Morón se recuperó de un muy mal comienzo, coincidente con algunos pasajes de cotejos anteriores, por ejemplo, frente a Agropecuario y de la tempranera y merecida diferencia inicial en favor de San Telmo, para revertir desarrollo y resultado, en otra prueba de carácter importante ofrecida por este equipo, para quedarse con tres puntos vitales y fundamentales (luego de tres empates consecutivos) en la siempre complicada Isla Maciel.
Con tres variantes obligadas, dos por suspensión y la restante por lesión, el Gallo presentó a Franco Vázquez, por primera vez desde el inicio, en lugar de Emilio Lazza, expulsado en la jornada pasada. Además del ingreso de Ivo Costantino por Yair González, que llegara a la quinta amarilla ante Agropecuario, el último fin de semana, sumado al retorno de Joaquín Livera, como lateral zurdo, en reemplazo del "averiado" Iván Vaquero.
Estos cambios, en especial los dos obligados en la defensa, resintieron el habitual andamiaje de una última línea caracterizada por su solidez, algo que la presión alta del "Candombero" de César Monasterio habría de sacar rápido provecho, para adueñarse de las primeras acciones de riesgo.
Y en ese contexto no sorprendería que San Telmo se adelantara en el resultado, casi en el "amanecer" del partido, con un pelotazo largo que superara a Franco Lorenzón, inseguro por primera vez en más de 20 cotejos, y el mal cierre de un Livera de flojo desempeño, intentando cubrir el "hueco" de un juvenil Franco Vázquez, a quien se nota que (lógicamente) aún le falta adaptarse a sus compañeros y al sistema defensivo del elenco de Walter Otta.
Así las cosas y con un remate sobre el cuerpo de Leandro Finochietto, adelantado en procura de "atorar" con el "achique" dentro del área grande, Jerónimo Porto Lapegüe, el "movedizo" punta local, definiría con precisión para el 1 a 0 de "Telmo", apenas transcurridos ocho minutos de comenzado el pleito.
En los instantes siguientes, Morón no lograría hacer pie en el "Osvaldo Baletto" y bien pudo sufrir la ampliación del marcador adverso, en un par de contragolpes peligrosos del local, con demasiada permisividad de la defensa del Gallo, en especial por el sector izquierdo, una de esas acciones que finalmente terminaría en gol (del "10", Agustín Maidana, de lo mejor de "Telmo"), "fina" pero bien anulada por posición adelantada.
Con el correr de los minutos, luego de '15 en los cuales el equipo de Otta la pasaría muy mal, como pocas veces en el actual torneo, de a poco el Gallito se iría asentando en defensa y "amigándose" con el balón en el mediocampo, para comenzar a acercar algo de riesgo al arco local, ante un San Telmo no ta firme y cómodo con el trámite del partido, "desnudando" además vulnerabilidades en la última línea "Candombera".
Con Santiago Kubiszyn como referencia de juego y Juan Manuel Cabrera como "abanderado" de la recuperación, en una buena acción colectiva, a falta de cinco minutos para el final de la primera etapa, Emiliano Franco habilitaría de gran forma al propio Kubiszyn dentro del área, siendo embestido desde atrás por un defensor, para que Javier Delbarba, árbitro del encuentro, sancionara con acierto el penal para Morón.
Un minuto después, Ivo Costantino, con un remate potente y junto al poste derecho del arquero Joaquín Enrico, le daría a Morón la posibilidad de clavar el empate a uno e irse al entretiempo, con un resultado que le "hacía precio" a los méritos escasos y tardíos de Morón, en aquél muy pobre primer tiempo.
Ya en el complemento, el "shampoo" marca Walter Otta, evidentemente hizo efecto, porque la actitud del equipo fue totalmente distinta, desde el reinicio de juego, retomando sus habituales virtudes de manejo de pelota, acumulación de pases con paciencia y presión alta, lo que comenzaría a modificar por completo la tónica del partido y a colmar de dudas e inseguridades a la defensa del "Candombero".
Con un protagonismo in crescente, Morón apretaría a San Telmo contra su arco, generándole acciones quizá no tan claras (un mano a mano de Fabricio Sanguinetti, lejos del arco rival y de su mejor nivel, y un desvío de primera de Juan Manuel Olivares), pero redefiniendo hasta el pitazo final, los roles de dominador y dominado de la primera etapa.
Ahora sí, sin padecer el desarrollo en su propia área, con mayor solvencia y solidez individual y de conjunto, el Gallo obtendría su premio a la insistencia y la búsqueda permanente, en el segundo tiempo, consolidada a partir del ingreso de Juan Manuel Olivares, hasta que a los 38 minutos del complemento y a través del mejor de la cancha (una vez más), el equipo de Otta daría vuelta el resultado y se pondría 2 a 1, con un cabezazo inapelable de Juan Manuel Cabrera, tras un tiro de esquina desde la derecha, del mismo Olivares.
De allí y hasta el final, San Telmo intentaría pero no generaría riesgo, mientras que Morón bien pudo ampliar su ventaja, por ejemplo, con una media vuelta de Ivo Costantino (de enorme sacrificio y buen partido, en el "podio" de los destacados) con destino de "red", de no mediar la buena reacción del "1" de la Isla Maciel, para sacarla al córner con la punta de sus uñas.
El pitazo final de Javier Delbarba, que alternara buenas y malas, pero cuyas sanciones más determinantes, como el penal en favor de Morón y el gol anulado a "Telmo", resultaran acertadas, un Gallo resiliente se quedaría con tres puntos necesarios y fundamentales, en otra prueba de carácter de este equipo, que supo reponerse de un comienzo de partido pobre en el desarrollo y en desventaja en el resultado, para terminar imponiéndose merecidamente en ambos aspectos del juego.
Ahora, a esperar a Chacarita. Para ratificar todo lo bueno, seguir "prendido" bien cerca de la punta (con un partido menos) y alimentar una ilusión que mantiene en vilo a todo el Oeste.
Resiliencia, carácter y triunfazo.
@elgallogustavo.
📸: Deportivo Morón.
Vamos gallo, triunfazo en una cancha que siempre costó
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