jueves, 11 de agosto de 2016

LA “LEPRA” NO PUDO CON MORON Y EL GALLO CLASIFICO A OCTAVOS.

Corría el minuto 27 del segundo tiempo, en el estadio de Lanús, cuando Gerardo Martínez ejecutaría un tiro de esquina, desde la izquierda del ataque del Gallo, que antes de llegar hasta el botín zurdo de Nicolás Minici, hallaría la “peinada” precisa de Franco Racca, para que el balón aterrizara “mansito” en el empeine del lateral izquierdo de Morón, para empalmarla con alma y vida y poner el uno a cero, frente a Newell’s Old Boys, que a la postre desataría la algarabía en el Oeste y le permitiría al Deportivo Morón, avanzar a los octavos de final de la “Copa Argentina”.

En efecto, y luego de un primer tiempo donde no habrían de vislumbrarse diferencias ostensibles de categoría, el conjunto de Walter Otta le jugaría de igual a igual, a la “Lepra” rosarina, con una figura indiscutida por solidaridad, prodigalidad, concentración y temperamento: el equipo mismo, en su conjunto.
Con múltiples puntos altos, en la mayoría de sus titulares de inicio, con especial hincapié en un enorme partido del “Rengo” Rodrigo Díaz, en la generosidad de Javier Rossi (para bajar permanentemente a cubrir las subidas del lateral diestro), así como de Emmanuel Giménez y su quite con primer pase criterioso ofensivo, y del debutante Franco Racca, a quien le tocaría “bailar con la más fea”, al tener que contener a ese temible punta “Rojinegro”, llamado Ignacio Scocco, el Gallo controlaría a su rival lejos del arco defendido por Nicolás Angelotti, más allá de un predominio rosarino en el manejo del balón, merced al buen pie de jugadores de la categoría de Maximiliano Rodríguez y Mauro Formica.

Ya en el complemento, el predominio en el desarrollo del cotejo habría de alternarse, cada vez más lejos de los arcos, hasta que a los 27 de la etapa complementaria y luego de un córner ejecutado por Gerardo Martínez, Franco Racca habría de “peinarla” en el centro del área, para habilitar en soledad a Nicolás Minici quien, con un preciso remate de zurda, conseguiría la apertura del marcador y el delirio de miles de hinchas del Gallo que, frente al televisor, por la determinación de disputar el encuentro a puertas cerradas, comenzarían a soñar en grande con un triunfo y clasificación históricas, a poco más de quince minutos para el cierre del partido.

Con Damián Akerman en cancha, inaugurando su quinto período en el club que lo idolatra, este once maravilloso de Walter Otta, se retrasaría unos metros en el campo, procurando sostener la diferencia y de contra, sentenciar el pleito, algo de lo que a poco estuviera el mismo goleador histórico, de no mediar la salida oportuna del arquero, fuera del área, para impedir que Damián pudiese anticiparse con la punta de su botín y empujarla al gol.

Pese a sufrir un par de sofocones, como el pelotazo en el palo de Mauro Formica y la atajada monumental de Nicolás Angelotti, ante el remate a “quemarropas” de Scocco, en el área chica, el Deportivo Morón sostendría la diferencia hasta el final del encuentro, en base a una actuación formidable de todos sus intérpretes, para alzarse con un triunfo tan histórico como merecido, luego de ’90 brillantes en solidez, concentración y temperamento individual y de conjunto.

Con el pitazo final del árbitro, el festejo y desahogo de todo el plantel y cuerpo técnico, en un emotivo e interminable abrazo, se irradiaría más allá de la pantalla en miles de televisores, para llenar de lágrimas los rostros y de felicidad los corazones, de innumerables hinchas de Morón, que comienzan a soñar despiertos, con un equipo que juega bien, se prodiga los noventa minutos y que clasificó a octavos de final de “Copa Argentina”, para enfrentar al ganador de Atlético Rafaela y Rosario Central, nada menos que el antagonista histórico de Newell’s Old Boys, la nueva “víctima” del Gallo en este certamen.

Clasificó Morón y sueña de pleno derecho, por un equipo que contagia ilusión y retempla el alma.

A octavos…, a puertas cerradas, pero a “corazón abierto”.


@elgallogustavo.



                                      Foto: gentileza, Prensa Deportivo Morón.

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