domingo, 15 de junio de 2025

Con la ilusión como estandarte: Feliz DÍA del PADRE!

En otra gran demostración de fútbol, Morón fue ampliamente superior a Almirante Brown y "apenas" lo derrotó 2 a 0, en un resultado final que no refleja las enormes diferencias individuales y colectivas evidenciadas entre uno y otro.

Con este nuevo triunfo, el tercero consecutivo, para ampliar la racha actual a nueve sin derrotas, con siete victorias y dos empates, el equipo de Walter Otta comenzó la segunda rueda del torneo de la Primera Nacional, confirmando su gran momento, que lo ubica en el segundo lugar de la tabla zonal, con 33 unidades, a sólo tres puntos del único líder, Gimnasia y Esgrima de Jujuy.

Y por si fuera poco, el Gallo finalizó este raid de tres partidos en fila de local, con puntaje perfecto, venciendo merecidamente a un rival directo y muy "chivo", como Chaco For Ever, a otro de opaco presente, pero siempre candidato y con individuales de jerarquía, tal el caso de Colón de Santa Fe y como "frutilla del postre", el triunfo en el clásico, frente a Almirante Brown, a quien superó con holgura, con una "chapa" final de 2 a 0 que le "hizo precio" al conjunto de Isidro Casanova.

Repitiendo el once de inicio, del último sábado ante el "Sabalero" y fiel a su sana costumbre, el Gallo salió a apretar bien arriba a su rival de siempre y a imponer condiciones desde el pitazo inicial de Pablo Giménez, tanto es así que a los seis minutos de iniciado el pleito, la multitud del Gallo, presente en una noche más que desapacible, explotaría con el primer grito de gol en el Nuevo Francisco Urbano.

Luego de un buen encuentro por izquierda, la franja donde Morón hilvana sus mejores acciones, con Iván Vaquero (cada partido más sólido en su puesto), Mariano Bíttolo ("entre algodones", pero con una jerarquía, inteligencia y prodigalidad que disimulan cualquier molestia física), Fabricio Sanguinetti, Yair González y su homónimo, Gastón González (una vez más, como frente a Colón, de descomunal partido, jugando, corriendo y manejando pelota y tiempos), de un cruce entre Yair González e Ivo Costantino, el primero se iría con decisión rumbo al área de Almirante y ante la salida del arquero, la colocaría con precisión milimétrica por arriba, junto al poste izquierdo.

Con la temprana diferencia a su favor, el Gallo se asentarla aún más y profundizaría su presión y supremacía sobre una visita desbordada por todos lados, tanto es así que Morón bien pudo sacar diferencia de dos, antes de los 15' del primer tiempo, tras un rebote largo del "Mono" Ramiro Martínez, el "1" de la visita, que capitalizaría Gastón González, con una suerte de "cucharita", pero con potencia, para tratar de evitar la maraña y el desparramo de pies adversarios en la línea de gol, pero la pelota con destino irremediable de 2 a 0, iría a estrellarse injustamente contra el travesaño de Casanova.

De allí y hasta el final de la primera etapa, Morón se tomaría un "descanso" lógico, luego de tanta presión, lapso durante el cual, Brown intentaría generar algo de peligro, lo que recién conseguiría a los 39' del primer tiempo, con un remate "venenoso" de Gonzalo Flores, bien conjugado y rechazado al tiro de esquina por Julio Salvá, en el primer palo.

Mientras tanto, Morón daba la sensación de sentenciar el resultado cuando lo quisiera y afinara la última puntada, algo que no lograría en los primeros 45', dilapidando varias contras de peligro, por malas decisiones en los metros finales del área rival 

En el complemento, el equipo de Walter Otta volvería a "apretar" a su clásico rival contra su arco y bien pudo marcar el segundo, antes de los 10' de la segunda etapa, pero un rechazo sobre la línea, cuando todo el estadio gritaba la segunda conquista, seguiría manteniendo a Almirante en partido, por lo menos, desde lo numérico.

Lejísimo en el desarrollo, pero demasiado cerca en el resultado, Almirante nuevamente procuraría acercar peligro al arco de Salvá, algo que podría concretar en una ocasión, con el intento de remate de Enzo Cardozo (el lateral diestro, de lo mejor de la visita), ingresando al área grande, desviado con una "barrida" providencial de Vaquero, en una cobertura encomiable y fenomenal.

Sólido en defensa, con volumen de juego en el medio y los puntas solidarios y participativos, Morón no sufrió nunca, más allá del resultado injustamente corto, hasta que a los 37' del segundo tiempo y luego de una muy buena jugada colectiva, sobre el lateral izquierdo de la defensa visitante, el ingresado Facundo Báez asistiría a Gastón González, para que defina con la calidad y la claridad de siempre, y poner cifras definitivas en el resultado y un poco más ajustadas en los méritos de uno y otro equipo.

Ya con un hombre de menos, antes del segundo tanto del Gallito, Almirante terminaría con nueve, por una acción rarísima de Matías Belloso, que pareció agredir verbalmente a Franco Lorenzón, estando éste en el piso, recuperándose de un choque de cabezas y ante la roja decidida y directa de Pablo Giménez, increpar al árbitro, de tal manera que, por un momento, pareció con intenciones de tomarlo del cuello, para finalizar su "bizarra" expulsión, con una corrida enajenada rumbo al vestuario visitante, que en primera instancia pareció enfilada a tomársela con alguien de afuera del campo de juego.

En definitiva, una clara imagen de la confusión y la impotencia de una visita, desbordada por un Morón que lo demolió en los 90'.

Final del partido y del raid de partidos de local, con la marca ideal de otras tantas víctorias, para convertir al Gallo en un puño apretado y ese racimo de jugadores, cantando y festejando de cara a su gente, con la ilusión como estandarte.

3 de 3.

Y feliz día del PADRE!.



@elgallogustavo.



         📸: Eduardo Fabián Acuña.



miércoles, 11 de junio de 2025

Elías Contreras, el segundo del "invierno"

En las últimas horas, el Gallo concretó a su segundo refuerzo, que se suma a Ramiro Fergonzi, de cara al inicio de la segunda mitad del torneo de la Primera Nacional: se trata del mediocampista o extremo derecho, Elías Fabián Luis Contreras, que proviene de Sportivo Luqueño de Paraguay y a quien Walter Otta conoce de un paso reciente por Estudiantes de Buenos Aires.

Nacido el 7 de marzo de 1997 (28 años), en la provincia de Santa Fe, Elías Contreras hizo inferiores en Independiente de Avellaneda, llegando a jugar en la Reserva y firmando contrato profesional en julio de 2018, aunque sin debutar en la primera del "Rojo".

Un año después, el 2 de julio de 2019, Contreras es cedido a préstamo a Brown de Adrogué, en la Primera Nacional, debutando profesionalmente con la camiseta del "Tricolor", el 17 de agosto del mismo año, en el empate 1 a 1 frente a Atlético de Rafaela, ingresando a falta de doce minutos para el final del partido, en la primera de sus 18 apariciones.

De regreso a Independiente, tras su cesión en Adrogué, el 7 de octubre de 2020, Elías Contreras es nuevamente dado a préstamo, en este caso a Temperley, interviniendo en 38 partidos (cuatro por Copa Argentina) y convirtiendo dos goles en el "Gasolero".

Tras su retorno a Avellaneda, en diciembre de 2021, el 25 de enero de 2022, Contreras es cedido nuevamente a Brown de Adrogué, disputando 27 partidos (uno por Copa Argentina) y anotando un gol, en su segundo ciclo en el "Tricolor".

El 23 de enero de 2022 se incorpora ya como agente libre a Estudiantes de Buenos Aires, con Walter Otta como técnico, jugando 47 encuentros y convirtiendo cuatro goles, durante su estadía en Caseros.

En el medio, el 23 de junio de 2023 es cedido por Estudiantes de Buenos Aires a Güemes de Santiago del Estero, donde registra 16 presencias, sin goles, con el "Gaucho" santiagueño.

Tras su repesca a los seis meses y jugar todo 2024 con el "Pincha" de Caseros y tras la finalización de su contrato, el 3 de enero de 2025 se suma a Sportivo Luqueño, de la primera división del fútbol paraguayo, tomando parte en apenas dos encuentros, sumados a otras dos presencias en el banco de los suplentes, sin ingresar, totalizando 68 minutos efectivos en cancha, sin goles ni tarjetas.

Su último encuentro fue el 2 de junio del corriente, por la fecha 22 del Apertura paraguayo, en el empate 0 a 0 de local, frente a Ameliano.

En definitiva, Elías Fabián Luis Contreras, mediocampista o extremo diestro de 28 años y desde la fecha segundo refuerzo del Gallo, en la actual "ventana" de invierno, a préstamo hasta diciembre de 2026, registra un total de 143 partidos oficiales, 141 en nuestro país y dos en Paraguay, con siete goles convertidos como profesional, todos en nuestro medio.

Elías Contreras, el segundo del "invierno".


@elgallogustavo.




domingo, 8 de junio de 2025

La ilusión que me condena

Morón consiguió un triunfazo frente a Colón de Santa Fe, en el postergado de la fecha 15 y finalizó la primera rueda con 30 puntos, en un expectante tercer puesto, a sólo tres unidades del líder zonal, Gimnasia de Jujuy, con un "sprint" final de ocho fechas sin derrotas, sustentado no sólo en los buenos resultados, sino en un rendimiento individual y colectivo que invita a la ilusión.

Con el único cambio obligado de Gastón González, en reemplazo del lesionado Pablo Ferreira, respecto del once de inicio que derrotara con esfuerzo y sacrificio, a un duro Chaco For Ever, hace una semana, en el mismo Nuevo Francisco Urbano, el equipo de Walter Otta jugó un gran primer tiempo, con un desgaste físico admirable, pudo sacar la diferencia con una definición exquisita de Fabricio Sanguinetti, tras una asistencia magnífica de Gastón González, uno de los más destacados, que jugó, ordenó y defendió (y hasta casi hace un golazo desde mitad de cancha), reivindicándose con apenas un partido de continuidad, de demasiadas críticas en los últimos tiempos, muchas de las cuales mal avenidas y desmedidas, para un jugador siempre importante, pero que en este torneo debió ser suplente, por el buen nivel del lesionado Ferreira.

En un primer tiempo parejo, ante un Colón de mala campaña, pero con el peso específico de sus nombres propios en cancha (tal el caso del "Puma", Emmanuel Gigliotti), y su historia reciente de campeón en la Liga Profesional y siempre con planteles ricos en individuales y en presupuesto, dada su obligación de rápido regreso a la máxima categoría de nuestro medio, el Gallo le opuso un "cara a cara" inteligente, presionándolo alto, para no dejar que sus medios progresen en el campo contrario con libertad, para obligarlo al error y con el paso de los minutos, a la desesperación de un "Sabalero" que necesita imperiosamente hilvanar una racha de triunfos, para acercarse siquiera a puestos de Reducido.

En un partido entretenido y de gran desgaste físico, "picante" y sin escatimar la "pierna fuerte", el Gallo supo controlar a su rival, más allá de una aproximación apenas iniciado el juego, de un centro desde la derecha, que por el sector opuesto del área, Tomás Gallay, el "11" santafecino, la elevaría por encima del travesaño.

Como contrapartida, el desequilibrio habitual del uruguayo Fabricio Sanguinetti, por el andarivel izquierdo, derivaría en un centro para que Emiliano Franco la empujara prácticamente al gol, pero una pierna salvadora la rechazaría providencialmente al tiro de esquina.

Entre dos equipos que evidenciaban propuestas ofensivas similares, procurando desnivelar desde las bandas, Sanguinetti resultaría el más "picante" del local, mientras que Federico Jourdan, instalado sobre la derecha del ataque visitante, haría que Iván Vaquero tuviese que "bailar con las más fea", respondiendo con eficacia en la marca de un elusivo y habilidoso número "8" de la visita.

En esa contexto de paridad referida, siempre Morón apareció como el más lúcido y peligroso con el balón en los pies, basado en su idea de juego colectiva, mientras que lo de Colón se circunscribía más a la voluntad que al juego asociado, potenciado por la aparición despareja de sus valores individuales, como Ignacio Lago, de dorsal "10" en el "Negro" santafecino.

Por eso, sobre la media hora del primer tiempo, Ivo Costantino recuperaría una pelota en el mediocampo (el sacrificio que aporta el "9" del Gallo es admirable), para que Gastón González, casi de primera y desde el círculo central, ensayara una asistencia magnífica con destino a la diagonal implacable de Fabricio Sanguinetti, entre el "2" y el "4" de Colón, para que el "7 bravo" de Morón "limpié" en velocidad, tal su costumbre, a ambos, en apenas unos metros y ante la salida del arquero, el "inoxidable" Marcos Díaz, la tocase de zurda y con clase rumbo al palo izquierdo, para el golazo de Morón y el delirio de todo el Oeste 

De allí y hasta el final de la etapa, habría más aproximaciones que llegadas con peligro en las áreas, "bancando" el Gallo sin demasiadas zozobras, una ventaja mínima que resultaba ajustada pero justa.

En el complemento y más allá de otra asistencia de gol, de Gastón González a Sanguínetti, esta vez definida de manera errática, apenas nomás iniciados los segundos 45', con el correr de los minutos, entre la necesidad del visitante y el desgaste físico, prodigado por el local, en especial en la primera etapa, que paulatinamente se iba haciendo cada vez más evidente, Colón manejó la acciones y se instaló en campo contrario, mientras que el equipo de Walter Otta apostó a una contra letal que liquidara el pleito definitivamente a su favor.

En la acción más clara de todo el encuentro, para la visita, Julio Salvá sacaría un remate "a quemarropa" del ingresado Lucas Bernardi, convirtiéndolo por esta enorme atajada y por otras (además de su manejo de los tiempos, cuando en los minutos finales Colón se venía con todo), en una de las figuras excluyentes del cotejo, casi como un acto de reivindicación para un Salvá que generó algunas resistencias, en su regreso al arco, tras su lesión, potenciadas por las buenas actuaciones de su reemplazo, Leandro Finochietto, pero como en el caso de Gastón González, más de una vez encarnizadas e injustas.

Con algo de sufrimiento en los instantes de cierre del partido (ya sin la figura fundamental de Mariano Bíttolo, lesionado y el debut del refuerzo, Ramiro Fergonzi), más por lo potencial, que podía generar un Colón que apostó, con escasas ideas, a los envíos aéreos, la defensa de Morón resistió siempre con eficacia y concentración (con un gran partido de Juan Manuel Cabrera, otro en el "podio"), dejando en infinidad de veces, en posición adelantada, a los puntas visitantes.

El pitazo final de Bruno Amiconi, de buen desempeño, resultó un bálsamo para los corazones del Gallito, que festejaron el segundo triunfo consecutivo, en esta seguidilla de partidos de local, que el próximo sábado finalizará recibiendo nada menos que a Almirante Brown, por la primera jornada de la segunda rueda.

Morón se quedó con tres puntos importantísimos, ante uno de esos rivales que, más allá de su buena o mala actualidad, marcan para qué está un equipo, de cara a la mitad final del torneo.

6 de 9.

Y que venga Brown.


@elgallogustavo.





miércoles, 4 de junio de 2025

Ramiro Fergonzi, para reforzar la ofensiva del Gallo

Finalizada la primera rueda del torneo de la Primera Nacional y de este modo, abierto el libro de pases de invierno, el Gallo iría en búsqueda de un zaguero por izquierda (tras la confirmación de la condena judicial a Nahuel Zárate, que lógicamente ya no forma parte del plantel) y de un delantero, concretando en las últimas horas, la llegada de un apellido conocido en la categoría, para la faz ofensiva: hablamos de Ramiro Ezequiel Fergonzi, de último paso en el Persik Kediri, de la exótica Shopee Liga 1, primera división del fútbol de Indonesia.

Nacido el 14 de mayo de 1989 (36 años), en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Ramiro Fergonzi tuvo su debut profesional en 2008, en Colegiales, por entonces en la Primera "C" (obteniendo el campeonato y el ascenso con el "Tricolor" de Munro) y disputando tres partidos, sin convertir goles, siendo cedido a préstamo, a Unión San Felipe de Chile, en diciembre de 2010, con seis presencias y 133 minutos efectivos de juego, sin goles convertidos. 

A su regreso en Munro, con el "Tricolor" en la "B" Metropolitana, en junio de 2011 y hasta junio de 2014, Fergonzi intervendría en 75 cotejos, con 23 goles, lo que generaría el interés de Deportivo Español, por entonces también en la "Metro", disputando 54 encuentros con el "Gallego", de julio de 2014 a diciembre de 2015, con ocho tantos.

En 2016, Ramiro Fergonzi emigra a Almirante Brown, en la "B" Metropolitana, tomando parte en 18 partidos, con cuatro goles convertidos con la camiseta del "Mirasol".

El 11 de agosto de 2016 se "muda" a Flandria, por entonces en la Primera Nacional, disputando 44 cotejos y convirtiendo seis tantos en el "Canario".

Más tarde, el 8 de agosto de 2017 emigra a Santiago del Estero, para vestir la casaca de Atlético Mitre, en el Nacional, interviniendo en 22 encuentros, sumando 1896 minutos efectivos de juego, además de anotar cuatro goles, ser amonestado en cuatro ocasiones y expulsado en otras dos, una por doble amarilla y la restante por roja directa.

El 14 de junio de 2014 ficha para el Patriotas Boyacá, de la segunda división del fútbol colombiano, tomando parte en 17 cotejos, con dos goles convertidos en la campaña y 870 minutos en cancha.

En 2019, Ramiro Ezequiel Fergonzi se suma al Bhayangkara, de la segunda división del fútbol de Indonesia, tomando parte en 15 partidos, con 1245 minutos efectivos, cuatro tantos convertidos y una expulsión por doble amonestación.

Ese mismo año, Fergonzi recala en la segunda categoría del fútbol mexicano, más precisamente en el Atlético Zacatepec, donde disputa diez cotejos, con 531 minutos de juego, además de anotar un gol y resultar amonestado en una ocasión, sin tarjetas rojas.

En enero de 2020 regresa al país, como refuerzo de Chacarita Juniors, hasta junio de 2021, totalizando 22 encuentros con el "Funebrero", con cuatro goles convertidos, dos tarjetas amarillas y 654 minutos en cancha.

En junio de 2021, vuelve a emigrar, en este caso rumbo al fútbol peruano, para desempeñarse en Alianza Atlético Sullana, de la primera división, interviniendo en 14 partidos, con 814 minutos efectivos en cancha, dos tantos y una amonestación.

El 6 de enero de 2022 se "muda" al exótico fútbol de Indonesia, fichando para el Persipura Jayapura, de la primera división, jugando 14 encuentros, con 1167 minutos de juego, además de convertir tres tantos y resultar amonestado en una oportunidad.

El 7 de junio del mismo año emigra al Persita Tangerang, también en la máxima categoría de Indonesia, donde en dos temporadas, interviene en 68 partidos, convirtiendo 23 goles, con once tarjetas amarillas y un total de 5594 minutos efectivos en cancha.

Finalmente, el 9 de julio de 2024, Ramiro Fergonzi emigra al Persik Kediri, de la primera división de Indonesia, disputando 29 cotejos, con nueve goles y una asistencia, además de resultar amonestado en una ocasión y ser expulsado en otra, por roja directa, totalizando 2502 minutos de juego. 

Su último partido oficial fue el pasado viernes 23 de mayo, en la derrota del Persik, 2 a 1 de local frente al Borneo FC, convirtiendo el tanto de su equipo y jugando los 90 minutos.

En definitiva, Ramiro Ezequiel Fergonzi, delantero centro diestro, que también puede desempeñarse como extremo por ambos flancos, de 36 años y procedente del fútbol de Indonesia y desde la fecha, refuerzo del Gallo a préstamo hasta diciembre de 2026, totaliza 436 partidos oficiales, 311 en nuestro país y 125 en el exterior, con 67 goles convertidos como profesional, 38 en nuestro medio y 29 fuera del país.

Ramiro Fergonzi, para reforzar la ofensiva del Gallo.


@elgallogustavo.






domingo, 1 de junio de 2025

Morón "For Ever"

Tras el empate con "sabor a poco" en Santiago del Estero, el Gallo iniciaba el raid de tres partidos consecutivos de local, frente a un duro rival, directo en la lucha por el Reducido, como Chaco For Ever, consiguiendo una laboriosa victoria 2 a 1, luego de un buen primer tiempo y un complemento en que fue superado por su rival, pero sin embargo supo reponerse del empate transitorio para quedarse con los tres puntos.

Con la única modificación del regreso de Juan Manuel Cabrera, por el lateral derecho, en lugar de Gerónimo Ulibarri, de buen partido frente a Mitre, el equipo de Walter Otta se vio sorprendido en los minutos iniciales, por un conjunto chaqueño que supo incomodarlo en el mediocampo, para impedirle el manejo del balón acostumbrado, a partir del cual el Gallo genera lo mejor y más peligroso de su juego.

Sin llegadas claras en los arcos, con el correr de los minutos, Morón pudo revertir esa supremacía rival de inicio, recostando a Yair González por izquierda, cuyos encuentros con Mariano Bíttolo y Fabricio Sanguinetti comenzarían a inclinar la balanza de los merecimientos en favor del local.

Así las cosas, el Gallito avisaría con una gran maniobra individual por el carril zurdo, del uruguayo Sanguinetti, cuyo centro iría "teledirigido" a la cabeza de Ivo Costantino, que imponiéndose a su marcador en el salto, metería un frentazo que parecía con destino irreversible de red, pero el envío se iría apenas ancho sobre el poste zurdo del arquero visitante.

Un par de minutos más tarde de aquella acción, a los 23 minutos del primer tiempo, un tiro de esquina desde la izquierda, a cargo de Yair González, sería "peinado" al arco por Sanguinetti, en el primer palo, y ante el rechazo hacia adelante de Gastón Canuto, el golero de la visita, Emilio Lazza, en posición de "9" y con la potencia de un centrodelantero, vencería la resistencia del arco chaqueño, con un "zapatazo" inatajable, al mismo primer palo, para el merecido 1 a 0 del Gallito.

En los minutos subsiguientes a la apertura del marcador, Morón profundizaría su dominio y estaría cerca del segundo, en un par de ocasiones muy claras, como en aquella entrada por derecha de Emiliano Franco, cuyo remate rasante se iría pegado al caño izquierdo del arquero del "Negro" chaqueño.

Sin embargo, en los instantes finales de la primera mitad, Chaco For Ever respondería con peligro, también en un puñado de ocasiones, con un Matías Romero, "picante" y "endiablado", el mismo que la temporada pasada vistiera la casaca da Morón, con un rendimiento paupérrimo.

Ya en el complemento, la necesidad de alcanzar el empate llevaría a la visita a jugar unos metros más adelante, mientras Morón defendería demasiado cerca de su arco, en una tarde en la que la defensa del Gallo no ofrecería la seguridad y garantías de otras jornadas.

Con más decisión que fútbol, pero a partir del desequilibrio de Franco Perinciolo, su número "11", de gran partido, secundado por el "10", Santiago Valenzuela, de a poco Chaco For Ever iría arrinconando a Morón contra Julio Salvá, tanto que a los ocho minutos de la etapa final, nada menos que Matías Romero, que ya se había insinuado con peligrosidad en un par de oportunidades, esta vez no perdonaría el cierre a destiempo de Lazza, para colocarla de derecha, bien ceñida al poste izquierdo de Salvá, con una gran definición, igual de ajustada pero con mayor puntería que aquél penal en Mataderos, que estrellara en el mismo poste zurdo, con el dorsal "9" del Gallo, en la pasada campaña.

Luego del empate, Morón acusaría recibo del cimbronazo y la pasaría mal, ante una visita retemplada en su ánimo con el uno a uno, hasta que a los 20' del segundo tiempo, y quizá en el peor momento colectivo del Gallo, Yair González recibiera el balón de Mariano Bíttolo (el más destacado de Morón) y armara la jugada a la cual nos tiene acostumbrados, con el recorte de izquierda al centro y el remate letal, que iría a "dormir" al fondo de la red visitante, pese al esfuerzo infructuoso de Canuto, para el 2 a 1 y el desahogo de todo el Oeste.

De allí y hasta el final, con un desarrollo "roto" en el mediocampo, Morón apostaría a una contra para liquidar el pleito (y las tuvo, pero no podría aprovecharlas, entre la falta de puntería propia y las buenas intervenciones del "1" visitante), mientras que For Ever iría con decisión en procura del empate, obligando a Salvá a "revolcarse" en un par de ocasiones, en una tarde, como quedara dicho, en que la defensa del Gallo no ofreciera la solidez de cotejos anteriores.

Con el pitazo final de Lucas Comesaña, de correcto arbitraje, Morón se alzaría con un triunfo importante y trabajado, frente a un rival directo, duro y complicado.

Ahora, al término de la primera mitad del torneo y en un receso sin descanso, el Gallito buscará su segundo triunfo en fila en el Nuevo Francisco Urbano, cuando el próximo sábado reciba a Colón de Santa Fe, en el encuentro postergado de la 15° fecha.

Morón "For Ever" y...

... 3 de 9.


@elgallogustavo.



       📸: Deportivo Morón.


lunes, 26 de mayo de 2025

Empate con "sabor a poco"

Luego del descanso obligado, por el temporal que impidiera disputar el cotejo frente a Colón de Santa Fe, en el Nuevo Francisco Urbano, el Gallo volvió a ser visitante, de Mitre en Santiago del Estero, trayéndose un punto con "sabor a poco", dadas las chances que tuvo Morón para abrir el marcador, incluyendo un penal malogrado por Ivo Costantino, en el cierre de la primera etapa.

Jugando por momentos bien y en otros no tanto, pero siendo superior a su rival, en un escenario siempre esquivo para el Gallito, el equipo de Walter Otta tuvo sus oportunidades y mereció mejor suerte, pero una vez más falló en la definición, lo que le impidiera volverse al Oeste con tres puntos del interior, una de las grandes asignaturas pendientes del Deportivo Morón, a lo largo de su historia en la Primera Nacional.

Con tres cambios respecto de su último partido, en el empate a uno con Temperley en Turdera, esto es, los ingresos de Gerónimo Ulibarri (tras larga ausencia y de buen partido) y Emiliano Franco, por los suspendidos Juan Manuel Cabrera y Santiago Kubiszyn, y de Emilio Lazza en reemplazo de Nahuel Zárate, quien rescindió su vínculo con la institución, tras rechazar la Corte Suprema, el recurso de queja interpuesto por su defensa y con ello, quedar en firme la condena a cinco años de prisión, por un siniestro de tránsito en el que perdieran la vida dos personas, Morón debería reconfigurar su defensa, que salía casi de memoria y venía rindiendo con creces y además, demostrar que la situación de Zárate, conocida desde la firma de su contrato, no impactaría en un grupo cuya consolidación se venía manifestando dentro del campo de juego.

Desde el comienzo del pleito, en Santiago del Estero, Morón procuraría manejar el balón y asumir el protagonismo desde el minuto cero, aunque sin generar peligro en el arco de Mitre, mientras que el local, obligado a jugar de contra, contaría con una chance muy clara, a los 10' de juego, a partir de una buena incursión por derecha de su número "10", Santiago Rosales, y que ante la salida de Julio Salvá, habilitaría por el centro al "7", Axel Batista, cuyo remate de primera impactaría en la base del poste zurdo, para luego perderse fuera del campo del juego.

Tras este primer sofocón del Gallo en su defensa, una de las escasas jugadas bien hilvanadas por la ofensiva de Mitre, Morón ajustaría las marcas, sin resignar por ello el protagonismo, monopolizando la pelota, pero fallando en el pase final, ese que le permitiese colocar a uno de sus delanteros de cara al arquero local.

Cuando la primera mitad se extinguía casi sin emociones por ambos lados, de un tiro de esquina desde la derecha, a cargo de Yair González, sobre el sector opuesto, Facundo Wiechniak, primer marcador central santiagueño, tomaría a Ivo Costantino en el área, hasta hacerlo caer, ante la vista de Fabrizio Llobet, árbitro del partido, que sorprendería con la sanción del penal, dada su tradicional característica de arbitraje "localista", máxime en las provincia y en plazas "políticamente" complicadas como Santiago del Estero.

Así las cosas, en tiempo cumplido del primer tiempo, Morón tenía la chance de ponerse en ventaja y darle mayor merecimiento a un empate a cero, "amarrete" para el mejor desempeño del Gallo, pero el remate rasante y anunciado del propio Costantino, sobre el poste izquierdo del arquero, no haría otra cosa que destacar la figura del joven arquero local, Luciano Jachfe, que evitaría la apertura del marcador, adivinando las intenciones del "9" visitante y privando a la visita de irse al descanso con una ventaja justificada.

Ya en el complemento, Morón no permitiría la reacción anímica de su rival y lejos de "quedarse", presionaría aún más por el desnivel a su favor, contando con otra chance muy clara, esta vez en los pies de Yair González, con una buena acción individual, ingresando desde la izquierda y recortando hacia el centro, para sacar un derechazo apenas ancho, junto al "caño" derecho del "1" de Mitre.

Con el correr de los minutos, el local emparejaría las acciones, con más ganas que fútbol y le robaría a la visita el rol de protagonista, aunque sin generar riesgo alguno al arco de Salvá, más allá de una acción que terminaría en gol, pero finalmente anulada por una clara posición adelantada de Lucas Ríos, el "9" de Mitre, autor del cabezazo que terminaría dentro del arco, invalidada de manera correcta por Fabrizio Llobet.

En el arco de enfrente y ya plantado de contra, el Gallito contaría con otra opción inmejorable para abrir el marcador, con una gran jugada por derecha de Pablo Ferreira (el más destacado de Morón y del partido), cuyo centro al área, dejado pasar por Costantino, caería en los pies de Iván Vaquero, ingresando solo por el sector opuesto, que con el arco desguarnecido y con todo a su favor para gritar la apertura del marcador, su remate de zurda con destino de red, encontraría la pierna salvadora de Facundo Wiechniak, en la línea de gol, para salvar a Mitre una vez más.

De allí y hasta el pitazo final del árbitro, el partido se "rompería", con la pretensión en ambos de llevarse el triunfo, ya sin medios y con escaso resto físico para torcer el rumbo de un empate sin abrir el marcador.

En la previa y en el caso de Morón, llevarse un punto de Santiago no resultaba para nada un "mal negocio", aunque dadas las chances malogradas, entre ellas, el penal a favor, en el epílogo del primer tiempo, terminó por resultar con "sabor a poco", puesto que el equipo de Otta mereció y debió traerse la victoria, pero una vez más la falta de contundencia lo privó de un mejor resultado.

Ahora, llega una seguidilla de tres cotejos de local (Chaco For Ever, el suspendido frente a Colón y la primera fecha de la segunda rueda, ante Almirante Brown), para "hacerse fuerte" en el Nuevo Francisco Urbano, afianzarse en puestos de Reducido y por qué no, acercarse a la punta de la Zona "B".

Pero, "paso a paso".

1 de 3.


@elgallogustavo.




      📸: Mitre (SdE).



lunes, 12 de mayo de 2025

Punto que suma, afianza y confirma

El Gallo "sacó pecho" en Turdera y sacó adelante un partido complicado frente a Temperley, para llevarse un punto valioso del Sur del Gran Buenos Aires, a pesar de jugar con un jugador de menos todo el segundo tiempo.

En efecto, frente a un rival con individuales de jerarquía y en un escenario reducido y siempre esquivo (tanto es así, que Morón no gana allí desde 2010), el equipo de Walter Otta en otra muestra de carácter, supo sobreponerse a un arbitraje lamentable de Felipe Viola y de su asistente número uno, Ariel Scime, que ente ambos convalidaron un gol viciado de nulidad, a cargo de Fernando Brandán, a los 40 de la etapa inicial, luego de una pelota "peinada" por el "Animal" Luis López, que Brandan, no menos de un metro por delante de la línea del último defensor visitante, aprovecharía el grosero error del dúo arbitral para definir con calidad, con efecto al segundo palo de Julio Salvá, para adelantar al "Gasolero" en el marcador, en un partido parejo y de supremacía repartida, hasta ese momento.

Por si fuera poco, a los 48' de la misma primera mitad, Santiago Kubiszyn, que estaba teniendo un buen desempeño, llegó a destiempo a disputar una pelota con Adrián Aguirre, el volante central y capitán local, provocando un contacto que el experimentado futbolista "Celeste" exageraría sin pudor, determinando la expulsión por roja directa al "8" de Morón, mitad por nerviosismo propio (agudizado por saberse perjudicado en la jugada del gol de Temperley) y mitad por las artimañas de un Arregui que se pasó todo el partido hablándole al árbitro y tratando de "sacar" a los rivales, en especial a los más jóvenes, como Yair González, Pablo Ferreira y el propio Kubiszyn.

Como quedara dicho, con el regreso de Julio Salvá al arco, tras recuperarse de un desgarro, en lugar de Leandro Finochietto, que respondiera de gran manera en todos los partidos en que le tocó reemplazarlo y el retorno de Franco Lorenzón a la zaga, tras purgar la fecha de suspensión, por su expulsión en Caseros, en sustitución de Emilio Lazza, Morón comenzó mejor el duelo en Turdera, quitándole la pelota a Temperley y siendo "vertical" en ofensiva, generando algunas situaciones de riesgo, frente al arco defendido por Ezequiel Mastrolía, el mismo que el 6 de junio de 2017, atajara para Platense, en la consagración del Morón campeón de Walter Otta en la Primera "B" Metropolitana, con el inolvidable triunfo por 2 a 1 en un Nuevo Francisco Urbano "explotado" de público.

Con el correr de los minutos y más por empuje que por buen juego, el local habría de emparejar el trámite del partido, aunque sin generar peligro en el arco defendido por Salvá.

Hasta que a los 40' del primer tiempo, el gol en claro off side cambiaría el curso de las cosas y ni hablar, con la roja a Kubiszyn, en el tercer y último minuto agregado al tiempo reglamentario.

Ya en el complemento, antes de los diez minutos de la segunda etapa, Otta mandaría al campo de juego, en inmejorables condiciones del "Alfredo Beranger", a Emiliano Franco en lugar de Yair González, Gastón González por Mariano Bíttolo y a Facundo Báez en lugar de Fabricio Sanguinetti, sin tanta gravitación, en un escenario de dimensiones más reducidas, para poder explotar su velocidad por las bandas.

Precisamente, el juvenil Facundo Báez resultaría fundamental para que Morón lograse el empate, que incluso hasta pudo ser triunfo, puesto que sería un factor determinante para desequilibrar a la defensa de Temperley, tanto sea en función ofensiva, como unos metros más retrasado, en rol de "lanzador" para las corridas o los "pivoteos" de Ivo Costantino, una vez más, de buen partido y ganando todas las pelotas en la "cancha de arriba", además del gol y un remate "a quemarropa", bien resuelto por Mastrolía.

En uno de esos intentos, de un tiro de esquina desde la derecha del ataque visitante, Franco Lorenzón peinaría el balón, en medio de un entrevero de jugadores en el área, más propio de un maul de rugby que de una acción futbolera, para que la pelota le quedara a Juan Manuel Cabrera, apareado y sujeto de todos lados por su marcador en el área chica, pero que aún así sería capaz de tocarla apenas de zurda, en un remate que parecía perderse junto al poste izquierdo del arquero, hasta que apareciera el "9", Ivo Costantino, sólo entre tantos agarrones a la vista del árbitro, para corregir la trayectoria del balón y empujarla al merecido y festejado gol del empate del Gallito, a los 28 minutos del segundo tiempo.

Y como dijimos, hasta pudo ganarlo, con una pelota bien ganada y defendida en el medio por Facundo Báez, que habilitaría de gran forma a Gastón González, en una contra letal y con la defensa local mal parada, pero Gastón González se apuntaría y no definiría bien ante el "achique" de Mastrolía, para quedarse con una pelota fundamental, cuando además, por izquierda, llegaba solo y sin marcas, Costantino para empujarla una vez más al fondo de la red.

Y también lo tuvo el mismo Báez, en otro contragolpe punzante y bien hilvanado, pero en este caso, sin posibilidad de pase claro, optaría por definir desde afuera y de emboquillada, pero el balón se iría apenas ancho por sobre el travesaño.

Temperley, por su parte, también tendría un par de ocasiones claras, la primera en una entrada franca de Brandan, por el centro del área y su remate de "cachetada" se iría al lado del poste diestro de Salvá (cuando el partido todavía lo ganaba el local) y una salvada providencial de Nahuel Zárate, en el área chica, tras un centro "envenenado" desde la izquierda, a cargo del ingresado Gabriel Esparza.

Con el pitazo final de Felipe Viola y las quejas de ambos lados, pero en especial de Morón, que además de Kubiszyn, minutos después del gol en off side local, Félix Benito también resultaría expulsado, el Gallo se quedaría con un "puntazo", pese a la bronca lógica del momento, por el rival, el escenario y fundamentalmente, por cómo se dio el partido, con la desventaja en posición adelantada y el tener que afrontar todo el segundo tiempo, abajo en el resultado y con un jugador menos.

Otra prueba de carácter para un equipo que se va consolidando partido tras partido y que demuestra entereza para sobrellevar momentos desfavorables y situaciones de injusticia futbolera.

Ahora, es tiempo de recibir a Colón de Santa Fe, en el Oeste, que no llega en su mejor momento, ni mucho menos, pero que pese a ello, no deja de ser una buena medida, con individuales de gran jerarquía.

Punto que suma, afianza y confirma.


@elgallogustavo.



       📸: Deportivo Morón.


domingo, 4 de mayo de 2025

Ganó, gustó, goleó e lusiona

Morón apabulló a Defensores Unidos de Zárate, en el Nuevo Francisco Urbano, con un 4 a 0 que incluso le quedó "corto" en el resultado, para hilvanar su cuarto triunfo consecutivo y encaramarse en los primeros puestos de su zona, con otra actuación sobresaliente que invita a soñar en grande.

Con dos modificaciones en el once de inicio, respecto del equipo que saltara al "Ciudad de Caseros", hace una semana, con la ausencia obligada de Franco Lorenzón (expulsado ante Estudiantes), reemplazado por Emilio Lazza y el retorno de Yair González (quien viera la roja en Mataderos), en lugar de Lautaro Disanto, el equipo de Walter Otta pudo sacar una rápida ventaja para acomodar el partido a sus necesidades y no darle margen alguno al CADU de Felipe de La Riva, de sorprender al Gallo con alguna contra, en el amanecer del juego.

En efecto, con apenas seis minutos en el reloj, Fabricio Sanguinetti armó un jugadón por la derecha, recibiendo el pase en profundidad, controlando el balón y emprendiendo una carrera para sacarle dos metros de ventaja a Facundo Laumann, el primer zaguero central visitante, incursionando con pelota dominada dentro del área y ante la salida del arquero, tocarla con categoría junto al palo diestro, para darle la primera ventaja al Gallo, cuando poco y nada había pasado en el desarrollo del cotejo.

Por si fuera poco, para un Defensores Unidos con escasos recursos, la temprana expulsión de su lateral zurdo, Facundo Rassol, por doble amarilla, terminaría de "sepultar" las escasas chances de equilibrar el juego y el resultado, de un CADU que apenas lograría llevar algo de riesgo al arco de un muy tranquilo Leandro Finochietto, casi en el cierre del primer tiempo.

Con la tranquilidad de la diferencia a su favor, Morón comenzaría, primero, a justificar la ventaja y con el correr de los minutos, directamente a jugar a voluntad, haciendo correr el balón a la ancho del campo de juego, sumando pases y tomando el control absoluto del desarrollo, que por muchos momentos resultara abrumador para un Defensores Unidos impotente y espectador de lujo de un Gallo que le iría propinando un "baile" pocas veces visto.

En ese contexto, era de esperar que, cuando se lo propusiera y afinara la puntería, un equipo de Walter Otta que jugaba a voluntad, lograría ampliar el resultado, algo que finalmente se produciría a los 32' del primer tiempo, a partir de otra excelente triangulación entre Iván Vaquero, Sanguinetti y Mariano Bíttolo, una vez más de gran partido, para que el capitán de Morón, haciendo equilibrio sobre el ángulo del córner izquierdo y con la marca encima, habilitara a Emiliano Franco, fuera del área, para que sacara un remate de derecha que, previo rebote en Agustín Osinaga, el segundo zaguero central de la visita, descolocara al arquero, para el 2 a 0 del Gallo, en una noche que ya asomaba de festejo para el público moronense.

El mismo Franco, otro de buen partido, que había ingresado minutos antes en lugar del lesionado Pablo Ferreira, pudo ampliar el marcador antes del cierre de la primera etapa, cuando rematase dentro del área, con el arco desguarnecido, pero Facundo Laumann evitara el gol sobre la línea, y en el rebote, Alejando Sánchez, arquero del "Celeste" de Zárate, le "ahogara" el tercer grito a Juan Manuel Cabrera, una vez más en el podio de los más destacados, dentro de un rendimiento individual superlativo y sin puntos bajos.

Ya en el complemento, Morón se tomaría un "respiro" en su intensidad, en los minutos iniciales, algo que aprovecharía Defensores Unidos para intentar hacerse de la pelota e incluso ir en búsqueda del descuento, que lo retornase al partido, pero a los 10' de la etapa final, otra buena jugada individual del uruguayo Sanguinetti, desbordando sobre la banda izquierda, le permitiría a Ivo Costantino, ingresando por el palo opuesto, empujar la pelota al tercer tanto del Gallo, para clausurar cualquier atisbo de recuperación en la visita, con muchísimo partido por delante.

Y cuatro minutos más tarde, a los 14' del segundo tiempo, luego de una gran acción colectiva, con infinidad de pases y paciencia para encontrar al compañero desmarcado, un excelente pase de Emiliano Franco dejaría solo a Mariano Bíttolo, de cara al arco, ingresando por el vértice izquierdo del área grande, para sacar un remate esquinado y preciso, contra el poste zurdo del arquero, para que el capitán del Gallo festeje su primer tanto con esta camiseta y el Oeste delire con un 4 a 0 más ajustado a las enormes diferencias entre uno y otro equipo dentro del campo de juego.

De allí y hasta el final, aún regulando el esfuerzo y con varios cambios, Morón pudo ampliar aún más el resultado, con un par de remates de Yair González y más tarde, a través de un par de situaciones claras en los pies del ingresado Renzo Reynaga, la segunda, impedida por una gran reacción del "1" visitante.

Con el pitazo final de un correcto Wenceslao Meneses, árbitro debutante absoluto en la categoría, el equipo de Walter Otta confirmaría todo lo bueno evidenciado en su raid fuera de casa, con sus resonantes triunfos en Mataderos y Caseros, para redondear otra actuación sobresaliente, apabullando a Defensores Unidos y consiguiendo lo que muchas veces, parece fácil en la previa y complicado en el terreno: marcar las claras diferencias entre uno y otro contendiente, con contundencia y sin dejar duda alguna, a partir de un juego de alto vuelo.

Ahora será tiempo de visitar a otro "Celeste", para procurar romper otra racha adversa de varias años sin triunfos, frente a Temperley en el "Alfredo Beranger", a quien no se le gana desde 2010.

Con la moral a pleno y la ilusión como estandarte.


@elgallogustavo.



       📸: Eduardo Fabián Acuña.


domingo, 27 de abril de 2025

En la "batalla de Caseros", el Gallo hizo historia

Y en otra prueba de carácter, el Morón de Walter Otta hilvanó su tercer triunfo en fila, con una gran victoria frente a un rival siempre difícil, como Estudiantes de Buenos Aires, en un reducto históricamente complicado, como lo es el "Ciudad de Caseros", donde no se imponía desde hacía 17 años, más precisamente desde el 10 de octubre de 2008, en el triunfo también por la mínima, con gol de (quién otro podría ser?), el eterno Damián Emilio Akerman.

En un partido donde no pudo repetir la brillante exhibición del primer tiempo frente a Nueva Chicago, de hace una semana, en el "República de Mataderos", por la diferencia de jerarquía entre rivales, pero fundamentalmente porque Estudiantes de Buenos Aires le "robó" la pelota al Gallo y Morón debió resignar tenencia, pero no protagonismo y ganas de quedarse con los tres puntos, el Gallo supo cerrarse bien en su campo y aprovechar el contragolpe para "lastimar" a su rival, tal como ocurriría en la gran acción que definiría el rumbo final de un encuentro parejo y disputado, como cada vez que se encuentran Morón y el "Pincha" de Caseros.

Con la única modificación obligada de Lautaro Disanto en lugar del suspendido Yair González, expulsado en Mataderos, el Gallo se plantó mejor en los minutos iniciales del cotejo, procurando repetir la presión alta que tan buenos dividendos le diera ante el "Torito", pero en este caso, se encontraría con un Estudiantes bien trabajado por el "Lobo" Andrés Montenegro y sin fisuras en la salida de su última línea.

Con el paso de los minutos, el "Pincha" comenzaría a manejar el balón en el medio y a ganar la "batalla" de los rebotes y las "segundas pelotas" en el mediocampo, con una labor despareja de los medios visitantes: a otro muy buen partido de Pablo Ferreira, en franco crecimiento y retorno a su mejor nivel, como contrapartida, un Santiago Kubiszyn sacrificado, pero nuevamente errático e impreciso en algunos pases, pese a mejorar sustancialmente en el segundo tiempo de un encuentro "caliente", cuando había que poner la pelota bajo la "suela" y defender el resultado a favor, desde la tenencia y si es posible, mejor en campo ajeno.

En un primer tiempo casi sin situaciones frente a los arcos, los más peligroso del local sería su centrodelantero, Darío Rostagno, de interesantes movimientos y difícil de marcar, por contextura física y dotes técnicas, tanto es así que además de provocar la amonestación de casi toda la defensa del Gallo (en esa primera etapa, ya habían quedado condicionados Franco Lorenzón y Nahuel Zárate, a quienes se sumaría el capitán, Mariano Bíttolo) y generar la acción individual más peligrosa de los 45' iniciales, con una media vuelta y una remate al arco, bien contenido por Leandro Finochietto, una vez más, sólido cada vez que los llamaran a intervenir.

Por el lado de Morón, apenas un desborde de Fabricio Sanguinetti por izquierda, que Ivo Costantino estuviese a centímetros de conectar, en el área chica, puede contabilizarse como la jugada visitante de mayor riesgo, dentro de un desarrollo más peleado que jugado.

Ya en el complemento, Estudiantes sorprendería con otra acción peligrosa, en el amanecer de la etapa final y pese a mantener el control de las acciones, a partir del monopolio de la pelota, no preocuparía demasiado a la segura defensa del Gallo, más allá de algún centro cruzado, que generara de las pocas dudas evidenciadas por la última línea visitante, con un parejo nivel de sus laterales y zagueros (Juan Manuel Cabrera sacó todo, de arriba y de abajo), pero con el destacado de Nahuel Zárate, precisamente un ex "Pincha" de Caseros.

Hasta que a los 17 minutos del segundo tiempo, de un ataque local bien controlado, en la "medialuna" del área de Morón, Mariano Bíttolo sacaría un pase fenomenal, propio de un jugador de su jerarquía, para que la categoría de otro, como Fabricio Damián Sanguinetti, hiciera el resto, con una corrida implacable para dejar atrás a su marca y ante la salida apresurada de Matías Budiño, la "picara" por encima del arquero, con enorme clase desde afuera del área, para enviarla de "emboquillada" y con precisión "quirúrgica" rumbo al golazo de Morón, una auténtica "obra de arte" en dos toques magistrales.

Con la diferencia a su favor, Morón permitió que la desesperación de Estudiantes manejara el balón, acercando alguna acción de peligro, más en lo potencial que en lo real, mientras  que el Gallo tuvo dos muy claras, con diferencia de un par de minutos, primero con un desborde de Costantino por izquierda, que un defensor local, apenas alcanzara a "puntear" el centro, cuando el uruguayo Sanguinetti se aprestaba a gritar el segundo gol y luego, con una buena jugada de la misma banda zurda hacia adentro, a partir de otro bien partido de Iván Vaquero, que finalizaría con un remate apenas desviado de Kubiszyn.

A los 25' de la etapa complementaria, primero el "Pincha" se quedaría con diez, por un "patadón" de Santiago Briñole, el "cinco" de Caseros en perjuicio de Pablo Ferreira y después, a los 34' del segundo tiempo, una vez más el Gallo terminaría con uno menos, en esta ocasión por la expulsión por doble amonestación de Franco Lorenzón, que debió sujetar con sus brazos al "9" local, intratable cada vez que recibió de espaldas y pretendió darse vuelta rumbo al arco de Morón.

Más allá de alguna pelota parada, el equipo de Walter Otta no sufriría el final del partido, con el pitazo final de Ariel Penel, de correcto arbitraje, para que los tres puntos viajaran a Morón, luego de 17 años sin alegrías en el "Ciudad de Caseros".

Al cabo de un "raid" futbolero harto complicado, por lo menos en la previa, con dos cotejos de visitante, nada menos que en Mataderos y Caseros, el Gallo consolidó la evolución demostrada en la goleada precedente ante Talleres de Remedios de Escalada, para sumar tres triunfo al hilo, acomodarse en zona de Reducido y lo más importante, aún con tanto torneo por delante: demostrar y demostrarse que, jugando un partido brillante y otro regular, cuenta con el rendimiento colectivo y la calidad individual para pelear e ilusionarse.

En la "batalla de Caseros", el Gallo hizo historia.


@elgallogustavo.



      📸: Deportivo Morón.


lunes, 21 de abril de 2025

"Gallazo" en rodeo ajeno

Morón apabulló a Chicago en Mataderos, en especial, con un primer tiempo para atesorar en la retina por siempre, donde debió irse al descanso con una diferencia de cuatro o cinco goles, y no terminar permitiendo que el local se metiese en partido, a falta de tres minutos para cumplirse el tiempo agregado, en una "chapa" final de 2 a 1 para el Gallito, que poco y nada tiene que ver con las enormes diferencias tácticas y de funcionamiento individual y colectivo, entre unos y otros, al cabo de 97' donde no existieron equivalencias reales.

Y es que, si bien el Gallo se trajo un triunfazo de Mataderos, imponiéndose tras 27 años (desde aquél lejano 1998, también con victoria 2 a 1, con los goles de Krikorian y el "Loro" Leiva), el equipo de Walter Otta no mereció ganar por un resultado tan exiguo, en un partido brillante que lo tuvo como único protagonista, "borrando" a su rival de la cancha, para marcar una diferencia pocas veces vista en décadas de clásicos entre Morón y Nueva Chicago, en cualquier torneo y condición.

Con las modificaciones de Pablo Ferreira en lugar de Matías Ballini y de Fabricio Sanguinetti en reemplazo de Jonathan Berón, Morón salió a imponer condiciones en el "República de Mataderos", desde el inicio, presionando alto al dueño de casa, para generar el error, tanto es así que la primera jugada de peligro, en favor de Morón, se registraría antes de los dos minutos de juego, con un tiro libre desde la derecha, que en principio pareció penal en perjuicio de Yair González (luego la repetición confirmaría la sanción a centímetros de la línea de cal), con una gran ejecución de Mariano Bíttolo, que Facundo Ferrero, arquero del "Torito", apenas alcanzaría a "rasguñar" para que pegaste en el palo y salvara por primera vez a Chicago, en una acción de inicio que marcaría la tendencia futura del encuentro.

En un primer tiempo de altísimo nivel, como hacía tiempo no veíamos en Morón (tal vez, desde el 2017, también con Walter Otta en el banco, pero en la "B" Metropolitana), el Gallo apabulló a su rival y lo "borró" de la cancha, marcando diferencias siderales en todas las líneas y las facetas del juego, con una intensidad insoportable para su clásico rival, con un juego asociado admirable y rendimientos individuales que, en ningún caso, bajaron de los siete puntos.

En ese contexto, de domino absoluto y a voluntad, ante un Chicago confundido, errático a impotente ante la superioridad de la visita, Morón generó no menos de cinco o seis jugadas clarísimas de gol, sólo en un tiempo, algunas increíblemente marradas a metros de la línea de gol, por falta de puntería y en otras, por un puñado de buenas respuestas del golero local, la única figura destacable en un Nueva Chicago "partenaire" de su clásico visitante, y que al cabo de los primeros 45' terminaría "apenas" 2 a 0 en favor del Gallo, por esa falta de contundencia que arrastra desde el comienzo del torneo y que no le permitiera sumar algunos puntos más en la tabla, de acuerdo a los merecimientos y las opciones de gol generadas (y desperdiciadas) en partidos anteriores.

Así las cosas, cuando el equipo de Walter Otta ya merecía convertir el tercero, antes que el primero de la tarde en Mataderos, una gran proyección de Iván Vaquero por la izquierda, 'pared" incluida con Fabricio Sanguinetti, terminaría con un buen remate al primer palo del lateral zurdo de Morón, generando la respuesta del arquero y un rechazo corto de un ex Morón, Emiliano Méndez, para que la pelota la quedara a Yair González y sorprendiendo con un derechazo al mismo palo, esta vez el "10" de Morón no fallase para empezar a poner en sintonía la superioridad abrumadora en el juego, con el resultado parcial del partido, a los 21' minutos de la primera etapa.

Mientras Fabricio Sanguinetti se transformaba en la gran figura de la tarde, intratable para la defensa local y ganando a voluntad todos los "mano a mano", tanto por derecha como por izquierda, precisamente de una corrida del uruguayo, nacería el segundo gol visitante, tras el centro al punto del penal y la aparición "fantasmal" de Ivo Costantino, para empujarla al 2 a 0, a los 38' del primer tiempo, reivindicar al "9" de Morón con la red rival, luego de perderse un tanto increíble cinco minutos antes y fundamentalmente, empezar a relacionar de manera más justa, trámite y resultado, ante un Morón que estaba sometiendo a un auténtico "baile" a Nueva Chicago, ante su público, sin exagerar ni un poco en las valoraciones y los adjetivos.

Ya en el complemento, Morón permitió que el local intentase remontar la cuesta de su impotencia, más por fervor que por ideas, mientras el Gallo regulaba el trámite y se aprestaba a asestar el tiro de gracia, con alguna contra bien hilvanada o producto de los errores de la desesperación ajena.

Pero en ese segundo tiempo, más allá de dos o tres acciones de peligro, el Gallito no podría repetir la magnífica performance de los 45' iniciales, aunque tampoco sufriría el desarrollo en el arco propio.

Aunque, en los minutos finales, un poco por quedarse una vez más con diez, por tercera vez en una clásico (Berón con Almirante y Costantino ante Chacarita) y quinta en once jornadas a la fecha, por una doble amarilla evitable de Yair González (Javier Delbarba, árbitro del encuentro, pretendía que Yair se vaya del campo para que ingrese su reemplazo, Franco Disanto, por la línea lateral opuesta al banco de los suplentes y ante la negativa del "7" de Morón, se ganase la segunda amarilla y con ella la expulsión, a falta de diez minutos para el final) y por el blooper entre los centrales visitantes, que se chocaron entre sí y permitieron increíblemente que Ignacio Rodríguez se encuentre con un descuento impensado, en el segundo minuto agregado, pusieron en duda sólo desde lo numérico y por algunos escasos instantes, un triunfazo que jamás estuvo en discusión desde el trámite del partido y que debió haberse consumado por tres o cuatro goles de diferencia.

Morón se regaló y nos obsequió una actuación inolvidable, en uno de esos encuentros especiales que pueden resultar un punto de inflexión para el resto del campeonato.

Jugando así, está claro que este Gallo es cosa sería, como aparentó en el "amanecer" del certamen y luego se desdibujara inexplicablemente con el paso de los fechas siguientes.

Ahora queda conseguir algo de regularidad de cotejo a cotejo e incluso dentro de cada partido, en el rendimiento entre primeros y segundos tiempos, para confirmar todo lo bueno demostrado en Mataderos, pero sin sufrir injustamente un resultado, por su falta de contundencia, otro asterisco a mejorar.

Por lo pronto, toca visitar Caseros, otro desafío a la medida para empezar a saber, qué esperar de este equipo, que "barrió" y "bailó" a Chicago a domicilio, pese a lo escueto del 2 a 1 final.

"Gallazo" en rodeo ajeno.


@elgallogustavo.



      📸: Deportivo Morón.


lunes, 14 de abril de 2025

Ganó, goleó y espera por Chicago

Morón necesitaba ganar, de manera imprescindible, primero, para dejar atrás la pálida imagen del complemento frente a Estudiantes de Río Cuarto y, segundo, porque enfrente estaba Talleres de Remedios de Escalada, a la fecha, uno de los rivales más flojos de la competencia.

Y si se podía ganar por más de un gol, mucho mejor y ni hablar, si uno o más de esos tantos, fueran convertidos por los delanteros, "zapateros" en las redes ajenas, hasta la jornada del último domingo.

Y por primera vez en el presente torneo, el partido se dio a la medida de las necesidades de Morón, porque pudo volver a sumar de a tres, como objetivo principal y encima marcar una diferencia de tres goles, dos de ellos, autoría de sus puntas, Ivo Costantino y Jonathan Berón.

Precisamente, con el retorno a la titularidad de Costantino, en reemplazo de Renzo Reynaga, respecto del once inicial en Córdoba, en los minutos iniciales del partido, el Gallo intentó presionar alto a su rival y "ahogar" a la visita contra su arco, algo que logró y generó una tríada de jugadas polémicas, apenas iniciado el pleito, todas favorable a Morón, por supuestos penales, dos de los cuales parecieron más que "cobrables", salvo para la interpretación de un árbitro siempre controvertido como Adrián Franklin.

Pasados esos primeros 15' de "asfixia" del local, de a poco, Talleres comenzó a "hacer pie" en el partido, propiciando incluso un par de ocasiones de riesgo para el arco de Leandro Finochietto, que una vez más respondería con acierto, las veces que lo llamaran a intervenir, como en aquél tiro libre de un ex Morón, Norberto "Cholo" Palmieri, que el "1" del Gallo desviaría por encima del travesaño.

Tal vez en el mejor momento del visitante, llegaría la apertura del marcador y el esperado desahogo para el público del Gallo: Ivo Costantino bajaría una balón en la puerta del área grande y al darse vuelta para quedar de cara al arquero, un agarrón de su defensor lo mandaría al piso, no quedándole más "remedio" a Franklin que sancionar el penal, que había obviado, por duplicado, en los minutos iniciales, con una mano dentro del área y una infracción sobre Jonathan Berón.

Ausente Gastón González, el responsable de hacerse cargo del tiro desde los doce pasos, resultaría el propio Costantino, que a los 26' del primer tiempo y con un remate seco, fuerte y esquinado, hacia la derecha del arquero, que se jugaría por su poste opuesto, pondría en justificada ventaja a Moron, que más allá de esos minutos en que permitiera alguna respuesta de Talleres, había sido mejor que su rival.

Y hasta incluso pudo ampliar la diferencia, con otra infracción dentro del área contra Iván Vaquero, una vez más, no cobrada por Franklin (ya dos penales eran demasiado, para un árbitro "localistas" en ciertas plazas tradicionales, pero del interior) y algún remate desviado o despejado por Damián Tello, arquero de la visita.

En el complemento, el partido seguiría dándole señales positivas a las necesidades de Morón, porque antes del minuto de reiniciado el juego (diríamos que antes incluso de los 30 segundos), Jonathan Berón "clavaría" un golazo desde afuera del área, con una acción que intentara en varias ocasiones, en cotejos anteriores y que en la tarde de domingo del Nuevo Francisco Urbano, esta vez sí, terminaría de la manera deseada: "recorte" de la izquierda al medio y tras hallar el "hueco", sacaría un derechazo inapelable que, a ras de piso y tras picarle casi en las "narices" a Tello, terminaría en el fondo de la red, junto al poste zurdo, para el 2 a 0 de Morón en el "amanecer" del segundo tiempo.

De allí en adelante, los de Escalada, dirigidos por Martín Rolón, procurarían alguna rápida reacción, para meterse en partido, pero en el corto lapso en que consiguieran dominar las acciones, apenas si generarían otra buena intervención de Finochietto, con otro desvío sobre el travesaño y una vez más, la solvente y sólida labor de Franco Lorenzón, que sacó todo lo que le "tiraron", pese a jugar con la presión de una amonestación en el comienzo del pleito.

Con buenas actuaciones de Matías Ballini en el mediocampo, de Iván Vaquero, tanto en faz defensiva como sumándose al ataque, en su partido más consistente en estas diez fechas y las versiones muy mejoradas de los autores de los tantos, Costantino y Berón, quedaba claro que cuando se lo propusiera y ajustara la precisión del último pase, Morón lo definiría con un tercer gol.

Y lo tuvo Santiago Kubiszyn, ingresando sólo por el medio, luego de una buena acción individual por izquierda, de Yair González, pero su remate con el arco a disposición, se estrellaría contra el poste zurdo, hasta que en el quinto minuto agregado, de un buen tiro libre desde la derecha, del debutante Valentino Huertas (de movimientos más que interesantes en sus 15' de presentación), Reinaga no podría dominarla en el primer palo, pero la impulsaría para la cabeza de Emiliano Franco (otra vez, de buen ingreso, viniendo desde el banco), sobre el poste opuesto, para sellar el 3 a 0 y la algarabía de un Morón, que necesitaba un triunfo y de estas características.

Más en vísperas del clásico con Nueva Chicago, del próximo domingo, en Mataderos, otra ocasión especial para confirmar lo bueno y empezar a evidenciar la regularidad tan esperada.

Morón volvió a ganar y por primera vez en diez jornadas, mostró la contundencia que precisaba.

Es la hora de regalarse un buen triunfo "clásico".


@elgallogustavo.



       📸: Deportivo Morón.



lunes, 7 de abril de 2025

Que se "contagien" dentro de la cancha

Morón volvió a perder y sigue sin encontrar el rumbo.

Casi en el epílogo, en una reducto siempre esquivo y un rival complicado, con arbitrajes localistas cuyas razones se extienden (y entienden) más allá del terreno de juego, el equipo de Walter Otta se quedó con las "manos vacías", en su viaje a Córdoba, tras la derrota por la mínima ante Estudiantes de Río Cuarto, quien consiguió la ventaja a los 41 minutos del segundo tiempo.

Y es que el Gallo perdió bien, aún cuando parecía tener el compromiso controlado, con línea de cinco en el fondo, para llevarse un punto de Río Cuarto, y jugando nuevamente mal, más allá de aquellos primeros pasajes del partido, en el que supo controlar con eficacia a su rival, aunque sin generarle peligro.

Cumplidas nueve fechas de un torneo tan largo como extenuante, comienzan a preocupar las señales de un equipo que hizo de su mejor versión, la excepción a la regla, y salvo pasajes en un puñado de encuentros, nunca pudo hallar el funcionamiento ni la regularidad individual y colectiva, para plasmar en la cancha la idea de juego que pretende el cuerpo técnico.

Ante el "León del Imperio", de buen rendimiento y siempre con ese "plus" que le otorga la cercanía al "calor" del poder de AFA, Morón se presentó con el estreno desde el inicio de Leandro Finochietto, a la sazón uno de los principales responsables que el Gallo recién se quedara sin nada, a falta de cuatro minutos para cumplirse el tiempo reglamentario, con tres o cuatro atajadas que tranquilizan en su delicado puesto, dada la lesión muscular que mantendrá a Julio Salvá afuera, no menos de 21 días.

En un equipo con escasas ideas y mucho menos juego asociado, en esos primeros minutos Morón se dedicó a impedir que el local se lo "llevase por delante", tal su pretendida intención de arranque, manejando  la pelota con acierto en la contención, pero sin preeminencia alguna del medio en adelante.

Una vez más Franco Lorenzón resultó de lo mejor del equipo, seguro en la marca y corrigiendo errores ajenos y en esta oportunidad, con un buen partido de Santiago Kubiszyn, en su mejor versión desde su retorno.

El problema es que, Morón recupera el balón, como en aquellos primeros 20' de juego en Río Cuarto, pero después no sabe qué hacer con él, puesto que sus protagonistas de "buen pie", aparecen solo de a ratos, como Yair González, que cada vez que se "enciende", deja en claro su calidad y marca diferencias, el tema es que lo hace demasiado poco como para torcer el rumbo del partido, como ante Defensores y cuando logra hacerlo, lo hace en soledad porque no encuentran compañeros que "sintonicen" su misma "frecuencia".

Y en ofensiva parece un "deja vú" del torneo pasado, con intérpretes que se sabe de mayor calidad individual, respecto a los delanteros de la pobre temporada pasada, pero que pese a ello, no logran "engranar" en el terreno, puesto que hasta el momento, ni Ivo Costantino (en Córdoba, llegando desde el banco y por lo menos, metiendo un buen cabezazo apenas desviado sobre el travesaño, en el complemento), ni Jonathan Berón, ni Renzo Reynaga, ni Fabricio Sanguinetti (ausente en Río Cuarto) cuando le tocó ingresar, le aportaron la cuota de desequilibrio y menos contundencia frente a los arqueros rivales.

Y en la defensa las cosas no van mucho mejor, con problemas recurrentes en los centros cruzados, específicamente desde la banda izquierda, donde Iván Vaquero cumple, pero no conforma, mientras quien arribara como titular y perdiera el puesto desde hace unas fechas, Joaquín Livera, hasta el momento no ha mostrado más que una excelente pegada en los centros, pero después, en su función primigenia, es decir, la marca, ha dado siempre ventajas, como en el gol de Estudiantes de Río Cuarto, luego de una sucesión de centros y finalmente el "buscapié" en solitario desde la izquierda del ataque, que viera pasar de largo a Nahuel Zárate y por detrás de él, la llegada sin obstáculos de Martín Garnerone, para el gol del triunfo local, a los 41' del segundo tiempo, con Joaquín Livera llegando tarde y observando con sorpresa cómo Garnerone la impulsaba a la red, a un par de metros de distancia.

Y es que Morón se mantuvo en partido gracias a lo dicho, las tres o cuatro intervenciones decisivas de Finochietto y la buena labor de Lorenzón y la voluntad de Juan Manuel Cabrera, pese a algunas limitaciones, más el retorno a algo parecido a su mejor nivel, de Kubiszyn y los escasos "destellos" de calidad de Yair González, realmente muy poco para intentar ser competitivos en un escenario hostil, ante un rival difícil dentro y fuera de la cancha, por su referida posición de privilegio en AFA.

Aunque en esta ocasión, no hizo falta que un previsible mal arbitraje de Maximiliano Macheroni le allanare el camino del triunfo al local, expulsando a algún jugador visitante (pese a que "preparó" el escenario, amonestado a medio equipo), ni cobrándole un penal a Estudiantes, y eso que tuvo la oportunidad de convalidar un gol en clara posición adelantada y sin embargo anuló la acción, cuando parecía que la terna arbitral iba a mirar para otro lado.

Pero Morón volvió a perder el partido por deméritos propios, por regalarle al balón al local desde los 25' del primer tiempo y no ser capaces de dar dos pases seguidos, salvo en un par de oportunidades, perdiendo en los "mano a mano", sin coordinación ni sistema, teniendo que recurrir al pelotazo largo y sin destino, la mayor parte de la veces, también sin precisión.

Y cuando parecía tener el punto en el "bolso", pese a permitir que Estudiantes de Río Cuarto lo complicara demasiado, desde el final del primer tiempo, pero en especial, durante varios pasajes del complemento, con un par de centros y el definitivo, de rastrón al segundo palo, con toda la defensa descompensada, devolver a Morón a una realidad, que indica que pierde porque juega mal y no tiene ideas ni menos contundencia para convertir y aunque sea complicar los planes rivales.

Con nueve fechas disputadas y un largo camino por delante, la situación actual no deja de preocupar, porque Morón ha hecho de sus mejores pasajes la excepción a la regla, en el presente campeonato.

Ojalá los intérpretes "defiendan" a Walter Otta y su cuerpo técnico, en el terreno, porque la confianza sigue intacta pero depositada en él, que se está jugando el "resto" desde que volvió al club, por amor al desafío de llenarse de más gloria de la ya conseguida.

Capacidad, trabajo y dedicación sobran. Sólo falta que se "contagien" dentro de la cancha.


@elgallogustavo.



      📸: Deportivo Morón.


lunes, 31 de marzo de 2025

Triunfo agónico y desahogo

En un partido malo, aburrido y con un pésimo arbitraje de Felipe Viola, el Gallo consiguió lo más importante: volver a ganar, por segunda vez en el campeonato, ante un Defensores de Belgrano, siempre complicado, dentro de la cancha y en las oficinas de AFA.

Con la única modificación obligada del ingreso de Renzo Reynaga, en lugar del suspendido Ivo Costantino, el Gallo antes del primer cuarto de hora de partido, perdería también a un referente, como Julio Salvá, con una molestia muscular en su muslo (al parecer el aductor) derecho, provocando el debut de Leandro Finochietto, el arquero que viniera de Argentinos Juniors, al igual que Juan Manuel Cabrera, Yair González y Facundo Báez, todos ellos desde el inicio.

En un encuentro deslucido y sin emociones, donde el campo de juego no ayudaría a los protagonistas, pero estos tampoco se ayudarían a sí mismos, el "Dragón" de Carlos Mayor se acomodaría mejor a un terreno que conspira contra cualquier intento de jugar decorosamente al fútbol, mientras el Gallo una vez más, se veía superado en el mediocampo, pese a la presencia ya confirmada como titular de Matías Ballini, acompañado por Pablo Ferreira, de flojo presente desde su regreso de Serbia.

Pese a dicha preeminencia en el manejo del balón, Defensores de Belgrano jamás inquietaría al debutante Finochietto, y las únicas acciones de peligro, dentro de un paupérrimo primer tiempo, estarían dadas por un remate desviado de Gastón González, ingresando desde la izquierda y hacia adentro, luego de una recuperación en tres cuartos, para el remate alto y desviado del "8" del Gallo y la más clara, casi en el final de la primera etapa, a la salida de un tiro de esquina desde la derecha y el centro de Yair González, el cabezazo con destino de gol de Matías Ballini, que providencialmente encontraría la cabeza salvadora de Agustín Massaccesi, para enviarla por encima del travesaño.

Sin embargo, la única "emoción" de una primera etapa para el "bostezo", de ambos lados, la aportaría un protagonista inesperado: Felipe Viola, de pésimo arbitraje, expulsaría por doble amonestación a Facundo Báez, a los 43 minutos de la etapa de inicio, luego de una entrada fuerte e innecesaria contra un defensor visitante. 

En rigor de verdad, la roja a Báez, quizá exagerada en la rigurosidad reglamentaria, no habría estado tan mal, de no mediar el antecedente del "Topo" Ezequiel Aguirre, el "inoxidable" siete "bravo" de "Defe", que amonestado en los primeros minutos y en una acción posterior muy similar a la de Báez, con una entrada excesivamente fuerte en perjuicio de Yair González, debió ser también expulsado por el árbitro del partido, quince minutos antes que le señalara el camino anticipado de las duchas, al "10" de Morón, claro que ahí debió recordar la relación entre el presidente de Defensores y el de AFA, compañeros en el fútbol y el directorio de la CEAMSE, para sostener una interpretación diferente ante una misma clase de jugada.

Con la bronca a cuestas de un jugador de menos, una vez más, y sin el "Topo" Aguirre para disputar el complemento, Defensores aprovechó la superioridad numérica para volver a manejar la pelota y el trámite del partido, aunque sin generar una sola acción de peligro frente al arco de Finochietto, más allá de un cabezazo solo y a las manos del arquero, del ingresado Enzo González, en clara posición adelantada, que el línea en sintonía con el árbitro principal, nunca se daría por aludido.

A los 12 minutos del complemento, y con otra fortísima entrada de Agustín Massaccesi, el primer marcador central visitante, la cara no le daría para volver a hacerse el desentendido a Viola, como en el primer tiempo con Aguirre, y no le quedaría otra que expulsar por doble amarilla al zaguero de Defensores, equiparando la desventaja numérica sobrellevada por Morón hasta ese momento.

Y pese al mal juego y las escasas ideas, allí el equipo de Walter Otta retemplaría su ánimo para ir en búsqueda de un triunfo demasiado necesario, que por cómo se vislumbraba el final del encuentro, sólo podía producirse por un error no forzado o una acción virtuosa de alguno de los protagonistas (más allá de un remate desde afuera del área, que se perdería cerca del palo derecho, de Matías Ballini, quien más cerca estuviese de marcar el desnivel para el Gallito).

Y por fortuna, Morón tendría de su lado a un "lagunero", pero talentoso Yair González, que habría de darle a Morón ese desahogo tan imprescindible como el oxígeno que respiramos.

Y es que sobre los 38' del segundo tiempo, Iván Vaquero "agarraría la lanza" y previa "pared" con Mariano Bíttolo, llegaría al fondo y mandaría un centro que ni Jonathan Berón, ni Emiliano Franco (otros dos venidos desde el banco) lograrían empujar al gol, hasta que Juan Manuel Cabrera la recuperase casi en el borde del área grande y de espaldas al arco, habilitase el ingreso por derecha de Yair González, que con un derechazo "tres dedos" a los "Chelo" Delgado, la colocara sobre el poste diestro del arco de "Defe", dejando sin reacción a Alejandro Medina, golero de la visita, para el delirio de todo Morón, dentro y fuera del terreno de juego.

Sin demasiado tiempo para más, ni menos ideas de juego, por ambos lados, Morón se quedaría con tres puntos fundamentales para sumar en la tabla y en la cuestión anímica, más allá de haber jugado quizá su peor partido, en un terreno que no ayuda en absoluto y con un arbitraje que "pintaba" para escándalo.

El Gallo volvió al triunfo y ese es el único balance positivo.

Siempre es más sencillo trabajar en mejorar los errores, durante la semana, a partir de una victoria.

Con muchísimo por mejorar, Morón se regaló una sonrisa y "apagó" el "fuego" de un más que discreto "Dragón" del Bajo Núñez.

Ahora espera un desafío diferente, con "El León del Imperio", en el siempre esquivo reducto del Estudiantes cordobés.

Da la sensación que, si el equipo de Walter Otta ajusta algunas "clavijas" y minimiza los errores evitables, como tantas expulsiones infantiles, por el estado de su campo de juego, es posible que se sienta mejor y rinda más de visitante, que de local.

Veremos si se confirma, el domingo en Río Cuarto.


@elgallogustavo.



      📸: Eduardo Fabián Acuña.


lunes, 24 de marzo de 2025

Otro clásico con "sabor a poco"

Al igual que frente a Almirante Brown, en Isidro Casanova, el Gallo tuvo todo para quedarse con el clásico de visitante, en este caso, en San Martín y frente a Chacarita, pero una vez más volvió a pagar un alto costo por errores puntuales, que lo privaron de volver a sumar de a tres, para un equipo que apenas pudo ganar un sólo encuentro en siete presentaciones.

Y es que, luego de quince minutos iniciales en los que el "Funebrero" se impuso en el mediocampo y prevaleció en el juego, sorprendiendo a un Morón que no "hacia pie" y tuviese que soportar un primer cuarto de hora de asedio local, con más empuje que fútbol y sin generar situaciones claras de gol, tanto es así que la única neta, en esa primera porción de clásico favorable a Chacarita, estuvo en los pies de Rivero, el "9" local que no pudo darle con fuerza y el balón quedó mansamente en manos de Julio Salvá.

Con el regreso de Juan Manuel Cabrera en el lateral derecho, luego de purgar la fecha de suspensión, por su expulsión ante Agropecuario, en lugar de Matías Cortave y los cambios tácticos de Matías Ballini en el círculo central, por Mariano Bíttolo, Gastón González por la derecha, en reemplazo de Emiliano Franco y Facundo Báez, por primera vez de entrada en lugar de Jonathan Berón, con Pablo Ferreira con la "11", dando una mano en el mediocampo, en ese cuarto de hora inicial no pudo manejar la pelota, ni siquiera recuperarla en los rebotes o "segundas jugadas", permitiendo que el local "apretase" al Gallo en su campo, pero como quedara dicho, sin profundidad ni lucidez individual o colectiva para desnivelar.

Superado ese segmento, Morón se asentó mejor en el campo de juego, equilibrando las acciones y con el pasar de los minutos, adelantándose unos metros para ejercer la presión más cerca del área local, comenzando a desnudar las flaquezas de la última línea "Funebrera".

En ese interín, Yair González armaría una gran contra, dejando en el camino a un par de rivales y definiendo bien frente al arquero, que respondería mejor ante el remate de zurda esquinado rumbo al primer palo, en una acción que, a primera vista, podría haber determinado la habilitación a Ivo Costantino que ingresaba sólo por la izquierda, pero en virtud a la muy buena acción individual del ex Chacarita, no implica objeciones ni reproches, puesto que no fue gol, únicamente por la enorme atajada de Nicolás Avellaneda.

Y ya cuando el primer tiempo se extinguía, con un Morón claramente superior a su rival, una habilitación de Costantino, despejada a medias en primera instancia, terminaría en el intento de Yair González de hacerse lugar en el área para sacar el remate al gol, y la clara infracción del lateral zurdo, Agustín Quiroga, para el penal bien sancionado por un siempre flojo Fabricio Llobet.

Claro que, el árbitro del partido debería haber amonestado al referido Quiroga y con ese segundo "cartón" amarillo, expulsar al jugador "Funebrero", pero habiendo ya sancionado el penal a favor de Morón, era claro que no iba a dejar a "Chaca" con una menos.... No le pidamos demasiado a esta clase de árbitros siempre localistas y "saca partidos".

Gastón González se haría cargo del tiro desde los doce pasos y con un derechazo suave y con su clase habitual, la mandaría al fondo de la red, junto al poste derecho del arquero, para poner a Morón 1 a 0, a los 40 minutos del primer tiempo.

Y hasta hubo tiempo para más, luego que otro desborde de Facundo Báez, de muy buena primera mitad, partiendo desde la izquierda del ataque visitante, generara una pared entre el propio Báez y el autor del gol, Gastón González, que intuimos decidió rematar incómodo al arco, a las manos del arquero, ante la falta de espacio para devolver el último pase a Báez, que ya se "regodeaba" con la posibilidad del segundo tanto, ingresando solo por el flanco zurdo de una defensa local "aturdida" desde el desnivel del equipo de Walter Otta.

En el complemento, todo estaba dado para que Morón lo controle, o bien con la tenencia del balón o bien de contra, pero cuando poco y nada había pasado en la segunda etapa, una acción infantil comenzaría a complicarle los planes y seguramente, lo hablado por el cuerpo técnico en el entretiempo: Ivo Costantino, que había sido amonestado en el final de la primera etapa, iría en procura de apretar la salida rival, derribando a González Errecalde en una acción innecesaria y evitable. Conclusión, previa confusión inicial de un mal árbitro como Fabricio Llobet, que primero amonestó a Gastón González (igualito a Costantino!), hasta que el "rugir" de todo el estadio, dentro y fuera de la cancha, lo harían volver sobre su errática decisión y terminar sacándole la segunda tarjeta amarilla a Costantino, quien dejaría al Gallo con uno menos, apenas a los ocho minutos del segundo tiempo, cuando lo ganaba bien por la mínima.

Y como le suele pasar a este equipo, de aquella acción absurda de Costantino, a los 13' del complemento, Chacarita llegaría al empate, de la misma manera en la que había complicado a Morón hasta ese momento y en definitiva, de igual modo a como viene sufriendo los goles en contra desde el mismo inicio del actual torneo: centro cruzado desde la derecha del ataque local (sector en el que, ni Joaquín Livera, ni Iván Vaquero en los últimos dos partidos, han podido darle solidez al lateral zurdo de la defensa), para que Rodrigo Salinas, "emparejado" con Juan Manuel Cabrera (a quien le saca una cabeza de diferencia), la impulsare lejos del guante diestro de Salvá, para el festejado empate de Chacarita, que once contra once no había generado casi riesgo en el arco de Morón.

Con mucho partido por delante y un jugador de más, el "Funebrero" se envalentonó y pretendió buscar el triunfo ante su gente, pero salvo alguna acción esporádica y puntual (hubo sí, una acción imprudente el ingresado Emilio Lazza, que bien Llobet pudo sancionar con penal para "Chaca"), el equipo del "Vasco" Juan Manuel Azconzábal nunca pudo poner en real peligro a Salvá.

Sin embargo, en los minutos finales y de contra, un par de "horrores" defensivos de la última línea local, pudieron darle una nueva ventaja y tal vez el triunfo final al Gallo, ambas mal definidas por los ingresados Jonathan Berón y Santiago Kubiszyn, el primero con un remate ancho sobre el poste izquierdo, ingresando solo por la derecha del área grande y el segundo, cara a cara con el arquero, luego de una falla garrafal de la defensa sobre la banda zurda y una definición demasiado displicente (ante el correcto achique del arquero), en un clásico de visitante y casi en tiempo cumplido.

Sin tiempo para más, y al cabo de un partido vibrante, caliente y cambiante, Morón una vez más se quedó con ese regusto a poco, que lo viene acompañando en las últimas fechas, tanto de local como de visitante.

Y es que Morón tuvo todo para llevarse los tres puntos de la "casa" de Chacarita, pero pese a sobreponerse a sus malos momentos en el desarrollo del partido y sacar provecho de los buenos, una vez más los errores puntuales de algunos protagonistas, su falta de contundencia y el problema recurrente de los centros cruzados, máxime desde su flanco izquierdo, lo obligaron a conformarse nuevamente con sumar de a uno.

Ahora viene Defensores de Belgrano, en el Nuevo Francisco Urbano y la necesidad de sumar la segunda victoria en el campeonato, se agiganta y condiciona.

Para ganar, más los partidos clásicos, no hay que cometer errores infantiles o querer definir como Messi.

El fútbol es y será siempre cosa de protagonistas inteligentes y eficaces.

Dejemos de regalar puntos.


@elgallogustavo.



      📸: Deportivo Morón.