lunes, 20 de octubre de 2025

Triunfazo en el epílogo y la ilusión se "muda" a Villa Crespo

Morón logró un triunfazo agónico, con un "frentazo" inapelable de Ivo Costantino (el noveno en la temporada), cumpliendo una vez más con la nunca escrita, pero inexorablemente "ley del ex", para desatar el delirio en el Oeste, dentro y fuera de la cancha e invertir la carga de la "presión" futbolera: ahora, el obligado a ganar, ante su gente, es Atlanta, mientras que al Gallo le alcanza con el empate, cuando definan la serie de cuartos del Reducido, en Villa Crespo, dentro de 15 días.

En un partido complicado y con protagonismo repartido, tal vez Morón mereció irse al descanso en ventaja, convirtiendo a Francisco Rago, arquero del "Bohemio", hasta allí en la figura del partido, con tres salvadas decisivas frente a Fabricio Sanguinetti (en un mano a mano), Yair González (rechazando al tiro de esquina, un tiro libre que tenía destino de red) y Juan Manuel Cabrera, con una volea imperfecta, pero sin embargo, conseguiría el justificado triunfo, en el segundo minuto agregado, en una complemento donde Julio Salvá se destacaría con un par de intervenciones determinantes, ante Jorge Valdés Chamorro y el ingresado Lautaro Fedele.

Así las cosas, en un desarrollo cambiante y luchado, en la primera mitad, Atlanta manejaría mejor el balón, obligando al Gallo a recurrir al pelotazo largo, algo que complicaría a una defensa visitante que mostraría flaquezas, la mayoría evidenciadas por el buen y sacrificado partido de Ivo Costantino, en el podio de los mejores, junto al referido Julio Salvá y (cuándo no...) al infatigable y seguro Juan Manuel Cabrera.

Pese al dominio "Bohemio" de referencia, más allá de algún remate desde afuera del "8" de Atlanta, Valdés Chamorro, junto a alguna acción desequilibrante de Nicolás Medina, el "11" e intratable delantero visitante, las mejores oportunidades las generaría Morón, con la habilitación de cabeza de Costantino, que Sanguinetti ganaría en velocidad a su marcador y, cara a cara con Rago, pero con el perfil cambiado, igual eligiría definir de zurda, facilitando el buen "achique" del golero, o el tiro libre de Yair González, tras una infracción sobre el propio Costantino, que el "10" del Gallito la impulsara contra el "caño" izquierdo y sólo el "atajadón" de Rago, amortiguando incluso el pique previo casi sobre el cuerpo, impedirían la apertura del marcador del Gallito.

Ya en el segundo tiempo, los roles se invertirían y sería Morón quien ostentaría un mayor monopolio de la pelota, pero paradójicamente, Atlanta convertiría a Salvá en figura, con dos atajadas decisivas, una abajo, tras un nuevo remate desde afuera de Valdés Chamorro (ya había probado con peligro, en los primeros 45', con el balón rozando la base del poste izquierdo) y la otra arriba, luego de la entrada por derecha y el remate que buscaba red, del ingresado Fedele, para mantener en partido a un equipo de Otta, que dominaba las acciones, pero estaba impreciso y no lograba volver a inquietar el arco de Rago.

En el último cuarto de hora del encuentro, Atlanta decidió desde su técnico cuidar el cero, que le aseguraba la ventaja deportiva del empate, en el pleito de vuelta, de local, a la vez que el Gallo, con más actitud que fútbol, comenzaría a apretar a la visita contra su arco, generando un centro pasado, que le quedaría para el zurdazo goleador a Joaquín Livera, pero el envío "estallaría" en el pecho de Caín Fara (el primer marcador central "Bohemio" y otro de los destacados de la visita) o el tiro de esquina de Gastón González, que Cabrera se la llevaría por delante, razón por la cual no podría darle mejor destino a su cabezazo, desde una posición inmejorable.

Y cuando el partido se extinguía, Ivo Costantino lucharía un balón sobre la línea final, ganándole de "guapo" y "pillo" el tiro de esquina a su marcador, que en los pies de Yair González y desde la derecha, permitiría que el mismo Costantino se saque de encima el "agarrón" de Nicolás Previtali, el "5" de Atlanta, para clavar un cabezazo hermoso, a media altura, sobre el poste derecho de Rago, bien esquinado y lejos de su alcance.

Corría el segundo minuto agregado por un regular Fabrizio Llobet, árbitro del encuentro, y Morón encontraba en la agonía de la tarde de domingo, "Día de la Madre", el desahogo de un triunfo necesario, que lo justificó en las oportunidades, durante el primer tiempo, y en el complemento, por la voluntad, la entrega y la vocación de ir siempre en su búsqueda.

Ahora la "presión" se la trasladó al "Bohemio", que tiene la obligación de ganar para seguir en competencia. Mientras tanto, al Gallito le alcanza con el empate para alcanzar las semis.

Triunfazo en el epílogo y la ilusión se "muda' a Villa Crespo.

#VamosGallo 


@elgallogustavo



       📸: Eduardo Fabián Acuña.



lunes, 13 de octubre de 2025

Morón aprovechó la ventaja y está en cuartos

En más de una ocasión, jugar con la ventaja deportiva del empate a favor, suele convertirse en un "arma de doble filo".

A lo largo de la historia y podríamos decir que cada vez que Morón clasificaba a la siguiente ronda, con sólo el empate, el resultado supo ser adverso, jugándole en contra esa aparente "facilidad" del "doble resultado" a favor.

En esta oportunidad, frente al siempre complicado San Martín de Tucumán, más allá de no haber tenido una campaña a la altura de la demanda de ascenso permanente, que implica el peso de su camiseta, el equipo de Walter Otta no pudo repetir lo que mejor hizo durante todo el torneo, en su etapa regular, esto es, proponer a partir de la tenencia del balón y buscar el arco de enfrente.

En efecto, frente al "Santo" tucumano, el Gallo tuvo quince minutos en los cuales logró "apretar" al rival contra su arco, jugando el partido bien lejos del suyo, aunque sin generarle peligro a Darío Sand, arquero de la visita, más allá de un tiro libre de Joaquín Livera, con buena dirección pero anunciado, despejado con lo puños al tiro de esquina, en la acción posterior a la jugada en la que San Martín de Tucumán se quedara con uno menos.

Y es que Morón tampoco supo aprovechar esa ventaja, la del hombre de más, a los 32' del primer tiempo, cuando Federico Murillo, el lateral diestro tucumano, impidiera con un "agarrón" que Fabricio Sanguinetti se encaminara derecho al gol, tras un mal cierre de dos defensores y un cabezazo defectuoso hacia atrás, del propio Murillo, en una pelota nacida en una "peinada" larga de Ivo Costantino y que terminara con una clara infracción de último recurso y con ella, la correcta roja directa de Pablo Giménez, más allá de los reclamos desmedidos e infundados de un "sacado" Mariano Campodónico, técnico visitante, también expulsado por el árbitro del encuentro.

En esa primera etapa, Morón no lograría "defenderse" con la pelota y en el mediocampo, extrañaría "horrores" a Pablo Ferreira (reemplazado por Matías Ballini), baja de última hora, por un cuadro de apendicitis aguda, que en lugar de tenerlo con el dorsal "5" del Gallo, a la hora del partido, lo tuviera en el Hospital de Morón, recuperándose de una intervención quirúrgica, exitosa pero impensada.

Un primer tiempo con mucho nervio y demasiados errores, pero que aún así, las escasas opciones serían del visitante, como aquél centro desde la izquierda, que el "9", Martín Pinto no llegara a empujar, ingresando sólo desde el centro y casi sobre el final de la etapa, el remate desde lejos de Ulises Vera, el "8" tucumano, que entre un campo de juego mojado por la lluvia y el pique inoportuno, antes que Julio Salvá intentara retener el remate, lo complicaría, con un rebote largo hacia adelante, que el mismo "1" del Gallo recomprondría, jugándose a los pies del referido Pino, cuando el centrodelantero venía directo a poner en ventaja al "Santo".

Ya en el complemento, ni San Martín podría volver a llevar peligro al arco de Salvá, pese a su necesidad de ganar el partido para clasificar, ni tampoco Morón podría sacar provecho de los espacios que dejaría su rival, por el jugador de menos, casi sin generar opciones de gol, por ambos lados, en toda la etapa final, más allá de un centro de Ivo Costantino desde la izquierda, que Fabricio Sanguinetti no podría impulsar al gol, arrojándose con su pierna izquierda, cuando el remate pasado quizá ameritaba intentarlo con la de "palo".

Entre pases mal dados, un nerviosismo en ascenso y un juego tan deslucido como la noche, entre el viento fuerte y la llovizna persistente, Morón no sufrió sofocones en su área, porque San Martín jamás le llegó con algo de riesgo, del mismo modo que el equipo de Walter Otta tampoco preocupó a la última línea visitante, desaprovechando las pocas contras que pudo hilvanar, entre pases propios y espacios libres ajenos.

Con el pitazo final de Pablo Giménez, de buen arbitraje, el Gallo se quedaría con el "boleto" a cuartos de final, en los que la ventaja deportiva se invertirá y en esta ocasión será de su rival, nada menos que Atlanta (auténtica "bestia negra" histórica para Morón), que avanzará a semifinales con dos empates, en partido y revancha, definiendo en Villa Crespo.

La primera cita ya está definida y será el próximo domingo 19 del corriente, a las 17, nuevamente en el Nuevo Francisco Urbano y quince días después, por las elecciones generales del 26 de octubre, en terreno "Bohemio".

Hay veces que la ventaja deportiva juega en contra y es preferible estar obligado a buscar el triunfo. 

Ya instalados en cuartos, frente a Atlanta, primero en el Oeste y por la épica.

#VamosGallo.


@elgallogustavo.



       📸: Deportivo Morón.



lunes, 6 de octubre de 2025

Ilusión en marcha. Fase final.

Y Morón estuvo cerca del "milagro", de esa combinación de resultados que debían darse inexorablemente para que pudiese soñar con jugar la final por el primer ascenso.

Al inicio del segundo tiempo, cuando el Gallo se puso en ventaja, con un golazo de Yair González, en una Resistencia implacable de calor, y al mismo tiempo, Estudiantes de Caseros perdía en Santiago del Estero, su homónimo de Río Cuarto empataba en Salta y por un instante, el "Topo" Ezequiel Aguirre tuvo el gol de Defensores en Mendoza, con el partido por entonces igualado en cero.

Después, el propio Aguirre se iría expulsado y minutos más tarde, Gimnasia de Mendoza anotaría el tanto de la tranquilidad en el "Legrotaglie", para empezar a sellar la clasificación a la final del "Lobo" mendocino, mientras el "Pincha" de Caseros igualaba la cuenta frente a Mitre, el "León del Imperio" desnivelaba a su favor el pleito con Central Norte y, sobre la media hora del complemento, Chaco For Ever le empataba al equipo de Walter Otta, casi en la única en la que pudo superar a una sólida defensa del Gallito.

Y finalmente Morón terminaría cuarto, tras el empate en uno ante Chaco, en un partido mediatizado por un calor insoportable y, sin embargo, el Gallo se las arreglaría para sostener el cero en su arco, en especial durante el primer tiempo, cuando el local acercara algo de peligro a Julio Salvá, aprovecharía el descanso del entretiempo para salir con decisión a buscar su "suerte" y marcar un golazo, el noveno en la temporada de Yair González, luego de una rechazo largo de Franco Lorenzón, la lucha "cuerpo a cuerpo" de Ivo Costantino con su marcador, para ganar la posesión del balón y habilitar de espaldas la llegada del "10" visitante, que con un gran amague hacia afuera dejaría en el camino al arquero chaqueño y con el arco a su merced, darle un pase gol a la red, a los 3' de iniciado el segundo tiempo.

Pero era insoportable jugar al fútbol en esas condiciones, con una sensación térmica de casi 40° en las tribunas y seguramente muy superior en el campo de juego, que fue dejando "soldados" mal heridos con el transcurso del partido, como Emilio Lazza, visiblemente descompuesto sobre el final de la etapa de inicio y Mariano Bíttolo, también víctima del impiadoso calor, en el primer cuarto de hora del complemento.

Y aún así, Morón lo tuvo para ganar y sostuvo durante varios minutos la esperanza de jugar la final, hasta que Gimnasia de Mendoza se aprovechó de la ventaja numérica y los "permitidos" que tuvo del arbitraje en todo el torneo, en este caso, repetido por un "favorito" de la "casa", como Bryan Ferreyra y con el agotamiento a cuestas, no pudiese impedir que For Ever "facture" casi la única que generó en el segundo tiempo, para que Imanol Enríquez igualara en uno, el pleito en el "infierno" chaqueño, a falta de quince minutos para el final del encuentro.

Pero Morón dio la talla y estuvo a poco de pegar la sorpresa, cerrando un auténtico campañón, con el pitazo final de Juan Pafundi, en la fecha de clausura de la fase regular del torneo de la Primera Nacional, que ahora lo tendrá como protagonista de la búsqueda del segundo ascenso, en el Reducido, por el que esperará a San Martín de Tucumán, el próximo domingo 12 de octubre, por la noche, en el Nuevo Francisco Urbano, con ventaja deportiva y a único partido, por lo cual con el empate le bastará para pasar a la siguiente ronda.

Seguramente con el regreso de Juan Manuel Cabrera, vital en la defensa del conjunto de Otta, ausente en el Chaco por su expulsión ante Mitre en el Oeste y reemplazado de manera correcta por Gerónimo Ulibarri, y con una temperatura más acorde a un partido de fútbol, ante el aliento de su gente y con casi todos los "soldados" disponibles (a excepción de Iván Vaquero, de desgarro en desgarro), para afrontar el principal objetivo trazado a principio de año: clasificar al torneo Reducido y buscar allí un ascenso histórico.

Final de una campaña inolvidable y que pudo ser aún mejor, de no mediar algunos errores propios, en un puñado de partidos y fundamentalmente, el listado de despojos de arbitrajes vergonzosos, que buscaron desde siempre asegurar que nadie se interpusiera a la final "soñada" desde el poder de AFA: la misma que enfrentará a los dos "caballos" del comisariato afista, para confirmar que el Sur tenga finalmente su representante en la Liga Profesional de los campeones del mundo.

GRACIAS plantel y cuerpo técnico. Lucharon durante 34 extenuantes fechas, contra todo.

Ojalá les permitan competitividad en igualdad de condiciones en el Reducido y que nadie "meta la uña", creyéndose con derecho a situar sus intereses políticos y personales por encima de los méritos deportivos, el trabajo de todo un año y las ilusiones de dentro y fuera de la cancha.

A la corrupción se la combate con fútbol, pues de eso se trata este deporte.

Vamos Morón, a por todo. Y contra todos.

A demostrar por qué..., nos llaman el "Gallito".

Ilusión en marcha. Fase final.


@elgallogustavo.





domingo, 28 de septiembre de 2025

Ganó, goleó y va por todo... Y contra TODOS.

Luego de la derrota en el Oeste, en el epílogo, frente a Temperley y el empate con "sabor a poco", ante Colón en Santa Fe, el Gallo necesitaba volver al triunfo, para confirmar su clasificación al Reducido y empezar a asegurar una primera definición de local, con ventaja deportiva, en el primer "chico" por el segundo ascenso.

Y el Gallo consiguió todos esos objetivos, además del regreso a Copa Argentina, luego de un par de años de ausencia, goleando a Mitre de Santiago del Estero, en el Nuevo Francisco Urbano, por 3 a 0, recuperando algunos "soldados" determinantes (como Mariano Bíttolo, que ingresara en el complemento), pero fundamentalmente reencontrándose, por momentos, con su mejor versión futbolística, tanto en lo colectivo como en la faz individual, con algunos valores fundamentales de regreso a su necesario pico de rendimiento, tal el caso de Yair González, un valor determinante durante toda la temporada y que precisaba volver a retomar juego y confianza, a la par de convertir un golazo, el octavo en su cuenta personal.

Con la ausencias obligadas de Franco Lorenzón y Jonathan Berón, que llegaran al límite de las cinco amarillas, en el cotejo frente al "Sabalero", reemplazados por Matías Cortave y el regreso de Ivo Costantino, respectivamente, sumados a los cambios tácticos de Emilio Lazza por Joaquín Livera y Elías Contreras en lugar de Mauro Burruchaga, Morón enfrentaba a un equipo santiagueño sin nada que ganar, pero tampoco que perder, convirtiéndose en uno de esos rivales incómodos que suelen complicar al resto, cuando como en este caso, hace rato que no juegan por nada.

Así las cosas, en los primeros minutos, el equipo de Walter Otta asumiría el protagonismo de las acciones, en procura de comenzar a construir una victoria necesaria, pero evidenciando "huecos" defensivos, que bien podrían haberle complicado la noche, de no mediar la fallida definición del centrodelantero visitante, Javier Martínez, que sólo frente a Julio Salvá, elevaría su remate por encima del travesaño, tras un mal cierre de Cortave y una peor cobertura de sus compañeros de zaga, a los 11 minutos de iniciado el juego.

Luego de aquel primer "sofocón", el Gallo procuró ajustar las marcas y apretar a su rival en la salida, lo que llevaría a Juan Manuel Cabrera, a excederse en el intento de recuperar el balón cerca del área de la visita, ganándose la décima tarjeta amarilla, justo el único que debía cuidarse como de hacerse "caca" encima.

Hasta que a los 18 minutos del primer tiempo, la pelota le quedaría a Elías Contreras, ingresando al área grande por derecha, y el volante ofensivo del Gallito, por primera vez titular desde su arribo en la "ventana" de pases de invierno, en lugar de definir de primera, con pierna derecha, recortaría para adentro, haciendo pasar de largo a su marcador como "colectivo lleno", para abrir el botín zurdo y colocarla con justeza, junto al poste diestro del arco santiagueño, para el primero de los golazos de la noche y el tranquilizador 1 a 0 de Morón.

Con las marcas mejor ajustadas en su defensa y la ventaja inicial a su favor, el Gallo volvería a mostrar lo mejor de su repertorio, con un Yair González de regreso a su mejor nivel, que coronaría con una zurdazo inapelable, desde afuera de área, que previo a pegar en el poste diestro, se convertiría en el segundo golazo de la noche del Oeste, para un Morón tan efectivo como en otros momentos del presente torneo.

Tras el descanso y con el 2 a 0 a su favor, sólo era cuestión de esperar que una buena contra de Morón definiera el pleito, algo que ocurriría a falta de doce minutos para el final del partido, cuando una incursión ofensiva de Juan Manuel Cabrera, de los más destacados en la destemplada noche del Nuevo Francisco Urbano, terminara en infracción y un claro penal para el Gallo, esta vez sí sancionado por Sebastián Martínez, árbitro del encuentro y "cambiado" por gol, con un remate de zurda seco y a media altura, de Ivo Costantino, para la vuelta al gol del "9" local, en su octava conquista en la campaña y el 3 a 0 final del Gallito ante su gente.

En tiempo cumplido, habría tiempo para que Cabrera, ya amonestado, perdiera tiempo en un saque desde el arco (cuando nunca los realiza el "4" del Gallo"), para ganarse la segunda amarilla y la consecuente expulsión, que le impide jugar en la jornada de cierre, pero le permite limpiarse de tarjetas, de cara al Reducido.

Con el pitazo final del árbitro y aseguradas las clasificaciones al Reducido y a Copa Argentina el Gallo no se baja de la pelea por el primer puesto, para lo cual necesita de un triunfo de Chacarita, frente al "Lobo" mendocino, a fin de estirar la definición hasta la última fecha, en la que visitará el Chaco, en búsqueda de una épica "For Ever".

Morón ganó, goleó y va por todo. 

Y contra TODOS.


@elgallogustavo.



                 📸: Eduardo Fabián Acuña.


lunes, 22 de septiembre de 2025

"La pelota sí se mancha"...

Morón no había jugado bien, en su visita a Santa Fe. 

Había equivocado los caminos, sin volumen de juego en el mediocampo y con demasiadas imprecisiones en ofensiva, como para preocupar seriamente a este modesto conjunto "Sabalero", de paupérrima campaña y que pudo finalmente salvarse del descenso, más por deméritos ajenos que por méritos propios.

Sin embargo debió tener la chance de, por lo menos, intentar ganarlo en el cuarto y último minuto agregado, pero Nazareno Arasa decidió mirar para otro lado, ante el evidente penal cometido ante sus ojos, luego del tiro de esquina desde la izquierda de Juan Manuel Olivares, la "peinada" en el primer palo de Emilio Lazza y la infracción de penal insoslayable del "16" de Colon, Kevin Colli, que directamente rechazaría el balón con su mano derecha.

Pero Nazareno Arasa, árbitro del encuentro, decidió confirmar todos los malos presagios elucubrados por propios y extraños, desde su designación para este trascendental partido (por lo menos, para las intenciones del Gallo de ganar y seguir prendido en la lucha por disputar la final por el primer ascenso), evitando deliberadamente cobrar un penal tan evidente como determinante, y privando así a Morón de procurar, al menos, llevarse los tres puntos de manera agónica, con una acertada ejecución desde los "doce pasos", más allá que no hubiese jugado bien y que por momentos, hasta hubiera resultado demasiado tibio, para ir en búsqueda de la victoria con decisión, ante un rival que invitaba a atacarlo.

Y entre las indecisiones e imprecisiones dentro de la cancha, de un Gallo nervioso e irresoluto, a mitad de camino entre la necesidad imperiosa de ganar y las precauciones para no ser sorprendido en un contragolpe, al igual que hace una semana frente a Temperley, en el Nuevo Francisco Urbano, en el primer tiempo Morón no fue ni una cosa, ni la otra, ni decididamente ambicioso, ni deliberadamente cuidadoso, "prestándose" la tenencia del balón con el local y llegando apenas una sola vez con peligro, al comienzo del partido, con un remate de Yair González por encima del travesaño, luego de una habilitación desde un saque lateral de Joaquín Livera, a manera de centro al área.

Con las modificaciones obligadas del regreso de Julio Salvá, al arco del Gallito, en lugar del suspendido Leandro Finochietto (expulsado en el final de la derrota con el "Celeste" y sancionado con dos fechas) y de Mauro Burruchaga, por primera vez en el torneo, arrancando como titular, en reemplazo de Santiago Kubiszyn, que ante Temperley llegara al límite de las cinco tarjetas amarillas, más la variante táctica del cambio de Jonathan Berón por Ivo Costantino (al banco de los suplentes), Morón y Colón armaron un primer tiempo para el "bostezo", sin situaciones de riesgo y mucho menos ideas.

Ya en el complemento, ambos siguieron con sus enormes dificultades para generar algo de juego asociado, pero por lo menos, procuraron adelantarse unos metros, para intentar llevarse los tres puntos, y en ese intento de ser más ambiciosos, aunque fatalmente imprecisos, Salvá intervendría en un par de ocasiones para evitar que Colón (ya más desahogado, con las buenas noticias que provenían de otras canchas y lo salvaban definitivamente del descenso), se adelantara en el marcador, del mismo modo que en cada contra de Morón, quedaba latente la sensación de un triunfo visitante, de haber acertado alguna vez en la toma de decisiones y en la ejecución de las mismas.

Solamente un remate de Elías Contreras, ingresando por derecha, pero apresurándose en rematar al arco desde el borde externo del área grande, cuando parecía tener espacio para acercarse un poco más al arco "Sabalero" más una buena combinación por izquierda (tal vez, la mejor de la tarde santafecina), que a poco estuviera Ivo Costantino de empujarla al gol, de no mediar el "manotazo" salvador del arquero local, Tomás Giménez y el rechazo posterior de un defensor sobre la línea, resultarían las mejores opciones de un Morón, que cuando "soltó amarras" y se decidió a ir con decisión en búsqueda del triunfo, nunca supo bien el cómo.

Hasta la jugada del penal, en el cuarto y último minuto agregado, que Arasa decidió obviar... No vaya a ser que ganara el equipo de Otta en el descuento y siguiera con chances de impedir la final decretada entre Gimnasia de Mendoza y Deportivo Madryn.

Ahora, a "masticar" bronca, por la impotencia que genera la impunidad sin límites de aquellos que se creen dueños de nuestro fútbol y en definitiva, no están haciendo otra cosa que "matando a la gallina de los huevos de oro".

A ganarle a Mitre, en la anteúltima, el próximo sábado y una semana más tarde, buscar sumar en Chaco, frente a For Ever, para sumar lo más posible y terminar, por lo menos cuartos, para definir la primera llave del Reducido en casa y con ventaja deportiva, en caso de empate.

Todo lo demás, aunque parezca paradójico, no depende en definitiva, de los propios protagonistas dentro de la cancha.

Ojalá dejen competir. Y que no sigan "manchando la pelota".


@elgallogustavo.




           📸: Deportivo Morón.


domingo, 14 de septiembre de 2025

Morón quiso "Celeste" y le "costó" un traspié

En el fútbol suele decirse, "que los goles que se erran en el arco contrario, se sufren en el propio".

Y eso fue, precisamente, lo que sucedió en la tarde del Oeste, el último sábado frente a Temperley, entre un Morón que tuvo varias chances claras de ponerse en ventaja, en especial durante el complemento, en el que fuera claramente superior al "Gasolero", pero su reiterada falta de definición, en particular de sus delanteros, permitiera mantener en partido al visitante, que fiel al viejo axioma futbolero, en el epílogo del partido, en una contra letal, se quedaría con los tres puntos y un premio excesivo en el Nuevo Francisco Urbano.

En un fútbol que no sabe de merecimientos, el equipo de Walter Otta pagó caro su ineficacia en el arco de Ezequiel Mastrolía, arquero "Celeste", también responsable de un par de atajadas determinantes, asestándole un duro golpe a la ilusión de disputar la final por el primer ascenso, aún posible desde la matemática, pero supeditado a otros resultados, ya sin margen de error, a falta de tres cotejos para el cierre del torneo.

Repitiendo el once que se impusiera, también en en final del encuentro, en un durísimo pleito ante Defensores Unidos, en el siempre complicado reducto de Zárate, en los primeros 15' frente a Temperley, sería la visita quien se asentara mejor en un terreno de juego visiblemente mejorado, quitándole el balón al Gallo y provocando un par de llegadas con peligro al arco de Leandro Finochietto.

Sin embargo, las oportunidades más claras las generaría Morón, con un tiro libre de Santiago Kubiszyn (que recibió la quinta amarilla y se perderá el partido con Colón, en Santa Fe), apenas desviado por encima del travesaño, un buen quite del propio Kubiszyn en el círculo central y la mejor habilitación por derecha a Yair González, que ingresando al área por el flanco derecho, elevaría demasiado su remate al arco y la última, con un cabezazo fortísimo de Franco Lorenzón, a la salida de un tiro de esquina desde el sector diestro, a cargo del mencionado Yair González, pero el balón se perdería apenas alta.

Ya en el complemento, el Gallito aumentaría su presión sobre la visita, con la ambición de trasladar al resultado, su superioridad en el juego, evidenciada desde la media hora de la primera mitad, a partir de otro buen ingreso de Jonathan Berón (en lugar de Kubiszyn), al igual que una semana atrás ante CADU, más "picante" y vertical, como en aquellos partidos iniciales de temporada, en los que asomara como titular, relegando a Fabricio Sanguinetti al banco de los relevos.

En un segundo tiempo todo de Morón, el mismo Berón remataría apenas desviado de "cachetada" y entre el uruguayo Sanguinetti e Ivo Costantino desperdiciarían un par de ocasiones inmejorable para abrir el marcador, la más clara de la tarde, en aquella que naciera de un saque desde el arco de Finochietto, para habilitar de gran forma la corrida por derecha de Yair González, y cuyo centro pasado, con ventaja para los que llegaban al área visitante, primero no pudiese ser impactado por Sanguinetti y en segunda jugada, por el sector opuesto, le quedarse en solitario a Costantino, pero el remate del "9" del Gallo iría directo a la posición de Mastrolía, para su lucimiento, enviándola al tiro de esquina.

Hasta el fatídico minuto 36' del segundo tiempo, con un Morón decididamente jugado en ataque, cuando de un pelota impulsada desde el lateral diestro al área visitante, el rebote le quedaría al lateral derecho del "Celeste", Lorenzo Monti, que habilitaría largo y por el medio a Agustín Toledo, el volante central visitante, y éste con un gran gesto, dándose apenas vuelta y de primera, cedería en ofensiva al ingresado Julián Carrasco, para que el "19", sólo por el sector izquierdo, enviase un centro preciso al "corazón del área" de Finochietto, y la experiencia goleadora de otro relevo, el "inoxidable" Javier Toledo (de 39 y vigentes años), le ganara la posición con "oficio" de "9" a la juventud de Franco Vázquez, para impulsarla al gol de Temperley, con un "puntazo" junto al poste derecho del arco del Gallo.

Tras el "baldazo" de "agua helada", sin correspondencia alguna con el trámite del encuentro, Morón en el agregado, hasta tendría la chance del empate agónico (y largamente merecido), con un cabezazo de Berón, pero el "capricho" de un gol esquivo (por ineficacia propia y méritos de Mastrolía), en este caso también contaría con la "fortuna" en su contra, dado que el balón pegaría en la base del palo izquierdo y se perdería por el fondo de la cancha.

Igual habría tiempo para que Temperley se quedara primero con diez, por una entrada muy fuerte de Lucas Richarte en perjuicio de Elías Contreras y en el segundo minuto agregado por un Pablo Dóvalo, sin injerencia en el resultado del partido, de una "embestida" para roja de Joaquín Livera, sobre el lateral diestro rival, Lorenzo Monti, Dóvalo lo "perdonaría" con una amarilla, pero la corrida inexplicable de Leandro Finochietto hasta la mitad del campo, para reclamarle al árbitro, terminaría con la expulsión directa del arquero del Gallo, por exceso verbal, convirtiéndose en el undécimo expulsado del Gallo en el campeonato y obligando a Franco Lorenzón a ponerse la "pilcha" de arquero improvisado, durante un par de minutos sin asedio visitante, ocupado en conservar en campo propio un triunfo impensado, premio excesivo para Temperley y "castigo" lamentable para la falta de contundencia de Morón en el arco de enfrente.

Final en el Oeste y derrota que duele, sin dudas, pero mientras la matemática acompañe, la ilusión se mantiene intacta.

A levantar la "cresta" y recuperar los tres puntos cedidos en casa, ante un Colón de pésima campaña, en Santa Fe.

Morón quiso "Celeste" y le costó... Un traspié.


@elgallogustavo.



      📸: gentileza, Club Atlético Temperley.


sábado, 6 de septiembre de 2025

Primera "final" tachada. Restan cuatro

A falta de siete minutos para el tiempo reglamentario, Morón se quedó con un triunfo tan determinante como trabajado, ante Defensores Unidos, en Zárate, para meterle "presión" a los "lobos" de arriba, el jujeño y el mendocino, que el domingo se enfrentan en la "tierra del sol y el buen vino", para que el Gallo sueñe con recortarle puntos al líder, a la fecha, Gimnasia y Esgrima de Jujuy.

Y qué mejor para "recortar" la distancia con el puntero de la zona, que ganar la primera de las cinco finales que se avecinan, con una "tijera" de otro partido, convertida por el "héroe" menos pensado, Elías Contreras, a los '38 minutos del segundo tiempo.

De un saque lateral, a la altura del área grande local, Joaquín Livera, nobleza obliga, en el mejor partido desde que arribara al Gallo, sacaría un centro con las manos, que "peinada" en el área por otro ingresado en el complemento, también en su mejor rendimiento, como Mauro Burruchaga, la pelota le quedaría a Elías Contreras, otro de los relevos en el segundo tiempo, corregiría la trayectoria de un balón pasado de su posición ideal, para meter una media vuelta y una "tijera" hermosa, para ubicar la pelota junto al poste derecho de un incrédulo Mauricio Aquino (el "1" local que ya había ahogado un par de gritos visitantes, la más clara en un cabezazo "a quemarropa" de Santiago Kubiszyn, minutos antes) y darle a Morón tres puntos tan vitales como laboriosos.

Repitiendo el once de inicio, del último domingo, en el empate con "sabor amargo" ante el "Pincha" de Caseros, en el Nuevo Francisco Urbano, el equipo de Walter Otta tuvo la iniciativa desde el pitazo inicial de Javier Delbarba, árbitro del encuentro, pero apurado e impreciso, por la necesidad de ganar o ganar en un escenario esquivo, en el cual el Gallo no se imponía desde el campeonato de la vieja Primera "C" en 1980, no encontraría los mejores caminos para generarle peligro a Defensores Unidos, que entonado por su victoria de la fecha pasada, en duelo directo con Talleres en Escalada y pese a su urgencia también en sumar de a tres, jamás se desordenó ante el equipo de Otta y apostó a esperarlo escalonado en su campo, para salir rápido de contra ante la primera pérdida rival o recupero propio.

En ese contexto, de mucho nervio y poca lucidez por ambos lados, el primer tiempo se consumiría con un Morón predominante por búsqueda y decisión, pero con escasa precisión para generar peligro en el arco de enfrente, más allá de una buena cantidad de tiros de esquina, todos rechazados por la altura de defensores como Facundo Laumann y algún que otro remate desde afuera, por ejemplo, en los pies de Yair González, el de mayor presencia ofensiva en la tarde zarateña.

Ya en el complemento, Morón saldría con más decisión en búsqueda de la victoria, pero exponiéndose a la posibilidad de algún contragolpe letal de Defensores Unidos, repartiendo ocasiones de gol, en cantidades módicas, las más claras del Gallito, en un remate de Livera, en posición de "9", al travesaño y la referida atajada de Aquino ante el cabezazo de Kubiszyn, mientras que el local "probaría" en un par de ocasiones, los reflejos de Leandro Finochietto, siempre de buena respuesta cada vez que debió intervenir.

Y cuando el partido se extinguía, con el "cero" a cuestas, mal negocio para ambos, aparecería la "pirueta" de Elías Contreras, para sentenciar el resultado y desatar el festejo dentro de la cancha y a la distancia, en todo el Oeste.

Como "perla negra", debemos mencionar la lesión, aparentemente de consideración, de Pablo Ferreira, uno de los mejores en Zárate y pieza fundamental durante todo el campeonato. 

Morón debía ganar sí o sí, en Villa Fox y lo hizo, para meterle presión a los "lobos" de arriba, que habrán de sacarse puntos mutuamente, cuando se enfrenten este domingo en Mendoza.

En la primera de cinco finales y ante un rival que no le facilitara para nada la tarde, el Gallo se quedó con tres puntos que mantienen intacto el sueño enorme de ir por el primer ascenso.

Ahora, a recibir la visita de Temperley, el próximo sábado, en otra prueba de carácter, ante un rival directo.

De "Celeste" en "Celeste", aunque cueste.

Primera "final" tachada. Restan cuatro.


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   📸: Eduardo Fabián Acuña.


lunes, 1 de septiembre de 2025

7 de 9... Nada mal para una semana

A Morón se le escapó en el final.

Con demasiadas ausencias significativas (Iván Vaquero, Emilio Lazza, Mariano Bíttolo y entre los relevos, Gastón, González, todos por lesiones) y con la sobrecarga de tres partidos en una semana, el Gallo a punto estuvo de sumar nueve de nueve en "casa", pero el desgaste físico, por la acumulación de minutos (en una cancha que aguantó de manera inmejorable, la cantidad de agua caída en las últimas horas), lo privó de volver a sumar de a tres, para quedar a tiro de la punta de la zona, por un error individual y repetido, en el primer minuto agregado, frente al siempre complicado Estudiantes de Caseros.

En rigor de verdad, el empate final a uno está correcto y se corresponde con los expuesto por ambos, al cabo de los 90' de juego, con un Morón que dominó casi todo el primer tiempo y supo ponerse en ventaja, de manera merecida, con un auténtico golazo de toda la cancha, pero desde los 35' de la primera mitad y en especial en el complemento, no pudo intentar aguantar el resultado desde la tenencia del balón o cuanto menos, intentar definir el pleito de contra, ante un "Pincha" de Caseros que lo dominó en toda la segunda etapa y bien pudo empatar el marcador mucho antes, de no mediar el gran partido de Leandro Finochietto.

Así las cosas, mientras el equipo de Walter Otta tuvo "combustible" en el "tanque", se impuso, fue superior y sacó una justificada ventaja frente a un Estudiantes que jamás había inquietado a Finochietto, hasta el cuarto de hora final del primer tiempo, cuando las reservas empezaron a escasear y la visita comenzó a sacar provecho de ese cansancio acumulado, de un Morón que venía de un raid de dos cotejos complicados (ante Chicago y Gimnasia de Mendoza), en una misma semana.

Con la única variante obligada de Santiago Kubiszyn (de muy buen partido), en lugar del lesionado Mariano Bíttolo, que tras cumplir la fecha de suspensión por cinco amarillas, ante el "Lobo" mendocino, en la última práctica previa al cotejo ante el "Pincha", el mejor del torneo sufrió una sobrecarga muscular, el Gallo fue en búsqueda de otro triunfo que lo dejara a tiro de la punta, dominando las acciones, pero sin profundidad, hasta que a los 18' del primer tiempo, de una jugada iniciada en campo propio por Juan Manuel Cabrera, por el flanco derecho, la pelota derivaría al sector opuesto del ataque local, con no menos de diez toques entre Pablo Ferreira (otro en el "podio"), Joaquín Livera, Fabricio Sanguinetti, Santiago Kubiszyn y Yair González, para que el balón volviera a la posición en ofensiva de Cabrera, y el lateral diestro de Morón, en lugar de optar por el envío al área, decidiera tocar al centro, en dirección a Kubiszyn, quien dejaría pasar el balón, para que Yair González la ubicase con categoría y precisión, con cara interna del botín derecho, junto al poste también diestro de un sorprendido Matías Budiño, arquero de la visita. GOLAZO y merecida ventaja de uno a cero.

En los minutos siguientes y hasta la media hora de la etapa inicial, Morón apretaría a Estudiantes contra su arco, con un par de tiros de esquina, como si íntimamente supiera que era momento de sacar la mayor diferencia posible, a sabiendas que difícilmente las "reservas" permitiesen aguantar los 90' más el agregado.

Y así resultaría, porque tras un par de "sustos" en el cierre de la primera parte (la más peligrosa, en un mano a mano desperdiciado por un "viejo conocido", como Gonzalo Berterame), desde el reinicio de las acciones, tras el descanso del entretiempo, los de Caseros se apoderarían por completo de los 45' finales, arribando al merecido empate, recién en el primer minuto agregado al tiempo reglamentario, mitad por la falta de contundencia de sus delanteros, como en otra gran actuación de Leandro Finochietto, la figura de la noche en el Oeste, con tres o cuatro atajadas para el aplauso.

Pero en la menos pensada, en el minuto 46 de '50, una vez más y al igual que frente a Talleres, en la derrota en Remedios de Escalada, Matías Cortave intentaría anticipar un centro y totalmente fuera de timming, no haría otra cosa que "rechazar" hacia adentro del área y habilitar sin proponérselo al ingresado Santiago Briñone, que sólo frente a Finochietto, con un remate "mordido" y contenido a medias por el "1" del Gallito, la pelota ingresaría "pidiendo permiso" al arco local, pese al esfuerzo final de Franco Lorenzón y Cabrera, para el uno a uno irreprochable de la visita, pero doloroso, cuando parecía que los laboriosos tres puntos se quedaban finalmente en esta parte del Oeste.

El pitazo final de Gastón Monsón Brizuela, de buen arbitraje, nuevamente contrario a los pronósticos más agoreros (y no sin razón), terminarían confirmando un reparto de puntos que le permiten a Morón seguir con esperanzas, en un expectante tercer puesto, a cuatro unidades del líder, Gimnasia de Jujuy, a falta del encuentro entre Chicago y su par mendocino, que podrían cambiar la "jefatura" de la zona y alejar al Gallo a un punto más de la cima.

Ahora, a recuperar "soldados" indispensables, porque algunos recambios no están a la altura y a recuperar energías, porque restan cinco fechas y todo aún continúa en juego.

Sin espacio para lamentos, a pensar en el CADU.

#7de9... Nada mal para una semana.


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       📸: Deportivo Morón.


jueves, 28 de agosto de 2025

"Lobo, está?"... Se lo comió un Gallo de riña

Morón ganó "la final del mundo", como la definiera en la previa del encuentro postergado frente a Gimnasia de Mendoza, Walter Otta, en "Corazón de Gallo" y "bajó " al puntero de la zona, para sumar tres puntos y colocarse tercero, a sólo tres unidades de distancia de su vencido, con el sacrificio como premisa y la ilusión como estandarte.

Luego del triunfo en el clásico, también por la mínima, del último fin de semana frente a Chicago, con poco descanso y mucha adrenalina, el Gallo llegaba al encuentro con el "Lobo" mendocino, líder de la Zona "B", en el postergado de la vigésima fecha, con la necesidad imperiosa de sumar de a tres, para recortar distancias con la cima de la tabla y meterse de lleno en la pelea grande por el ascenso directo, a falta de seis jornadas para el cierre de la fase regular de un extenuante torneo de la Primera Nacional.

Así las cosas, en su segundo cotejo consecutivo de local, del raid de tres en fila en el Nuevo Francisco Urbano, Morón dejó hasta la última gota de sudor para vencer a Gimnasia y Esgrima de Mendoza, por primera vez en su historia y por uno a cero, a pesar de la ausencia obligada por suspensión y determinante de Mariano Bíttolo (reemplazado por Emiliano Franco, de buen partido y el "héroe" de la noche del Oeste, por el gol del triunfo), a quien se sumaria el ingreso de Gastón González desde el inicio, en lugar de Juan Manuel Olivares, de excesivo trajín, tras su reciente regreso, luego de su larga convalecencia por una grave lesión ligamentaria en su rodilla.

En los primeros minutos de un partido tenso, por lo mucho en juego, la jerarquía individual del líder zonal impondría sus condiciones en el Nuevo Francisco Urbano, obligando a Morón a replegarse y sufrir el trámite del encuentro, desbordado por los laterales y sometido a un par de zozobras, como en aquella "apilada" de Facundo Lencioni, el hábil "11" de la visita, que de tan zurdo demoraría el remate, en búsqueda de su mejor perfil, permitiendo la cobertura defensiva y el remate desviado sobre el poste izquierdo de Leandro Finochietto.

Sin embargo y cuando el desarrollo le era más adverso al equipo de Walter Otta, de un tiro de esquina desde la izquierda de su ataque, ejecutado por Yair González y desviado de cabeza por un defensor, en primera instancia habría de caerle nuevamente en los pies al "10* del Gallito para habilitar hacia atrás a Joaquín Livera, y el lateral zurdo de Morón, en lo mejor que supo hacer desde su arribo al club, sacaría un centro con "rosca", rumbo al área chica rival y con ventaja para los atacantes, para que en posición de centrodelantero, Emiliano Franco la empujara al gol, ante el delirio de todos, dentro y fuera del campo de juego, para el inesperado 1 a 0 del Gallo, a los 36 minutos de la etapa inicial.

Tras el 1 a 0, el gol aplacaría un poco el ímpetu visitante, a la vez de tranquilizar y ordenar a Morón, yéndose al entretiempo con un ventaja hasta allí inmerecida, pero que justificaría con el correr de los minutos, en el complemento, en base a "overol": sacrificio, solidaridad y despliegue.

Con un par de opciones incluso para ampliar el resultado, a través de un remate a distancia de Pablo Ferreira, en una media vuelta de Ivo Costantino, una inmejorable de Olivares, que habría de resbalarse al momento de sentenciar a Lautaro Petruchi, golero de la visita y una contra de Yair González, con doble remate al arco, el Gallo manejaría los tiempos del partido hasta los '30 de la etapa final, donde entre el cansancio lógico de un Morón que se corrió todo y a todos, y las necesidades del "Lobo" mendocino, le devolverían al líder cuyano el protagonismo de las acciones, convirtiendo en figuras a la última línea local y en especial, a Finochietto, con una atajada fenomenal, tras un tiro de esquina y el cabezazo del ingresado Fermín Antonini, a puro reflejo, para sacarla de entre los "cordones" junto al palo derecho.

El pitazo final de Bruno Amiconi, de correcto arbitraje, al igual que sus asistentes, contra todos los pronósticos, desataría la algarabía dentro y fuera del cada vez más verde césped, de un Morón que "bajó" al líder de la zona, para colocarse tercero con 49 unidades, a tan sólo tres puntos de su vencido en la noche del miércoles.

Ahora, a completar el raid de partidos en "casa", ante otro rival complicado, como Estudiantes de Buenos Aires, el próximo domingo por la noche, para seguir cimentando un estado de ilusión que mantiene en vilo a todo el Oeste.

"Lobo está?"... Se lo comió un Gallo de riña.

#6de9.


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       📸: Eduardo Fabián Acuña.



domingo, 24 de agosto de 2025

"Nos comimos una vaca cruda y nos parece poco..." 🎵

Así como hace una semana, decíamos que Morón había perdido el partido que no debía perder, frente al último, Talleres en Remedios de Escalada, este sábado por la noche, el Gallo ganó el pleito que debía ganar, nada menos que ante Nueva Chicago, en el Nuevo Francisco Urbano.

Luego del cimbronazo inesperado, ante el rival menos pensado, el equipo de Walter Otta tenía la necesidad de recuperarse rápidamente del duro traspié y volver a sumar de a tres, para no perder el "tren" del campeonato, ni complicarse con la clasificación al Reducido, precisamente ante su clásico rival y en "casa", cotejo que siempre involucra un plus emotivo, de envión positivo o negativo, de acuerdo al resultado final.

Y Morón venció sin atenuantes, por segunda vez en el torneo, a un Chicago que prácticamente no lo complicó, pese a no jugar bien, en un partido de pierna fuerte y mucha intensidad, como todo clásico que se precie de tal.

Con las cambios obligados por lesión, de Leandro Finochietto en el arco, por Julio Salvá y de Joaquín Livera como lateral zurdo, en lugar de Emilio Lazza, sumados al regreso de Franco Lorenzón por Matías Cortave, Morón intentó imponer condiciones desde el inicio y asfixió al "Torito" contra su arco, durante los primeros 15' de juego, impidiendo que Chicago pudiese siquiera cruzar la mitad de campo y generando un par de situaciones de riesgo, como aquél remate desde afuera, de Yair González, desviado con esfuerzo por Facundo Ferrero, arquero y capitán de la visita, por arriba del travesaño y un par de minutos más tarde, el mano a mano entre ambos protagonistas, que el "1" de Mataderos le ganara al "10" del Gallito, ingresando al área por izquierda.

Tras ese primer cuarto de hora, Chicago comenzaría a salir del asedio y a equilibrar lentamente las acciones, procurando sorprender con envíos de larga distancia, a una defensa de Morón que no se mostraría segura (en especial por la banda izquierda), mientras que el Gallo apostaría a sumar pases, tal su estilo de siempre, le salgan mejor o peor los intentos.

Más allá de una corrida de Iván Maggi, el "9" de la visita, que sorprendiera mal parada a la última línea de Morón y cara a cara con Finochietto, se encontrara con un rechazo a medias del "1" de Morón, en la noche del sábado, el equipo de Gastón Lotito no complicaría al local en su defensa, pese a contar con un buen partido de Ignacio Rodríguez, el "10" del "Torito", autor del descuento en Mataderos y una vez más, una "pesadilla" para las limitaciones conocidas de Livera.

Ya en el complemento, Morón insistiría con su postura dominante, aunque carente de profundidad, acopiando merecimientos para ponerse en ventaja, más por su predisposición, actitud y búsqueda, que por su lucidez en los metros finales del campo rival, para generar zozobra real en el arco bien defendido por el seguro Ferrero.

Hasta que de tanto ir, con voluntad pero escasas ideas, de un centro desde la izquierda de Mariano Bíttolo, "peinado" por Fabricio Sanguinetti dentro del área, el rechazo de la defensa visitante le quedaría a Juan Manuel Olivares, fuera de la misma, para sacar un remate con efecto y precisión, de empeine diestro, abajo y junto al poste zurdo del arco de Chicago, para poner el 1 a 0 merecido a los '19 del segundo tiempo y hacer delirar a todo el Oeste, y también emocionar con las lágrimas de un "Maravilla" que recién hace pocas fechas volviese al equipo, luego de una larga inactividad de un año, consecuencia de una grave lesión ligamentaria en una de sus rodillas.

De allí y hasta el pitazo final de Felipe Viola, árbitro del partido, de regular desempeño, quedaría tiempo para un gol anulado a Chicago, en el tercer minuto agregado, por una posición adelantada tan fina como polémica.

Morón se recuperó y ganó el partido que debía ganar, nada menos que en el clásico frente a Chicago, en el inicio de un raid de tres encuentros consecutivos de local, con el postergado del miércoles ante el líder, Gimnasia de Mendoza y el choque siempre complicado ante Estudiantes de Buenos Aires, el próximo fin de semana.

"Nos comimos una vaca cruda y nos parece poco"..., diría la Bersuit.

Porque este Gallo va por más.

#3de9.


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       📸: Eduardo Fabián Acuña.


domingo, 17 de agosto de 2025

En la última, perdió con el último

En la última, Morón perdió con el último.

En efecto, en la última "bola", de la tarde en Remedios de Escalada, el Gallo que comenzó ganando, se quedó con las manos vacías frente a Talleres, que lo fue a buscar en el complemento y lo dio vuelta en el agregado, para soñar con permanecer en la categoría.

Una vez más, como otras tantas veces en la historia reciente (y no tanto del Deportivo Morón), se perdió el partido que no debía perderse, por más que dentro de la cancha siempre resultan once contra once y pocas veces importa (o tiene decisiva incidencia) cómo llegan en la previa.

Lo cierto es que Morón cayó en su visita a Escalada, frente al último de su zona, Talleres, que pese a levantar en las últimas fechas, no deja de ser el equipo de peor rendimiento, junto a Defensores Unidos de Zárate, ambos dependiendo de algo más que un "milagro" para no descender a la "B" Metro.

Y por si fuera poco, Morón lo empezó ganando con justicia, a los '33 del primer tiempo, luego de una jugada preparada, del "laboratorio" en la semana de Walter Otta, en la que Juan Manuel Olivares (nuevamente en el once de inicio) amagara con un centro al área, en un tiro libre en tres cuartos rival, y cediera por el centro a Mariano Bíttolo, quien metiera un pase en "cortada" fenomenal para Fabricio Sanguinetti, que en diagonal del centro a la izquierda del área chica, sacara un zurdazo inapelable contra el vértice superior zurdo del arco de Damián Tello, el "1" de Talleres.

En rigor de verdad, dentro de un arbitraje indisimuladamente "localista" de Yamil Possi, quien no tuviera injerencia decisiva en el resultado final del partido, pero que "pitara" todas las "chiquitas" en favor del dueño de casa, en particular durante el segundo tiempo, la posición del uruguayo en el gol del Gallo, desde el ángulo sesgado que ofrecía la televisión por su habitual app, resultó más que fina, y pese a que pareciera partir en la misma línea del último defensor (nobleza obliga, ya que tanta veces nos hemos quejado y con razón, de los "errores" arbitrales en perjuicio de Morón), bien pudo invalidar la acción por posición adelantada, como convalidar el tanto de la ventaja inicial, tal cual lo hiciera.

Tras el uno a cero del Gallito, que guardaba su correlato con el desarrollo del encuentro hasta ese momento, bien pudo aumentar la ventaja el equipo de Otta, que supo manejar los tiempos de aquel primer tiempo y contó con un par de chances para ampliar el marcador, aunque en los instantes finales de la etapa, dejó entrever desacoples defensivos, máxime a partir de la lesión de Emilio Lazza, promediando la primera etapa y su reemplazo por Joaquín Livera, de lo más pobre del equipo, junto a Matías Cortave (reemplazante de Franco Lorenzón), con responsabilidad directa en el tanto del empate local.

Ya en el complemento, el Morón que saldría al campo de juego en Escalada, poco y nada tendría que ver con ese Gallo dominante y en ventaja de los '45 iniciales, resignando protagonismo en beneficio de las necesidades de un Talleres voluntarioso pero limitado, y fundamentalmente, sin la intensidad que lo llevara a ponerse en ventaja y a manejar el trámite, sin ser jamás un dechado de grandes virtudes.

Y así llegaría el empate de Talleres, a los 4 minutos del segundo tiempo, luego de (otra vez, al igual que una semana atrás, en el descuento de Estudiantes de Río Cuarto, en el Oeste), una pelota que nadie pudiese terminar de despejar y la dejaran "viva" en la puerta del área propia, para que una buena asistencia en profundidad con destino a Camilo Viganoni, aprovechando el errático intento de anticipo de Cortave, que no haría otra cosa que dejar solo al "7" local con Julio Salvá, para "puntearla" al gol de la igualdad en Escalada, cuando el partido parecía "a pedir" de Morón, en el entretiempo.

A partir de allí, y como tantas otras veces en la historia reciente (y no tan reciente), el Gallo le daría "vida" a un Talleres que parecía "muerto" (o casi "finado"), durante el primer tiempo, no sólo por la desventaja parcial, sino fundamentalmente dada la ausencia de argumentos futbolísticos para intentar revertir la historia por exclusivo mérito propio y sin "ayuda" ajena.

Y si bien Morón pudo recuperarse con el correr de los minutos e ir en búsqueda de un triunfo necesario para no perder el "tren" del campeonato, generando algunas chances para volver a ponerse en ventaja, también "desnudaría" la endeblez de una defensa, otrora sólida y el punto de partido del buen andar colectivo, con pobres rendimientos de casi toda la defensa, a excepción de Juan Manuel Cabrera y Lazza, mientras estuvo en cancha.

Hasta que Mariano Bíttolo y Pablo Ferreira resultaran reemplazados, ambos al límite de sus posibilidades físicas y resguardados por esa misma razón y en virtud de la seguidilla de futuros compromisos, perdiendo a partir de allí la preeminencia en la zona media y permitiendo que Talleres volviese a sentirse capaz de "lastimar", como lo hiciera en el epílogo del partido.

Y es que, de una pelota que terminaría en gol de Morón, impulsada por Ivo Costantino, pero invalidada por presunta carga contra el arquero local (si se tratase de Gimnasia de Mendoza o de Jujuy, hubiesen sancionado con idéntico criterio?), un mal retroceso de Morón y un pase largo, encontraría a Camilo Viganoni, el autor del empate, con demasiado terreno para correr y mandar el centro, gracias a una sucesión de errores visitantes (el mal cálculo de Franco Vázquez en el cierre por el lateral diestro, Livera que había quedado "anclado" en ofensiva y lejísimo de la jugada, Cortave que "empantanado" en el área chica no llegaría a interceptar el envío, que además superaría a Cabrera, sin relevo alguno a sus espaldas), para que la pelota le quedara en soledad, por el lado opuesto a Leonel Barrios y el "9" local no desperdiciara el "regalo" y la impulsara por debajo del cuerpo de Salvá, para el impensado 2 a 1 de Talleres de Remedios de Escalada, en el tercer minuto agregado de los cinco al tiempo reglamentario.

En definitiva, tres puntos "ganables", más allá que todos los partidos hay que jugarlos y cualquier rival ofrece su resistencia, y que encima se estaban ganando con justicia, al término del primer tiempo, terminaron por convertirse en una derrota dolorosa, que recorta sueños y enciende alarmas de rendimientos individuales que no se hallan a la altura de lo que está en juego.

Ahora llega otro "raid" de tres partidos de local, al igual que al final de la primera rueda, donde el Gallo deberá sumar la mayor cantidad posible de puntos, y si fuera factible los nueve en disputa, para no poner en riesgo su clasificación actual al Reducido y, quien te dice..., volver a ilusionarse con no abandonar la pelea por el primer puesto del grupo.

Por lo pronto, a ganar el duelo con Mataderos, con la plusvalía emocional que conllevan este tipo de partidos clásicos, máxime de local.

Sin margen de error.


@elgallogustavo.



       📸: Deportivo Morón.


domingo, 10 de agosto de 2025

En carrera

Morón necesitaba imperiosamente volver al triunfo, luego de la derrota con polémica ante Chacarita y el empate en cero frente a Defensores de Belgrano, en el Bajo Núñez, y frente a un rival directo como Estudiantes de Río Cuarto, pudo quedarse con tres puntos necesarios, tras un buen primer tiempo, en el que recuperara la memoria de su mejor versión y un complemento donde, una vez más, se complicó solo y debió sufrir hasta el octavo minuto agregado para el grito de desahogo, ante la menor concurrencia de la temporada, en el Nuevo Francisco Urbano, luego de la sanción del estadio, culpa de los imbéciles de siempre, hace quince días.

Con los regresos de Franco Lorenzón, Pablo Ferreira y Fabricio Sanguinetti, en lugar de Matías Cortave, Emiliano Franco y el suspendido Jonathan Berón, tras su expulsión frente al "Dragón", sumados al retorno desde el inicio, luego de largo tiempo, de Juan Manuel Olivares en lugar de Gastón González, este Morón procuró volver a sus propias "fuentes" futboleras y desde el arranque del cotejo ante el "León del Imperio", apretó a su rival bien arriba, complicándolo en su salida, además de retomar el camino que mayor dividendos le redituara en la presente temporada, esto es, la sumatoria de pases con paciencia y criterio, a partir de la recuperación de Ferreira y el fútbol generado por Olivares, de muy buen primer tiempo y hasta que la "nafta" le dijera "basta", en el complemento, devolviéndole al equipo de Walter Otta la cuota imprescindible de toque y juego asociado, ausente sin aviso en los partidos precedentes.

En este recuperado esquema de presión alta y tenencia del balón, la visita sería incapaz de cruzar siquiera la mitad de cancha, no antes de los quince minutos de inicio el pleito, lapso durante el cual, Morón consiguiera la primera ventaja y la justificaría en el desarrollo.

Así las cosas, con un Sanguinetti de regreso y más parecido al punta punzante de varias fechas atrás, de una triangulación entre el "uruguayo", Olivares y Emilio Lazza, el "6" del Gallo sacaría un centro al punto del penal, donde encontraría la cabeza de Ivo Costantino, para impulsarla con parietal diestro al fondo del arco, con apenas seis minutos del primer tiempo.

De allí en adelante, Morón permitiría que la visita se adelante unos metros, procurando volver a "lastimarlo" de contra, algo que a punto estaría de lograrlo, a los '18 de la primera mitad, con una habilitación de cabeza de Costantino (el más destacado, junto a Olivares y Ferreira, que una vez más saliera lesionado), para dejar mano a mano con el arquero a Yair González, cuyo remate ingresando por el sector derecho del área de Estudiantes de Río Cuarto, no terminaría en el 2 a 0 del Gallito, de no mediar una gran atajada de Brian Olivera, el buen arquero de la visita.

Sin sufrir en propia área, los escasos intentos hilvanados por el "León", el equipo de Otta se iría al descanso con una ventaja mínima, pero justa, que puso haber sido más amplia, de no mediar la referida intervención del "1" riocuartense y un par de situaciones similares (ambas también en los pies de Yair González), una finalizada en gol, pero inhabilitadas por el árbitro asistente, por off side tan "finos" como cuestionables.

Ya en el complemento, Morón propuso mantener su protagonismo, para procurar agrandar la diferencia a su favor, pero también evitar cualquier intento de su rival, de adueñarse del trámite del partido, aunque sin generar situaciones de riesgo claras en ambos arcos, más allá de un centro de Olivares desde la derecha, que ni Costantino en el primer palo, ni Franco Vázquez en el segundo, pudiesen impulsarla al fondo de la red.

A los '30 del segundo tiempo y en un contragolpe que dejaría a Sanguinetti de cara al arco visitante, por el centro del área, Sergio Ojeda, el "6" de la visita, derribaría de una manera indisimulable y hasta grotesca a Costantino, pero el árbitro del encuentro, el debutante Julián Jerez y su asistente, con un "delay" de no menos de un minuto, volvería sobre sus pasos de una jugada posterior en terreno de Morón, para sancionar el evidente penal en favor de Morón, pero obviando la segunda amarilla y consecuente expulsión al autor de la infracción.

Un minuto más tarde y con un remate de zurda, potente y preciso, junto al poste diestro de Olivera, que habría de adivinar el palo de manera infructuosa, Ivo Costantino convertía el segundo de la tarde y el séptimo en la campaña, para convertirse en el goleador del Gallo en la temporada, y darle a Morón una diferencia de 2 a 0, que por entonces parecía tranquilizadora.

Sin embargo, en un Gallo que "si no sufre, no vale", apenas dos minutos más tarde, y tras una pelota que ni Franco, ni Gastón González podrían rechazar en la puerta del área, un buen pase en profundidad dejaría al ingresado Javier Ferreira, de cara a Julio Salvá, para cruzársela al palo más lejano y darle una cuota de dramatismo innecesaria, a un partido que ya parecía definido.

Por si fuera poco, los ocho (??!!) minutos agregados le sumarían aún mayor incertidumbre a la justa victoria del Gallito, que habría de salvarse en la última bola del partido, tras el enésimo centro y el remate defectuoso del lateral derecho, Juan Antonini, que recorrería el área chica, sin que ninguno de sus compañeros pudiese corregir la trayectoria, para perderse afortunadamente demasiado cerca del poste diestro de Salvá, en lo que hubiese sido un empate agónico e injusto de Estudiantes de Río Cuarto.

Con el pitazo final de Julián Jerez, de regular desempeño, el desahogo de un Nuevo Francisco Urbano a medias, repercutiría en la despoblada cabecera local, clausurada, insistimos, por los incidentes de los estúpidos de siempre.

Ahora, a visitar a Talleres en Remedios de Escalada y esperar por otro raid de tres partidos de local, frente a Nueva Chicago, el suspendido ante Gimnasia de Mendoza y Estudiantes de Buenos Aires, que bien pueden definir para qué pelea está este equipo, si la mayor por el primer ascenso o la no menos importante por un lugar en el Reducido.

En carrera.


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             📸: Eduardo Fabián Acuña.


martes, 5 de agosto de 2025

A recuperar la "memoria"

Y en el tramo final y decisivo del campeonato, a falta de diez fechas para el cierre de la temporada regular, como en el "Juego de la Oca", Morón retrocede diez casilleros y se autoboicotea, reviviendo errores del pasado reciente, para complicarse solito y solo, partidos ganables, por lo menos, once contra once.

En efecto, el empate en cero frente a Defensores de Belgrano, en el Bajo Núñez, termina dejándonos un regusto a poco, aún sin jugar bien y enmarañados en la misma meseta futbolística que atraviesa este equipo desde hace un par de fechas, pero que de no mediar una vez más, otra expulsión evitable e inexplicable en el cierre de la primera etapa, quizá el resultado final pudiese hacer sido mejor para las aspiraciones de un Morón, cerca de todo desde lo numérico, pero cada fecha más lejos de su mejor versión, aquella que nos llenara de ilusión a todos.

Y es que, ante un "Defe" limitado y con ausencias de peso, como el "Topo" Ezequiel Aguirre, ausente por acumulación de tarjetas, en el regreso de Fabián Nardozza al banco del "Dragón", Morón una vez más no supo sacar rédito de esas ventajas y lo que es peor, sin sufrir el desarrollo, más allá de un par de intervenciones con acierto de Julio Salvá, volvió a condicionarse sólo con la roja directa a Jonathan Berón, a los 40 minutos del primer tiempo, en una acción intrascendente y en el círculo central.

Con algunos cambios en el once inicial, dados los ingresos de Matías Cortave en lugar de Franco Lorenzón (al banco de los suplentes), Franco Vázquez como segundo marcador central, por el lesionado Iván Vaquero (corriéndose Emilio Lazza al lateral izquierdo) y Gastón González en reemplazo del suspendido Santiago Kubiszyn (expulsado frente a Chacarita y sancionado con dos fechas de suspensión), sumado al regreso entre los relevos de Pablo Ferreira, que debería ingresar por Mariano Bíttolo, ante la expulsión de Berón, Walter Otta intentó recomponer un andamiaje de juego que hace fechas no funciona como en sus mejores momentos, pero otra vez no pudo revertir el bajón pronunciado de un Morón sin juego ni profundidad, y que encima se empecina en facilitarle las cosas a su rival de turno, quedándose prematura e infantilmente con uno menos.

En una primera mitad para el "bostezo", el Gallo empezó mejor, y generó un par de aproximaciones, con remates desde afuera del área, de Gastón González, para lentamente ir perdiendo la "batalla del medio" y permitiendo que un muy discreto Defensores, tal vez de los más flojos de los últimos tiempos, terminara la etapa con cierto predominio, a partir del manejo siempre atildado de Emiliano Vecchio, provocándole un par de "revolcones" a Julio Salvá, a la postre y pese a su indisimulable merma física, el jugador más destacado del "Juan Pasquale" (seguido de un buen partido de Yair González, en una noche con "pocas luces" de ambos lados).

Ya en el complemento y al igual que sucediera una semana atrás, en la derrota frente a Chacarita en el Oeste, Morón con diez se mostraría mejor y hasta más ambicioso que con once, sin provocar situaciones claras de gol, en el arco rival, pero tampoco sufriéndolas en el propio, más allá de un tiro de "emboquillada" de un conocido de la "casa", Guillermo Villalba, que confirmara la nominación de Salvá como el mejor de la cancha, en una noche para un rápido y piadoso olvido de ambas partes.

Con el pitazo final de Juan Pafundi, "localista" en todas las divididas y con la colaboración inestimable de Berón, para dejar prontamente a la visita en desventaja numérica, Morón se llevó un punto del Bajo Núñez que lo mantiene en carrera, con un partido pendiente (frente a Gimnasia de Mendoza, a jugarse el próximo miércoles 27 de agosto), a la espera del duelo con un rival directo, como Estudiantes de Río Cuarto, al que deberá vencer en un Nuevo Francisco Urbano a medias y sólo con socios (tras la sanción por los incidentes frente a "Chaca"), para no seguir perdiendo terreno en su objetivo original: la clasificación al Reducido. 

A recuperar la "memoria" futbolera. 

Urgente.


@elgallogustavo.



        📸: Deportivo Morón.


domingo, 27 de julio de 2025

Y un día tocó perder. A no bajar la "cresta".

En una ráfaga de apenas tres minutos, entre los '20 y los '23 del primer tiempo, Chacarita se adelantó 2 a 0, casi sin proponérselo y en sus primeras (y casi únicas) dos llegadas a fondo en todo el encuentro, para desestabilizar a un Morón que no jugaba bien, pero aún así había arribado con mayor peligro al arco visitante, sin efectividad y repitiendo errores de partidos pasados, como por ejemplo, su "mal de expulsiones", muchas de ellas inexplicables, más allá del apuro, la presión del resultado adverso y las pulsaciones desbocadas.

Claro que el resultado habría de destrabarse con un gol que debió ser anulado, por la insoslayable posición adelantada de Misael Jaime, el autor del primer desnivel para "Chaca", cuando una vez más y al igual que frente a Agropecuario, en el mismo Nuevo Francisco Urbano, en la anterior fecha de local, el árbitro y sus asistentes convalidan en la cancha lo inadmisible, pero piden disculpas más tarde, como si la aceptación del error garrafal, determinante para la suerte final del pleito, fuese a compensar de alguna manera el daño infligido con total impunidad y desparpajo, en un acto de pseudo arrepentimiento tardío, fingido y sobreactuado, que comienza a sonar a "tomada de pelo" repetida y establecida como hipócrita estrategia de excusa, desde las oscuras usinas del poder todopoderoso arbitral de AFA.

Hasta allí el legítimo rezongo por las erráticas decisiones externas (si es que pretendemos seguir creyendo en la buena voluntad de la gente), ajenas por completo a la voluntad de cambio de los protagonistas principales dentro de la cancha, que desestabilizan, ponen nervioso y agudizan errores no forzados, hasta que esos mismos factores comienzan a ser responsabilidad de los propios, a partir de actitudes que terminan por empeorar situaciones adversas, como otra expulsión incomprensible, en esta ocasión a cargo de Santiago Kubiszyn, por un "planchazo" innecesario en mitad de cancha, para dejar a Morón con uno menos y 2 a 0 abajo, a los '35 del primer tiempo (roja directa).

En el medio de ambos hechos, el desnivel ilegítimo de Chacarita y la expulsión, el "Funebrero" sacaría veloz y efectivo rédito de un equipo de Walter Otta que se iría virtualmente de partido, a partir del primer gol en posición adelantada, tanto es así que sólo tres minutos después, Mariano Bíttolo (el mejor del Gallo en el campeonato, "entre algodones" desde el partido frente a Colón), perdería una pelota en tres cuartos rival y con un Morón descompensado por completo, una pelota bien manejada de izquierda a derecha, por el propio Jaime, autor del primer tanto y figura de la tarde-noche, habilitaría a su lateral diestro, Juan Cruz González, para que ingresando absolutamente solo, por detrás de una defensa "corrida" hacia el lado del asistidor, definiera como un delantero ante el intento de cobertura de Julio Salvá.

Si Chacarita había sido superior desde el fuerte habitual de Morón, la posesión del balón, casi desde el comienzo del partido, obviamente con la tranquilidad del 2 a 0 a su favor y el jugador de más, comenzaría a manejar los tiempos y a intentar seguir "lastimando" de contra, aunque el equipo de Walter Otta, en cantidad y calidad de llegadas, haya sido superior a su oponente, con no menos de cinco chances claras de gol, sólo en aquella "accidentada" primera mitad, con chances netas en los pies de Iván Vaquero (de regreso al equipo, pero que una vez más saldría con molestias, en el complemento), Ivo Costantino (tras otro desborde de Vaquero), Yair González (al travesaño) y Jonathan Berón (titular, con Fabricio Sanguinetti y Ramiro Fergonzi al banco) con remates francos, pero apenas desviados, ingresando por derecha y un centro pasado de Bíttolo, desde la izquierda, que ni Costantino, ni Lazza pudieran empujarla al gol.

Ya en el segundo tiempo, otro pase magistral de Bíttolo dejaría a Emiliano Franco de cara al descuento, ingresado en diagonal y por sorpresa, pero su remate mordido, ante la salida del arquero, se perdería rozando el poste zurdo del arco de Chacarita.

Contrariando a la lógica y con uno menos, Morón manejaría la pelota más que once contra once, supliendo la ausencia con un enorme sacrificio y despliegue de todo el equipo, sufriendo apenas una solo vez, la contra rival, con un remate también en el amanecer de la etapa final, que se iría pegado al poste izquierdo y más lejano de Salvá.

El ingreso de Juan Manuel Olivares, una vez más, le daría mayor fluidez a la ofensiva del Gallo, que generaría un par de oportunidades más frente al arco visitante, todas mal definidas por un Morón ineficaz en el área rival.

En definitiva, en una ráfaga de tres minutos, con un gol en posición adelantada y un error no forzado en el comienzo del segundo tanto, Chacarita sacaría una diferencia de dos impensada, antes de la primera media hora de juego, que apenas minutos más tarde, una nueva expulsión en Morón le permitía manejar con tranquilidad un trámite hasta allí parejo, con mejor trato de balón de la visita, pero nada que justificara dicha diferencia en el resultado.

Derrota que duele, sin dudas, por el rival y porque el Gallo volvió a cometer errores propios que parecían subsanados, como la reiteración de tarjetas rojas evitables, y también por "salirse de eje" ante el primer impacto negativo, por más que se trate de otra vergonzosa injusticia arbitral (en este caso, perpetrada por Nicolás Lamolina y Walter Ferreyra, asistente uno).

Sin embargo, Morón sigue en carrera y con un partido menos, cayendo por primera vez de local, en lo que va del torneo y tras un invicto de nada menos que trece partidos.

Y un día tocó perder. A no bajar la "cresta".


@elgallogustavo.


       📸: Eduardo Fabián Acuña.



domingo, 20 de julio de 2025

Un Gallo resiliente se quedó con un triunfazo en la Isla

Morón se recuperó de un muy mal comienzo, coincidente con algunos pasajes de cotejos anteriores, por ejemplo, frente a Agropecuario y de la tempranera y merecida diferencia inicial en favor de San Telmo, para revertir desarrollo y resultado, en otra prueba de carácter importante ofrecida por este equipo, para quedarse con tres puntos vitales y fundamentales (luego de tres empates consecutivos) en la siempre complicada Isla Maciel.

Con tres variantes obligadas, dos por suspensión y la restante por lesión, el Gallo presentó a Franco Vázquez, por primera vez desde el inicio, en lugar de Emilio Lazza, expulsado en la jornada pasada. Además del ingreso de Ivo Costantino por Yair González, que llegara a la quinta amarilla ante Agropecuario, el último fin de semana, sumado al retorno de Joaquín Livera, como lateral zurdo, en reemplazo del "averiado" Iván Vaquero.

Estos cambios, en especial los dos obligados en la defensa, resintieron el habitual andamiaje de una última línea caracterizada por su solidez, algo que la presión alta del "Candombero" de César Monasterio habría de sacar rápido provecho, para adueñarse de las primeras acciones de riesgo.

Y en ese contexto no sorprendería que San Telmo se adelantara en el resultado, casi en el "amanecer" del partido, con un pelotazo largo que superara a Franco Lorenzón, inseguro por primera vez en más de 20 cotejos, y el mal cierre de un Livera de flojo desempeño, intentando cubrir el "hueco" de un juvenil Franco Vázquez, a quien se nota que (lógicamente) aún le falta adaptarse a sus compañeros y al sistema defensivo del elenco de Walter Otta.

Así las cosas y con un remate sobre el cuerpo de Leandro Finochietto, adelantado en procura de "atorar" con el "achique" dentro del área grande, Jerónimo Porto Lapegüe, el "movedizo" punta local, definiría con precisión para el 1 a 0 de "Telmo", apenas transcurridos ocho minutos de comenzado el pleito.

En los instantes siguientes, Morón no lograría hacer pie en el "Osvaldo Baletto" y bien pudo sufrir la ampliación del marcador adverso, en un par de contragolpes peligrosos del local, con demasiada permisividad de la defensa del Gallo, en especial por el sector izquierdo, una de esas acciones que finalmente terminaría en gol (del "10", Agustín Maidana, de lo mejor de "Telmo"), "fina" pero bien anulada por posición adelantada.

Con el correr de los minutos, luego de '15 en los cuales el equipo de Otta la pasaría muy mal, como pocas veces en el actual torneo, de a poco el Gallito se iría asentando en defensa y "amigándose" con el balón en el mediocampo, para comenzar a acercar algo de riesgo al arco local, ante un San Telmo no ta firme y cómodo con el trámite del partido, "desnudando" además vulnerabilidades en la última línea "Candombera".

Con Santiago Kubiszyn como referencia de juego y Juan Manuel Cabrera como "abanderado" de la recuperación, en una buena acción colectiva, a falta de cinco minutos para el final de la primera etapa, Emiliano Franco habilitaría de gran forma al propio Kubiszyn dentro del área, siendo embestido desde atrás por un defensor, para que Javier Delbarba, árbitro del encuentro, sancionara con acierto el penal para Morón.

Un minuto después, Ivo Costantino, con un remate potente y junto al poste derecho del arquero Joaquín Enrico, le daría a Morón la posibilidad de clavar el empate a uno e irse al entretiempo, con un resultado que le "hacía precio" a los méritos escasos y tardíos de Morón, en aquél muy pobre primer tiempo.

Ya en el complemento, el "shampoo" marca Walter Otta, evidentemente hizo efecto, porque la actitud del equipo fue totalmente distinta, desde el reinicio de juego, retomando sus habituales virtudes de manejo de pelota, acumulación de pases con paciencia y presión alta, lo que comenzaría a modificar por completo la tónica del partido y a colmar de dudas e inseguridades a la defensa del "Candombero".

Con un protagonismo in crescente, Morón apretaría a San Telmo contra su arco, generándole acciones quizá no tan claras (un mano a mano de Fabricio Sanguinetti, lejos del arco rival y de su mejor nivel, y un desvío de primera de Juan Manuel Olivares), pero redefiniendo hasta el pitazo final, los roles de dominador y dominado de la primera etapa.

Ahora sí, sin padecer el desarrollo en su propia área, con mayor solvencia y solidez individual y de conjunto, el Gallo obtendría su premio a la insistencia y la búsqueda permanente, en el segundo tiempo, consolidada a partir del ingreso de Juan Manuel Olivares, hasta que a los 38 minutos del complemento y a través del mejor de la cancha (una vez más), el equipo de Otta daría vuelta el resultado y se pondría 2 a 1, con un cabezazo inapelable de Juan Manuel Cabrera, tras un tiro de esquina desde la derecha, del mismo Olivares.

De allí y hasta el final, San Telmo intentaría pero no generaría riesgo, mientras que Morón bien pudo ampliar su ventaja, por ejemplo, con una media vuelta de Ivo Costantino (de enorme sacrificio y buen partido, en el "podio" de los destacados) con destino de "red", de no mediar la buena reacción del "1" de la Isla Maciel, para sacarla al córner con la punta de sus uñas.

El pitazo final de Javier Delbarba, que alternara buenas y malas, pero cuyas sanciones más determinantes, como el penal en favor de Morón y el gol anulado a "Telmo", resultaran acertadas, un Gallo resiliente se quedaría con tres puntos necesarios y fundamentales, en otra prueba de carácter de este equipo, que supo reponerse de un comienzo de partido pobre en el desarrollo y en desventaja en el resultado, para terminar imponiéndose merecidamente en ambos aspectos del juego.

Ahora, a esperar a Chacarita. Para ratificar todo lo bueno, seguir "prendido" bien cerca de la punta (con un partido menos) y alimentar una ilusión que mantiene en vilo a todo el Oeste.

Resiliencia, carácter y triunfazo.


@elgallogustavo.



      
       📸: Deportivo Morón.