Morón jugó un muy buen partido, seguramente el mejor en bastante tiempo y se llevó un punto merecido de la Isla Maciel, frente a uno de los equipos que mejor funcionamiento han demostrado en el torneo, como el San Telmo de Alfredo Grelak, y hasta pudo llevarse el triunfo, de haber tenido mejores interlocutores en ofensiva.
Tras el desahogo de la necesaria victoria ante Chaco For Ever,
confirmando mejoras colectivas, incluso ya evidenciadas en el empate a cero,
con “sabor a poco”, con Defensores de Belgrano en el Bajo Núñez, el desafío con
el “Candombero”, en su siempre complicado reducto (aún a puertas cerradas), “elevaba
la vara” de ese proceso de mejora continua desde la llegada de Cristian Díaz, dando
la medida con creces, neutralizando las virtudes ya conocidas de uno de los animadores
de la Zona “B”, a partir de un planteo pragmático e inteligente, bien llevado
al terreno por un Morón que comienza a ganar en confianza y juego colectivo.
Con el único cambio táctico de Mariano Bracamonte por Brian
Machuca, retrocediendo Rodrigo Arciero a su función natural de lateral por
derecha, desde el comienzo, San Telmo apostó a lo que mejor sabe, esto es,
manejar la pelota con paciencia y precisión, acumulando pases en ese dominio sostenido,
en procura de encontrar los caminos al gol, desde el talento y el cambio de ritmo
de Adrián Fernández (revelación y jugador más determinante de la categoría), la
subida permanente de dos laterales solventes en la marca y criteriosos en ofensiva
(Rodrigo Ayala por izquierda y Martín Vallejos por derecha), un volante “todo
terreno” como Emiliano Franco y delanteros “punzantes” y elusivos, en la
culminación de su sistema 4-3-3 (José Barreto, Franco Tisera e Iñaki
Lartirigoyen).
Ante ello y con mucha inteligencia táctica, el Gallo le
opondría un “bloque” ordenado y bien desplegado en los límites de su terreno de
juego, permitiendo que San Telmo ejerciera el dominio del balón, entre su línea
de centrales, aunque cerrándole todos los espacios y alternativas de pase, con otro
gran partido de Gonzalo Berterame, que agregaría el gol a su sacrificio habitual
y otra buena presentación de Bracamonte, siempre cerca del “10” local, para doblar
la marca y colaborar con sus defensores, cada vez que Adrián Fernández pretendió
“estacionarse” sobre las bandas, para desde allí generar sociedades o habilitaciones
entre líneas.
En un interesante choque de estilos totalmente diferentes,
por lo menos en este partido, al dominio sostenido de “Telmo” y su búsqueda de juego
asociado, Morón apostaría a un juego más directo, de salida rápida en contra,
cada vez que recuperaba la pelota o interceptaba un pase.
Y así contaría con las mejores chances del primer tiempo,
ambas en los pies y la cabeza de Matías Romero, la primera mal resuelta, inmejorablemente
solo en el área chica contraria y la segunda con una “peinada” desviada, luego
de una muy buena habilitación de Lautaro Disanto, cada encuentro más importante
en el andamiaje que pretende el cuerpo técnico.
Como contrapartida y pese a una mayoritaria tenencia, la más
peligrosa de San Telmo se originaría en una pelota parada (otro buen recurso y
de gran variedad en el “Candombero”), que permitiría que Tisera rematara solo y
“a boca de jarro”, acción de gol impedida a puro reflejos por Juan Martín Rojas,
evitando la apertura del marcador con el pecho.
Ya en el complemento, Morón llevaría a su juego a San Telmo,
cerrándole aún más los caminos de pase y la posibilidad de las sociedades que
tan bien maneja el local, preocupando en cada contra, cada vez con mayor cantidad
de protagonistas involucrados, con Gastón González y Julián Vitale, manejando
los “hilos” en el mediocampo.
Y así llegaría el gol, con una muy buena “triangulación” sobre
la banda izquierda, el pase justo en profundidad de Nicolás Henry (recuperado en
su juego, respecto de partidos anteriores), para que Gonzalo Berterame
encontrara el “hueco” y definiera con precisión junto al poste derecho de Brian
Bustos, a los 17 minutos del segundo tiempo.
Por desgracia, en una de las contadas distracciones de la última línea visitante, con un San Telmo cada minuto más apremiante sobre el arco rival, desde uno de los “fuertes” locales, la llegada en profundidad por los laterales, el centro desde la izquierda de la defensa, primero encontraría la cabeza de Emiliano Franco y luego, en el área chica, la “embestida” final de Agustín Lamosa, el segundo marcador central, para empujarla al empate, también de cabeza, ante el cierre tardío y solitario de Arciero, a los 25’ de la segunda etapa.
En los minutos finales y con el ingreso de Santiago Sala, el
Gallo generó un par de contragolpes mal definidos, que podrían haberle dado una
nueva ventaja a un Morón, que sostuvo a “pie firme” y sin mayores sobresaltos,
un punto merecido y valorado, pero con “regusto” a poco, por las opciones
perdidas en el primer tiempo.
Ante uno de los mejores rivales de la zona y animador del torneo, el equipo de Cristian
Díaz dio la talla y confirmó una mejora que avizora un futuro mejor, en una
temporada complicada.
Sin dudas, que es por acá.
@elgallogustavo.
📸: Deportivo Morón.
Felicitaciones al cuerpo técnico que armó la estrategia para jugarle a Telmo. Cuántas veces pedimos en el ciclo Nardozza una oportunidad para Bracamonte, y hoy quedó demostrado que está para tener un lugar en el equipo. Un Técnico versátil y un plantel que lo va entendiendo. Lástima el 9, es una máquina de errar goles. No estaba Matías Castro para jugar? Ahora hay que ganar de local.
ResponderEliminarBracamonte hace rato debía estar, no se porque dejamos las inferiores afuera, por ejemplo Sala es más 9 que Romero...
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