domingo, 8 de junio de 2025

La ilusión que me condena

Morón consiguió un triunfazo frente a Colón de Santa Fe, en el postergado de la fecha 15 y finalizó la primera rueda con 30 puntos, en un expectante tercer puesto, a sólo tres unidades del líder zonal, Gimnasia de Jujuy, con un "sprint" final de ocho fechas sin derrotas, sustentado no sólo en los buenos resultados, sino en un rendimiento individual y colectivo que invita a la ilusión.

Con el único cambio obligado de Gastón González, en reemplazo del lesionado Pablo Ferreira, respecto del once de inicio que derrotara con esfuerzo y sacrificio, a un duro Chaco For Ever, hace una semana, en el mismo Nuevo Francisco Urbano, el equipo de Walter Otta jugó un gran primer tiempo, con un desgaste físico admirable, pudo sacar la diferencia con una definición exquisita de Fabricio Sanguinetti, tras una asistencia magnífica de Gastón González, uno de los más destacados, que jugó, ordenó y defendió (y hasta casi hace un golazo desde mitad de cancha), reivindicándose con apenas un partido de continuidad, de demasiadas críticas en los últimos tiempos, muchas de las cuales mal avenidas y desmedidas, para un jugador siempre importante, pero que en este torneo debió ser suplente, por el buen nivel del lesionado Ferreira.

En un primer tiempo parejo, ante un Colón de mala campaña, pero con el peso específico de sus nombres propios en cancha (tal el caso del "Puma", Emmanuel Gigliotti), y su historia reciente de campeón en la Liga Profesional y siempre con planteles ricos en individuales y en presupuesto, dada su obligación de rápido regreso a la máxima categoría de nuestro medio, el Gallo le opuso un "cara a cara" inteligente, presionándolo alto, para no dejar que sus medios progresen en el campo contrario con libertad, para obligarlo al error y con el paso de los minutos, a la desesperación de un "Sabalero" que necesita imperiosamente hilvanar una racha de triunfos, para acercarse siquiera a puestos de Reducido.

En un partido entretenido y de gran desgaste físico, "picante" y sin escatimar la "pierna fuerte", el Gallo supo controlar a su rival, más allá de una aproximación apenas iniciado el juego, de un centro desde la derecha, que por el sector opuesto del área, Tomás Gallay, el "11" santafecino, la elevaría por encima del travesaño.

Como contrapartida, el desequilibrio habitual del uruguayo Fabricio Sanguinetti, por el andarivel izquierdo, derivaría en un centro para que Emiliano Franco la empujara prácticamente al gol, pero una pierna salvadora la rechazaría providencialmente al tiro de esquina.

Entre dos equipos que evidenciaban propuestas ofensivas similares, procurando desnivelar desde las bandas, Sanguinetti resultaría el más "picante" del local, mientras que Federico Jourdan, instalado sobre la derecha del ataque visitante, haría que Iván Vaquero tuviese que "bailar con las más fea", respondiendo con eficacia en la marca de un elusivo y habilidoso número "8" de la visita.

En esa contexto de paridad referida, siempre Morón apareció como el más lúcido y peligroso con el balón en los pies, basado en su idea de juego colectiva, mientras que lo de Colón se circunscribía más a la voluntad que al juego asociado, potenciado por la aparición despareja de sus valores individuales, como Ignacio Lago, de dorsal "10" en el "Negro" santafecino.

Por eso, sobre la media hora del primer tiempo, Ivo Costantino recuperaría una pelota en el mediocampo (el sacrificio que aporta el "9" del Gallo es admirable), para que Gastón González, casi de primera y desde el círculo central, ensayara una asistencia magnífica con destino a la diagonal implacable de Fabricio Sanguinetti, entre el "2" y el "4" de Colón, para que el "7 bravo" de Morón "limpié" en velocidad, tal su costumbre, a ambos, en apenas unos metros y ante la salida del arquero, el "inoxidable" Marcos Díaz, la tocase de zurda y con clase rumbo al palo izquierdo, para el golazo de Morón y el delirio de todo el Oeste 

De allí y hasta el final de la etapa, habría más aproximaciones que llegadas con peligro en las áreas, "bancando" el Gallo sin demasiadas zozobras, una ventaja mínima que resultaba ajustada pero justa.

En el complemento y más allá de otra asistencia de gol, de Gastón González a Sanguínetti, esta vez definida de manera errática, apenas nomás iniciados los segundos 45', con el correr de los minutos, entre la necesidad del visitante y el desgaste físico, prodigado por el local, en especial en la primera etapa, que paulatinamente se iba haciendo cada vez más evidente, Colón manejó la acciones y se instaló en campo contrario, mientras que el equipo de Walter Otta apostó a una contra letal que liquidara el pleito definitivamente a su favor.

En la acción más clara de todo el encuentro, para la visita, Julio Salvá sacaría un remate "a quemarropa" del ingresado Lucas Bernardi, convirtiéndolo por esta enorme atajada y por otras (además de su manejo de los tiempos, cuando en los minutos finales Colón se venía con todo), en una de las figuras excluyentes del cotejo, casi como un acto de reivindicación para un Salvá que generó algunas resistencias, en su regreso al arco, tras su lesión, potenciadas por las buenas actuaciones de su reemplazo, Leandro Finochietto, pero como en el caso de Gastón González, más de una vez encarnizadas e injustas.

Con algo de sufrimiento en los instantes de cierre del partido (ya sin la figura fundamental de Mariano Bíttolo, lesionado y el debut del refuerzo, Ramiro Fergonzi), más por lo potencial, que podía generar un Colón que apostó, con escasas ideas, a los envíos aéreos, la defensa de Morón resistió siempre con eficacia y concentración (con un gran partido de Juan Manuel Cabrera, otro en el "podio"), dejando en infinidad de veces, en posición adelantada, a los puntas visitantes.

El pitazo final de Bruno Amiconi, de buen desempeño, resultó un bálsamo para los corazones del Gallito, que festejaron el segundo triunfo consecutivo, en esta seguidilla de partidos de local, que el próximo sábado finalizará recibiendo nada menos que a Almirante Brown, por la primera jornada de la segunda rueda.

Morón se quedó con tres puntos importantísimos, ante uno de esos rivales que, más allá de su buena o mala actualidad, marcan para qué está un equipo, de cara a la mitad final del torneo.

6 de 9.

Y que venga Brown.


@elgallogustavo.





1 comentario:

  1. Otro partido durísimo, pero que bien está funcionando el equipo. Es un bloque cuando ataca y cuando defiende, felicitaciones al CT y plantel, Morón es fiesta...

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