Y en la última bola de la noche, la fortuna disfrazada de imaginario
croupier rojo y blanco, gritó bien fuerte "Negro el 7"!!, para que "Wanchope"
Abila siga escribiendo su historia personal en la "Copa Argentina", sin importar
la camiseta que vista, y el Gallo en la agonía del encuentro, se desembarace de
un "Docke" tan duro y monolítico como los monoblocks homónimos, que se hallan
pegados al Puerto de Buenos Aires.
En una noche de "miércoles", por el día de la semana y un calor agobiante,
el Deportivo Morón debutaba en la edición 2012/13 de la "Copa Argentina Sancor
Seguros", enfrentando a Sportivo Dock Sud (con quien no se veían las caras desde
la temporada '86/'87 de la "B" Metro, 0 a 0 en el "Estadio de Los Inmigrantes" y
1-0 de local), ante un Urbano de muy buena convocatoria, en el marco de la
Tercera instancia Eliminatoria de la Zona Metropolitana, y con un equipo
"muleto", integrado por un puñado de juveniles debutantes (Federico "Chucky"
Chacón, Matías Orihuela y más tarde, Ariel Berón), acompañados de habituales
suplentes y algunos otrora titulares, de reciente pérdida de la titularidad,
tales los casos de Gonzalo Nicolás Juárez, Lucas Omar Rodríguez Pagano, Martín
Rodrigo Granero, Ramón Darío Abila, Mariano Messera y su tocayo, Matías
Martínez.
En un comienzo acorde a la lógica de categoría y por ende muy favorable, el
Morón "alternativo" dispondría en pocos minutos de un puñado de ocasiones muy
claras, lo que parecía aventurar en aquél comienzo, un trámite propicio para
asegurar tempranamente el pasaje de ronda y en consecuencia, una noche tranquila
para el numeroso público del Gallito.
Sin embargo y tras malograr no menos de cinco opciones netas para ponerse
en ventaja, en el primer descuido del fondo local y con él, la primera y (a la
sazón) única llegada del "Docke" en ese primer tiempo, la visita nos recordaría
una constante que, en este Morón del "Gato" Daniele va adquiriendo la fuerza de
una ley no escrita: que para el Gallo no existe rival accesible y si algún
partido puede complicarse..., seguramente ocurrirá y peor de lo imaginado.
En concreto, escapada del delantero visitante, remate fuerte y de rastrón,
y una respuesta flojísima de un Diego Ezquerra que con la oportunidad de acallar
a sus detractores con una actuación convincente, volvió a evidenciar las dudas
que generaría tras el amistoso internacional de Fray Bentos, agudizando los
murmullos de desconfianza y condenándolo a una suplencia "vitalicia" de un cada
vez más gigante "Chiche" Migliardi (por mayoría de mérito propio y esa porción
de demérito ajeno).
De regreso al encuentro y con la derrota parcial, el Gallito "muleto"
comenzaría a insistir sobre el arco de un prolijo aunque limitado Dock Sud,
empujado desde el fondo por una actuación sobresaliente de Osvaldo Héctor Vila
(el mejor en la noche del Urbano) y un correcto acompañamiento de Andrés
Feliciano Núñez, dentro de una despareja última línea, con un Rodríguez Pagano
lejos de su nivel y con las intermitencias de los últimos tiempos y un Juárez
irreconocible por lo desdibujado, a años luz de aquél zaguero tiempista y patrón
del fondo, figura de la defensa en las primeras fechas del torneo.
En el medio, Morón presentaría a un recuperado y siempre voluntarioso
Martín Rodrigo Granero, secundado por el criterio y desenfado del más chico de
los hermanos Chacón, por la derecha, que tras un comienzo impreciso terminaría
por dejar una muy buena impresión. Distinto del caso del otro debutante desde el
arranque, Matías Orihuela, de flojo desempeño por el sector izquierdo.
Completando el análisis línea por línea, de tres cuartos en adelante, la
ofensiva del Gallito estaría dada por un Mariano Messera que, si bien
participativo, continúa lejos de poder convertirse en el eje creativo que el
equipo necesita.
Unos metros más adelante, las esperanzas de gol de Morón estarían
depositadas en el desbalanceo de un Mariano Martínez intrascendente,
debatiéndose entre sus imprecisiones y su declarada enemistad futbolística con
buena parte de la platea y la popular del Urbano, en contrapartida a un Ramón
Abila, también impreciso, pero de notable despliegue físico y una búsqueda
incansable en los últimos metros, que daría sus frutos en el complemento, en una
competencia que ya lo tuviera como gran protagonista en la pasada edición y que
parece sentarle mucho mejor que el torneo de la "B" Metro.
Primero, merced al empate conseguido de cabeza, sobre los '13 del segundo
tiempo, en el momento justo para evitar que la necesidad del local deviniera en
desorden.
Y más tarde, en el último minuto de descuento, cuando tras otro "testazo"
casi idéntico al de la igualdad, derrumbara definitivamente la resistencia
monolítica de la visita, para otorgarle al Morón "alternativo" una victoria
trabajosa, merecida y con suspenso, así como el pasaje a una nueva instancia de
la Copa, al mismo tiempo que se anuncia el arribo del único líder, Platense, el
próximo martes 13, en una nueva y fundamental jornada del torneo de la "B"
Metropolitana, para el Gallo "titular" y de licencia en la calurosa noche
"copera".
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