario, en lugar de Matías Cortave y los cambios tácticos de Matías Ballini en el círculo central, por Mariano Bíttolo, Gastón González por la derecha, en reemplazo de Emiliano Franco y Facundo Báez, por primera vez de entrada en lugar de Jonathan Berón, con Pablo Ferreira con la "11", dando una mano en el mediocampo, en ese cuarto de hora inicial no pudo manejar la pelota, ni siquiera recuperarla en los rebotes o "segundas jugadas", permitiendo que el local "apretase" al Gallo en su campo, pero como quedara dicho, sin profundidad ni lucidez individual o colectiva para desnivelar.

Superado ese segmento, Morón se asentó mejor en el campo de juego, equilibrando las acciones y con el pasar de los minutos, adelantándose unos metros para ejercer la presión más cerca del área local, comenzando a desnudar las flaquezas de la última línea "Funebrera".

En ese interín, Yair González armaría una gran contra, dejando en el camino a un par de rivales y definiendo bien frente al arquero, que respondería mejor ante el remate de zurda esquinado rumbo al primer palo, en una acción que, a primera vista, podría haber determinado la habilitación a Ivo Costantino que ingresaba sólo por la izquierda, pero en virtud a la muy buena acción individual del ex Chacarita, no implica objeciones ni reproches, puesto que no fue gol, únicamente por la enorme atajada de Nicolás Avellaneda.

Y ya cuando el primer tiempo se extinguía, con un Morón claramente superior a su rival, una habilitación de Costantino, despejada a medias en primera instancia, terminaría en el intento de Yair González de hacerse lugar en el área para sacar el remate al gol, y la clara infracción del lateral zurdo, Agustín Quiroga, para el penal bien sancionado por un siempre flojo Fabricio Llobet.

Claro que, el árbitro del partido debería haber amonestado al referido Quiroga y con ese segundo "cartón" amarillo, expulsar al jugador "Funebrero", pero habiendo ya sancionado el penal a favor de Morón, era claro que no iba a dejar a "Chaca" con una menos.... No le pidamos demasiado a esta clase de árbitros siempre localistas y "saca partidos".

Gastón González se haría cargo del tiro desde los doce pasos y con un derechazo suave y con su clase habitual, la mandaría al fondo de la red, junto al poste derecho del arquero, para poner a Morón 1 a 0, a los 40 minutos del primer tiempo.

Y hasta hubo tiempo para más, luego que otro desborde de Facundo Báez, de muy buena primera mitad, partiendo desde la izquierda del ataque visitante, generara una pared entre el propio Báez y el autor del gol, Gastón González, que intuimos decidió rematar incómodo al arco, a las manos del arquero, ante la falta de espacio para devolver el último pase a Báez, que ya se "regodeaba" con la posibilidad del segundo tanto, ingresando solo por el flanco zurdo de una defensa local "aturdida" desde el desnivel del equipo de Walter Otta.

En el complemento, todo estaba dado para que Morón lo controle, o bien con la tenencia del balón o bien de contra, pero cuando poco y nada había pasado en la segunda etapa, una acción infantil comenzaría a complicarle los planes y seguramente, lo hablado por el cuerpo técnico en el entretiempo: Ivo Costantino, que había sido amonestado en el final de la primera etapa, iría en procura de apretar la salida rival, derribando a González Errecalde en una acción innecesaria y evitable. Conclusión, previa confusión inicial de un mal árbitro como Fabricio Llobet, que primero amonestó a Gastón González (igualito a Costantino!), hasta que el "rugir" de todo el estadio, dentro y fuera de la cancha, lo harían volver sobre su errática decisión y terminar sacándole la segunda tarjeta amarilla a Costantino, quien dejaría al Gallo con uno menos, apenas a los ocho minutos del segundo tiempo, cuando lo ganaba bien por la mínima.

Y como le suele pasar a este equipo, de aquella acción absurda de Costantino, a los 13' del complemento, Chacarita llegaría al empate, de la misma manera en la que había complicado a Morón hasta ese momento y en definitiva, de igual modo a como viene sufriendo los goles en contra desde el mismo inicio del actual torneo: centro cruzado desde la derecha del ataque local (sector en el que, ni Joaquín Livera, ni Iván Vaquero en los últimos dos partidos, han podido darle solidez al lateral zurdo de la defensa), para que Rodrigo Salinas, "emparejado" con Juan Manuel Cabrera (a quien le saca una cabeza de diferencia), la impulsare lejos del guante diestro de Salvá, para el festejado empate de Chacarita, que once contra once no había generado casi riesgo en el arco de Morón.

Con mucho partido por delante y un jugador de más, el "Funebrero" se envalentonó y pretendió buscar el triunfo ante su gente, pero salvo alguna acción esporádica y puntual (hubo sí, una acción imprudente el ingresado Emilio Lazza, que bien Llobet pudo sancionar con penal para "Chaca"), el equipo del "Vasco" Juan Manuel Azconzábal nunca pudo poner en real peligro a Salvá.

Sin embargo, en los minutos finales y de contra, un par de "horrores" defensivos de la última línea local, pudieron darle una nueva ventaja y tal vez el triunfo final al Gallo, ambas mal definidas por los ingresados Jonathan Berón y Santiago Kubiszyn, el primero con un remate ancho sobre el poste izquierdo, ingresando solo por la derecha del área grande y el segundo, cara a cara con el arquero, luego de una falla garrafal de la defensa sobre la banda zurda y una definición demasiado displicente (ante el correcto achique del arquero), en un clásico de visitante y casi en tiempo cumplido.

Sin tiempo para más, y al cabo de un partido vibrante, caliente y cambiante, Morón una vez más se quedó con ese regusto a poco, que lo viene acompañando en las últimas fechas, tanto de local como de visitante.

Y es que Morón tuvo todo para llevarse los tres puntos de la "casa" de Chacarita, pero pese a sobreponerse a sus malos momentos en el desarrollo del partido y sacar provecho de los buenos, una vez más los errores puntuales de algunos protagonistas, su falta de contundencia y el problema recurrente de los centros cruzados, máxime desde su flanco izquierdo, lo obligaron a conformarse nuevamente con sumar de a uno.

Ahora viene Defensores de Belgrano, en el Nuevo Francisco Urbano y la necesidad de sumar la segunda victoria en el campeonato, se agiganta y condiciona.

Para ganar, más los partidos clásicos, no hay que cometer errores infantiles o querer definir como Messi.

El fútbol es y será siempre cosa de protagonistas inteligentes y eficaces.

Dejemos de regalar puntos.


@elgallogustavo.



      📸: Deportivo Morón.


1 comentario:

  1. Falta el gol, en algún momento vendrán, flojo el 4 de morón siempre le ganan en el área. Veremos con Reinaga si vienen los goles.

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