El “Tano” Pasini, tanta veces enfrentado por el Gallo,
defendiendo los intereses de otras divisas y un viejo conocedor de las
divisionales de ascenso, pero en particular de la “B” Metropolitana, tendrá la
nada sencilla tarea de intentar salvar al Gallo de un descenso impensado, pero
hoy dolosamente posible, a partir de la recuperación anímica y futbolística de
un plantel que, desde que comenzara el 2014, jamás pudo redondear una actuación
satisfactoria y convincente, más allá del primer tiempo frente a Los Andes y
pasajes del complemento ante Chacarita.
De último paso por el Deportivo Merlo, durante el primer
semestre del actual torneo, logró sacar adelante un plantel tan módico en
presupuesto, como en cantidad y calidad de jugadores, sembrando la base del
sólido conjunto que nos superara ampliamente en el Nuevo Francisco Urbano, hace
tan sólo un par de jornadas mediante (desde este año, conducido por el
sorprendente Marcelo Straccia), y del que debiera alejarse por la deuda que la
institución del Parque San Martín acumulaba con sus dirigidos de entonces, sin
soluciones posibles a la vista.
De reconocidos pergaminos como “piloto de tormenta”, en la
temporada 2002/2003 de la “B” Metro, supo jugar la promoción y ganarla con
Atlanta, frente a Argentino de Merlo (con un global a favor de 2 a 1), para la siguiente
temporada y con la misma base de jugadores, llevar al “Bohemio” al título del
Apertura 2003/2004, que sin embargo no redundaría en un ascenso a la “B”
Nacional, al perder la final con el campeón del Clausura, Sarmiento de Junín,
quien lo superaría en ambos partidos (2-1 y 1 a 0). Desde lo estadístico y en dicha campaña,
el Atlanta de Salvador Pasini quedaría en la historia de la institución de
Villa Crespo, a partir de la concreción de varios récords: acumuló 18 partidos
sin ser derrotado en condición de visitante y una racha general de 23
encuentros sin caídas, además de hilvanar 10 triunfos consecutivos en el “León
Kolbovsky”, y establecer la mejor marca al inicio de una temporada, al permanecer
invicto las primeras 20 fechas del torneo.
De 62 años (nacido el 9 de febrero de 1952, y delantero de
nacimiento, con origen futbolístico en San Lorenzo de Almagro, en 1970, y
retiro en 1984, con la camiseta de Almirante Brown; con un total como jugador
de 76 goles en 289 cotejos, además de una vuelta olímpica con Tigre, en la
vieja Primera “B”, allá por 1979), en 2012, el “Tano” asumió el compromiso de
intentar mantener en la “B” Nacional a un Chacarita prácticamente descendido,
reemplazando a Luis Marabotto, hecho que casi concreta, en menos de tres meses
de gestión, al evitar el descenso directo, pero no así la promoción frente a
Nueva Chicago. En efecto, en una de las definiciones más dramáticas de las que
se tenga memoria, el “Funebrero” de Salvador Pasini caería en el cotejo de ida
por la mínima e igualaría en uno el encuentro de vuelta, aunque contaría con la
posibilidad inmejorable de ganar el partido en el final y con ello, conservar
la categoría, de no ser por las providenciales manos de Daniel Monllor, arquero
del “Torito”, quien contendría el penal ejecutado por Damián Toledo, para cristalizar
el descenso de Chacarita y el consecuente ascenso del conjunto de Nueva
Chicago.
Verborrágico, extravertido y desmesurado en sus gestos,
tanto dentro como fuera de un terreno de juego, ya tuvo su primer contacto con
este alicaído plantel del Gallo, dejando su impronta en sus primeras
declaraciones públicas, que lo pintan de cuerpo entero en su personalidad y
todo aquello que pretende transmitir a sus nuevos dirigidos, con el objetivo de
salir de este penoso y traumático momento:
"Lo primero que le dije al presidente fue que la plata
no me interesaba. ¿Por qué? Porque mi compromiso era otro".
“Vine a poner el pecho. Me importa sólo la gloria”.
"Soy entusiasta, hago todo 'a full' y eso me lleva a
ser frontal. Yo digo lo que siento, son 10 finales MUY difíciles".
"Esto es un mundial, dos meses antes, y que dura mes y
medio. Primera etapa, partido a partido. Si llegamos a cuartos será un GRAN
mundial".
“Si llegamos a últimas instancias, iremos por la ilusión.
Primero hay que meter el primero, antes del segundo. Estoy ilusionado".
"Los jugadores deben crecer, hablé MUCHO con ellos.
Tienen que saber donde están, es una institución RICA en gente. Soy uno más".
“Yo quisiera el equipo aparezca el sábado. Y sí, soy loco.
No me trazo objetivos pequeños. No me sirve. Está comprobado".
"Lo único que no me gusta es jugar tres partidos
seguidos (Témperley, el sábado 5 de abril, a las 20.35, por TV, en el Nuevo
Francisco Urbano, con público y Pablo Germán Dóvalo como árbitro; Tristán
Suárez, el miércoles 9 del corriente, desde las 15.30, sin TV y el arbitraje de
José Antonio Carreras, y más tarde, Colegiales). Pero no hay 'peros', a VIVIR
por Morón".
"Tenemos buen plantel, NO equipazo. Hay que lograr
EQUIPO. Es la clave. Hoy Morón es la prioridad N °1, ni mis hijos ni
mujer".
“El más comprometido jugará. Quiero que me defiendan en el
campo de juego, AFUERA NO. Se ponen la camiseta y jueguen a muerte".
“El que se quede quieto, no juega. Los quiero solidarios.
Necesitamos que entiendan el objetivo”.
“Debemos bajar las expulsiones [...]. Siempre sentí cariño
cuando iba a cancha de Morón. Tengo una anécdota al respecto". “Mirame que
te quiero mucho, me repitió un plateísta varias veces. Creo estaba con Atlanta.
Yo ni lo miraba hasta que me di vuelta". "Y el plateísta me gritó que
vomite el FIAT 600 que me comí. Siempre cuento esa anécdota y felicito a ese
tipo".
"A la gente, cada vez más cuantiosa y con gran estadio,
le digo que NECESITO DE ELLOS. Crean en nosotros, les responderemos".
"Hay que aprovechar a la gente, nos tiene que dar ánimo. Nada más horrible
que escuchar a cuatro solos. Acá hay una multitud".
"Siempre tuve palabras buenas para con Morón y su
gente. Me interiorizaba de por qué Morón no despegaba. Merece otra
categoría". "Y hoy la gente merece salir de esta angustia”.
"Mi cuerpo técnico se compone de 6. Contraté a uno que
se encarga de pases, graba partidos y luego analizamos la planilla".
Quienes me acompañan son: mi hijo, Mariano Pasini como ayudante de campo Nº 1,
Néstor Caggiano como ayudante de campo Nº 2. Pablo Rótolo será el preparador
físico y Sergio "Araña" Maciel, el entrenador de arqueros”.
“El que diga que no quiere dirigir MORON es un estúpido. Hay
clubes que son así. No quiero quedar bien con nadie”.
Con 12 clubes transitados como jugador y 14 como entrenador
(incluido desde ayer, el Deportivo Morón), este lunes dio comienzo formalmente
la “era Pasini” en el Gallo, que puede constituir un “período de prueba” de dos
meses o una estadía prolongada, dependiendo de la respuesta inmediata de sus
dirigidos y la urgencia con que se sucedan los primeros resultados positivos.
Con diez finales por delante (nuestro “mundial” particular,
de acuerdo a sus definiciones), arribó el “Tano” Pasini...
Ojalá que más “Salvador” que nunca.
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