domingo, 15 de agosto de 2021

Prueba de carácter, en otro "examen" aprobado

Y este Morón de Lucas Bovaglio, acostumbrado a "rendir examen" jornada tras jornada, este sábado al mediodía, rindió con éxito un "parcial" complicado: volvió a sumar de a tres, luego de la caída en Ezeiza, confirmó lo cómodo y fuerte que se siente en el Nuevo Francisco Urbano, y fundamentalmente, derrotó a un rival directo en la lucha por la clasificación al Reducido (por lo menos, en una primera instancia), en una auténtica "prueba de carácter", justificando la diferencia "once contra once" y sosteniéndola con uno menos, o tal vez dos, si contamos la inocultable y ya repetida tendencia de Sebastián Zunino, árbitro del encuentro, de favorecer a los rivales, cada vez que le ha tocado dirigir al Gallo.

En la previa, con la ausencia obligada y significativa de Gastón González, desgarrado, uno de los más destacados, sino el más significativo, en lo que va de la actual temporada de la Primera Nacional, Morón presentaba un segundo cambio, en este caso táctico, respecto del equipo que cayera con Tristán Suárez, a partir del reingreso a la titularidad de Cristian Paz, en lugar de Franco Verón.

Por el "Melli" González, el cuerpo técnico dispondría la inclusión, luego de un largo tiempo (lesión muscular incluida) de Matías Ledesma, de características asimilables, por su "buen pie" y su criterioso primer pase, en una "apuesta" tal vez arriesgada del cuerpo técnico, por la larga inactividad del talentoso joven mediocampista de inferiores, pero que a la sazón, justificara su decisión con creces: amparado en las grandes condiciones técnicas ya conocidas, y que lo transformaran desde su irrupción en primera, en uno de los mejores "prospectos" devenidos de la "cantera", Ledesma se convertiría en una de la figuras destacadas de un Morón, con buenos promedios individuales, en un podio que podría completarse con Cristian Broggi, en su mejor partido en bastante tiempo y Leonel Bontempo, otro de los más regulares y rendidores en las 21° fechas disputadas.

En los primeros minutos del cotejo frente a Gimnasia y Esgrima de Jujuy, en la previa de la jornada, quinto en la clasificación de la Zona "B", un punto por debajo del Gallo, el "Lobo" jujeño, con el regreso de Arnaldo "Cacho" Sialle y Lucas Pérez Godoy al Oeste, se asentaría mejor en el impecable campo de juego "Carlos Castellón", sin llevar peligro al arco defendido por Bruno Galván, pero cortando los "circuitos" de un Morón, por entonces aún inconexo en el mediocampo.

Superado el primer cuarto de hora de partido, Cristian Lillo se haría cargo de la "aduana" invisible del círculo central y a partir de su prodigalidad y sacrificio de siempre, no exento de calidad y mucho criterio táctico, Matías Ledesma comenzaría a "soltarse" y a abastecer las subidas de Cristian Broggi, y Leonel Bontempo por los laterales, con un buen partido de Luciano Guaycochea, más activo y comprometido con el juego colectivo, en la búsqueda permanente de Alan Schönfeld por derecha (nuevamente determinante y de gran rendimiento, y junto a González, en el "podio" de los más destacados, en el balance de lo que va de la temporada) y Santiago Sala por el sector opuesto, con Tobías Zárate como referencia ineludible en el área contraria.

Con el correr de los minutos, Morón se impondría en el juego y tal vez sin profundidad, pero sí juego asociado y paciencia, el equipo de Lucas Bovaglio iría construyendo los merecimientos para una diferencia, que hallaría a los '42 del primer tiempo, cuando de un centro con "ojos bien abiertos" de Alan Schönfeld (una asistencia más y van...), la pelota en el centro del área, resultaría capitalizada por Luciano Guaycochea, que anticipándose a volantes y centrales visitantes, la impulsaría de "primera", con un "latigazo" preciso de derecha, para vencer a Fernando Otarola y marcar, antes del cierre de la etapa de inicio, el merecido uno a cero local.

Ya en el complemento, Sialle podría en cancha a todas sus opciones ofensivas, algunas de las cuales se había reservado en el banco (de los suplentes), y pese al empuje y al dominio territorial, el "Lobo" jujeño sería incapaz de preocupar seriamente a la última línea del Gallo, por la buena actuación de los cuatro del fondo, sumados a la impecable respuesta de Bruno Galván, las veces que lo "llamaran" a intervenir.

Como contrapartida, en cada contra, Morón dejaba en evidencia que, cuando se lo propusiera y "afinara" la puntería, podría usufructuar las ventajas otorgadas por la defensa visitante, para ampliar la ventaja y empezar a definir el "pleito", hasta que Sebastián Zunino decidiera darle alguna "ventaja" al elenco visitante.

En ese contexto, con Morón manejando la tiempos del encuentro, sin sufrir en defensa y apostando a una contra, que en cualquier momento le permitiría sacar diferencia de dos goles, apenas superado el primer cuarto de hora del segundo tiempo, y en una jugada similar a muchas, sin mala intención manifiesta ni excesivo uso de la fuerza, Braian Molina, que apenas segundos antes había tenido el  segundo tanto, a la salida de un tiro libre, iría a disputar una pelota de cabeza con un rival, y en un gesto natural de los brazos para ganar en el salto, apenas impactaría en el rostro de su oponente: roja directa para Sebastián Zunino, ante la protesta airada de algunos y la incredulidad de otros, incluido del propio Molina, en una acción que sí podría haber sido sancionada con amarilla, pero jamás con expulsión, y que tan sólo intentaría equilibrar la "balanza", de un trámite que Morón tenía claramente controlado.

Y a partir de allí se plantearía otro partido, porque el local debería replegarse para sostener la ventaja y la visita, pese a sus limitaciones, intentar aprovechar al máximo los "permitidos" de un árbitro, que ante cada pelota "dividida", beneficiaría siempre a Gimnasia y Esgrima de Jujuy, comenzando a "inclinar la cancha" para el lado de Bruno Galván.

Aún así, Morón no renunciaría a su intención de ganar, algo que este equipo de Bovaglio lleva evidentemente en su "ADN", puesto que Cristian Broggi desde afuera, tendría la posibilidad del segundo gol, aunque con el paso de los minutos y el cansancio, el cuerpo técnico debiera resignar jugadores del "medio hacia arriba", para fortalecer su línea defensiva.

Sin jugadas claras frente al arco del Gallo, y con más empuje que ideas, el "Lobo" jujeño apostaría un "pleno" por la vía aérea, llenando el área de Morón de centros, en especial por su franja diestra, todos bien controlados por la última línea, y superada ella, por el propio Galván, "estandartes" de un equipo solidario a la hora del "aguante", como atento a cualquier chance de salir de contra y sorprender mal parado a su rival.

Algo que ocurría en el séptimo minuto de descuento, de los ocho agregados por Zunino, cuando Mateo Levato, ingresado minutos antes, armara un contragolpe para el aplauso, con autopase incluido, para encarar de "cara al arco" y a pesar de tratarse de un goleador, dar el pase al costado para la llegada franca de Lucas Abascia, que pese a ser defensor, definiría como delantero para marcar el 2 a 0, a los '52 del complemento y desatar el festejo de todo el banco del Gallo.

El pitazo final de Zunino terminaría con la incertidumbre del resultado y premiaría a Morón, con otros tres puntos bien ganados, ante un rival directo en la lucha por la clasificación, en una auténtica prueba de carácter, de un equipo que jornada tras jornada gana en madurez e invita a soñar de pleno derecho.

Ahora, a pensar en rendir con éxito otro "examen": sumar de visitante en "Alta Córdoba".


@elgallogustavo.



                                  📸 : Deportivo Morón.

 

1 comentario: