domingo, 28 de septiembre de 2025

Ganó, goleó y va por todo... Y contra TODOS.

Luego de la derrota en el Oeste, en el epílogo, frente a Temperley y el empate con "sabor a poco", ante Colón en Santa Fe, el Gallo necesitaba volver al triunfo, para confirmar su clasificación al Reducido y empezar a asegurar una primera definición de local, con ventaja deportiva, en el primer "chico" por el segundo ascenso.

Y el Gallo consiguió todos esos objetivos, además del regreso a Copa Argentina, luego de un par de años de ausencia, goleando a Mitre de Santiago del Estero, en el Nuevo Francisco Urbano, por 3 a 0, recuperando algunos "soldados" determinantes (como Mariano Bíttolo, que ingresara en el complemento), pero fundamentalmente reencontrándose, por momentos, con su mejor versión futbolística, tanto en lo colectivo como en la faz individual, con algunos valores fundamentales de regreso a su necesario pico de rendimiento, tal el caso de Yair González, un valor determinante durante toda la temporada y que precisaba volver a retomar juego y confianza, a la par de convertir un golazo, el octavo en su cuenta personal.

Con la ausencias obligadas de Franco Lorenzón y Jonathan Berón, que llegaran al límite de las cinco amarillas, en el cotejo frente al "Sabalero", reemplazados por Matías Cortave y el regreso de Ivo Costantino, respectivamente, sumados a los cambios tácticos de Emilio Lazza por Joaquín Livera y Elías Contreras en lugar de Mauro Burruchaga, Morón enfrentaba a un equipo santiagueño sin nada que ganar, pero tampoco que perder, convirtiéndose en uno de esos rivales incómodos que suelen complicar al resto, cuando como en este caso, hace rato que no juegan por nada.

Así las cosas, en los primeros minutos, el equipo de Walter Otta asumiría el protagonismo de las acciones, en procura de comenzar a construir una victoria necesaria, pero evidenciando "huecos" defensivos, que bien podrían haberle complicado la noche, de no mediar la fallida definición del centrodelantero visitante, Javier Martínez, que sólo frente a Julio Salvá, elevaría su remate por encima del travesaño, tras un mal cierre de Cortave y una peor cobertura de sus compañeros de zaga, a los 11 minutos de iniciado el juego.

Luego de aquel primer "sofocón", el Gallo procuró ajustar las marcas y apretar a su rival en la salida, lo que llevaría a Juan Manuel Cabrera, a excederse en el intento de recuperar el balón cerca del área de la visita, ganándose la décima tarjeta amarilla, justo el único que debía cuidarse como de hacerse "caca" encima.

Hasta que a los 18 minutos del primer tiempo, la pelota le quedaría a Elías Contreras, ingresando al área grande por derecha, y el volante ofensivo del Gallito, por primera vez titular desde su arribo en la "ventana" de pases de invierno, en lugar de definir de primera, con pierna derecha, recortaría para adentro, haciendo pasar de largo a su marcador como "colectivo lleno", para abrir el botín zurdo y colocarla con justeza, junto al poste diestro del arco santiagueño, para el primero de los golazos de la noche y el tranquilizador 1 a 0 de Morón.

Con las marcas mejor ajustadas en su defensa y la ventaja inicial a su favor, el Gallo volvería a mostrar lo mejor de su repertorio, con un Yair González de regreso a su mejor nivel, que coronaría con una zurdazo inapelable, desde afuera de área, que previo a pegar en el poste diestro, se convertiría en el segundo golazo de la noche del Oeste, para un Morón tan efectivo como en otros momentos del presente torneo.

Tras el descanso y con el 2 a 0 a su favor, sólo era cuestión de esperar que una buena contra de Morón definiera el pleito, algo que ocurriría a falta de doce minutos para el final del partido, cuando una incursión ofensiva de Juan Manuel Cabrera, de los más destacados en la destemplada noche del Nuevo Francisco Urbano, terminara en infracción y un claro penal para el Gallo, esta vez sí sancionado por Sebastián Martínez, árbitro del encuentro y "cambiado" por gol, con un remate de zurda seco y a media altura, de Ivo Costantino, para la vuelta al gol del "9" local, en su octava conquista en la campaña y el 3 a 0 final del Gallito ante su gente.

En tiempo cumplido, habría tiempo para que Cabrera, ya amonestado, perdiera tiempo en un saque desde el arco (cuando nunca los realiza el "4" del Gallo"), para ganarse la segunda amarilla y la consecuente expulsión, que le impide jugar en la jornada de cierre, pero le permite limpiarse de tarjetas, de cara al Reducido.

Con el pitazo final del árbitro y aseguradas las clasificaciones al Reducido y a Copa Argentina el Gallo no se baja de la pelea por el primer puesto, para lo cual necesita de un triunfo de Chacarita, frente al "Lobo" mendocino, a fin de estirar la definición hasta la última fecha, en la que visitará el Chaco, en búsqueda de una épica "For Ever".

Morón ganó, goleó y va por todo. 

Y contra TODOS.


@elgallogustavo.



                 📸: Eduardo Fabián Acuña.


lunes, 22 de septiembre de 2025

"La pelota sí se mancha"...

Morón no había jugado bien, en su visita a Santa Fe. 

Había equivocado los caminos, sin volumen de juego en el mediocampo y con demasiadas imprecisiones en ofensiva, como para preocupar seriamente a este modesto conjunto "Sabalero", de paupérrima campaña y que pudo finalmente salvarse del descenso, más por deméritos ajenos que por méritos propios.

Sin embargo debió tener la chance de, por lo menos, intentar ganarlo en el cuarto y último minuto agregado, pero Nazareno Arasa decidió mirar para otro lado, ante el evidente penal cometido ante sus ojos, luego del tiro de esquina desde la izquierda de Juan Manuel Olivares, la "peinada" en el primer palo de Emilio Lazza y la infracción de penal insoslayable del "16" de Colon, Kevin Colli, que directamente rechazaría el balón con su mano derecha.

Pero Nazareno Arasa, árbitro del encuentro, decidió confirmar todos los malos presagios elucubrados por propios y extraños, desde su designación para este trascendental partido (por lo menos, para las intenciones del Gallo de ganar y seguir prendido en la lucha por disputar la final por el primer ascenso), evitando deliberadamente cobrar un penal tan evidente como determinante, y privando así a Morón de procurar, al menos, llevarse los tres puntos de manera agónica, con una acertada ejecución desde los "doce pasos", más allá que no hubiese jugado bien y que por momentos, hasta hubiera resultado demasiado tibio, para ir en búsqueda de la victoria con decisión, ante un rival que invitaba a atacarlo.

Y entre las indecisiones e imprecisiones dentro de la cancha, de un Gallo nervioso e irresoluto, a mitad de camino entre la necesidad imperiosa de ganar y las precauciones para no ser sorprendido en un contragolpe, al igual que hace una semana frente a Temperley, en el Nuevo Francisco Urbano, en el primer tiempo Morón no fue ni una cosa, ni la otra, ni decididamente ambicioso, ni deliberadamente cuidadoso, "prestándose" la tenencia del balón con el local y llegando apenas una sola vez con peligro, al comienzo del partido, con un remate de Yair González por encima del travesaño, luego de una habilitación desde un saque lateral de Joaquín Livera, a manera de centro al área.

Con las modificaciones obligadas del regreso de Julio Salvá, al arco del Gallito, en lugar del suspendido Leandro Finochietto (expulsado en el final de la derrota con el "Celeste" y sancionado con dos fechas) y de Mauro Burruchaga, por primera vez en el torneo, arrancando como titular, en reemplazo de Santiago Kubiszyn, que ante Temperley llegara al límite de las cinco tarjetas amarillas, más la variante táctica del cambio de Jonathan Berón por Ivo Costantino (al banco de los suplentes), Morón y Colón armaron un primer tiempo para el "bostezo", sin situaciones de riesgo y mucho menos ideas.

Ya en el complemento, ambos siguieron con sus enormes dificultades para generar algo de juego asociado, pero por lo menos, procuraron adelantarse unos metros, para intentar llevarse los tres puntos, y en ese intento de ser más ambiciosos, aunque fatalmente imprecisos, Salvá intervendría en un par de ocasiones para evitar que Colón (ya más desahogado, con las buenas noticias que provenían de otras canchas y lo salvaban definitivamente del descenso), se adelantara en el marcador, del mismo modo que en cada contra de Morón, quedaba latente la sensación de un triunfo visitante, de haber acertado alguna vez en la toma de decisiones y en la ejecución de las mismas.

Solamente un remate de Elías Contreras, ingresando por derecha, pero apresurándose en rematar al arco desde el borde externo del área grande, cuando parecía tener espacio para acercarse un poco más al arco "Sabalero" más una buena combinación por izquierda (tal vez, la mejor de la tarde santafecina), que a poco estuviera Ivo Costantino de empujarla al gol, de no mediar el "manotazo" salvador del arquero local, Tomás Giménez y el rechazo posterior de un defensor sobre la línea, resultarían las mejores opciones de un Morón, que cuando "soltó amarras" y se decidió a ir con decisión en búsqueda del triunfo, nunca supo bien el cómo.

Hasta la jugada del penal, en el cuarto y último minuto agregado, que Arasa decidió obviar... No vaya a ser que ganara el equipo de Otta en el descuento y siguiera con chances de impedir la final decretada entre Gimnasia de Mendoza y Deportivo Madryn.

Ahora, a "masticar" bronca, por la impotencia que genera la impunidad sin límites de aquellos que se creen dueños de nuestro fútbol y en definitiva, no están haciendo otra cosa que "matando a la gallina de los huevos de oro".

A ganarle a Mitre, en la anteúltima, el próximo sábado y una semana más tarde, buscar sumar en Chaco, frente a For Ever, para sumar lo más posible y terminar, por lo menos cuartos, para definir la primera llave del Reducido en casa y con ventaja deportiva, en caso de empate.

Todo lo demás, aunque parezca paradójico, no depende en definitiva, de los propios protagonistas dentro de la cancha.

Ojalá dejen competir. Y que no sigan "manchando la pelota".


@elgallogustavo.




           📸: Deportivo Morón.


domingo, 14 de septiembre de 2025

Morón quiso "Celeste" y le "costó" un traspié

En el fútbol suele decirse, "que los goles que se erran en el arco contrario, se sufren en el propio".

Y eso fue, precisamente, lo que sucedió en la tarde del Oeste, el último sábado frente a Temperley, entre un Morón que tuvo varias chances claras de ponerse en ventaja, en especial durante el complemento, en el que fuera claramente superior al "Gasolero", pero su reiterada falta de definición, en particular de sus delanteros, permitiera mantener en partido al visitante, que fiel al viejo axioma futbolero, en el epílogo del partido, en una contra letal, se quedaría con los tres puntos y un premio excesivo en el Nuevo Francisco Urbano.

En un fútbol que no sabe de merecimientos, el equipo de Walter Otta pagó caro su ineficacia en el arco de Ezequiel Mastrolía, arquero "Celeste", también responsable de un par de atajadas determinantes, asestándole un duro golpe a la ilusión de disputar la final por el primer ascenso, aún posible desde la matemática, pero supeditado a otros resultados, ya sin margen de error, a falta de tres cotejos para el cierre del torneo.

Repitiendo el once que se impusiera, también en en final del encuentro, en un durísimo pleito ante Defensores Unidos, en el siempre complicado reducto de Zárate, en los primeros 15' frente a Temperley, sería la visita quien se asentara mejor en un terreno de juego visiblemente mejorado, quitándole el balón al Gallo y provocando un par de llegadas con peligro al arco de Leandro Finochietto.

Sin embargo, las oportunidades más claras las generaría Morón, con un tiro libre de Santiago Kubiszyn (que recibió la quinta amarilla y se perderá el partido con Colón, en Santa Fe), apenas desviado por encima del travesaño, un buen quite del propio Kubiszyn en el círculo central y la mejor habilitación por derecha a Yair González, que ingresando al área por el flanco derecho, elevaría demasiado su remate al arco y la última, con un cabezazo fortísimo de Franco Lorenzón, a la salida de un tiro de esquina desde el sector diestro, a cargo del mencionado Yair González, pero el balón se perdería apenas alta.

Ya en el complemento, el Gallito aumentaría su presión sobre la visita, con la ambición de trasladar al resultado, su superioridad en el juego, evidenciada desde la media hora de la primera mitad, a partir de otro buen ingreso de Jonathan Berón (en lugar de Kubiszyn), al igual que una semana atrás ante CADU, más "picante" y vertical, como en aquellos partidos iniciales de temporada, en los que asomara como titular, relegando a Fabricio Sanguinetti al banco de los relevos.

En un segundo tiempo todo de Morón, el mismo Berón remataría apenas desviado de "cachetada" y entre el uruguayo Sanguinetti e Ivo Costantino desperdiciarían un par de ocasiones inmejorable para abrir el marcador, la más clara de la tarde, en aquella que naciera de un saque desde el arco de Finochietto, para habilitar de gran forma la corrida por derecha de Yair González, y cuyo centro pasado, con ventaja para los que llegaban al área visitante, primero no pudiese ser impactado por Sanguinetti y en segunda jugada, por el sector opuesto, le quedarse en solitario a Costantino, pero el remate del "9" del Gallo iría directo a la posición de Mastrolía, para su lucimiento, enviándola al tiro de esquina.

Hasta el fatídico minuto 36' del segundo tiempo, con un Morón decididamente jugado en ataque, cuando de un pelota impulsada desde el lateral diestro al área visitante, el rebote le quedaría al lateral derecho del "Celeste", Lorenzo Monti, que habilitaría largo y por el medio a Agustín Toledo, el volante central visitante, y éste con un gran gesto, dándose apenas vuelta y de primera, cedería en ofensiva al ingresado Julián Carrasco, para que el "19", sólo por el sector izquierdo, enviase un centro preciso al "corazón del área" de Finochietto, y la experiencia goleadora de otro relevo, el "inoxidable" Javier Toledo (de 39 y vigentes años), le ganara la posición con "oficio" de "9" a la juventud de Franco Vázquez, para impulsarla al gol de Temperley, con un "puntazo" junto al poste derecho del arco del Gallo.

Tras el "baldazo" de "agua helada", sin correspondencia alguna con el trámite del encuentro, Morón en el agregado, hasta tendría la chance del empate agónico (y largamente merecido), con un cabezazo de Berón, pero el "capricho" de un gol esquivo (por ineficacia propia y méritos de Mastrolía), en este caso también contaría con la "fortuna" en su contra, dado que el balón pegaría en la base del palo izquierdo y se perdería por el fondo de la cancha.

Igual habría tiempo para que Temperley se quedara primero con diez, por una entrada muy fuerte de Lucas Richarte en perjuicio de Elías Contreras y en el segundo minuto agregado por un Pablo Dóvalo, sin injerencia en el resultado del partido, de una "embestida" para roja de Joaquín Livera, sobre el lateral diestro rival, Lorenzo Monti, Dóvalo lo "perdonaría" con una amarilla, pero la corrida inexplicable de Leandro Finochietto hasta la mitad del campo, para reclamarle al árbitro, terminaría con la expulsión directa del arquero del Gallo, por exceso verbal, convirtiéndose en el undécimo expulsado del Gallo en el campeonato y obligando a Franco Lorenzón a ponerse la "pilcha" de arquero improvisado, durante un par de minutos sin asedio visitante, ocupado en conservar en campo propio un triunfo impensado, premio excesivo para Temperley y "castigo" lamentable para la falta de contundencia de Morón en el arco de enfrente.

Final en el Oeste y derrota que duele, sin dudas, pero mientras la matemática acompañe, la ilusión se mantiene intacta.

A levantar la "cresta" y recuperar los tres puntos cedidos en casa, ante un Colón de pésima campaña, en Santa Fe.

Morón quiso "Celeste" y le costó... Un traspié.


@elgallogustavo.



      📸: gentileza, Club Atlético Temperley.


sábado, 6 de septiembre de 2025

Primera "final" tachada. Restan cuatro

A falta de siete minutos para el tiempo reglamentario, Morón se quedó con un triunfo tan determinante como trabajado, ante Defensores Unidos, en Zárate, para meterle "presión" a los "lobos" de arriba, el jujeño y el mendocino, que el domingo se enfrentan en la "tierra del sol y el buen vino", para que el Gallo sueñe con recortarle puntos al líder, a la fecha, Gimnasia y Esgrima de Jujuy.

Y qué mejor para "recortar" la distancia con el puntero de la zona, que ganar la primera de las cinco finales que se avecinan, con una "tijera" de otro partido, convertida por el "héroe" menos pensado, Elías Contreras, a los '38 minutos del segundo tiempo.

De un saque lateral, a la altura del área grande local, Joaquín Livera, nobleza obliga, en el mejor partido desde que arribara al Gallo, sacaría un centro con las manos, que "peinada" en el área por otro ingresado en el complemento, también en su mejor rendimiento, como Mauro Burruchaga, la pelota le quedaría a Elías Contreras, otro de los relevos en el segundo tiempo, corregiría la trayectoria de un balón pasado de su posición ideal, para meter una media vuelta y una "tijera" hermosa, para ubicar la pelota junto al poste derecho de un incrédulo Mauricio Aquino (el "1" local que ya había ahogado un par de gritos visitantes, la más clara en un cabezazo "a quemarropa" de Santiago Kubiszyn, minutos antes) y darle a Morón tres puntos tan vitales como laboriosos.

Repitiendo el once de inicio, del último domingo, en el empate con "sabor amargo" ante el "Pincha" de Caseros, en el Nuevo Francisco Urbano, el equipo de Walter Otta tuvo la iniciativa desde el pitazo inicial de Javier Delbarba, árbitro del encuentro, pero apurado e impreciso, por la necesidad de ganar o ganar en un escenario esquivo, en el cual el Gallo no se imponía desde el campeonato de la vieja Primera "C" en 1980, no encontraría los mejores caminos para generarle peligro a Defensores Unidos, que entonado por su victoria de la fecha pasada, en duelo directo con Talleres en Escalada y pese a su urgencia también en sumar de a tres, jamás se desordenó ante el equipo de Otta y apostó a esperarlo escalonado en su campo, para salir rápido de contra ante la primera pérdida rival o recupero propio.

En ese contexto, de mucho nervio y poca lucidez por ambos lados, el primer tiempo se consumiría con un Morón predominante por búsqueda y decisión, pero con escasa precisión para generar peligro en el arco de enfrente, más allá de una buena cantidad de tiros de esquina, todos rechazados por la altura de defensores como Facundo Laumann y algún que otro remate desde afuera, por ejemplo, en los pies de Yair González, el de mayor presencia ofensiva en la tarde zarateña.

Ya en el complemento, Morón saldría con más decisión en búsqueda de la victoria, pero exponiéndose a la posibilidad de algún contragolpe letal de Defensores Unidos, repartiendo ocasiones de gol, en cantidades módicas, las más claras del Gallito, en un remate de Livera, en posición de "9", al travesaño y la referida atajada de Aquino ante el cabezazo de Kubiszyn, mientras que el local "probaría" en un par de ocasiones, los reflejos de Leandro Finochietto, siempre de buena respuesta cada vez que debió intervenir.

Y cuando el partido se extinguía, con el "cero" a cuestas, mal negocio para ambos, aparecería la "pirueta" de Elías Contreras, para sentenciar el resultado y desatar el festejo dentro de la cancha y a la distancia, en todo el Oeste.

Como "perla negra", debemos mencionar la lesión, aparentemente de consideración, de Pablo Ferreira, uno de los mejores en Zárate y pieza fundamental durante todo el campeonato. 

Morón debía ganar sí o sí, en Villa Fox y lo hizo, para meterle presión a los "lobos" de arriba, que habrán de sacarse puntos mutuamente, cuando se enfrenten este domingo en Mendoza.

En la primera de cinco finales y ante un rival que no le facilitara para nada la tarde, el Gallo se quedó con tres puntos que mantienen intacto el sueño enorme de ir por el primer ascenso.

Ahora, a recibir la visita de Temperley, el próximo sábado, en otra prueba de carácter, ante un rival directo.

De "Celeste" en "Celeste", aunque cueste.

Primera "final" tachada. Restan cuatro.


@elgallogustavo.


   📸: Eduardo Fabián Acuña.


lunes, 1 de septiembre de 2025

7 de 9... Nada mal para una semana

A Morón se le escapó en el final.

Con demasiadas ausencias significativas (Iván Vaquero, Emilio Lazza, Mariano Bíttolo y entre los relevos, Gastón, González, todos por lesiones) y con la sobrecarga de tres partidos en una semana, el Gallo a punto estuvo de sumar nueve de nueve en "casa", pero el desgaste físico, por la acumulación de minutos (en una cancha que aguantó de manera inmejorable, la cantidad de agua caída en las últimas horas), lo privó de volver a sumar de a tres, para quedar a tiro de la punta de la zona, por un error individual y repetido, en el primer minuto agregado, frente al siempre complicado Estudiantes de Caseros.

En rigor de verdad, el empate final a uno está correcto y se corresponde con los expuesto por ambos, al cabo de los 90' de juego, con un Morón que dominó casi todo el primer tiempo y supo ponerse en ventaja, de manera merecida, con un auténtico golazo de toda la cancha, pero desde los 35' de la primera mitad y en especial en el complemento, no pudo intentar aguantar el resultado desde la tenencia del balón o cuanto menos, intentar definir el pleito de contra, ante un "Pincha" de Caseros que lo dominó en toda la segunda etapa y bien pudo empatar el marcador mucho antes, de no mediar el gran partido de Leandro Finochietto.

Así las cosas, mientras el equipo de Walter Otta tuvo "combustible" en el "tanque", se impuso, fue superior y sacó una justificada ventaja frente a un Estudiantes que jamás había inquietado a Finochietto, hasta el cuarto de hora final del primer tiempo, cuando las reservas empezaron a escasear y la visita comenzó a sacar provecho de ese cansancio acumulado, de un Morón que venía de un raid de dos cotejos complicados (ante Chicago y Gimnasia de Mendoza), en una misma semana.

Con la única variante obligada de Santiago Kubiszyn (de muy buen partido), en lugar del lesionado Mariano Bíttolo, que tras cumplir la fecha de suspensión por cinco amarillas, ante el "Lobo" mendocino, en la última práctica previa al cotejo ante el "Pincha", el mejor del torneo sufrió una sobrecarga muscular, el Gallo fue en búsqueda de otro triunfo que lo dejara a tiro de la punta, dominando las acciones, pero sin profundidad, hasta que a los 18' del primer tiempo, de una jugada iniciada en campo propio por Juan Manuel Cabrera, por el flanco derecho, la pelota derivaría al sector opuesto del ataque local, con no menos de diez toques entre Pablo Ferreira (otro en el "podio"), Joaquín Livera, Fabricio Sanguinetti, Santiago Kubiszyn y Yair González, para que el balón volviera a la posición en ofensiva de Cabrera, y el lateral diestro de Morón, en lugar de optar por el envío al área, decidiera tocar al centro, en dirección a Kubiszyn, quien dejaría pasar el balón, para que Yair González la ubicase con categoría y precisión, con cara interna del botín derecho, junto al poste también diestro de un sorprendido Matías Budiño, arquero de la visita. GOLAZO y merecida ventaja de uno a cero.

En los minutos siguientes y hasta la media hora de la etapa inicial, Morón apretaría a Estudiantes contra su arco, con un par de tiros de esquina, como si íntimamente supiera que era momento de sacar la mayor diferencia posible, a sabiendas que difícilmente las "reservas" permitiesen aguantar los 90' más el agregado.

Y así resultaría, porque tras un par de "sustos" en el cierre de la primera parte (la más peligrosa, en un mano a mano desperdiciado por un "viejo conocido", como Gonzalo Berterame), desde el reinicio de las acciones, tras el descanso del entretiempo, los de Caseros se apoderarían por completo de los 45' finales, arribando al merecido empate, recién en el primer minuto agregado al tiempo reglamentario, mitad por la falta de contundencia de sus delanteros, como en otra gran actuación de Leandro Finochietto, la figura de la noche en el Oeste, con tres o cuatro atajadas para el aplauso.

Pero en la menos pensada, en el minuto 46 de '50, una vez más y al igual que frente a Talleres, en la derrota en Remedios de Escalada, Matías Cortave intentaría anticipar un centro y totalmente fuera de timming, no haría otra cosa que "rechazar" hacia adentro del área y habilitar sin proponérselo al ingresado Santiago Briñone, que sólo frente a Finochietto, con un remate "mordido" y contenido a medias por el "1" del Gallito, la pelota ingresaría "pidiendo permiso" al arco local, pese al esfuerzo final de Franco Lorenzón y Cabrera, para el uno a uno irreprochable de la visita, pero doloroso, cuando parecía que los laboriosos tres puntos se quedaban finalmente en esta parte del Oeste.

El pitazo final de Gastón Monsón Brizuela, de buen arbitraje, nuevamente contrario a los pronósticos más agoreros (y no sin razón), terminarían confirmando un reparto de puntos que le permiten a Morón seguir con esperanzas, en un expectante tercer puesto, a cuatro unidades del líder, Gimnasia de Jujuy, a falta del encuentro entre Chicago y su par mendocino, que podrían cambiar la "jefatura" de la zona y alejar al Gallo a un punto más de la cima.

Ahora, a recuperar "soldados" indispensables, porque algunos recambios no están a la altura y a recuperar energías, porque restan cinco fechas y todo aún continúa en juego.

Sin espacio para lamentos, a pensar en el CADU.

#7de9... Nada mal para una semana.


@elgallogustavo.



       📸: Deportivo Morón.